Elementos de la figura
Partes constituyentes del Rombo
Dimensiones del Rombo
El universo manifestado se expresa bajo la apariencia de siete dimensiones que son los diferentes sistemas en que se puede expresar la organización de la energía y la materia. Cada dimensión tiene sus propiedades particulares y permite que, en ella, se den los procesos que están en consonancia con las leyes físicas que rigen en cada lugar.
Una dimensión podría ser considerada como cada uno de los niveles que existe dentro de la manifestación espacio temporal en el que están estratificados todos los valores de la materia y la energía, donde las leyes universales se presentan de manera local, generando un campo de información, hecho de todas las características del sistema como simetría, libertad, movilidad y vida, haciendo posible que se puedan producir acciones que se orienten hacia la aparición de distintas formas de vida, con estructura, conciencia y necesidades evolutivas adaptadas a las características del entorno.
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Rayos
Desde el Absoluto y utilizando como vehículo todos los fenómenos astrofísicos del universo, viajan por el cosmos 12 tipos distintos de radiación. Estos Rayos de energía cósmica se dividen en dos grandes grupos: Los 7 Rayos Regentes (o Rayos de naturaleza corpuscular) y los 5 Rayos vigilantes-Ejecutores (o Rayos de naturaleza electromagnética). Estos Rayos cósmicos, al llegar al planeta, pasan por un proceso de transformación en la atmósfera y entregan su energía transformada a todas las formas de vida posibilitando que se mantengan todos los procesos vitales y que la vida planetaria, pueda evolucionar y desarrollarse.
Estos Rayos cósmicos se pueden estudiar desde un punto de vista físico (a través de la astrofísica) o metafísico. Conjugando ambos métodos, veremos como cada tipo de radiación que llega a la Tierra tiene una acción específica sobre el funcionamiento físico y psicológico del ser humano.
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Elementos primarios
Por el conocimiento que proporciona el Rombo sabemos que el universo está construido por un número finito y preciso de elementos primarios, en concreto 144, y que, gracias a todas las posibilidades combinatorias de estos elementos, se manifiesta toda la diversidad estructural del cosmos. También sabemos que aunque se han hecho creaciones de elementos más masivos, el último elemento que podríamos considerar natural dentro de la tabla periódica, es el elemento 114.
Nos faltarían pues, para llegar a dichos 144 elementos, unos 30 elementos primarios, pero su naturaleza sería sutil y subatómica, es decir, menor que la de los átomos. Estos 30 elementos primarios que quedan por encontrar, y que no se encontrarán en la línea de búsqueda de elementos supermasivos, estarían formados por estructuras subatómicas y vinculadas con sustancias hormonales, generadoras de sentimientos y actitudes mentales.
Estos 144 elementos primarios, se agrupan para su estudio en 12 familias de 12 elementos cada una. Aparte de esta división numérica, se puede realizar otra división funcional, puesto que 7 familias x 12 elementos = 84 elementos, son de unas características similares y las otras 5 familias x 12 elementos = 60 elementos, son de otras características totalmente diferentes a las anteriores.
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Yin - Yang
El taoísmo se basa en la existencia de dos grandes fuerzas presentes en la naturaleza: Una pasiva o Yin y otra activa o Yang. Aparentemente estas dos fuerzas se oponen, aunque en realidad se complementan simultáneamente entre sí, es decir que funcionan como una unidad. Estas dos fuerzas construyen todo el mundo manifestado, separando a la materia y la energía, y haciendo que al mismo tiempo se atraigan y fusionen. Todos los fenómenos que se dan en cada una de las dimensiones dependen de la interacción de estas dos fuerzas creadoras. Ellas sirven de enlace y ordenación de todas las estructuras del universo.
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Ideación divina
Ideación Divina es el nombre por el que se conoce a una pequeña línea que se encuentra en la parte superior del Rombo bidimensional. Este punto tiene este nombre porque él, representa a las Ideas formuladas por mentes humanas en estado de perfeccionamiento cuyo propósito es Divino, ya que no es otro que el de proporcionar al ser humano el bien, el amor y la felicidad, es decir todo lo que necesita para mejorar la calidad de vida del hombre y del planeta Desde Ideación Divina, desde este lugar de creación, parten las ideas que han de llenar en dirección descendente todo el contenido del Rombo. Desde ese punto superior que parece emerger de la 4ª dimensión, emanan las acciones que cuando se realizan, llegan a la parte inferior del Rombo, desde una vez concretadas, vuelven impulsadas en un movimiento ascendente hacia el punto de partida, para una vez allí, ser analizadas, rectificadas si es necesario y enviadas de nuevo al Rombo para ser experimentadas de nuevo en la misma vida. Ideación Divina es el motor y la guía de la evolución.
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El espacio - tiempo
Desde hace algunas décadas, la Física considera que el tiempo es una dimensión. Pero es un concepto que no es compartido por la totalidad de los físicos, ya que como señalan algunos autores, realmente nunca se puede medir el tiempo. Lo que se hace es medir la frecuencia de un objeto y su velocidad, porque por sí mismo, el tiempo sólo tiene un valor matemático y no existencia física primaria. Este punto de vista no significa que el tiempo no exista, sino que más bien el tiempo tiene más que ver con el espacio. El Rombo comparte algunos de estos principios y no considera al Tiempo como la 4ª dimensión. El Tiempo es un valor inherente al espacio y a su movimiento. Está relacionado con la frecuencia vibratoria de un objeto o de una dimensión y podría ser considerado como una pulsación. El Tiempo puede ser percibido o no y esto depende desde la dimensión desde donde se intente percibir el Tiempo. Allí, en el laboratorio donde la vida palpita comprimida y sin movimiento, el Tiempo, aunque exista de alguna manera, no se percibe, y en aquel lugar donde la vida está muy expandida, en una fase de altísima vibración y formando parte de un movimiento total, el Tiempo tampoco puede ser percibido. Puede en cambio ser percibido entre estos dos extremos de la vida, pero en cada situación o dimensión en la que se vibre, el Tiempo es y se percibe de una manera distinta. Si decimos que la vida se manifiesta bajo la apariencia de 7 dimensiones, la percepción del Tiempo sólo tiene lugar en el espacio que vibra entre la 2ª y la 6ª dimensión. En la 1ª y 7ª dimensión, el Tiempo, el movimiento del Espacio, no se pueden percibir.
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El color
En el Rombo se pueden observar los colores del arco iris (rojo, naranja, amarillo, verde, cyan, añil y violeta). Cada color está relacionado simbólicamente con una dimensión y las cualidades que se atribuyen a cada uno de los colores está en sintonía con las características que tiene cada una de las dimensiones. De esta manera, dimensión, color y propiedades comunes forman un todo inseparable. Los colores son algo más que un elemento estético o decorativo que proporcione belleza y armonía. Son la misma expresión de la vida, y cada uno de ellos aporta aspectos vitales que son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Cada color, cada frecuencia vibratoria realiza una o varias acciones en el organismo, y cada color que entra por los ojos, puede producir cambios en el funcionamiento del sistema nervioso. El color es necesario para la manifestación y la calidad de la vida.
El estudio de la figura del Rombo ha hecho posible que surgiera una nueva teoría de los colores ajustada a las leyes y los fenómenos ópticos que ofrece la figura. Esta teoría aparte de explicar la relación que existe entre todos los colores, aporta datos acerca de los circuitos que sigue la vida y que permiten que el ser humano transmute aspectos de su personalidad y evolucione.
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El sonido
El sonido es un fenómeno físico que está relacionado con la propagación de ondas mecánicas que se transmiten a través de un medio material. Todo cuerpo vibra y genera un sonido relacionado con las diferentes frecuencias vibratorias que salen de él como resultado de su vibración atómica, molecular y estructural. El sonido se propaga en todos los medios físicos, pero en los cuerpos sólidos y líquidos lo hace con mayor rapidez que en los gaseosos. En todos los casos, la propagación del sonido por un medio implica transporte de energía, pero sin desplazamiento de materia. Parece que solamente produzcan sonido algunos fenómenos que tenemos muy presentes en nuestra vida cotidiana, pero todo lo que existe en la naturaleza, vibra y produce ondas sonoras que, dependiendo de su frecuencia y amplitud, pueden ser percibidas o no por el oído humano.
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