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El 7º Rayo

El 7º Rayo

Con este artículo se cierra la serie de escritos dedicados a hablar propiamente de los Siete Rayos. En este último trabajo, se repasan los nombres antiguos que ha tenido este Rayo, se revisan los posibles nombres que podría tener en la actualidad y se comentan una serie de cuestiones innovadoras y relacionadas con sus posibles mecanismos de acción. El artículo finaliza con un estudio de las características psicológicas que presenta la persona perteneciente al Séptimo Rayo.

PREFACIO

El Primer Rayo es el que pone en marcha la creación del Universo, el que une el Yin y el Yang, el que los dirige el uno hacia el otro para formar el punto ígneo que se condensará y explotará, abriéndose y entregando al universo manifestado todas las vibraciones densas y sutiles que tenía acumuladas en su interior. Este proceso de creación cósmica, con la aparición súbita del Primer Rayo y el inicio del momento compresivo, ígneo y pre-manifestado del universo, forma el sustrato del Big Bang y supuestamente, el origen de la actual fuerza expansiva del Cosmos

Al Primer Rayo, lo situamos por definición en la 7ª Dimensión, que es lugar donde es el Rey, donde rige, pero sabemos que este Rayo se encuentra bien, vive y trabaja en la 1ª Dimensión, en la materia, que es el lugar donde actúa y entrega su fuerza a la incipiente materia que se encuentra en esa diminuta y comprimida dimensión.

¿Qué tipo de energías se encuentran allí?

¿Qué es lo que hace esta misteriosa energía a la que llamamos 7º Rayo en ese mundo infinitesimal y mínimamente manifestado?

¿Cómo coopera el 7º Rayo con el Primer Rayo?

A todo esto, nos gustaría poder responder con claridad, pero me temo que en este momento, lo que tenemos tan sólo, son ideas, hipótesis, que ciertamente, nos pueden encaminar a una ligera dispersión de estas dudas, pero a las que sólo les podemos dar el valor teórico que les corresponde.

Hablar de todo esto, no es sencillo, pero en el transcurso de este artículo, intentaremos dar algunas pinceladas de lo que pensamos que puede ser, y quizás, llevemos a nuestro pensamiento a algún lugar de productiva claridad. Lo cierto es que antes de empezar a hablar del 7º Rayo, he dado muchas vueltas por aquí y por allí. En concreto, he dedicado 787 páginas a hablar de otros temas antes de ponerme con este. Da que pensar…. ya he dicho que este Rayo, me da mucho respeto. Bien, de todas maneras, y tras esperar lo suyo, le ha llegado su turno. Empecemos.

INTRODUCCION

Aparte de las comunicaciones que están recogidas en las Escrituras y de los escritos que aparecen en la web del Rombo, no existe una bibliografía concreta y precisa que se ajuste plenamente al tipo de   Rayos Cósmicos que son el objeto de nuestro estudio. Pero, en cualquier caso, sabemos que se pueden encontrar bastantes libros que son una excelente referencia y guardan una cierta relación con este tema.

Por un lado, tenemos todas las publicaciones científicas que arrancan con el descubrimiento de la radiación cósmica hecha por Hess en 1911, y que fue acuñada definitivamente con el nombre de “rayos cósmicos” por Millikan en 1925. La bibliografía científica que habla del tema es extensísima y centrada en el estudio teórico de la génesis de esta radiación, su naturaleza y su detección a través de la tecnología actual.

Por otro lado, encontramos otro tipo totalmente distinto de bibliografía relacionada con los Rayos Cósmicos, y que también empezó a aparecer hace unos 100 años. Estos libros, son de una fuerte naturaleza esotérica y tienen tal vez la referencia más ancestral, en los escritos de Madame Blavatsky (1831-1891), a los que siguieron posteriormente, los de Alice Bailey ( 1880-1949), mucho más completos, centrados propiamente en el tema de los Rayos y que según decía, escribía sus libros dictados telepáticamente por un maestro Tibetano llamado Djwal Khull. Estos escritos se publicaron entre 1919 y 1949, fecha de su muerte.

Alice Bailey y su tratado sobre los siete Rayos

Alice Bailey y su tratado sobre los siete Rayos

Desde entonces, han ido apareciendo bastantes libros de diversos autores que hablan de los aspectos generales de estos siete Rayos. Pero lo curioso, es que el grueso más importante de la literatura que se puede encontrar acerca de los siete Rayos se centra básicamente en uno de los Rayos, concretamente en el 7º Rayo. Este curioso dato, tiene su explicación. Esto se debe a que han aparecido numerosos libros anónimos que hacen referencias a las enseñanzas de un hombre, conocido con el nombre del Conde de Sant-Germain, autor reconocido de un libro llamado La Santísima Trinosofía y quien, al parecer, transmitió su conocimiento y su pensamiento acerca de las características de esta energía de Rayo.

No creo que me corresponda en este momento, hacer una valoración acerca de las enseñanzas proporcionadas por Blavatsky, Bailey o Saint Germain, acerca del Séptimo Rayo, pero he querido dar esta información general porque cualquier persona que busque datos acerca de los Rayos, se encontrará con todos estos libros además de muchos otros cuyo autor o recopilador, ha preferido no dar a conocer su nombre, firmar solo con sus iniciales o quedar en el anonimato.

El contenido bibliográfico global que encontraremos acerca de los Rayos irá desde las informaciones más científicas, antiguas y actuales hasta las disquisiciones más esotéricas de los últimos 100 años. Como siempre, y esto es fundamental en nuestro estudio acerca de los Rayos, la tarea recopilatoria, consiste en extraer lo mejor y lo más asimilable de ambos mundos y ver cómo y de qué manera, todas estas informaciones se pueden sintetizar, pulir, tamizar y dar cabida formal, si es posible, dentro de lo que constituye la enseñanza del Rombo.   Al fin y al cabo, la facultad del discernimiento está para esto.

SUS NOMBRES DEL PASADO

A todos los Rayos, los hemos tratado siempre por igual y con todos, hemos querido tener un recuerdo, un cariñoso detalle histórico con sus nombres ancestrales. A cada Rayo, se le ha conocido antiguamente por más de una decena de apodos. Ha sido siempre mi intención en todos los artículos que he escrito acerca de los Rayos, proporcionar los nombres que nos resultan más comprensibles desde nuestra perspectiva romboidal. Hay algunos nombres antiguos que nos pueden ayudar a facilitar la comprensión de la naturaleza de los Rayos desde un punto de vista más literario o abstracto y hacer posible que sus diversas funciones se puedan resumir escuetamente en una palabra simbólica. A menudo, cada nombre del Rayo habla de algún aspecto peculiar de alguna de sus funciones y una vez que se han visto y oído todos los diferentes nombres, se pueden extraer datos de exquisito valor conceptual. Todo esto, forma parte de un ejercicio que podríamos llamar literario y jeroglífico y siempre ofrece un poco de entretenimiento y elucubración mental. Esta especie de juego de descifrado simbólico, es una manera distinta de hablar de sus funciones, no tan académica ni científica, pero a través de sus apodos, se nos aparecen muchos datos que se hacen comprensibles gracias a las imágenes sencillas que nos ofrecen. Empecemos a desglosar sus ancestrales nombres mientras aprovechamos la ocasión para hablar y repasar paralelamente sus funciones más conocidas.

El creador de la forma.
El séptimo Rayo, no es el Creador de la materia. Creo que esto, lo debemos tener claro. El creador de la materia es el 1º Rayo quien provoca que Yin y Yang se unan y originen al mismo tiempo la materia y las fuerzas conocidas. Pero una cosa es la materia y la otra, muy distinta es la forma de la materia. Podemos imaginar que, de la materia amorfa e indiferenciada, se crearán en un futuro, todas las formas posibles, y todo este proceso, ha de empezar en un punto, muy pequeño, en una zona diminuta, que se irá especializando poco a poco, hasta conseguir que aparezca la forma definitiva. Este 7º Rayo, da el impulso, la orientación y la fuerza necesaria para la creación de la primera diferenciación y de la primera forma. Con su impulso, se crea la primera formación palpable y todas las posteriores formas materiales. Es el impulsor, el expansor y el materializador de los ideales.

El que observa desde el Este.
El Este es el lugar geográfico por donde sale el sol. Es el sitio por el que asoma la luz de la vida, la primera manifestación del astro rey, aquel que aporta la vida a todo el planeta. La primera dimensión es el punto por donde emerge del vacío la materia, lo vivo, aquello que con el tiempo y tras diversas transformaciones y transmutaciones, originará todas la formas de vida. La primera dimensión y su fuerza asociada, la del 7º Rayo son las que nos observan desde el sitio donde emerge la luz de la vida. Poéticamente y en sentido figurado, desde el Este. Desde allí, desde ese punto inicial, el 7º Rayo observa la creación.

El guardián del templo.
Si el universo manifestado es el templo donde se venera al Creador, nuestro guardián del Templo se halla en una de las dos puertas de su entrada. Una puerta está en la primera dimensión, y la otra en la séptima dimensión. En la puerta de la primera dimensión, tenemos al 7º Rayo, que es a quien veremos en cuanto entremos en el universo material. El habita en el espacio de la 1º dimensión. Habita y guarda el templo de la primera manifestación.

El que alimenta el Fuego Sagrado.
El Fuego Primordial lo trae el 1º Rayo, que regenta la séptima dimensión, pero que vive en la primera dimensión. Hemos de recordar que la parte derecha del Rombo es activa, sutil y se mueve con celeridad hasta la parte izquierda, pasiva, receptiva, lenta e inmovilista.

En la primera dimensión, está el 7º Rayo, que al igual que todos los Rayos y dimensiones que se encuentran a la izquierda del Rombo, trabajan juntamente con las fuerzas activas que llegan desde la derecha para crear y poner a todas las manifestaciones en movimiento.

Nuestra primera dimensión, recibe toda la energía que se manifiesta desde la séptima dimensión. Es decir, absorbe todos los Rayos de Energía Cósmica. A la primera dimensión, desciende toda la energía que entra en el universo.

Entonces, debemos comprender que la primera dimensión, no es un sitio inerte, frío, material y mortecino, sino más bien un caldero que contiene en su interior un material viscoso y energetizado. Unida a este caldero, existe además una fuerza ígnea capaz de dar a la sopa un calor extra que estimula fuertemente a toda la materia elemental que contiene, para hacerla entrar en ebullición y obligarla a moverse, a expandirse, y sutilizarse para pasar desde un estado caliente y amorfo a otro estado más frío, expansivo y libre.

La primera dimensión aporta todo el material elemental que hará que todos los Rayos de Energía Creadora se vean impelidos a caer hasta el seno de lo más material para entregar su vitalidad a la sopa primitiva para dotarla de vida y movilidad. De la séptima dimensión emerge el fuego sagrado. La primera dimensión tiene la materia que alimenta y recibe el Fuego Sagrado. Cuando nueva materia aparece, el fuego vuelve a caer estimulando en su caída todo el Universo. Allí, en la primera dimensión, el 7º Rayo espera a esa manifestación energetizada para elevarla, vaporizarla y pasarla a otro nivel de manifestación. Esa nueva materia, actuará como si fuera nueva, por lo que precisará y llamará a más Rayos para ser alimentada y vivificada. El 7º Rayo crea nueva materia, la cual alimenta al Fuego Sagrado.

El ígneo unificador.
Este Rayo ígneo, vive, disfruta y comparte la naturaleza y las propiedades del fuego. El fuego es símbolo de cambio, purificación, sacrificio y elevación. Como recordamos, hay otro Rayo, en concreto el 1º Rayo a quien también se le otorga una naturaleza ígnea ya que proporciona el fuego primordial.

Otra vez, empiezan a aparecer las analogías entre la primera dimensión y la séptima, y entre el 1º Rayo y el 7º Rayo. Es evidente que las dimensiones y los Rayos citados son muy diferentes, pero presentan una cierta simetría especular. La unidad es la fusión de lo relativo, de lo polar, y no hay nada más polar que la materia y la energía. Ambas son las caras de la misma moneda. Este fuego unificador del 7º Rayo quiere unificar materia y energía. Quiere sutilizar a la materia para que se funda y se haga uno con la energía.

El custodio de Séptimo Plan.
Este 7º Rayo, habita en la séptima esfera. Cada esfera, cada nivel de manifestación, tiene sus leyes, sus planes y sus objetivos. Esta esfera crea materia. El 7º Rayo, vive en esta séptima esfera, en la más material de todas. Esa es su morada. Él es el custodio, el protector y el guardián del plan que se ha de realizar en este nivel material. El, eleva a la materia.

La esfera giratoria.
Todo gira, todo es cíclico, todo regresa. Eso es la esencia del Tao. El taoísmo nos habla de la existencia de tres fuerzas: Una pasiva (Yin), una activa (Yang) y una tercera fuerza, que es el Tao o fuerza que las contiene. La igualdad de Yin y Yang implica la igualdad de sus manifestaciones, es decir la vida y la muerte, la construcción y la destrucción.

El seguidor del Tao no considera la vida superior a la muerte, ni el placer al sufrimiento, ni   lo positivo a lo negativo, ya que después de uno viene lo otro y ambos son necesarios. Todo se eleva, se vuelve grande, y luego retorna a la raíz.

Los ciclos afectan a todo el universo, y al 7º Rayo también. El universo evoluciona cíclicamente y lo hace igual que lo hacen los guías, emanaciones del séptimo Rayo, que tienen la evolución propia de todo el universo manifestado, que en cada período pasa de unas estructuras cósmicas a otras. Todo es cíclico, todo vuelve. El 7º Rayo es como una esfera que gira y retorna.

La expresión de la voluntad.
La Voluntad Creadora según sabemos, es la manifestación más elevada del Absoluto. Esta Voluntad, hace que su misma manifestación, se vaya dando y liberando en la medida en que recorre los diferentes niveles de manifestación. La presencia de esta Voluntad Creadora se observa inicialmente en el reino mineral, luego en el vegetal donde busca ya multiplicarse y posteriormente en reino animal, con la aparición de un psiquismo inicial, para llegar a una conciencia plena, con sentido de evolución, al llegar al estado humano. Pero hemos de recordar que su primera manifestación, se da en la primera dimensión, en el reino anterior al reino atómico, justo donde actúa el 7º Rayo, quien induce a estas formas de vida a buscar manifestaciones cada vez más libres y sutiles, empujándolas a ascender por los planos dimensionales, hasta llegar al nivel que vibra armónicamente con su frecuencia vital. Cuando coinciden en frecuencias la dimensión y una forma de manifestación, se llega a un equilibrio con el entorno. En ese punto, continente y contenido son del mismo color y están en equilibrio. El 7º Rayo da la salida y el empuje a la Voluntad y permite que se vaya liberando y expresando para poder pasar de plano en plano.

La fuerza orientadora.
La expresión de la Voluntad Creadora, se ve actuando por doquier, y es en el reino atómico y mineral donde con más claridad se observa esta gran fuerza. Allí, actúa orientando   en determinados ángulos y proporciones, las diversas cristalizaciones, produciendo las diversas formas de las estructuras atómicas y moleculares.

Al mismo tiempo que orienta, esta fuerza del 7º Rayo impulsa a estas estructuras elementales a buscar cada vez formas más libres, puras, armónicas, evolucionadas y bellas. Al hacerlo, crea un sendero de evolución y orienta a las formas hacia las dimensiones en que resuenan armónicamente.

El revelador de la belleza.
La belleza yace en el interior de lo creado. Es en el centro del centro donde se encuentra el puro esplendor y la máxima belleza, que agazapada descansa en el seno profundo de la materia. La vida pura que habita en el interior de la materia se ve impulsada progresivamente a salir hacia fuera, cada vez con una manifestación más compleja y libre, capaz de albergar y representar con más eficiencia la energía pura. El 7º Rayo impulsa a las manifestaciones progresivas de la materia a ascender, a subir, a liberarse de las formas restrictivas primarias y a buscar formas más eficientes de representación de la Voluntad Creadora.

El invocador de la ira.
Hay conceptos que parecen contradictorios. No parece que exista ninguna relación entre el nombre anterior de este Rayo y el nombre actual. Y en cambio, los dos, simbolizan el mismo aspecto del Rayo. El 7º Rayo, por definición, es ciego. Eso no significa que no sepa lo que tiene que hacer. Conoce perfectamente su función, su propósito y donde debe ir. El 7º Rayo, sigue ciegamente a las manifestaciones materiales y les da fuerza e impulso. Es un motor. Pero no discrimina entre una manifestación armónica y amorosa o una manifestación errónea. Si se encuentra con una manifestación de ira, la estimulará con eficacia, la hará ascender, aparecer y parecerá su invocador.

El Señor de la muerte.
Es un nombre terrible y difícil de entender. Nos sucede lo mismo que cuando hablábamos del 1º Rayo, que daba la vida y la muerte. Ese extraño significado, nos producía cierta inquietud. Ahora, estamos en el otro lado del   Rombo, en la parte izquierda, donde la materia empieza a ascender, a organizarse en formas geométricas, pero este 7º Rayo, hace progresar a todo lo manifestado. Sea bueno o malo. Su fuerza es Magna, porque no tiene ningún Rayo del Karma que le acompañe y le pueda controlar. Cuando se pone en marcha, su acción es imparable, pero hemos de comprender que, si el 7º Rayo hace elevar con fuerza a una manifestación errónea, tarde o temprano, en algún nivel posterior de la manifestación, sea en la dimensión en que sea, esa creación, tendrá que ser rectificada o anulada antes de que el desajuste que produzca se haga extensivo a su entorno y ponga en peligro a las estructuras vecinas. Por ello, el 7º Rayo, puede impulsar a las manifestaciones primarias a la vida o a la muerte, según su cualidad.

El que eleva hacia la vida.
Parece curioso que estemos hablando del mismo Rayo, pero como hemos dicho, ésta es también una de sus funciones. Hace emerger a la materia desde lo más hondo, desde donde habitan la inercia y la gravedad   más profundas, hacia la más alta y plena manifestación de la vida. Es un elevador de lo vivo, de lo creado, de la materia bruta. Con su actividad y dinamismo, puede elevar a la materia más profunda, escondida y sumergida en la oscuridad hasta la más alta expresión de la vida, luz y belleza.

Rayo de la adoración ceremonial.
Este Rayo invoca, condensa y sustancia a la vida manifestada con la Energía espiritual, para posteriormente irradiarla y dirigirla a la liberación. Por este motivo, a este Rayo, se le ha relacionado con las devotas ceremonias de tipo religioso, místico o evolutivo, en las cuales se invoca a la energía espiritual para ponerla en algún tipo de objeto, pensamiento o proyecto con el fin de ensalzarlo, elevarlo y proyectarlo con fuerza hacia el universo.

Su invocación, se puede hacer a través de la conciencia, con el pensamiento enriquecido con el sentimiento, con algún ritual que incluya la pronunciación de frases y palabras delicadas, con la presencia de un talismán o forma que se ha de energetizar, con la música suave, la presencia de inciensos espirituales y con la presencia de hombres y entidades espirituales.

El Rayo de la organización y el orden.
Todos los Rayos de la izquierda del Rombo, esperan a que vengan sus hermanos de la derecha para crear vida. El 7º Rayo espera a que descienda la energía del 1º Rayo a la primera dimensión donde da vida a la materia.

Entonces, el 7º Rayo, desde su reino, actúa sobre las manifestaciones materiales, impulsándolas con fuerza hacia arriba.

La primera dimensión es el receptáculo de la energía de todos los Rayos y en especial del 1º Rayo, el cual es el fuego creador que da la vida y agita a toda la materia. Este Rayo, rige lo superior, pero vive en lo inferior, allí donde también habita el 7º Rayo, su hermano y con el que trabaja conjuntamente. El 7º Rayo, mora en su propio hogar, en el mundo caótico y en ebullición frenética de la primera dimensión. Aquí vive en la más recóndita profundidad de la materia, formada en este nivel por vibrantes semiestructuras repletas de energía y de vida, que palpitan y esperar salir plenamente al mundo de la manifestación.

El 7º Rayo, se sumerge profundamente en la densidad como un buceador del reino de lo amorfo, y en ese oscuro valle, busca en la cueva del nacimiento, a las primeras manifestaciones de vida para darles un fuerte impulso para que inicien el camino ascendente de evolución. Con su acción, las elementales manifestaciones primitivas, adquirirán una gran fuerza ascendente que les hará entrar en una nueva dimensión que pronto les otorgará forma, organización y diferenciación. Este Rayo, actúa como si fuera una mano que estando en la tierra, espera recoger algo del cielo y luego lanzarlo con impulso hacia arriba.

El Rayo de la liberación.
La naturaleza del séptimo Rayo es purificar, transmutar y sublimar la materia de la vida. Con su acción, se promueve la elevación del individuo, conduciéndolo  a la liberación de la forma y de la mente.

La clave del misterio.
Seguramente es una de las claves más importantes para poder entender los misterios de los mecanismos físicos evolutivos. El aumento de la complejidad estructural y energética que se da en toda la evolución sería imposible de entender sin esta fuerza, porque ella es la única que aplica la fuerza ascendente. Sin su presencia, nos faltaría la llave para entender los intrincados y complejos mecanismos aparentemente obligatorios que sigue la evolución.

El divino trabajador alquimista.
La evolución, tal como la entendemos, está vinculada a un cambio de estado, un despliegue o un desenvolvimiento cuyo resultado final es un nuevo aspecto, una nueva presentación o forma más eficaz del elemento. En este ascenso evolutivo, siempre hablamos de la necesidad de sutilizar la materia para dotarla de más libertad y quitarle la dependencia de les leyes físicas, químicas y biológicas. Parece que el sustrato de la evolución material sea este: sutilizar la materia, elevarla, purificarla, espiritualizarla, transmutarla y dotarla de más libertad.

Esta búsqueda transmutativa, ha sido y es el objeto de la Alquimia, madre ancestral y predecesora de muchas de las ciencias actuales, que buscó la transmutación del propio alquimista, como un factor necesario para poder dotar al material primario del matraz de una fuerza fluidificante, vital y espiritual indispensable para hacerla evolucionar. Las materias primas de la Obra, dentro del matraz y sometidas al efecto inteligente del fuego, han de pasar por diferentes estados evolutivos y llegar al final de la Gran Obra, al régimen del Sol , para obtener la Piedra Filosofal, materia purificada, de la cual se podría obtener el polvo de proyección , capaz de curar a los elementos innobles para transmutarlos en otros más nobles y obtener también una medicina llamada universal y un elixir de larga vida.

Simón H. Maestro alquimista de la actualidad. La piedra filosofal

Simón H. Maestro alquimista de la actualidad. La piedra filosofal

La Alquimia tradicional, ha estado estrechamente relacionada con el hermetismo, un sistema filosófico basado en las raíces de Hermes Trimegisto.

Esta ciencia, estaba mucho más relacionada con la química actual que con las otras ciencias, aunque dentro de su enseñanza, estaban naturalmente presentes otras disciplinas, como la física, la metalurgia, la medicina, la astrología, el misticismo y el espiritualismo.

La ciencia actual, utiliza muchas de las bases que empezaron a manejar los antiguos Adeptos y Filósofos del Fuego, porque gracias a ellos, se descubrieron múltiples instrumentos de laboratorio y numerosos metales que se utilizan hoy en día en la física, la química, la biología y en la genética actuales. Además, sentaron las bases químicas y de investigación que permitieron descubrir muchos elementos desconocidos y que llevó a descubrir en la historia reciente, la radioactividad y consecuentemente, todo el estudio posterior relacionado con este fenómeno, como los aceleradores de partículas.

La idea del alquimista era estudiar a la materia, abrirla, ver que existía en su interior y comprender de qué estaban hechas realmente las cosas. De hecho, llegaron a una conclusión que se ha visto refrendada por la filosofía y la ciencia actual. Para ellos, para llegar a realizar la piedra filosofal, había que partir de un principio universal compartido por muchas culturas ancestrales: Existen dos polaridades opuestas (sol y luna) que necesitan para fusionarse de un fuego secreto, de naturaleza espiritual que los ha de unir.

Cuando se realiza esta unión, esta materia prima, para llegar al final de su evolución, ha de pasar por siete etapas, siete fases de perfeccionamiento. Al final, la materia después de pasar por estos siete niveles acaba su espiritualización y consigue llegar a un estado que le permite incidir sobre la materia y transmutarla.

Las fases de la Gran Obra

Las fases de la Gran Obra

Permitidme que llegado a este punto, me pare un instante y comente que a los estudiantes del Rombo, no se nos pueden escapar todas las semejanzas que existen entre la base de toda nuestra cultura ancestral planetaria, el estudio del Rombo y la física moderna.

La Alquimia habla de las dos polaridades y su unión, El Taoísmo se basa en las dos polaridades y su fusión, la Cábala cita la existencia de las dos polaridades opuestas y de un pilar central que las une. Y la física moderna, para acabar de fusionarlo todo, también nos habla del polo negativo (electrón) del polo positivo (protón) y de la fusión de los dos polos (neutrón).

Las dos polaridades ancestrales

Las dos polaridades ancestrales

Es decir, que todo conocimiento, ancestral y moderno, parte de dos polaridades opuestas que necesitan de una tercera fuerza ígnea para unirse, y formarlo todo. En todas estas disciplinas, se contemplan los mismos principios básicos explicados con el lenguaje y las posibilidades propias de cada época.

La plasmación del conocimiento actual, el de la Era de Acuario, es el Rombo, pero en otras épocas, el conocimiento se ha dado con otras representaciones similares y adaptadas a la época. Todo, como sabemos, son puntos de referencia, y como tal, está bien tener un conocimiento de ello.

Volviendo al tema de la Alquimia, lo que buscaba el verdadero alquimista era la transmutación personal y la ayuda al prójimo a través de sus descubrimientos científicos, aunque no se puede negar que, en algunos alquimistas, existía la presencia del lucro personal a través de la obtención del oro, y eso fue, tradicionalmente, uno de sus peores males. El camino del oro truncaba el verdadero camino del conocimiento, y a menudo, llevaba al alquimista que utilizaba la vía metálica por caminos poco deseados. La historia documentada de la alquimia está llena de casos conocidos en las que el alquimista, no tuvo al final de sus días, el desenlace más anhelado, ya que sufrió a causa del oro.

Una lámina alquímica de Simón H

Una lámina alquímica de Simón H

Hablando de todo esto, me viene a la memoria un cuento de Sócrates el que quisiera reproducir en este momento porque se ajusta perfectamente a lo que estamos explicando:

“El Padre ha plantado en medio de su jardín un árbol frondoso. Este árbol da fruta apaciguadora del apetito y de la sed. Todo el mundo que tenga hambre y sed puede saciar estas necesidades, acercándose con respeto, amor y sabiduría, y con sus manos arrancar del árbol esta santa fruta. Este árbol, hermanos, es mágico, y a veces los deseos equivocados de las criaturas buscan apaciguar su codicia, su equivocada necesidad de lucros personales y materiales. Este árbol, hermanos, transformará esta fruta sabrosa, purísima y dulcísima en frutos de oro que serán capaces de calmar la sed y el apetito verdadero, única forma de evolucionar hacia estadios superiores. Vosotros sois los guardianes, los vigilantes, para que este árbol no se estropee, porque por cada fruto de oro que se arranque, dejan de producirse diez frutos excelsos sanadores de vuestro cuerpo y purificadores de vuestra mente e intelecto”.

Es por este mismo motivo que algunos Maestros alquimistas, solo enseñaban y enseñan a sus discípulos la vía de la Medicina y no explican los últimos pasos que se han de dar para llegar a la vía metálica. El poder entrar en esta vía, y conocer las últimas operaciones necesarias para realizar la proyección transmutadora, podría ser peligroso, ya que el camino de la riqueza acostumbra a ser turbulento y a menudo, finaliza con el ansia espiritual y de conocimiento del discípulo.

La Alquimia tradicional ha visto nacer, con cierto malestar la aparición de nuevas líneas de trabajo evolutivo que llevan el nombre de Alquimia, pero a las que se les ha añadido un apellido distintivo, para reconocer que representan una nueva tendencia en la búsqueda de la transmutación personal y que está muy alejada de las prácticas clásicas del laboratorio. La mayoría de las nuevas Alquimias tienen nombres muy diversos, como Alquimia psicológica, Alquimia mental, Alquimia emocional, Alquimia sexual, Alquimia Taoísta, Alquimia genética y otros nombres diversos.

Han surgido cientos de escuelas y técnicas distintas que buscan métodos mentales, emocionales, mágicos o energéticos para conseguir un mejor estado del individuo, en el que se supone que se han transmutado tendencias psicológicas, hábitos y costumbres de naturaleza material para adquirir otros de naturaleza superior. La explosión de todas estas escuelas psíquicas transmutadoras en los últimos 100 años es impresionante y sin duda, está hablando de una necesidad del ser humano actual, que busca sistemas vinculados a su filosofía particular para poder evolucionar y entrar en otro estado mental.

Además de todas estas escuelas evolutivas, no podemos descartar en absoluto, todo el avance que se está produciendo gracias a la Medicina, la Bioquímica y a la Genética para poder actuar sobre el ADN, y corregir los errores que se sitúan allí, un lugar donde, como bien sabemos, se graba el Karma de la persona. En este punto, es donde debemos pensar y recordar que el elixir de la vida eterna y del bienestar que el hombre ha buscado siempre, se puede conseguir por una transmutación de su Karma individual y de su Karma colectivo y que esta transformación, con toda seguridad, se puede hacer utilizando muchas vías, adecuadas a todas las posibilidades y peculiaridades personales.

La actitud personal ante la vida, ante la sociedad, ante el trabajo, atrae con gran intensidad la llegada de Rayos Cósmicos de diferente naturaleza. Cada Rayo que llega, como bien sabemos, aporta la energía y el fluido necesario para que se produzca la transmutación de la materia biológica. La energía es la que modifica y  hace evolucionar a la materia. En este punto preciso, y al hablar justamente de evolución y de transmutación, no debemos olvidarnos de la Fuerza impulsora del 7ª Rayo, nuestro objeto de estudio, el impulsador, el elevador, el que eleva y lleva a las estructuras hacia la luz. Por eso, el 7º Rayo es el divino trabajador Alquimista.

SUS NOMBRES ACTUALES                      

El activo. El dinamizador. El ascendente.

Algún Rayo de los siete de los que hemos hablado hasta ahora, tiene para cada uno de nosotros, un área que resulta poco luminosa y que representa un escollo intelectual que entorpece la comprensión plena del Rayo. Si en vez de una sola área, se presentan varias zonas dudosas, el Rayo en su totalidad, se convierte en una muralla para el intelecto. En mi caso, el Rayo que se me ha presentado como más difícil de entender, ha sido precisamente este 7º Rayo. Toda esta complicación empezó hace muchos años, en casa de Rosa y Jaume, en Igualada, en una reunión del grupo del Rombo en la calle Lleida. En la pre-asamblea, los componentes del grupo, debatíamos acerca de los Rayos, de su Naturaleza, de sus funciones y movimientos. Yo me encontraba en una situación que me era bastante común, en la que veía como mis compañeros de grupo hablaban diáfana y elocuentemente de cuestiones relativas a los Rayos, mientras yo tenía acumulaba bastantes incomprensiones conceptuales de todo aquello, que me permitían seguir la conversación, pero eso sí, con más dificultades de las deseadas.

En aquellas fechas, y creo que vale la pena aclararlo para situarnos correctamente, no teníamos el conocimiento científico del que disponemos ahora acerca de los rayos cósmicos, y éstos, eran más bien una entidad abstracta sin definir que un fenómeno conocido y estudiado de la naturaleza. Además, el conocimiento del mismo Rombo, de su funcionalidad, de las dimensiones, de los elementos primarios, del Yin-Yang, estaba en un estado mucho más incipiente que el actual y la comprensión de muchos aspectos, se hacía más por la fe que por la intelectualización.

Éramos y somos un grupo en el que la presencia del “elemento de la fe”, nos daba la certeza de que todo aquello que recibíamos, tenía un gran valor, y tenía que ser estudiado. También como no, teníamos y tenemos bien estructurado “el elemento de la esperanza”, que es el que te permite pensar que un día, aunque sea lejano, se podrá entender todo aquello que se estudia y que no se comprende del todo. Y como no, disponíamos y disponemos de una manera patente de “el elemento de la caridad o amor”, que es el que te permite dar este conocimiento desinteresadamente a todo el mundo que lo quiere y precisa para su ayuda evolutiva.

Todo este cóctel, hacía que, aunque no se entendieran totalmente los conceptos empleados, estos, se pudieran manejar, con relativa facilidad y se pudiera hablar de cualquier tema desde un punto de vista amplio, general y un poco abstracto. Pues… un día como otro, en una reunión del Rombo, no sé en qué fecha exacta, pero hace ya tiempo, unos minutos después de la comunicación, Rosa se sentó a mi lado y comentó que, durante la misma comunicación, había tenido una visión del 7º Rayo. Se puso cómoda y me lo empezó a explicar. A los pocos segundos de empezar a hablar, vi que el tema era un poco complicado de entender, y podría olvidar y mezclar fácilmente sus palabras, así que le di papel y lápiz y le dije: Dibújalo por favor.

Rosa tomó el papel y dibujó lo que había visto. Al devolverme el folio, empezó a hacerme comentarios referentes a las imágenes que había dibujado. En el acto, empecé a escribir sus comentarios en forma de anotaciones al margen de sus dibujos. De esta situación, que duro apenas dos o tres minutos, surgió el dibujo siguiente.

Dibujo número 1 de Rosa y las anotaciones

Dibujo número 1 de Rosa y las anotaciones

Intentaré descifrar este jeroglífico:

El nombre de Rosa aparece en un círculo en la zona de la primera dimensión. Se lee arriba: El 7º Rayo no absorbe Rayos, absorbe manifestaciones. Y un poco más abajo, se ve un Rombo con otra anotación. Absorbe desde arriba, desde la 7ª Dimensión. Reproducimos el mismo dibujo, pero en la posición original en la que se dibujó. Al escribir el texto, por algún motivo, se puso la hoja al revés. Es un dato anecdótico.

La 1ª dimensión queda abajo y la 7ª dimensión arriba. En la primera dimensión se observa esta especie de remolino similar a una bomba de vacío o un tornado que hace ascender a todo lo que se encuentra allí.

Una aparente relación

Una aparente relación

Este primer dibujo, me contrarió bastante, porque en él, se decía que el 7º Rayo, realizaba una succión desde arriba, desde la séptima dimensión y que por esta succión, hacía ascender a todo. Desde cada dimensión, desde el Rombo de cada dimensión, el 7º Rayo hacía ascender a todo hacia arriba. En cada uno de los siete niveles del Rombo, ocurría el mismo fenómeno de succión, de bomba de vacío y el 7º Rayo aspiraba todas las manifestaciones de la primera dimensión, para lanzarlas hacia arriba. Todos los comentarios que iban saliendo, iban en esa línea. Los traduzco y transcribo literalmente del dibujo:

  • “El 7 Rayo, no absorbe Rayos, absorbe manifestaciones”.
  • “Absorbe desde arriba, desde la séptima dimensión”.
  • “Es el más activo”.
  • “Es el más dinámico”.
  • “Tira hacia arriba”.
  • “Hace evolucionar”.
  • “Es ciego”.
  • “Tira hacia arriba todo lo que encuentra”.
  • “Lleva al misticismo o a la locura”.
  • Estas manifestaciones…” quieren subir matando a lo que sea”.
  • Es una especie de “instinto patriótico”.
  • “Sin el 7 Rayo, estaría todo estático”.
  • En el ascenso, “se ven unas cosas que cuelgan. Son los guías”.

El dibujo y los comentarios no tenían desperdicio. Parecían decir algo nuevo, o aclarar conceptos, así que, repasamos las definiciones   que teníamos del 7º Rayo para ver si había concordancias o había algún dato nuevo.

Iniciamos los comentarios pertinentes y mientras hablábamos, hubo un segundo dibujo. En él, se aprecia a esta especie de mecanismo de hacer el vacío o bomba, que succiona y hace ascender a todo lo manifestado. Este mecanismo parece ser exterior al Rombo y hay una especie de círculo con una estrella en su interior. Este dibujo intentaba ser la representación de esta bomba succionadora que hacía ascender todas las manifestaciones desde la primera dimensión a la séptima. Parecía verse un circuito de subida y uno de bajada.

Dibujo número 2 de Rosa y anotaciones

Dibujo número 2 de Rosa y anotaciones

Vuelvo a intentar aclarar este segundo jeroglífico:

Se pueden leer a la derecha, los comentarios que iban surgiendo de Rosa, que están escritos con rotulador fino, marcados con un guion y que se transcribieron al instante. Hay además algunos otros comentarios que supuestamente pertenecen a otros días, ya que, aunque no se observa claramente en la imagen escaneada, están escritos en lápiz fino o rotulador grueso, por lo que deduzco que fueron comentarios y anotaciones que se hicieron en otros momentos del día de la comunicación. Tal vez, en la asamblea posterior. Sólo voy a transcribir los que corresponden con seguridad a Rosa y que se hicieron en el mismo momento del dibujo:

  • Recuperador.
  • Dinamizador.
  • Ascendente.
  • Un arquetipo deteriorado también lo hace ascender.
  • Así hemos de entender el dolor de la criatura evolucionante.
  • No es un Rayo amoroso
Una reunión en “la caseta” de Sant Salvador de Guardiola

Una reunión en “la caseta” de Sant Salvador de Guardiola

Después de esta visualización y de estos nuevos datos, tenía para mi contradicción interna, dos visiones aparentemente muy distintas del 7º Rayo.

Por un lado, estaba claro y asumido que todos los Rayos partían de la séptima dimensión, descendían hacia abajo, hasta la primera dimensión. Y eso, era claramente un movimiento descendente. Los Rayos van por axioma desde la séptima dimensión hasta la primera, ya que lo sutil va hacia lo grosero. Teníamos además en las Escrituras dos referencias de la función del 7º Rayo, que parecían estar en aparente contradicción:

Página 76 (27/04/ 1991): “Tenemos el séptimo Rayo que aspira como si fuese un aparato de hacer el vacío, toda manifestación de la séptima dimensión a partir del primera”

Aquí parece que haya un movimiento de succión desde abajo, en el sentido de que algo desciende hacia la primera dimensión. Con posterioridad hay otra referencia que viene a complicar algo más las cosas:

Página 221 (5/7/1996): “Este séptimo Rayo, que aspira toda manifestación de la primera dimensión empezando por la séptima”

Con lo cual, parece que ahora, la referencia, tiene un sentido más ascendente. Es decir, en la primera cita, se puede entender que el 7º Rayo aspira desde la primera dimensión, toda la manifestación que aparece en la séptima, con lo cual, el aspirado se realizaba en el sentido de ir todo hacia la materia, hacia abajo, en el mismo sentido en que caen los Rayos.

Descenso - Ascenso

Descenso - Ascenso

Y en la otra cita, parece que el movimiento es distinto, ya que dice que se aspira toda manifestación de la primera dimensión empezando por la séptima dimensión, con lo cual, el movimiento que se sugiere es ascendente.

Desde mi punto de vista, había una contradicción y un empate técnico. Con los textos en la mano, me veía incapaz de dar por más cierto cualquiera de los dos sentidos posibles del movimiento.

Para un posible desempate, o para una posible aclaración del enigma, estaba la visión proporcionada por Rosa, en la cual se decía que el 7º Rayo, aspiraba las manifestaciones que había en la primera dimensión y las enviaba hacia arriba. Hemos de entender que en la primera dimensión hay materia, pero no es materia inerte y pasiva, ya que ha sido energetizada por el Primer Rayo, que ha descendido desde la séptima dimensión hasta la primera.

Lo único que se puede hacer con la manifestación material que ha absorbido e integrado la energía cósmica, es llevarla hacia arriba, porque más abajo desde un punto de vista de lo manifestado, ya no se puede ir. El 7º Rayo, interactúa con la manifestación de la 1ª dimensión, y le da fuerza e impulso para hacerla subir hacia arriba, ya que es la única vía de salida.

Ahora, con todos los datos aportados por el estudio clásico de los nombres y por la visión aclaradora de Rosa, el 7º Rayo, había tomado claramente una dirección ascendente y aparentemente, se rompía el empate técnico.

Las dos posibles versiones del Rayo se podían razonar. En el posible mecanismo de ascenso desde la 1º dimensión, se puede entender que la materia de la primera dimensión que ha sido estimulada por los Rayos Cósmicos está viva y agitada. En ese momento, el 7º Rayo actúa de una manera muy poderosa.

Tal como lo veo, es posible que en esta 1ª dimensión, el 7º Rayo actúe como una bomba de agua, que absorbe la materia que hay allí y la lanza para arriba, hacia las dimensiones superiores.

La bomba de vacío absorbe la manifestación de la 1ª dimensión y la hace subir

La bomba de vacío absorbe la manifestación de la 1ª dimensión y la hace subir

Este 7º Rayo, es como sabemos, una Fuerza Magna, con una cierta similitud con el 1º Rayo, ya que ambos, son fuerzas colosales y que cuando se ponen en movimiento, tienen una acción total e irremediable, sin posibilidad de poder realizar cambios ni ajustes. Tenemos la certeza de que no hay fuerzas compensadoras del Karma que actúen sobre ellos y su acción, por tanto, no se puede detener ni rectificar.

La bomba del 7º Rayo

La bomba del 7º Rayo

Desde este punto de vista, el 7º Rayo, lo que hace es aspirar de una manera ciega, meramente física, mecánica, y también obligada, a la manifestación que se encuentra en la primera dimensión. Con su acción, proporciona a las manifestaciones materiales allí presentes, ganas de moverse, de buscar nuevos caminos y aventuras. Al observar este rutinario mecanismo impulsor, parece que la función del Rayo, sea solamente mecánica, como la de un motor cósmico, pero si la miramos con más detenimiento, veremos que aunque su función parece humilde, es hermosa y sabia al mismo tiempo, ya que de este 7º Rayo, se desprenden las sutilísimas vibraciones que forman los guías, que son las energías que encaminan sabia y correctamente a todas las criaturas que están en el camino evolutivo, elevándolas   hacia formas más elaboradas de manifestación. Es decir: este Rayo es algo más que un motor.

Como hay siete dimensiones y el mecanismo de la bomba, puede ser el mismo en cada uno de los niveles, existe una posibilidad de representar el mecanismo de las 7 bombas para que toda la manifestación, pueda ascender. Sólo se tiene que reproducir el mecanismo original y colocarlo en todas las dimensiones, realizando un dibujo similar al que vemos, y que recuerda al que aparece en el dibujo número 1.

Las siete bombas del 7º Rayo

Las siete bombas del 7º Rayo

En el esquema mental que me iba dibujando en la imaginación para aclarar todos los conceptos del aspirado de la bomba, situaba a una especie de bomba sumergible fantástica en la 1ª dimensión, hábitat del 7º Rayo. Ya sabía que un mamotreto así no podía existir de verdad, pero la idea de un mecanismo de vacío, fuera como fuese, necesitaba una imagen familiar para ser comprendido.

Con un ingenio así, desde la primera dimensión, el 7º Rayo, al actuar como una bomba de inmersión, recogía toda la presión de caída originada por el 1º Rayo que hacía girar las turbinas interiores de la bomba y cuando la dimensión ya estaba llena, lanzaba la manifestación hacia arriba, como lo hacen las bombas, en contra de la fuerza de la gravedad.

Bien, todo ese mecanismo de bomba imaginaria podía funcionar, pero en el segundo dibujo de Rosa, había un esquema que parecía querer cambiar la visión del sistema de aspirado.

Trozo del dibujo número 2

Trozo del dibujo número 2

En estos trazos, observamos un Rombo en disposición vertical. Vemos una semicircunferencia que abraza una de las polaridades del Rombo, supuestamente la que corresponde a las dimensiones altas y que corresponde al Yin o al Yang. En la parte alta del dibujo, aparece esta estructura circular, con un esquema radial y que está por encima de la séptima dimensión. Creo recordar que era la representación simbólica de esta especie de bomba succionadora, que aparentemente y por lo que se intuye, se encontraba en cierta manera fuera del Rombo y desde allí, realizaba todo el trabajo de succión. En aquel momento, no entendí demasiado el mecanismo, pero comprendí que era una forma de representación abstracta de una bomba de succión.

La verdad es que no hace falta ser muy imaginativo para ver la similitud gráfica que existe entre la bomba del dibujo y las bombas que se utilizan para elevar el agua desde las profundidades de la tierra. Es un mecanismo elemental basado en el giro de una rueda que succiona el agua desde arriba, que es desde donde se realiza la tracción, aunque el movimiento de succión se observa naturalmente abajo. La rueda provoca un aspirado que hace ascender el agua hacia arriba. El movimiento de la rueda es un giro cíclico, constante que pone en marcha todo el mecanismo de ascenso.

Bomba de cuerda: El giro de la rueda hace ascender el agua desde el fondo

Bomba de cuerda: El giro de la rueda hace ascender el agua desde el fondo

Veo con asombro como esa esbozada circunferencia con sus radios, que está en el dibujo por encima de la séptima dimensión, y que era el dibujo elemental, esquemático y rápido de la supuesta bomba, se asemeja muchísimo a una bomba de cuerda, cuyo funcionamiento de succión está basado en el giro. Vemos que el mecanismo elemental es una rueda, con sus radios que giran y que, al transmitir este movimiento, actúan como una bomba de vacío, elevando desde arriba el agua que está abajo. El mecanismo, se puede sofisticar un poco más y añadir un poco más de tecnología, pero el mecanismo de bombeo siempre está basado en la succión por el giro cíclico desde una posición elevada.

Bomba de agua basada en el movimiento cíclico

Bomba de agua basada en el movimiento cíclico

Puestos en esta corriente imaginativa, si pensamos que el dibujo número 2, está relacionado con este posible mecanismo giratorio, podemos imaginar una posible explicación para la aparición cíclica del 1º Rayo, la evolución del universo y de la creación de ciclos de creación y retrospección. Todos estos fenómenos, estarían relacionados con el simple giro.

El giro está en la base de todos los movimientos cíclicos

El giro está en la base de todos los movimientos cíclicos

Mientras la rueda superior o bomba, da medio giro a la derecha, desciende el primer Rayo y nos encontramos en la fase de creación. Luego, la bomba sigue girando y empieza la fase de retrospección en la que se ha producido el ascenso de las manifestaciones. En la primera fase o ciclo de creación, predomina el 1º Rayo. En la segunda fase o ciclo de retrospección, toma papel preponderante el 7º Rayo.

El giro continuo de esta especie de rueda sería la que originaría los ciclos de vida, los ciclos cósmicos, con su inicio y final. Con el inicio del giro, se inicia la liberación del 1º Rayo hacia abajo y la activación del Rombo. En la mitad del ciclo, se acaba la fase de creación y la consecuente liberación del primer Rayo. Empieza entonces, el ascenso, con la succión, el ascenso del 7º Rayo y la fase de retrospección. El giro finaliza hasta llegar a la parte más alta, donde se acaba el giro completo. Se ha contemplado en ese momento un ciclo total y empieza de nuevo la liberación y caída cíclica del Primer Rayo.

El dibujo número 2 y su posible interpretación

El dibujo número 2 y su posible interpretación

Pienso en esta hipótesis y no me parece descabellada. Podría ser que tal vez, el círculo radial del dibujo número 2 y el dibujo del timón, son interpretaciones de un movimiento muy sencillo, el más sencillo de todos y el que es capaz de crear los ciclos: El giro.

Si fuera este el caso, y el giro con su ciclo, fuera la base de todo el movimiento, podríamos imaginar que es posible crear un movimiento circular desde el eje primera-séptima dimensión que ocasionara las fases de ascenso y descenso de la creación. Para esto, deberíamos estudiar el hipotético giro o bamboleo circular que podría experimentar la diagonal mayor que va de 1ª a 7ª dimensión y que crearía una circunferencia alrededor de un punto central imaginario, dibujando un doble cono en su movimiento circular, ya que afectaría lógicamente a la primera y séptima dimensión al mismo tiempo.

La creación de un cono de giro

La creación de un cono de giro

Para entender lo que quiero explicar, debemos pensar por analogía y recordar lo que sucede con la rotación de la Tierra y el desplazamiento de su eje Norte-Sur por el espacio. Este desplazamiento, es el resultado del cambio lento en la orientación espacial de eje de rotación de la Tierra y es lo que origina la precesión de los equinoccios. Esto hace que la posición que marca el eje de la Tierra en la esfera celeste, se desplace alrededor del polo de la eclíptica, trazando un cono  y recorriendo una circunferencia completa cada 25776 años. Si el eje de la Tierra estuviera en un ángulo de 90º sobre el plano de la eclíptica, el punto que marca el polo de la eclíptica siempre estaría situado en el mismo lugar. Pero como el eje de inclinación es de unos 23º, con los años, el eje de rotación de la Tierra apunta a diferentes estrellas. Hoy en día, el eje de rotación de la Tierra apunta a la estrella polar, pero dentro de unos años, ya no será así y apuntará a otro sitio, pero al cabo de unos 25776 años, volverá a apuntar a la estrella polar y habremos completado un ciclo cósmico entero.

La inclinación del eje de rotación terrestre va variando lentamente

La inclinación del eje de rotación terrestre va variando lentamente

Esta inclinación del eje terrestre es la que ocasiona que se describa un círculo por el espacio y que se cree un ciclo cósmico. Esto divide nuestro tiempo en eras. En la era anterior, la de Piscis estuvimos cerca de unos 2000 años y en la de era de Acuario, que empezó el 21/ 01/1991, estaremos unos 2000 años más aproximadamente. A grosso modo, cada 24.000 años existe un cambio de ciclo de Era, pero con más exactitud, cada 25776 años. En este tiempo, el eje del planeta habrá apuntado hacia distintas zonas del espacio y habrá recibido distintos tipos de energía. Al final de la rotación, llegamos al sitio de partida y es lo que constituye un ciclo.

Es un dato clásico en Astronomía elemental decir que el Norte astronómico lo marca la estrella polar, que se halla para su localización aproximada, al final de la constelación de la Osa menor. Y esto es cierto ahora, pero también el Norte astronómico pasará por Cefeo, el Cisne, Lira, Hércules, el carro y la Osa mayor, hasta volver a la estrella polar. De hecho, el centro real se encuentra en el polo de la eclíptica, en la zona del cuello de la constelación del Dragón.

El polo de la eclíptica está en el cuello del Dragón en NGC6543

El polo de la eclíptica está en el cuello del Dragón en NGC6543

Ahora, imaginemos que el mismo ejemplo que hemos utilizado para hablar de la rotación de la Tierra, lo aplicamos al Rombo.

En este caso, el eje de la Tierra será la diagonal mayor del Rombo que sufrirá un movimiento de bamboleo circular que le hará apuntar como hace la Tierra a distintas zonas del universo y recoger distintas energías en cada momento. Al cabo de un tiempo, se habrá descrito un círculo completo y habrá pasado un ciclo completo.

Es posible que, desde un punto de vista de captación energética cósmica, haya habido un momento ascendente y un momento descendente, lo cual puede ocasionar un flujo y un reflujo, un movimiento de creación y uno de retrospección. Quizá un mecanismo tan sencillo como este, el hecho de girar, sea suficiente para hacer que existan el flujo y el reflujo del 1º Rayo y por consiguiente, también del 7º Rayo y se cree un mecanismo parecido al de una bomba de vacío.

Ascenso y descenso de Rayos durante un ciclo cósmico

Ascenso y descenso de Rayos durante un ciclo cósmico

CONSIDERACIONES ACERCA DEL 7º RAYO

Hemos desarrollado el significado de los antiguos y de los actuales nombres del 7º Rayo. También hemos reproducido los dibujos de Rosa y los comentarios adyacentes, lanzando a partir de los mismos, hipótesis de los posibles mecanismos que están presentes en la activación cíclica de los Rayos. Ha sido un buen aperitivo. No está mal para comenzar, pero creo que aún debemos seguir hablando de nuestro Rayo y aportar nuevas consideraciones, ideas y teorías.

Siempre que hablamos de la evolución, (y eso dentro del grupo del Rombo, es muy habitual), comentamos que, dentro del proceso evolutivo, la materia grosera y masiva, se ha de sutilizar, pasando de las dimensiones inferiores a las superiores. Sabemos que, dentro de la escala evolutiva planetaria, y siempre dentro de un contexto de la tercera dimensión, se puede ascender desde los planetas que están en un estado primitivo o de primera dimensión a planetas que están en un estado de gran desarrollo evolutivo o de séptima dimensión. Todo este ascenso evolutivo implica, absorbe y envuelve a todo lo relacionado con el planeta, su estructura física, sus vegetales, animales y seres humanos que lo habitan.

Bien, para subir por estos distintos niveles de densidad decreciente, es preciso generar un movimiento que vaya en el sentido inverso al de la gravedad y la masa. La fuerza de la gravedad observada desde un punto de vista de la física espiritual se nos presenta de una manera muy atractiva, ya que tiene muchas connotaciones evolutivas. Por ejemplo, sabemos que todo el planeta y todas sus criaturas, los conocimientos humanos grabados en los campos morfogenéticos, las formas mentales y sociales, están influenciadas por la acción de la gravedad.

Esta ley clásica y que fue establecida por Newton, dice que los cuerpos se atraen con una fuerza que está en relación directa con sus masas e inversa con la distancia en la que se encuentran.

Cálculos

Como todo lo manifestado, tiene por definición algo de masa, podemos hacer una aplicación espiritual de la ley de la gravedad y analizar la atracción que existe entre la Tierra y la masa de un sencillo pensamiento. La fórmula sería esta:

Cálculos

Si un pensamiento, se sutiliza, pierde masa, y se eleva algo más. Entonces, si observamos la ecuación, el resultado del numerador se hace más pequeño, y al mismo tiempo, el denominador se hace mayor, con lo que la acción de la fuerza de gravedad, disminuye.

Es decir que cuando un conocimiento es sutil, y se eleva algo más por encima de la corteza terrestre, la fuerza de atracción gravitatoria planetaria se hace menor, o lo que es lo mismo:

“La atracción gravitatoria de los conocimientos está en relación inversa con la importancia de los mismos”

Es decir que un conocimiento puro, sutil, espiritual, está poco influenciado por la fuerza de la gravedad. Cuando una criatura, transmuta elementos masivos en sutiles (y el más sutil es el amor), más ligera se vuelve su estructura y su composición. Al realizar esta transmutación, sufre una menor atracción gravitatoria y siente menos deseos gravitacionales hacia la existencia y el retorno al planeta. Tenemos una fórmula que expresa estas verdades con el tipo de belleza ecuacional que tiene la física espiritual: La atracción gravitatoria planetaria tiene una relación inversamente proporcional a la cantidad de amor generado.

Cálculos

El proceso evolutivo, relacionado con la pérdida de masa, y la falta de atracción gravitacional terrestre, puede marcar el tiempo de los ciclos de creación y de retrospección, los de evolución y retorno y también los ciclos generales de existencia y extinción de la vida general en el planeta, donde parece que la vida se extingue y aparece de nuevo más tarde, como lo hacen las olas en el mar.

Las extinciones masivas y las oleadas de vida

Las extinciones masivas y las oleadas de vida

La evolución y la libertad están muy vinculadas a la ley de la gravedad, lo cual nos tendría que proporcionar una visión más amplia de lo que es en realidad esta fuerza. Este tipo de visión se produce con el conocimiento de la física de tercer grado o espiritual.

Dado que el sentido de todo lo manifestado es la evolución, está claro que ha de existir un factor, una fuerza de naturaleza muy poderosa que sepa contrarrestar a toda la gran influencia ejercida por la inercia de la masa y la gravedad. Hace falta una fuerza inmensa para poder ascender y superar a la fuerza de atracción de la gravedad. Una fuerza que aparentemente, debiera tener una especie de naturaleza anti gravitatoria. Estamos hablando de una fuerza desconocida, extraña y opuesta a la gravedad. Una fuerza que nos obliga a plantearnos muchas preguntas:

¿Qué fuerza es esa? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Qué fuerza desconocida es la que impulsa y obliga a ascender a las criaturas evolutivas desde las dimensiones más densas hacia las sutiles? ¿Qué tipo de fuerza induce a la materia a elevarse por encima de ella misma?

Desde luego, esta fuerza ascensional, no es la gravedad, ya que ella, hace justamente lo contrario. Lo cierto es que la misteriosa gravedad, es una fuerza peculiar, porque todas las otras fuerzas fundamentales, tienen polaridad y pueden sufrir fenómenos de atracción o de repulsión. La gravedad solo une. Al mirarla de frente, cara a cara y sin timidez, da la sensación de que, a la gravedad, le falta la polaridad repulsiva, la polaridad anti gravitatoria, que debería ser el otro polo de esta misteriosa fuerza.

La gravedad, parece una fuerza incompleta y es la que actualmente plantea más problemas a los físicos teóricos. Por eso, se contempla desde la física teórica la posibilidad de la antigravedad, una fuerza predicha por las leyes de la física de altas energías y que consistiría en la repulsión de todos los cuerpos debido a una fuerza que es igual en magnitud a la gravedad, pero de polaridad repulsiva.

Los experimentos que se han hecho con la aplicación de altas cargas electromagnéticas y con superconductores, han puesto de manifiesto la aparición de efectos aparentemente anti gravitatorios. Estos trabajos, pueden abrir una puerta para la necesaria comprensión de esta nueva fuerza, la posible antigravedad, aunque actualmente, parece moverse mucho mejor en el marco teórico de la física que no en el práctico.

Cuando observo la acción de la Energía del séptimo Rayo, pienso que es una energía que parece tener algunas similitudes funcionales con lo que podría ser la teórica fuerza anti gravitatoria ya que, según hemos comentado, obliga a ascender a las manifestaciones densas hacia el mundo sutil. Produce una especie de succión que lanza a todas las manifestaciones existenciales a las dimensiones sutiles, en un efecto aparentemente anti gravitatorio.

El ascensor que obliga a ascender a las manifestaciones

El ascensor que obliga a ascender a las manifestaciones

Si, parece que pudiera ser algo similar, pero al mismo tiempo, esta Fuerza de Rayo, se muestra un poco diferente, porque su acción, no se limita tan solo a levantar un objeto del suelo, sino a desmaterializarlo, a sutilizarlo y al hacerlo y lanzarlo hacia arriba, la fuerza de la gravedad no actúa tanto sobre él.

En la tesitura de buscar fuerzas parecidas, parece que el 7º Rayo tiene también una función que nos recuerda algo a la radioactividad, por la cual, un elemento masivo o inestable, pierde masa, se sutiliza y se transforma en otro más ligero, haciéndose al mismo tiempo, menos sensible a la gravedad y escapando de ella.

En principio, los elementos más masivos, son los que sufren más este tipo de desintegraciones o transmutaciones. Hay algunas excepciones, como el Tecnecio 43 que ocupa curiosamente el centro de los 84 elementos regentes, lo cual le da una situación energética peculiar en la tabla de los elementos.

Tecnecio 43

Tecnecio 43

Pero hay estudios que sugieren que estos procesos de desintegración se pueden dar también dentro de las estructuras astronómicas o biológicas en reacciones de muy baja energía, y en elementos poco masivos, como demostró experimentalmente Kervran, quien afirmaba que los enzimas además de facilitar las reacciones químicas podían facilitar las transmutaciones de los elementos biológicos.

Louis Kervran

Quizá este 7º Rayo, hace evolucionar a la materia, la sutiliza y la hace menos sensible a la fuerza de la gravedad, a las fuerzas nucleares y las electromagnéticas. El funcionamiento del 7º Rayo parece muy vinculado a la desmaterialización y quizá a la conversión de la materia en luz. Sabemos que los dos aspectos de la manifestación, que son la materia y la energía, están relacionados por la fórmula E= MC2, por lo que la conversión de una en la otra es posible. Y por otro lado, y porque no citarlo, tenemos la presencia de la antimateria, a la cual, aún no hemos sabido colocar con claridad dentro del Rombo, pero que puede hacer desaparecer la materia para convertirla en luz. No podemos cerrarnos a ninguna posibilidad en este momento, pero algún mecanismo curioso, y desconocido hasta este momento tendrá el 7º Rayo para jugar así con la materia y hacerlo en cada una de las siete dimensiones.

Es curioso observar que las cuestiones relativas a la evolución están muy desarrolladas en el mundo de la biología, la psicología y la sociología, pero parecen no estar demasiado estudiadas en lo que concierne al mundo de lo subatómico, atómico o molecular. Actualmente, la física no puede aportar demasiados datos acerca de cómo se pueden conseguir los cambios atómicos durante la evolución de los minerales, vegetales, animales o seres humanos. Hablamos siempre de cambios en la forma macroscópica de los seres vivos, de su adaptación al medio, de su capacidad psíquica de interacción, de su sociabilidad, pero nunca de los cambios que se dan en su estructura atómica o molecular y que permiten que se den todos los anteriores cambios mencionados. Es muy fácil observar ópticamente los cambios patentes tridimensionales, pero más difícil es poderlos ver en el mundo de la segunda dimensión y casi imposible entrever lo que sucede en el mundo casi in manifestado de la primera dimensión allí donde actúa el 7º Rayo.

No es ningún secreto que la ciencia tiene muchas lagunas, muchos interrogantes y que hay cuestiones muy importantes que están aún por resolver. Una de ellas, por ejemplo, es la relativa a la composición del Universo. Los científicos han determinado, que en realidad sólo conocemos el 4% del Universo. Eso quiere decir que existe otro 96%, del que se sospecha desde hace ya tiempo su existencia, pero se desconoce su composición.

Ese Universo incógnito se divide en dos grupos: un 23% estaría formado por una extraña forma de materia que se denomina materia oscura, y el 73% restante estaría formado por una energía a la que llaman también oscura.

La composición del Cosmos

La composición del Cosmos

Cuando contemplamos esto desde la perspectiva del Rombo y con la inocencia, frescura y libertad que nos da el poder opinar libremente, nos planteamos la posibilidad que la materia oscura, la que está aún por descubrir, esté formada en gran parte por la inmensa cantidad de materia sutil que nos queda por hallar, esos 30 elementos sutiles más ligeros que el Hidrógeno y que inundan completa y masivamente todo el Universo.

Y respecto a la energía oscura, creo que la energía del Primer Rayo, la que puso en marcha la Creación y que impulsa actualmente a la expansión del Universo, podría formar parte de esta Energía oscura. Y quizá, la podría acompañar esta misteriosa energía de 7º Rayo, que lo que hace es empujar, sutilizar y perfeccionar a las manifestaciones materiales del universo con una clara función evolutiva.

Si fuera así, el Primer Rayo habría empujado inicialmente a todo hacia abajo, hacia la fusión, a la creación del mundo de la materia y su posterior expansión por el universo. Y el 7 º Rayo, tiraría todo lo creado hacia arriba, al mundo de la sutilidad, del perfeccionamiento y la evolución.

Tal como son de simétricas las leyes de la Naturaleza, es lógico pensar que debe existir una fuerza que contrarreste el sentido descendente y material del 1º Rayo con un sentido ascendente y espiritual. Sino fuera por esta misteriosa fuerza ascendente, la Fuerza del 7º Rayo, la materia, por ella misma, solo se seguiría moviendo y agitando en la primera dimensión, sin demasiada intención ni propósito de escapar a la condensación, a la compresión masiva, ni a la atracción gravitatoria.

¿Qué Magna fuerza impulsa y obliga como un motor de funcionamiento continuo a todas las manifestaciones vitales a seguir un camino ascendente, en contra de la gravedad y a emular lo que hacen algunos peces que nadan a contracorriente para regresar al lugar donde nacieron? ¿Qué inmensa fuerza desconocida dirige y empuja a la vida evolutiva a seguir un camino en ascenso y en contra de la gravedad?

En algunos aspectos, esta desconocida fuerza (aparentemente de cualidad anti gravitatoria), recuerda a la fuerza ascendente que se da en los fenómenos de compresión y elasticidad que se observan en física cuando una pelota golpea el suelo y sufre por rebote, una fuerza ascendente de la misma naturaleza que la descendiente. Como resultado del choque, la pelota vuelve a subir hacia arriba, pero no alcanza nunca el sitio desde donde fue lanzada, por la energía que pierde por disipación en el choque con el suelo y que transmite en forma de calor y por el mismo rozamiento y fricción que sufre con las moléculas de aire que se encuentra al subir de nuevo. Pero si el suelo fuera totalmente elástico, y no se perdiera energía cinética bajo la forma de calor, estuviéramos en el vacío y no hubiera rozamiento con el aire, quizá todo el proceso sería distinto, y la fuerza impulsora que se experimenta hacia arriba, se parecería mucho a la fuerza de la gravedad que va hacia abajo. De hecho, sería su espejo. Es por esto por lo que, desde un punto de vista muy sencillo y primario, fácil de visualizar, la fuerza descompresiva y ascendente del 7º Rayo, recuerda intuitivamente y de una manera especular a la misma fuerza compresiva y descendente del 1º Rayo. Parece que estemos hablando de la tercera ley de Newton o principio de acción y reacción, que dice que:

“Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: quiere decir que las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.”

Esta ley dice que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este realiza una fuerza de igual intensidad, pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la produjo. Si lo decimos de otra manera, las fuerzas, situadas sobre la misma recta, siempre se presentan en pares de igual magnitud y de dirección, pero con sentido opuesto.

Parece que la misma fuerza de la gravedad, que obliga a caer a la gota de agua sobre la densa materia, le proporcionara al mismo tiempo, la fuerza para que la misma gota ascendiera respondiendo a la gravedad que la hizo caer.

Si fuera así, y teniendo en cuenta que las fórmulas matemáticas de la energía en la física teórica tienen dos sentidos, podríamos pensar que la fuerza del 1º Rayo y la fuerza del 7º Rayo, están unidas por una ecuación.

Creación = Evolución

Tal fórmula, me parece correcta dentro de un contexto filosófico, pero muy complicada desde un punto de vista físico. No sé, pero, en cualquier caso, cuanto más tiempo paso con este 7º Rayo, más similitudes y correspondencias le veo con el 1º Rayo. El mismo fenómeno me sucede al comparar la primera y la séptima dimensión. Todo está rodeado de una gran simetría y similitud.

Y además de esta equivalencia energética a la que me referiría al hablar del 1º y 7º Rayos, es más que posible que utilicen el mismo trayecto en su línea de descenso a la materia o de ascenso a la energía. El camino más sencillo, el más económico, es el recto, el que pasa por los planos de conciencia y la cuarta dimensión. Este canal, está preparado para que tanto la energía como la materia circulen por su interior de la manera más fluida posible.

Hay muchas formas de creación y otras tantas de evolución. Infinitos son los caminos posibles para ir de un punto a otro, pero siempre hay unos que son más eficientes. Son los que implican menos interacciones y reacciones con las diferentes leyes de la física. Son los más económicos y rápidos.

La ausencia de interacción es el camino más rápido

La ausencia de interacción es el camino más rápido

Si la experiencia circula por el canal central, tanto en el ascenso como en el descenso, no se producen fenómenos de refracción ni de reflexión, por lo que el trayecto de la experiencia es el más corto posible y en el que se produce un menor gasto energético. Estas dos cualidades, la de la rapidez y el ahorro, son muy preciadas por la naturaleza, que siempre opta por la ley del mínimo esfuerzo, con el mínimo gasto y la máxima eficiencia.

En este artículo, estamos hablando básicamente del 7º Rayo, aunque nos apoyemos a veces en el 1º Rayo para poder razonar utilizando funciones más conocidas. Y este es uno de los puntos clave del artículo. Es muy interesante preguntarse porque siempre hemos dado tanta importancia al 1º Rayo y tan poca al 7º Rayo cuando sabemos que los dos, son Fuerzas Magnas, con una acción total e irremediable, incapaces de ser corregidas por ningún otro Rayo.

Hemos dedicado horas y más horas a hablar del 1º Rayo en cursos, reuniones y charlas y apenas algunos minutos a hablar del 7º Rayo.

En cambio, si buscamos en la bibliografía mundial referencias de los Rayos, veremos que se da el fenómeno contrario. Hay decenas de libros que hablan del 7º Rayo y del 1º Rayo, apenas se recogen citas generales al hablar de los otros. Hay algo extraño en todo ello. O nosotros no le hemos dado importancia, o los demás le han dado demasiada. Creo que la respuesta correcta abarca a las dos posibilidades. En primer lugar, nuestro grupo ha hablado mucho del 1º Rayo porque hemos dedicado mucho tiempo a hablar del Big Bang y del inicio de todo. Desde luego, el momento de la creación es un momento estelar y se merece toda nuestra atención y la de la física, que lleva desde 1949 hablando continuamente del Big Bang y buscando todo tipo de datos de ese momento crítico. Nosotros, desde nuestra modestia, hemos hablado mucho de este Rayo Creador, un auténtico desconocido para la física teórica actual y una de las piezas clave que   aún no forma parte de la teoría del Big Bang. Y hemos comentado todo lo que se nos ha ocurrido acerca de su naturaleza. Pero… si bien hemos hablado mucho de la Creación, creo que no hemos hablado tanto tiempo de los mecanismos de la evolución del Cosmos.

Con esto quiero decir que la creación del universo fue muy importante, pero sin la evolución, ese momento, no tendría el significado que tiene ahora, ya que no habría nadie para hablar de todo ello. El 1º Rayo es el artífice de la creación, pero el 7º Rayo, es el responsable de la evolución. Y este, es un tema que, por algún motivo, no se ha estudiado tanto como el anterior. Tal vez sí que se ha dedicado mucho tiempo a estudiar a la evolución, ya que hemos prestado mucho interés en estudiar la formación de las galaxias, de las estrellas, de los planetas y las distintas formas de vida que hay en ellos, pero hemos estudiado el resultado de la evolución. No el porqué de la evolución, ni quien es el responsable de la evolución, ni que fuerzas son las que dirigen la evolución de lo creado. Nos hemos olvidado del motor, del que pone en marcha a la materia, del que le da el impulso para que se eleve de la in diferenciación y busque el camino de la realización.

El séptimo Rayo en su ascenso por las dimensiones

El séptimo Rayo en su ascenso por las dimensiones

El 7º Rayo impulsa a las manifestaciones desde la primera dimensión a la séptima dimensión. Ahora bien, tal como comprendo el Rombo, la evolución de la materia se puede ver mejor en la figura triangular que está a la derecha, y que recoge el trayecto que va desde la primera dimensión hasta la zona media de la cuarta dimensión.

Si estudiamos este triangulo, veremos como el 7º Rayo empuja a todas las manifestaciones hacia arriba desde la primera dimensión, y cuando pasa por la segunda dimensión (naranja), también las hace pasar por todos los 7 subniveles que se encuentran allí. Y lo mismo hace naturalmente cuando la manifestación llega a la tercera dimensión. Allí, este Rayo evolutivo empuja a toda la materia manifestada en su ascenso por los siete niveles de la tercera dimensión. El 7º Rayo es en definitiva el que impele a la criatura evolutiva desde sus niveles más elementales de existencia y manifestación a los más elevados y sutiles. Él es el motor de la evolución.

El 1º Rayo es la Fuerza Creadora y el 7º Rayo es la Fuerza Evolutiva, que se puede ver actuando en todos los reinos de la naturaleza o enfocada en algún aspecto de la vida humana, como el social, el educativo, el religioso, el político, el artístico, o el científico. Ambos Rayos Magnos, son vitales, básicos, como también lo son los otros cinco regentes y como no, los cinco vigilantes, Rayos amorosos y sabios que acompañan a sus ciegas parejas y corrigen todos los desperfectos y errores que ciegamente cometen en el ascenso.

Todos ellos, son una gran familia y todos importantes, pero debemos dar a los dos magnos progenitores el valor real que tienen dentro del equipo.

Lo cierto es que, tal como decíamos al inicio del artículo, gran parte de lo referente a este 7º Rayo son hipótesis, conjeturas. Todo él, es un gran misterio aún por desvelar y al que le tendremos que dedicar sin duda, mucha más atención.

Hemos repasado sus funciones, teorizado acerca de muchos de sus aspectos, y le hemos dedicado un buen tiempo. Hemos sacado dibujos y notas originales de la ancestral carpeta de los recuerdos y las hemos puesto para deleite visual de todos los estudiosos del Rombo. Creo que hemos actualizado, compendiado y refrescado un poco al 7º Rayo. Se trataba de eso.

Estamos acabando el escrito, y como siempre y para no faltar a la tradición, lo haremos tratando la relación de este Rayo con la psicología. Os dejo con el último apartado en el que intentaremos relacionar a este Rayo con las características psicológicas que tienen las personas que son de este Rayo.

CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS DEL 7 RAYO

En algún momento, tenía que disfrutar de un instante de gloria. Nunca me ha gustado demasiado desarrollar este apartado del temario, pero sabía que tenía que hacerlo. Ahora, que afortunadamente, ya he llegado al 7º Rayo, sé que, por fin, será el último artículo que escriba sobre psicología, lo cual… me gusta.

Para hablar de este delicado tema, intentaremos ser lógicos. De esta manera, no cometeremos demasiados errores y lo haremos todo bastante más comprensible. Para intentar definir las características psicológicas de una persona que pertenece al 7º Rayo, tenemos que repasar las funciones generales del Rayo y transferirlas a la esfera psíquica.

Al comentar las atribuciones de este Rayo, siempre hemos dicho que trabajaba en la primera dimensión, en la zona más densa y material del Rombo, pero que su trabajo estaba básicamente relacionado en estimular las manifestaciones que había allí para impulsarlas hacia arriba. Para subir algún objeto y superar a la ley de la gravedad, hace falta aplicar una fuerza con determinación e intensidad, por lo que seguramente, ésta será una de las características de la persona que tenga a este Rayo como regente. Será una persona activa, vital, dinámica, emprendedora, con ganas de hacer cosas, de ponerlas en movimiento y lanzarlas hacia arriba con atrevimiento, con fuerza. El ímpetu de la acción puede incluso asustar a los que están alrededor, porque su acción puede ir con una fuerza exagerada, incluso a veces, con algo de vehemencia. Y puede ser que además, la acción esté carente de dulzura o de refinado tacto.

La persona de 7º Rayo absorbe manifestaciones para lanzarlas arriba y seguramente, será selectiva con sus objetos de interés. Es difícil que, a una persona, le guste todo y se sienta motivada por cualquier tipo de manifestación. Por lo general, las personas se mueven interesadas en dos o tres líneas concretas, pero no en todas, por lo que una persona del 7º Rayo, en principio, no tiene por qué tener la imagen de una persona hiperactiva, y con un despliegue brutal de actividad, pero no tendrá en absoluto la apariencia de una persona pasiva, que está instalada en la pereza y en el inmovilismo de “la dificultad inicial”. Será fuertemente activa en aquellas cosas por las que se sienta motivada y será capaz de desarrollar una importante tarea impulsora, pero no en todos los campos de la vida. Puede ser la primera fuerza, el primer impulso de un movimiento o una tarea y su acción quizá sea muy notoria.

Esta misma energía de Rayo, fuerte e impulsora, seguramente, la tendrá para crear palabras y hablar. Lo más normal es que le sea bastante fácil arrancar a hablar o escribir, y tal vez, lo haga con bastante fluidez.

Como que le gusta potenciar lo que aparece de nuevo, puede apoyar a los movimientos intelectuales, sociales o políticos destinados a crear un nuevo hombre o una nueva civilización. Puede establecer reformas y reorganizar asuntos mundiales. No tiene demasiados problemas para quebrantar el antiguo orden para construir uno nuevo. Por ello, pueden aparecer claramente durante su vida, períodos críticos de creación y destrucción. Todo esto, está unido a su capacidad más destacada, que es la de transmutar, cambiar, acelerar y dar impulso. Si de la nada, surgen movilizaciones de masas, y les tiene cierta simpatía, puede sentirse motivado a seguir y a vigorizar los movimientos colectivos, como manifestaciones, procesiones, desfiles, o espectáculos. Al estimular lo que surge del vacío, puede sentir interés por aquellas facetas de la vida psíquica o conciencial que parecen surgir de la nada, como la interpretación de los sueños, las prácticas ocultistas o espiritistas. Al mostrar interés por lo nuevo y por querer saber de donde procede, puede mostrar apetencia por ciertas cuestiones históricas o por el mismo conocimiento de su  árbol genealógico familiar.

Como una de las funciones del Rayo es sacar a las manifestaciones del magma amorfo y orientar, le puede gustar el orden, el ritmo y los bellos rituales dentro de su vida. Si su 7º Rayo es armónico, puede producir creación y belleza en el terreno de las relaciones sociales, y las creaciones artísticas, como la escultura, la pintura o la escritura.

Una persona de este Rayo no necesariamente discrimina lo que ha de estimular y a veces, puede ayudar a potenciar situaciones u obras que no son del todo correctas, por lo que sus acciones, pueden llevar a ensalzar construcciones físicas o mentales armónicas o inarmónicas. Puede llevar por ejemplo de igual manera al misticismo o a la locura, a la construcción de un proyecto eficaz o a la puesta en marcha de una idea totalmente errónea. Es ciego, como sus hermanos. Impulsa lo que ve, sin importarle su naturaleza. Es un motor dinámico, para lo bueno o lo malo.

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