Apartados SFR

La 1ª dimensión

La 1ª dimensión

Desde un punto de vista de la Física, la primera dimensión del Rombo sería equiparable a la primera manifestación material, la base sobre la que se sustenta todo lo manifestado: el vacío cuántico. En este artículo hablamos sobre este vacío y su vinculación con la evolución.

Introducción

Cuando hablemos de la primera dimensión, surgirán palabras que son parecidas, pero que realmente tienen significados muy diferentes. Veremos aparecer conceptos que a priori parecen ser sinónimos, como el vacío, la vacuidad, la Nada, y el vacío cuántico, pero todos ellos, son muy distintos entre sí. Empecemos a conocerlos con más detalle: 

El concepto de Vacío en la física clásica es el espacio lleno de gases a una presión total menor que la presión atmosférica, por lo que el grado o el nivel de vacío está relacionado con la disminución de presión del gas residual. 

La palabra Vacuidad deriva del latín “vacuitas” que proviene del adjetivo “vacuus” (vacío) y del sufijo “dad” que se utiliza para indicar cualidad. La idea de la vacuidad se emplea para calificar aquello que no tiene substancia, pero la misma palabra vacuidad, como concepto filosófico dentro del budismo, es algo muy distinto. El término shunyata (vacuidad) no se refiere a la nada, ni niega que exista el mundo ni el ser. Lo que niega es que las cosas tengan una existencia independiente y separada de todo lo demás. Esto supone que no existe un yo fijo y estable.  El ser es siempre un inter ser.

La Nada es un término que puede ser abordado desde muchas disciplinas y en cada una de ellas, tiene un significado particular. Desde la filosofía del mundo clásico, se pensaba que, si hay un ser de las cosas, esto implicaba la idea del no ser, es decir de la nada.

En matemáticas, el cero es el resultado de una cantidad menos esa misma cifra, es decir cero. El cero es la nada.

En física, la nada es un espacio vacío en el que no se halla ningún cuerpo, radiación o estructura.

Y en el Rombo, la Nada es el estado final de la evolución o 7ªD en la que no hay ya ningún resto de estructura material, ya que la evolución está relacionada con la transmutación progresiva y la sutilización de todas las estructuras físicas.  En realidad, en esta supuesta Nada, está el Todo, ya que la totalidad de las estructuras materiales presentes desde el inicio de la manifestación material están allí, pero totalmente sutilizadas y disipadas, de tal manera que no se las puede ver ni distinguir. 

Y, por último, tenemos el Vacío cuántico, que es una cuestión muy diferente. Es quizá la palabra que mejor se adapta al lenguaje, los conceptos y las ideas que aparecen en el Rombo para describir lo que es la primera dimensión. Sabemos que en la 1ªD se encuentra la manifestación de los elementos primarios, pero cuando éstos aún no han adquirido estructura formal y solamente dicen: ¡Estamos aquí! No estamos hablando en este momento de elementos sólidos, líquidos, gaseosos, en estado de plasma ni del condensado de Bose-Einstein. Cuando hablamos de la 1ªD o del vacío cuántico, nos referimos a un estado de manifestación material previo a los estados clásicos de la materia anteriormente descritos. Pensamos que antes de los estados físicos conocidos, existe un proto estado material llamado vacío cuántico que parece ser el sustento, el nivel inferior y la base sobre la que descansa la manifestación estructural del átomo y del mismo universo. Ese estado primigenio de manifestación material no visible por observación directa es lo que en el lenguaje del Rombo se conoce como la primera dimensión (el primer nivel de organización de lo manifestado) y en este artículo hablaremos sobre ella.

EL VACÍO CUÁNTICO

Imaginemos una caja en la que queremos hacer el vacío. Primeramente, con algún sistema de bomba de succión, podemos extraer todo el aire que contiene. Después para impedir que, en la caja entre la luz ambiental, podemos colocar una superficie opaca alrededor de la caja. Aun así, podrían entrar los Rayos Cósmicos, de tal manera que deberíamos recubrir el sistema de una protección mucho mayor para eliminar la llegada de radiación electromagnética, muones, electrones y neutrinos.  

Cuando de esta hipotética caja hubiéramos podido sacar toda la materia y energía de su interior (incluida la gravedad), veríamos que sigue habiendo algo allí dentro, porque si colocamos dos placas metálicas una enfrente de la otra, la tendencia espontánea que tienen las placas es juntarse. Ello se debe al efecto Casimir, ya que la mínima distancia que existe entre las dos placas sólo permite en su interior la presencia de partículas con una determinada longitud de onda. Las que tienen una longitud de onda distinta, quedan en el espacio que hay fuera de las placas. Por este motivo, en el interior de las placas, hay menos energía que en el exterior, y esa presión externa que es la fuerza del vacío, las empuja a juntarse.

Efecto Casimir

Efecto Casimir

CARACTERÍSTICAS DEL VACÍO CUÁNTICO

Sólo lo que está “vacío” tiene la capacidad de contener infinidad de cosas. El vacío cuántico es un campo de posibilidades cuyo potencial creativo es infinito. En este vacío, el valor del campo de Higgs no es nulo y esto hace que esté repleto de ondas y partículas. El vacío no tiene características estáticas y su valor fluctúa constantemente. Su carga total es cero, pero hay cargas de distinto signo que se neutralizan continuamente en su interior.

Si lo pudiéramos ver, su aspecto sería parecido al de una sopa en constante ebullición en la que van apareciendo y desapareciendo burbujas de una forma frenética y sin un orden aparente. En este caldo de vida, se superponen continuamente ondas de distinta frecuencia y que crean con su oscilación las llamadas fluctuaciones del vacío.

La actividad del vacío está muy relacionada con la agitación que produce la temperatura del medio en el que se encuentra, así que al bajar la misma, la actividad del vacío disminuye, llegando casi a desaparecer cuando la temperatura se aproxima al cero absoluto (-273 grados). Pero como llegar al cero absoluto es imposible, hacer desaparecer la energía del vacío, también lo es. Éste siempre existe y palpita, por muy baja que sea la temperatura.

El vacío cuántico (que dentro del Rombo lo podríamos colocar en la primera dimensión) es un espacio, una manifestación material llena de vida, de vitalidad, repleta de materia elemental pura, de masas de existencia pura, que construyen desde abajo y desde el mundo invisible, la realidad física que conocemos en la segunda dimensión, donde todas las partículas manifestadas ya tienen un nombre y unas propiedades físicas definidas.

La presencia de las partículas y fuerzas que emanan del vacío continuamente, y que aparecen de repente en el mundo visible, permiten que se den las leyes físicas de la segunda dimensión. Por ejemplo, las leyes eléctricas precisan para poder manifestarse, de la emisión de las partículas transmisoras de fuerzas que aparecen espontáneamente desde el vacío. Cuando, por ejemplo, dos electrones se dirigen el uno hacia el otro, desde el vacío aparece una fuerza (un fotón) que les advierte de la presencia del otro, les separa y permite que el efecto repulsivo de la misma carga de los electrones se haga evidente.

La repulsión electrónica

La repulsión electrónica

Esta aparición de partículas del mundo invisible parece atentar contra el primer principio de termodinámica y para que esto no suceda, se defiende la teoría de que la vida de las partículas virtuales es inferior al tiempo de Planck con lo que, si no se puede medir la presencia de la partícula, ésta no ha existido realmente. La explicación no debería ser tan aparentemente rebuscada si se considerara que el vacío forma parte también de lo manifestado. Entonces, el hecho de que una partícula aparezca en un lado u otro no implica ningún desajuste numérico ni ninguna contradicción de este principio físico. El vacío, aunque no se vea, está tan manifestado como el mundo atómico.

El vacío no es un lago en calma. Es un mar en ebullición, tiene estructuras pulsantes y propiedades importantes.  Por ejemplo, aparte de permitir las reacciones fisicoquímicas que se dan en el nivel atómico (la segunda dimensión), el vacío es quien determina el valor de la velocidad de la luz y con ello todas las características espacio temporales que dependen de esta ley en cada una de las dimensiones. El vacío palpita, está vivo y hace vivir.

¿CÓMO SE DEMUESTRA QUE EXISTE EL VACÍO CUÁNTICO?

Para demostrar la existencia del vacío cuántico se ha precisado de las evidencias aportadas por diversos experimentos. Los más conocidos son:

  1. El efecto Casimir.
  2. Colisiones en aceleradores: Cuando se producen colisiones de dos partículas en aceleradores, aparecen desde el vacío toda una serie de partículas subatómicas como muones, piones o kaones.
  3. Las teorías de precisión. Son las teorías que establecen la presencia del vacío en la electrodinámica cuántica.
  4. La masa del protón: la masa real del protón es muy superior a la masa de sus integrantes (quarks y gluones) de tal manera que se cree que la masa del protón viene dada en un 90% por el vacío y un 10% por las partículas que lo constituyen.

¿CUÁNTOS VACÍOS HAY?

La lógica parece decir que hay un solo vacío, pero no es así. Hay diferentes vacíos y la causa radica en que el vacío es un objeto físico y, por tanto, puede cargarse de energía y convertirse en un vacío u otro.

Podríamos pensar que existe un vacío primario que correspondería a la situación energética en que todas las fuerzas de la naturaleza estaban unidas, y a partir de aquí, por decaimiento progresivo, irían surgiendo vacíos de menor energía.

Podemos decir que existe un primer vacío o vacío primigenio en el momento del Big Bang, donde todas las fuerzas con sus partículas transmisoras eran una. Al descolgarse de este paquete de fuerzas la gravedad, aparece el segundo vacío o vacío electronuclear (donde están las fuerzas electronucleares). Al marchar de este grupo la fuerza fuerte, se crea el tercer vacío, el vacío electrodébil (sitio de las fuerzas electrodébiles). Y al marchar de este nivel la fuerza débil, surge el cuarto vacío o electromagnético (donde residen las fuerzas electromagnéticas).

Con estos movimientos energéticos, vemos que el vacío va cambiando de energía y características intrínsecas y al hacerlo, van apareciendo nuevas manifestaciones materiales del mismo vacío. Con todos estos movimientos vemos que el vacío original crea todos los otros posibles vacíos, en un camino que puede ser de ida y vuelta, porque la naturaleza funciona en los dos sentidos.

La libertad que da el pensamiento cuántico, las teorías que se desprenden del principio holográfico y los fenómenos espacio temporales que existen en la sexta dimensión en que coinciden al mismo tiempo todas las líneas temporales, permiten pensar que, en un momento determinado, a través del vacío y de la comunicación que existe entre todos los vacíos, se puede pasar de un estado de vacío al otro de una forma instantánea, utilizando un mecanismo cuántico similar al del efecto túnel o al del mecanismo que permite pasar materia de un universo a otro.

Todos los diferentes vacíos se comunican

Todos los diferentes vacíos se comunican

Sabemos que cada vacío está asociado a la aparición de unas partículas u otras, así que, de esta manera, gracias al movimiento y la comunicación que existe entre todos los vacíos, pueden aparecer todas las partículas que sean necesarias para satisfacer y poder cumplir una ley física que se ha de aplicar en un momento determinado. Una partícula de un vacío puede entrar en un ingenio físico con funciones transportadoras y aparecer en otro vacío, pero algo transformada, con funciones diferentes.

Esto significa que, para poder pasar de un punto, de una situación energética a otra, se ha de hacer a través del paso a través del vacío. El cumplimiento de una ley o de cualquier proceso de cambio o de transmutación material o energética, precisa de la energía del vacío para poder ser llevada a cabo. Sin esta energía proveniente de esta dimensión oculta, no se producirían las reacciones que tienen lugar entre las partículas del mundo visible. 

Podemos pues pensar en el hecho de que exista un gran vacío que contenga a todos los otros vacíos. Por el conocido mecanismo holográfico sabemos que cada vacío contiene dentro de sí, a la representación de todos los otros vacíos, por lo que, dentro de cada uno de ellos existe la posibilidad de relacionarse con todos los demás. De esta manera, los distintos vacíos pueden coexistir, se pueden tocar, comunicar y cooperar, intercambiando partículas o energía de un lugar a otro.

La coexistencia simultánea de los diferentes vacíos

La coexistencia simultánea de los diferentes vacíos

¿DÓNDE VIVEN LOS VACÍOS?

Los vacíos a pesar de vivir en un mismo espacio tienen una energía distinta, así que, de alguna manera, podemos pensar que, aunque todos ellos coexisten al mismo tiempo en la 1ºD (el triángulo rojo del dibujo), su nivel de energía va decayendo en la medida en que se alejan de la zona de inicio de la 1ºD, que es el punto de máxima energía, y la entrada de la manifestación material.

El inicio de la 1ªD y el decaimiento de los vacíos

El inicio de la 1ªD y el decaimiento de los vacíos

Este decaimiento energético de los vacíos de la 1ªD es comparable al decaimiento por congelación de fuerzas que se da en el otro lado del Rombo, donde pasamos de una única super fuerza Yin Yang al resto de fuerzas conocidas que aparecen por congelación progresiva (gravedad, fuerza fuerte, fuerza electrodébil, fuerza débil y electromagnetismo). El decaimiento de las fuerzas en el lado derecho del Rombo, esta sincronizado con la congelación de la energía de los vacíos que se observa en la izquierda. Cuanto más potente es la fuerza que emerge de la derecha, más energía tiene el vacío que aparece por la izquierda.

El decaimiento de las fuerzas y de los vacíos

El decaimiento de las fuerzas y de los vacíos

Hemos comentado que la primera dimensión es un estado anterior a la manifestación visible subatómica y atómica. Lo que hay allí no son las partículas o las energías tal como las imaginamos, sino que son masas de existencia pura que aún palpitan en ese nivel caótico e informe de la primera manifestación. Ellas son el primer nivel de organización material y energético.

Existen muchos pasos entre las primeras manifestaciones de la vida material de la primera dimensión y la estructuración definida de la materia que se observa en la segunda dimensión, donde todo ya tiene un nombre, un peso y una naturaleza con características propias y definibles.

La transición del mundo invisible al mundo visible no se hace en forma continua, precisa de saltos cuánticos, de impulsos que hacen aparecer del vacío a una partícula virtual que luego, después de realizar su trabajo, puede volver a desaparecer.

La primera dimensión (el vacío cuántico) es la zona material más energetizada que existe porque está en íntimo contacto con el constante flujo de vida que parte la séptima dimensión, donde todo lo que hay allí es energía, vida, conciencia y pulso vital de la existencia. No se puede entender la existencia material ni las características del vacío de la 1ªD sin la fuerza y el impulso de la Nada que existe en la 7ªD. La energía da vida y se encuentra dentro la misma materia, ya que como sabemos, lo sutil penetra lo grosero. Materia y energía son uno. Los podemos dividir artificialmente para estudiarlos y comprenderlos mejor, pero ambos viven en una unidad y están fusionados por un proceso de atracción polar.

La vida de la 7ªD cae hacia la 1ªD

La vida de la 7ªD cae hacia la 1ªD

EL VACÍO Y LOS RAYOS

Toda esta emanación de vida que existe en la 7ªD actúa sobre el principio material manifestado más puro e involuto que existe: Las masas de existencia pura de la primera dimensión. Allí, esas manifestaciones de vida, esas masas no diferenciadas, cuando son estimuladas por todas las fuerzas emanadas de la 7ªD se cargan de fuerza, de vitalidad y de movimiento, y con la ayuda de otro Rayo colaborador que existe en esta 1ª dimensión, emprenderán su camino evolutivo dando un salto cuántico hacia la segunda dimensión, apareciendo bajo la forma identificable de partículas virtuales que después de realizar su función dinamizadora, volverán a su dimensión o se quedarán en la siguiente. Algunas partículas elementales saldrán del mar homogéneo de la 1ªD para incorporarse a la arena de la 2ªD o ejercer una acción allí, y otras continuarán en las profundidades del lugar de donde nacieron dando la masa y la energía necesarias para que la primera dimensión pueda mantener sus características físicas.

En esta 1ªD gobierna el 1º Rayo quien da vida e impulso a la materia manifestada. Pero esa materia viva no puede quedarse allí estancada para siempre. Para hacer avanzar a la materia por las dimensiones, necesitará de la fuerza del 7º Rayo, esa fuerza ciega que hace ascender evolutivamente a toda partícula que se pone en manifestación.  Estas dos magnas fuerzas conviven en esta primera dimensión. Una estimula y da vida a la materia (1º Rayo) y la otra, la hace ascender (7º Rayo). Ambas fuerzas de Rayo emanadas desde la 7ªD se necesitan y trabajan juntas en el vacío cuántico para hacer posible el estímulo y el ascenso evolutivo de toda la materia manifestada.

EL TRÁNSITO DE LA 1ºD A LA 2ºD EN EL COSMOS

El primer dibujo que se obtuvo de nuestro universo demostró que éste tenía una zona en forma de línea en la parte central y un resto de luz tenue y difusa que provenía por igual de todos los lados.

Pero cuando se pudo ampliar este dibujo, y se pudieron plasmaren él las desviaciones mínimas de temperatura que aparecían en el universo, se pudieron apreciar detalles que revelaban que la distribución de la materia no era totalmente homogénea como se pensaba, sino que se veían grupos heterogéneos de materia dispersos irregularmente por todo el universo.

Dibujos de las fotos del universo

Dibujos de las fotos del universo

Y lo interesante de esta foto fue poder estudiar el momento preciso de la creación que estaba captando. Para poder ver esta imagen fotográfica, era necesario que la luz y la materia estuvieran separadas, que la materia se hubiese dispersado y aglomerado posteriormente formando paquetes y que al suceder todo esto, la luz pudiese pasar entre los grupos de materia.

Con anterioridad al momento que se capta en la foto, la física actual cree que la materia y la luz estaban fusionadas y compactadas formado una especie de sopa densa de quarks y gluones. Esta teoría (sin ser totalmente coincidente) se asemeja mucho al estado de vacío inicial que proponemos desde el Rombo. 

Hemos de pensar que los quarks no se hallan libres en la naturaleza, sino que están confinados y los encontramos unidos y formando los 144 elementos primarios.

En la teoría física aceptada hoy en día, se cree que en los primeros momentos de la creación aparecieron esas “masas elementales" de materia (quarks) y de energía (gluones). Ambos se hallaban libres, sin formar aún estructuras, solamente decían: aquí estamos preparadas para construir. Somos los ladrillos y el cemento de la construcción, pero de momento no hacemos nada.

Pero desde la óptica que facilita el Rombo, es fácil pensar que, antes de ese estado propuesto por la física, existía otra manifestación anterior en el que no había aún fermiones (quarks y leptones) ni bosones (partículas transmisoras de fuerzas), sino algo anterior a todos ellos: sus precursores; sus manifestaciones materiales y energéticas en un nivel físico anterior y más energético.

Ese mar que existía y que existe aún hoy en día de materia y energía pura no diferenciada es lo que desde la perspectiva del Rombo es la primera dimensión o el vacío cuántico.

Ese océano puro de vida no ha dejado de existir, está todavía vivo y pulsante y es lo que origina la segunda dimensión o mundo atómico, donde ya están diferenciados completamente las partículas, los átomos y la luz.

En el siguiente dibujo, podemos ver el inicio y la expansión del universo. La primera parte de la creación viene dada por la presencia del vacío cuántico, con sus fluctuaciones. Todo esto sucede en un universo invisible porque la luz no puede escapar de la densidad de la primera dimensión. Pero cuando el universo con las fluctuaciones cuánticas del vacío se enfría, el universo se hace visible porque la materia y la luz ya se han separado. En ese momento, es cuando aparece la primera foto del universo (que se observa en el dibujo y ampliamos a la derecha).

El vacío con sus fluctuaciones cuánticas se hace visible al enfriarse el sistema

El vacío con sus fluctuaciones cuánticas se hace visible al enfriarse el sistema

Las fluctuaciones cuánticas que existen en el vacío son las que posteriormente se observan como aglomerados heterogéneos de materia. Para que esto suceda, el conjunto denso y opaco formado por la 1ªD-7ªD, se ha de abrir y dar paso a la segunda dimensión (átomos) y a la sexta dimensión (luz). Por todo ello, podemos decir que la primera foto del universo recoge el instante en que éste abandona el estado de vacío cuántico y pasa al nivel atómico.

EL VACÍO Y LA EVOLUCIÓN 

La energía es el vehículo y el soporte de la información. Desde la 7ªD, desde esa dimensión energética parte toda la vida, el impulso, y la información de lo que son las dimensiones, de lo que es la vida, y de cómo se ha de recorrer el camino evolutivo.

Desde ese lugar parten también los Rayos, esas fuerzas creadoras emanadas del Absoluto que son las que permitirán que todo esto tenga lugar. 

La evolución es el tránsito, el ascenso a través de las dimensiones más materiales hasta las más sutiles y energéticas. Para ello se precisa de la energía cósmica de los 12 Rayos, pero, hay uno en especial que realiza las funciones de motor e impulsor evolutivo del universo. Es el Rayo que convive juntamente con el 1º Rayo en la parte más material del universo, en la llamada 1ªD.

El 7º Rayo trabaja en la primera dimensión, en el vacío cuántico. Desde esa dimensión, la materia puede ascender continuamente, dimensión tras dimensión, y para ello, siempre precisará de la fuerza especial que emana del vacío, y que impulsa todo hacia arriba. Esa fuerza evolutiva brotará de ese lugar donde están escritas bajo la forma de energía pulsante todas las leyes de la evolución del universo. El 7ºRayo estimula al vacío a realizar todas las combinaciones y reacciones atómicas para que ello pueda tener lugar. El 7ºRayo catapulta a la materia del vacío para actuar en una dirección determinada. Él es el chófer y el vacío es el coche.

Artículos de la SFR

Utilizamos cookies
Este sitio utiliza "COOKIES" para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro portal web, mejorando la seguridad, para obtener una eficacia y una personalización superiores, para recoger datos estadísticos.
Haga clic en "ACEPTAR" para autorizar su uso o en “RECHAZAR” para rechazarlas. En este caso no puede garantizar la plena funcionalidad de la página. Puede obtener más información en nuestra POLÍTICA DE COOKIES o en el pie de página.