Los planos de conciencia (5ª parte)
En este artículo desarrollaremos nuevas hipótesis y conceptos sobre los planos de conciencia, empezaremos a estudiar la simetría especular entre los planos, y entraremos en el mundo de la física del sonido dentro del Rombo. También observaremos al Rombo como una estructura inteligente capaz de autorregularse y adaptarse tridimensionalmente a las frecuencias que se generan en el interior.
Cada rombo es único
Como hemos visto, cada una de las tres caras del Rombo tridimensional, está interrelacionada con sus caras contiguas e interactúa con los circuitos adyacentes. Esta relación no tiene porque ser simétrica, es decir, que podría suceder que la transferencia entre el corazón y el cerebro fuera muy buena en un sentido, pero no tan correcta en el sentido inverso. Este fenómeno asimétrico de transferencia de información no tiene por qué estar circunscrito a un solo circuito, sino puede tener lugar entre todas las relaciones posibles de las caras adyacentes.
Las tres caras de cada plano de conciencia
Pensemos que el flujo de información que se da en circuito de creación-retrospección entre los dos puntos de ID de cada una las caras, es particular, y además, hemos de recordar que aparte de esta relación de contigüidad, existe la relación de oposición, por la que el punto de ID que no es adyacente entre dos caras, ejerce una acción sobre el punto Hara de la cara opuesta, ayudando a mantener el equilibrio de una cara. Al final, observamos que, en cada cara, existen tres puntos de control: El del inicio de un ciclo (ID), el de la mitad del ciclo (el punto Hara que es la proyección del punto de ID opuesto) y el del final del ciclo (ID). Cada acción y retrospección, pasa pues como mínimo por tres lugares de control: Al inicio, a la mitad y al final.
Además de la relación de contigüidad existe la relación de oposición
Vemos que el número de posibilidades de flujo de transferencias que se da en cada una de las tres caras del Rombo es infinito, y esto origina todos los diferentes modelos de flujo de información y de la consecuente y posterior rotación del Rombo Tridimensional. Este mecanismo hace que cada Rombo, pueda comportarse de una manera totalmente individual y presentar unas características rotatorias únicas.
Este fenómeno que tiene lugar en un Rombo modelo es posible que se pueda aplicar por analogía a todos los Rombos de planos de conciencia y entonces, por lógica, podemos pensar que cada Rombo de planos de conciencia, tiene sus diferentes e individuales ciclos de rotación. Esto permite valorar la posibilidad de que los planos no giren al unísono, como si estuvieran bailando un acompasado vals, con sus giros sincronizados, sino que cada uno de ellos, podría tener sus ciclos de cambio de polaridad, de creación y de compensación, poniendo de manifiesto que cada plano, en cada momento, tiene una actividad energética distinta y que ésta, puede variar según que el plano se esté activando en ese instante o permanezca con poca actividad.
Respecto a este punto, debemos recordar, aunque sea por un instante los tres diferentes movimientos del Rombo y observar con que fenómenos mentales podrían estar asociados. El primer ciclo del que hablamos fue el ciclo de alternancia polar, que está vinculado a la rotación de la Diagonal mayor sobre un punto central. Este ciclo rotatorio horizontal, puede estar definido por un periodo de tiempo natural, como años, días, minutos o segundos, pero también puede estar marcado por el ritmo de la actividad cerebral general. Una persona con una actividad mental muy rápida, ansiosa, puede hacer que los ciclos polares sean muy rápidos y de muy corta duración y en cambio, una persona relajada, puede bajar el ritmo de la frecuencia cerebral y el ritmo de la generación de ciclos polares.
Y puestos a teorizar un poco más, y a adentrarnos en algunos detalles, podemos pensar que la generación de los ciclos Yin-Yang no sea tan perfecta como la que describe un movimiento circular uniforme. Hasta el momento presente, hemos pensado que el Rombo, al describir un movimiento rotatorio que se puede estudiar como un movimiento circular uniforme, generaba una gráfica compatible con el movimiento armónico simple.
El movimiento circular uniforme describe un movimiento armónico
Pero, para decir esto, nos estamos basando en una suposición que quizá no sea del todo cierta, ya que es posible que el movimiento rotatorio horizontal del Rombo no sea uniforme, ya que existe un fenómeno conocido que podría hacer que cambiara nuestra perspectiva sobre la idea de la rotación constante. Sabemos que la Diagonal mayor del Rombo, puede medir 22, pero que esta medida, en caso de que exista una situación de odio, hambre, guerra…podría hacer que el Rombo, se dilatara desde 22 hasta 22,22 que sería una situación límite, crítica y que llevaría a la destrucción y a la muerte.
Teniendo presente este sistema de dilatación del eje de la Diagonal mayor, podemos contemplar la posibilidad de que, al expandirse, el Rombo, entrara en un terreno donde los valores del Yin –Yang fueran distintos de los valores iniciales. Esto significaría que el Rombo inicial se movería en un espacio exterior de una densidad determinada, y el segundo Rombo, lo haría en un espacio con unas características exteriores Yin-Yang algo distintas.
Al expandirse en Rombo, entra en un espacio de densidad diferente
Al pasar de un medio a otro, de una diferencia de polaridad a otra, el Rombo friccionaría de diferente manera con el exterior y se aceleraría o ralentizaría.
Es decir, que cuando el Rombo se mueve en 22 fijo, puede llevar una velocidad constante, pero si pasa a 22,05… su velocidad de rotación puede variar, ya que el sistema sobre el que gira ha cambiado y las fuerzas de rotación son distintas. En ese caso, dependiendo de las oscilaciones horizontales, la velocidad de rotación del Rombo pasaría a ser de uniforme a variada, con lo que, los períodos de los ciclos dejarían de ser fijos, y pasarían a ser variables.
Independientemente del ritmo de generación de los ciclos polares, sabemos que, en el Rombo, tiene lugar otro proceso cíclico de naturaleza muy distinta. Estamos hablando de los ciclos de creación y retrospección: Es decir, una persona puede estar muy nerviosa con una actividad mental muy rápida, pero en cambio, puede que no cree nada, que sus ciclos creativos estén en parálisis. La persona puede estar nerviosa, agitada, con una actividad cíclica polar Yin-Yang muy intensa, pero en cambio, es posible que, en su mente, no tenga lugar ningún pensamiento creativo. Imaginemos una persona presa de una situación de pánico. Se encuentra agitada, nerviosa, pero el mismo pánico paraliza cualquier acción creadora capaz de sacarla de esa situación. Este mismo fenómeno de disociación de ciclos, puede tener lugar en una mente muy sosegada, con un ritmo Yin-Yang muy lento, pero en cambio, con un proceso creativo muy acusado. Sería el caso de una creatividad inmensa que surge de la calma, del silencio y de la quietud de la mente, pero que, en cambio, origina continuas sensaciones creativas en la mente o en el corazón.
En esta situación, hemos de considerar otro fenómeno, ya que como sabemos, la diagonal menor, oscila continuamente desde 18 a 19,99999… con lo que la fuerza impulsora del giro, la hará girar con una velocidad u otra dependiendo del tamaño de la diagonal menor. Es lo que sucede con los patinadores que giran a una velocidad y al replegar sus brazos sobre el cuerpo, aumentan la velocidad de giro.
Podemos pensar que un mecanismo similar puede tener lugar cuando con una velocidad de rotación inicial, el Rombo se repliega (18) y se hace menor. En ese momento, la velocidad de rotación aumenta. Si en cambio, el Rombo se hace mayor y llega a 19.8, se enlentece su rotación.
Es decir, que, como la actividad del Rombo, puede oscilar entre 18-19.99, la velocidad de giro en los ciclos de creación variará en función de la actividad interna. Este mismo fenómeno de cambio de velocidad al rotar con un tamaño u otro, puede afectar también a la Diagonal mayor. Ambas diagonales están sujetas a este fenómeno físico. Estamos hablando de diferentes hipótesis, pero en ambas, es muy posible que el Rombo en su expansión o contracción, experimente cambios de velocidad en sus ciclos rotatorios, lo que haría que su movimiento circular no fuera uniforme.
Aparte de estos dos movimientos, rotatorios hemos de recordar, el tercer movimiento rotatorio, o de Giro compensatorio. Este giro compensará las desviaciones que saquen al Rombo de su centro de equilibrio y hará que bascule de una posición a otra buscando el equilibrio. Este giro, puede variar en cualquier momento, ya que la vida presenta continuamente situaciones que obligan a realizar movimientos compensatorios, con lo que, en este tercer movimiento, también se pueden apreciar irregularidades periódicas en su ciclo de rotación.
Además de estas tres rotaciones conocidas, con sus ciclos variables, hemos de valorar si la diferente actividad de las tres caras del Rombo podría ocasionar alguna irregularidad extra en el giro. Si por ejemplo una parte de las tres caras tiene mucha actividad, producirá un gran impulso de giro, pero si la otra cara o las otras dos no tienen demasiada actividad, el giro no sería sincrónico, sino que sería oscilante y con velocidad variable. En este caso, la asincronía de las tres caras provocaría un cuarto movimiento en forma de cabeceo. Con todo esto, hemos de pensar que cada plano de conciencia estará sujeto a diferentes movimientos internos que le llevarán a mostrar toda una serie infinita de posibilidades de giro. Cada plano, según sea su actividad, girará de una manera particular. Cada plano es único en su contenido, en su estructura y en su rotación.
REPRESENTACIÓN DE LOS PLANOS DE CONCIENCIA
Modelo frecuencial fijo con luminosidad variable.
Hay muchas maneras de representar a los seis planos de conciencia. En esta primera representación, tomaremos una frecuencia cromática fija para cada subplano (por ejemplo, el valor central de cada color) y aumentaremos progresivamente su luminosidad y transparencia, características que han de estar presentes en los planos superiores. En la izquierda tenemos el modelo original y en la derecha tomamos la misma frecuencia de color, pero le vamos aumentando progresivamente luminosidad.
Realizando el degradado luminoso de los planos
Modelo frecuencial fijo con luminosidad variable
Entonces, lo que haremos ahora es reemplazar esta degradación cromática de los seis planos y colocarla en el dibujo original. El dibujo que nos quedaría sería el siguiente:
Los seis planos de conciencia dispuestos según su luminosidad
En este dibujo, vemos que la sutilidad de cada uno de los planos en la medida que vamos ascendiendo, es mayor. Dentro de este mismo modelo de dibujo frecuencial, podemos conseguir otra representación de los planos utilizando el modelo vertical.
Lo único que haremos será colocar los planos de conciencia en la diagonal menor. En este modelo, proponemos dar la mayor luminosidad en el punto que se corresponde con Ideación Divina y el punto de menor luminosidad al vértice obtuso inferior.
Los planos de conciencia con degradación luminosa en la diagonal menor
Modelo frecuencial variable con luminosidad fija.
Otra posibilidad para poder representar los planos seria dividir todo el espectro frecuencial de cada color en seis partes, y cada una de las partes, iría a un plano. En esta segunda representación, la luminosidad sería la misma para cada plano, pero los colores de cada plano ascendente tendrían más frecuencia, de tal manera que cualquier color ganaría frecuencia vibratoria en la medida que vamos subiendo de planos inferiores a superiores.
Modelo frecuencial variable con luminosidad fija
Modelo frecuencial variable con luminosidad variable.
Y como no hay dos sin tres, tenemos aún la posibilidad de realizar otra representación de los planos, en la que combinaríamos los dos modelos anteriores. Seria la tercera representación o modelo mixto. En esta tercera representación, partiríamos del modelo frecuencial en el que a medida que vamos subiendo de plano, vamos subiendo de frecuencia cromática y vamos aumentando al mismo tiempo también de luminosidad.
Por un lado, la frecuencia de cada color es mayor en la medida que subimos de plano y, por otro lado, la luminosidad de cada color va aumentando también en la medida que subimos de plano. El resultado final es que, en este sistema de representación, cada plano de conciencia es de frecuencia más elevada y también más luminoso y transparente que el anterior.
Modelo frecuencial variable con luminosidad variable
Ahora, para que puedan ser vistos con más detalle, exponemos juntos los tres modelos de representación de los planos de conciencia. De esta manera, podrán ser comparados y analizados en sus diferencias.
Los tres modelos de representación de los planos
Como que, en la realidad, cada plano puede estar más o menos evolucionado, tener una frecuencia más o menos alta, y ser más luminoso o no, este degradado cromático - luminoso perfecto que se observa en los planos teóricos dibujados, no tiene porque ajustarse a la situación real de los planos.
Es posible que una persona tenga por ejemplo un tercer plano de conciencia más sutil que un cuarto, porque el cuarto plano, puede estar opacificado por distintos motivos. O también es posible que la frecuencia vibratoria de la segunda dimensión del segundo plano sea mayor que el de la segunda dimensión del tercer plano, porque en el tercer plano, por algún motivo, la frecuencia vibratoria, no haya evolucionado y se haya hecho muy material.
Al final, tenemos varios modelos teóricos de degradado cromático y luminoso, pero en realidad, sucede que cada plano, puede presentar variaciones individuales y propias en la frecuencia cromática y en la luminosidad.
Ello hace que el dibujo de los planos de conciencia de cada persona sea distinto, único y ofrezca la posibilidad que su contenido pueda presentar todas las variaciones posibles.
La disposición particular de los planos de conciencia de una persona
Pero, además, hemos de recordar que cada plano de conciencia, aparte de todo el aspecto cromático que presenta, está dotado de una movilidad única que le viene dada por la conjugación de sus tres movimientos: El de alternancia polar, el de creación-retrospección y el de basculación.
Al final, lejos de ver a los planos de conciencia como un bloque rígido, clonado, unitario e inmóvil donde lo que predomina es la igualdad, hemos de ver que cada plano es único en cuanto a su cromatismo, luminosidad y movilidad. Cada uno de estos aspectos, nos habla de una característica particular de cada plano. Los planos de conciencia no utilizan palabras para describir lo que hay dentro. Expresan su contenido bajo los componentes de la forma (ya que su estructura tridimensional es cambiante), del color y de la movilidad.
Hay que aprender a transcribir a lenguaje humano, el simbolismo con el que nos habla la naturaleza, en la que todo está hecho de geometría, color y movilidad.
EL PRINCIPIO HOLOGRÁFICO
Si tenemos integrado el principio holográfico, podemos pensar que lo que se ve en uno de los Rombos de planos de conciencia, se podría observar en todos los demás, y por tanto, podríamos pensar que todos los planos, deberían tener las mismas características: girar al mismo tiempo y contener la misma información. Pero, es más que posible que esto no ocurra así.
El principio holográfico dice que cualquier parte de un holograma, por pequeña que sea, tiene la información del todo. Este principio, nos permite decir que una figura como la del Rombo, (que es una representación del universo), permite pensar que, en cada una de sus partes, está la información del todo. Y como que este principio, se da en cada una de la zona que estudiemos, podemos centrarnos en un plano de conciencia, y entonces podemos pensar que un plano determinado, contiene también la información de todos los demás planos de conciencia.
Esto es un dato muy relevante. Aparentemente, según este principio, la información de un plano de conciencia no puede limitarse, o aislarse dentro de un solo plano. La maravillosa cualidad de la cuarta dimensión parece permitir ese principio holográfico, y hace que toda esa información, pueda ser llevada a cualquier lugar, donde también puede ser leída.
Pero que la información del primer plano se pueda leer en el segundo plano, no significa que la información intrínseca del segundo plano, sea la misma que la del primer plano. Cada plano, tiene la información propia que está generada en el mismo plano y que es proyectada hacia los demás (gracias a la expresión expansiva de la cuarta dimensión) y tiene además toda la información extrínseca, que es la generada por todos los otros planos y que se muestra en un plano (gracias al efecto proyectivo de la cuarta dimensión). Al final, cada plano tiene en su interior, una información doble: La suya propia y un reflejo de las informaciones de todos los otros planos.
Ambas informaciones la intrínseca y la extrínseca, seguramente deberán interactuar de alguna manera, influyendo la una hacia la otra, ya que los campos de información interactúan, haciendo posible que un suceso exterior tenga una repercusión en una situación interna y que, al mismo tiempo, un estado interno se pueda transmitir con facilidad a un espacio exterior.
La expansión y proyección de la cuarta dimensión
Como que cada plano, tiene una información conciencial propia y como que cada movimiento energético de flujo de información genera movimientos de las estructuras que lo sostienen, cada plano tiene sus ciclos, giros y basculaciones propias. Esto proporciona a cada plano un nivel determinado de autonomía respecto a los demás, y por el efecto holográfico, en los otros planos, existirá también un registro no tan solo de la información, sino también de la movilidad de las estructuras de los otros planos.
Creo que la holografía puede ser entendida como una función que ofrece la naturaleza de repetir en mayor o menor escala, un sistema energético y trasladarlo a cualquier lugar de observación, permitiendo que, en cada micro universo, la información del todo se mantenga presente, pero sin ocupar ni ocultar la información del microuniverso estudiado.
La holografía
Estaríamos hablando de que, dentro de la información de cualquier punto del espacio, existen dos informaciones: Las propias, que corresponden a los datos de la estructura que se esta viendo y las virtuales, que son el reflejo holográfico de todas las otras estructuras. Este principio holográfico es una consecuencia de las capacidades de la cuarta dimensión, que otorga la capacidad de exportar e importar la información de cualquier objeto a todos los rincones del universo, por más alejados que estén.
Teniendo en cuenta que el origen del principio holográfico podría ser una consecuencia de la cuarta dimensión y que ésta tiene como fin primordial la evolución de todo lo creado, parece extraño que la cuarta dimensión, sea capaz de exportar a todo universo los errores cometidos por cualquier criatura evolutiva.
Si fuera así, cualquier error humano, llenaría todo el cosmos poniéndolo en peligro, lo que haría que un principio cósmico creado para la evolución pudiera tener un resultado catastrófico. Entonces y para que esto no suceda, podemos imaginarnos la posibilidad que este principio holográfico sea capaz solo de exportar al exterior aquello que funciona y que supone una ayuda para la evolución. Estamos planteando la hipótesis de que existan algunos mecanismos de control del efecto holográfico que se pongan en marcha en caso de error y que imposibiliten que el defecto de origen se propague parcial o totalmente a todo el cosmos. Con este sistema de control, el error podría quedar enquistado y retenido en la zona de inicio o en las zonas próximas, sin perjudicar a la totalidad de la zona exterior.
Parece que estemos hablando de una dimensión que tiene unas propiedades determinadas (expansión y proyección) y de la posibilidad de que exista una fuerza de control que limite y encauce las acciones de esta dimensión. Este principio holográfico inteligente, nos recuerda algo al mecanismo que utilizan el cuarto y el décimo Rayo. Este hipotético y fascinante efecto holográfico inteligente, ofrecería la posibilidad de que una experiencia positiva que es vivida por la conciencia en un plano tuviera la posibilidad de que pudiera ser percibida o experimentada con más o menos claridad, en los otros planos de conciencia resonantes, tanto superiores como inferiores. Si la experiencia no fuera positiva y no ayudara a la evolución, podría quedar limitada y enquistada parcial o totalmente en el plano donde se originó, impidiendo su reproducción y su copia infinita. Es una cuestión interesante, pero de momento, su respuesta está en el aire. ¿Existe un principio regulador de la holografía? ¿Existe la holografía inteligente?
Si dejamos por un momento de lado esta hipótesis y tomamos de nuevo el hilo del pensamiento clásico otorgado por la holografía tradicional, podríamos pensar que es posible que las acciones o las experiencias reparadoras generadas en un plano, se pudieran trasladar y leer en los demás planos. O lo que es lo mismo, es posible pensar que el Karma se podría trasladar o reflejar desde un plano a otro en todos los sentidos, y ello permitiría que la solución a un problema karmático que afecta a un plano o a todos los planos, se pudiera dar indistintamente en un plano o en otro.
La movilidad de la experiencia por los planos de conciencia
En este caso, una vez hallada la solución correcta, ésta recorrería todos los planos, resolviendo el mismo problema en cada plano en que estuviera presente (ya fuera en todos en solo en algunos de ellos), resonando con mucha más intensidad en el plano donde existiera el conflicto real, y teniendo una acción menor en los demás.
Pero también, es posible que existiera en este punto la acción de la holografía inteligente, que generara algún mecanismo de control que no permitiera la transferencia de la solución a todos los planos, y en ese caso, la solución podría quedar limitada a solo un plano de conciencia o a varios, pero no a la totalidad de estos.
Estamos abriendo nuevos caminos y nuevas formas de ver a los planos de conciencia. Este nuevo esquema, ofrece muchas posibilidades y abre una nueva vía de comprensión del funcionamiento de los planos. La hipótesis no produce vértigo ni inquietud, tan sólo da la sensación de que se ha abierto una puerta que ha estado cerrada durante muchos años.
Estoy seguro de que pronto, empezaremos a entusiasmarnos con el alud de nuevos conceptos que irán llegando y que harán que podamos contemplar a los planos de conciencia como algo mucho más complejo, dinámico, fusionado y comprensible de lo que parecían hasta ahora.
Pero hemos de ir paso a paso, asimilando nuevos conceptos. Tengamos un poco de paciencia y abrámonos a los nuevos conceptos.
LOS PLANOS DE CONCIENCIA Y EL KARMA
Veremos a continuación los dos dibujos de los seis planos de conciencia del Rombo en sus dos representaciones, la horizontal y la vertical.
Las dos representaciones de los planos de conciencia
En ambas representaciones, observamos como los planos están conectados los unos con los otros, y si lo comparamos con el dibujo de los ciclos de creación y retrospección, veremos que no hay ninguna diferencia observable entre ambos dibujos. Desde un punto de vista del diseño, es imposible diferenciarlos y vemos con gran sorpresa que tenemos el mismo esquema para representar dos fenómenos aparentemente muy distintos: La sucesión de los planos de conciencia y la génesis de los ciclos de creación y retrospección.
Sucesión de Rombos de planos de conciencia
Ciclos de creación y retrospección
En el dibujo de los ciclos de creación, veíamos que después de que un ciclo se iniciara, se expandiera y llegara al máximo de su creación, desde el vértice obtuso inferior, se iniciaba un movimiento ascendente y de replegamiento que finalizaba cuando toda la información era enviada de regreso al punto de Ideación Divina, desde donde había salido previamente, para ser evaluada y originar un nuevo ciclo.
El siguiente ciclo se diferenciaba del anterior, en que las polaridades habían cambiado, y si el Yin entraba por la primera dimensión, en el siguiente ciclo, el Yin lo hacía por la séptima dimensión.
Todo este movimiento, lo explicamos en su día con el siguiente dibujo en el que vemos como la primera dimensión (raya roja) y la séptima dimensión ( raya azul), van dando vueltas alrededor de un centro y van pasando alternativamente por la zona Yang o la zona Yin hasta formar un ciclo completo.
Un ciclo es una serie de pasos por las que pasa un fenómeno y que se suceden en el mismo orden hasta llegar a un punto a partir del cual, todo vuelve a repetirse. Con este concepto, podemos ver que un ciclo completo en el Rombo, se podría representar por un giro completo de 360º.
El ciclo completo de alternancia polar
Un ciclo completo del Rombo tiene dos periodos muy diferenciados: En la primera fase, la 1ª Dimensión (en rojo), parte de un valor mínimo (a los cero grados) y empieza a adentrarse en el Yin hasta llegar a un valor máximo (90º) y empieza luego a decaer hasta llegar de nuevo a un punto de valor mínimo , o punto inferior (180º), desde donde la 1ª Dimensión inicia la segunda fase en la que entra en la parte Yang, partiendo también de un valor mínimo, y empieza a ascender hasta llegar al punto máximo (270º), valor a partir del cual, el valor de la primera dimensión empieza a decaer hasta llegar al punto de partida habiendo completado los 360º.
Cuando La 1ª Dimensión parte de cero y llega a la máxima expansión de la fase creativa, se ha recorrido la mitad del período Yin, y entonces empieza el decaimiento, la fase retrospectiva, en la que la experiencia es enviada progresivamente a Ideación Divina, desde donde la creación es revisada y emerge de nuevo para iniciar un nuevo ciclo, pero con la polaridad cambiada. En ese momento, la 1ª Dimensión aparecerá en la polaridad Yang y su fase creativa llevará dentro de si todas las correcciones que hayan tenido lugar al pasar previamente por I.D.
Las distintas fases de un ciclo
En esta fase creativa, la 1ª Dimensión, irá creando hasta llegar al punto máximo (270º) y a partir de aquí se iniciará la fase retrospectiva o de análisis, hasta culminar con la llegada de toda la información hasta el nuevo punto de Ideación Divina. Aquí, acabará el ciclo completo y empezará otro de nuevo, en el que la 1ª Dimensión volverá a entrar en la fase creativa pero después de haber pasado por las correcciones que han tenido en Ideación Divina.
Es decir que la fase creativa de la 1ª Dimensión en el Yang llevará la corrección de la fase retrospectiva del Yin y viceversa: La fase creativa de la 1ª Dimensión en el Yin, llevará la corrección de la fase retrospectiva de la 1ª Dimensión en el Yang.
De esto deducimos que la oportunidad que se presenta en la vida en cada instante lleva consigo la corrección del período anterior, de lo que aconteció en la polaridad inversa y de cómo se corrigió esa situación. Todo lo que aparece en cualquier momento, es el resultado de una corrección y la posibilidad de reaccionar correctamente.
Aunque las figuras bailan unidas, en realidad están desfasadas en el tiempo, ya que, si bien la acción es el presente, la energía correctora que acompaña a la situación que se presenta, es del ciclo anterior, es decir del pasado. Presente y pasado se unen en cada acción. Cada situación nueva que se pone delante en cada instante es una posibilidad reparadora de las acciones del pasado y una nueva oportunidad que emerge para reparar el Karma acumulado y no generar más. El Karma del pasado se repara con acciones adecuadas del presente.
Cada acción creativa que realizamos está teñida por las acciones correctoras que se generaron al final del período anterior. Cada hecho que realizamos en una polaridad determinada lleva consigo las correcciones de las acciones que se realizaron cuando la experiencia estaba inmersa en la otra polaridad. Los acontecimientos que se presentan delante de nosotros para realizar una acción y las correcciones del ciclo anterior van juntas de la mano en cada momento. Pasado y presente se unen y se dan la mano.
Como dentro de un gran ciclo Yang, hay muchos pequeños ciclos Yin y Yang coexistiendo continuamente, dentro de una misma fase creativa del Yang, se suceden innumerables microciclos creativos Yin-Yang con sus correcciones continúas originadas en la otra polaridad. Acción y corrección (Karma) van continuamente juntos de la mano en todas las acciones, por minúsculas que parezcan.
LA GÉNESIS DE LOS PLANOS
Viendo que lo que sucede en un medio ciclo, tiene sus reacciones en el medio ciclo siguiente, podemos pensar por analogía que lo que ocurre en un ciclo completo en un plano, (con sus dos hemiciclos) tiene también sus consecuencias correctoras en la génesis del siguiente plano. Lo que sucede en un plano de conciencia, tiene repercusiones en la génesis del siguiente.
El mismo cambio de polaridad que observamos en un mismo plano, en el transcurso de un ciclo tiene lugar también cuando pasamos de un plano al siguiente, así que lo que ocurre en un plano, se puede transmitir al otro en forma de corrección. Es decir que cada plano tiene mecanismos que le permiten autocorregirse y al mismo tiempo, esa corrección, se puede transmitir a los demás planos, de manera que la experiencia vivida en un plano pueda ser aprovechada en los otros planos.
Un plano genera al otro
Podemos pensar que la creación del segundo plano de conciencia se hace basándose en la retrospección de las experiencias que se han vivido en el plano antecesor, esté colocado antes o después de él, ya que la movilidad de los planos se da en los dos sentidos.
En este segundo plano, se podrán corregir los errores que se hubieran cometido en el primer plano. De este modo, todos los planos, estarían interconectados y las acciones de un plano, se reflejarían en los otros, tanto en el aspecto positivo como en el negativo. Este hecho, permitiría por ejemplo la posibilidad de que el sexto plano, reflejara las acciones del primero y viceversa.
En este modelo teórico, se comunicarían entre si todos los planos de la conciencia de un individuo y no se podrían parcelar las experiencias en compartimentos estancos. Un plano incide sobre los otros y es modificado a su vez por la actividad de todos los demás.
Sabemos que la conciencia es una y que está fragmentada en planos, pero estos planos, se comunican, interactúan, se relacionan y se corrigen constantemente, reflejando en cada uno de ellos, la actividad de los demás y la actividad propia del conjunto. Los planos de conciencia están interconectados, y no es que uno genere realmente al otro, ya que todos se hallan presentes actuando al mismo tiempo y desde el primer instante, pero las acciones que se realizan en un plano se manifiestan de alguna manera también en el siguiente, que, a su vez, las transmite al contiguo, en un movimiento incesante que va desde el primer plano al sexto y viceversa.
Las acciones del primer plano se pueden corregir en el mismo plano cuando cambia de polaridad, ya que eso implica pasar por un punto de Ideación Divina, (inferior o superior) pero también se pueden rectificar en el segundo plano, cuando se da otro cambio de polaridad al volver a pasar por I.D.
Las acciones del segundo plano lo pueden hacer en el tercero, las del tercero en el cuarto, las del cuarto en el quinto y las del quinto, en el sexto y naturalmente, en el orden inverso.
Según este esquema, cada plano es a la vez creador y corrector de las acciones que han tenido lugar en su plano y en los planos contiguos. Es decir que cada plano genera su propio Karma que puede ser corregido en el mismo plano, en el plano contiguo o en otro más alejado.
Cada plano genera Karma y es corrector de Karma
Este estudio de los planos, se complica notablemente cuando pensamos en el efecto holográfico por el que el esquema de un plano de conciencia, se halla también presente en el otro plano, produciendo una interacción entre el Rombo real de cada plano y la imagen holográfica que se proyecta desde los otros planos, por lo que debemos entender que en cada plano, además de manifestarse la propia actividad generada y su corrección, se proyectan las actividades de los otros planos con todas sus correcciones karmáticas.
Al final, obtenemos un entramado de acciones y reacciones que corren de izquierda a derecha y de arriba debajo de difícil comprensión y en el que vemos la super conexión de todos los planos.
La conciencia es móvil, se puede desplazar de un lado a otro, y en su estela de paso por todos los planos, las correcciones se pueden dar en cualquier nivel por el que circule la información. Como siempre, en la corrección prevaldrá el concepto de eficacia y de menor gasto energético. De este arduo trabajo, se encargarán los cinco señores del Karma quienes son los que urden la compleja trama de la vida y de la evolución.
SIMETRIA ESPECULAR DE PLANOS
Además, si tenemos en cuenta que los planos, están también relacionados con las dimensiones, podemos pensar que al igual que sucede con éstas, haya planos que estén relacionados con otros planos por una simetría especular.
Sabemos que la 7ª Dimensión y la 1ª Dimensión, están unidas, pero si observamos sus características, veremos que (aparentemente), no se parecen en nada. Pero si las comparamos con un criterio abstracto y amplio, si lo hacemos con atención, veremos que comparten algunas características generales, aunque el contenido de ambas parezca a primera vista totalmente distinto. En ambas, por ejemplo, apenas existe el concepto espaciotemporal. Este fenómeno se da al unísono en ambas dimensiones cuando se ponen en marcha sus manifestaciones correspondientes: En la 1ª Dimensión, se manifiesta la Materia y en la 7ª Dimensión se manifiesta la Energía. Ambas dimensiones, parecen formar parte del mismo mundo, de la misma y primigenia emanación evolutiva, pero las dos dimensiones, albergan fenómenos tan diferentes que parece imposible comprender que están relacionadas.
Interacción de planos
Este hecho de correspondencia simétrica de dimensiones hace pensar que este fenómeno de plegamiento derecha-izquierda, se puede dar también en los planos de conciencia. Así, si miramos las líneas de correspondencia del dibujo,
podemos pensar que el sexto plano, debería tener alguna afinidad con el primer plano, el quinto con el segundo y el cuarto con el tercero. ¿Es posible tal relación? ¿Hay alguna ley conocida en el Rombo que lo impida?
Todos sabemos que aunque el Universo esté plegado sobre si mismo, y la Materia y la Energía están fusionadas en una unidad compacta, el Rombo nos muestra un esquema del universo totalmente desplegado; quizá para poder entender mejor este fenómeno y que la mente humana, hecha de pares de opuestos, sea capaz de poder entender y sentir separadamente los dos componentes principales del universo: Materia y Energía.
Pero, en realidad, estos dos aspectos polares del Universo están fusionados, y su representación desplegada en la figura del Rombo, nos proporciona un juego intelectual, y nos ofrece un esquema didáctico que nos ayuda a entender que, aunque estos dos aspectos, estén aparentemente separados en su representación, están unidos en la realidad por la atracción polar yin-yang que sienten el uno hacia el otro. De la misma manera que hace el Rombo, las alas de una mariposa se pueden unir, pero sólo manifiestan su auténtica belleza en cuanto se abren, se despliegan e inician el rítmico baile de unir y separar las alas.
Para comprender la belleza del Rombo, hay que realizar un juego similar: Abrir sus dos lados, ver que hay en cada uno de ellos y unirlos de nuevo para ver como las dos polaridades se unen y forman una estructura compacta y unida donde derecha e izquierda son uno, donde Materia y Energía se unifican en un todo compacto.
Ahora que estamos hablando de los planos de conciencia y teorizamos acerca de la simetría especular de los planos, se presenta delante de nuestros ojos un bello juego, consistente en ver si las dos alas del Rombo (al igual que las de la mariposa) tienen características simétricas y si se fusionan bien las unas con las otras. Para ello, debemos volver la vista atrás y recordar algunos conceptos que aparecieron cuando desarrollamos en otro artículo las características de los planos de conciencia. Decíamos así del sexto plano:
“Aunque es muy diferente del primer plano, tiene una cierta semejanza conceptual con el primero, ya que en el primer plano teníamos una fusión material con lo que le rodea y también poca diferenciación individual. En el primer caso, la conciencia parecía ser global, relacionada con la materia y con la conciencia grupal. En este sexto plano, la conciencia también es global y poco diferenciada, pero está fusionada con el cosmos y con la energía del cosmos. El tiempo se detiene por la conexión total con el cosmos. Nada sucede aquí, al igual que en el primer plano. No hay movimiento. Es una quietud cósmica.”
Habíamos dicho (muy grosso modo) que, en el primer plano, parecían encontrarse los instintos y en el segundo plano se hallaban las emociones. Sabemos que en la sexta Dimensión es donde rige el 2º Rayo, que es el Rayo del color, del movimiento y de la forma pura del arquetipo. Y como sucede que la sexta Dimensión, se encuentra entre el quinto y el sexto plano, todos los arquetipos se encuentran ubicados entre el 5º y el 6º plano y por ende, se pueden reflejar de alguna manera entre el 1º y 2º plano.
La sexta dimensión (arquetipos) cabalga entre el 5º y el 6º plano
El sexto plano, según parece, y tal como se ve en el dibujo, abarca solo una pequeña parte de los arquetipos (seguramente los primigenios o generales) y el 5º plano, contiene el resto de los arquetipos. Si fuera así y si se diera la citada correspondencia entre los planos de conciencia, los arquetipos del 6º plano (los más inespecíficos o primigenios), estarían más relacionados con los instintos del 1º plano, y los arquetipos del 5º plano, (más elaborados y concretos), estarían más vinculados a los instintos y emociones del 2º plano.
Relaciones entre los planos
En ese caso, podríamos pensar que debería haber algún vínculo entre las características del 1º- 2º plano y las características del 5º- 6º plano. Esto no significa que constatemos algo parecido en la primera inspección comparativa entre esos pares de planos opuestos, de la misma manera que no observamos a primera vista las semejanzas que existen entre la 2ª Dimensión: Formación atómica y molecular y la 6ª Dimensión: Formación de luz blanca, formas geométricas, matemáticas, números.
Pero si analizamos con detenimiento las características de los planos inferiores y las de los planos superiores, quizá podamos hallar alguna correlación lógica, por pequeña que parezca al principio. Toca pues adentrarse en el estudio y observar las conclusiones que irán apareciendo.
Instintos y emociones, como sabemos son dos actividades psíquicas aparentemente diferentes y separadas, pero una ligera mirada sobre esta cuestión nos mostrará como de correlacionados están los instintos y las emociones. Empecemos por aclarar conceptos: el instinto es un término utilizado para denominar aquellas conductas que implican una reacción ante determinadas situaciones de mayor o menor premura. Estas conductas son muy características del animal y del ser humano y son las que les permiten la evolución y la adaptación a las diversas situaciones de la vida.
Todos los instintos primitivos, parece ser que están muy relacionados con lo que llamamos emociones: (risa, lloro, sorpresa, miedo, ira y disgusto). Así, por ejemplo, el instinto de supervivencia, puede ser el origen de emociones como el miedo o la ira, y el instinto de procreación puede ser el causante de emociones como la sorpresa, la risa o la agresividad. Las emociones también parecen ser un punto medio entre los instintos y los pensamientos, ya que obedecen y responden a ambos estímulos. Los instintos desencadenan emociones y los pensamientos también. Y es por eso por lo que, en su día, al estudiar a estas cualidades humanas, colocamos a modo de hipótesis a los instintos en el primer plano, a las emociones en el segundo y a los pensamientos en el tercer plano, como si estas tres cualidades de la mente estuvieran comunicadas entre sí o fueran el resultado del proceso evolutivo natural. El esquema es muy general y seguramente algo inexacto, pero, en su momento, parecía un punto de partida hacia posteriores análisis más complejos.
Los planos y sus características psicológicas
En cambio, los arquetipos, como sabemos, son otra cosa. Un arquetipo es un modelo original, un prototipo, un ejemplo del cual se derivan las ideas que sirven como pauta para modelar pensamientos y actitudes propias de cada individuo. El concepto “Arquetipo” lo propuso Jung para explicar todas aquellas imágenes oníricas y fantásticas que se relacionan con religiones, mitos y leyendas y que forman un ente, un recuerdo ambiental grabado en algún lugar, una información que está presente en todos los seres humanos formando parte de lo que se llama inconsciente colectivo.
Los arquetipos están vinculados con patrones instintivos, emocionales y conductuales que encauzan nuestra manera de procesar sensaciones, imágenes y percepciones. El habla, el comportamiento, las reacciones emocionales y los sueños son elementos mediante los cuales se expresan los arquetipos. Jung citó a un gran número de arquetipos diferentes. De hecho, el número total de arquetipos resulta indefinido. Sin embargo, parece ser que hay algunos más prevalentes e importantes que otros. Los más conocidos son: el padre, la madre, el inocente, el cuidador, el héroe, el huérfano, el explorador, el rebelde, el creador, el loco, el sabio, el mago, el gobernante, el embaucador, el puer aeternus (el joven eterno), el ánima (el eterno femenino) el ánimus (el eterno masculino), la sombra (los rasgos y actitudes que el yo no reconoce como propios), etc… Además de estos arquetipos básicos, existen eventos arquetípicos como el nacimiento, la muerte, la creación o la venganza.
Mapa de Arquetipos
En el momento actual y desde nuestro punto de vista de estudiantes del Rombo, instintos, emociones y arquetipos, parecen a primera vista, estar aparentemente muy alejados los unos de los otros, pero Jung pareció ver una cierta relación entre estos dos aspectos del ser humano. En su libro “La dinámica de lo inconsciente”, habla así de los instintos y los arquetipos:
“Los instintos son formas típicas de la acción, y siempre que se trate de formas de reacción que se repitan uniforme y regularmente estamos ante un instinto, independientemente de que éste vaya asociado o no a una motivación consciente.”
“Los arquetipos son formas típicas de la aprehensión, y siempre que se trate de concepciones que se repitan uniforme y regularmente, estamos ante un arquetipo, independientemente de si se reconoce o no su carácter mitológico”. “El inconsciente colectivo consta de la suma de los instintos y de sus correlatos, los arquetipos. Del mismo modo que el hombre posee instinto, así también posee imágenes primigenias. En mi opinión, es imposible decir qué es lo primero, si la aprehensión o el impulso a actuar. Me da la impresión de que los dos son una misma cosa, una misma actividad vital que, para entenderla mejor nos vemos obligados a pensar por separado.”
También en otro de sus escritos “On the Nature of the Psyche”, Jung comparó la psique con un espectro de color, con los Infrarrojos en un extremo y los ultravioletas en el otro. Es una comparación que, a nosotros, estudiantes del Rombo, nos resulta muy familiar y que nos llama poderosamente la atención, tal como le sucedió a Marie-Louise Von Franz, una erudita estudiosa de los trabajos de Jung y que dice que Jung utilizaba este símbolo para explicar la relación que existe entre psique y cuerpo; entre los arquetipos y los instintos.
Carl Gustav Jung - Marie-Louise Von Franz
Dice la autora:
“Nuestra conciencia es como un rayo de luz con un núcleo que representa al ego, una especie de campo de luz que puede desplazarse a lo largo del espectro. El extremo infrarrojo sería el lugar donde las cosas se vuelven psicosomáticas y acaban en reacciones físicas. En el extremo Infrarrojo, la psique está conectada en cierto modo con procesos físicos, de modo que su actividad se pierde o penetra lentamente en cierta clase de procesos físicos; psicosomáticos y luego somáticos. Este sería el extremo que representa el cuerpo, En el otro extremo, el ultravioleta, estarían los arquetipos.”
“Es probable que esos dos polos, estén relacionados en cierto modo, aunque no sabemos como. Seguramente son dos aspectos de la de la misma realidad. En un extremo está el cuerpo y en el otro, las ideas y las representaciones que de pronto invaden la mente humana. Nuestra conciencia suele oscilar entre esos dos polos.”
“La diferencia entre instinto y arquetipo es la siguiente: el instinto es representado por la conducta física, similar en todos los seres humanos, mientras que los arquetipos se representan mediante una forma mental de realización, similar en todos los seres humanos. Por tanto, en un extremo estarían los instintos y en el otro, las experiencias internas relacionadas con los arquetipos. Jung no lo afirma con certeza, pero dice que no ha encontrado una constelación arquetípica que no tenga su correspondiente instinto.”
Con todos estos datos, Jung y sus seguidores nos abren una puerta, y nos dan a conocer una información que nos puede resultar relevante. Intuimos ya hace un tiempo que parecía haber una relación entre el sexto plano y el primero porque ambos planteaban una fusión con su entorno. En el primer plano, la conciencia estaba fusionada con el mundo físico (tal como les puede suceder a los recién nacidos) y el tiempo parecía no existir, y en el sexto plano, la conciencia podía estar fusionada con el cosmos y la energía cósmica (como puede suceder en un arrebato místico) y el tiempo se detiene mientras dura el éxtasis.
Pero el trabajo de Jung, sobre la correlación entre arquetipos e instintos (o emociones), puede brindarnos algunas ideas y permitir que demos los primeros pasos dentro de este laberinto conciencial de la correspondencia de planos.
Posible correlación entre planos superiores e inferiores
Con este sencillo esquema, planteamos la posibilidad de que el sexto plano (Místico – Cósmico) que está contenido entre la sexta y la séptima dimensión, y que por tanto tiene arquetipos en su interior, esté relacionado con el primer plano (Instintivo-grupal) donde lo que predominan son los instintos. Entonces, los arquetipos primigenios, estarían relacionados con los instintos primigenios. En este mismo esquema, vemos como el 5º plano de conciencia (Filósofo-Abstracto), está relacionado con el 2º plano de conciencia (Emotivo- sexual). Este 5º plano contiene la mayor parte de los Arquetipos, quizá los secundarios o más elaborados y que se vinculan con algunos instintos y las emociones, que, en cierta manera, parecen ser la evolución natural de los instintos.
Sino vamos desencaminados y hemos podido teorizar acerca de la correlación de estos cuatro planos, seguramente, podremos hacerlo acerca de los otros dos restantes. Hemos de ver si somos capaces de encontrar una relación entre el 3º y el 4º plano. Estos planos, tienen una característica común: Son los únicos planos que comparten a la cuarta dimensión. El 3º plano abarca la parte izquierda o material de la 4ª Dimensión y el 4º plano contiene a la parte derecha o etérea de la 4ª Dimensión.
El tercer y cuarto plano
Recordemos cuales eran las características de esta cuarta Dimensión:
“Vida plena cósmica. Vida del ser consciente. Libertad. Proyección de todas las vibraciones a todos los cuerpos densos. Descomposición de todos los cuerpos densos a través del espacio.”
Si estos dos planos comparten a la cuarta Dimensión, es evidente que ambos planos han de gozar de algunas de estas características, total o parcialmente. Y digo parcialmente porque dentro de las cualidades de la cuarta dimensión, hay algunas que parecen más del lado izquierdo (descomposición de todos los cuerpos densos a través del espacio) y en cambio hay otras que parecen más del lado derecho (proyección de todas las vibraciones a todos los cuerpos densos).
Cuando se unen las dos características (descomposición y proyección), aparece la libertad, ya que existe la posibilidad de moverse en todas las direcciones posibles, hacia fuera y hacia adentro, hacia la expansión y la contracción. Esta libertad de ir hacia lo pequeño y contractivo (átomos) o hacia lo grande y expansivo (universo), proporciona la libertad y la plena conciencia, ya que ésta abarca desde lo más pequeño hasta lo más grande.
Si observamos el dibujo del 3º y el 4º plano, vemos que, por simetría, por construcción, están relacionados entre sí y son capaces en su fusión simétrica de contener a la totalidad de la cuarta dimensión. Vemos además que el 3º plano, contiene bastantes características de la 3ª dimensión, y el 4º plano tiene muchas de las cualidades de la 5ª dimensión. Pero ambos planos, aunque compartan una dimensión, son en esencia diferentes. Eso es obvio, y para diseccionar un poco más el estudio, vamos a comparar las distintas cualidades que no comparten estos dos planos, es decir las características propias de la 3ª y la 5ª Dimensión. Vamos a presentar una tabla en la que veremos una columna que representa a la 3ª Dimensión (parte del 3º plano) y otra columna que corresponde a la 5ª Dimensión (parte del 4º plano). Observemos sus diferencias y similitudes.
TERCERA DIMENSIÓN |
QUINTA DIMENSIÓN |
Ingeniero |
Arquitecto |
Construye el proyecto |
Diseña el proyecto |
Razonamiento detallado |
Intuición general |
Percibe el cosmos |
Crea el cosmos |
Pensamiento concreto |
Imaginación abstracta |
Instrumento musical |
Combinación de luz y sonido |
Plasmación física del arte |
Música - pintura |
Funcionalidad |
Belleza |
Palabras |
Colores, formas, sonidos |
Visión analítica |
Visión global |
Trabajo |
Inspiración |
Ritmo |
Melodía |
Hiperrealismo |
Arte abstracto |
Pentagrama |
Música en el aire |
La rima poética |
Poesía libre |
Las leyes del color |
La belleza del color |
Las escalas musicales |
El sonido |
El análisis físico del movimiento |
Los giros y la danza |
De las características del cuadro se desprende que la 3ª Dimensión y la 5ª Dimensión, son las dos caras de una misma moneda y como que previamente ya habíamos dicho que la parte material de la 4ª Dimensión y la parte etérea de la 4ª Dimensión, estaban totalmente relacionadas, podemos aunar estas dos similitudes y decir que hay una relación muy estrecha entre el 3º y el 4º plano, ya que sus constituyentes son el espejo el uno del otro.
La correspondencia entre el tercer y el cuarto plano
Los dos hemisferios cerebrales (izquierdo y derecho) comparten un estructura medial (básicamente el cuerpo calloso) que es el que hace de puente, de intermediario y de comunicador entre las actividades concienciales de los dos hemisferios.
Si comparamos la actividad de los hemisferios cerebrales y la de los planos de conciencia, podemos observar que hay un paralelismo muy grande entre el 3º plano (Hemisferio cerebral izquierdo más la mitad izquierda del cuerpo calloso) y el 4º plano (Hemisferio cerebral derecho, más la mitad derecha del cuerpo calloso).
El cerebro izquierdo está vinculado al 3º plano y el derecho al 4º plano
Con todos estos datos, podemos ser valientes y pensar que en el córtex cerebral de ambos hemisferios es donde reside la conciencia, que en las capas un poco más profundas del cerebro, habita el subconsciente y en las capas aún más inferiores, se encuentra anidado el inconsciente.
Los diferentes niveles de planos de conciencia
Esta idea surgida del estudio de las posibilidades del Rombo entronca de alguna manera con la del modelo cerebral propuesto por Paul MacLean para explicar la organización del cerebro humano. MacLean sugirió esta idea y la desarrolló en su libro The Triune Brain in Evolution escrito en 1990. Según esta teoría, no existe realmente un solo cerebro, sino tres, que operan conectados y cada uno con su propia inteligencia, su propia percepción espaciotemporal y su propia memoria. Los tres cerebros lo forman el complejo reptiliano, el sistema límbico y el neocórtex. Veamos las características de las tres estructuras:
El cerebro reptiliano, que sería el cerebro más profundo, estaría formado por los ganglios basales, el tronco del encéfalo y el cerebelo. Según esta idea, este cerebro primitivo, controlaría todos los comportamientos instintivos que se centran en las actividades más básicas de la supervivencia. Este cerebro, también controlaría las funciones autonómicas (respiración y latido cardíaco), el equilibrio y el movimiento muscular.
El segundo cerebro lo forma el sistema límbico. Es el cerebro paleo mamífero y es el responsable de las emociones. Este cerebro, estaría formado por la amígdala, el septo, el hipotálamo, la corteza del cíngulo y el hipocampo. Sería el cerebro responsable de las emociones que sentimos en las relaciones humanas y con el exterior.
El tercer cerebro, sería el neocórtex, característico del ser humano y de los primates. Este cerebro, sería el responsable del pensamiento, el raciocinio, la abstracción, el habla, la planificación, la percepción y las funciones cerebrales superiores.
La teoría de los tres niveles del cerebro
El sistema límbico es el responsable de las emociones. Este cerebro, estaría formado por la amígdala, el septo, el hipotálamo, la corteza del cíngulo y el hipocampo.
Con todos estos nuevos datos e hipótesis, podemos empezar a ver una cierta lógica y orden en todo lo concerniente a los planos de conciencia. Podemos empezar a fusionar la enseñanza que nos aporta el Rombo con los datos que provienen de la Psicología Jungiana, de la Psicología transpersonal, de la Fisiología y de la Medicina.
Apenas estamos entrando en este mundo, pero empezamos a ver algunas relaciones y puntos de unión entre La Nueva Enseñanza y el conocimiento contemporáneo de la conciencia.
Es un terreno que hay que trabajar y desarrollar, pero parece basado sobre conceptos sólidos. Abrirse paso en el mundo de los planos de conciencia, siempre es complicado, pero como ya sabemos…después de un paso viene otro y luego otro …. y lo importante es empezar a andar.
FENÓMENOS FÍSICOS DENTRO DE LOS PLANOS DE CONCIENCIA
Vamos a hablar de tres fenómenos físicos muy conocidos tanto en el mundo de la física del sonido como en el de la música, y que tienen (como es lógico) su correspondencia en la figura del Rombo. Siempre hablamos de que en el Rombo están representadas y tienen lugar todas las leyes físicas. Ahora vamos a poner en marcha este axioma y a comentar tres leyes fundamentales del sonido que tienen su lectura y sus implicaciones lógicas en el mundo de los planos de conciencia.
1) Los armónicos.
Cuando en un piano se pulsa una tecla, (un Do central, por ejemplo) suena una nota musical que no es pura, ya que al vibrar la cuerda que genera la nota, se ponen a vibrar las otras cuerdas que generan los otros “Do” del instrumento. En ese momento, al tocar un Do, oímos la frecuencia fundamental que hemos pulsado más los armónicos de esa nota.
Los armónicos son los múltiplos de la frecuencia fundamental
Si pulsamos por ejemplo el cuarto Do del piano, vibrarán y por tanto producirán sonido desde el primero hasta el séptimo Do del piano. Estos sonidos son lo que llamamos armónicos.
Si ahora observamos los planos de conciencia, veremos que existe un Do para cada uno de los planos. Si una actividad mental produce una vibración, un sonido vinculado con el Do en el primer plano de conciencia, esta vibración producirá armónicos en los otros 5 planos. Con esta idea, vemos que la vibración que se genera en un plano de conciencia produce armónicos en todos los demás planos, en sentido ascendente y descendente.
La musicalidad de los armónicos en los planos de conciencia
Con la aplicación de este fenómeno físico en el terreno de los planos de conciencia, podemos pensar que cualquier actividad psíquica que se realice en un plano con una frecuencia vibratoria determinada, producirá vibraciones armónicas en todos los demás planos. De todo esto, resulta lógico pensar que la actividad de todos los planos está conectada y cualquier acción que tenga lugar en un plano, producirá armónicos en los otros planos, por muy alejados que estén del plano inicial. Podríamos decir que cualquier acción conciencial que se realiza en un plano, sea correcta o no, produce oscilaciones armónicas en los demás planos.
Donde se producirá la vibración mayor, será en el plano donde se produce la vibración original, y en la medida en que nos alejemos de esa frecuencia fundamental, la oscilación será cada vez menor, pero siempre existirá en mayor o menor medida. Cualquier pensamiento generado en un plano, genera armónicos de ese pensamiento en todos los planos. Cualquier actitud mental creada en un plano, se traslada en cascada al resto de los planos.
Desde esta concepción de la teoría musical, físicamente, parece imposible parcelar sentimientos, sensaciones o emociones y restringirlas a un solo plano, ya que las leyes físicas de la armonía se encargan de distribuir por todos los planos las réplicas de la vibración originada en un solo plano.
Aunque los planos estén separados por una distancia dimensional, no están aislados los unos de los otros, ya que esta ley sonora, los comunica a todos y hace que una experiencia vivida en un plano haga vibrar por armonía a todos los otros planos, con menor o mayor intensidad.
Un pensamiento cualquiera produce armónicos en los otros planos
2) La resonancia.
La resonancia es el conjunto de fenómenos relacionados con los movimientos periódicos en que se produce reforzamiento de la frecuencia natural de la oscilación de una estructura. Para entender este fenómeno, primero hemos de saber que cada estructura elemental, tiene una frecuencia propia. Si golpeamos ligeramente una copa con un dedo, producirá un sonido que será perfectamente audible (pongamos unos 523 Hz), y que corresponderá por ejemplo a un Do.
La frecuencia de vibración de una copa determinada
Si determinamos con exactitud esa frecuencia y a través de un generador de sonidos, la aplicamos cerca de la copa con una intensidad fuerte, la copa empezará a vibrar, entrará en resonancia con la vibración sonora hasta que al final, si la intensidad sonora es muy grande, la oscilación y la deformación de la copa, superará la fuerza de cohesión molecular y la copa se romperá.
Otra copa de cristal, pero con una forma distinta, tendrá otra frecuencia de resonancia ya que esta frecuencia resonante (entre otras cosas) está relacionada con la forma tridimensional de la estructura.
Las estructuras, aunque parezcan rígidas e inamovibles, no lo son en realidad, ya que su forma puede variar según las condiciones físicas que tengan lugar sobre esa estructura. Un edificio, un puente o estructuras mucho más pequeñas, pueden vibrar por resonancia (y cambiar de forma) si se aplican sobre ellas las frecuencias que le son resonantes.
Además de la forma tridimensional de cualquier estructura, hay una característica que es capaz de incidir sobre la capacidad de resonancia de un objeto: el material con el que está realizado.
En el fondo de cada estructura tridimensional, reside una estructura atómica o molecular que tiene también una forma geométrica determinada y que se observa en los diferentes sistemas de cristalización que se conocen.
Sistemas de cristalización
Es decir que cada estructura tridimensional, (independientemente de su forma), tiene en su base atómica bidimensional una estructura con una frecuencia resonante. Es decir, cualquier estructura tridimensional, tiene también una resonancia bidimensional.
Pero aparte de la forma atómica, se debe considerar la naturaleza física del átomo o la molécula, ya que es lógico pensar que además de la forma, tiene mucha importancia para la microestructura la naturaleza del mismo material. Así, aunque tengan el mismo sistema de cristalización, es muy posible que una estructura resuene de una manera u otra si está hecha de un material ligero o de uno más pesado, como en el caso de la Pirita o la Halita
Al final, todas las estructuras tridimensionales, resonarán según las características de sus componentes bidimensionales, (como su arquitectura microscópica y su composición atómica) y de su mismo tamaño. El factor tamaño puede sorprender de entrada, pero sólo tenemos que observar lo que sucede con diferentes tubos de aluminio que resuenan con una frecuencia sonora según su longitud. En el caso de los tubos de aluminio, comparten la misma estructura bidimensional y la misma forma tridimensional. Lo único que varía es su tamaño.
Al final de todo este conjunto de pequeños datos, tenemos un concepto claro: los objetos tridimensionales resuenan a determinadas frecuencias. Y si lo miramos bien, no resuenan sólo a una determinada frecuencia. Resuenan a muchas, pero especialmente, lo hacen de una manera mucho más visible a una en concreto, que conocemos como frecuencia de resonancia.
Un sistema físico, resuena a diversas frecuencias
Y todo esto, tiene su aplicación en el mundo del Rombo, ya que sabemos que cada plano de conciencia puede variar en tamaño y composición respecto a los otros planos ya que se puede dilatar horizontal o verticalmente y estar hecho de unas materiales concienciales u otros.
Al hacer esto y variar la forma de su estructura y su composición, cada plano cambia automáticamente su frecuencia resonante. No todos los planos tienen la misma frecuencia resonante. Todos son muy distintos.
Como que cada plano tiene su frecuencia, al final entre todos los planos, se genera una frecuencia final grupal, esta multi- frecuencia total, hará resonar a todas las estructuras que estén sintonizadas con esa frecuencia final o con alguna de las frecuencias que la originan. Y a la inversa, cuando se produce en nuestro exterior cualquier vibración en forma de música, color, olor, pensamiento, concepto o idea, algunos de nuestros planos de conciencia son capaces de vibrar con esas frecuencia por resonancia. En ese momento, nos volvemos muy físicos y decimos: “Esto me resuena”.
Sólo un diapasón tiene una estructura resonante con la frecuencia original
Posiblemente, existirán determinadas frecuencias externas que coincidan con alguna de las frecuencias de algún plano de conciencia, y en ese momento, el plano de conciencia entrará en resonancia con el estímulo exterior, captando todo el interés por aquella vibración y centrando la actividad de la conciencia en aquel estímulo.
Un plano determinado resuena ante una frecuencia exterior
La resonancia es un fenómeno físico muy conocido y que puede ser aplicado y estudiado perfectamente desde la perspectiva romboidal de los planos de conciencia. Sólo hace falta conocer mínimamente el concepto y llevarlo al mundo de la conciencia. Trasladando estos conceptos físicos al Rombo, podemos decir con toda lógica que cada plano de conciencia vibra en resonancia con las frecuencias de las dimensiones con las que está vinculado.
Cada plano de conciencia vibra en resonancia con sus dimensiones
3) El timbre
El timbre en música, o en la física del sonido, es una cualidad que depende de cómo resuena la frecuencia fundamental y los distintos armónicos en la caja de resonancia. Cada caja de resonancia tiene un timbre especial. Hay cajas de resonancia que no resuenan con determinadas frecuencias, pero otras cajas, están preparadas para que, en ellas, resuenen muchas frecuencias.
Hay cajas que tienen distintas dimensiones (diferentes medidas) en las que pueden vibrar los distintos armónicos de una frecuencia. Según la intensidad en que resuenen los distintos armónicos en cada instrumento, tendremos un timbre u otro. La suma de todos los armónicos junto con la frecuencia fundamental es lo que da el timbre.
El timbre es la cualidad que permite distinguir unos sonidos de otros cuando tienen igual tono e intensidad. El timbre de los instrumentos está determinado por la forma y por el material que lo produce, como la cuerda, la madera, o el metal.
En el caso del Rombo, podemos pensar que como generador de frecuencias que es, tiene la posibilidad de generar frecuencias sonoras. Estas frecuencias y sus armónicos generaran en la estructura del Rombo un timbre particular, diferente al de cualquier instrumento conocido, y que podrá variar según la estructura con la que esté hecho el Rombo. Así, cada Rombo tendrá su timbre, al igual que la voz de cada persona, tiene su timbre particular.
El timbre de cada instrumento
Hemos visto ya a los armónicos, a la resonancia y al timbre, los tres aspectos físicos del sonido que se producen dentro del Rombo. De repente, el Rombo se nos ha aparecido como un instrumento musical, en el que aparecen (como no) todas las leyes del sonido.
El Rombo sigue siendo el mismo, pero cada día se va llenando más y más de contenido. No parece tener fin en su capacidad de contener …y seguro que es así.
UNA ESTRUCTURA INTELIGENTE
Como sabemos, la estructura del Rombo es capaz de oscilar, aumentando el tamaño de su diagonal menor y mayor y esto lo hace por el sencillo hecho de que late y respira, tal como lo hace la vida. Aunque sabemos que el motivo real de la oscilación es la respiración y este movimiento no depende de la actividad que hay en su interior, podemos teorizar un poco pensando que, en cierta manera, algún tipo de ajuste en su estructura o movimiento cíclico podría depender de las frecuencias que se generaran en su interior.
Con esta idea queremos decir que existiría la posibilidad de que la estructura del Rombo en un momento determinado se ajustase hasta entrar en resonancia con la frecuencia que se encontrase en su interior. Al hacerlo, mantendría la vibración interior y la vibración no se disiparía, produciendo una retroalimentación y una estabilización del sistema.
Hemos comentado que la transición por los planos de conciencia es continua, pero en estado de reposo, cada ser humano, tiene un plano de conciencia en el que descansa. Ello haría que el Rombo ajustara su forma, su transparencia y su color a ese estado de conciencia. Él, por su parte, seguiría respirando y variando de tamaño, pero tendría alguna característica propia (coloración, transparencia, luminosidad) para cada individuo.
El Rombo tiene la capacidad de variar tanto su estructura como alguna de sus cualidades funcionales para encontrar una forma resonante de acuerdo con la vibración que se encuentra en el interior. Es un circuito que tiene como finalidad el máximo aprovechamiento frecuencial y la mínima disipación. La vibración genera una estructura determinada que mantiene viva la vibración. Si aparece en el interior una nueva vibración predominante, el Rombo ajusta de nuevo sus medidas o sus cualidades para conseguir unos armónicos, una resonancia y un timbre perfectos.
Una estructura inteligente
El Rombo es una estructura inteligente que ajusta su estructura tridimensional y su coloración a la vibración que hay en su interior por un doble motivo: Para responder adecuadamente al estímulo interno y para hallar una caja de resonancia que permita mantener la vibración creada y evitar su disipación, es decir para mantener las frecuencia adecuada a una necesidad.
Sabemos que cada estructura tridimensional es capaz de resonar mejor con unas frecuencias que con otras y eso depende de la geometría y la estructura interna de cada cuerpo. Hemos visto que la geometría interior del Rombo está hecha en base al número ɸ.
El número ɸ
Este número que se encuentra agazapado en la serie de Fibonacci, expresa el crecimiento armónico de la naturaleza y la belleza de las formas, de tal manera que cualquier sonido, grupo de sonidos o de pensamientos que lleve en su interior a ɸ, hará resonar a toda la estructura del Rombo y transmitirá de nuevo esa vibración a todo el interior.
La serie de Fibonacci
En este punto, hemos de preguntarnos si la estructura del Rombo está diseñada para mantener la vida dentro de unos valores oscilantes de ɸ. El Rombo podría tener un margen de tolerancia que podría oscilar entre pequeñas desviaciones a la izquierda o a la derecha del valor de ɸ. Mientras las desviaciones son pequeñas, la tolerancia de la estructura no se queja, pero a partir de cierta desviación, el Rombo pierde sus valores de equilibrio y la estructura ha de poner en marcha mecanismos para reajustarla.
Si la base del Universo es el Amor, la Figura del Rombo, ha de mostrar una estructura capaz de albergar la frecuencia del amor y ha de estar preparada para resonar con perfección a esa frecuencia y a sus distintos armónicos para producir un timbre único.
Imaginamos que en la medida que una frecuencia se aleja de la frecuencia fundamental del Amor, la resonancia que producirá en el Rombo será menor y no se potenciará.
El Rombo parece estar gobernado por un sistema inteligente de auto equilibrio y auto- rectificación continuo y el karma es el conductor de este equilibrio. No digo nada nuevo. Como se nos decía en un pasaje de las Escrituras:
“L’home, criatura evolutiva sotmesa a totes les Lleis Universals, per tant criatura no completament autònoma ni lliure, té, malgrat tots aquests condicionaments, la llibertat d’actuació proporcional al seu grau evolutiu. Si s’equivoca en l’ús d’aquesta llibertat, al sentir-se desequilibrat i alterat en l’harmonia del seu arquetip de la Sagrada Forma, busca per ell mateix, el seu bé, encara que sigui mitjançant el dolor i el sofriment.”