Dimensiones del Rombo
Definiciones de los diferentes aspectos de dimensión del rombo
El concepto de dimensión se ha intentado simplificar popularmente con la idea de los tres ejes del espacio y que proporcionan a los cuerpos los valores de largo, ancho y alto, o con la otra posibilidad de punto, línea y figura geométrica, pero en realidad la definición es mucho más compleja y amplia. A menudo sucede que, para poder asimilar ideas abstractas y amplias, se utilizan conceptos muy sencillos con los que posteriormente, se puede razonar y pensar. Pero a veces, en el intento de esquematización, se pierde la profundidad del sentido amplio de la palabra y queda un significado tan estrecho que hace que en su interior no pueda caber casi nada. Creo que esto, es lo que ha pasado con el concepto actual de dimensión, ya que la palabra, tiene múltiples significados, muchos más de los utilizados normalmente.
Vamos a recordar 13 definiciones de la palabra “dimensión” (todas ellas válidas) que podemos encontrar en artículos o diccionarios:
- 1) Una dimensión es la medida de un objeto.
- 2) Una dimensión es una magnitud que nos dice la longitud de una línea, el área de una superficie o el volumen de un cuerpo.
- 3) Una dimensión es un número relacionado con las propiedades métricas de un objeto matemático.
- 4) Una dimensión es la importancia o magnitud que puede adquirir cualquier suceso.
- 5) Una dimensión es cada paso o nivel que tiene cualquier situación.
- 6) Una dimensión es cada una de las magnitudes de las cualidades que definen o sustentan un fenómeno.
- 7) Una dimensión es un estado de la manifestación, donde las leyes universales se representan específicamente, según las cualidades espacio temporales particulares del lugar.
- 8) Una dimensión es un nivel particular de organización de energía y materia.
- 9) Una dimensión es un campo de información estratificada.
- 10) Una dimensión es un estado que posee unas simetrías particulares de fuerza y materia.
- 11) Una dimensión es un escenario regido por un grado de libertad determinado, que mide la capacidad global de posicionamiento y velocidad de un sistema.
- 12) Una dimensión es cada uno de los estados evolutivos de la existencia que experimentamos durante el ascenso cósmico.
- 13) Una dimensión es una unidad particular de manifestación espaciotemporal.
Para comprender el sentido de la palabra dimensión dentro del Rombo, debemos abandonar el concepto geométrico o matemático por un sentido mucho más amplio y vinculado con el mundo de la física y la organización de la materia y la energía:
Una dimensión es cada uno de los niveles que existe dentro de la manifestación espacio temporal en el que están estratificados todos los valores de la materia y la energía, donde las leyes universales se presentan de manera local, generando un campo de información, hecho de todas las características del sistema como simetría, libertad, movilidad y vida, haciendo posible que se puedan producir acciones que se orienten hacia la aparición de distintas formas de vida, con estructura, conciencia y necesidades evolutivas adaptadas a las características del entorno.
Para sumergirnos un poco más en el nuevo significado de la palabra dimensión dentro del mundo del Rombo, y hacerlo un poco más comprensible, necesitamos la presencia de la figura, así que vamos a observarla de nuevo y a observar que hay en cada una de sus dimensiones.
Figura. Características generales de las dimensiones del Rombo
En la parte derecha del Rombo podemos observar tres dimensiones más y todas vinculadas con los fenómenos relacionados con la energía. Partiremos de la radiación cósmica, de los Rayos de energía cósmica que emergen de la séptima dimensión y que se convierten en su enfriamiento, en luz blanca en la sexta dimensión y ésta a su vez, por el enlentecimiento que se da en la quinta dimensión, se transforma en luz tonal.
La cuarta dimensión, que se halla en la columna del medio, engloba todas las manifestaciones materiales que vienen de la izquierda y a las energéticas que llegan desde la derecha. Los cuerpos densos y materiales que vienen por la izquierda entran en contacto con la vibración que habita allí y son descompuestos y enviados a todo el espacio. En esta cuarta dimensión tiene lugar una vibración y una dispersión material y una proyección energética que da lugar a una fusión total entre materia y energía. La parte izquierda y la parte derecha de lo manifestado se unen y fusionan. Esta dimensión, es sin duda, el lugar donde reside la máxima complejidad y libertad de la vida, que alberga y fusiona al mismo tiempo todos los aspectos de la materia y de la energía en su fase de máxima evolución y libertad.
Las 7 dimensiones se originan por construcción, por una arquitectura propia del universo. Ellas forman la pieza angular, el soporte de todo lo creado, y la base sobre la que se edifica todo el Rombo. Todo lo creado está contenido en ellas y todos los fenómenos de la vida, tienen lugar en su seno. Las dimensiones, como tales, no se pueden ver, ya que ellas son la estructura y el espacio donde tienen lugar los distintos fenómenos materiales y energéticos del mundo manifestado.
Simetría especular dimensional del Rombo
Hemos de sustituir los conceptos ancestrales de dimensión, y darles una orientación distinta. El término ha de ser amplio y ha de estar vinculado con los niveles de materia, energía e información. Si utilizamos la palabra dimensión bajo estos nuevos conceptos, entenderemos muchas más cosas y podrán desaparecer los reparos y bloqueos conceptuales que suscitan estos temas.
Las dimensiones guardan entre sí una relación de oposición, tienen características parecidas, pero unas representan el lado de la materia y las otras, el lado de la energía. De hecho, las dos dimensiones opuestas están juntas, fusionadas, unidas y no separadas, pero el Rombo nos proporciona un artificio didáctico, y nos ofrece la posibilidad de observar una separación teórica, para poder teorizar, ver la realidad más profunda y comprender mejor un fenómeno conocido por todos y es que la materia y la energía están unidas y no se pueden concebir la una sin la otra. Desde esta nueva perspectiva, podemos hablar de las similitudes de las dimensiones con cierta fluidez y sin atascarnos demasiado.
Figura. Las correspondencias entre las dimensiones del rombo
Vemos que las 7ª, 6ª y 5ª dimensiones están relacionadas y son el equivalente a la 1ª, 2ª y 3ª dimensiones, pero vistas desde la óptica de la organización de la energía.
Todos podemos entender el aumento del nivel de complejidad desde la primera dimensión hasta la tercera. Pasamos de los elementos primarios no manifestados al ADN y a los reinos de la naturaleza. Con un poquito de imaginación, podremos hacer lo mismo desde la derecha y pasar desde la simplicidad de los rayos de energía cósmica a la luz blanca y al despliegue cromático que aparece cuando ésta se abre y descompone.
Es por eso que, dentro del funcionamiento de la Sagrada Forma del Rombo, creemos que no se debe empezar a contar desde la izquierda y decir: 1ªD, 2ªD. y 3ªD sin ver que al mismo tiempo y desde la derecha se inicia un movimiento simultáneo hacia el centro y que hace: 7ªD, 6ªD y 5ªD. Si analizamos los fenómenos con esta visión binocular, es posible que podamos integrar en una imagen las dos polaridades, los dos fenómenos que ocurren al mismo tiempo y que sólo se pueden separar de una manera ficticia, para facilitar la comprensión de la totalidad. Si observamos en imágenes las características de una dimensión y la de su simétrica paralela, observaremos las similitudes que se dan entre las dimensiones hermanadas. Parecen una imagen y su contraimagen en simetría especular.
La sopa material, ese de caldo elemental, amorfo e indiferenciado de la 1ºD, tiene una cierta similitud con el continuo indisoluble y expandido del magma energético de la 7ªD. La cristalización perfecta y hermosa de la 2ªD tiene una correspondencia total con la geometría, las matemáticas y los números que aparecen en la 6ªD.
La proliferación exuberante de formas de vida de la naturaleza en la 3ªD se fusiona con la magnífica formación de los colores y sonidos que aparecen en la 5ªD. No podemos separar las manifestaciones estructurales de los Reinos de la naturaleza que vienen dados por la tercera dimensión, del color y del sonido que nos llegan desde la quinta dimensión. Toda criatura y toda forma tienen el regalo adicional de color y sonido. Es una atracción inevitable, un complemento perfecto.
La idea que debemos tener presente cuando nos referimos a dimensiones, es que estamos hablando de distintos niveles de organización de materia y energía. Este, ha de ser el concepto conductor, el hilo de Ariadna que permitirá no perdernos conceptualmente en tortuosos caminos. A partir de aquí, con esta idea integrada, hemos de comprender que esta gran diferenciación polar de la naturaleza presenta a su vez, una subespecialización dentro de estos dos macro niveles. El nivel material tiene tres dimensiones representadas por colores distintos (rojo, naranja y amarillo) y el nivel energético a su vez, tiene también tres dimensiones simbolizadas por otros tres colores (violeta, añil, y cyan). Estos dos grandes grupos de dimensiones se unen en el centro, donde al fundirse los colores amarillo y cyan, originan el color verde, resultando de esta fusión, una dimensión especial, que comparte aspectos materiales y energéticos y que conocemos como cuarta dimensión.
Las dimensiones superiores o energéticas acompañan siempre a las dimensiones inferiores o materiales, y cada una de ellas, está relacionada con su “dimensión paralela” y aporta el aspecto energético a la dimensión material acoplada. La 1ª dimensión, la que representa la manifestación de los Elementos Primarios, está unida a la 7ª dimensión que es la manifestación de los Rayos de Energía Cósmica. Estas dos dimensiones, simbolizan el mismo principio: El inicio de la emanación y la primera manifestación de lo creado. La primera manifestación material, se observa en la primera dimensión, y la primera emanación y manifestación energética se hace patente en la séptima dimensión. La similitud de las dos dimensiones es obvia: tienen simetría especular y representan el inicio de la manifestación del universo en sus dos aspectos polares.
La 2ª dimensión es el sitio donde la masa informe de los elementos primigenios, empieza a organizarse, a separarse y a crear los átomos y estructuras subatómicas con sus formas y con sus estructuras geométricas individuales. Esta dimensión, está unida a su dimensión paralela, en este caso, la 6ª dimensión. En esta 6ª dimensión, sucede algo parecido a lo que sucedía en la 2ª, ya que el efecto de la primera congelación hace que el magma de los Rayos de Energía Cósmica de la séptima dimensión, se diferencien claramente en Rayos Regentes y en los Vigilantes-Ejecutores, que dan como resultado práctico, la aparición de los rayos cósmicos corpusculares y la radiación electromagnética o luz. Esta sexta dimensión, lleva en su interior, información de las primeras manifestaciones arquetípicas y matemáticas. En su aparición, la sexta dimensión interacciona con la materia que empieza a disgregarse del magma material primordial y transmite su conocimiento arquetípico y matemático en lenguaje visible de geometría atómica y molecular. Esta luz blanca, interacciona y organiza a los átomos, circulando entre ellos y haciendo patente la aparición de una manera evidente, del continuo espacio-tiempo, que de hecho, se inicia muy tímidamente, de una manera casi inexistente o imposible de mesurar en la primera y séptima dimensión, pero es claramente observable y manifiesto entre la 2ª y la 6ª dimensión.
La 3ª dimensión pasa por el mismo proceso de congelamiento y desde las estructuras atómicas y moleculares, se produce un descenso del nivel de agitación, lo que permite la combinación y organización de todas estas estructuras elementales para empezar a construir macroestructuras, formas de vida más complejas, masivas y elaboradas. Este proceso, conduce a la aparición progresiva de los reinos de la naturaleza. Esta 3ª dimensión, está unida a la 5ª dimensión, que ha pasado también por el mismo proceso de enfriamiento y de la luz blanca, por enlentecimiento, han aparecido ya los colores y los sonidos. Al mismo tiempo que se abre la luz, los arquetipos puros y elementales de la 6ª dimensión, también se abren y desglosan, generando ideas más concretas, arquetipos más específicos con una geometría más compleja y elaborada, que servirán como planos o modelos para la creación de estructuras físicas y psíquicas que aparecerán en la tercera dimensión. Es decir, que aquí, en esta 5ª dimensión, están las informaciones concretas y los dibujos pormenorizados para la organización psico-física de los cuerpos celestes tridimensionales y de las formas de vida macroscópicas que albergarán estas imponentes estructuras. Es ciertamente, un lugar de actividad frenética, porque estamos hablando de un sitio, de una dimensión que pone en marcha, organiza y detalla todas las estructuras del universo tridimensional.
La última dimensión que nos queda por comentar es la 4ª dimensión, que está diferenciada en dos partes: La de la izquierda y la de la derecha. La parte de la izquierda está más relacionada con todo el proceso que asciende desde la evolución material, y aquí, en esta parte de la 4ª dimensión, se consigue que todos los cuerpos, ganen más libertad de movimiento y se descompongan a través del espacio. La parte derecha de esta cuarta dimensión está más vinculada a la parte derecha del Rombo, que es donde se da la evolución energética, desde donde van apareciendo progresivamente los Rayos, la luz blanca, los colores, los sonidos y desde donde se da la proyección de todas estas vibraciones a todos los cuerpos densos. La parte izquierda descompone a los cuerpos en su parte más pequeña e íntima y la parte derecha hace que todas las vibraciones energéticas, se proyecten, lleguen y se incorporen a las partes más íntimas de todos los puntos de los cuerpos densos que se encuentran descompuestos en el espacio. En esta dimensión, se da una fusión completa de materia y energía.
Todas estas fusiones de las dimensiones paralelas son inseparables, ya que estas parejas dimensionales, están acopladas y forman un bloque compacto. Están pegadas las unas con las otras, totalmente ínter penetradas y unidas de una forma indisoluble. Son parejas estables e inseparables, ya que están unidas por atracción polar en cada uno de sus puntos constituyentes. Cada una de ellas es una cara de la moneda, y al igual que en una moneda, no se pueden separarlas las dos caras, sucede lo mismo con las dimensiones paralelas. Una dimensión representa la cara de la moneda, y su estructura es material, y la otra dimensión es la cruz o cara energética.
Con un poco de imaginación, podemos visualizar como las dimensiones superiores y más sutiles, entran dentro de sus homólogas materiales hasta su estructura más íntima. No se quedan solo en la piel. No hay rincón oculto que quede sin estimular. Se difunden por cada uno de los poros atómicos y detienen su camino cuando hacen contacto con la zona simétrica más profunda, donde se produce la fusión íntima. Con esta idea, podemos imaginar como cada una de las dimensiones superiores, abraza por dentro y por fuera a la dimensión material paralela. Podemos imaginarnos que al igual que una mano se abraza con otra, dos dimensiones paralelas, se acoplan, y lo propio sucede con cada una de las dimensiones y su pareja asociada, haciendo que al final de toda esta fusión, el resultado sea una amalgama de dimensiones pegadas. De este amasijo de dimensiones, no se pueden separar realmente sus constituyentes. Se pueden desenganchar y estudiar por separado desde la teoría, con la finalidad de facilitar la comprensión del fenómeno, pero es solo un juego intelectual.
A veces, estas cuestiones tan teóricas, cuesta entenderlas y llevarlas a la práctica, pero con la observación del día a día, es más fácil entender esta inseparabilidad. Imaginemos, por un instante, que quisiéramos separar en sus componentes, el estado inicial del Big Bang. Para ello, tenemos que desplazarnos al mundo inicial de la 1ª y 7ª dimensión. Tendríamos que separar a toda la materia del universo que existía en el estado inicial, de la fuerza que estaba unida a ella. Eso es muy difícil de imaginar. Tan difícil como intentar separar la materia y la energía que se desprenden cuando colisionan dos cuerpos o cuando se da una colisión múltiple en el billar. Toda la energía que está dentro y fuera de los cuerpos, tiene a su vez materia. Y toda la materia, dentro y fuera de los cuerpos, tiene energía. Podemos separar materia y energía intelectualmente, pero físicamente, es otra cosa.
Si, por ejemplo, nos adentramos un poco más en un mundo más conocido y entramos en el reino de los átomos y moléculas, y queremos separar la 6ª dimensión de la 2ª dimensión, nos encontraremos con una gran dificultad. En este punto, intentar una separación es como decirle a un cristal de sal que haga desaparecer su forma geométrica, microscópica o macroscópica y se vuelva una molécula de sal sin forma. O pedirle al agua que olvide su estructura geométrica que tiene en el estado líquido o que renuncie a sus formas de cristalización en estado sólido.
Si en nuestro viaje imposible, quisiéramos seguir con la obsesión de las separaciones, le tendríamos que pedir a la 3ª dimensión que se separase de la 5ª dimensión y que la flor renunciase a su color y también, le podríamos pedir al volcán que renunciase a su sonido y de paso, y a un perro que olvidase su ladrido.
Si quisiéramos ir todavía más allá y quisiéramos escindir y separar a la misma 4ª dimensión, nos encontraríamos con un problema muy grande. Porque, por un lado, la cuarta dimensión tiene la parte izquierda relacionada con la vibración y la descomposición de los cuerpos, y la parte derecha, vinculada a la proyección de las vibraciones sobre los cuerpos. En un espejo en forma de bola de cristal, la parte izquierda de la 4ª dimensión, la que es de naturaleza más centrífuga, enviaría toda la información que hay en el espejo a todo el espacio exterior. La parte derecha de la 4ª dimensión es de naturaleza más proyectiva, más centrípeta, es decir, permite que lo que existe fuera de la bola, se proyecte hacia el espejo, y hace posible por ejemplo poder verse reflejado en la bola. Las dos funciones, la expansiva y la proyectiva, son inseparables, ya que, aunque distintas y opuestas, forman parte de la misma unidad indivisible.
Podemos poner otro ejemplo. Aunque sabemos que somos seres tridimensionales, percibimos todas las sensaciones afectivas, intelectuales y espirituales gracias a que participamos de la cuarta dimensión. Por otro lado, al igual que nuestro cuerpo físico se sutiliza y entra dentro de la cuarta dimensión con una estructura etérica, pienso que es muy posible que los sonidos, se puedan materializar un poco más y entrar con delicado paso en la cuarta dimensión, fusionándose con nuestro cuerpo y psiquismo, originando la palabra, que es la expresión sonora, expansiva e irradiante de nuestras funciones superiores. La palabra humana, cargada de sentimiento y pensamiento, puede atravesar todas las fronteras y penetrar hasta el más íntimo rincón. Por otro lado, la misma palabra, emitida por otra persona y oída por nosotros, es la fuerza proyectiva que profundiza hasta la última célula de nuestro ser y nos transmite la fuerza del sentimiento, emoción o razón del que habla. No podemos, al igual que en el anterior caso, separar la palabra dicha de la palabra oída. Forman el mismo conjunto indivisible.
Es imposible separar unas dimensiones de las otras, ya que están unidas, fusionadas y entrelazadas. Son muchas estructuras juntas y cuesta visualizar todo este amasijo de formas y diseños, porque hay muchos objetos unos dentro de otros. Así, dentro de la primera dimensión, está la séptima dimensión. Dentro de la segunda, está la sexta, y dentro de la tercera, la quinta. Y dentro de la parte material de la cuarta, está la parte etérica de la cuarta. La situación se vuelve mucho más compleja cuando recordamos el fenómeno holográfico, que permite lo que llamamos Rombo de Rombos por lo que el número de fusiones se multiplica. Por si fuera poco, existe además otro factor del que no hemos hablado aún, que viene a enredar más las relaciones, y es el que hace referencia a los circuitos de generación, estímulo y frenado que existen entre las dimensiones. Al final de todo esto, obtenemos una maraña de dimensiones, subdimensiones, circuitos y planos de conciencia que hacen de todo este conglomerado, una unidad, que, aunque pueda ser estudiada separadamente para su mejor comprensión teórica, forma de hecho un bloque compacto e indivisible.