La pirámide dentro del Rombo
Cuando alguien se aproxima al Rombo tridimensional por primera vez, observa dos hechos que le son familiares: por un lado el degradado de los colores típico del arco iris y la presencia de una doble pirámide. Ambos hechos son ciertos y en este artículo estudiaremos la presencia de la pirámide cuadrangular dentro del Rombo.
EL ESQUEMA DE LA PIRÁMIDE
En la enseñanza del Rombo han aparecido diversas figuras geométricas que servían para poder entender con facilidad una idea que expresaba conceptos relativos a la estructura del ser humano, a su psiquismo y a otros temas de índole más universal. Para hablar de todas estas materias, se han utilizado circunferencias, elipses, espirales, ondas senoidales, triángulos, pirámides de cuatro lados, de cinco lados y figuras mucho más complejas. Pero ahora, en este instante, la que reclama nuestra atención es la pirámide de base cuadrangular.
En el esquema que se muestra a continuación y en el que se observa una pirámide vista desde arriba, se puede estudiar lo que son los principales elementos constituyentes del ser humano: inteligencia, voluntad, instinto y automatismo.
Estas cuatro sustancias forman al hombre y se representan con la figura de la pirámide. Cada una de estas cuatro sustancias del hombre está relacionada con una faceta de la pirámide, y al unirse todas en un punto central (que sería la cúspide la pirámide), generan una fuerza cósmica que sale del hombre hacia el cosmos y que al mismo tiempo llega hasta él, haciendo que el ser humano sea el único ser del universo receptor y emisor de estas energías cósmicas.
Dibujo. La pirámide y las cuatro facetas del ser humano
Cada una de estas cuatro piezas fundamentales de la estructura humana, comparte con su vecina dos cualidades que están situadas en las aristas, tal como queda reflejado en el esquema. A continuación, hablaremos de estas cuatro cualidades y las desglosaremos.
LA VOLUNTAD
En la parte de arriba de la figura, tenemos a la voluntad. Esta sustancia le es necesaria al hombre para desarrollar los estudios y los trabajos que necesita para llegar a ser el hombre cósmico que está destinado a ser. La voluntad se sustenta tal como vemos en el dibujo por dos factores: las ansias de superación y el esfuerzo personal.
EL INSTINTO
A la izquierda de la figura tenemos al instinto, que es otra pieza fundamental, y que está enmarcada por el esfuerzo personal y la conservación de la especie. Estos dos factores nos han permitido como humanos sobrevivir a las catástrofes naturales y a las agresiones de las otras especies animales.
El esfuerzo personal es el primero de estos dos componentes y supone la realización de una acción enérgica, perseverante y disciplinada para conseguir un objetivo.
El segundo factor es el instinto de conservación de la especie, que se subdivide a su vez dos actividades instintivas distintas: el instinto de procreación y el instinto de agresividad.
El instinto de procreación es el que permite la perpetuación de la especie y se manifiesta en el ser humano en dos vertientes; la puramente sexual y la creatividad, que es el instinto de crear algo nuevo que sirva para perpetuar la especie y la vida.
La segunda parte del instinto de conservación de la especie es la agresividad y es lo que necesita el ser humano para luchar, combatir y permitir no ser eliminado por las otras especies animales.
Dibujo. Las partes del instinto
El instinto es pues una pieza fundamental en el ser humano y no ha de ser considerada como algo inferior o primario que pueda ser desechado. Gracias al instinto vivimos como individuo y como especie.
EL AUTOMATISMO
El automatismo es el sistema por el cual el ser humano se mantiene con vida sin que haya una participación directa de los procesos cognitivos. Gracias a todas las funciones que se realizan automáticamente y en las que no interviene la conciencia, el hombre respira, palpita su corazón, funciona su cerebro, y se activan los distintos sistemas y grupos celulares del organismo. Cada uno de sistemas diferenciados, tiene una conciencia grupal propia que es capaz de reclamar en cada momento lo que necesita para llevar a cabo sus procesos vitales.
El automatismo se sostiene a su vez como vemos en el dibujo de la pirámide por dos factores: por un lado, la conservación de la especie y por las ansias de superación, que es lo que le permite mejorar cada vez el funcionamiento de los sistemas automáticos y adaptarse a las necesidades de la especie y del individuo.
LA INTELIGENCIA
La inteligencia es la facultad de la mente que permite aprender, entender, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. La inteligencia se sustenta tal como vemos en el dibujo por las ansias de superación y por el raciocinio, que es la facultad que permite utilizar la razón para cotejar diferentes juicios y formular uno nuevo.
La inteligencia del hombre le permite discernir en cada momento cuál de las cuatro sustancias que lo forman ha de ser potenciada.
Si estos cuatro elementos que forman el ser humano trabajan armónicamente y en equilibrio, el hombre se encontrará bien y esto hará que, de él, pueda surgir el verdadero hombre cósmico.
Para que estas cuatro sustancias trabajen armónicamente, se equilibren y se ayuden, hace falta la presencia del amor que hará que estas cuatro facultades trabajen unidas de la mano y con un mismo fin.
LAS SEMEJANZAS ENTRE LA PIRÁMIDE Y EL ROMBO.
Unos dos años antes de que apareciera el Rombo, hizo irrupción en nuestro estudio la figura de la pirámide, y cuando llegó, todos teníamos muy presente a la otra pirámide, la más conocida, y la que es la construcción arquitectónica más misteriosa, sobresaliente y conocida de Egipto.
Ahora, con la perspectiva que da el tiempo, hemos podido ver casi sin querer, algunas similitudes entre la figura de la pirámide egipcia y el Rombo. Son semejanzas significativas, muy curiosas y vamos a exponer a continuación las que hemos encontrado. Es un capítulo abierto porque sin duda, hay muchas más conexiones entre la Pirámide y el Rombo que las que hemos encontrado en este estudio preliminar, pero empezaremos con las más evidentes y dejaremos que el tiempo nos permita ver las otras coincidencias.
1) SU CONSTRUCCIÓN GEOMÉTRICA
Ambas estructuras en su análisis exterior están compuestas sólo de triángulos, si bien es cierto que la base de la pirámide es cuadrangular, fenómeno que se observa sólo cuando se la observa desde arriba o desde abajo. Pero en la visión lateral, su composición aparente, es sólo triangular. De hecho, el comentario más común que aportan las personas que ven al Rombo tridimensional por primera vez es: el Rombo está formado por dos pirámides unidas por su base.
Ninguna de estas dos figuras geométricas está dentro de los considerados sólidos platónicos, pero hay una curiosidad en ello: El Rombo es un bitetraedro (el tetraedro si es un sólido platónico) y la pirámide es un hemioctaedro (el octaedro si es un sólido platónico).
2) LA ENERGÍA TERRESTRE Y LA ENERGÍA CELESTE
La orientación geográfica de la pirámide egipcia está muy estudiada, y es fácil entender que con la orientación magnética Norte-Sur de dos de sus caras, se invita al campo magnético terrestre a ascender por sus paredes y dirigirse hacia el vértice superior. Si una parte del material con el que está construido la pirámide es conductor, el paso del campo magnético genera un flujo eléctrico que se concentra en el extremo apical de la pirámide. Esto se debe al llamado efecto punta, que es un fenómeno eléctrico que se produce por la acumulación de carga en las zonas de un cuerpo que finalizan en forma de punta.
Cuando un material posee carga eléctrica, ésta se distribuye por todo su volumen de manera que, la densidad de la carga eléctrica es mayor en las zonas de menor volumen. Por este efecto, en la pirámide, se produce una acumulación de energía en la zona acabada en punta, donde el volumen es menor y se concentra por tanto mayor cantidad de carga eléctrica.
Dibujo. El efecto punta
En esta situación, con las cargas eléctricas en movimiento y generando una acumulación del campo eléctrico y magnético en el centro apical de la pirámide, los rayos cósmicos corpusculares de la zona vecina aprovechan estas líneas de condensación del campo magnético como camino para introducirse dentro de la pirámide, atravesarla, llegar hasta el suelo y estimular con su carga eléctrica el campo magnético terrestre subyacente.
De esto, resulta que la parte del campo magnético que está debajo de la pirámide aumenta de intensidad debido a la agitación magnética producida por la llegada de la energía eléctrica aportada por los Rayos cósmicos.
Dibujo. Los rayos cósmicos y el campo magnético terrestre en la pirámide
En el Rombo sucede algo parecido, pues en él, vemos una entrada vinculada con el magnetismo terrestre y otra con la energía cósmica. En el caso del Rombo, la entrada del magnetismo terrestre estaría más relacionada con los pies (1ªD) y la de la radiación cósmica con la cabeza (7ªD).
Dibujo. La entrada del magnetismo terrestre y de la radiación cósmica
El flujo magnético procedente del suelo asciende a través de la 1ª D y llega hasta la 7ªD, donde se encuentra con la llegada de radiación cósmica que desciende hasta el suelo estimulando el campo magnético, el cual vuelve a ascender de nuevo para crear este circuito sin fin. El punto central del Rombo, en su parte media, es el sitio donde confluyen los dos tipos de radiación, haciendo de esta zona un centro vital vinculado con el equilibrio, la fusión y la distribución energética.
3) CENTROS DE ACTIVACIÓN DEL PLANETA
Con este movimiento energético, alrededor de la pirámide, se crea una zona donde la radiación cosmotelúrica es de mayor intensidad y podría ser utilizada por todas las formas de vida que estuvieran cerca de estas estructuras. Estas zonas donde el campo magnético y la radiación cósmica son más intensas propician la comunicación del cielo y de la tierra y dan a estos lugares unas características muy especiales.
El mismo efecto de estimulación tiene lugar en el Rombo, y en él se produce esta condensación del campo magnético y de la radiación cósmica, haciendo variar todos los valores energéticos que se dan a su alrededor. Este efecto, al igual que sucede en las pirámides, produce una acción transformadora en las personas y en las estructuras biológicas que se encuentran en su campo de influencia.
El Rombo crea un campo electromagnético a su alrededor dependiendo de la conductividad del material con el que está hecho, del degradado cromático y de la cualidad de las frecuencias de los colores que lo componen.
El campo electromagnético que produce, aunque sea muy sutil, puede interactuar gracias al efecto resonante que origina (en octavas superiores e inferiores) con el nivel de radiación cósmica y telúrica que haya en la zona donde esté, así que su forma puede ser utilizada para corregir determinadas frecuencias perturbadoras que se hallen en un lugar.
Para ello, hace falta encontrar el sitio donde debe ser colocado, el ángulo preciso de su elevación cenital y el de su orientación magnética.
Figura. El Rombo tridimensional montado sobre una estructura giroscópica
4) GRABACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Hemos comentado ya en otras ocasiones que el conocimiento queda grabado en el campo magnético de la Tierra, y que los conocimientos humanos más densos, más instintivos, se hallan allí donde el campo magnético es más denso, que el conocimiento técnico lo hace en la zona intermedia y que el conocimiento espiritual lo hace donde el campo magnético es más sutil. Con este principio es fácil entender que en cada dimensión del Rombo se guardan las informaciones que resuenan con el campo magnético que existe en cada una de ellas. En la medida que vamos ascendiendo de dimensión, el campo magnético se va sutilizando y la frecuencia vibratoria de la dimensión va ascendiendo al estar más en contacto con las altas energías vibratorias de la radiación cósmica. De esta manera, podemos entender que, en el Rombo, se puedan guardar en sus diferentes niveles o dimensiones todas las informaciones que surgen del ser humano: las más instintivas, las intelectuales o técnicas y las más filosóficas o espirituales. Por analogía podemos pensar que, en la pirámide, se podría dar el mismo ordenamiento, es decir que las informaciones más terrenales se podrían hallar en el nivel inferior y las más espirituales, se podrían situar en el nivel superior.
Dibujo. Sistema de grabación de las informaciones
5) ACUMULACIÓN DE ENERGÍA EN LA PARTE CENTRAL
Otro efecto curioso que tiene lugar en las dos figuras es la acumulación de energía que se da en la zona central, donde confluyen las bisectrices de los tres ángulos internos.
Sabemos que, en el centro de cada uno de los lados del Rombo, se halla un punto Hara y que además si miramos al Rombo tridimensional desde su vértice superior o inferior, veremos que se origina un punto Hara central.
Algo similar sucede en la pirámide, donde en el centro de la figura se produce una confluencia geométrica y energética que se aprovecha para colocar en esta ubicación la cámara del Rey.
Dibujo. El punto Hara de las dos estructuras
Esta disposición geométrica hace que la energía se concentre en un punto y que desde allí se disperse al resto de la estructura. El punto central se convierte en un receptor y en un difusor de toda la energía que se acumula en su interior.
6) LA RELACIÓN CON EL SOL
A principios del Impero Antiguo de Egipto, Ra era una de las varias deidades solares, pero hacia la época de la construcción de las pirámides (2.400 A.C.) fue elevado a Dios nacional y pasó a ser el Dios oficial de los faraones, que eran considerados como su descendencia y su encarnación. Ra era el Dios del Sol, el símbolo de la luz solar, el Padre, y el creador de la vida.
El sol era la vida para los egipcios, y formaba parte de su filosofía, religión y arquitectura. Sus pirámides eran calendarios que marcaban el paso de las estaciones y eran además observatorios astronómicos que homenajeaban a algunas partes del cielo, como la constelación de Orión, cuyo cinturón guarda una disposición muy parecida a la de las tres pirámides principales y de donde se dice que procedían en aquel tiempo muchos de los antiguos pobladores de Egipto.
Dentro de la enseñanza del Rombo todo gira también alrededor del sol. Desde nuestro astro solar nos ha llegado toda la materia de la que está formada la Tierra, nos llega continuamente la vida, los Rayos de energía cósmica y la constante lluvia de materia y energía que viaja con ellos. Gracias a su acción se han creado y desarrollado en la Tierra todas las formas de vida minerales, vegetales y animales. El sol creador de vida es en sí mismo un reflejo de la Fuente, del Sol Central, y por este motivo, dentro del Rombo, su estudio ocupa una parte muy importante de la enseñanza, que va desde el estudio de los temas más científicos aportados por la astrofísica hasta las cuestiones más metafísicas y espirituales.
Uno de los temas que permite el Rombo es comprender y estudiar la diferente radiación solar que entra en la Tierra dependiendo de la estación en la que se está y el efecto que puede tener esto en el ser humano y en la vida en general. El Rombo, puede funcionar como un calendario solar que aparte de señalar en que época se está, puede indicar que tipo de energía entra en cada momento.
Para poder entender este mecanismo, se ha de conocer la altura que tiene el sol en el horizonte a las 12 horas en los equinoccios. Esto se calcula restando 90º a la latitud local. Así, en nuestra latitud geográfica de 41º, (que curiosamente está comprendida entre los valores 40º- 42º del Rombo), la culminación ecuatorial o altura del sol sobre el horizonte en los equinoccios sería de: 90º- 41º= 49º.
A partir de este punto, el sol subiría por encima de este valor 23º 27’ en verano y descendería 23º 27’ en invierno.
En la medida en que el sol se va moviendo lentamente y durante el año por el cielo, podemos seguir su trayectoria ascendente o descendente en el Rombo y observar que tipo de radiación llega con más intensidad.
Dibujo. Calendario solar. La altura del sol en la culminación ecuatorial en los equinoccios y su ascenso y descenso en los solsticios
Se dice coloquialmente que el sol sale por el Este y se pone en el Oeste, pero ese fenómeno, si lo miramos con un poco de precisión, sólo ocurre dos días al año, precisamente en los días correspondientes a los equinoccios. En la medida en que después del equinoccio de primavera, nos dirigimos hacia el verano, el sol empieza a ascender en su carrera hacia el Norte y sale por el Noreste y se pone por el Noroeste. Este fenómeno se va acentuando cada vez más hasta que llega el solsticio de verano, donde el sol sale por el punto más elevado del Noreste que es capaz de alcanzar y se pone en el punto más alto del Suroeste. Desde aquí vuelve a descender yendo hacia el Sur, pasando por el equinoccio de otoño y llegando al solsticio de invierno, donde sale por la posición más baja del Sureste que puede conseguir y se pone en la posición más baja del Suroeste.
Si este fenómeno cíclico de movimiento solar se sigue durante todo el año, se verá que el desplazamiento que se produce a lo largo del horizonte en dirección Norte o Sur, es mucho mayor de lo que se podría suponer y se comprenderá la relación directa que hay entre las estaciones, la posición del sol y la cantidad de irradiación solar que llega al planeta.
El sol marca las estaciones y da ritmo a la vida. Lo sabían los egipcios y lo sabemos nosotros.
7) LA PRESENCIA DE ɸ
Otra coincidencia que se observa en estas dos construcciones geométricas es que ambas están diseñadas con el soporte del número Phi. En el caso del Rombo ya lo estudiamos en su día y en la pirámide de Keops se puede observar con facilidad al ver las relaciones que se dan el triángulo “abh” que está formado por la apotema, la mitad del valor de un lado de la base y la altura de la pirámide.
Para verificar toda esta relación áurica dentro de la pirámide, primero debemos hallar el valor de a y luego lo dividimos entre b.
Partimos de valores conocidos; por un lado, la altura = h (146.6) y el valor de un lado del cuadrado (230.4) y por tanto el valor de la mitad del lado (115.2) que es otro lado del triángulo. Hemos de determinar la hipotenusa que será la apotema (a) y ver qué relación hay entre todos los lados. Para ello, empezaremos utilizando el teorema de Pitágoras. Cuando hayamos obtenido todos los valores, buscaremos la relación entre los mismos y observaremos la presencia de Phi.
Dibujo. La presencia de phi en la pirámide
Es decir que podemos observar cómo dentro de la pirámide aparece esta relación entre los tres lados:
Dibujo. Phi en la pirámide
8) LA PRESENCIA DE ÁNGULOS CONCRETOS
Todo cuerpo, en un momento concreto, tiene ángulos definidos. Cuando trabajamos con los ángulos del Rombo, vimos que, para 22 interior como exterior, había unos ángulos que permitían la figura. Redondeando un poco las cifras, vimos que, para 22 interior, el Rombo se movía entre 40º- 42º, y que para el chip universal o 22 exterior, las cifras podían ir aproximadamente desde 43º- 47º, dependiendo del tamaño de la diagonal menor. Es decir, la observación nos decía que podían existir distintos Rombos, según lo que estuviéramos observando y en qué momento concreto de la oscilación tuviera lugar la medición.
Quizá por este motivo o por algún otro muy distinto, podemos encontrar distintos tipos de pirámides. Quizá unas expresen un fenómeno y otras manifiesten otro aspecto muy distinto. Lo cierto es que las pirámides no son iguales, están hechas con ángulos de inclinación diferentes, pero el 50-60% de ellas tiene un ángulo que puede oscilar entre 52-53º. Este dato es significativo y se ha de considerar como relevante.
De hecho, dentro de la trigonometría actual, se considera la presencia de algunos triángulos que tienen propiedades particulares y que reciben el nombre de triángulos notables. Este es uno de ellos y se le conoce como triángulo sagrado egipcio. Sus lados mantienen las proporciones 3, 4 y 5 y el valor redondeado de sus ángulos es de 37º y 53º, pero el más preciso se detalla en el dibujo.
Dibujo. El triángulo sagrado egipcio. Lados en progresión aritmética
Para calcularlo y ver si este ángulo se encuentra en la pirámide que queremos estudiar, sólo se precisan los valores de la mitad de la base y de la altura de la pirámide. Con un sencillo transportador de ángulos se puede comprobar este dato y verificar si la pirámide se mueve entre los valores medios. ( 52º-53º)
9) LA RELACIÓN CON EL ARCO IRIS
Hay otro dato muy curioso que existe y que nos acerca todavía un poco más el Rombo a la pirámide. Comentamos en su momento que el arco iris primario se mueve entre 40º-42º para el violeta y el rojo respectivamente, y el arco iris secundario lo hace entre 50º-54º para el rojo y el violeta. Este dato es extremadamente curioso, pues tal como comentamos, más de la mitad de las pirámides tienen un grado de inclinación que oscila entre 52º-53º, es decir que encajan perfectamente dentro del ángulo permitido del arcoíris secundario. (50º-54º). El dato es extremadamente curioso. En muchas ocasiones, nos habíamos preguntado si existiría alguna forma geométrica que estuviera vinculada con el arco iris secundario y si habría alguna filosofía unida a tal forma, tal como sucede en el arco iris primario.
Dibujo. Arco iris y geometría
El arco iris es un fenómeno luminoso que obedece a leyes físicas de reflexión y refracción que se dan entre la luz, el agua y el aire. El arco iris subyace de una manera sutil en el origen y la geometría de ambas figuras. El Rombo está vinculado al arco iris primario y la pirámide con el arco iris secundario. Ambos ángulos (40º- 42º) y (50º- 54º) están presentes en la luz y en la geometría sagrada.
10) EL ESQUEMA DE LA ESTRUCTURA DEL SER HUMANO
La pirámide y el Rombo son capaces de representar desde su diferente geometría los componentes principales del ser humano. La pirámide tridimensional nos muestra un esquema humano en el que se consideran los cuatro aspectos constituyentes del hombre: Inteligencia, voluntad, instinto y automatismo. Y el Rombo tridimensional nos muestra otra representación del ser humano en la que se plasman los tres componentes principales: corazón, cerebro y espíritu.
Son dos representaciones diferentes, plasman diferentes aspectos, y ambas figuras permiten estudiar al ser humano desde una vertiente u otra.
Dibujo. Representaciones humanas en el Rombo y la Pirámide
11) EL ROMBO PIRAMIDAL
La figura del Rombo 22 interior, es más alargada que la del 22 exterior, que aparece a la vista con una forma un poco más cuadrada.
Hay una cifra de la que ya se habló cuando comentamos todos los valores posibles de la diagonal mayor para 22 exterior y que siempre ha despertado una curiosidad innegable. Para ver a este Rombo tan especial, a este Rombo cuadrado, hemos de partir de la figura 22 exterior. Sabemos que, en su oscilación, la diagonal menor pasa de 18 a 19.9999. Cuando la diagonal menor es de 18.00, la diagonal mayor es 19.380, y cuando en la respiración la diagonal menor asciende hasta 19.05, la diagonal mayor es de 19.05 también. Es sólo un instante, pero existe y es un momento crucial, porque en ese momento las diagonales forman un cuadrado con ángulos perfectos de 90º (45º+45º). A partir de este momento, la diagonal menor sigue creciendo y la mayor empieza a decrecer. Es un punto en el que se produce un cambio de polaridad. Es sólo un instante, pero ese momento perfecto, permite que, mirado desde arriba, el Rombo produzca el efecto óptico de ser un cuadrado y de adquirir la instantánea apariencia de una pirámide.
Dibujo. La pirámide y el Rombo
A la izquierda de cada una de las cuatro columnas vemos el valor de la diagonal menor y a la derecha, la cifra asociada correspondiente a la diagonal mayor. En el punto 19.05 observamos una equivalencia de valores, y a partir de esa cifra, la diagonal mayor pasa a tener unos valores inferiores a los de la diagonal menor.
En ese punto en concreto, el Rombo adquiere su cuadratura y visto desde arriba, puede producir el efecto óptico de ser una pirámide.
12) UNA DENTRO DE LA OTRA
Se ha dicho en ocasiones que la pirámide forma parte del Rombo, y esta frase aparentemente misteriosa, tiene sin lugar a duda, muchas maneras de ser interpretada. Cuando se quieren desvelar estos misterios y ver que tienen de cierto, está bien recurrir a la geometría y ver si ella por si sola, puede aportar algún dato que permita dar claridad y certeza a esta aseveración. Para esto, hemos de partir de una de las dos pirámides triangulares que forman el Rombo.
Sabemos que el Rombo es un bitetraedro y si dibujamos algunas líneas concretas en el tetraedro superior o en el inferior, nos aparecerá dentro de su estructura una pirámide de base cuadrangular.
Dibujo. La pirámide cuadrangular dentro del tetraedro
Si desde esta pirámide encontrada, vamos a buscar el punto medio de la arista que queda libre, obtenemos un octaedro, que está formado por dos pirámides de base cuadrada unidos por la misma base. Por encima de él, abarcándolo, y sosteniéndolo, aparecerá el tetraedro, que es la mitad del Rombo.
Dibujo. El octaedro dentro del tetraedro
En esta figura observamos como la pirámide tiene la posibilidad geométrica de tener una construcción oculta en su base, formando una bipirámide de base cuadrangular (octaedro) y que forma parte de uno de los 5 sólidos platónicos.
CONCLUSIONES
Con la pirámide se plasmaron en su día toda una serie de conocimientos ancestrales riquísimos, basados en la geometría, la matemática, el arte, la ingeniería, la arquitectura, la física, la astronomía, la metafísica, la psicología y las ciencias de la evolución humana.
En esta época, el Rombo ha acudido para continuar con esta enseñanza y dar aún más claridad a los aspectos que la pirámide puso de manifiesto.
La pirámide y el Rombo tienen muchas cosas en común; participan de los mismos principios físicos, geométricos, matemáticos, filosóficos y comparten las mismas verdades universales y su finalidad, que es la de transformar con su radiación a las personas y a los lugares que se hallan en su área de influencia.
No es de extrañar pues que las mismas personas que estuvieron en su día interesadas en las pirámides de Egipto, lo estén ahora en el Rombo, y que las han conocido el Rombo, se interesen en este momento por el conocimiento de las pirámides. El pasado y el futuro se juntan en el presente.