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El sol (1ª parte)

El sol (1ª parte)

En este escrito se habla del sol, de sus características físicas básicas, del origen y la diversidad de su radiaciones, de las manchas solares, de sus ciclos de actividad y del calendario solar visto bajo la perspectiva del Rombo. También se hace referencia a las características generales de las estrellas, al espectro estelar y al Gran Sol central, origen de todo lo creado.

Introducción

En nuestro vivir diario, realizamos una multitud de cosas, un sin fin de actividades. Unas detrás de las otras, a renglón seguido, formando una tira infinita de entrelazadas actividades. Algunas de ellas, con cierto sentido y otras, no tan estructuradas, parecen formar parte de procesos mecánicos, automáticos, que no precisan demasiada atención ni concentración.

Da la sensación de que todo el engranaje social, empuja a la persona a entrar sin remedio en la vorágine de la actividad continua. Hacemos, hablamos, pensamos, elaboramos, deseamos y juzgamos continuamente todo lo que pasa por delante de nuestros ojos.

Parece que no haya tiempo para reflexionar del porqué de nuestras acciones y da la impresión de que no hay ni espacio ni tiempo para intentar comprender el porque de los fenómenos vulgares y mucho menos, para querer encontrar la mínima explicación de las dudas más básicas que plantea la vida.

Hemos creado la civilización. Esto es un conjunto de leyes, disposiciones, reglamentos, estructuras y actividades que han materializado nuestro psiquismo en un macro ser que nos protege de las agresiones, dirige nuestra vida y orienta a nuestro intelecto y nuestra forma de vida. Extraña a veces que esta civilización, que busca siempre mecanismos de supervivencia, haya mostrado tan poco interés y haya investigado tan poco acerca de lo que le mantiene vivo en la Tierra. Esa primera fuente de vida, de la que dependemos todos los minerales, los vegetales, los animales, los humanos, y el mismo planeta. Ese primer mantenedor, tiene un nombre: Es el sol.

El astro rey, es el que da vida a todo, y en cambio, curiosamente, apenas merece nuestro interés. La pregunta más elevada, la que nos hacemos respecto al sol y que como mínimo, todo humano se hace una o dos veces al día es: ¿Hace sol? Y aquí se acaba el supra diálogo metafísico.

Estamos interesados en los teléfonos móviles, en los coches, en la prensa, la radio, el coche, el ordenador, la televisión, la crisis financiera, el dinero, la política, el país, nuestros amigos, las luces de la ciudad, la comida, el cine, los deportes… pero apenas prestamos atención al sol. Y sino fuera por él, nada de todo lo anterior existiría.

Toda nuestra civilización, nace y se mantiene gracias a la energía solar, pero esta gran verdad, tan incuestionable, cuesta mucho de ver. Cuando de jóvenes, oímos decir por primera vez que las culturas primitivas, adoraban al sol como a un Dios, nos produjo gracia el observar lo simple que era el pensamiento de los primeros humanos.

Pero si analizamos la situación vital del planeta, con un mínimo de detenimiento, observaremos con mucha claridad que toda la vida y todas las manifestaciones de la vida en la Tierra, han nacido y se mantienen gracias a la actividad solar.

Por eso, es lógico, que nosotros, estudiantes del Rombo y que intentamos comprender, aunque sea con conocimientos muy elementales, el origen de la vida, su mantenimiento y evolución, prestemos interés hacia nuestro astro.

El motivo de este artículo es familiarizarnos con nuestra fuente de vida más cercana y empezarlo a ver de una manera más real y familiar.

EL SOL

Sabemos que el sol, no siempre estuvo asentado en el sitio actual que ocupa en el cielo. Antes la creación, pasó por el Big Bang, la formación de la sopa de quarks y gluones y la posterior formación de protones y neutrones.

El proceso de expansión del Universo

El proceso de expansión del Universo

A estos, sucedió la formación de los jóvenes núcleos, de los primeros átomos y de las primeras estrellas. Nuestro sol, es una estrella posterior, más joven, ya que es de la segunda generación.

En la génesis de todos los cuerpos estelares, siempre existe un centro donde la gravedad hace condensar por mutua atracción a la materia existente en el espacio. Esta materia central, rica en elementos primarios sencillos, bajo condiciones de presión y calor, pone en marcha un proceso de unión, de atracción y de fusión que recuerda ligeramente al Big Bang, donde todas las radiaciones primigenias, se fusionan para crear.

El proceso de fusión, de unión que se dio en el origen de todo, parece repetirse o recordar, al momento de formación de las galaxias. Un núcleo central donde se concentra casi toda la materia galáctica se pone a orbitar, a condensarse, a aumentar la temperatura y la presión hasta que se enciende el proceso de fusión y la galaxia prende fuego. Alrededor de la galaxia, se producen a su vez condensaciones menores que seguirán el mismo proceso y originarán los millones de soles que también se encenderán y que se encontrarán en los largos brazos de la galaxia.

Cada uno de los soles que se va formando, sigue un proceso similar de condensación de materia y de puesta en marcha del horno nuclear. Al final de la creación del sistema planetario, llegamos a la formación definitiva de nuestro sol en el centro y de los planetas en las partes más frías y exteriores. Nuestro sol, entre otras cosas, se encarga de crear energía a partir de la masa inicial. Los núcleos de Hidrógeno se unen para formar Helio, y en el complicado proceso de formación, se crea en varias fases, energía en forma de radiación gamma. Esta energía es la base de todo el degradado de las radiaciones solares que nos llegan al planeta.

La Fusión de Hidrógeno

La Fusión de Hidrógeno

LA ESTRUCTURA SOLAR

El sol tiene una estructura compleja, pero que lógicamente, recuerda bastante a la de la nuestro planeta. Tiene un núcleo central, donde se da especialmente la fusión, una zona de radiación en el centro y la zona conectiva en la parte más exterior, que es la que se ocupa de los desplazamientos hacia arriba y abajo del plasma solar. Este ritmo de ascenso y descenso provoca sacudidas en todo el sol, que origina ritmos sonoros, algunos de los cuales siguen una pauta de 5 minutos y que se pueden registrar.

La parte visible del sol recibe el nombre de fotosfera y la parte más exterior, que es claramente visible en los eclipses como un círculo rojo es la cromosfera. En toda la superficie del sol, se observan unos penachos de radiación que se llaman espículas. La parte más exterior del sol recibe el nombre de corona y sólo es visible en los eclipses totales de sol. En la superficie del sol, se observan grandes arcos de plasma que siguen el trayecto de las líneas magnéticas del sol y que forman las protuberancias.

El sol, al igual que todo en el Universo, gira sobre su eje. La rotación es una fuerza de acción anti gravitatoria y controla el poder de la fuerza de la gravedad. Sino fuera por la rotación, todo el universo, entraría en colapso gravitacional. Los electrones caerían en el núcleo del átomo, las moléculas sobre su centro de gravedad, los planetas sobre el sol y el sol sobre el centro de la galaxia.

Es curioso observar que para que algo se aguante en contra de la gravedad, debe tener una velocidad de rotación determinada. Si la velocidad de rotación aumenta, el cuerpo, puede superar a la atracción de la gravedad y elevarse, escapando del campo gravitatorio. La velocidad de rotación depende de la velocidad en la que se da un giro completo alrededor de un eje, es decir de su ciclo, lo cual es indicativo de su frecuencia. Teniendo en cuenta la similitud profunda entre frecuencia de rotación y la frecuencia de vibración, se entiende que cualquier cuerpo, puede escapar del campo gravitatorio si se mueve a una velocidad o una frecuencia de vibración determinada. El mecanismo es más complejo, sin duda, pero a veces los paralelismos entre la física más convencional y las leyes de la evolución espiritual parecen más que obvios.

Pero volviendo a la rotación del sol, es interesante observar que la velocidad de rotación de nuestro astro no es uniforme y el sol gira más rápidamente en el ecuador que en los polos. Esto ocurre porque no es una estructura rígida, sino plasmática. Al girar sobre si mismo, crea un campo magnético a su alrededor que cubre grandes distancias y que baña a la Tierra y a los demás planetas del sistema.

La rotación del sol y el campo magnético solar

La rotación del sol y el campo magnético solar.

Este giro no uniforme del sol hace que las líneas del campo magnético se desorganicen, se distorsionen y se vuelvan irregulares. Si el Sol no girara, las líneas del campo magnético, serían rectas y radiales, pero la rotación del Sol hace que las líneas se retuerzan y formen estructuras llamadas espirales de Arquímedes, similares a las que hacen los chorros de agua que salen de un aspersor giratorio de 360º.

El ecuador magnético solar no es una línea recta sino ondulada, que al ser extendida hacia el medio exterior solar, forma una superficie de radiación que se asemeja a una falda de una bailarina. Debido a la irregularidad del campo magnético, este no es perfectamente horizontal en el ecuador, y esto hace que la Tierra, al girar alrededor del sol, se encuentre que las líneas magnéticas ecuatoriales, están por encima o por debajo, por lo que el planeta, pasa alternativamente, de una polaridad positiva a una negativa.

Espiral de Arquímedes y falda de bailarina

Espiral de Arquímedes y falda de bailarina

Al retorcerse por el particular giro del sol, las líneas magnéticas, provocan emergencias del campo magnético y las líneas de campo, hacen unos rizos o bucles en la superficie del sol, provocando trayectos de entrada y salida del campo magnético, arrastrando plasma y generando las conocidas manchas solares. Las manchas solares, son unos indicadores de los ciclos solares y aportan datos acerca de la actividad del sol. El número de manchas que se observan, el trayecto que siguen y su desaparición, sirven para situar al astro en un punto determinado de su ciclo y tener una idea de la posible actividad solar.

El seguimiento diario de las manchas solares

El seguimiento diario de las manchas solares

LOS CICLOS DE ACTIVIDAD SOLAR

La actividad solar es la manifestación de las perturbaciones locales que ocurren en la atmósfera del Sol, en las zonas que se llaman regiones activas. Estas zonas pueden durar desde unos días hasta unos meses. Estas regiones activas son las que dan las características al ciclo solar que, tiene una duración de 11 años. Las manchas solares, son las manifestaciones más evidentes de la actividad del sol, pero no son su único marcador.

Como que el sol cambia también de polaridad al final de cada ciclo, para que coincidan dos picos de máxima actividad solar con la misma polaridad solar, se han de esperar 22 años, que es el ciclo solar completo.

Los ciclos de 11 y 22 años

Los ciclos de 11 y 22 años

Esto hace que el sol, pase por períodos muy claros de actividad y reposo, de tal manera que el sol, puede dar la impresión de que apenas mantiene actividad en su mínimo, y que al cabo de 5-6 años, al llegar a su máximo, se muestre con una gran actividad.

En los picos de máxima actividad, es cuando el sol se muestra notablemente más activo y puede originar por retorcimiento progresivo de los campos magnéticos, explosiones violentas que reciben el nombre de fulguraciones y que liberan al espacio, cantidades enormes de materia solar y de energía.

Estas espectaculares fulguraciones, provocan, como si fueran volcanes en erupción, grandes liberaciones de masa solar al espacio y efectos en el plasma solar parecidos a los terremotos, que pueden llegar a producir tsunamis de plasma.

Toda esta liberación de plasma solar hace que el viento solar, incremente notablemente su velocidad. Todas estas partículas solares liberadas hacia la Tierra son en su mayor parte, desviadas hacia el exterior por los cinturones de radiación de Van Allen, creados por el propio campo magnético de la Tierra y de esta manera, no entran en contacto directo con el planeta, pero allí donde el campo magnético es más conductor, es decir en los polos, todas estas partículas se introducen en las líneas de campo y generan actividad eléctrica en la ionosfera. Los elementos primarios de la atmósfera, principalmente oxígeno y nitrógeno, son estimulados por esta energía y producen las espectaculares auroras.

LA RADIACION SOLAR

Aparte del viento solar, nuestro astro, estimula al planeta, con procedimientos más energéticos.

Del sol, nos llegan básicamente dos tipos distintos de radiaciones: Los Rayos cósmicos corpusculares, que son básicamente núcleos atómicos impulsados a una velocidad muy grande, cercana a la de la luz, y las radiaciones cósmicas electromagnéticas, que son como indica su nombre, de naturaleza electromagnética y viajan a la velocidad de la luz. Empecemos a hablar del primer grupo:

Los rayos cósmicos corpusculares.

Estos rayos, casi siempre son núcleos atómicos sencillos (protones), y entregan su formidable energía al chocar con los núcleos atmosféricos antes de entrar en contacto con el suelo del planeta.

A partir de esta primera colisión, se desencadena una serie de reacciones en cadena, que básicamente acaban con la liberación de fotones, electrones y neutrinos.

Los Rayos Cósmicos solares de tipo corpuscular que nos llegan continuamente del sol, no son excesivamente energéticos comparados con los que tienen un origen exterior al sol, galácticos o extra galácticos, pero del sol, cada año, nos llega aproximadamente un Rayo Cósmico de esta alta energía.

Cascada de reacciones al chocar un rayo cósmico en la atmósfera

Cascada de reacciones al chocar un rayo cósmico en la atmósfera

Vemos que el rayo cósmico o protón genera piones, que forman el primer nivel de radiación. A partir de aquí, los piones toman distintos caminos:

Los piones neutros, se descomponen en radiación gamma que a su vez genera electrones y positrones, que se aniquilan produciendo de nuevo radiación gamma que sigue el mismo ciclo.

Los piones positivos, generan muones positivos y neutrinos de muón.

Los piones negativos, crean muones negativos y neutrinos de muón.

El subproducto de los piones son los muones, que forman el segundo nivel de radiación. Los muones, también siguen distintos caminos:

Los muones positivos originan positrones, neutrinos de electrón y antineutrinos de muón.

Los muones negativos dan electrones, neutrinos de muón y antineutrinos de electrón.

Viendo que las subpartículas de muones positivos y negativos son su respectiva antimateria, es lógico comprender que también una parte se auto aniquilen produciendo radiación fotónica (al igual que hacían los piones neutros). Al final de toda esta inmensa cascada de reacciones, obtenemos básicamente electrones, neutrinos y fotones.

El segundo grupo de radiaciones solares, lo forman las radiaciones solares de tipo electromagnético, donde podemos encontrar a todas las ondas de radio, microondas, infrarrojos, espectro visible, ultravioleta, Rayos X y Rayos Gamma.

El origen más frecuente de todas estas radiaciones es la radiación gamma que resulta liberada en los procesos atómicos.   Debido a las reacciones de transmisión de energía desde el núcleo del sol, donde se genera, hasta su superficie, la radiación solar presenta muy diversos niveles de intensidad. Parece ser que algunos fotones logran atravesar las diferentes capas del sol sin colisionar demasiado con otras partículas y con pocos procesos de absorción y conversión. Al salir a la superficie, originan radiaciones de alta frecuencia. Las que por el contrario sufren una gran cantidad de colisiones, van perdiendo gran parte de su energía, y se convierten en radiaciones de baja frecuencia. Aparte de la génesis importante debida a la radiación gamma, también hay otros procesos solares que generan energías de otras frecuencias, como las fulguraciones, que liberan RX, ondas de radio…etc.

Aunque todas estas radiaciones comentadas, forman parte de la radiación solar, diversos motivos hacen que, a esta gran familia, la subdividamos en dos subgrupos: El espectro visible y el espectro invisible.

El espectro visible

Recibe este nombre el conjunto de radiaciones que son sensibles a la visión humana. Son las radiaciones que tienen una longitud de onda comprendida aproximadamente entre 700 y 400 nm.

Descomposición de la luz

Descomposición de la luz

Newton utilizó la palabra espectro al describir sus experimentos en óptica. Observó que cuando un haz de luz solar incidía sobre un prisma  una parte se reflejaba y la otra, pasaba a través del vidrio, mostrando diferentes bandas de colores. Newton dividió el espectro en siete colores básicos a los que nombró como rojo, naranja, amarilloverdeazul, añil y violeta. Todo este espectro multicolor, nos llega desde el sol. Cuando analizamos la luz solar, observamos la presencia de todos estos siete colores. Vemos que el que nos llega con más intensidad es el color verde. Lo que sucede es que existe una gama muy ancha de las frecuencias de color rojo, con lo que el color resultante a nivel de percepción del sol es el amarillo. A pesar del color final, la naturaleza, no es ciega a este fenómeno y se ha adaptado perfectamente a ello. Por ejemplo, el ojo humano está especializado en percibir con mayor claridad, todos los tonos del verde, y tiene una dificultad mayor en percibir las distintas tonalidades de los rojos y violetas.

Irradiación espectral solar y sensibilidad cromática del ojo humano

Irradiación espectral solar y sensibilidad cromática del ojo humano

El espectro visible, siempre ha merecido una consideración particular, y es tratado de un modo propio, como si perteneciera a un grupo aparte, pero a todas las demás radiaciones solares, las juntaremos en una familia común. Las llamaremos:

Rayos cósmicos electromagnéticos

Estas radiaciones vibratorias, viajan todas a la velocidad de la luz, y son todas de la misma naturaleza, pero se diferencian básicamente por su distinta frecuencia de vibración.

Espectro electromagnético

Espectro electromagnético

Las de frecuencia más baja, corresponden a las radiofrecuencias, y las más altas a los rayos gamma. A estas radiaciones, las conocemos a todas, porque están totalmente insertadas en nuestras vidas. Hoy en día, forman parte de nuestro mundo, pero hace 100 años no era así en absoluto.

Quisiera recordar en este momento, una frase histórica que habla de este tema y que nos ha dado muchas vueltas en la cabeza: “Los estudiosos han trabajado mucho y han ido descubriendo gran parte de estas vibraciones a través de los elementos que componen la materia de la tierra.”

La frase es muy cierta y aprovecho el momento para desarrollarla unos instantes, porque curiosamente, estas radiaciones que hoy sabemos que se irradian desde el sol, no se descubrieron mirando el astro, sino que se pusieron de manifiesto trabajando sobre la materia. Son en este sentido, muy claros los descubrimientos que se hicieron de las radiaciones que van más allá de las frecuencias visibles, mientras se estudiaban las características de los elementos primarios pesados. Recordaremos el descubrimiento de la radiación Ultravioleta, los Rayos X y los Rayos Gamma.

Descubrimiento de la radiación ultravioleta

Su descubrimiento, está asociado al estudio del oscurecimiento de las sales de plata al ser expuestas a la luz solar. En 1801 el físico alemán Johann Wilhelm Ritter descubrió que los rayos UV eran especialmente efectivos oscureciendo el papel impregnado con cloruro de plata         

Descubrimiento de los Rayos X

Becquerel estudiaba las sales de uranio y descubrió un ennegrecimiento por los Rayos X. El fenómeno fue posteriormente desarrollado por los esposos Pierre y Marie Curie, quienes estudiaron a los elementos emitían radiación. Observaron que algunos minerales de uranio eran más activos de lo que hubieran debido serlo si toda la actividad emisora fuera debida al uranio y supusieron por ello, la existencia de algún elemento desconocido con una capacidad emisora muy superior a la del uranio. Eran el polonio y el radio.

Descubrimiento de los Rayos Gamma

A fines del siglo XIX, Thomson y Rutherford estudiaron el fenómeno de la ionización de gases iluminados con los rayos X. Durante el experimento Rutherford descubrió que había tres tipos de dichas radiaciones. La primera llamada rayos Alfa, (Helio) la segunda llamada rayos Beta (electrones) y la tercera que fue llamado rayos Gamma. Ese fue a grandes trazos, el descubrimiento de este tipo de radiaciones de alta frecuencia y esto abrió la puerta a estudiar las características de estas desconocidas fuerzas de la naturaleza.

A partir de estos descubrimientos básicos y con la ayuda posterior de físicos, matemáticos y astrofísicos se pudo empezar a comprender y a localizar la génesis de estas radiaciones tan dispares. Hoy en día sabemos que todas las radiaciones del espectro electromagnético (desde radio hasta RX gamma) tienen en gran medida, su origen en el sol y en las distintas estrellas del universo.

EL ESPECTRO ESTELAR

Bien, volvamos al sol, no nos alejemos demasiado de él. Imaginemos que, de nuestra estrella, salieran los famosos 144 elementos primarios en forma de vibración. Nuestra estrella, el sol, tiene como todos los cuerpos esféricos, la capacidad de recoger las informaciones de todo lo que existe a su alrededor, de tal manera que recibe todas las informaciones lumínicas de todas las estrellas del universo.

Si es así, comprenderemos que nuestra esfera o nuestro sol, recibirá todas las informaciones espectrales de todas las estrellas del universo. Tradicionalmente, todas las estrellas se clasifican en 7 grupos según su temperatura y la cantidad de elementos que se pueden encontrar dentro de ellas. Están distribuidas en 7 familias o series.

El sol recibe la radiación de todas las estrellas

El sol recibe la radiación de todas las estrellas

Cada estrella del universo pertenece a un grupo determinado y tiene un espectro dominado por un color u otro. Así, las estrellas del tipo O son las más azules, las más calientes y en las que, su calor, no ha permitido todavía la formación de muchos elementos. En teoría, las estrellas más frías y que tienen un espectro más rojizo, tienen en su interior menos temperatura y más diversidad de elementos primarios. Lo podemos observar en el dibujo por la cantidad de rayas espectrales.

Reproducimos aquí el espectro de cada una de las series de estrellas y veremos que según baja la temperatura, se vuelven más rojas.

Las estrellas tienen distinto color según su temperatura

Las estrellas tienen distinto color según su temperatura

Todas estas radiaciones estelares, provenientes de los 144 elementos puros, se agrupan en 12 grupos, que son las fuerzas que el ser humano ha ido experimentando provenientes del Cosmos y que ha llamado zodíaco. Sabemos que el sol recorre un trayecto aparente alrededor de la Tierra por una línea que se llama eclíptica, que es la curva por donde imaginamos que corren el sol y los planetas.

Es por este motivo por el que las constelaciones que tocan a la eclíptica tienen un nombre muy conocido. Todas las otras constelaciones, no son tan populares, aunque todas forman parte de la mitología. En la mitología, cuando un dios menor o un humano o un animal, realizaba una hazaña heroica y que merecidamente, tuviera que ser ensalzada y homenajeada, recibía de Zeus la gratificación en forma de ensalzamiento y glorificación máxima con apoteosis final, por la cual era transportado al cielo instantáneamente y transformado en constelación para envidia máxima de sus conciudadanos.

Así pues, de las constelaciones que tocan a la eclíptica y de todas las constelaciones que forman el universo, se reciben radiaciones distintas, ya que, en cada sector, el número, la calidad y la cantidad de la radiación estelar, varía notablemente. Por este motivo, tradicionalmente, se ha dividido al universo en 12 sectores, dotado cada uno de ellos de una energía particular.

Todas estas distintas radiaciones que llegan desde el sol y desde todas las estrellas del Universo, inciden en los planetas y en todas las formas de vida presentes, generando efectos distintos según la frecuencia de la radiación entrante.

NACIMIENTO, VIDA Y MUERTE DE LAS ESTRELLAS

Parece ser que nada se libra de todo esto. Todo lo manifestado nace, vive i muere. Las estrellas, también. Según parece, cuando la producción de energía por parte de una estrella empieza a bajar porque se acaba el combustible eficaz, la fuerza de la gravedad supera a la fuerza expansiva de la radiación, y la estrella entra en colapso y se acerca al final de sus días. Su transformación en otra estructura posterior dependerá básicamente de su masa inicial. Si las estrellas, son de poca masa, posiblemente acaben como una enana blanca, una estrella casi sin actividad. Si son estrellas masivas, pueden acabar como una supernova, que originará una estrella de neutrones o un agujero negro.

La clase de final que tengan en sus últimos días parece ser que depende de su masa inicial. Ello hará que la fase final de la vida de una estrella vaya por un camino u otro.

Todas las estrellas, durante su vida, se pueden clasificar en el diagrama de H-R, que clasifica a las estrellas según su temperatura. En la parte inferior de la curva, en color rojo están las estrellas más frías y arriba, en la parte superior del dibujo, representadas en color blanco azulado las de más temperatura. Todas las estrellas viven su juventud y madurez en esta secuencia, pero en sus últimas etapas de la vida, a medida que el combustible nuclear se agota, se desplazan hacia la derecha, donde están las gigantes rojas.

El diagrama H-R sitúa a las estrellas según su temperatura

El diagrama H-R sitúa a las estrellas según su temperatura. En la fase final de sus vidas, se desplazan hacia la derecha, según el punteado.

LAS OTRAS FUNCIONES DEL SOL

Hemos hablado de las características más conocidas del sol, en especial de las que hacen referencia a su actividad general y energética, La segunda parte del artículo del sol, estaba más dedicada al estudio de la formación de los elementos primarios dentro de nuestro astro, pero por ser un tema un poco extenso, pienso que es preferible dedicarle íntegramente el siguiente número de la revista.

Hasta ahora, hemos hablado un poco del sol para situarnos en su realidad y hemos descrito sus características generales, para familiarizarnos con él y su entorno. Antes de terminar el escrito, quisiera recordar algunos conceptos básicos del sol que surgen de la enseñanza del  Rombo y que nos ayudarán a tener una visión más amplia del sol. En realidad, son estos conceptos que vamos a exponer ahora, aunque sea de una manera muy superficial, los que han justificado en muy buena parte, la aparición de este número de la revista. Estos nuevos puntos de vista son precisamente los que no se encuentran publicados en ningún lugar y son los que le dan al Rombo su auténtico valor.

EL SOL Y EL ROMBO

La verdad es que, a pesar de nuestros intentos para acercarnos a las cuestiones fundamentales del sol, sabemos bien pocas cosas. Todo él, continúa siendo un misterio. Lo es para los científicos que con sus impresionantes medios y su tecnología, llevan estudiándolo toda su vida, y lo es mucho más para todos nosotros, simples observadores aficionados.

El tema principal de estudio del grupo respecto al sol ha sido intentar clasificarlo dentro del Rombo. Y hemos debatido mucho sobre ello, pero creo que sin demasiado éxito. Nuestras conclusiones, al parecer, nunca han sido demasiado acertadas, porque podría ser que la naturaleza real del sol se escapara con mucho a nuestra muy limitada capacidad de comprensión.

Tenemos presente que, como el Rombo, está en todas las cosas, el mismo sol, también tiene integrado el Rombo en su estructura, ya que tiene todas las dimensiones y las características de cada una de ellas. Pero, eso no representa ninguna gran conclusión. Más bien, es una obviedad simplista.

Creo que, para estudiar el sol dentro del Rombo, hemos de empezar por las cuestiones más evidentes. Hemos observado que existen dos polaridades, dos diferenciaciones, dos manifestaciones que son básicas y elementales para la vida. La aparición de la materia y de energía. Estas dos inmensas fuentes de vida se encuentran en el sol, creador a la vez de materia y de energía.

El sol está muy relacionado con la 1ª y 7ª Dimensión

El sol está muy relacionado con la 1ª y 7ª Dimensión

En el sol, se producen elementos primarios y se generan Rayos cósmicos. Podemos situar en la figura del Rombo, la localización donde tiene lugar todo esto. Sabemos que ocurre en la primera y en la séptima dimensión, donde tenemos representados a la manifestación de los elementos primarios y la manifestación de los rayos de energía cósmica.

Queda claro y es evidente que el sol tiene esa impensable e inmensa capacidad de poder generar las dos manifestaciones más básicas de la vida. La materia y la luz que nacen del sol, son primeras y puras. Han nacido y se han fecundado en este primigenio e inmaculado entorno. No hay error ni contaminación en su creación. Es una creación pura.

Materia y energía son los dos pilares básicos de la vida. A partir de estas dos manifestaciones primigenias de la naturaleza, se puede generar en cada sistema solar, en cada planeta que lo permita, cualquier forma de vida adaptada al medio. En el fondo, si lo miramos con un poco de perspectiva, todas estas múltiples formas de vida planetaria emanarían de su correspondiente sol, que quedaría reflejado en el Rombo en todos los aspectos creadores de la 1ª y la 7ª dimensión.

Con esta capacidad de crear vida, no es de extrañar que todas las culturas ancestrales del mundo hayan visto en el sol, la representación, el reflejo de Dios, y cuando no, a Dios mismo. Nada es tan evidente como que es el sol, quien nos da la vida y quien también nos permite vivir. Lo sabían nuestros ancestros y ahora lo sabemos nosotros.

Los hombres hablamos del sol, le dedicamos pensamientos, le escribimos artículos, libros, le recitamos poesías, le hacemos canciones y le damos cualquier forma de tributo en modo de agradecimiento

La enseñanza del Rombo nos ha permitido verlo y conocerlo desde otro punto de vista. Solamente a través de la nueva revelación se pueden ver estos fenómenos desde una perspectiva tan diferente. Gracias a todo esto, nuestros conceptos y definiciones, se han ampliado notablemente, y somos capaces de asimilar y transmitir, como estamos haciendo ahora mismo, y hasta el final del artículo, datos que, de otra manera, serían casi impensables de pensar, sentir y conocer.

Gracias a todo este conocimiento nuevo, sabemos que las plantas, la humanidad, y los animales, le miran, le buscan, le necesitan y hacen viajes y migraciones colectivas en la búsqueda de su cálida y reconfortante compañía.

Sabemos que, por amor, el sol calienta la Tierra, que le da la lluvia, hace fecundar a las semillas, y hace florecer a los árboles. Nuestro sol, es el origen de toda nuestra existencia, y es a la vez, nuestro padre y nuestra madre, ya que todas las criaturas humanas, estamos creadas de su misma esencia, y de su luz.

El ser humano, hecho del sol, necesita ser tocado por el sol, para que su contacto le proporcione vitalidad a la vez que paz, amor y equilibrio, todos ellos, elementos primarios necesarios para su evolución.

EL SOL CENTRAL

Nuestro querido astro rey, nuestro sol, aparentemente, tiene la misma naturaleza que todas las estrellas de la galaxia. Aunque es particular y único respecto a su masa, temperatura y presencia de elementos, comparte todas las otras características principales de los otros soles.

Nuestro sistema planetario, tiene un sol en su centro. Este sol, pertenece a una galaxia, la vía láctea, que, a su vez, también tiene un sol central.

Al mismo tiempo, nuestra galaxia forma parte de un cúmulo local de galaxias, y este, al mismo tiempo, está dentro en un supercúmulo galáctico.

Todo este proceso expansivo tiene una característica común y es que los cuerpos pequeños, se distribuyen cerca de un objeto de masa mayor, alrededor de la cual orbitan. Esta estructura central, a su vez, forma parte de otras estructuras masivas, que se vuelven a reunir entorno de una superestructura central de mayor tamaño.

Al final de todo este proceso de condensación, llegamos a un punto, no conocido aún por la astronomía, en que nos encontramos con una estructura primera, un punto central solar de todos los multiversos desde el cual, salen como radios, todas las creaciones universales y galácticas. Este macro-punto o centro masivo de la creación es el llamado Sol Central.

Este Sol Central, es tan grande que su volumen sobrepasa en miles de millones el volumen de los soles que lo envuelven. Todos los soles que existen en este universo visible, son chispas, reflejos, destellos pálidos y breves de la de la Gran Fuente Lumínica, pero a su vez, todos los soles son el Sol, y todas las luces, son la Luz.

La verdadera Luz y Vida universal, se manifiestan a través de este Sol, que es la manifestación suprema de la creación, y es quien mantiene el equilibrio cósmico. Nuestro astro rey, nuestro sol, a quien le dedicamos este artículo, nos da la vida por amor, y es la manifestación o reflejo de este Sol Único.

EL CALENDARIO SOLAR

Hace bastante tiempo, me encontraba curioseando acerca de las cuatro estaciones y de la altura del sol en cada una de ellas. Había observado que, en el verano, el sol estaba muy alto, que en los equinoccios (primavera y otoño) estaba a media altura y en el invierno, volaba muy bajo en el horizonte.

La altura del sol en el horizonte

La altura del sol en el horizonte

La altura del sol dependía del momento del día, de la estación del año y de la latitud desde donde se hacia la observación. Para nuestra latitud, 40º Norte, la culminación ecuatorial o altura del sol en los equinoccios es de 90º- 40º = 50º sobre el horizonte. Como que el sol, tiene una variabilidad de 47º desde su punto más alto al punto más bajo, podemos calcular la altura que tendrá en el solsticio de verano. La altura máxima a la que llegará sobre el horizonte es la culminación ecuatorial más el ascenso máximo. Es decir 50º+23.5º = 73.5º sobre el horizonte. En los equinoccios, la altura es de 50º y en el solsticio de invierno, la altura mínima será de 50º - 23.5º = 26.5º sobre el horizonte.

Al ver los movimientos de ascenso y descenso y ver que habían 47º de diferencia, pensé que allí era muy fácil que entrara el Rombo, ya que este tenia 49 espacios (7x7). Es decir que, a cada subdimensión del Rombo, le corresponderían 0.959º de trayecto solar.

A partir de este momento, el solsticio de verano sería la 7ª de la 7ª dimensión, el solsticio de invierno la 1ª de la 1ª dimensión y los equinoccios, la 4ª de la 4ª.

El trayecto imaginario del sol se podía seguir como el de un sol que ascendía o descendía por una línea central.

El prototipo del primer calendario del Rombo

El prototipo del primer calendario del Rombo

Había que pensar en muchos detalles, porque el movimiento del sol, que se puede considerar semicircular, si se sigue por la línea recta central de la figura, se comporta como un movimiento armónico simple, en el que cuando se llega a los extremos, como si se tratara de un muelle, el movimiento empieza a perder velocidad y parece como si el tiempo se detuviera. Pasado este momento, incrementa su velocidad de ascenso para llegar al máximo en el punto del equinoccio, que es la zona central, para empezar a perder empuje progresivamente desde este mismo instante hasta casi detenerse cuando se llega al otro solsticio. Era perfecto porque este fenómeno de pérdida o ganancia progresiva de luz es el que sigue el sol en el modelo astronómico.

Me acuerdo de que después de estudiar todo esto del sol, del Rombo y del posible calendario durante un tiempo, lo presenté al grupo de estudio, pero no hubo ninguna respuesta, ningún interés palpable. Como que el hallazgo, me parecía importante, lo volví a presentar tres o cuatro veces más, yo diría que lo presentaba en casi cada reunión, hasta que, (me acuerdo perfectamente), Rosa, dijo: ¿Queréis escuchar por favor lo que nos dice Joan del calendario?, porque lo ha intentado explicar un montón de veces y no le hacemos ni caso”

Maria Rosa

Maria Rosa

Es una anécdota real y divertida. Yo creo, que esto mismo, nos pasaba muchísimas veces. Era un momento en el que la actividad creativa del grupo y el ansia de búsqueda era muy grande. En cada reunión, aparecían ideas, hipótesis, posibilidades. Todo el mundo decía la suya y a veces, yo pienso que, en muchísimas ocasiones, decíamos cosas de un interés enorme, pero que se perdían en el magma intelectual no diferenciado de la séptima dimensión.

En cualquier caso, desde ese tiempo, más o menos, y por insistencia, empezamos a prestar un poco de atención a esos cuatro momentos estelares del año. Cada 21 de diciembre, en el día de máxima oscuridad y en el momento en que el año ha cesado su movimiento de contracción y empieza a salir a la luz, a expandirse y a emerger a la vida, como si se tratara de un nacimiento, nos reuníamos para celebrar ese nacimiento solar.

Nos reuníamos entonces y lo seguimos haciendo todavía para celebrar el inicio del año astronómico.

Este ritual de unión, concordia y celebración, que a menudo iba acompañado de alguna coca o algún pastel casero regado con cava del país, empezó a tomar una estructura más formal cuando en la comunicación del 21/12/1992, es decir unos pocos días antes de que empezara el año 1993, nos dijeron que ese día en concreto, era el día 1 del año 1 de la Sagrada Forma, porque en ese momento, habían quedado plasmados unos aspectos totalmente imprescindibles en la idea de la Sagrada Forma.

Como a menudo pasaba, no supimos ni sabemos que aspectos imprescindibles eran aquellos, porque en aquella reunión hablamos de muchos temas, pero afortunadamente, nuestros pensamientos, quedaron escritos y grabados en algún lugar del archivo akásico, prestos para ser utilizados.

Desde entonces, celebramos la llegada del nuevo año de la SFR. En este momento, en 2013, el Rombo ya tiene 21 años. No es un niño ni un adolescente. Tiene cierta madurez, y cuando miramos hacia atrás y vemos como era hace 21 años, entendemos que ha crecido. Poquito a poco, pero ha ido madurando.

21/12/1992

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Este día tan especial y cargado de simbolismo, de salir de la oscuridad, de recibir de nuevo la luz de la revelación del Rombo, nos recuerda que empieza un año nuevo, que la luz siempre nace de la condensación más compacta de la oscuridad, y que nuestro sol, manifestación del Sol único ya ha empezado a salir de la profundidad más absoluta del esquema de la SFR. Estos días, hasta el 21 de diciembre, son los días más oscuros, con menos horas de luz solar del año. El día 21, de nuevo, sale el sol. Todo el simbolismo de la enseñanza de la SFR se basa en este hecho de la ocultación de la luz y del emerger del Sol Universal o Infinito. En este momento, y por la conexión que existe entre nuestro sol y el Sol central, el Sol comienza a salir más allá de donde podemos llegar, más allá del universo. Y este Sol, oculto a las miradas de los hombres, se refleja en nuestro sol, del que es su pálido reflejo.

Cada inicio de año, sabemos que tenemos que trabajar para intentar encontrar la verdadera naturaleza del sol y aunque actualmente, está más allá de nuestra comprensión y análisis, sabemos que hemos de seguir en el intento de encontrar su verdadera naturaleza, ya que esto es una de las claves para evolucionar dentro del trabajo del Rombo. El día, quizá lejano, en que descubramos la verdadera naturaleza del sol, no nos quedará ninguna duda de donde colocar a esta manifestación dentro de la figura y tal vez, quedemos iluminados.

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