18-19 (9ª parte)
Después del círculo, la figura más sencilla que existe en geometría sagrada es la vesica piscis. En este artículo hablaremos de ella y de su relación con la geometría interna del Rombo.
LA VESICA PISCIS
La “vesica piscis” es una figura geométrica conocida desde las antiguas civilizaciones que se desarrollaron en África, Asia, y Mesopotamia. Más tarde, esta figura llegó a la antigua Grecia y allí fue considerada por los Pitagóricos como una figura sagrada. Esta forma geométrica se crea cuando dos círculos hechos con el mismo radio se fusionan de tal manera que el centro de cada uno de ellos se halla en un punto de la circunferencia del otro.
Su nombre “vesica piscis” hace referencia a un pez.
Si partimos del hecho de que estas dos circunferencias, están hechas con un radio = 1, calculando por trigonometría algunos valores de sus lados, obtenemos tres valores muy interesantes (√2, √3 y √5) que según Pitágoras son fundamentales para la vida, puesto que están presentes en la geometría básica y en todas las manifestaciones de la existencia.
Los valores √2, √3 y √5 están presentes en la vesica piscis.
Por ejemplo, en la construcción del cubo de base =1, la presencia de los valores √2 y √3 en las diagonales del cubo es muy evidente.
Presencia de √2 y √3 en el cubo.
Y en la construcción del Rombo, la presencia de √3 aparece continuamente. Por ejemplo: si sabemos que el radio de la circunferencia mayor es igual a R, y queremos hallar la apotema OI ( que corresponde a la mitad de la diagonal menor) veremos que esta mide:
O si buscamos directamente el valor de la diagonal menor, veremos que es:
Y si buscamos la relación entre las dos diagonales del Rombo veremos que ambas se relacionan mediante el factor √3.
Por lo que podemos concluir que esta relación √3 que aparece en la vesica piscis, la encontramos continuamente en el hexágono y el Rombo.
Por otro lado, en la pirámide una figura que tal como vimos en su dia está muy vinculada al Rombo (ya que se puede dibujar dentro de él) se halla el triángulo egipcio. Dentro de la trigonometría actual, se acepta la presencia de algunos triángulos que tienen propiedades particulares y que reciben el nombre de triángulos notables. Al del dibujo que aparece debajo, se le conoce como triángulo sagrado egipcio. Sus lados mantienen las proporciones 3, 4 y 5 y el valor redondeado de sus ángulos es de 37º y 53º, pero el ángulo más preciso se detalla con exactitud en el dibujo.
Este dato es extremadamente curioso, pues más de la mitad de las pirámides tienen un grado de inclinación que oscila entre 52º-53º, es decir que encaja perfectamente dentro del ángulo del arcoíris secundario que oscila según los colores entre 50º y 54º.
Tríangulo sagrado egipcio.
De hecho, los números 3, 4 y 5 de este triángulo sagrado no son más que los valores hallados en la vesica piscis, pero elevados al cuadrado.
Y si buscamos alguna expresión más de alguno de estos tres números en la en la naturaleza, veremos que la razón √5 se hace muy palpable al estudiar la serie de Fibonacci que se observa en los procesos expansivos de la creación de las formas de vida de la naturaleza.
√5 en la naturaleza.
Por la presencia de estas razones matemáticas y por muchos otros motivos, la vesica piscis ha adquirido dentro de la geometría clásica un papel relevante. Además, desde la vertiente que proporciona la óptica metafísica de la geometría sagrada, esta figura simboliza y plasma los dos aspectos polares de la manifestación, las dos polaridades del universo y su perfecta sincronización ya que la vesica piscis nace de la unión de dos círculos contrapuestos y complementarios.
Sabemos que el círculo es el símbolo del principio, del todo, del universo, del cosmos, del infinito, de aquello que no tiene principio ni fin, de la eternidad, de la perfección, de lo cíclico y del inicio de la creación. Y la vesica piscis, puede ser considerada como la primera manifestación del círculo primigenio ya que la polaridad es el primer paso de la creación.
En el dibujo siguiente veremos como desde la unidad superior que lo contiene todo, emergen las dos polaridades representadas por los dos círculos. Estas dos polaridades opuestas, van una hacia la otra. Del resultado de esta interacción, de esta unión de los dos círculos, nace la vesica piscis, que representa la fusión de las dos polaridades y la unión de las dos manifestaciones de fuerzas de naturaleza antagónica.
Del Absoluto emanan Yin-Yang.
Este mismo fenómeno, lo podemos representar con otra figura igualmente válida. Desde el Absoluto (en el centro) nacen dos polaridades: Una roja que se individualiza yendo hacia la izquierda y otra violeta que se pone en manifestación dirigiéndose hacia la derecha. En el centro, podemos observar también como se forma la vesica piscis.
Del Absoluto emanan Yin-Yang. Uno va a la izquierda y el otro a la derecha.
Estos modelos y otros muy parecidos reflejan lo mismo. Representan el mismo principio de creación de la polaridad desde la unidad del Absoluto y su posterior atracción y fusión de la cual depende el origen de todo lo creado.
La elipse representa el Absoluto que contiene a Yin-Yang.
En los ejercicios geométricos que realizamos en su día con el Rombo, no utilizamos conscientemente la figura de la vesica piscis en ningún momento porque sencillamente, en la época en que fueron hechos, desconocíamos por completo la existencia de esta figura. Pero ahora, casi 30 años después, al estudiar retrospectivamente los dibujos realizados en su día, hemos descubierto que esta forma geométrica ya se encontraba agazapada en el interior de aquellos primeros dibujos. La vesica piscis estaba ya presente, pero sencillamente no la conocíamos y no la supimos reconocer en aquel instante.
El Rombo es una figura sagrada que contiene en su 6ª dimensión la luz blanca, la geometría, los números y las matemáticas de la creación. Y con todo este bagaje, en alguna parte del diseño geométrico del Rombo , por pura lógica, debería aparecer la vesica piscis de la misma manera que lo hace la circunferencia, el hexágono, el triángulo, el rectángulo y el cuadrado.
Para aclarar estas cuestiones, vamos a retroceder hasta los primeros dibujos del Rombo donde, con los ojos actuales, podremos observar la presencia de esta notable figura.
La vesica piscis en el centro es a su vez el punto central de una margarita.
En este primer dibujo vemos que en la parte media se observa un hexágono inscrito dentro de una circunferencia central. Dentro del hexágono, observamos a un Rombo cuyos Focos (F) son a su vez el centro de la circunferencia roja y violeta. En la zona común que comparten las dos circunferencias y en color magenta, se observa la vesica piscis. Cada centro de cada una de las tres circunferencias es el punto de partida desde donde parten las grandes margaritas de 6 pétalos.
En la figura siguiente vamos a ver el mismo fenómeno, pero en este caso, alrededor del Rombo está dibujada la elipse, ya que es la forma que adquiere la circunferencia para poder contener al Rombo en su interior.
El Rombo con su elipse y dos margaritas.
Si ahora volvemos a la figura más conocida del Rombo, en la que se observa a éste con sus 7 dimensiones, observaremos que la vesica piscis aparece entre todas las circunferencias vecinas cuyo centro son los Focos. Es decir, en 6 ocasiones.
Las flechas marcan las 6 vesica piscis entre las circunferencias contiguas.
Y, además, la vesica piscis aparece también entre cada una de las intersecciones que se dan entre las 6 circunferencias del exterior y la circunferencia interior o central. Es decir que la podemos observar en 6 ocasiones más.
6 vesica piscis entre las circunferencias periféricas y la central.
Con la ayuda de las flechitas, podemos ver estas 6 nuevas creaciones que son la confluencia de dos vesica piscis contiguas.
Pero si además nos fijamos en las relaciones que existe entre el Foco de la circunferencia central y cualquier otro Foco (F5 en este caso), observaremos que en la vesica piscis que se forma, aparecen 3 flechitas, tres líneas de comunicación entre los dos círculos, que corresponden a tres estados energéticos distintos dentro de la misma vesica piscis.
Tres estados energéticos distintos.
El resultado de estas observaciones es que la vesica piscis, en este dibujo del Rombo aparece silenciosamente en 12 ocasiones.
12 vesica piscis totales.
En la primera serie de dibujos que hicimos en su día, trabajamos sobre muchos modelos teóricos, sobre construcciones geométricas complejas a las que entonces no les supimos hallar un significado claro. Pero aparte de este hecho tan evidente, en cambio, sí que supimos ponderar el valor estético y armónico que se desprendía de todas aquellas preciosas figuras. Todas parecían susurrar conceptos primigenios, puros, auténticos pero escritos en un lenguaje tan bello como indescifrable, propio de la 6ª dimensión.
Este fue por ejemplo el caso de esta rosa magenta que aparece a la izquierda. Ahora, con el descubrimiento de la vesica piscis, podemos ver que los 6 grandes pétalos exteriores que aparecen son en realidad las vesica piscis que se originan entre las circunferencias vecinas. Y, por otro lado, en el dibujo, podemos ver que la pequeña margarita central corresponde a la intersección de las vesica piscis vecinas que están contenidas en la circunferencia interior. Son el espacio común de dos vesica piscis contiguas. Cada hoja de la margarita central es como si fuera la vesica piscis de dos vesica piscis contiguas.
La Flor de 6 pétalos y las margaritas.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA FIGURA
El origen geométrico del dibujo del Rombo es el punto central. A partir de él, y con el radio se dibuja una pequeña circunferencia central. Desplazando el compás por la circunferencia, ésta se divide en 6 trozos iguales. Cada uno de estos trozos es un Foco. Desde cada uno de ellos se traza otra circunferencia pequeña, 6 en total. Desde el punto central, todas estas 6 circunferencias pequeñas pueden ser englobadas por una circunferencia mayor. Cuando ya la tenemos dibujada, a partir de la circunferencia mayor, se construye un hexágono y un Rombo. Las dimensiones saldrán de la confluencia entre los puntos de corte de las circunferencias pequeñas y el Rombo.
Pero el proceso de construcción se puede dar en el sentido inverso. Podemos partir de una circunferencia mayor, inscribir un hexágono en su interior y al unir sus vértices por medio de diagonales, por construcción, nos aparecerán los Focos. Desde esos Focos hacemos circunferencias pequeñas (con la mitad del radio original). Entonces, desde el gran hexágono inscrito en la circunferencia mayor, trazamos un Rombo. En el punto de intersección del Rombo y las circunferencias menores, aparecerán las dimensiones.
La construcción geométrica de la figura.
En cualquier caso, siempre construimos desde el centro, pero el proceso puede ir de lo pequeño a lo grande o de lo grande a lo pequeño. Por cualquiera de los dos caminos que andemos llegamos a la figura, con sus dimensiones, sus vesica piscis, sus pétalos y sus margaritas.
Esta magnífica figura, en la que descubrimos la presencia de los Focos y su papel vital en la construcción de las dimensiones, vino acompañada por otra que permitía encontrar la línea media de las dimensiones desde unos puntos del hexágono exterior. Concretamente, los puntos del hexágono que no están en contacto con los vértices del Rombo son los que permiten hallar la línea central de las dimensiones, excepto de la 1ª y la 7, que como sabemos son muy especiales.
Los puntos A, C, D, F, G, I, J, L permiten hallar el punto medio de las dimensiones
De esta manera veíamos como los vértices B, H, E, K que no intervenían directamente en la construcción de la línea media de las dimensiones, hacían algo tan importante como aquello, pues la línea B-H, divide al Rombo en izquierda y derecha, mientras que la línea K-E lo divide también en dos partes: arriba y abajo.
Cada vértice y cada punto medio del hexágono es vital en la construcción del Rombo, de las dimensiones, de la línea divisoria de las mismas y en la construcción de los dos grandes ejes del Rombo. Quedaba entonces acabar de dibujar las 12 circunferencias que parten de cada uno de estos puntos y observar que tipo de geometría resultaba.
Los 12 puntos creadores del Rombo con sus vesica piscis
LA POLARIDAD DE LA FIGURA
Al final, todo este bello dibujo de pétalos exteriores y margaritas interiores son las intersecciones de las circunferencias vecinas. Todo el dibujo manifiesta un equilibrio entre Yin y Yang. Y si una circunferencia es Yin, la otra es Yang, lo que hace que en todo el Rombo los polos +- de las circunferencias se vayan alternando, lo cual permite un flujo energético circular o lineal de ida y vuelta.
Los puntos de Foco son los centros de las circunferencias y son por lógica, los puntos que darían la polaridad a toda la circunferencia.
Estas zonas de Foco, son lugares donde confluyen polaridades positivas y negativas. En F1 por ejemplo, confluyen 2 polaridades positivas ( F2-F3) y 1 polaridad negativa ( F1). Además en cada uno de los Focos contacta también la polaridad ambivalente de la circunferencia central, por lo que se convierte en una zona de creación y en un reflejo del centro creador. De hecho, los Focos crean como sabemos las dimensiones desde un punto de vista geométrico y ello ha de tener una lectura energética y metafísica.
La alternancia de polaridad en los círculos.
Las 6 vesicas piscis que se originan desde los Focos, confluyen en el punto central de la figura, en el centro geométrico desde donde parte la circunferencia exterior, el Rombo, las dimensiones y la vida. El centro es único, es el inicio desde donde parte toda la construcción y el lugar a donde toda ella regresa. El centro, punto de creación, de equilibrio y de final es el que sostiene y vitaliza al Rombo en todo momento. La vesica piscis es el resultado de la expresión del centro creador.
El centro.