Los ciclos del Rombo(1º parte)
Es un artículo del año 2011 y un primer paso para desarrollar el interesante tema de los ciclos. Se comenta la posibilidad de fusionar los ciclos y la rotación de la figura. Se exponen también hipótesis relativas a las diferentes fases de los ciclos. También incluye un estudio de los ciclos y la figura tridimensional.
El estudio de los ciclos siempre ha sido un tema de interés general. Sobre este apartado, tenemos actualmente los conceptos generales bastante claros, pero poco desarrollados. Mi intención en este artículo es repasar este tema, y presentar hipótesis que puedan dar más contenido a las ideas elementales.
En el dibujo siguiente, podemos observar uno de los posibles esquemas de las fases de creación y retrospección del Rombo. En la fase de creación, desde Ideación Divina emerge la idea que se va abriendo y desarrollando hasta llegar a la plenitud. En ese punto, la Idea ha migrado desde el punto inicial de ID hasta la máxima amplitud y se ha realizado completamente.
Ciclo de creación
La fase de creación acaba aquí, en su punto más álgido, a partir del cual, ya no es posible expandirse o expresarse más, y se inicia al proceso de contracción o retrospección.
Ciclo de retrospección
En esta segunda fase, empieza el decaimiento de los máximos valores a los que se había llegado en lo físico, social, o espiritual, hasta que llega el final del ciclo. Una vez ya se ha llegado al fin del periodo, desde el vértice obtuso, se inicia un movimiento de compresión de todo lo creado, se comprime y se dirige al punto de Ideación Divina. Al llegar a ID, toda la creación es sometida a análisis para ser evaluada y corregida por los Rayos Vigilantes quienes comparan y comprueban dentro de la gran mente universal que es la Ideación Divina, la idea que salió y la experiencia que regresó, observando la discrepancia de tonalidades y dando los ajustes necesarios para llevar a la creación a los cánones del arquetipo universal. Los Rayos vigilantes, bajarán y rectificarán el nuevo Rombo que va a salir a manifestación. Una vez haya finalizado de nuevo el siguiente ciclo de creación, el nuevo Rombo de manifestación, será impelido otra vez hasta la ID para volver a ser comparado y rectificado. Se trata, como vemos, de un circuito constante de creación y rectificación.
De todo esto, deducimos obviamente, que las situaciones que se dan en un ciclo son el resultado de las vivencias y las compensaciones que se originaron en el ciclo anterior. Es lo que se conoce como Karma.
EL DESARROLLO DE UN CICLO
Intentaremos desglosar de una manera ordenada y temporal como ocurren los ciclos. Para ello, debemos imaginarnos el Rombo bidimensional, en dos planos, visto desde arriba, es decir monodimensional. Tendremos entonces una línea roja que corresponde a la 1ª D y una línea violeta que se relaciona con la 7ª D. El movimiento será antihorario y la línea roja, que actualmente se halla en un punto neutro, se empezará a adentrar en la parte oscura de la figura (Yin), mientras que la línea violeta, iniciará su andadura por la zona blanca (Yang)
Cuando ambas líneas hayan recorrido 90º, estaremos en la mitad del ciclo, en el cénit de la creación, en su punto máximo y a partir de aquí, empezará una fase contractiva, donde la expresión de lo manifestado es menor y que nos llevará al final de esta fase de contracción o retrospección cuando se hayan alcanzado los 180 º.
En este momento, ha finalizado un ciclo y empieza otro nuevo, donde el rojo iniciará su camino por el Yang y el violeta por el Yin. Podremos verlo más detalladamente en el siguiente esquema.
Vemos que un ciclo consta de dos hemiciclos. En el primer hemiciclo, tenemos una primera fase de creación, que parte de unos valores mínimos y que llega a un momento culminante, de máxima expansión, para empezar seguidamente una fase de retrospección. Al final de esta fase, los valores son mínimos otra vez. En esta primera fase, observamos como el rojo siempre aparece por la izquierda, pero en el momento en que este color pasa al otro lado del ciclo, el Rombo ha traspasado los 180º de la circunferencia y el color rojo, empieza a emerger en la parte derecha. Aquí se inicia el segundo hemiciclo, que es una repetición del anterior. Vemos que se crea un nuevo Rombo, con el rojo a la derecha y que pasa por una fase de creación, una cúspide y una fase de retrospección. Al final de este segundo hemiciclo, hemos llegado al punto de donde partimos al principio y el ciclo completo ha finalizado.
Está claro que para que este esquema se pueda entender, hemos de considerar la posibilidad de que el Rombo gire sobre el eje de la diagonal mayor. Parece que tengamos una inercia mental que nos obligue a dejar al Rombo quieto y dibujado en una hoja de papel, sin ningún tipo de movimiento y no creo que sea así. El Rombo es muy móvil, y hemos de empezar a darle esa movilidad que se espera de él, ya que, como sabemos, es mayor de edad y hay de dotarle de libertad.
Como punto de referencia del pasado, para ver que no estamos hablando de nada nuevo y con la intención de no perder el hilo de lo comentado, volveremos al esquema más sencillo y asimilado. Este concepto, nos habla de la alternancia de polaridad dentro de las manifestaciones de la figura. Veamos el esquema clásico:
Los cambios de polaridad en los ciclos
Este dibujo con el que estamos tan familiarizados, que es tan bonito y sorprendente tiene muchas posibilidades de interpretación. Me recuerda algo a aquellos dibujos que los vemos una vez, nos dicen cosas, y en la medida que los vamos estudiando, se van abriendo cada vez más, y parece como si salieran de dentro conceptos que estaban allí, pero no eran vistos. Parecían camuflados, agazapados, o escritos en clave.
El dibujo de los ciclos, que parece muy estático, siempre me ha provocado la sensación de ser una especie de foto imposible. No se pueden retratar presente y futuro y en cambio, el dibujo lo hace. Tenemos un ciclo y el ciclo siguiente. Se trata de dos dibujos que no se pueden dar al mismo tiempo. Es un “dibujo imposible”.
Por otro lado, ese Yin y Yang que dan vueltas y abrazan a los dos lados, tienen un aire de movilidad. Pese a que, quizás, estén quietos. Parece que sean las polaridades las que giran, y que el Rombo esté estático. Quizás sea todo un fenómeno óptico y se trate de que la situación real es la inversa: Las polaridades pueden estar quietas y tal vez sea la figura la que da vueltas.
Creo que el dibujo clásico de los ciclos esquematiza muchísimas cosas, pero también esconde otras. Y puede que esconda la más evidente de todas: Todo da vueltas. Y el Rombo también las da. Gira alrededor de algo. Me produce cierta vergüenza, preguntarme otra vez porque todo gira y no saber contestar con simplicidad a este principio básico del Universo. Posiblemente la causa del giro está en la interacción de dos fuerzas distintas: La fuerza de la gravedad que tiende a unir los cuerpos cercanos y el momento lineal, que es la cantidad de movimiento o ímpetu que tiene el movimiento de un cuerpo. Todo gira, y el Rombo no iba a ser una excepción.
Intentaremos ahora repasar un poco la figura de los ciclos esbozada unas líneas más arriba. Empezaremos por un supuesto, en el que Yin y Yang son dos energías de polaridad diferenciada, separadas, de tal manera que donde está una, no está la otra. Para ello, supondremos una región oscura del espacio y una región clara. La región oscura es el Yin y la clara es el Yang. El Rombo, situado en el centro, describe un movimiento circular que le hace pasar primero por una polaridad y luego por otra. En su trayecto, partimos de un estado inicial de ambivalencia, luego pasamos por un nivel de máxima polaridad, que luego decae hasta invertirse, para iniciar el trayecto por la otra polaridad, llegando también a un punto máximo y empezar a decaer de nuevo hasta finalizar el ciclo completo. El dibujo que presentamos aquí intenta resumir muy escuetamente todo el proceso. Podemos fijarnos en el color rojo para intentar seguir el movimiento circular.
Hemos visto ya el esquema general, y podemos intentar verlo otra vez, de otra manera y en otro dibujo que viene a expresar un poco más detalladamente lo mismo. La intención es comprender la idea viendo el fenómeno desde varias representaciones, Aquí vemos un semicírculo negro y uno blanco. Vemos que diametralmente opuestos, están los puntos de máxima actividad para negro y blanco. Diremos Yin a lo gris y Yang a lo blanco. Arriba y abajo se corresponden con los períodos de menor actividad para negro y blanco.
El ciclo se inicia en una fase de mínima actividad para la parte roja y azul, que simbolizan los dos polos del Rombo. Si observamos la parte roja, por ejemplo, veremos que pasa del mínimo (fase 1) al máximo (fase 3) donde coincide también con el máximo del azul. Es el momento de máxima tensión. A partir de aquí, la fuerza decae en ambas líneas hasta llegar de nuevo al mínimo para los dos (fase 5) que representa el inverso de la posición inicial.
A partir de este punto, el rojo entra en la parte blanca y el azul en la parte gris. Se ha producido un cambio de polaridad y se trata de un ciclo distinto al anterior. El rojo empieza a ascender desde el mínimo, llegando al máximo (fase7) que coincide con el máximo de azul, provocando de nuevo un momento de máxima tensión pero con la polaridad invertida.
A partir de este momento, se llega a la fase 8, donde ambas fuerzas decaen y buscan la situación de ambivalencia, que se da en la fase 9, que representa el final del ciclo completo. El Rombo ha completado una vuelta de 360º, el trayecto ha sido completo y la situación final, es la misma que la del inicio. Fin del ciclo.
Hemos completado un ciclo entero. Ahora, podemos seguir la gráfica anterior con esta que le sigue, que es lo mismo, pero analizando solo los movimientos sinusoidales del rojo.
Yin Yang
Iniciamos con un punto cero, de equilibrio. El valor del Yin va aumentando hasta que llegamos a un máximo para decaer y llegar a un valor mínimo El rojo entra entonces en la polaridad Yang y va ascendiendo de valor hasta llegar al máximo para luego volver a decaer y llegar al mínimo.
Esta gráfica del color rojo, tiene su complementaria con la del color azul, que es lo mismo pero estudiando los movimientos del polo azul Es como vemos, la misma gráfica, pero invertida.
Yin Yang
El azul parte de un valor mínimo, que se va incrementando hasta un punto máximo en que empieza a descender, allí cambia de polaridad, vuelve a ascender y posteriormente desciende hasta llegar a un valor mínimo.
Estas dos gráficas, las podemos ver juntas, lo nos empezará a dar una comprensión más global de todo el proceso.
Y de esta imagen, podemos pasar todavía a una que reconocemos totalmente. En este caso, el Rombo queda quieto y lo que parece moverse es el Yin y el Yang. El Yin empieza a desplazarse por el rojo llegando a un máximo, luego decae hasta empezar a entrar por el lado azul. El ciclo continúa indefinidamente.
Figura de los ciclos
LA REPRESENTACION TRIDIMENSIONAL
Por cierto, si aún no tienes hecho el Rombo tridimensional, te propongo un sistema muy fácil. Haz la anterior figura un poco mayor, la imprimes. Aprovechas las ondulaciones de Yin y Yang, las recortas un poco y haces unas pestañitas laterales en los lados del Rombo para poder pegar los lados. Ya tendrás un Rombo tridimensional. Te irá bien para poder entender el siguiente esquema que lo único que hace es reflejar en plan tridimensional, los cuatro tiempos del ciclo completo.
En el primer tiempo, tenemos la parte roja del Rombo señalando ID, y por tanto, nos queda enfrente de los ojos el vértice violeta. En la segunda fase, la figura, ha girado 90º y apunta a la izquierda. En el tercer tiempo, nos señala directamente y en el cuarto tiempo, ya ha girado a la derecha, camino de regreso. Son los cuatro tiempos y en el esquema inferior, tienes explicado todo el proceso.
Las cuatro fases de la creación
Sabemos que este esquema nos ha de servir para representar los períodos de creación y de retrospección de la Ideación Divina. Recordamos que cuando ya ha llegado a su fin el período de creación, por el vértice obtuso, se contrae todo lo creado y se comprime dentro de la ID y es expulsado otra vez para formar el mambátara.
Intentaremos analizar este fenómeno y elaborar una teoría para comprender todo esto algo mejor. De la observación de la naturaleza, vemos que en todo fenómeno natural hay un tiempo de actividad y uno de reposo. Tenemos la respiración con sus dos fases (inspiración, espiración), el latido del corazón
(sístole, diástole), la actividad del músculo (contracción, relajación) o la actividad del sistema nervioso central (vigilia, sueño). Siempre hay un tiempo para la acción y uno para la reacción.
En el último y atrevido esquema que hemos desarrollado, estas dos actividades quedan asignadas en los cuadrantes cruzados.
Representación de los ciclos
Si como de un reloj cósmico se tratara, consideraremos que hay un tiempo para crear y otro para observar lo creado. Suena extraño, pero sabemos que cuando ya ha llegado a su fin el período de creación, por el vértice obtuso (y recuerdo que hay dos), se contrae todo lo creado y se comprime dentro de la Ideación Divina. Representar este fenómeno no parece muy sencillo, pero digo yo que habrá algún dibujo para esquematizar todo esto, aunque sea de forma imperfecta. Como no tenemos este esquema, no tengo más remedio que basándome en todo lo dicho, intentar plasmar esta idea en algún simbolismo apto para su comprensión.
Un ciclo
Observo este mecanismo elemental de reloj cósmico y puede que no esté muy alejado de la realidad. Debemos ver que lo que marca el transcurso del tiempo es el eje de la diagonal mayor. En un lado está la primera dimensión y en el otro, la séptima dimensión. Cuando estas dos dimensiones, que parten de los vértices obtusos que marcan los 0º y los 180º, llegan a los 90º y 270º, se culmina el proceso de creación y a partir de aquí, toda la creación decae y empieza la fase de retrospección.
El movimiento de contracción, dirigido por los vértices obtusos, llega al culmen cuando el marcador rojo y el violeta, han recorrido 180º. Entonces, y sólo en este momento, están en contacto directo con ID a través del eje de la 4ª Dimensión. En este momento, todas las informaciones relativas a la creación son evaluadas y corregidas. En el siguiente instante, los marcadores violeta y rojo entran de nuevo en la fase de creación, pero con las correcciones realizadas. El rojo que venía de crear en el Yin, empezará a hacerlo en el Yang, y el violeta que llegaba del Yang, empezará a actuar en el Yin. Cuando hayan transcurrido 180º, volverá a suceder lo mismo; Corrección y cambio de polaridad. A grandes trazos, parece como si el movimiento circular del Rombo, estuviera marcado por dos grandes ejes. El eje de la actividad (horizontal) y el eje del control (vertical)
Un ciclo
Llegado a este punto, me cuesta entender la diferencia de importancia entre los parámetros de izquierda-derecha y los de arriba-abajo. En particular, me estoy refiriendo a la diferencia de valores que le damos al ángulo obtuso superior
(Ideación Divina) y al ángulo obtuso inferior, que, por no tener, no tiene ni nombre. A veces, sin ningún tipo de éxito, le hemos llamado Realización Divina, pero no tengo actualmente nada clara cuál es su función diferencial respecto al ángulo obtuso superior. A veces, pienso que son exactamente lo mismo y que el movimiento que empieza arriba acaba abajo, de la misma manera que el que empieza abajo acaba arriba. Son dos movimientos simultáneos en los que una polaridad busca a la otra para completar su acción.
Todos recordamos la figura inicial de la Sagrada Forma. En ella, la Ideación Divina, era una pequeña línea que salía del ángulo obtuso superior.
La figura del Rombo
Pero el Rombo, si da vueltas, puede presentar este aspecto: Tenemos la rayita de Ideación Divina en la parte inferior.
Ideación Divina ha dado la vuelta
Además, en el siguiente dibujo, observamos que el Rombo número 2 no tiene el palito de la ID, ya que parece ser que está conectado íntimamente con el vértice obtuso inferior del Rombo número 1. Lo mismo sucede con el Rombo número 3. Si ahora, separamos de la cadena el Rombo 2, no podemos saber dónde está ID.
Además, como he comentado antes, si queremos hacer un Rombo tridimensional, sólo debemos recortar esta figura y veremos como todos los vértices obtusos están encadenados, haciendo imposible distinguir donde está ID y donde no. Quizá, esta rayita de ID simbolice tan sólo la comunicación que existe entre todas las ideaciones divinas de la figura tridimensional y no sea una estructura existente como tal y exterior al Rombo.
Las ID se comunican entre ellas
La situación, como vemos, se complica mucho más si optamos por estudiar la figura tridimensional. ¿Tiene algún valor especial el punto marcado como ID en el Rombo tridimensional comparado con los otros dos vértices? Si crees que sí, solo tienes que dotar a la figura tridimensional de giro a través de la diagonal mayor, y entonces ID estará arriba, a la izquierda, abajo o a la derecha, haciendo imposible su localización.
El giro de ID
La verdad es que soy incapaz de localizarla. Es por esto, que en este momento, los tres vértices del Rombo tridimensional me parecen puntos de ID dotados del mismo valor y función.
La equivalencia de los tres puntos de ID
¿No es además la 4º D, sede y casal de la Ideación Divina? Entonces… ¿Por qué representar a ID fuera de uno de los tres vértices del Rombo y sólo en una de ellos? ¿No sería más lógico pensar que esa rayita simboliza la unión de la 4º D con la gran mente cósmica y que esa conexión se da en cada uno de los vértices?
¿No será tal vez que, en la primera comunicación, cuando se describió la figura plana dimensional, era suficiente con comunicar todo de una manera más sencilla y esquemática?
Poco a poco, el Rombo, nos ha ido dando más datos de su funcionamiento que al principio no existían. Tuvimos por ejemplo largas discusiones sobre la interpretación del 18-19, con la ubicación del Yin y del Yang, luego con el 22 exterior-interior, luego con las figuras tridimensionales cruzadas en ángulos de 90º, con los ángulos 40º-42º, con la aparición del espacio extra estelar, con los planos de conciencia, con el funcionamiento holográfico del Rombo, con los diferentes tipos de Rayos cósmicos y los 144 elementos, así como muchos datos relativos a su geometría interna, o a su expansión lateral >22 y los signos de alarma al sobrepasar 19.999.
Han sido demasiados detalles nuevos que no existían al principio como para pensar que no hay lugar para nuevos hallazgos. Ahora, nos planteamos varias cuestiones nuevas, como la rotación horizontal a través de la diagonal mayor, los períodos de creación y retrospección y la posibilidad de que el vértice obtuso inferior y superior tengan las mismas funciones, la representación de la rayita de ID o que es lo que puede significar la rotación vertical del Rombo.
Este artículo, ha abierto como dije al principio, varias hipótesis que creo que deberían ser comentadas y desarrolladas. Quedan todavía muchos temas por hablar acerca de los ciclos, pero esperaremos un poco más, ya que antes tenemos que intentar asimilar todo esto. Bueno, el ciclo puede esperar, ya que esperar forma parte de su naturaleza. No creo que se lo tome mal.