Apartados SFR

El 1º Rayo

El 1º Rayo

En el año 1994 pensé que tenía que desarrollar el tema que hacía referencia a los Rayos de Energía Cósmica. Debía de empezar lógicamente por el Primer Rayo y para ello, comencé a buscar documentación existente sobre este tema. Cuando la hallé, tuve que escoger el material que en mi criterio era adaptable y asimilable dentro del Rombo. A partir de este momento, intenté compaginar la Enseñanza tradicional de los Rayos con la información de que disponíamos en la actualidad. Fue fácil, pero tuve que descartar mucha, muchísima información y adaptar el contenido de lo que existía a lo que estaba en consonancia con el Rombo. Este artículo fue el primero de la serie destinada al estudio de los Rayos y puso en marcha a todos los siguientes.

Este artículo apareció con fecha 21/12/1994 en el número 1 de una publicación que se llamaba: “la revista de la SFR enseñanza e investigación“, de la que salieron sólo cuatro números y en la que participábamos Gaspar Arsís, Montse Pujol, Carmen Castellanos, Susa de Mohernando y yo.

El número 1 de la Revista

El número 1 de la Revista

Ahora, que casi han pasado 20 años, he querido transcribir uno de los artículos de la revista, el que precisamente hablaba del 1º Rayo y lo he adaptado un poco a los tiempos actuales. Es por decirlo de alguna manera, una edición un poco revisada y actualizada. El texto básicamente es el mismo que en la revista primitiva, pero se han añadido en algunos apartados, unos conceptos que han ido apareciendo a lo largo de estos años para dotar al número de un poco más de actualidad.

En principio, la idea era transcribirlo sin más, pero he preferido retocar o añadir algunas cosas, de tal manera que el lector que esté al corriente de la evolución del Rombo, sin duda, verá que hay algunos anacronismos, ya que aquí se citan algunas ideas que aparecieron años después de la publicación original, datada en 1994. Ya se que las antigüedades pierden algo de su valor en cuanto se retocan, pero para ello, ya tenemos la revista original fotocopiada, con letra desgastada por el tiempo, de difícil lectura y sin dibujos porque las fotocopias con tinta de color eran mucho más caras entonces y ahora. Pero quizá la circunstancia que ha propiciado la actualización de las últimas páginas es que hace un par de meses, un rayo de primavera me fulminó el ordenador y el programa que tenía instalado para transcribir automáticamente un texto fotocopiado a letra actual. Desde ese acontecimiento propiciado por el rayo destructor, me he visto obligado e impulsado por el rayo creador a teclear de nuevo lo ya escrito y ha surgido la tentación, así que, sin consideraciones editoriales ni filosóficas, he añadido algunas cosas. También he de decir que ha sido una manera de hacer el trabajo de copista un poco más agradable. Espero que os guste. Os dejo con el artículo, que por cierto fue el primero que escribí del Rombo, hace ya un montón de años.

INTRODUCCION

Si me hubiese dado por empezar a escribir acerca de otro tema, posiblemente hubiese sido más fácil, pero tenia que empezar con el primer Rayo. De él, creo que es del que más nos han hablado y será por alguna razón importante. Todo lo que rodea a los Rayos es tremendamente original y complicado. Este 1º Rayo es con toda seguridad, el más complejo de todos ellos y bajo nuestra óptica, el más antiguo. Intentaré explicarme. Recordaré el texto que nos hablaba del principio de la creación:

“Aquellas vibraciones infinitas y todas de una frecuencia diferente, se diferenciaban perfectamente en dos líneas, dos polos. Estaban allí y no creaban. Condensadas, expandidas, manifestando sin manifestar. Una Tercera Fuerza, podíamos llamar materializadora, surgió con el Rayo Creador y aquellas vibraciones que hasta entonces no habían creado formas, se sintieron impelidas, impulsadas a combinarse. El movimiento frenético por el que fueron impulsadas, creó una fricción, un calentamiento, hasta que aquel Ser Absoluto, aquel Todo, aquella Nada, formó un punto ígneo cada vez más comprimido, cada vez más condensado, hasta que la misma compresión lo hizo explotar, salir de dentro de él mismo y crear el Universo .Todas las vibraciones comprimidas dentro de aquel átomo primordial salieron impulsados por la Fuerza Creadora, (Precisamente la   Fuerza Neutra), y así se creó el Universo material.”

Debo interrumpir el hilo de esta escritura para reproducir una conversación telefónica que he finalizado en este mismo momento. Me acaba de llamar Sina, una amiga que fue paciente en un tiempo algo lejano y que ahora empieza a dar sus primeros pasos en la terapia ... pero, vayamos por pasos . Estaba en casa escribiendo acerca de este maravilloso 1º Rayo cuando sonó el teléfono. Atravesé la casa y llegué hasta él.

- Siiiiiiiiiiiii………….
-Uy que voz. ¿Qué sales de ultratumba?

- ¡Ah! ¡Hola! Verás... es que estaba escribiendo y estaba muy concentrado.
- ¡Pero madre mía, que voz...!

-Si mira... estaba escribiendo acerca del 1º Rayo. ¿Te acuerdas de que tú me regalaste un libro acerca de esto?

-Si, el de Trigueirinho.
- Si, ese. Pues fíjate que cuando me lo regalaste, no supe que hacer con el, y fue al cabo de algún tiempo, de algunos años, cuando le encontré el valor.

- Esas cosas suceden.
- La verdad que si. Pues escribía acerca del primer Rayo…

¡El Destructor! ¡Ese es el peor de todos!

La conversación siguió un rato largo, no es el caso reproducir el resto de la llamada, pero si este trozo, porque me pareció que la llamada y su comentario, iban a dar mucha salsa. Estaba claro que mi amiga, sabia de lo que hablaba, y había leído acerca del tema.

Su base acerca del conocimiento de los Rayos era un autor llamado Trigueirinho, pero si su fuente hubiese sido la enseñanza del Tibetano, recogida por Alice Bailey en el tratado de los 7 rayos, posiblemente habría llegado a una conclusión similar.

No era mi intención empezar por aquí, pero a veces, cuando estamos guiados por el 1º Rayo, está bien dejarle el timón a él. Se que muchos de nosotros no hemos tenido la oportunidad de leer el libro de Triguerinho, que se titula “La energía de los rayos en nuestra vida”, en el que hace un acercamiento a las cualidades generales de los 7 Rayos y a su repercusión en la esfera psíquica. No es de mi interés reproducirlas o comentar todas las cosas que dice, pero si me gustaría citar íntegra y textualmente algunas de sus frases. Así habla acerca de este Rayo:

Nombre: El que abre la puerta. El primer Rayo. Voluntad – Poder.

“En el comienzo de la creación cósmica, el Rayo de Voluntad-Poder, fue la primera energía manifestada”

“Abrirse a lo desconocido, a sabiendas de las resistencias, pero cerrándoles la puerta, es el camino breve y directo, indicado por el primer Rayo.”

“Su mujer me dijo que era como sino tuviera marido. Cuando llegaba del trabajo, seguía trabajando en casa, concentrado en su meta principal: Un trabajo que mantenía en actividad a millares de personas de varios países. Cuando comíamos los tres juntos, frecuentemente, se desligaba de lo que ocurría alrededor y tomaba notas sobre asuntos propios de su trabajo, que en aquel momento se le ocurrían. Se comportaba como si su esposa y yo no estuviéramos presentes. Por nuestra parte, comprendíamos lo que estaba ocurriendo y percibíamos la energía del rayo que fluía libremente creando un clima maravilloso para las colaciones.”

“Si el individuo fuera un alma de primer Rayo o si tuviera esa energía en la mente, al dedicarse a practicar algún ejercicio de disciplina que lo llevara a la meditación, cada pensamiento que le llegara en el momento de la concentración, lo arrojaría a gran distancia, expulsado con tal fuerza que no regresaría jamás”

"Sus manifestaciones en la Tierra son siempre violentas, ya que llegan a través de cataclismos, erupciones volcánicas, terremotos. etc. Cuando desencarnamos, lo que nos arranca hacia afuera de! cuerpo físico es el primer Rayo de Voluntad-Poder."

Es lógico que después de leer esto, uno intente alejarse algo del 1º Rayo, en una acción que le preserve de un funesto destino. Pero, paradójicamente, si por un instante  lo  hiciera, si consiguiera aislarse de este Señor, perecería en el acto. El primer Rayo, llamado por algunos el Destructor, es también el Creador ya que se mueve entre estas dos cualidades.

En el año 1983 apareció la palabra Rayo, pero no volvió a hacer acto de presencia hasta el año 1986, cuando por primera vez, nos hablaron del Rombo. Allí nos enteramos de que existían 12 Rayos de Energía Cósmica, un concepto que quedó totalmente velado hasta el año 1991 donde se nos describió de una manera muy esquemática la función de estos 12 Señores. Desde entonces hasta el presente, han sido citados muchas veces en las Escrituras, y sus funciones las hemos sido sacando en cuentagotas, con bastante imaginación y con esfuerzo colectivo.

A pesar de que en las Escrituras se habla de los Rayos en muchas ocasiones, en muy pocas, se desglosan las actividades propias de cada uno de ellos. Pensé, recordando las  palabras de Energía de que no nos darían otra vez lo que ya habían dado a la humanidad, que debía buscar datos, escritos, publicaciones que hablaran de los Rayos en otras culturas, en otras épocas o en los mismos conocimientos actuales. Empecé a buscar literatura sobre todo esto y encontré referencias en la doctrina secreta de Blavatsky, donde se habla de estos 7 Rayos y se les da unas atribuciones y unas relaciones con el color, con las notas musicales… etc. que compartimos con nuestros conocimientos, pero la información general es poca y está extremadamente resumida.

Donde hallé más información fue en los libros del Tibetano y en particular en su tratado sobre los siete Rayos (5 tomos). A mi parecer es lo más válido que está escrito hasta el momento y es el punto de referencia más exacto que he conocido hasta ahora.

El tratado de los siete Rayos

Alice Bailey fue discípula del Tibetano, y trabajó con su maestro en la elaboración de una obra muy extensa, que incluye el tratado de los siete Rayos. Aunque he leído el tratado, no creo que deba hacer un comentario extenso acerca de lo que allí se habla y de si los conceptos del Rombo se ajustan bien o mal a los de ese conocimiento, pero si puedo decir que si estos textos, se estudian con una mente abierta, se encuentran muchos datos que nos pueden hacer a los Rayos mucho más comprensibles de lo que han sido hasta ahora. No es mi intención reproducir esos textos que por otro lado ya están allí, escritos y prestos a ser leídos por si alguien siente una motivación especial en leerlos. Más bien, mi idea al iniciar este  trabajo de los Siete Rayos es la de intentar asimilar y extraer de estos libros, lo que creo que pueden ser verdades puras y ver como algunos conocimientos que se encuentran en ellos, pueden recibir un nuevo impulso y ser proyectados dentro del Rombo. Si me limitara a hacer una copia, estaría yendo hacia el pasado y confirmando conceptos que no entiendo o comparto, y si rechazara estos textos porque emplean un lenguaje algo distinto, querría ir hacia el futuro sin contar con el pasado. Como dijo alguien: "Nuestra civilización es un niño subido a lomos de un gigante". O un similar concepto en palabras de Solzhenitsyn: "No puede haber más que un verdadero progreso: La suma de los progresos espirituales alcanzados por los individuos, el grado de perfeccionamiento moral logrado a lo largo de sus vidas."

El conocimiento que ha tenido el ser humano de estas verdades universales y que ha ido metabolizando y entendiendo según su grado evolutivo es siempre un conocimiento que debe ser respetado, entendido y valorado en el momento en que se obtuvo. Es difícil entender que, leyendo a un sabio griego, veamos una verdad universal al lado de un pensamiento erróneo e infantil, pero el ser humano, en su limitación es así. Sacar el grano de la paja, separar la verdad del error no es fácil, pero hay que intentarlo. Con esta mentalidad, intentaré hacer este trabajo sintético y recopilatorio de los 7 Rayos.

En este artículo, se citan los nombres por los que se ha conocido a este Rayo en el pasado, se hace un resumen de sus funciones principales, de su localización y de las características psicológicas que se pueden atribuir a las personas que pertenecen a este Rayo. Este escrito, como todos los que realizaré acerca de los Rayos y del Rombo en general, no son nada más que puntos de vista personales, conclusiones, apreciaciones, hipótesis y pensamientos que pueden ser ciertos o no. Forman parte de un proceso de recopilación, ordenación e investigación y están sujetos al acierto y al error.

EL PRIMER RAYO: LOS NOMBRES DEL PASADO

Normalmente, llamamos a los Rayos por su número, pero a veces, conocer su nombre, o estudiar los diversos nombres por los que han sido llamados en el pasado, proporciona una riqueza muy grande. Nuestro querido y misterioso 1º Rayo, ha sido llamado de las siguientes maneras y de algunas otras:

El Padre.
Es la energía, la fuerza, la polaridad masculina (aunque no tenga polaridad) frente a la materia, la polaridad femenina, (aunque tampoco tenga polaridad).

El Creador.
Esa es su apariencia cuando da la vida.

La Fuerza Neutra.
El que une Yin y Yang.

La Fuerza Materializadora.
Es el que crea la materia.

El destructor.
Su apariencia cuando da la muerte.

El que libera la forma.
Libera a la forma de su parte estática y la hace cambiar.

El Gran Compendiador.
Es un compendio de todos los demás, es el que lo tiene todo, el que lo abarca todo.

El Elemento Ígneo que trae destrucción.
Es el fuego primordial en su faceta destructora.

El Poder que toca y se retrae.
Su acción como sabemos no es continua, sino que es cíclica, con períodos en los que incide con mucha fuerza y ocasiona la vida y con períodos en los que su actividad se retira y da la muerte.

El Señor de la tierra ardiente.

Rige la 7ªD, pero se encuentra bien en la 1ªD, que es donde el Primer Rayo se encuentra a gusto. Allí vive y tiene su morada, en el seno de los elementos primarios, que son la madre y matriz primigenia. Allí, el Primer Rayo los fecunda, vivifica, da impulso y energía. Esta masa de elementos primarios energetizados, dispuestos a organizarse y a adoptar formas y estructuras, guarda una muy clara relación visual con el magma de la Tierra, esa tierra que arde porque en su interior palpita el fuego. En esa tierra caótica, donde aún están por formar definitivamente los elementos primarios, vive el Rayo Real, el Señor de la tierra ardiente.

La voluntad que irrumpe en el huerto

Este Señor vive en el caótico o en el perfectamente ordenado huerto. El pone su voluntad allí donde se encuentra, dando vida y muerte.

El aliento que quema.
Es la Palabra Divina que lleva el fuego abrasador

El relámpago que aniquila.
A menudo se le asocia con el relámpago, porgue es una manifestación poderosa del fuego, una fuerza que viene del cielo, que une cielo y tierra, que va asociado a la tormenta y naturalmente a la lluvia, el elemento vivificador de la tierra.

El altísimo.
Es la fuerza que viene de lo más alto, de lo más elevado, de lo más Divino, de lo Absoluto.

La Voluntad - Poder.
Otro nombre muy popular de este Rayo. El 1º Rayo, es la expresión de la voluntad creadora de Dios y la manera en como ésta, demuestra su infinito Poder Creativo.

EL PRIMER RAYO: SUS FUNCIONES

Vamos a recordar las funciones y las características de este Rayo según el Rombo:

“Rayo de gran belleza. De él, emana el fuego primordial. Da la vida cuando crea, da la muerte cuando mata. Su emanación cae con fuerza por todas las dimensiones hasta la 1ª Dimensión, donde vivifica cada átomo y cada partícula que se pone en manifestación. Rige la 7ª Dimensión, y se encuentra bien en la 1ª Dimensión. Produce cambios importantes en todo el universo cuando crea un átomo nuevo cada 24000 años. Entonces es más fuerte.”

Ahora, para seguir hablando de sus funciones, vamos a refrescar y numerar  las conclusiones lógicas a las que habíamos llegado en del estudio anterior de sus nombres del pasado. Esto, nos aportará más claridad en lo referente a las características de sus funciones y podremos ver si sus características clásicas, se acoplan a las conocidas por el Rombo.

  1. Es la energía, entendiendo como energía, la fuerza en movimiento.
  2. Es la fuerza creadora, mantenedora y destructora de todo lo manifestado. En su propósito está pues que nazcan, vivan y mueran todas las formas de todos los reinos de la naturaleza.
  3. Es el impulsor del cambio, de la renovación, de la transformación.
  4. Es el vivificador de la materia.
  5. Es el que hace posible la unión Yin - Yang.
  6. Es el origen de la manifestación del Yin-Yang.
  7. Es el que después de vivificar, dar vida, impulso y energía, infunde de inmediato la necesidad imperiosa de formar formas y psiquismo vivenciales que transformen al átomo en la verdadera criatura evolucionante. Pero esta magnífica acción, la hace bajo la máscara o apariencia del 2 rayo.
  8. Es el más sutil de los Rayos.
  9. Es el activador de los ciclos, pequeños o grandes, de segundos o de miles de años, de una partícula atómica o de un universo. El marca los ciclos de activación o desactivación. Cuando abre su mano, la vida palpita. Cuando la cierra, se marchita. Llegado el momento, otorga la muerte.
  10. Es el pionero y conductor de sus hermanos.
  11. Es la Voluntad Creadora.

EL PRIMER RAYO Y EL BIG BANG

Intentar explicar como el 1º Rayo hace posible que las dos polaridades presentes en el vacío se unan y se manifiesten, exige que nos vayamos a un texto de las Escrituras:

"Hay un aspecto que querría tocar y es la fuente de donde nacen las etéreas e invisibles energías vibratorias que en todo el cosmos hacen de enlace y ordenación de todas las estructuras emanadas de la creación, Todas estas energías vibratorias se generan en el punto de fricción del átomo primario al ser energetizado, vivificado por el Primer Rayo, Rayo Creador. En ese momento, que es instantáneo, en la explosión del átomo primario, en el Big Bang, se produjo en el primer átomo que surgió a la manifestación, la ley de todo el universo, con las dos características, de positivo y negativo ya para siempre más en este universo visible.”

Este pellizco de valiosísima información nos habla evidentemente de muchas cosas. Siguiendo el hilo que andábamos buscando, vemos que aunque el Yin y el Yang son anteriores a toda manifestación, no se manifiestan, no aparecen de una manera real, precisa, hasta que aparece el Primer Rayo y como consecuencia de ello, las dos polaridades se van a buscar y en su unión, aparece un movimiento, una fricción, un calentamiento por rozamiento, una leve condensación primitiva, y un punto de fuego que se va condensando progresivamente.

Parémonos aquí. Estamos aún antes del Tiempo Cero. La manifestación, la creación visible aún no ha tenido lugar. ¿Qué es lo que tenemos hasta ahora?

Tenemos el vacío con su plenitud energética y pluripotencial, donde existían sin existir Yin-Yang, cuando aparece el Primer Rayo y por su acción, emerge un punto de fuego que se va condensando, comprimiendo y aumentando de masa y temperatura.

¿Esto quiere decir que el 1º Rayo se está condensando y volviendo materia? ¿O que el Primer Rayo, Energía Pura emanada del Absoluto, energía sin materia y sin polaridad, ¿provoca en estas dos energías vibratorias un deseo íntimo de fusión que las impulsa, a crear materia y   fuerzas de la naturaleza?

Si fuera esta última posibilidad, el Primer Rayo sería el dador de vida, de movimiento, el responsable primero de la aparición de los dos grandes pilares de la creación: Materia y Fuerzas, aunque sus padres “biológicos” serían esas dos vibraciones polares, de naturaleza y polaridad distinta, presentes ya en el vacío, y que al ser impulsadas por el Rayo, pondrían en marcha el proceso creativo.

Vayamos por partes. Sabemos que esa característica de dar impulso, de crear, de energetizar, de hacer emerger lo que está escondido y ocultar lo que está manifestado, forma parte de la naturaleza de esta misteriosa Fuerza Creadora.

Por otro lado, si analizamos lo que es la materia y las conocidas fuerzas de la naturaleza (gravedad, electromagnetismo, fuerza electrodébil, fuerza débil y fuerza fuerte), vemos que forman una especie de familia, en la que, por un lado, están “los materiales groseros” y por el otro “las fuerzas sutiles”, que recuerdan en sobremanera a sus pro generes, las energías Yin-Yang.

Parece verse en los hijos (materia y fuerzas), el recuerdo de sus padres (Yin-Yang), con una cierta similitud ancestral.      

Pero, además, tenemos en la naturaleza otro tipo de energía muy diferente a las ahora comentadas, ya que no es vibracional, no intercambia partículas mensajeras de fuerzas y tiene otras características que hace que se muestre de una manera totalmente diferente a las fuerzas que hemos citado. Se trata de los Rayos Cósmicos corpusculares.

Esta radiación cósmica está constituida por una fuerza impulsora de una enorme magnitud y que es transportada por una partícula subatómica, generalmente un protón (núcleo atómico del Hidrógeno), o una estructura nuclear más densa (un núcleo de Hierro, por ejemplo).

Lo curioso y lo lógico a la vez, es que la mayoría de los rayos cósmicos corpusculares, están constituidos por el elemento más sencillo conocido y que parece ser el que se encuentra en más cantidad en el universo, es decir el Hidrógeno (o en su componente nuclear, el protón).

Teniendo en cuenta que en la supuesta génesis de estos rayos cósmicos, intervienen grandes explosiones y diversos fenómenos galácticos que generan mucha energía, la imagen que se me hace más comprensible de un rayo cósmico corpuscular, es la de una estructural elemental que se encuentra en medio del camino de una gran onda de choque que avanza por el espacio e interacciona con una partícula que se encuentra en su camino, dotándola de una gran cantidad de energía y velocidad.

Con todo mi respeto hacia estas radiaciones, su concepto, me sugiere una imagen muy sencilla, que recuerda un poco a la metralla de las detonaciones. En una explosión, la onda de choque portadora de energía impulsa a gran velocidad a cualquier estructura cercana a la fuente de explosión. En el universo, la materia más cercana y más abundante es el núcleo del Hidrógeno, el cual se fusiona con la onda de choque y es impulsado con fuerza. En el espacio, apenas hay rozamiento y una partícula nuclear empujada por una fuerza de gran magnitud, puede recorrer todo el cosmos a gran velocidad, sin fricción y sin apenas interacción.

Con esto, quiero decir que al igual que sucedía antes en el ejemplo de los padres y los hijos, se puede observar una gran similitud teórica entre la original naturaleza de la onda de choque inicial (La verdadera Naturaleza del Señor de Rayo) y su hijo, el portador material de esta energía, o rayo cósmico corpuscular.

De esta manera, podríamos imaginar, aunque fuera vagamente, como era la situación del Universo antes de entrar en manifestación, y como se muestran hoy en día, tras todas las etapas del congelamiento de la creación, las dos vibraciones cósmicas polares y el Rayo Creador.

Actualmente, podemos observar a estas tres energías primigenias, a esta Trinidad Creadora bajo el aspecto manifestado de materia, fuerzas y rayos cósmicos corpusculares. Es lo mismo, es el mismo fenómeno, pero su representación en el universo manifestado distorsiona y oculta la antigua imagen que se presentaba en el vacío.

EL PRIMER RAYO Y LA ROTURA DE LA SIMETRÍA

La física sabe que la naturaleza es simétrica, sobretodo en cuestiones que conciernen a energía. De hecho, el Rombo, en cuyo interior está la física, es básicamente simétrico en cuanto a estructuras geométricas, tiene simetría especular funcional en cuestiones dimensionales y asimetría del espacio extra dimensional superior e inferior.

Simetría - Simetría especular - Asimetría extradimensional

Vemos entonces que, dentro del Rombo, (a quien creíamos simétrico puro) se encuentran diferentes tipos de simetría y asimetría. Pero supongo que, por algún concepto heredado de la filosofía ancestral, siempre hemos buscado en él, la inalcanzable simetría original. Es por esto, que, hablando de la creación, del Big Bang, nos cuesta sentir un mecanismo en el cual una acción comienza por la derecha (Rayo) y un poco después, quizás instantáneamente después, empieza por la izquierda con la creación de un átomo. Lo siento, pero inicialmente, a los que estamos platónicamente enamorados de la simetría, nos cuesta un poco admitir y vivir con esta asimetría espacio- temporal.

Con este desfase creativo entre la entrada del Rayo y la aparición de la materia, la simetría funcional, se rompe y esto exige que, si esa rotura existió en el inicio del pre-tiempo, siga presente en el tiempo actual. No sé, pero parece que hay algo en este concepto asimétrico que aparentemente, no me cabe dentro del concepto del esquema romboidal.

Estoy emocional y mentalmente a favor de la perfecta simetría, es un concepto platónico que emerge del mundo abstracto de las ideas y que me proporciona paz y equilibrio.

La pena o la realidad es que la perfecta simetría es inmovilista, estática, no lleva consigo ningún movimiento y, además, por si fuera poco, parece no existir excepto conceptualmente, en el mundo de las ideas puras.

De hecho, todas las investigaciones que se hacen sobre el origen de las fuerzas y de la materia, es decir, dentro de la teoría del Big Bang, precisan que se rompa la supuesta simetría inicial del estado puro para empezar a crear fuerzas y estructuras diferenciadas.

Es por eso por lo que, sabiendo que en el mundo de la energía todo ocurre muy deprisa y en el mundo de la materia, todos los cambios, son más lentos por la misma lentitud que proporciona la masa y su inercia, bien pudiera ser que la creación de la materia siguiera en el tiempo a la creación de la energía, con un minúsculo desfase, casi inexistente, imperceptible, casi instantáneamente, pero con una cierta asimetría.

Podría ser que, en la esfera metafísica de lo Absoluto, que existe por si misma, que no está sujeta a nada, sin vínculo de dependencia y separada de cualquier cosa, existiera la Energía pura, sin polaridad y sin materia. Pero en el mundo de lo relativo o manifestado, existe la dualidad, la polaridad y el deseo de fusión entre materia y energía ya que ambas son la polarización de lo Absoluto.

Es por eso por lo que, dentro del mundo fenoménico, del mundo relativo y polar, la materia sin energía no puede existir, y la energía sin materia tampoco. La materia es necesaria a la energía y viceversa. Se necesitan la una a la otra. Por eso creo, que cuando el Primer Rayo, apareció de lo Absoluto (es decir de lo no relativo, de lo no polar), apareció casi al mismo tiempo o instantáneamente después, el esbozo del Primer Átomo no manifestado. La aparición de ambos fue gradual, ya que el Primer Rayo, que empezó a aparecer (aún no manifestado) y el Primer Átomo que empezó también a aparecer (sin estar tampoco manifestado) pudieron empezar a abrazarse gracias a que Yin y Yang (tampoco manifestados), empezaron a unirse.

El Primer Rayo que emanó, estaba unido por la simetría especular al Átomo que emanó casi al unísono. Aquí se pudo ver por primera vez el primer calor, el primer fuego. Una llama no calienta sino tiene nada que calentar, y el 1º Rayo empezó a calentar al Primer Átomo. Fue desde luego un calentamiento muy suave, porque suave era aún la emanación del 1º Rayo y la presencia del 1º Átomo que se estaba formando en la medida en que las infinitas radiaciones polares, empezaron a unirse.

Ambas emanaciones (Rayo y Átomo) empezaron a manifestarse progresivamente en una cantidad algo mayor, y también paulatinamente, ese fuego que era la expresión de la fusión de las vibraciones, del nacimiento de la proto materia y   de su posterior energetización por el Rayo, comenzó a hacerse algo más mayor e importante.

La emanación de Rayo y la consecuente aparición de materia, fue en aumento, y la temperatura también, hasta que llegó a un punto en que la enorme presión de ese átomo, lo hizo salir del vacío y perforar la malla de lo in manifestado.

La rotura de la malla del vacío

La rotura de la malla del vacío

Hemos de entender que, en ese pleno y misterioso mundo del vacío, Yin-Yang van el uno hacia el otro, y crean un movimiento y una velocidad. El movimiento, genera Espacio y consecuentemente Tiempo. Cuando estas dos fuerzas polares se unen, empiezan a condensarse, a formar densidad, y por lo tanto Masa. Entonces tenemos un reino in manifestado en el que da la sensación de que empieza a aparecer fuerza Yin-Yang, Materia, Energía de Rayo, Movimiento, Espacio y Tiempo.

Toda esta vivificada materia en formación cuya madre parece ser Yin-Yang y cuyo Padre, da la sensación de ser el Rayo Creador, va adquiriendo progresivamente masa, espacio, tiempo y energía, va deformando el vacío y provocando una distorsión hasta que llega a un punto crítico de rotura de las constantes del vacío que es capaz de perforar el umbral energético del vacío y emerger al mundo de lo manifestado.

En la entrada en el Reino de lo Manifestado, en esta primera y comprimida gota de vida, aparecieron Materia, Fuerzas y Energía de Rayo. Ese fue el Big Bang, pero a mi entender, esa explosión, irrupción o entrada en manifestación, aunque fue muy espectacular, no fue diferente en esencia de la que ocurre cada 24000 años, cuando un átomo nuevo, vuelve a romper la malla del vacío y entra en manifestación. Cada 24000 años, nace un átomo nuevo. Cuando habían pasado 48000 años, había dos átomos, y así sucesivamente. A mi entender, la creación es constante, cíclica, lógica y sobretodo cargada de paciencia. Dios no tiene prisa (Además de no jugar a los dados).

El concepto más aceptado hoy en día es que la llegada de masa tuvo lugar en un solo instante, pero algunos datos astronómicos apuntan a que constantemente van apareciendo galaxias, lo cual es un punto a favor de la creación cíclica, de átomos y consecuentemente de galaxias. Dios no tiene prisa en crear, ni tampoco obstáculos en repetirse, por lo que, con toda seguridad, ha habido muchos Big Bang y el proceso de creación y destrucción de universos, se ha repetido muchas, muchísimas veces.

Esta misteriosa fuerza de Rayo, activadora y creadora del universo sigue un plan establecido por el creador. Porque esta singular fuerza, sigue a la Idea Creadora y busca la materia en donde se puede asentar y donde puede realizar su plan principal: vivificar.

Ese es su plan y su destino. Cuando algo se ha de crear, se ha de manifestar, esta fuerza aparece, estimula y vivifica esa idea. El 1º Rayo tiene el Divino Poder de estimular, de dar vida, de perforar, de romper mallas y crear, de manifestar asimetrías y también de retirarlas. Es el Creador y también el Destructor. Siempre es él actuando, pero su Energía tiene dos manifestaciones, dos fuerzas en una. La una crea, la otra destruye, pero la muerte, la destrucción, dan lugar a la vida.

Son las dos caras del Primer Rayo, son dos fuerzas distintas.

EL PRIMER RAYO Y EL ABSOLUTO

Recuerdo que, para mí, fue una gran sorpresa cuando me enteré de que el 1º Rayo, al impulsar el Yin hacia el Yang y viceversa, había originado la materia. La Energía Pura del Rayo, era la creadora última de la Materia y en cierta manera, estaba por encima o cuando menos, antes que ella.

Por los conocimientos actuales de física, sabemos que existe una interdependencia entre Energía y Materia, expresada por la conocida fórmula E = M x C 2, pero dicha fórmula si bien relaciona los dos lados de la ecuación, no sitúa a ninguna como progenitora de la otra. Las mismas teorías del Big Bang hablan de la simultaneidad de la presencia en las primeras fases de la creación, de materia y energía, pero ambas aparecen simultáneamente y de momento, no se contempla la posibilidad de que una fuera anterior a la otra. Pero, en nuestra manera de ver las cosas, según creo, la Energía del Primer Rayo fue la causante de que se crearan la materia y la energía al fusionarse los dos polos preexistentes anteriores a la creación. Es decir que la energía de las altas frecuencias (lo que sería la fuerza) y de las bajas frecuencias, (lo que sería la materia) ya estaba ahí, ya estaba potencialmente creada. Solamente, tenía que manifestarse y salir a la luz. Pero para que se manifestaran estas frecuencias, tuvo que llegar la Energía Pura del Primer Rayo. ¿De que cualidad y de que magnitud es esa energía desconocida?

Cuando se intenta saber cual es la cantidad total de energía del universo, en el presente o en el Big Bang inicial, se recurre a un artificio matemático muy simple, que consiste en aplicar la fórmula de Einstein, que relaciona la materia y la energía.

Según esta Ley, para conocer la energía inicial del universo, solo hace falta saber la masa total actual del universo y multiplicarlo por la velocidad de la luz al cuadrado. Con eso, obtenemos una cifra enorme de energía, que es la que teóricamente, había al principio del universo.

Pero, una cosa es la energía que se puede obtener de la materia total del cosmos, y la otra cosa es la Energía del Primer Rayo Creador, que es la que impulsa a toda la premateria y prefuerza del Absoluto a unirse. ¿Qué valor tiene esa Energía Pura, que no es ni materia ni fuerzas? ¿Qué es en si misma esa Energía sin contaminar y que emerge del Absoluto? ¿Qué valor tiene aquello que crea toda la materia y la energía del universo?

La aparición de este fabuloso y enigmático Primer Rayo, nos lleva a un punto del tiempo en que la física actual, está encallada. El límite actual del conocimiento llega hasta el tiempo de Planck y muchos físicos no quieren hablar del instante previo a la creación ya que este dominio, parece pertenecer según algunos, más a la metafísica que no a la física teórica.

Para añadir todavía datos que aporten más intrigas al momento de la creación, según la entendemos, debemos recordar otra ley física, que constituye el primer principio de la termodinámica, que es conocida como la Ley de la conservación de la masa y la energía, escrita por Lavoisier que dice más o menos: “En un sistema cerrado, la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.“

Este axioma, pilar de la física contemporánea, parece chocar con lo que sabemos, ya que partimos de un momento dado en el que no hay universo, no hay forma ni energía y un instante después, ya existe todo. Se ha creado forma y energía de la nada, contraviniendo lo que aparentemente permite la ley.

Además, según el Rombo, cada cierto período de tiempo, cada 24.000 años, se introduce en el universo un átomo nuevo, y con ello, ha de aparecer simultáneamente una gran cantidad de energía para dotarlo de vida y movimiento. Y por si fuera poco, entendemos que en un momento determinado, el universo que actualmente, se encuentra en fase expansiva, podría detener su crecimiento, detenerse, empezar a contraerse y desaparecer, y con él, desaparecer toda la masa y la energía.

Parece que haya algo que esté mal, que se esté violando repetidamente la ley de conservación de masa y energía de Lavoisier, pero es sólo aparente, porque el Universo, no es un sistema cerrado.

El vacío de lo Absoluto, ese Todo, esa Nada, ese in manifestado, forma con lo manifestado un circuito abierto e interconectado por el cual, puede circular energía y pasar del cono de lo in manifestado al cono de lo manifestado y al revés.

El circuito abierto

El circuito abierto

El universo es un sistema abierto y en constante intercambio con otro sistema también abierto de plenitud energética, que es el vacío o la Nada. El hecho de que exista el Big Bang, la constante creación de átomos e incluso, la gran contracción cósmica (Big Crounch) no violan esta ley, ya que el universo manifestado no es un sistema cerrado, sino abierto y en continua relación y dependencia con el vacío.

El vacío es el lugar de donde salen las cosas y el sitio al que regresan. La aparición o desaparición repentina de materia o de energía en el Universo manifestado, no viola ninguna ley conocida.

Por otro lado, el hecho de que no se conozca actualmente que pasó antes del instante cero, no permite a la física teórica actual invalidar la teoría de la Creación que argumenta el Rombo, ya que lo que sucedió en el instante anterior a la creación como en el instante posterior a su desaparición, como explican los físicos, es terreno de la metafísica y no de la física teórica. Esta aquí, no tiene cabida según su argumentación.

Así que a partir de estos elementales razonamientos y de otros, no veo ninguna objeción clara para esta teoría de la Creación que proponen las Escrituras, al contrario, me parece que parte de una buena base y explica situaciones que escapan de momento del marco de la física teórica contemporánea.

Sería mejor y más comprensible, desde luego, esta teoría de la Creación, si supiera y pudiera aproximarme algo más a lo que es “El Absoluto”, y que gracias a este acercamiento, pudiera comprender como desde allí, la Voluntad Creadora que se presenta bajo el aspecto del Rayo Creador, crea el mundo “Relativo”, pero por el momento, no puedo, no me lo acabo de imaginar. De momento, me he de contentar con un par de ideas elementales.

Pero, en cualquier caso, partiendo de un esquema teórico elemental, podemos decir que el Absoluto debería tener una relación íntima con lo Relativo, con puertas de comunicación, con entrada y salida, con circuitos de flujo por donde circularan los Rayos de Energía Creadora, dando vida o muerte a un sistema u otro. La imagen más sugerente es la de un reloj de arena sujetada por una mano. Cuando la arena cae a un lado, se produce lo manifestado y se crea el vacío en el otro y al revés. El 1º Rayo es el que hace que el sistema bascule de un polo al otro. El primer Rayo es cíclico, aparece y desaparece, y da la sensación de marcar el ritmo de rotaciones y giros, y el período en el cual predomina el llenado de materia o el vaciado, lo manifestado o lo in manifestado.

El mismo ejemplo, nos lo daría una hormigonera que hiciera bascular el cemento de un lado hacia el otro, creando vacío o plenitud. La vida bascula cíclicamente de un lado al otro, al ritmo del Primer Rayo, dando la vida en un lugar y la muerte en el otro, originando el Big Bang o el Big Crounch.                                                           

Si desaparece la materia, desaparece la energía. Ambas son inseparables porque la energía del Rayo es la que las mantiene unidas gracias a la sujeción de la atracción polar que realiza.

El Rayo da la fuerza de fusión, pero la vibración es una característica inherente a la situación bipolar inicial del Absoluto. La materia vibra, las fuerzas vibran. El Rayo Creador no vibra, no provoca vibración, lo que da es estímulo, vida y afán evolutivo a las vibraciones. Da la vida y la muerte. Vida aquí, muerte allá.

Cuando el Primer Rayo está presente, se produce la atracción polar y el universo se forma, se cohesiona, se relaciona, organiza y mantiene. Cuando el Primer Rayo desaparece, la polaridad se desvanece y con ella, se deshace la forma, la energía y la manifestación. Su presencia da adherencia y su ausencia incoherencia.

Como siempre nos sucede, cualquier tema relacionado con los Rayos, nos supera por todos los lados, lo que no impide que seamos capaces de hablar acerca de ellos, de clasificarlos, e incluso de localizarlos. Ser descarado, en el marco de la teoría, lleva implícito el perdón. ¡Suerte de esto!

EL PRIMER RAYO: SU LOCALIZACION

Cuando se nos habló con propiedad de los Rayos por primera vez, nos dijeron textualmente de este primer Señor: “Rige la 7ª Dimensión, pero se encuentra bien en la 1ª Dimensión.” Regir es sinónimo de dirigir, gobernar, mandar y guiar, atribuciones todas de la estirpe real, del Rey o de de aquel que ostenta el poder. Rige pues aquel que tiene el poder y la autoridad para la acción en una situación determinada.

Unos años antes, se nos había dicho que, en la 7ª Dimensión, es donde se producía la “Manifestación de los Rayos de Energía Cósmica”. Lo que equivale a decir, es obvio, que el 1º Rayo, rige o tiene poder sobre la manifestación, la entrada, y la actividad, de los Rayos de Energía Cósmica. Esto lleva a pensar que este 1º Rayo es el gran motor activador de la entrada de todos los Rayos de Energía Cósmica. El es la espita, la llave, el control, y la dirección, ya que rige la 7ª D.

Bien, este Rayo, rige o gobierna sobre la entrada y la función de todos los rayos. Pero una cosa es la función o el trabajo que se desarrolle y la otra es donde está el domicilio, de la persona que hace ese trabajo. Y ese gran Señor, gran controlador, gran manipulador de la más pura energía, vive en la más pura materia, en la más sencilla 1ª Dimensión. ¡Oh paradoja!

El Rey de Reyes cubierto de simples harapos. El más rápido, el más veloz, vive en la quietud. ¡Lo más etéreo vive en lo más terrenal!

¿Eso significa quizá que el control de las funciones que hace el 1ºR se hace desde la materia? ¿Acaso la materia es la controladora de la actividad energética del Rayo?

Lo que si observamos es que parece que el fluir de la energía creadora del 1º Rayo, está supeditado a la presencia de la materia, y parece como si la materia, controlara desde su seno, la entrada y la recepción de la energía. Puede ser así o tratarse solamente de un fenómeno óptico y de que sea el Rayo específico el que controla la llegada de una materia o de otra.  

En cualquier caso, da la impresión de que cada forma estructural, permite o condiciona la llegada de un tipo de energía determinada.

La materia es, por así decirlo, una especie de agujero, por el que la energía siente una atracción inevitable. Cada estructura material, tiene una forma con su densidad y hay un tipo de energía particular que es capaz de actuar como una llave, penetrar en esa forma que le es afín e introducirse dentro para realizar los cambios estructurales que puedan tener lugar.

La materia, considerada con desdén por multitud de filósofos, místicos y religiosos, es ahora, la casa de Dios, su Sagrada Morada, su resplandeciente hogar, su Residencia y su Trono. La fuerza vivificadora de todo el universo habita allí, en el mundo de la densidad y no en un mundo etéreo, sutil, trascendente y mucho más allá de cualquier pensamiento, por elevado, abstracto y complejo que pueda ser. Esta fuerza vivificadora, no está allá, sino más bien aquí.

El 1º Rayo, vive en lo material, eso está claro. Está inmerso en la materia, escondido, dándole ese movimiento continuo, de agitación, de loco frenesí, de bamboleo imperecedero. Pero la materia, recordemos que está estructurada en 144 unidades diferenciales, en 144 átomos. Cada uno de ellos con una masa propia, con una oscilación propia, y con una calidad de 1º Rayo, adecuada a cada caso. Si en la materia, vive el controlador de la energía, es lógico pensar que la manipulación de la energía se pueda hacer también desde la materia. Este conocimiento, parece haber sido la base que inspiró a los antiguos y modernos alquimistas a buscar a Dios en el seno de la materia. Aseguran ellos que la presencia del Creador, de la vida, es más patente y fuerte en el mundo mineral que, en el vegetal o el animal y, por tanto, destinan su búsqueda en el reino de la densidad.

Si la materia al ser manipulada cambia, la radiación unida a ella varía. Si la materia es pura, la radiación es pura. Por ello, el trabajo básico del alquimista es primero hallar una materias purísimas, de las cuales, una se supone unida a la polaridad “calor”, mientras la otra, está unida a la polaridad “frío”. Una tercera materia, que podríamos llamar neutra, hace de fuerza materializadota de esa unión, de esa tendencia que tienen las dos polaridades a unirse, pero que no se concreta espontáneamente.

Esta tercera materia, que lleva en su seno el fuego, y que es llamada Fuego Secreto, está muy relacionada según dicen los alquimistas con el astro solar, y es la materia que posibilita gracias a su íntima radiación, que esa atracción, tenga un resultado físico palpable. De esta manera, esas tres materias, se ven envueltas en un proceso de unión, evolución y transmutación, ya que la materia, durante toda la Obra, experimenta cambios estructurales, acompañados de variaciones de color y olor. La materia viva, evoluciona, se purifica, y se convierte en un asentamiento de calidad para la recepción de energía creadora. Esa materia es conocida como Piedra Filosofal. En palabras de Fulcanelli:

“Lo que nosotros perseguimos es la condensación, la aglomeración de este espíritu en un envoltorio coherente, tenaz y refractario, capaz de arroparlo, de impregnar todas sus partes y de asegurarle una protección eficaz. Este alma, espíritu o fuego, reunido, concentrado y coagulado en la más pura, más resistente y perfecta e las materias terrestres, es lo que llamamos nuestra piedra.”

Purificar la materia, ha sido siempre un gran objetivo compartido por científicos, filósofos, y místicos. El resultado de purificar la materia es la obtención de unos resultados, de unos efectos que no tienen lugar cuando la materia está embrutecida y contaminada por elementos que distorsionan su actividad potencial.

Jesús transmutó su materia, su cuerpo material y lo hizo de una densidad inferior a 1gr/cm3. La densidad promedio en un ser humano es de 1’01 gr/cm3 según Krzywicki j. y Chhinn K. (1967) y con estos datos, hemos de pensar que la poca densidad corporal de Jesús era compensada por la fuerza de empuje del principio de Arquímedes. Siendo 1 la densidad del agua podía caminar por encima de ella y flotar. Junto a esta transmutación material y atómica, tuvo lugar una transmutación energética y tuvo acceso a otra realidad, a otra consciencia.

Significaría todo esto que si por algún procedimiento químico, pudiéramos aislar a estos 144 elementos y hacerlos entrar en el organismo en una fórmula magistral adecuada a cada caso, a cada necesidad, podríamos intervenir en el proceso evolutivo de las personas de una manera muy clara y eficaz. No debemos horrorizarnos ante tal hecho, porque siempre ha sido así, y la búsqueda de la salud, que han preconizado la mayoría de las terapeutas, a lo largo de los siglos, ha sido esta.

La materia, introducida dentro del organismo, provoca cambios físicos, emocionales y mentales. Los mismos alquimistas, han tomado su elixir, extraído de la Piedra Filosofal, para procurar una larga y saludable vida.

Esto me trae a la memoria el pensamiento de Gurdjieff y Ouspenski, en el que se hablaba de los distintos caminos de la evolución y citan el cuarto camino.

El cuarto camino es una doctrina filosófica introducida por estos autores, en la que dicen que este camino, contrariamente al del faquir, al del monje y al del yogui, no tiene una forma definida y no exige que uno se retire del mundo, que abandone todo aquello con lo que ha vivido hasta el momento. Este camino, no tiene una forma definida, ha de ser hallado y cada uno es libre de hallarlo a su manera, por lo que, si uno piensa, por ejemplo, que una pastilla o algo similar le da bienestar, comprensión o lucidez, lo puede tomar libremente, sin prejuicio y experimentar.

Esta cuarta vía, en algunos aspectos muy concretos, puntuales y algo peligrosos, me recuerda a la idea de la búsqueda Divina a través de la vía material, de la senda que sigue únicamente los vericuetos de la materia, la vía marcada en el Rombo como la cruz invertida. Una vía válida, pero peligrosa. Un camino andado a un solo pie, y que necesita posiblemente del otro lado, del camino de la energía, del camino de los Rayos. Entre ambos, se ha de hallar el amor, balanza y mecanismo compensatorio que puede unir una parte y otra. Estos tres caminos, el de la materia, el de la energía y el del amor, formarían ese triple equilibrio tan deseado y buscado.

La doble cruz del Rombo

La doble cruz del Rombo

El equilibrio entre la 2ªD, la 6ªD y la 4ªD estructuran la armonía del Rombo y representan la fusión de las tres partes principales de la figura: El equilibrio de la energía, el equilibrio de la materia y el punto medio del Rombo, la 4ª de la 4ª Dimensión, donde se encuentra Ideación Divina, la fusión total y el equilibrio perfecto entre materia y energía.

LA MATERIA Y SU ORDENACION EN LA TABLA PERIÓDICA

Siendo que la materia y la energía están unidas y correlacionadas, me vais a permitir que entremos a considerar algunos aspectos de la materia, de los átomos. Dicen que la ciencia tiene como finalidad el tratar de poner orden en un aparente desorden. Para los científicos que trabajaron en el intento de ordenar la materia, esa búsqueda se complicó notablemente a partir del siglo XIX, cuando empezaron a encontrarse más y más elementos y las cosas empezaron a ser más complejas. Apareció entonces, la necesidad de hacer una tabla clasificatoria, pero eso era entonces (y ahora) algo muy complicado.

Si hacemos un poco de historia, recordaremos que, en 1911, se descubrió que, si se proyectaban rayos X sobre un metal, estos se refractaban y tenían un poder de penetración que dependía de la naturaleza del metal. En resumidas cuentas, cada elemento, producía sus rayos X característicos.

Refracción específica de la estructura atómica

Refracción específica de la estructura atómica

Si un rayo X atraviesa la fina malla, perfectamente ordenada y geométrica de algún elemento, se producen imágenes de difracción que corresponden a la desviación del rayo debido a la estructura interna del átomo. Se desarrolló con el tiempo un método exacto para calcular la longitud de onda de los característicos rayos X producidos por diversos metales y se hizo el importante descubrimiento de que la longitud de onda disminuía (y aumentaba la frecuencia) al avanzar en la tabla periódica. Esto vendría a decir que lógicamente materia y energía están unidas por una relación de tipo matemático.

Este dato, es vital, crucial, porque gracias a él, sabemos que en la medida que los átomos son más masivos, están unidos a radiaciones de más alta frecuencia. La frecuencia más alta se encuentra en los átomos más materiales. Cito a Asimov:

“Ello, permitió situar de manera definitiva a los elementos en la tabla. Si dos elementos, supuestamente adyacentes en la tabla, emitían rayos X cuyas longitudes de onda, diferirían de una magnitud el doble de la esperada, debía de existir un vacío entre ellos, perteneciente a un elemento desconocido. Si diferían en una magnitud en tres veces superior a la esperada, debían de existir entre ellos, dos elementos desconocidos. Si, por otra parte, las longitudes de onda de los rayos X característicos, diferían en el valor esperado, podía tenerse la seguridad de que no existía ningún elemento nuevo por descubrir entre los dos”

De esta forma, se pudo ordenar a los elementos desde el número 1 (Hidrógeno) hasta el número 92 (Uranio). Deberíamos recordar que a partir del último elemento estable (Bismuto 83), tiene lugar en la tabla periódica, la aparición de un fenómeno singular: La radioactividad. Este nombre dado por el matrimonio Curie, está relacionado con la intensa actividad que encontraron ellos en el Radio 88. Esta gran actividad que existe en el Radio y en todos los elementos activos (desde el Polonio 84 hacia adelante), hace que los átomos sean tremendamente inestables.

Bien… inestable significa que no está quieto, que varía de estructura y de forma y que tiene una gran actividad intraatómica, que le hace cambiar continuamente, dejando de ser un átomo para convertirse o transmutarse en otro, que al cabo de un tiempo se transforma, a su vez en otro.

Sabemos que el 1º Rayo y las radiaciones de alta frecuencia, se encuentran en la materia y que los átomos más complejos, más masivos, son los que son capaces de albergar a las radiaciones de más poder. Para no creernos demasiado originales, me gustaría recordar unas palabras que vienen muy al caso y que son del Tibetano:

“El Primer Rayo, es un Rayo de intensidad tan dinámica que se le denomina Rayo del destructor. Su principal potencia se encuentra en el reino mineral y la clave del misterio del 1º Rayo, se encuentra en el elemento Radio”.

EL PRIMER RAYO EN EL MICROCOSMOS Y EN EL MACROCOSMOS

Llegados a este punto, debería hacer una aclaración porque a veces, los conceptos suelen mezclarse y producen un poco de confusión. Según sabemos, en este momento, hay dos tipos de radiaciones cósmicas o rayos cósmicos reconocidos por la Ciencia:

Por un lado tenemos los rayos cósmicos corpusculares, que son rayos de energía que se desplazan de un lado al otro del universo, que no tienen naturaleza vibratoria y que están vehiculados por una partícula (generalmente un protón), y por otro lado, existen los rayos cósmicos no corpusculares, de naturaleza vibratoria, dentro de los cuales, los más frecuentes y conocidos son los Rx y los rayos gamma, pero que en un sentido amplio de la palabra, abarcan a todo tipo de radiaciones electromagnéticas de diferentes frecuencias que llegan del espacio cósmico. Ambos tipos de rayos, tanto los corpusculares como los vibratorios, tienen un afinidad muy grande con la materia, y los dos, van a buscarla e interaccionan con ella.

En todo este artículo, cuando hablamos de Rayos, nos referimos a los Rayos Cósmicos corpusculares, pero en el ejemplo que ha citado Asimov, se ha hablado de los rayos cósmicos vibratorios, en concreto los rayos X, que aunque comparten con el 1º Rayo el sitio de emanación y de entrada al Universo manifestado (7ª Dimensión) y su afinidad con la materia, tienen una naturaleza y unas propiedades muy distintas.

Aunque los átomos más masivos son los que tienen más cantidad de 1º Rayo, todos los demás, también tienen su correspondencia. Esto, según parece, es muy evidente a partir del elemento Polonio 84, el primer radioactivo de la serie, no del Radio 88 según decía el Tibetano, pero esto es un detalle sin demasiada importancia. Lo que si parece más relevante es que en la medida que los átomos se hacen más pesados, la mayor actividad del 1º Rayo los hace más inestables.

En este punto, me gustaría reflexionar unos instantes acerca de esta acción que parece pasar desapercibida del 1º Rayo. Hemos hablado del génesis y de cómo al aparecer este Señor, empieza a emerger la materia, a condensarse progresivamente hasta que llega a un punto en que la misma condensación y densidad, la hace explotar. Ya se que en este momento de la narración, todavía estamos en el territorio de lo no manifestado, pero hemos de ver que el 1ºRayo crea densidad, y al hacerlo y crear cada vez más masa, lleva a la materia a un punto crítico en el cual la misma densidad, la convierte en inestable y explota.

Este mismo fenómeno macro cósmico, se puede observar en el microcosmos de la materia manifestada. A partir del elemento 84 y hasta el 114, la materia densa se convierte en inestable. El elemento 114, el más masivo de la serie, debería ser el más inestable, pero es un elemento muy especial, que vive en la famosa “isla de la estabilidad” que marca el final de la tabla, y no es tan inestable como le correspondería. Aparte de esta magnífica y esperada excepción, los demás elementos son muy inestables, y por regla general, a grandes trazos, cuanto más masivos, más inestables.

La transmutación de un elemento pesado en uno ligero, es un fenómeno muy conocido y que se ha observado y estudiado en todos los elementos de gran peso atómico, ya que estos tienen una característica que se llama radioactividad y que permite que su estructura y su composición, vayan variando hasta encontrar otra que sea más estable y de menor peso atómico. Un elemento, se transforma en otro mediante alguno de estos procesos:

Desintegración alfa: El elemento radiactivo emite un núcleo de Helio (dos protones y dos neutrones), el número atómico disminuye en dos unidades y el número másico en cuatro unidades, produciéndose un nuevo elemento. Desintegración beta: El núcleo del elemento radiactivo emite un electrón, como resultado de que un neutrón se ha convertido en un protón, en consecuencia, su número atómico aumenta en una unidad, pero el número másico no se altera. Desintegración gamma: El núcleo del elemento radiactivo emite un fotón de alta energía, la masa y el número atómico no cambian, solamente ocurre un reajuste de los niveles de energía ocupados por los nucleones.

En el siguiente dibujo, observamos como a partir del Uranio 238, por diferentes procesos de transmutación, pasamos por diferentes elementos hasta el Plomo 206.

Uranio 238 a Plomo 206

Uranio 238 a Plomo 206

El isótopo padre es el Uranio-238; la serie termina en el isótopo estable Plomo-206. En cada emisión alfa, el número atómico se reduce en dos unidades y el número másico en 4. Cada vez que se emite una partícula beta, el número atómico se incrementa en uno y el número másico no varía. Esta característica transmutativa, se asocia solo a los elementos pesados, pero hay muchas razones de peso, y que han sido demostradas en experimentación, que aseguran que la transmutación atómica, se da también, a otra escala, en elementos de bajo peso atómico, haciendo que se vayan formando elementos más simples, más ligeros, y que den la posibilidad de formar estructuras de menor densidad.

La transmutación atómica es la base de la evolución. Pero haría falta preguntarse quien está detrás de la transmutación, que tipo de fuerza dirige a los elementos primarios a buscar estructuras con mejores simetrías, con más grados de libertad y con un menor peso. El Primer Rayo, actúa pues como el primer agente transmutador, el que da el impulso inicial para que luego, la vida creada, sienta la necesidad de evolucionar y crear nuevas formas. El, es el primero de la serie, el que rompe el hielo inerte y el que pone a todo el Universo en movimiento. Este Rayo es el que da el primer impulso de vida, el que moviliza a la materia densa y que rápidamente hace que la estructura elemental indiferenciada que aparece en la 1ªD sienta un impulso de vida, de movimiento, y que gracias a la acción posterior del 2ºR, empiece a transformar unos átomos en otros porque aparece la necesidad de buscar formas y psiquismos que transformen el átomo simple en una criatura evolutiva. Sabemos que las criaturas evolutivas, tienen la tendencia y la necesidad de ir transmutando su estructura corporal de manera que se haga más sutil y permita unos grados de mayor libertad y conciencia.

Intentemos recapitular estos conceptos generales del Primer Rayo y veremos su movimiento cíclico de creación y destrucción, tanto en el microcosmos como en el macrocosmos.

Recordemos que al principio del Big Bang, como gracias a la progresiva llegada del 1º Rayo, el átomo primigenio se iba haciendo más y más comprimido hasta que la misma compresión, le hizo estallar.

Si hacemos memoria de las hipótesis que conocemos que hacen posible la creación en el sol de elementos primarios más densos que el Hierro, veremos que pasan por la captación de Rayos Cósmicos. Esta posibilidad teórica, permitía que se fueran creando elementos cada vez más densos.

Este proceso, permite que se vayan creando átomos cada vez más densos, pero estos átomos pesados de nueva creación están sujetos realmente a fuerzas de tipo compresivo muy grandes, que los hacen estallar y buscar a partir de ese momento, estructuras más sencillas. A este proceso de explosión controlada en el microcosmos le llamamos radioactividad.

A medida que vamos subiendo en la escala de densidad atómica, la necesidad de estallar es más y más evidente, de tal manera que los átomos muy pesados apenas viven, ya que tienen un tiempo de vida media pequeñísimo. De hecho, es tal la naturaleza explosiva de estos elementos pesados que los hace estallar literalmente e irse transformando en otros átomos más ligeros.

Sino lo veo mal, sino estoy equivocado, me parece ver al Primer Rayo actuando de la misma manera en el macrocosmos y en el microcosmos. En el Big Bang, este Primer Rayo, crea densidad, crea materia hasta que la misma masa, le hace explotar. En la creación de los elementos primarios masivos, los Rayos cósmicos muy energéticos, podrían ser capaces, en el mismo sol, o porque no en la Tierra, de ir produciendo estructuras atómicas cada vez más y más masivas hasta llevarlas a un punto de máxima densidad, en el que estos átomos, explotan.

En ambos laboratorios (El grande y el pequeño), me parece ver a la misma Fuerza actuando de la misma manera, pero adaptada a cada situación.

Al principio, la fuerza del Primer Rayo, se muestra cohesiva, contractiva, centrípeta, haciendo que la materia vaya ganando en densidad, hasta que la misma fuerza, hace que la naturaleza empiece a actuar de otra manera, y se instaura un movimiento dispersivo, centrífugo, de pérdida de densidad.

Parece que esta fuerza aprieta primero y afloja después. Es la misma fuerza, pero en la primera fase, hasta llegar la cúspide, se muestra en su faceta de unión, y en la segunda fase, cuando ha sobrepasado la cúspide, enseña su cara de separación. Siguiendo este razonamiento, y para acabar el ciclo, podríamos pensar que después de la fase de separación, se llega a un nivel mínimo de densidad, que pone en marcha el proceso de contracción. Este esquema cíclico, continuo serviría para explicar la radioactividad, la creación de elementos pesados, el Big Bang y el Big Crounch y la vida y la muerte.

Ya que sabemos que la llegada del 1º Rayo sobre Yin-Yang, produjo una fuerza cohesiva y la posterior creación, podemos pensar también (por analogía) que la retirada del 1º Rayo produzca una acción dispersiva sobre Yin-Yang y la muerte. Cuando aparece, da la unión y la vida, cuando desaparece, da la separación y la muerte. Da la vida o da la muerte, aparece o desaparece.

Todo lo relativo al 1ºR es muy poderoso, muy fuerte…. ¿Muy peligroso? ¿Muy malo? Como decía mi interlocutora telefónica a la que he citado al principio del escrito… ¿El peor de todos?

Meditemos. Aclaremos. Lavemos conceptos. Al fin y al cabo, … ¿Qué hace este Rayo? Pues da la vida. Pero dar la vida, es al mismo tiempo sinónimo de dar la muerte. El Primer Rayo hace emerger todo del vacío, y en su momento, lo hace retroceder y regresar de donde salió. No veo la maldad por ningún lado. Sólo la vida que cíclicamente palpita. La “vida” de lo manifestado se produce gracias a la “muerte” de lo inmanifestado.

EL PRIMER RAYO Y SUS HERMANOS

El primer Rayo, obedece al deseo de crear. El, saca o del Absoluto o en nuestro caso práctico, de donde puede, los recursos materiales y las ideas energéticas,

(Como si fueran Yin-Yang), las mezcla y las saca al mundo de lo manifestado.

Luego, necesita del Segundo Rayo, que da un poco de orden y da los principios generales y filosóficos de su creación y más tarde, precisa del Tercer Rayo, que le proporciona la concreción pormenorizada, los detalles y el movimiento necesarios. A partir de este momento, precisa del Cuarto Rayo que le da la posibilidad de expansión de todo lo creado. Pero para crear y plasmar su obra creadora, precisa de todo el apoyo de sus hermanos que están en el otro lado del Rombo. Tiene necesidad de sus hermanos materiales para ponerlo todo en el mundo manifestado y práctico. Así, necesita del 7º Rayo para absorber en su seno, toda esa energía creadora y empezarla a poner en el mundo material. Allí precisará del 6º Rayo que le dará fuerza e impulso a la idea general del proyecto y del 5º Rayo que creará las estructuras que necesita el 3º Rayo para poder plasmar las ideas. Y como no, necesitará también de la parte receptiva del 4º Rayo para poder asimilar e integrar totalmente ese proyecto y esos principios expansivos que venían de la otra parte del 4º Rayo.

Nuestro Primer Rayo, a pesar de ser una fuerza excepcional, precisa de la ayuda de sus hermanos. No puede trabajar solo. Este Primer Rayo crea. En sus orígenes, crea a partir del Absoluto. En nuestra vida diaria, crea de la nada, de aquellos sitios en los que no hay nada, pero cuando el aparece por un deseo, la creación se pone en marcha. El Primer Rayo, sigue al deseo y crea. Esto hace que la persona que esté muy influenciada por este Rayo actúe de una forma muy determinada. Intentaremos estudiarla para entender como es una persona de Primer Rayo.

CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS

Si bien con anterioridad, pedí un poco de clemencia, ahora pido toneladas, ya que este apartado es el que más dudas me ocasiona. Mi intención es dar un primer paso respecto a la posible relación entre la pertenencia a un Rayo determinado y las características psicológicas que de ello se derivan. Solo eso. Es un mero trabajo introductorio, y para hacerlo, me he basado básicamente en las características conocidas del 1º Rayo. Al intentar hacer un análisis de una personalidad de Primer Rayo, siempre nos preguntamos: ¿En qué se ha de parecer al 1º Rayo? ¿Qué características comunes ha de tener? ¿Cómo podría ser su psiquismo?

Resulta claro pensar que una persona del Primer Rayo estaría marcada por las mismas características intrínsecas que tiene el 1º Rayo. Bueno, llegar hasta aquí, no ha costado mucho, la verdad. No me he puesto a sudar y aún no creo haber dicho ninguna tontería. Vamos bien… a ver un poquito más…adelante valiente…

Podría ser una persona de gran vitalidad, con valor, sin ningún temor, dotada de una energía y de una capacidad creativa sin límites. Sería el dinamismo personificado y seguramente tendría la misma vitalidad y empuje para abrir un negocio o para cerrarlo.

Sentiría perfectamente cuando es el momento de empezar algo (una amistad, una relación, una empresa, un estudio) y cuando es el momento de finiquitarlo y darlo por concluido. La persona de Primer Rayo obedece a los ciclos naturales y los sigue. Ignora porque debe hacerlo, pero sabe que se ha de hacer. Ha de tomar decisiones y las toma rápidamente, sean importantes o no. Es una persona atrevida y los que están a su lado, pueden quedar admirados del oportunismo de sus actos, de la aparente sinrazón de algunos de ellos y a veces de la frialdad con que finaliza las cosas. Es la fuerza de la voluntad, el motor que mantiene todo vivo, sea una institución, un club o un partido político. Recordemos que el 1º Rayo, se traslada desde la 7º Dimensión hasta la 1º Dimensión. Desde el mundo etéreo de lo más alto, hasta el mundo de la forma. ¿Hay acaso algún trayecto más largo? ¿Hay quizás alguien que sea más peregrino? ¿Hay tal vez una voluntad mayor?

La persona de 1º Rayo es sin duda peregrina, de gran movimiento, con una voluntad y unas ganas de manifestarse impresionantes. Es el dirigente nato, el jefe supremo que está al frente de cualquier actividad. Cuando escribe, es enérgico y mordaz, con una gran capacidad para adentrarse en los problemas. Seguramente, le importa más llegar al fondo de la cuestión que andarse por las ramas o utilizar un lenguaje poético y biensonante. Si compone música, hace una música hermosa, con grandes efectos sonoros y corales que llenan totalmente la sala de audición. Al pintar, le agradan los fuertes contrastes, los grandes trazos, la impresión vital de la pintura.

Le gusta la pintura rápida y seguramente, no le gusta demasiado la acuarela porque es demasiado sutil, tenue y aburrida. Si ejerce de terapeuta, llama fuertemente a la vida, la extrae de la fuente universal y la derrama con firmeza sobre el paciente. Cuando emprende la Gran Búsqueda, lo hace a través de su voluntad, arrebatando si es preciso el Reino de los Cielos en una acción decidida. Está más cercano a la iluminación súbita que al aumento gradual, progresivo y lento de la conciencia. Si trabaja de maestro, lo hace mediante el poderoso impacto de las ideas nuevas. Estas ideas, irrumpen de una forma totalmente nueva y total en la mente del estudiante. La intensidad, la brillantez de su teoría y de la forma de ver las cosas, va en aumento hasta llegar a un punto de máxima inspiración y lucidez. A partir de aquí, se pueden poner en duda los valores expuestos, y sus teorías irían perdiendo fuerza hasta llegar a un punto en que deberían ser remodeladas para seguir siendo válidas. El estudiante asistiría impávido y desconcertado a las explicaciones de su maestro y a sus fluctuaciones de intensidad. Pero siempre, es un maestro estimulante, emprendedor y valiente capaz de esforzarse sobre un aspecto.

Es una fuerza renovadora en su hogar, empresa o nación, que construye sobre lo destruido y en esta reconstrucción, eleva toda la estructura a un nivel más elevado.

Pero no todo iba a ser flores para este personaje. Su poderosa energía y su fuerte estructura psíquica pueden producir muchos efectos colaterales.

Si pierde el diapasón, todo va fuera de ritmo y es un auténtico desastre. Esta persona, siente tanto placer empezando como acabando, y eso lo hace cuando cree que ha de hacerlo, sin más, lo cual es una actitud generalmente mal comprendida y tolerada por los demás, pero esa falta de aceptación, al poseedor del Primer Rayo, le importa muy poco y ejecuta igualmente la acción.

Si esta persona no está bien y no tiene suficiente fuerza, nada funciona a su alrededor. Su importancia, lo puede llevar al orgullo, a la prepotencia, a la arrogancia, a la ira, a la ambición y al deseo de dominarlo todo. Una persona así es capaz de integrar lo que tiene alrededor y lo puede convertir en un instrumento de su voluntad. La gente que está en su cercanía desearía que fuera más meloso, tierno y comprensivo, pero es que esta persona es la acción pura, es la fuerza dinamizadora, el fuego y el terremoto y eso no siempre es fácil de llevar…

Bueno, hasta aquí dio de sí nuestro querido primer Rayo. Si supiéramos más de él, seguiríamos hablando y reflexionando sobre su naturaleza y esencia, pero parece que la cuerda, se ha acabado de momento.

Después de él, vendrán sus seis hermanos y si el tiempo y el espacio, lo permiten, irán saliendo uno a uno a la tarima, donde hablarán de si mismos, de su naturaleza y su función. Aprovechando esa dulce ocasión, hablaremos de ellos, de lo que nos parecen, de sus nombres y atributos, de su ubicación y de todas las ideas y teorías que nos vayan sugiriendo.

Estamos dispuestos a hablar de estos magníficos desconocidos e irlos presentando e integrando poco a poco en nuestro entorno más cercano. Familiarizarse con estas desconocidas fuerzas, no va a ser muy fácil, pero con un poco de empeño, empezarán a resultarnos muy familiares y paso a paso, con cuidado, se irán colocando dentro de nuestro vivir diario. Eso deseo.

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