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Unidad y dualidad del Yin-Yang

Unidad y dualidad del Yin-Yang

Este escrito habla de la Naturaleza del Yin-Yang, de su origen, de sus propiedades y la relación existente entre estas dos fuerzas. El trabajo compara el dibujo actual de los ciclos Yin-Yang con la explicación que ofrecen los Taijitu tradicionales.

Introducción

El Kybalión es un escrito publicado en 1908 y cuya autoría se atribuye a un grupo anónimo de personas autodenominados “Los tres iniciados”. Este libro recoge siete principios universales que se pueden reconocer perfectamente dentro de la enseñanza del Rombo:

  • El Todo es mente. El universo es mental.
  • Como es arriba, es abajo. Como es abajo, es arriba.
  • Nada está inmóvil; todo se mueve. Todo vibra.
  • Todo es doble. Todo tiene dos polos.
  • Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende.
  • Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene su causa.
  • El género existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino.

Todos estos principios, con explicaciones, aclaraciones y detalles, se pueden observar y estudiar perfectamente en nuestro Rombo porque son leyes universales y están perfectamente reflejadas en nuestra figura. Y en el tema que nos ocupa hoy, que está centrado en el Yin-Yang, veremos que si nos fijamos en los principios 4º y 7º que dicen que todo tiene dos polos y que todo tiene su principio masculino y femenino, veremos que están haciendo referencia a estas dos polaridades emanadas del Absoluto, que generan, enlazan y organizan todo el universo manifestado y a las que nosotros llamamos Yin-Yang.

El taoísmo es un sistema de pensamiento basado en el Tao, un concepto introducido por Lao-Tsé en su obra Tao te Ching y que puede ser traducido como “Camino”, o “Vía” y que habla de la ley del funcionamiento del universo. Según el Tao, el universo funciona de una forma determinada y su funcionamiento es accesible para la comprensión del ser humano. El taoísmo define la existencia de tres fuerzas: Una negativa llamada Yin, una positiva Yang y una fuerza neutra. El Yin (negro y frío) tradicionalmente se representa con una línea discontinua y simboliza la Tierra. El Yang (blanco y caliente) es la línea continua y simboliza el Cielo. Si empezamos a combinar a estos dos elementos entre sí, aparecen como podemos ver en el gráfico, cuatro bigramas. Si a cada uno de ellos, lo volvemos a combinar con los elementos iniciales, obtenemos los trigramas.

Los trigramas se construyen con la suma de los dos símbolos primarios

Los trigramas se construyen con la suma de los dos símbolos primarios

Si combinamos a los 8 trigramas entre sí, obtenemos los 64 hexagramas, que, según la tradición, corresponden a las 64 posibilidades o situaciones energéticas que se pueden presentar en cualquier momento.

Un hexagrama es una figura compuesta por seis líneas horizontales apiladas en la que cada línea es Yin o Yang. Las líneas del hexagrama tradicionalmente se cuentan desde abajo hacia arriba, por lo que la línea inferior es la línea 1 mientras que la línea de la parte superior es la línea 6.

Posteriormente a la concepción filosófica de lo que representaba cada uno de los hexagramas, apareció el I Ching, cuyo nombre significa “Libro de las Mutaciones” un arte adivinatorio que ha popularizado esta filosofía y que consiste en descubrir a través de un juego de azar, cuál de los 64 hexagramas contiene la respuesta a la pregunta que se realiza al consultar el libro de las adivinaciones.

Obtención de los 64 hexagramas

Obtención de los 64 hexagramas

Todos estos trigramas y hexagramas representan diferentes estados de la movilidad del Yin y del Yang y pueden llegar a hacernos entender de que manera se están moviendo estas dos polaridades en un momento determinado. Cualquier situación de la vida, puede ser estudiada observando como Yin-Yang se están moviendo, interactuando, uniendo, desuniendo y organizando con su actividad las situaciones y las personas.

El estudio de los 64 hexagramas es un trabajo complejo y detallado del movimiento energético que parte del desarrollo muy elaborado de una figura primigenia, mucho más sencilla, pero muy profunda de la que ahora vamos a hablar: El Taijitu. Empezaremos pues a hablar de las bases del taoísmo, del estudio de estas dos grandes polaridades y de su movimiento.

LOS DIFERENTES TAIJITU

El Tao, está en todo y contiene a todo. El Taiji es la unidad del Yin y el Yang, la naturaleza dual inherente a todo. Estas energías son inconcebibles la una sin la otra. Yin-Yang son interdependientes, mutuamente influyentes, van transformándose la una en la otra y al mismo tiempo oponiéndose entre sí. Esta unidad, está en un estado de perfecto equilibrio, y es capaz de contener dentro de sí y al mismo tiempo a todos los posibles equilibrios y desequilibrios. El símbolo del Taiji que representa estos principios, se ha representado básicamente con tres figuras:

El Xiantan Taijitu, el Taijitu de Zhou Dunyi, y el Taijitu de Lai Zhide

El Xiantan Taijitu, el Taijitu de Zhou Dunyi, y el Taijitu de Lai Zhide

Parece ser que el primero de estos símbolos que expresan el movimiento polar Yin-Yang, fue el Xiantian Taijitu, que es el más ampliamente conocido hoy en día. Representa la alternancia entre la energía vital Yin (en negro) y la energía Yang (en blanco). Este símbolo está formado por dos formas que, en China, popularmente, dicen que representan a dos peces. Cada uno de estos peces, contiene en su interior el germen del contrario, representado como el ojo del pez.

El segundo Taijitu es el de Zhou Dunyi, en el que aparece de una forma desarrollada y en movimiento, la representación del Yin-Yang. Leído de arriba hacia abajo representa el proceso por el cual el Tao da origen, desde la no diferenciación (círculo superior), al surgimiento polar del Yin-Yang, a la aparición de los cinco elementos, a la irrupción de los diez mil seres y a la vuelta a la unidad, simbolizada por la última esfera.

La tercera de las figuras es el Taijitu de Lai Zhide. Es un diagrama similar, pero los “ojos de los peces” de la figura convencional, han desaparecido y ha surgido un círculo central. También se observa una línea que divide en dos el esquema en sentido vertical, exceptuando el círculo central. Así, la línea divide tanto el Yin como el Yang en dos secciones, una parte ascendente a un lado, y otra parte descendente al otro lado.

El negro Yin nace en la parte alta de la figura y crece hacia abajo y a la derecha. El Yin adulto logra su máxima anchura al llegar a la línea divisoria inferior, para a partir de ahí, trazar su descenso de actividad yendo hacia a la derecha y hacia arriba, hasta acabar en la línea divisoria superior que contacta con el círculo.

El blanco Yang nace en la parte inferior derecha, va hacia arriba y se dirige hacia la izquierda, para llegar a la fase adulta al alcanzar la línea central. Desde aquí, pasa de lado para acabar en la línea divisoria inferior que contacta con el círculo.

De esta manera, la parte máxima de una energía se relaciona con la parte mínima de la otra. Todo sucede alrededor de una parte central, que representa la quietud o la Nada.

Estos tres Taijitu representan diferentes maneras de ver la relación Yin-Yang. Son solamente un símbolo y cada uno de ellos, habla de las diferentes facetas de esta relación energética. Cada uno de los tres, expone distintos aspectos de la relación de estas dos energías y proporciona datos que los otros no lo hacen tan claramente. Los tres Taijitu suman y enriquecen el concepto de esta fuerza polar que inunda el universo.

LOS PRINCIPIOS DEL YIN-YANG

El Tao es el principio Absoluto y la Fuente de todos los seres, a los que les da nacimiento y forma. El Tao contiene al Yin y al Yang, que son las dos fuerzas polares que originan y mantienen a la creación. Estas dos grandes fuerzas responden a algunos principios universales:

  • Yin y Yang son opuestos. Sus características son inversas.
  • Yin y Yang son interdependientes: cada una de estas fuerzas necesita de la otra para existir.
  • Yin y Yang son complementarios. Se necesitan la una a la otra para crear vida.
  • Yin y Yang no están diferenciadas. Son una. Están unidas.
  • Yin y Yang son relativas. Hay Yin dentro del Yang, del mismo modo que hay Yang dentro del Yin. En cada una de las fuerzas, está presente su opuesto, aunque sea en menor proporción. En el blanco Yang, existe un punto negro Yin. En el negro Yin, hay un punto blanco Yang.
  • Estas fuerzas, parecen transformarse infinitamente: la energía Yang parece transformarse en energía Yin. La energía Yin parece transformarse en energía Yang.
  • Parecen dividirse: la energía Yang parece dividirse para crear energía Yin y Yang. La energía Yin parece dividirse para crear energía Yin y Yang.
  • Yin y Yang parecen consumirse mutuamente: un ascenso de la energía Yin implica una disminución de la energía Yang. Un incremento de la energía Yang, lleva a un descenso de la energía Yin.
  • Yin y Yang parecen generarse mutuamente. El Yang desciende y parece generar Yin. El Yin desciende y parece generar Yang.

Yin y Yang representan a los dos polos del universo, la dualidad de lo creado. Pero estas frecuencias, estas energías, a su vez, están hechas de otras energías frecuenciales más puras que constituyen su soporte y su fuerza. Estas energías sutiles que están detrás de Yin-Yang son los impulsos frecuenciales más elevados y sutiles que generan su manifestación. Estos impulsos vienen del punto de la creación, del punto más alto de la creación, del punto que creó la propia Fuente, que es la vida y el movimiento. Yin y Yang, estos dos principios polares, necesitan para existir de ese impulso anterior que les llega desde el punto más alto de la creación y que por decirlo de alguna manera, es la divinidad misma fraccionada en mil fractales distintos.

REPRESENTACIÓN DEL MOVIMIENTO DEL YIN-YANG

Para intentar explicar este fenómeno tan complejo, nos ayudaremos de algunos dibujos. En el primero, veremos como el Yin fluye hacia el Yang y el Yang corre hacia el Yin. Se trata de un movimiento bilateral, simétrico y simultáneo. Dentro del Yin, existe la capacidad de que el Yang se pueda acoplar. Dentro del Yang, existe un receptáculo adecuado para el Yin. En cada frecuencia, tanto en el Yang como en el Yin, hay una parte de la otra también, una pequeña parte de la otra para que la fusión pueda ser totalmente perfecta. El Yin se reconoce en el Yang porque el Yang tiene parte del Yin y el Yang se reconoce en el Yin, porque este, tiene parte del Yang. Sino fuera por este fenómeno, las dos fuerzas no se podrían unir. Dentro de una fuerza, está la potencialidad de la otra y eso es lo que proporciona la posibilidad del anclaje para su unión.

Los movimientos de energía entre Yin y Yang

Los movimientos de energía entre Yin y Yang

Si miramos a la figura circular, veremos que está dividida en dos mitades: A la izquierda, con la semicircunferencia negra, encontramos a la energía Yin. A la derecha, con la semicircunferencia blanca, vemos a la energía Yang. En el esquema que veremos en las próximas líneas y que está basado en el dibujo que acabamos de presentar, hemos señalado la existencia de 8 momentos trascendentes que se observan alrededor del ciclo. Estas circunferencias, están compuestas por una parte negra y una parte blanca y simbolizan los 8 estados principales por los que pasa la relación Yin-Yang.

Dentro de la gran circunferencia Yin-Yang, veremos la presencia de unas flechas negras (desplazamiento del Yin hacia el Yang) y unas fechas blancas (desplazamiento del Yang hacia el Yin) que atraviesan la circunferencia y ponen en contacto las zonas opuestas. Dentro de cada una de las 8 circunferencias pequeñas que representan un momento del ciclo, veremos que hay una zona central y una zona periférica. La polaridad emergente está representada en el centro y crece en la medida que el ciclo avanza. La polaridad que se ve en la periferia decrece en la medida que el ciclo se desarrolla. Mientras el Yin asciende, el Yang desciende y viceversa.

YIN Y YANG OCUPAN LA PARTE ALTA Y BAJA DE LA RUEDA

Todo fenómeno de la naturaleza se puede observar desde muchos puntos de vista y todas las explicaciones que se deriven de la explicación, pueden ser razonablemente ciertas. La idea que tenemos en este momento es explicar el movimiento del Yin-Yang a través de un movimiento circular y veremos que hay varias maneras de hacerlo. Como mínimo, disponemos de dos dibujos distintos y bien razonados. Empezaremos con la primera posibilidad. En esta, el Yang ocupará la parte alta de la figura y el Yin la parte baja, realizando un símil entre el Cielo (arriba) y la Tierra (abajo).

El esquema siguiente, como veremos, está compuesto de dos dibujos. El de la izquierda es el que hemos diseñado para la explicación de los ciclos y el de la derecha, es el Taijitu de Lai Zhide. Los hemos puesto uno al lado del otro para poder seguir simultáneamente los movimientos del Yin-Yang y hacer más comprensible la visualización del ciclo. En el primer dibujo, veremos los dos tipos de circuitos que existen y que están señalados por las flechas: Por un lado, observaremos el circuito de generación que sigue un movimiento circular y nos enseña como el Yin y el Yang van emergiendo o retrocediendo. Y por el otro lado, apreciaremos el circuito de oposición en el que vemos como las fuerzas que están en posiciones opuestas, se atraen.

En el momento 1 partimos del punto del mínimo Yin y del máximo Yang. Desde esta posición, el flujo del incipiente Yin empezará a fluir progresivamente por toda la semicircunferencia negra (Yin), siguiendo a la flecha azul hasta el punto de final del Yin e inicio del Yang (5). Simultáneamente, el punto de inicio del Yang (5), emitirá a través de la flecha blanca su energía al primer germen de Yin. Ambos gérmenes se buscan y se unen. Desde este punto 1 de mínimo Yin, el movimiento cíclico de rotación sigue la flecha azul y llegamos a la segunda situación o punto número 2.

El movimiento de Yin-Yang en un ciclo

El movimiento de Yin-Yang en un ciclo

En el momento 2 estamos dentro del ciclo de Yin, pero donde todavía hay mucho Yang. El Yin seguirá creciendo en dirección hacia el momento 3, y al mismo tiempo, continuará aportando un flujo de su energía a través de la flecha negra hacia el punto opuesto (6), donde se observa ya como esta esfera que, aunque está en la zona de predominio Yang (semicircunferencia blanca), empieza a almacenar dentro de sí energía Yin.

En el momento 3 se produce una situación crítica y, aunque estamos en un ciclo Yin, la cantidad de Yang es equivalente. Desde el punto 3, se sigue enviando energía Yin al punto 7 quien también manifiesta una situación de equilibrio entre Yin y Yang. Desde el momento 3, el ciclo de generación sigue evolucionando hasta el punto 4.

En el momento 4 seguimos estando en el ciclo Yin, y el equilibrio se ha decantado claramente ya hacia el Yin. La energía Yang aquí, ya ha disminuido notablemente. Desde el punto 4 se emite energía Yin al punto 8 y se recibe energía Yang desde el punto 8.

En el momento 5 llegamos al punto máximo del ciclo Yin y al mismo tiempo al inicio de su regresión. Aquí acaba la fase de crecimiento del Yin y empieza su tiempo de declive. Al mismo tiempo, en el momento 5, ha finalizado la regresión del Yang e inicia su ciclo de crecimiento. Estamos en la misma situación que en el punto 1 pero la situación es inversa. En este punto se observa el germen central del Yang que irá creciendo a partir de este momento. Y también desde aquí se envía energía Yang el embrión de energía Yin situado en el momento 1.

En el momento 6 vemos claramente el ascenso del Yang, y el retroceso del Yin, pero el Yin aún está muy presente. El Yang que desaparece en el momento 2, aparece en el momento 6. El Yin que desaparece en el 6 es el que aparece en el 2.

En el momento 7 vuelve a suceder algo parecido a lo que aconteció en el punto 3, ya que nos encontramos con un nuevo equilibrio de las dos fuerzas. A partir de este momento, entraremos plenamente en la fase de predominio del Yang y de retirada del Yin.

En el momento 8 nos estamos acercando al culmen del ciclo Yang. La creciente energía Yang, pronto pasará al momento 1 o punto álgido del ciclo. la energía Yin sigue aún en retroceso en su camino hacia el punto 1, donde iniciará de nuevo su ciclo de crecimiento.  Desde el momento 8   se envía energía Yang al punto 4 y se recibe energía Yin desde allí.              

En el momento 1 cerramos el ciclo. Aquí partimos de nuevo del mínimo Yin y del máximo Yang. Desde esta posición, empieza un nuevo ciclo. El Yang empezará a disminuir progresivamente hasta llegar a su posición mínima en el punto 5 y el Yin empezará su crecimiento hasta llegar a su máximo en el punto 5.

Si quisiéramos representar el ciclo del que acabamos de hablar en una forma lineal podríamos extender horizontalmente todos los momentos y veríamos como partimos de un máximo Yang y un mínimo Yin hasta llegar a un máximo Yin y un mínimo Yang, momento en el cual, el Yang vuelve a ascender y el Yin a descender.

La polaridad emergente está representada en el centro

La polaridad emergente está representada en el centro

Si diéramos un valor numérico positivo a Yang y un valor negativo a Yin, la suma de Yin y Yang en cada uno de los momentos opuestos del ciclo (relación 1-5, 2-6,3-7,4-8) sería siempre cero.

Son valores opuestos y desde un punto de vista matemático y energético, se contrarrestan y equilibran. Es decir que, en cada momento del ciclo, las dos polaridades opuestas y relacionadas, están en un estado de perfecto equilibrio.

El Yin va hacia el Yang y el Yang hacia el Yin, pero ambos inician su trayecto en el otro polo de lo manifestado y con un desfase de 180º. Cada uno se mueve hacia el otro, pero desde el otro polo del universo y siguiendo un movimiento circular uniforme y cíclico. El retorno es el movimiento del Tao.

YIN Y YANG OCUPAN LA PARTE MEDIA DE LA RUEDA

Para podernos manejar en este esquema, hemos de realizar un cambio importante. Hemos de desplazar el inicio de los ciclos Yin-Yang 90º, y colocarlos en los puntos medios de la circunferencia, allí donde confluyen Yin y Yang a partes iguales, justo en la línea vertical. Allí situaremos a los estados intermedios de las polaridades. Y los puntos de máxima polaridad estarán situados en la línea horizontal. El Taijitu lo hemos hecho rotar 90º también y le hemos añadido una línea vertical roja que coincide con las zonas de equilibrio entre Yin y Yang, una zona ambivalente, sin predominio de ninguna de las dos polaridades.

Los puntos de máxima actividad se dan en los momentos centrales del ciclo

Los puntos de máxima actividad se dan en los momentos centrales del ciclo

En el momento 1 partimos de un estado de equilibrio polar, y el movimiento que sigue la esfera, nos lleva al punto 2, donde ya estamos en la zona Yin. El punto 3 corresponde a la fase de máximo crecimiento del Yin. A partir de aquí, entramos en la fase de recesión del Yin, pues ya vemos como empieza a emerger claramente el Yang desde su interior. Esta fase de recesión del Yin continúa en el punto 4 y culmina en el punto 5, donde las fuerzas Yin-Yang llegan de nuevo a otro punto de equilibrio. A partir de aquí, ya entraremos en el punto 6, claramente ya dentro del Yang, que nos llevará al punto 7, donde está el punto máximo del Yang, y al mismo tiempo, el inicio de su fase de recesión y la emergencia del Yin desde el punto central. Desde aquí, iremos al punto 8, todavía de dominio Yang, pero donde observamos claramente esta fase de retroceso del Yang, e incremento del Yin. El punto 8 nos llevará en su camino al punto 1, zona de equilibrio entre las dos fuerzas y que será el inicio de un nuevo ciclo Yin.

CONCLUSIONES

Cuando hablemos de los ciclos dentro del Rombo, tenemos que pensar que los dos modelos estudiados de ciclos Yin-Yang son correctos y expresan situaciones muy distintas. En el primer dibujo, vemos que la fase de creación del Yin (de crecimiento) queda a la izquierda y ocupa todo el hemiciclo. La fase de retrospección del Yin (de contracción) tiene lugar en todo el hemiciclo derecho. Por otro lado, la fase de creación (crecimiento) del Yang, se da en todo el hemiciclo derecho y la fase de retrospección (contracción) tiene lugar en la parte izquierda. La creación se da en un lado del ciclo y la retrospección en el otro.

Las fases de creación y retrospección en el dibujo 1

Las fases de creación y retrospección en el dibujo 1

En el dibujo 2, el panorama energético es muy distinto. La fase de creación y retrospección del Yin se da en su mismo lado. La fase de creación y retrospección del Yang también ocurre en su lado correspondiente.

Las fases de creación y retrospección en el dibujo 2

Las fases de creación y retrospección en el dibujo 2

Los dos modelos son lógicos pero las consecuencias que se desprenden del estudio de ellos son muy distintas. Cuando hablemos en profundidad de los ciclos de creación y retrospección, veremos que son ciclos muy diferentes. La creación se corresponde con el momento en que se realiza la experiencia, y la retrospección es cuando la acción experimenta un camino de regreso para ser evaluada y posteriormente corregida. Después de la retrospección y una vez la experiencia ha llegado a Ideación Divina, desde allí pueden salir mecanismos correctores del ciclo.

En el primer modelo, la lógica invita a pensar que, si la acción ha tenido lugar en el Yin, la retrospección acontece en el Yang y los mecanismos correctores pueden volver a aparecer en el siguiente ciclo Yin después de pasar por Ideación Divina.

En el segundo modelo, podemos pensar que, si la acción ha tenido lugar en el Yin, y la retrospección ha tenido lugar también en el propio Yin, los cambios, tras pasar por el punto de Ideación Divina situado en la parte inferior del Rombo, se pueden dar en el nuevo ciclo Yang.

Ahora bien, teniendo en cuenta que hay ciclos pequeños dentro de los ciclos grandes, no hay ningún inconveniente teórico en presuponer que los dos modelos y muchos más pueden existir conjuntamente. Dentro de un gran ciclo Yin, en el que hay muchos subciclos Yin, pueden existir muchos pequeños ciclos de retrospección con lo que la presencia de estos dos modelos y muchos otros más, sería totalmente posible. De hecho, cada transición por la que pasa una  esfera para ir de un momento a otro está llena de infinitas micro transiciones que pueden seguir un modelo u otro.

La transición de un momento del ciclo a otro, o el camino que lleva de un polo a otro, puede precisar de cientos o miles de correcciones y no pensamos que las posibilidades que hemos planteado sean excluyentes. Pueden trabajar juntas. De hecho, preguntarse donde comienza realmente un ciclo es una cuestión difícil de responder con certeza, porque cada punto es en si mismo el inicio y el final de un nuevo ciclo. ¿Qué esquema adoptamos?

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