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18-19 (8ª parte)

18-19 (8ª parte)

La vinculación funcional y estructural del Rombo con el dibujo de la Semilla de la vida, hace que determinados aspectos geométricos de la fisiología del Rombo, se puedan observar también en la Semilla y en la Flor de la vida.

Relación de los focos y las dimensiones

En el Rombo las posibilidades del estudio geométrico son infinitas y esto hace que, de vez en cuando, por algún motivo y llamados por la curiosidad volvamos al tema de la geometría interna de la figura. Esto es lo que ha ocurrido recientemente con el descubrimiento de la vinculación estructural y energética entre la Semilla de la vida y el Rombo.

A partir de este hallazgo, nos hemos visto invitados a volver la vista hacia atrás y recordar algunos dibujos del pasado. Al situarlos ahora en el presente, la atención nos ha llevado a poner el interés sobre algunos detalles que, en su día pasaron desapercibidos.  Para hablar de todo ello, empezaremos trayendo al momento actual el más representativo de todos los dibujos del estudio del Rombo que aparecieron en su fase inicial y que fue el que abrió la caja de sorpresas de la geometría interna.

La construcción de las dimensiones y la elipse gracias a los Focos

La construcción de las dimensiones y la elipse gracias a los Focos

En este dibujo vimos como desde los 6 vértices del hexágono, al trazar líneas a las otras aristas, aparecían los 6 Focos (F1, F2, F3, F4, F5, F6). Estos puntos focales, nos permitían dibujar las 6 circunferencias interiores con un radio OF cuyo valor era la cuarta parte de la Diagonal mayor (R= D/4).

Al dibujar entonces el Rombo dentro del hexágono, veíamos como se producían las líneas de las dimensiones gracias a las intersecciones entre las 6 circunferencias internas y el perímetro del Rombo.

Este hecho nos permitió ver qué papel crucial tenían los Focos en la figura ya que no tan sólo intervenían en el diseño de la elipse exterior, sino que también lo hacían en la construcción de las dimensiones.

La relación entre las líneas de las dimensiones y los Focos no había hecho más que empezar ya que, seguidamente vimos como el mismo tamaño de las dimensiones era un múltiplo del tamaño de los Focos.

Relación entre el tamaño de las dimensiones y los múltiplos de los Focos

Relación entre el tamaño de las dimensiones y los múltiplos de los Focos

Ahora, en el dibujo que vamos a presentar podremos ahondar en otro aspecto de estas relaciones geométricas entre los Focos y las dimensiones.  Veremos que en el Rombo aparecen marcados con un centro O los puntos desde los que se traza una circunferencia que se adentra en el Rombo. Cada punto O (que corresponde al inicio de una línea inter dimensional o un vértice del Rombo), contacta con un Foco, excepto los puntos O que se hallan en los vértices obtusos del Rombo que contactan con dos Focos.

La relación entre los extremos de las dimensionales, los vértices y los Focos

La relación entre los extremos de las dimensionales, los vértices y los Focos

Habíamos visto en dibujos anteriores que las circunferencias trazadas desde los Focos, al impactar en el Rombo, generaban las líneas de las dimensiones. Ahora podíamos ver que desde estos puntos O que se hallaban en los extremos de las dimensiones o los vértices de la figura, al dibujar circunferencias, se contactaba también con los Focos. Con estas observaciones podíamos ver como las Dimensiones y los Focos se generaban mutuamente, que estaban vinculados en los dos sentidos y que tenían una relación de creación reciproca.

Relación entre Focos, puntos de corte dimensionales y ángulos

Relación entre Focos, puntos de corte dimensionales y ángulos

Al hacer este nuevo dibujo vimos que, en la intersección central de todas estas circunferencias, se había formado una curiosa figura con forma de cometa. En esta zona del centro, como vemos, aparecen 4 puntos de intersección desde los que como veremos en el siguiente dibujo, se pueden dibujar 4 nuevas circunferencias. Al trazarlas se enlazan distintas líneas de corte con el Rombo que resultan extremadamente curiosas ya que unen algunos puntos de corte donde se generan las líneas de las dimensiones.

Vemos que desde el punto A, a través de su circunferencia, se enlazan los puntos de corte de la 1ª-2ª dimensión con las de la 2ª-3ªdimensión. Con la circunferencia trazada desde el punto C, se unen los puntos de corte de la 6ª-7ª dimensión con los de la 5ª-6ª dimensión. Desde el punto B, se unen 2ª-3ª, 3ª-4ª, 4ª-4ª y 4ª-5ª. Y desde D, se conectan también 2ª-3ª, 3ª-4ª, 4ª-4ª y 4ª-5ª.

Unión de puntos de corte de dimensiones a partir de los 4 puntos centrales

Unión de puntos de corte de dimensiones a partir de los 4 puntos centrales

Todas estas circunferencias, revelan una nueva arquitectura interior que nos aporta más información acerca de las múltiples relaciones que se pueden dar entre las dimensiones. Estos nuevos puntos centrales que corresponden aproximadamente a la mitad de la 3ª, 4ª y 5ª dimensión, comunican a las dimensiones.  El punto A (por ejemplo) que está situado aproximadamente en la 4ª de la 3ª dimensión, describe una circunferencia que pasa por la primera dimensión, la transición 1ª-2ª, la 2ª-3ª, entra en la 3ª, se adentra en la 4ª hasta llegar a un punto de la 5ª desde donde retrocede hasta cerrar el círculo.

Cada uno de estos 4 puntos geométricos tiene una lectura metafísica intrínseca y sólo hace falta seguir los circuitos que se crean entre las dimensiones para teorizar y deja ir a la imaginación acerca de sus posibles funciones. Estos puntos podrían ser en definitiva llaves de paso que abran caminos y comuniquen dimensiones a través de la conciencia.

Esta sorprendente y polifacética circunferencia universal que desde los puntos A, B, C, D crea circuitos e interconecta las dimensiones, es la misma que genera los Focos desde el hexágono y la que dibuja las dimensiones. Su radio está relacionado matemáticamente con la Diagonal mayor y la diagonal menor.

R= D/4    R= d / 2√3 


LA RESPIRACIÓN DEL ROMBO Y DE LA SEMILLA DE LA VIDA

Sabemos que, en condiciones fisiológicas, el Rombo pulsa y oscila con valores comprendidos entre 18 -19.99999 para la diagonal menor mientras que mantiene un valor constante de 22 para la diagonal mayor. Es una oscilación fisiológica y que sigue el ritmo y el latir de la vida. Desde un punto de vista geométrico, esta oscilación de la diagonal menor hace que el Rombo cambie de forma y se aplane y se eleve constantemente.

La cuestión fundamental es que hemos visto que el Rombo se encuentra envuelto y contenido por la Semilla de la vida, quien lo mantiene y da soporte.

Entonces, por pura lógica, hemos de pensar que, con esta oscilación del Rombo, la Semilla de la vida, que es la estructura que soporta su forma, también debería oscilar y deformarse con él al mismo tiempo.

Las oscilaciones rítmicas del Rombo y la Semilla de la vida

Las oscilaciones rítmicas del Rombo y la Semilla de la vida

Con esta respiración, la Semilla de la vida pasaría de tener una circunferencia perfecta para el valor de 19.05… (la figura central) a convertirse en una elipse con una excentricidad distinta para los otros valores, que la convertiría en una elipse aplanada para el valor de 18 (izquierda) y alargada para el valor de 19.99 (derecha)

Esto plantea una cuestión interesante porque de repente, a la Semilla de la vida, se la podría dotar de una oscilación y una respiración que no posee en los modelos estáticos tradicionales. De repente, la Semilla de la vida y la Flor de la vida, no tendrían ya una estructura fija, invariable, pues en su respiración, pasarían de estar envueltas por una figura circular variable, que oscilaría desde una elipse aplanada, a una circunferencia perfecta y posteriormente a una elipse alargada.

Bajo la óptica de la lógica, lo que sucede en la Semilla de la vida, tiene una repercusión en el Rombo y viceversa. Las oscilaciones fisiológicas del Rombo deberían provocar un efecto resonante y oscilatorio en la Semilla. En ese caso, la Semilla perdería su rigidez tradicional y latiría tal como lo hace el Rombo. Le sucedería lo mismo que le pasa al Rombo y perdería su perfecta e inmóvil construcción matemática construida en un hexágono regular para empezar a oscilar y latir al ritmo de la vida.

La experiencia que hemos tenido durante todos estos años es que el Rombo es mucho más móvil y variable de lo que creíamos al principio. En sus inicios estaba quieto y vivía en dos dimensiones. Luego empezó a tener respiración, a tener colores, a estar vinculado con la luz, a tener sonidos, a ser tridimensional, a girar, a oscilar, a ser holográfico, a tener planos de conciencia, y a rellenarse de todo tipo de propiedades geométricas y energéticas.  Si a él, le ha pasado todo esto, es más que probable que a la Semilla de la vida y a la Flor de la vida, en su evolución como figuras logotípicas, les pudiera pasar algo muy parecido.

La membrana, el flujo, el tejido y la geometría universal que se halla en la Semilla, es lo que permite que el Rombo pueda manifestarse como lo hace. Pero cuando el Rombo evoluciona, cambia y adquiere movilidad, la semilla lo debe hacer con él ya que están indisolublemente unidos. En nuestro Rombo, la Semilla de la vida, oscila, cambia, respira y se transforma continuamente. En este contexto no hay ningún problema conceptual o filosófico para que la Semilla pueda oscilar y adaptarse a lo que sucede en el interior.

La Semilla de la vida experimentando oscilaciones

La Semilla de la vida experimentando oscilaciones

Pero como siempre pasa, hay otra manera de ver las cosas. Podría ser que la oscilación que se da en el Rombo, no se manifestara en la Semilla de la vida bajo la forma de un movimiento armónico simple.

Para ello, para poder encontrar una solución a este problema, y darle de nuevo a esta figura su aparente inmovilidad anterior, deberíamos retomar un dibujo en el que se observaban las posibles y diferentes ubicaciones del Rombo dentro del hexágono.

En el siguiente dibujo, podremos ver como dentro de un mismo hexágono se pueden construir tres Rombos diferentes. Cada uno de ellos oscila en una dirección distinta en el espacio.  Si el Rombo rojo por ejemplo se dilata en el eje de la diagonal menor, puede provocar una deformidad del hexágono y de la Semilla de la vida. Pero, si a esta misma dilatación le siguieran simultáneamente en su movimiento expansivo el Rombo azul y el verde, la dilatación sincronizada del hexágono (con sus tres Rombos interiores) no provocaría una variación de las razones geométricas del hexágono ni de la Semilla de la vida.

La expansión simultánea de los tres Rombos no deforma el hexágono exterior

La expansión simultánea de los tres Rombos no deforma el hexágono exterior

El resultado de esta triple expansión simultánea, de este triple movimiento es el de una contracción o expansión homogénea, con el resultado de que la integridad estructural y geométrica del hexágono que contiene a la Semilla se mantendría y no se produciría ninguna deformación. El hexágono se podría hacer más grande o pequeño, pero en ningún caso llegaría a deformarse y perder su geometría original. Se podría contraer o dilatar, pero siempre respetando las razones matemáticas del modelo original.

La dilatación simultánea de los tres Rombos mantiene la simetría del hexágono

La dilatación simultánea de los tres Rombos mantiene la simetría del hexágono

De esta manera, el hexágono se haría mayor o menor, pero conservaría todas sus proporciones, Lo mismo le sucedería a la Semilla de la vida, que se haría más pequeña o grande, situación que es inherente a su misma funcionalidad, ya que continuamente se mueve entre el microcosmos y el macrocosmos.

El mismo concepto del Rombo que siempre habla de una Trinidad Creadora, de una tridimensión, de tres facetas, de tres lecturas (física, bioeléctrica, espiritual) y de tres manifestaciones (cerebro, corazón, espíritu) tiene como base estructural el número 3. Esto hace lógico pensar en la posibilidad de que el Rombo tenga al mismo tiempo tres manifestaciones y tres representaciones que actúen de forma sincronizada.

Podríamos pensar que cada uno de estos tres Rombos que se ven en la figura es tridimensional, que cada uno de ellos, es completo en sí mismo y ya manifiesta sobradamente la trinidad, lo que haría innecesaria la presencia de los otros dos. Pero lo cierto es que geométricamente, están presentes al mismo tiempo los tres Rombos en tres direcciones diferentes del espacio y podrían representar tres aspectos, tres manifestaciones, tres posibilidades o incluso una necesidad implícita para su manifestación.

Esta situación recuerda en algunos aspectos al principio de superposición de la física cuántica en el que se dice que una partícula no está sólo en un sitio en concreto, sino que puede estar en varios o en todos a la vez y tener sólo la probabilidad de ser encontrada en un sitio u otro.

Ya que el Rombo se mueve en todos los niveles de manifestación (también en el mundo cuántico), podemos pensar que es posible que el Rombo se pueda hallar en un sitio concreto, o en otro, o en todos a la vez. Si dentro del hexágono hay distintas posibilidades de localización y de representación, puede estar en los tres al mismo tiempo y contraerse y dilatarse simultáneamente. De esta manera, la Semilla de la vida o la Flor de la vida, debería poder contraerse o dilatarse en los ejes sin perder sus razones geométricas primigenias.

Aunque a veces se piense, no hay una sola Semilla de la vida. Esta se manifiesta continuamente y al mismo tiempo en lo pequeño y en lo grande. Son millones de Semillas que palpitan una encima, debajo, dentro y fuera de la otra, a diferentes pulsos según la magnitud de su manifestación.

Viven todas juntas, pero existe la probabilidad de localizar sólo a una y hacer una captura, pero es sólo un momento de transición, una instantánea, y una probabilidad de todas ellas.  La foto de la Semilla refleja quietud, pero en esa calma hay una infinita movilidad que abarca todos los niveles de la manifestación, y en ese mismo movimiento hay una aparente inmovilidad, pues el esquema en todos los niveles es el mismo, invariante.

Lo mismo sucedería si observáramos la posibilidad de que existieran tres Rombos dentro de un hexágono. Al existir los tres y experimentar movimientos de respiración simultáneos, el resultado final sería el mantenimiento de la forma original, aunque cada uno de los Rombos integrantes pasara por un proceso de movimiento, de respiración y de cambio de estructura geométrica.

En ambos casos (el de la Semilla que pasa del microcosmos al macrocosmos o el del triple Rombo dentro del hexágono) se daría una situación aparentemente contradictoria, una antinomia, en la que podríamos decir que:

En la quietud, está el movimiento.
En el movimiento, está la quietud.

El hecho de ver algo que parece estar quieto y que en cambio es móvil o, al contrario, el observar alguna cosa que palpita y se mueve, y sorprendentemente ver que está quieta es un dilema. Parece que estemos frente a una contradicción absoluta, pero en muchas ocasiones, un análisis un poco más profundo y realizado desde una perspectiva más amplia, permite ver que ambas realidades se pueden dar al mismo tiempo. Sólo es cuestión de perspectiva. Si la mirada se enfoca en el movimiento, se verá como todo oscila. Si la atención se centra en la quietud, se observará como todo permanece inamovible.

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