Apartados SFR

Rayos del Rombo

Generalidades

UN POCO DE HISTORIA

Hace muchos años dentro de la enseñanza del Rombo, conocimos a unos nuevos inquilinos del universo: Se llamaban Rayos Cósmicos. Eran invisibles y pertenecían a la séptima dimensión. Estaban en el punto más alto de lo alto, en la cima de aquello que era lo más elevado, más allá de arriba del todo y, por si fuera poco, al igual que los rayos de las tormentas, descendían desde arriba y caían con fuerza hacia abajo, golpeando a la misma piedra, más allá de sus átomos.

Estos Rayos iban pasando por las dimensiones, dando vida a las estructuras atómicas, y a las distintas formas de los seres vivos. Algunos eran Regentes y otros Vigilantes-Ejecutores. Cada uno de ellos tenía características propias y de lo más complejas. Eran algo magnífico, desconocido, e inclasificable.

Desde entonces, y en casi cada reunión, hemos hablado de los Rayos. Puede ser que no se hable de átomos, ni de luz blanca, ni de sonidos, pero los Rayos siempre han aparecido puntualmente en las reuniones.

En los años 80, conocíamos como mínimo la terminología y los conceptos básicos de 6 dimensiones, pero había una (la séptima) que nos planteaba muchos interrogantes.

1º DIMENSION

ELEMENTOS PRIMARIOS

CONOCIDA

2º DIMENSION

ATOMOS – MOLECULAS

CONOCIDA

3º DIMENSION

REINOS NATURALEZA

CONOCIDA

4º DIMENSION

VIDA PLENA COSMICA

CONOCIDA

5º DIMENSION

COLORES- SONIDOS

CONOCIDA

6º DIMENSION

MATEMAT- LUZ BLANCA

CONOCIDA

7º DIMENSION

RAYOS COSMICOS

DESCONOCIDA

A todos nos sugerían algo las primeras 6 dimensiones y las cosas que se estaban hablando allí. Pero, al llegar a la séptima dimensión, aparecían los misteriosos Rayos Cósmicos. Eran lo más extraordinario del Rombo, lo más novedoso y casi no sabíamos nada de ellos. Pero a pesar de saber muy poco, empezamos a hablar de ellos como si se tratara de una fuerza muy familiar, conocida desde siempre y de la que sabíamos de su ir y venir. Se trataba de aquellos Señores que eran capaces de acudir para satisfacer a los deseos de las criaturas, de unir y desunir materia, de promover cambios en la morfología de los seres, de ser un elemento clave en la evolución y de reparar amorosamente las acciones equivocadas de las criaturas evolutivas, trayendo si era oportuno, la enfermedad y la muerte.

Hablábamos y comentábamos acerca de los Rayos sin saber siquiera de que fenómeno físico estábamos hablando exactamente. De hecho, incluso pensábamos que esta energía era una especie de fuerza no conocida por el ser humano. El hecho de no disponer en aquel tiempo de referencias científicas del tema, y de tener como única referencia los datos de la enseñanza, hicieron que las cuestiones más filosóficas y metafísicas de los Rayos fueran las más abordadas.

Tratamos a los Rayos como fuerzas a veces ciegas, y a veces inteligentes y correctoras. Pero siempre eran los grandes artífices de la creación y la destrucción. En aquel momento, no nos adentramos demasiado en su estudio físico. Fuimos más griegos, más filósofos, más generalistas que físicos y nos sobró el atrevimiento para hablar extensamente de ellos y de sus acciones sin saber apenas nada más que su nombre.

Pero unos años antes de oír por primera vez la palabra Rayos Cósmicos dentro del Rombo, habían caído en nuestras manos unas referencias acerca de los rayos cósmicos en un libro de divulgación científica. Los datos acerca de esa radiación nos parecieron curiosos e interesantes, pero el libro fue a parar junto con otros de física y quedó arrinconado en un sector de la biblioteca, en una zona cercana donde descansaban los “Tratados de los 7 Rayos” de Alice Bayley, de los que, al parecer, vivían independientemente. Fue al cabo de un tiempo, cuando fueron a parar cerca de estos mudos contertulios los escritos del Rombo, cuando apareció la posibilidad de que quizá esas tres familias de escritos y libros hablaran de lo mismo utilizando lenguajes distintos   y nos sentimos inclinados a mirar esa posibilidad y a estudiar el posible paralelismo. El estudio se presentó al grupo y cuando en una reunión entre los estudiantes del Rombo, hablamos de estos rayos cósmicos y del conocimiento actual que aportaba la Ciencia acerca de los mismos, creo que todos, sentimos que habíamos lavado conceptos, que los Rayos se habían hecho más familiares y que aparte de las características metafísicas conocidas, habíamos conocido desde un punto de vista científico a unas fuerzas que tenían masa, velocidad, energía, trayecto, orientación, cargas y un número grande de características que nos las hacían mucho más reales y comprensibles.

En las siguientes líneas presentaremos el resumen de ese primer estudio científico y en el que contemplamos el aspecto material de nuestros Rayos. Fue el primer acercamiento a la realidad más física de los Rayos.

SU NATURALEZA CORPUSCULAR

Los Rayos Cósmicos son estructuras atómicas ionizadas que viajan por el espacio a una velocidad cercana a la luz y que transportan una cantidad muy grande de energía. Es por este hecho, por transportar energía, que son considerados una radiación, aunque difieran de los demás tipos de radiaciones. No se trata, como veremos, de átomos completos, ya que son nucleones o electrones. Son átomos ionizados, no son neutros. Se pueden encontrar con una estructura muy diferente, pero en principio, diremos que pueden estar hechos de:

  • Un solo protón (carga +)
  • Un solo neutrón (carga neutra)
  • Electrones (carga –)
  • Varios protones y neutrones (carga +)

Sabemos que cualquier átomo es neutro, es decir que la carga + y – están equilibradas y que el número de protones y electrones es el mismo.

Los átomos, por distintos sistemas se pueden ionizar, por lo tanto, pueden separar sus cargas. Por un lado, se quedarían los nucleones (átomos desnudos de electrones) y por otro lado los electrones. Estos átomos ionizados, acelerados y transportando una gran cantidad de energía son los rayos cósmicos. Ahora, serán el objeto de nuestro estudio durante unas páginas.

Pero antes de adentrarnos en el estudio más conocido de los Rayos Cósmicos corpusculares hemos de hacer notar que la mayoría de ellos corresponden a estructuras subatómicas ( protones, neutrones, electrones). En el estudio del Rombo hemos determinado que existen 144 elementos primarios, de los cuales la ciencia conoce perfectamente los últimos 114, es decir desde el Hidrógeno 1 hasta el Uuq 114. Pero sabemos que existen 30 elementos sutiles más ligeros que el Hidrógeno, los cuales, pueden formar también Rayos cósmicos corpusculares. Estos Rayos aún no se han podido determinar porque la física no conoce aún la naturaleza sutil de estos 30 primeros elementos de la tabla. Pero, como veremos más adelante, estos elementos sutiles son capaces también de originar una lluvia de rayos cósmicos.

CARGA ELECTRICA

En la Tierra, en el núcleo, tenemos material fundido de Hierro y Níquel. Este material está sometido a un giro constante por los movimientos de rotación del planeta. Esta rotación de material crea un campo magnético que se extiende a todo el planeta y más allá.

Sabemos que la Tierra se comporta a grandes trazos como un dipolo. Esto es una aproximación a la realidad, ya que se pueden dar alteraciones de magnetismo locales, a menudo encubiertas por el magnetismo total, pero grosso modo, podemos admitir el modelo bipolar como correcto.

Toda partícula con carga eléctrica se siente atraída por los campos magnéticos. Los Rayos Cósmicos tienen carga eléctrica y la Tierra es un gran imán, por lo que estas partículas, seguirán la tendencia natural que tienen a propagarse por los trayectos marcados por las líneas de fuerza magnética.

Los RC, tienen preferencia en seguir la atracción de las líneas donde el campo magnético es de mayor intensidad. Así, en los polos, donde el magnetismo es mayor, se observa una mayor afluencia de radiación cósmica que en el ecuador. Este efecto latitudinal, aunque existe para todos los RC, tiene más incidencia en los RC de menor energía. Los de mayor energía, son menos desviados por los campos magnéticos.

Aparte de este efecto latitudinal, se observa otro fenómeno relacionado con la altura. En las altas montañas, o en las detecciones que se realizan en globos o aviones, se observa que a medida que se asciende, se detecta un número mayor de radiación. Sabemos que los Rayos Cósmicos interaccionan primeramente en las partes altas de la atmósfera. Es lógico que, al subir de altura, haya mayor radiación. Este fenómeno ha sido constatado ampliamente en los vuelos espaciales, donde las naves y los tripulantes reciben muchísima más radiación que en la superficie del planeta. En estudios realizados con globo, se ha observado que a medida que se asciende por la atmósfera, se iba incrementando la cantidad de radiación. De hecho, este hallazgo fue de los primeros que se obtuvieron cuando se intentaba saber de dónde venía esta misteriosa radiación.

Decíamos que los RC, son desviados por los campos magnéticos. El universo, las galaxias, el sol, la Tierra generan campos magnéticos capaces de desviar las trayectorias originales de los Rayos. Ello hace que, aunque se detecte en la Tierra la dirección en la que ha llegado un Rayo, no se pueda precisar donde se ha originado. Los Rayos, en su largo trayecto espacial, describen trayectorias sinuosas por galaxias y cuando llegan al cinturón de radiación de la Tierra, pueden crear muchas trayectorias hasta ingresar en planeta. No es posible conocer su sitio de origen. Vienen de todas direcciones, y aunque los detectores, señalen por donde han llegado, no se puede saber dónde se han originado, cual ha sido su fuente.

La situación de la determinación del origen de un rayo cósmico se complica mucho más cuando el Rayo Cósmico no entra directamente a la Tierra y queda prisionero del cinturón de radiación exterior. Estos cinturones, uno interno y otro externo, forman la magnetosfera del planeta. El interior ha capturado los Rayos Cósmicos de baja energía y las partículas energéticas solares. El exterior, ha hecho lo propio con el viento solar. El proceso es similar a lo que ocurre con los núcleos atómicos, donde los electrones de alta energía están cerca del núcleo y los de débil carga se sitúan en el exterior y pueden desprenderse con más facilidad.

Como decíamos, cuando una partícula queda atrapada en los cinturones de radiación, empieza a realizar un peregrinaje hacia arriba, abajo y a los lados hasta que en un momento realiza un trayecto descendente. Al final de cuentas, tenemos que una partícula que entra siguiendo una línea de fuerza, puede realizar un trayecto múltiple por el oscilante campo magnético. Puede retroceder, ir a izquierda, hacia abajo y hacia arriba. Al final, describe un trayecto tan sinuoso que hace imposible saber su sitio de procedencia.

Tenemos pues este cinturón de radiación, creado inicialmente por el núcleo de la Tierra en movimiento, que crea una especie de escudo protector de la radiación exterior. El valor del campo magnético del planeta viene dado, como hemos dicho, por el núcleo fundido, pero la radiación exterior que nos llega, con carga, también interviene en los valores totales del campo, de manera que, en casos de tormenta solar, la totalidad del campo magnético planetario puede variar, sufriendo diversas oscilaciones.

Esta interacción entre la carga de los cinturones y el geomagnetismo hace que los valores del campo terrestre estén muy relacionados con los fenómenos que provocan variaciones de la carga del cinturón, como los Rayos Cósmicos.

Por otro lado, el cinturón de protección, en determinadas condiciones, puede presentar grietas que pueden hacer que llegue mucha más radiación del exterior en una zona determinada. Esto puede suceder cuando una radiación exterior interacciona frontalmente con las líneas de fuerza planetaria.

LA RELACION CON EL SOL.

El sol tiene una temperatura exterior de un millón de grados. A esta temperatura todos los elementos primarios del sol, están ionizados y son impelidos continuamente al exterior en un proceso que recuerda a la ebullición. Todas estas partículas solares, todos los elementos primarios, salen del sol y son empujadas hacia el exterior por la misma fuerza de las corrientes magnéticas del sol formando el viento solar. Este estado ionizado de la materia conocido como plasma tiene una muy alta conductividad eléctrica y a través de ella, se mantiene el magnetismo solar.

Este viento, llega hasta la Tierra, a los demás planetas del sistema solar y más lejos, formando una especie de campo magnético envolvente… pero debemos entender que el viento solar, aunque tenga casi la misma composición que los Rayos Cósmicos, no es un Rayo Cósmico, le falta energía y poder de interacción.

Este viento solar, de velocidad supersónica, de alta carga magnética, es en ocasiones empujado con más fuerza por el sol. Estas partículas energéticas solares, con carga magnética y gran velocidad, tienen preferencia por los polos magnéticos del planeta y al llegar allí, ceden su energía a los electrones de los átomos de la atmósfera que posteriormente la devuelven en forma de luz. Es el fenómeno conocido como auroras polares. Son luces blancas, rojas y verdes, que dependen básicamente de la excitación y desexcitación de átomos de oxígeno. Este fenómeno visual no está originado por los Rayos Cósmicos, ni son Rayos Cósmicos, sino que son Partículas Energéticas Solares.

Las auroras, se acostumbran a ver en latitudes altas, pero en ocasiones de fuertes emisiones solares, se pueden ver en latitudes muy bajas. En los años de gran actividad solar, que corresponden a períodos de muchas manchas solares, se observan auroras frecuentemente y en los períodos de poca actividad solar pueden escasear o desaparecer.

El Sol, al que se considera un horno de fusión nuclear, produce elementos pesados a partir de elementos ligeros. En cada proceso de creación de elementos pesados a partir de materia más liviana, se libera energía que sale del sol, en forma de radio, IR, visible, UV, RX, y Rayos gamma

La actividad del sol no es constante y tiene explosiones súbitas, como las ráfagas, que producen todo tipo de radiaciones y Rayos Cósmicos solares. Estos procesos se dan con poca frecuencia y solo algunas ráfagas al año pueden producir Rayos Cósmicos que lleguen a la Tierra.

Aparte de esta actividad extraordinaria puntual, el sol está marcado por unos ritmos cíclicos de 11 y 22 años. Cada 11 años, la actividad del sol es máxima, luego invierte su polaridad y se inicia otro ciclo. Ello hace que el ciclo magnético solar completo sea de 22 años. Este fenómeno cíclico solar es conocido desde hace siglos y su estudio, siempre ha ido ligado a la observación de las manchas solares. Estas irregularidades de la fotosfera solar corresponden a zonas donde la temperatura es algo menor que en las zonas vecinas, por eso son zonas más oscuras. La razón de esta disminución de temperatura hay que buscarla en un incremento del magnetismo en estas zonas. Este aumento de la intensidad magnética equivale a un incremento de la actividad solar, o lo que es lo mismo: a más actividad solar, más manchas solares. Los ciclos de máxima actividad solar coinciden con el mayor número de manchas solares, son períodos en que el sol entra en una dinámica muy activa, y hay mucha más eyección de viento solar.

El viento solar, sale hacia el exterior en línea recta, pero como el sol gira, las líneas se tuercen en el sentido de la rotación y se arquean, formando una especie de remolino, similar a un ventilador. El sol gira más deprisa que el viento solar, que queda atrás en el giro y se crea una espiral. El viento, sigue en su proyección, las líneas de fuerza magnéticas del sol y como que el eje solar magnético (al igual que sucede en la Tierra) está desviado, las líneas crean una especie de falda de bailarina.

El fenómeno es muy curioso porque entre la salida de las líneas magnéticas del polo Norte solar y las de regreso en el Polo Sur, hay una pequeña franja divisoria, bipolar, por donde circula energía desde el Sol. Arriba de esta franja, la polaridad es negativa y por debajo es positiva. El Sol, en su rotación de 28 días, hace que la Tierra, cada 28 días, atraviese una de estas dos capas, pasando de una polaridad a otra.

Durante 28 días, la Tierra estará por debajo de la línea divisoria, de la hoja de plasma y durante los 28 siguientes, estará por arriba.

El resultado de todo esto, hace que el sol genere sobre la Tierra unos espacios de diferente polaridad, correspondiente a las fases en las que la Tierra se encuentra en el dominio del polo norte solar o el polo sur solar.

Si imaginamos corriendo a la Tierra por este círculo, podemos comprender como pasa de un signo positivo a otro negativo. El hecho de que todo el planeta esté bajo un signo polar determinado ha de producir, suponemos, alguna importante acción.

Este viento solar, que avanza en todas las direcciones del dominio del sol, actúa al mismo tiempo como un escudo protector de los Rayos Cósmicos que vienen del exterior, por lo que se ha observado que en los años de mayor actividad solar (años de manchas solares), hay menos llegada de a la Tierra de Rayos Cósmicos, ya que estos interactúan con las mismas partículas del viento solar, no llegando en tanta cantidad a la Tierra.

El filtro de llegada de Rayos Cósmicos producido por el sol, se puede seguir en diversos rastros que quedan en la naturaleza, como el estudio del carbono 14 en los anillos de los árboles, el depósito del fondo de los lagos e incluso en las variaciones climáticas.

SU ORIGEN

Recordemos que los Rayos son partículas, pero aceleradas y viajando a una velocidad cercana a la luz. No se ha podido determinar ni el origen de los Rayos Cósmicos ni el mecanismo que produce tal aceleración, pero actualmente se piensa que puede ser múltiple.

1) Origen Solar

La composición de los Rayos Cósmicos que nos llega, tiene un porcentaje similar de distribución de elementos primarios al que se encuentra en el sol. Es decir que son básicamente H+, algo de Helio y una pequeñísima proporción del resto de elementos. El sol realiza funciones análogas a las de un horno de fusión nuclear. A altas temperaturas, funde elementos ligeros para convertirlos en pesados. En estos procesos, a veces se producen ocasionalmente unas explosiones, llamadas ráfagas. Estas ráfagas, liberan una cantidad muy importante de energía y materia. Son los Rayos Cósmicos solares. De estos, decenas de ráfagas anuales no llegan a ser detectados en el planeta, pero son atraídas hacia los polos, interaccionan con las moléculas de la atmósfera y provocan distorsiones en las comunicaciones por radio. Las más energéticas (una por año), se puede detectar en latitudes altas.

  • Origen Galáctico

Nuestra galaxia, a través de explosiones de supernovas (estrellas gigantes que sufren un proceso de compresión y explosión), de agujeros negros o de otros procesos, podría producir mecanismos de aceleración de estas partículas. Este sería el origen de los Rayos Cósmicos de alta energía

  • Origen extra galáctico

Quizá los mismos procesos u otros deberían producir aceleraciones que no se pueden dar en nuestra Galaxia. Este sería el origen de los Rayos Cósmicos de ultra alta energía.

  • Big Bang

No se descarta la hipótesis de que los Rayos Cósmicos sean el resultado del Big Bang original, ya que, para provocar una aceleración tan importante de las partículas, podría hacer falta una fuerza de este tipo.

CLASIFICACION

Los Rayos Cósmicos se pueden clasificar según la energía que transportan. En la medida en que la energía de los Rayos aumenta, disminuye su número. Son más abundantes los Rayos portadores de poca energía y muy escasos los que son muy energéticos.

COMO ENTREGA LA ENERGIA UN RAYO COSMICO

Existe un mecanismo complejo para entregar esta energía. Desglosaremos cada una de las posibilidades y al final, las mezclaremos.

Componente nucleónica

Un Rayo Cósmico llega a la atmósfera y se encuentra con una cantidad muy grande de átomos con los que va a interactuar. El proceso de entrega y cesión de esta energía es bastante complejo y tiene diferentes niveles. Partiremos de entrada de un Rayo Cósmico primario, por ejemplo, un protón. Llega a la atmósfera alta y choca con una molécula de oxígeno.

Podría suceder que el rayo incidente, golpeara el núcleo de oxígeno, con todos sus protones y neutrones, rompiéndolo, y liberando sus diferentes componentes. Sería en cierta manera como iniciar una partida de billar. Una bola blanca (Rayo primario) choca con el bloque inicial de partículas atómicas, liberándolas de su estado anterior.

A partir de aquí, el Rayo primario desaparece, apareciendo el Rayo cósmico secundario, que seguirá un camino descendente llevando a cabo todas las reacciones energéticas que vendrán posteriormente.

Cada uno de los componentes nucleares (protones, neutrones) al mismo tiempo iniciará un camino descendente, interactuando si pudiera con otros átomos y volviendo a producir nuevas interacciones nucleares. El proceso continúa hasta que las nuevas partículas creadas no tienen tanta fuerza como para romper otros núcleos. Este proceso, por lo general se detiene en la atmósfera y no llegan al suelo rayos cósmicos primarios, pero pueden hacerlo ocasionalmente.

Componente blanda o electromagnética

La cascada se inicia cuando un núcleo primario choca con un núcleo atmosférico, produciendo una reacción nuclear en la que parte de la energía se transforma en materia, creándose nuevas partículas, sobre todo piones.

Estos piones pueden ser positivos, neutros o negativos. Los piones neutros, que originarán una cascada electromagnética, se desintegran casi instantáneamente, convirtiéndose en dos fotones (rayos gamma.) Cada fotón produce a su vez una cascada fotón electrón. Cada fotón produce un par e+ e-. Cada una de estas partículas, avanza y emite un fotón, que puede crear un nuevo par e+ e- hasta que los fotones no tienen suficiente fuerza como para crear nuevos pares. Entonces el proceso envejece y se detiene.

Componente dura o muónica

Los piones + y – creados, pueden interaccionar con otros núcleos, rompiéndolos, o desintegrarse espontáneamente. Cuando un pión se desintegra, se convierte en un muón y en un neutrino de muón. El muón puede llegar al suelo o desintegrarse a su vez en un electrón, un neutrino de muón y en un neutrino de electrón.

DIFERENCIAS ENTRE LOS RAYOS COSMICOS CORPUSCULARES Y LOS RAYOS CÓSMICOS ELECTROMAGNÉTICOS

Los Rayos Cósmicos Corpusculares son una forma de radiación que nos llega del exterior de la Tierra. No forman parte de las radiaciones electromagnéticas conocidas, es decir, no son de naturaleza vibratoria. No se pueden incluir dentro del espectro de distintas radiaciones que viajan a la velocidad de la luz, que tienen naturaleza fotónica y que solo se diferencian entre sí por la longitud de onda o la frecuencia. Este gran abanico de Radiaciones Electromagnéticas abarca a un número casi infinito de radiaciones que tradicionalmente se agrupan en distintas familias, clasificadas de menor a mayor frecuencia y que distribuimos básicamente en estos grupos: Radiofrecuencias, Microondas, Infrarrojo, Luz visible, Ultravioleta, Rayos X, Rayos Gamma. Hay muchas diferencias entre las Radiaciones EMG y los Rayos Cósmicos Corpusculares. Las iremos comparando y seguramente, de esa manera, las podremos entender mucho mejor.

La mayoría de las radiaciones EMG que nos llega al suelo desde el cosmos compete a la franja visible. Entra también algo de IR y de UV. Las demás radiaciones penetran poco la atmósfera terrestre. Es lógico pues, que el ser humano haya desarrollado la necesidad de moverse con eficacia dentro del parámetro de estas frecuencias y no de otras.

ORIGEN

Las Radiaciones EMG, se pueden producir fuera de la Tierra, por fenómenos naturales o si la tecnología lo permite, en el mismo planeta. Todos conocemos las ondas de radio, los aparatos de microondas, las lámparas de Infrarrojos, las luces de color, las lámparas de Ultravioleta, los aparatos de Rx y los Rayos Gamma que se utilizan en Medicina.

NATURALEZA

Las REMG son de naturaleza fotónica. Son fotones que se desplazan. Los Rayos Cósmicos Corpusculares son de naturaleza corpuscular. Se trata de núcleos atómicos, en los que predominan los de Hidrógeno (es decir protones) y otros núcleos atómicos mucho más complejos, como Helio, Carbono, Hierro llegando hasta elementos muy pesados. También se encuentran formando parte de los RC estructuras atómicas no nucleónicas, como los electrones, aunque en una cantidad muy menor.

CARGA ELECTRICA

Las REMG no tienen carga eléctrica. No son ni positivas ni negativas. Son neutras y por tanto, no son desviadas por campos magnéticos. Los RC tienen carga eléctrica. Son Positivos (protones) o Negativos (electrones) y son desviados de sus trayectorias por campos magnéticos.

CARACTERISTICAS VIBRATORIAS

Como hemos comentado, las REMG siguen patrones vibratorios. Los RCC no vibran, no tienen esta polaridad característica de las vibraciones.

VELOCIDAD DE DESPLAZAMIENTO

Las REMG se propagan en el vacío a la velocidad de la luz. Los RCC se propagan a velocidades cercanas a la luz (no la pueden alcanzar porque son masivos)

DIRECCION DEL DESPLAZAMIENTO

Las REMG se desplazan básicamente en línea recta. Esto no es cierto completamente, ya que los fotones, son mínimamente masivos y sufren por tanto la acción de la gravedad y la consecuente curvatura del espacio, haciendo que su línea de propagación no sea recta del todo.

Los RCC, además de ser mucho más masivos y ser por tanto más sensibles a la gravedad, tienen carga eléctrica, lo que hace que sus trayectorias sean desviadas por los múltiples campos magnéticos con los que se van encontrando a lo largo de su trayectoria, convirtiendo su trayecto en una filigrana magnética.

ACELERACION

Las REMG no sufren procesos de aceleración en su paso por el cosmos, ya que van a la máxima velocidad permitida en la referencial física, pero los RCC pueden ser acelerados por diversos campos.

PROPAGACION

Si encendemos una bombilla, veremos que ilumina todos los rincones de la habitación. Si aparece una supernova, la radiación gamma corre en todas las direcciones. Las REMG aunque avancen linealmente, avanzan hacia todos los lados, formando ondas concéntricas. Los RCC se desplazan de una forma lineal, empujados por una fuerza de aceleración.

ENERGIA DE TRANSPORTE

Las REMG transportan diferente energía. Al ser la velocidad de desplazamiento igual para todas, la diferente energía que pueden transportar está en función de la frecuencia vibratoria de cada radiación. Las ondas de radio transportan poca energía y los Rayos gamma mucha. En los RCC, la velocidad de desplazamiento puede variar, ya que al ser cargas eléctricas que viajan por el espacio, pueden ser más o menos aceleradas en función de los cuerpos estelares, galaxias o planetas que se encuentren en su camino. Esto hará que los RCC que tengan una velocidad más alta, puedan ser más energéticos. Pero además de la velocidad, los Rayos aportarán más o menos energía según la masa de los nucleones que lo forman. Es decir que un Rayo Cósmico formado por un átomo de Hierro, será más energético que otro formado por un átomo de Hidrógeno.

LOCALIZACION

Las REMG se pueden localizar en su origen. Podemos ver la radiación visible de una estrella y sabemos lo que sale de allí. Podemos observar emisiones de RX del sol y señalar donde se producen. Somos capaces de detectar la emisión de Radio de una constelación, pero no podemos decir, por lo general, donde se originan o donde se aceleran los Rayos Cósmicos Corpusculares.

EFECTO LATITUDINAL

Las REMG no tienen ninguna preferencia para llegar a una u otra parte del planeta. Son radiaciones que avanzan en línea recta (más o menos) y llegan a cualquier lugar de la Tierra. Los RCC, al tener carga eléctrica, tienen preferencia para llegar a los sitios donde el campo magnético es mayor, es decir cerca de los polos, por lo que se observa que la zona de menor llegada es la zona ecuatorial y la de mayor, corresponde a la zona polar.

EFECTO ESTE- OESTE

Para las REMG, no existe una preferencia de llegada Este u Oeste. Llegan igual por todas partes. Pero los RCC manifiestan una preferencia de llegada según su polaridad. Así, los RCC + (protones) llegan de preferencia por el Oeste y los de signo – (electrones), lo hacen por el Este.

LA METAFÍSICA DE LOS RAYOS COSMICOS

Los 7 Rayos Regentes cuando salen de la Fuente Pura, son eso: puros. Al chocar con los átomos primarios de Hidrógeno, es cuando por efecto de fusión, absorben una partícula eléctrica positiva y no queda completo su electromagnetismo hasta que chocan nuevamente con átomos más densos para formar materia, o sea, el universo.

Salen puros de la Fuente, sin polaridad. En su trayecto en el espacio, esta Fuerza pura, topa con la presencia de materia. El universo tiene una grandísima concentración de Hidrógeno y los Rayos interaccionan y se unen a él. En este proceso, el Rayo Cósmico puro se fusiona con el Hidrógeno y absorbe un protón (la carga positiva). A partir de este momento el Rayo Cósmico pierde su naturaleza absoluta, apolar, entra en manifestación, toma estructura, y se vuelve polar. Desde este momento, el Rayo ha adquirido una polaridad, busca completar su electromagnetismo y lo hace cuando choca nuevamente con otros elementos, con otros átomos para formar nueva materia.

El proceso de formación de materia a partir de la energía de los Rayos cósmicos es muy complejo, pero a grandes trazos hemos de entender que los rayos cósmicos son básicamente energía y que la energía y la materia están unidas por la fórmula E = m c². Eso significa que, cuando un Rayo cósmico interacciona con la materia, con nuestra atmósfera, por ejemplo, se pueden producir partículas o subpartículas atómicas que resultan de la transformación de la energía en masa, o también se pueden originar a partir del impacto directo del rayo sobre un átomo, escindiéndolo, transformándolo en otros u originando otros diferentes.

En las siguientes líneas, hablaremos un poco de los Rayos Cósmicos desde el punto de vista metafísico y nos familiarizamos con ellos. Pero aclararemos antes de seguir que dentro de los conceptos que manejamos en el Rombo, los Rayos Cósmicos primarios o Señores de Rayo son los que emergen del Absoluto sin polaridad y los subrayos, son estos Rayos cuando ya han adquirido polaridad. La Física llama a estos subrayos, rayos cósmicos primarios, pero para nosotros no son realmente primarios, pues si lo miramos bien, su naturaleza primigenia, es anterior, inmaterial y vinculada al Absoluto.

Veremos por otro lado, que tal como hemos mencionado anteriormente, existen dos grandes familias dentro de los Rayos Cósmicos: Los rayos cósmicos corpusculares, llamados Rayos Regentes y las radiaciones electromagnéticas, llamados Rayos Vigilantes-Ejecutores. Lo resumimos en este cuadro:

Clasificación de los Rayos Cósmicos del 

rombo

Figura. Clasificación de los Rayos Cósmicos

En este artículo, hablaremos primero de los Rayos Regentes y luego haremos lo propio con los Vigilantes – Ejecutores.

7 RAYOS COSMICOS REGENTES

Todas las posibilidades de manifestación se encuentran en la Ideación Divina, donde está el proyecto, la idea, de que las formas de vida más primarias evolucionen hasta la consecución de formas más elaboradas que permitan manifestar la conciencia cósmica. Este proceso de búsqueda se manifiesta ya desde la vida mineral y está impulsado por la necesidad evolutiva de cada criatura. Una de las cosas más destacadas de este proceso de creciente complejidad es que la evolución es secundaria a los deseos, las preguntas constantes que formula el ser vivo y la necesidad que tiene de hallar soluciones a los problemas que se le plantean.

Pensar que la evolución depende de una pregunta que se realiza, es una hipótesis muy aceptada, pero pensar que esa respuesta llega a través de la radiación cósmica es un tema más complejo.

Todo lo referente a la evolución de la especie, del individuo es realmente impresionante. Ver que en toda la Tierra se han creado todas esas especies, adaptadas y preparadas para desarrollarse en determinadas condiciones, y que representan la plasmación de una idea de evolución en alguna línea concreta es sorprendente. Hay muchas formas de vida en el planeta, algunas muy especializadas y que representan claramente una idea y una forma de vivir. Tenemos una en concreto, que representa la posibilidad de tener conciencia individual, conciencia humana. Es nuestra especie.

En nuestra pequeña historia (150.000.000 de años) aconteció el primer cambio cuando aquella especie inferior se hizo preguntas que le intentaban situar dentro del contexto del cosmos. La respuesta le llegó a través de la radiación cósmica y empezó su extraordinario proceso de transformación hasta que el famoso cataclismo terráqueo llevó a la destrucción casi total de la especie.    

Pero la Idea de plasmar conciencia humana seguía estando presente, así que los prototipos genéticos, empezaron a crear otra vez nuevas formas de existencia con posible conciencia humana. Los Rayos Creadores, con su necesidad de manifestación y de evolución en la materia, fueron llamados de nuevo a crear vida humana, y acudieron, como siempre hacen.

La radiación cósmica conocida en física como “rayos cósmicos” aporta como sabemos, básicamente partículas y cargas eléctricas, pero no solo eso, porque en el lenguaje energético de la radiación cósmica, están escritas las informaciones con las respuestas a las preguntas formuladas por el deseo.

Todos tenemos presente que la información se puede guardar en campos electromagnéticos. De hecho, utilizamos relojes, CD, ordenadores, enviamos recetas de cocina por ondas de televisión, pero pensamos que eso es solo un invento humano. No parece caber en nuestro pensamiento que la mayoría de las veces, nos limitamos a copiar fórmulas de éxito de la naturaleza.

A menudo, por no decir casi siempre, copiamos sistemas que existen en la biología. Sabemos cómo enviar mensajes cifrados en impulsos magnéticos, pero nos sorprende mucho cuando descubrimos que este sistema ya está siendo utilizado por la Naturaleza. Nos cuesta entender cómo se puede grabar una idea evolutiva en un código genético, cómo se puede plasmar una historia y unos conocimientos en la capa magnética del planeta y cómo se pueden enviar respuestas codificadas en la radiación cósmica, pero en cambio, nuestra tecnología hace cosas por el estilo.

Cuando alguien dice que quiere información sobre un tema, puede poner un programa de TV determinado e informarse. Entendemos que eso es algo normal, pero si alguien dijera que la solución buena o mala a sus problemas, le llegó del cosmos, posiblemente no sería escuchado con demasiada atención y sería catalogado como un místico o un visionario.

Cuando hablamos de los Rayos Regentes comentamos que llegaban al suelo tras algunas interacciones nucleares que liberaban piones, muones, neutrinos y sobre todo, al final electrones, que eran el resultado (en gran parte) de la descomposición final. Por eso, a riesgo de resumirlo mucho, podemos decir que, en definitiva, el resultado final de la llegada de Rayos Cósmicos Corpusculares son electrones (electricidad). Esta electricidad que ha sido previamente demandada bajo la forma de un deseo entra en el organismo y vía sistema nervioso se transforma en corriente bioeléctrica que corre por los circuitos neuronales activando funciones cerebrales que pueden dar lugar a la respuesta solicitada. Volviendo a simplificar todo de nuevo, podríamos hacer un diagrama que resumiera los pasos desde la pregunta a la respuesta.

El circuito de los Rayos Cósmicos del rombo

Figura. El circuito de los Rayos Cósmicos

El Rombo nos dice que toda esta información, todas esas respuestas nos llegan codificadas en un sistema de lectura para el cual contamos con sensores y traductores bioeléctricos.

Llega la energía eléctrica desde el exterior, se introduce en el organismo a través de la piel y del sistema nervioso y activa determinadas zonas cerebrales. Todo esto se inicia por un deseo, se plasma con la llegada de esta radiación estimulante y se culmina con la activación neuronal que producirá cambios en el individuo y en la especie.

Anteriormente, habíamos hablado algo de los Rayos Cósmicos. Volveremos a ellos con más detalle y miraremos sus características generales. Empezaremos con los rayos cósmicos corpusculares, los que conocemos como Regentes.

CARACTERISTICAS GENERALES

DE LOS RAYOS REGENTES

1. APOLARIDAD

Es difícil poder hablar de apolaridad cuando nuestro mundo conocido es polar y nuestra mente funciona siempre con la presencia constante de los pares de opuestos. Todo en nuestro universo es polar y la verdad que cuando uno se da cuenta de esto y en algún momento de su vida descubre la polaridad, siente sorpresa. Es curioso ver que cualquier cuerpo, situación, pensamiento, tiene polaridad en el amplio sentido. Después de la tormenta, viene la calma, después de la felicidad viene el dolor, del frío el calor, de la noche el día. Una persona, tendrá unas características bonitas y feas, un cuerpo tendrá una parte fría y otra caliente, un imán, tiene dos polos, una radiación electromagnética también, la corriente eléctrica, lo mismo, como también le ocurre al mismo sol, a la Tierra; son todos ellos, objetos con polaridad, temporal y espacial.

Todas estas manifestaciones polares son fáciles de ver si lo hacemos desde nuestra perspectiva. Estamos de pie. Arriba el cielo, abajo la tierra. A la derecha un pueblo, a la izquierda la fuente. Enfrente la farmacia, detrás el bar, pero si nuestro cuerpo entrara en un proceso de contracción y llegara a convertirse en un punto que girara de un lado a otro, siguiendo múltiples ejes perdería por completo esa visión de las cosas.

Ese punto que tuviera dentro de si todos los movimientos posibles, girando a una velocidad máxima parecería estar en una quietud absoluta y en cambio, tendría todo el movimiento. ¿Estaría quieto o sería móvil? ¿Sería frío o caliente? ¿Tendría derecha e izquierda? ¿Tendría sentido la polaridad?

Si imaginamos esta situación y otras distintas, no estaría nada claro la presencia real de la polaridad. ¿Podría haber entonces alguna situación especial, en la cual no existiese ningún tipo de polaridad, de relativismo?

¿Podría existir un laboratorio, un lugar de observación fuera de la polaridad, de los pares de opuestos, donde no hubiera manifestación, donde existiera el Absoluto apolar?

Mirando el Rombo, vemos que existe la polaridad. Tenemos que entre la 7ªD y la 1ªD, existe la máxima polaridad, la máxima diferencia de potencial, y esta va disminuyendo a medida que nos acercamos a la 4ª Dimensión, donde la polaridad, (la distancia entre los pares de opuestos) es menor, mínima.

Nos encontramos en una zona bipolar, en una dimensión que reúne en si misma los pares de opuestos. No estamos en una zona apolar, pero quizá se aproxima algo a ello. La misma mecánica del Rombo, en la que, en los procesos de contracción, toda la información se concentra en esta zona antes de ser impelida a la Ideación, nos dice que estamos en el paso previo a la Ideación Divina. Es lógico pues pensar que el punto anterior al Absoluto es el extremo superior de la 4ª D, una zona francamente bipolar y que recibe el primer movimiento del ciclo de creación y el último del ciclo de retrospección. Esta particular zona es el inicio y el final de lo manifestado, lo cual nos debe acercar sin duda al estado energético posterior: La Ideación Divina.

Así pues, la bipolaridad menor, en su punto límite, podría ser el paso previo y posterior del Absoluto, el camino de entrada y de salida.

Esta idea, parece que no está demasiado alejada del estado previo al Big Bang, cuando sabemos que existían dos líneas, dos polos, manifestando sin manifestar. La creación aún no había empezado y esas dos fuerzas ya estaban presentes. Estamos en el tiempo 0. Llegar al estado energético del cosmos en ese momento, de máximo calor, es uno de los objetivos primordiales de los físicos teóricos y de los cosmólogos. La comprensión de ese estado inicial y su posterior enfriamiento es algo que alienta la vida de la ciencia. En ese particular estado, se produce la fusión de todas las fuerzas de la naturaleza. Todas las teorías de la unificación en la que se dice que todas las fuerzas presentes en la Naturaleza se agrupaban en una sola, en un estado de máxima energía, es un quebradero de cabeza y de momento, sin solución teórica, y tal como van los avances, seguro que se conocerá la repuesta en un período no muy grande de tiempo, pero entonces, surgirá la otra pregunta:

¿Hay algo previo a la creación?

Si, claro, antes de la manifestación, de la creación, estaba el Absoluto, que es la idea por la que se designa al Ser Supremo, eterno, infinito, inmutable, completo y perfecto, que existe por su propia naturaleza, cuya esencia es idéntica a su existencia y que no puede ser pensado o explicado ya que todo pensamiento es relativista.

La creación, que es obra del Absoluto, tiene como nos dice el Rombo, dos grandes vertientes, el material y la energética. De la parte material, sabemos que hay 144 elementos, desde el más grosero, hasta el más sutil, el amor. Sabemos que, en la naturaleza material, se dan dos tipos de procesos, los de   tipo aglomerante, por los cuales, la materia se va uniendo, formando estructuras más masivas, hasta llegar al elemento 144 y los procesos dispersantes   por los que la materia va perdiendo masa hasta llegar al número 1. Por otro lado, tenemos la parte energética, representada por los Rayos. Son en número, igual a los elementos: 12x12 =144.

El Rayo Creador y los demás Rayos (apolares todos en su origen), cuando aparecen, van a buscar la materia, porque es el único sitio donde pueden evolucionar. Los Rayos buscan evolucionar en la materia y para que se produzca la aparición de un rayo, ha de haber un punto final de su trayecto. Deducimos que la presencia simultánea de la materia y la energía era necesaria en ese mismo primer momento. No puede empezar el contador temporal solo en el lado derecho del Rombo. El tiempo corre en paralelo para las dos manifestaciones del Absoluto, quien se relativiza a través de dos polos, de las dos vías de que dispone, el Yin y el Yang. La manifestación corre por los trayectos que le ofrecen estas vías, los únicos caminos de propagación del Absoluto en el universo.

2. CREACION CIEGA

Cuando miramos un mineral cristalizado quedamos fascinados por la gran belleza  que parece descansar en la complejidad interior. Si un elemento material es así, ... ¡Cómo será de bello un Rayo Cósmico!, aquel que lo ha creado y que en definitiva es esa materia presentada como energía. Los Rayos cósmicos son de una belleza sublime y viajan con la velocidad del pensamiento más rápido de un lado al otro del universo. Por cierto.... ¿A qué velocidad va el pensamiento?

Hay en física ciertos límites que parece que no se puedan rebasar. Uno, por ejemplo, el térmico es el cero absoluto (-273º), que corresponde al calor generado en un estado de mínimo movimiento, otro límite es el de la velocidad máxima de propagación de la luz (300.000 Km/segundo). Estos valores son ciertos para referenciales físicos, pero puede que, en otros niveles, la situación sea distinta y este límite pueda ser sobrepasado miles de veces, lo que podría hacer que los Rayos Cósmicos pudieran ir de un lado al otro del Universo a velocidades inimaginables, para llegar a su fin deseado: La materia a la que dan vida. Pensemos que, si viajan casi a la velocidad de la luz, en ese tren en el que viajan, el tiempo desaparece y todo acontecimiento se vuelve instantáneo y el viaje deja de existir ya que desaparecen el tiempo y el espacio. A una velocidad instantánea, el rayo acude a la llamada.

Cuando alguien empieza a conocer por primera vez a estos rayos, le sorprende muchísimo que sean ciegos, pero con solo una ligera reflexión sobre el tema, se puede comprender que esto es así para todas las fuerzas de la naturaleza.

Observemos el agua. El agua caída de la lluvia va a buscar un río, pero no lo hace por la vista, o por el deseo de buscar más agua, sino impelida por la fuerza ciega de la gravedad. La corriente de aire caliente que sale del mar y busca la montaña para golpearnos con fuerza por la tarde (la marinada), no lo hace gracias a sus ojos tampoco, sino por la atracción de la fuerza ciega de la temperatura.

El rayo de la tormenta que cae hacia el suelo, lo hace por la fuerza ciega de la atracción de cargas eléctricas y no porque sus ojos le digan donde está ubicado el árbol.

Un polo positivo de un imán en desplazamiento se desviará para ir a buscar un polo negativo, y no lo hará tampoco con su olfato, sino impelido por la fuerza ciega del magnetismo.

Todas estas fuerzas son ciegas. No saben a dónde van, no conocen su destino ni las consecuencias de sus acciones, pero actúan. Se mueven por la atracción irrefrenable de la polaridad, y durante su trayecto y en su final, realizan acciones y transformaciones que no entran en sus planes. Actúan por atracción ciega, sin pensar en las consecuencias de sus acciones.

Los rayos cósmicos, tal como vimos, son partículas cargadas y son atraídos de una manera ciega por objetos materiales con carga magnética. Los Rayos cósmicos son creadores, pero ciegos y acuden a la llamada de la materia. En su periplo cósmico, van a través de todas las manifestaciones y tocan a los elementos promoviendo las múltiples combinaciones de la materia. Aportan la energía necesaria para que se den interacciones atómicas y moleculares, formando y deformando materia, realizando creaciones acertadas en ocasiones, pero equivocándose muchísimas veces. No se equivocan “a conciencia”, sino que lo hacen porque no pueden controlar lo creado. Son creadores ciegos y sin control.

No olvidemos que los deseos, como pensamientos que son, tienen también estructura material, y los rayos buscan la materia. Si una estructura material es fuerte, magnética, llamará con fuerza a los rayos. Cuanta más actividad magnética tiene un elemento, más atracción ejerce sobre este tipo de radiación cósmica. Por este principio, podemos pensar que pensamientos rápidos, de mucha frecuencia, con gran actividad magnética son capaces de atraer muy fuertemente a los rayos cósmicos, al igual que pensamientos de baja frecuencia, pero de gran intensidad. Por todos estos motivos, se dice que los Rayos, creadores ciegos, adolecen de voluntad propia y tienen la voluntad y la fuerza de los deseos de la criatura que les llama. Este sediento deseo, esta necesidad de hacer cosas, ya está presente desde la forma de vida más sencilla, el átomo, hasta las formas más desarrolladas de la vida.

Todos los seres vivos están tocados por diferentes Rayos. Cada ser vivo tiene su rayo específico, único y esto le da al mismo tiempo, distinta necesidad, apetencia y posibilidades de evolución, diferenciándolo progresivamente de las otras formas de vida.

3. NATURALEZA CORPUSCULAR

En su mayoría, son núcleos atómicos desprovistos de electrones.

4. CARGA ELECTRICA

La mayoría tienen carga eléctrica positiva, ya que están desprovistos de electrones.

5. TRANSPORTADORES DE ENERGÍA

Todos transportan grandes cantidades de energía

6. VELOCIDAD DE DESPLAZAMIENTO

Se desplazan a velocidades altísimas, cercanas a la luz.

7. COMPONENTES DE LA RADIACION

Al llegar a la atmósfera e impactar con ella, producen una cascada de partículas que tiene los mismos componentes independientemente de la fuerza que traen.

8. ANISOTROPIA

Llegan de todos los lados. No se conoce una ubicación específica de origen.

9. VARIABILIDAD

Están relacionados con el ritmo solar y con otros ritmos cósmicos, lo que les hace llegar a la Tierra con ciertas fluctuaciones.

CARACTERISTICAS DE LOS 7 RAYOS REGENTES

Decíamos de los Rayos que son emanaciones del Absoluto, apolares, por naturaleza. Pero cuando un Rayo, entra en manifestación, adquiere polaridad. Y la polaridad se la da la dimensión donde se manifiesta.

Conocemos las características específicas de cada Rayo, pero presentaremos un ligero resumen:

Los Rayos Regentes del rombo y su ubicación

Figura. Los Rayos Regentes y su ubicación

Primer Rayo:

Rayo creador. Emana el fuego primordial. Da la vida cuando crea y da la muerte cuando mata. Vivifica cada átomo y partícula que se pone en manifestación. Fecunda, vivifica, da vida, impulso y energía.

Segundo Rayo:

Rayo del color, del movimiento. Da la forma pura del arquetipo. Vivifica a estructuras moleculares, atómicas, ADN.

Tercer Rayo:

Gran Arquitecto, Gran Constructor. Es el apresurado del grupo. Tiene ganas de ser útil.

Cuarto Rayo:

Gran Juez, comprueba las obras.

Quinto Rayo:

Gran Ingeniero. Gran Diseñador. Pone las bases, pone la materia.

Sexto Rayo:

Rayo más tranquilo, más expectante. Espera el movimiento del átomo, de la célula. Le da fuerza, impulso, se siente atraído.

Séptimo Rayo:

Rayo absorbedor de todas las manifestaciones de la 7º Dimensión.

Absorbe toda manifestación de la primera dimensión empezando por la séptima

Este Rayo hace que las criaturas evolucionantes, despiertas y sensibles, sientan ansias de buscar nuevos caminos y nuevas aventuras, aumentando el deseo, la sed y la necesidad de evolucionar, haciendo que cada vez se desee más. Él es la fuerza que, de una forma meramente física, mecánica, como un motor, hace caminar obligadamente a la criatura evolucionante.

El 7º Rayo es sabio, hermoso y a la vez humilde. Parece que su función sólo sea mecánica y ciega, pero si miramos bien, vemos la belleza de su estructura, donde de él, se desprenden millones y millones de sutilísimas vibraciones que forman los guías. Los guías, como sabemos, son emanaciones del 7º Rayo y pueden quedar inmovilizados cuando el ser humano en su ignorancia y su sed ciega de disfrute y placer atrae de forma inarmónica y desenfrenada a las fuerzas creadoras de los Rayos cósmicos.

De todo esto, vemos que el deseo es el motor de la evolución, y que, sin un deseo correcto, la evolución puede ir por caminos que se han de reparar. En este punto, comprendemos que el guía, emanación del 7º Rayo es quien aconseja acerca de la legitimidad o no del deseo y de las consecuencias que se derivan de oír o no su consejo. 

RELACION RAYOS REGENTES Y DIMENSIONES

Cuando miramos por primera vez las características de los Rayos, nos parecen muy extrañas, inconexas y sin demasiado sentido. Las primeras veces que se intenta ver el porqué de sus cualidades no se comprende gran cosa, pero después, si se compara donde actúan estas fuerzas y lo que hacen, se empieza a ver cierta lógica en su acción.

Sabemos que cada dimensión tiene unas características que se asemejan algo a las características de los Rayos. Todo esto es lógico ya que, si los Rayos se visten de las características, color, polaridad, y otras peculiaridades de las dimensiones donde se encuentran, tengan una relación muy directa con las características propias de las dimensiones donde actúan. Su capacidad creadora estará en consonancia con ese nivel de manifestación y con las posibilidades de lo que allí se pueda crear.

Esto lo podemos ver en la tabla que exponemos donde se pueden comparar dimensiones y Rayos. Un ligero estudio de ambas columnas nos hará ver los puntos en común de ambas cosas.

1ªD

Manifestación elementos primarios

7ºR

Absorbe toda manifestación de la primera dimensión

2ªD

Formación atómica y molecular

6ºR

Espera movimiento del átomo. Le da fuerza, impulso

3ªD

Manifestación reinos naturaleza. Psiquismo, inteligencia, intelectual

5ºR

Gran Ingeniero. Gran Diseñador.

Pone las bases, la materia

4ªD

Vida plena cósmica. Vida del ser consciente

4ºR

Gran Juez. Comprueba las obras

5ªD

Combinación luz y sonido en el espacio.

3ºR

Gran Arquitecto. Apresurado del grupo. Tiene ganas de ser útil

6ªD

Formas geométricas. Matemáticas.

2ºR

Rayo del color, del movimiento, de la forma pura del Arquetipo

7ªD

Manifestación rayos cósmicos

1ºR

Rayo creador.

Manipular los Rayos regentes

Sabemos que los Rayos Regentes son fuerzas ciegas y que obedecen automáticamente al pensamiento, al deseo y a la necesidad de la criatura evolutiva. Es decir, que cualquier ser vivo los manipula de una manera inconsciente. Si se es capaz de atraerlos inconscientemente, no hay ninguna dificultad para atraerlos conscientemente. Es el mismo mecanismo.

Para atraerlos armónicamente, deberíamos seguir los patrones que marca el Rombo y hallar la fórmula con la cantidad y calidad justa del deseo apropiado para provocar una llegada armónica de radiación. Atraer a los Rayos Regentes de una manera justa y correcta, facilitando el proceso evolutivo y evitando la acción reparadora de los señores del karma sería sin duda un gran objetivo.

Este sencillo planteamiento, no es tan fácil de llevar a cabo, porque no tan solo implica que la actividad de cada Rayo por separado ha de ser correcta, sino que la mezcla, la combinación de todos ellos, ha de integrar el patrón de la SFR. El pensamiento, el deseo, ha de contener ese cóctel, esa fórmula magistral y la policromía adecuada.

Sabemos además que estos Rayos oyen y obedecen más a los deseos de la criatura evolutiva pre-cósmica. Esta cualidad obliga a ser más responsable según el nivel evolutivo. Sabemos que un adulto consciente no puede obrar ni desear con la inconsciencia del niño o del ignorante. Los pensamientos han de ser armónicos y amorosos. Es una buena base para el trabajo. Intentar dar al pensamiento la forma del Rombo, significa tener integrado en las partes más internas y externas del cerebro una figura patrón. Significa tener activado continuamente un sistema de comparación, entre lo interno y externo. Implica también tener todas las conexiones cerebrales necesarias para que se comuniquen todas las zonas. Es decir, tener despejado el camino de la 4º Dimensión.

LOS 5 RAYOS COSMICOS

VIGILANTES EJECUTORES

EL KARMA EN LA CULTURA OCCIDENTAL Y ORIENTAL

Los Rayos Vigilantes-Ejecutores

Aquí tenemos a la otra familia de Rayos. Los 5 Rayos Ejecutores surgen también del Absoluto, pero se dirigen a enriquecer su naturaleza llamando con imperiosa necesidad a la puerta de la Ideación Divina. Es aquí donde cogen su polaridad, al ser imantados por el conocimiento universal. Al igual que los Rayos Regentes, salen puros, sin polaridad, para adquirirla después. Quizá por ello, estos Rayos están vehiculizados por ondas bipolares. Recordemos que la 4º Dimensión es ambivalente y bipolar. Lógico es suponer que una radiación que sale del absoluto y entra en la 4º Dimensión se tiña, se impregne de bipolaridad, equilibrio, expansividad, justicia y amor.

Todas las acciones reparadoras de los Señores de los Rayos Ejecutores son comprobadas dentro de la gran mente universal que es la Ideación Divina. Solo así la acción de estos servidores de la ley puede ser justa. El amor, sólo el amor, puede tener una acción directa sobre estos señores, haciéndolos penetrar y adentrarse más dentro de la Ideación Divina, para saber con profundidad la raíz y el motivo del porque una criatura se ha visto sometida a un desvío de su trayectoria hacia el fin supremo, que es la sabiduría y el amor.

El mundo occidental, desconoce casi todo lo referente a este tema y piensa que el Karma es una idea oriental y una especie de tragedia vinculada a los hindúes. Muchos occidentales creen que no tienen Karma por orientación geográfica y cultura, aunque a veces, algunos creyentes piensan que Dios, que todo lo ve, envía “castigos Divinos”.

Dios, en la creencia de muchos occidentales, es injusto por todas las crueldades que se presentan en la Creación, cualidad que “per se” le descalifica para ser Dios mismo, así que muchas personas dejan de creer en la Divinidad porque el tamaño de las “injusticias” observadas, excluye la presencia de un Dios que todo lo ve y que es Justo, Sabio y Misericordioso.

En su pensamiento, es injusto que un niño inocente muera en un accidente, que otros miles mueran en una inundación, que un estafador viva en la opulencia, rodeado de fortuna y éxito, mientras que el hombre bueno y honrado lo haga envuelto en privaciones. Para el occidental, está claro que, a la vista de estos “irrefutables hechos”, no existe la Justicia. Esto ha hecho que muchas personas dejen de creer en cualquier cosa que vincule a Dios y la Justicia.

En nuestra cultura, el éxito o el fracaso dependen de la suerte, de “estar en el momento oportuno en el sitio adecuado” o al revés y de poca cosa más. La vida es así: Tener o no tener suerte. Lo único que existe es la casualidad.

El otro concepto, el Oriental, el que reconoce el Karma, parece que está impregnado de resignación y de castigo frente al cual no se puede hacer nada. El Karma lo explica todo, y a menudo se trata de errores cometidos en la otra vida, pero no en esta, preferentemente. La idea que ha prevalecido en Oriente es la del Karma castigador, cruel y despiadado que solo aporta dolor como resultado de malas acciones pasadas. El Karma positivo apenas existe y es una rareza de la naturaleza. En definitiva, tenemos estas dos mentalidades: la Occidental que piensa que todo es una “casualidad”, que no existe Karma ni destino y la oriental, que está más enfocada a una “causalidad negativa” en la que se paga por los errores cometidos. La versión que nos aporta el Rombo de este tema es muy distinta. Tremendamente diferente. Intentaré resumir las ideas y los conceptos con los que nos movemos en este momento.

LOS SEÑORES DEL KARMA. COMO IDENTIFICARLOS

Nuestros Rayos Ejecutores, han tenido hasta ahora una difícil comprensión. Han tenido sobre todo números, pero les ha faltado nombres, colores y formas. Se nos ha hecho difícil tener interiorizados a estos Rayos quizá por la falta de imagen sobre la que escribir. Pensamos que seguramente, nos servirá para familiarizarnos con ellos, una imagen, aunque sea mental.

El 8º Rayo, su túnica es azul, tiene un color azul como las noches de verano estrelladas y claras, su cara transmite sentimientos, sentimientos infinitos y es conocedor del corazón de los hombres.

El 9º Rayo, su túnica es del color del cielo, su cara es inteligente, justo y sintético.

El 10º Rayo, su túnica es verde, pero su interior es plateado, luminoso y su cara es de infinito amor, de comprensión.

El 11º Rayo, su túnica es amarilla y su expresión es dinámica.

El 12º, Rayo su túnica es calabaza, tiene una cara compasiva.

Los Señores del Karma

Figura. Los Señores del Karma

CARACTERISTICAS GENERALES
DE LOS RAYOS VIGILANTES EJECUTORES

1. APOLARIDAD

Al igual que sus hermanos, los Rayos Vigilantes–Ejecutores, son una emanación directa del Absoluto, es decir apolares por naturaleza.

2. RECTIFICADORES DE LA CREACION CIEGA

Si bien los Rayos Regentes crean y en su ansia ciega de creación, construyen lo que pueden y como pueden, los Rayos Vigilantes, observan la creación y la rectifican si deben.

Los astrónomos son capaces de analizar una luz que nos llega de una estrella y decirnos muchas cosas de ella. Nos pueden decir si la estrella es joven o vieja, su composición, su actividad, su movimiento y un larguísimo etcétera.

La luz es un sistema de transporte de información y ese concepto nos debe quedar muy claro, porque es básico para entender cómo pueden funcionar estos Rayos. Ellos recogen la información de lo creado y la transportan codificada. Para ello, utilizan un sistema parecido al del sonar que tienen los barcos y que les ayuda a recoger datos del suelo marino, o al sistema de algunos animales ciegos que construyen en su cerebro mapas tridimensionales basándose en la información que es transmitida por el sonido.

La luz envía su señal a todo lo creado, y como si de un espejo se tratara, sale rebotada de nuevo hacia la luz la forma y las cualidades del objeto que se interpuso en su camino. La luz, en definitiva, va fotografiando todo y llevando consigo esa información. Esa luz viajera, llega a un sitio al que nombramos Ideación Divina y regresa de allí portando en el mismo seno, la información correctora del objeto reflejado. En ella va la información en forma de ondas que corrigen y neutralizan a las anteriores.  

Esta radiación luminosa lleva de ida hacia ID la fotografía de lo creado y de regreso, aporta los retoques que se han de dar a la foto para que siga las leyes de la creación armónica y sostenible.

Estos Rayos de luz, trabajan continuamente, como sondas espaciales, registrando todo lo creado y aportando en el viaje de regreso las señales que se han de utilizar para la corrección de todo aquello que se ha manifestado. Son como se decía en algún sitio, los ojos y las manos de Dios.

3.NATURALEZA ONDULATORIA

Si bien los Rayos Regentes, eran de naturaleza corpuscular, estos no lo son y se propagan en un sistema más parecido a las ondas de un estanque y lo hacen en todos los sentidos. No se comportan como partículas, sino que lo hacen como ondas.

4. SIN CARGA ELECTRICA

Son neutros. No tienen carga eléctrica, ni positiva ni negativa. En esto también se diferencian de sus hermanos Regentes, quienes tienen carga. El hecho de no tener carga hace que no se sientan atraídos por ninguna polaridad   y que no desvíen a derecha o izquierda.

5. TRANSPORTE DE ENERGÍA

Además de información, transportan también grandes cantidades de energía.

6.VELOCIDAD DE DESPLAZAMIENTO

Se desplazan a la velocidad máxima permitida en el referencial físico. Es decir, aproximadamente 300.000 Km/seg.

7.ANISOTROPIA

Llegan como sus hermanos de todos los sitios, pero como no tienen carga eléctrica, no son desviados por los campos eléctricos y se puede conocer su lugar de origen.

8. VARIABILIDAD

Al igual que sucede con los Regentes, presentan muchas variaciones en cuanto a su ritmo de llegada e intensidad.

CARACTERISTICAS ESPECÍFICAS

Este apartado es uno de los más curiosos. Recordábamos a los Regentes y sus características propias. Podíamos hablar de cada uno de ellos un buen rato, pero aquí, de golpe, parece que nos quedamos cortos, porque los Rayos Ejecutores no tienen cualidad propia. Tienen cualidad según la necesidad que se presenta y todos hacen el mismo trabajo. Además, estos Rayos, manifiestan color cuando entran en el plano.

RAYOS DEL KARMA   SU LUGAR DE ACCION

Estos rayos se mueven con una celeridad sorprendente, haciendo el gran urdid de la manifestación universal kármica. Estos rayos emanan constantemente, porque todo el drama, todo el movimiento y cambio tiene lugar dentro de la 2ª y 3ª dimensión. En la cuarta, cuando el ser actúa con libertad plena, el juez (4º Rayo) determina su entrada o no a los planos superiores, pero es al ejecutor de la Ley (10º Rayo) al que le toca discernir el plan de admisión.

A estos grandes Señores, siempre los hemos nombrado por su número. Deberían tener un nombre, pero aún no se lo hemos dado. Cuando nos referimos a ellos, a menudo les llamamos por la referencia de su pareja de baile cósmico. El 8º Rayo es el Vigilante del 2º, el 9º lo es del 3º etcétera. Pero, a falta de un nombre que le de unas características, de momento, nos contentamos con esta referencia.

En el siguiente dibujo, vemos la relación de estos Señores con los Regentes. Sabemos que el 2º y 3º Rayo, rigen la 6ª y 5ª dimensión, pero se encuentran bien en la segunda y tercera, con lo que podemos entender también un proceso análogo para el 8º y 9º Rayos.

El 8º Rayo vigila y ejecuta la 6ª dimensión, pero se encuentra bien en la 2ª.

El 9º Rayo vigila y ejecuta la 5ª dimensión, pero se encuentra bien en la 3ª.

Los Rayos Regentes y Vigilantes-Ejecutores

Figura. Los Rayos Regentes y Vigilantes-Ejecutores

De lo que deducimos que en la 2ª dimensión están las parejas de Regentes 2º - 6º   y en la 3ª dimensión la pareja de Regentes 3º - 5º. Como que cada regente tiene su pareja ejecutora, veremos que, simplificando mucho el esquema, en la segunda dimensión tenemos el 2º R, el 6º R, el 8º R y el 12º Rayo. En la tercera dimensión, tendremos por el mismo mecanismo a los Rayos 3º, 5º, 9º y 11º.

De donde deducimos con claridad, que todo el entramado karmático se halla en la 2º-3º dimensión.

De entrada, observamos que, en cada una de estas dimensiones, tenemos 4 Rayos (2 Regentes, 2 Ejecutores). No dudo que habrá más ya que por ejemplo el 4º y el 10º, aunque son de la 4ª, con toda seguridad se encuentran aquí, y si además pensamos que, dentro de la segunda dimensión, por holografía, tenemos a las otras 6 dimensiones, entenderemos que estén todos los Rayos, entretejiendo una trama muy interconectada.

EL KARMA: LA ACCIÓN REPARADORA

Sabemos que, de la gran explosión, surgieron los 7 Rayos Regentes y salieron a la vez, por necesidad imperiosa los 5 Rayos Ejecutores. Todo el universo visible salió de una manifestación que empezó con un estado de mínima entropía que llevó a una posterior ordenación de las estructuras y que se crearan las leyes que habían de gobernar la vida del cosmos infinito.

Estos Rayos, son entidades con inteligencia y voluntad propias, que han pasado y pasan por un proceso de aprendizaje y perfeccionamiento, a medida que el cosmos se va estructurando y evolucionando, y hacen todo lo que haga falta para arreglar un karma desajustado. Estos señores, se ven obligados a actuar cuando la criatura tiene sus deseos, estos son erróneos y no conducen a la criatura a un buen fin dentro de su periplo evolutivo. Estos Rayos están obligados a actuar de una forma imperiosa ante el deseo, y este deseo, esta necesidad puede ser de cualquier tipo. Siempre tenemos deseos, grandes, pequeños, inmensos… deseos de todo tipo: materiales, afectivos, sociales, mentales o espirituales. No escapamos del deseo y visto así, esta actividad mental sería el primer y más gran motivo de evolución o de involución.

Viendo esto, pensamos que alguna filosofía, alguna religión debería haber caído en este punto tan vital y de hecho, todas ellas, son explícitas hacia los deseos que se deben y no se deben tener y aún alguna como la budista, plantea la posibilidad de que el deseo es el origen de todo mal.

Si los deseos son correctos, la creación va muy rápida, pero pocas veces son correctos. Entonces se desvían de su normal y rápida trayectoria y es cuando los señores del karma han de actuar para que el mal no sea mayor, haciéndolo siempre de una manera justa, perfecta y misericordiosa.

El camino más rápido es el central. En esta línea energética no se han de producir rectificaciones. No hay error porque se camina por la 4ºD. Es el camino del amor y de la vida plena cósmica. Los deseos impregnados de amor y realizados en esta vía no necesitan de ningún tipo de compensación porque son correctos. El hombre cósmico es aquel que transita por el camino de la verdad sin tener que pasar necesariamente por la dolorosa e ingrata experiencia de la compensación de los pares de opuestos. Es el hombre que camina por el sendero central, de la 4º D, de la vida plena cósmica.

De esto, podemos deducir varias cosas:

1) El camino de los pares de opuestos es también un camino de evolución.

2) El camino de los pares de opuestos es doloroso. Significa que cualquier  

proceso que haya de ser reparado es lento, necesita compensaciones, crea errores, genera dolor y frena la rápida evolución natural.

3) Es el camino más frecuentado por todos los fenómenos existenciales. Va parejo con el dolor, camina con él.

4) No es el único camino. Hay otra vía que no pasa necesariamente por el dolor, sino que circula por el sendero del amor. Es el camino del ser consciente, de la vida plena cósmica. En este sendero no hay dolor, ni necesidad constante de compensación, porque se mueve con la justicia, el amor y el equilibrio.

Con toda seguridad, intentar plasmar estos conceptos en esquemas debe ser difícil, porque del proceso no conocemos más que generalidades, pero podemos hacer un primer intento de intentar representar los mecanismos y los circuitos que se pueden poner en marcha. Imaginemos este sencillo modelo teórico. Intentaremos dibujar lo que podría ser un mapa de recorrido evolutivo. Imaginemos que desde ID sale la idea de algo que se ha de representar en el extremo opuesto

El camino de la compensación

Figura. El camino de la compensación

La idea, siguiendo la línea blanca, se propaga por el camino central hasta que hay un punto de resistencia o bloqueo en el camino. La experiencia central llega hasta la localización del bloqueo donde queda parada y se bifurca hacia los puntos de los pares de opuestos en un intento de buscar compensación. Desde allí utilizando los puntos internos de ID, se corregirá el error y la experiencia regresará al camino central.

Allí, la idea se vuelve a propagar por el camino en su trayecto descendente. Cuando la experiencia ya se ha culminado y debe regresar también por el camino central, al principio ascenderá con normalidad, pero al llegar al bloqueo si éste no se ha solucionado, volverá a buscar los circuitos laterales de compensación. Si el bloqueo ha desaparecido, la experiencia regresará sin dificultad por el camino central.

Pero si tenemos en cuenta el principio de simetría, que en definitiva viene a decir que lo que aparece arriba también está abajo, las compensaciones se volverán a producir en las partes simétricas del rombo. Esto significará que un error energético, tiene imágenes reflejas en puntos simétricos, por lo que el número de compensaciones parecerá multiplicarse.

Las compensaciones simétricas del rombo

Figura. Las compensaciones simétricas

El principio holográfico, nos dice que la estructura general del Rombo se manifiesta en cada uno punto de sus componentes y que, a su vez, la estructura y composición de alguna de sus partes, se transmite a la totalidad. Siguiendo este dato, veríamos que un error producido en un punto de una dimensión cualquiera, con todos sus mecanismos de compensación, tendría repercusiones en la totalidad.

Así si partimos de la figura perfecta primigenia que, en una de sus representaciones, podría ser esta, la situación inicial se reflejaría así.

El principio holográfico del rombo

Figura. El principio holográfico

Pero si contemplamos la posibilidad de que el error que aparece en uno de sus puntos se pueda transmitir a todo el Rombo, la nueva apariencia del Rombo podría ser ésta:

El error holográfico del rombo

Figura. El error holográfico

El resultado es que un desarreglo producido en una sola parte, por holografía, se halla presente en todo el Rombo de tal manera que un simple error local, se convierte en el error de la totalidad. El trabajo de los Rayos Ejecutores es este. Siempre vigilan, todo lo miran. Su mirada, como sabemos, lo penetra todo, hasta el más mínimo pensamiento y sentimiento del corazón.

La segunda parte de su trabajo es corregir los errores que han visto. Sus manos desenredan, tejen y destejen todos los errores que se cometen en la ceguera y deseos erróneos, es por ello, que en su acción, estos Rayos actúan a veces como manos amorosas y a veces duras.

Y siempre trabajan, siempre están de guardia, porque como si se tratara de un pequeño Big Bang, de un minúsculo inicio, para una acción cualquiera, se necesita y precisa la acción de los 12 rayos. Cualquier acto precisa de los 12 Rayos, ahora bien, siempre hay uno que es el responsable y el que lleva la dirección de la acción.

Pero claro… ¿Qué puede hacer un rayo solo? Todos los rayos regentes tienen una pareja regente, con la que actúan hermanadamente, por lo que para cualquier acción al menos se necesitan dos, no obstante, en la mayoría de las acciones entran los rayos hermanados y seguramente, además el 4º. Teniendo en cuenta las posibles correcciones y acciones que se han de precisar por parte de estos 3 rayos, deberíamos incluir también sus parejas de vigilantes en caso de que las hubiera. Como que, de cualquier acción principal, se derivan toda una serie de acciones secundarias necesarias, el resultado es que el número de rayos que se movilizan como resultado de cualquier acción es 12, aunque exista uno que sea el director.

Como sabemos, hay dos regentes, el 1º y el 7º que no tienen ejecutores. La fuerza de estos dos Regentes es la fuerza magna. Cuando ellos se ponen en movimiento, su acción es total e irremediable, no se puede cambiar, no hay posibilidad de rectificación.

En las demás situaciones, los 5 ejecutores, están siempre al lado de su compañero regente. ¡Que pareja! Uno hace y el otro deshace. El resultado es que los rayos Vigilantes-Ejecutores, han de moverse continuamente para armonizar los errores que cometen los rayos regentes, en su caída, y en sus ansias de evolucionar en planos inferiores.

En su acción reparadora y armonizadora, tienen que arreglar uniones y manifestaciones equivocadas, obligando a retroceder dentro de la creación lo que, por error, desconocimiento o ansias equivocadas, había de imperfecto. Esto siempre es un proceso de retroceso que evidentemente es doloroso, porque va contra la ley divina del amor. El dolor, que es lo contrario de la felicidad, puede ser visto como una acción reparadora que el ser humano necesita para librarse y deshacerse de los cuerpos inservibles y de los pensamientos y actos nada perfectos que ha realizado y que le han traído sufrimiento y desorden.

Desde esta perspectiva, vemos que tanto la visión Occidental como la Oriental del Karma, deberían ser revisadas. Deberíamos comprender que el principio de acción-reacción existe y que cualquier acción recibe, según múltiples variables, una respuesta que hace que el movimiento energético producido, encuentre una respuesta compensatoria que traslade la ecuación a un punto de equilibrio y de mínimo gasto energético. Es un mecanismo universal, podríamos llamar casi automático de corrección, de control de la entropía generada por todos los sistemas capaces de crear transformaciones y que sustenta y mantiene en equilibrio todo lo que produce transformaciones fisicoquímicas. Los sistemas sencillos, realizan pocos cambios, de poco abasto y no necesitan de grandes modificaciones, pero los más complejos, con capacidad de producir mayores cambios y transformaciones, requieren de un control cada vez más elaborado y preciso. Podríamos decir que la capacidad de transformación energética de una estructura está en relación directa con la precisión de los mecanismos de control que se le deben aplicar.

El Karma, (los Rayos Vigilantes- Ejecutores) es un sistema de corrección cósmico, que procura que todos los seres vivos interaccionen adecuadamente con el entorno y que evolucionen a posibilidades más complejas de manifestación. Como decíamos antes, si la acción es correcta, no han de intervenir para modificar nada, pero si no es así, en su idea de ayudar y corregir todos los errores, pueden producir acciones que pueden ser consideradas como dolorosas. En cualquier caso, y esta es la gran diferencia con ciertas concepciones, la finalidad de su acción es siempre reparadora, aunque los caminos de los cuales se sirvan los señores del Karma sean para el entendimiento del hombre, extraños y tortuosos. El viejo concepto de Karma ha de ser revisado. Es posible que sea este también uno de aquellos conceptos caducos que deben desaparecer. Es muy factible que sea uno de aquellos cadáveres putrefactos y malolientes de los que muchas veces hemos hablado y que entorpecen el canal de la cuarta dimensión. Es fácil, porque las ideas de Sabiduría, Justicia, y Orden universal que aparecen cuando se utilizan y entienden estos conceptos del Karma, pueden aportar mucha calma al entendimiento. Pensar que nada es casual y que todo está regido por un plan evolutivo, puede dejar de atormentar muchas mentes consumidas por la idea de la injusticia, la sinrazón y el castigo o premio aleatorios. La nueva visión del Karma puede proporcionar una nueva manera de vivir la vida, sabiendo que cualquier acción llevada a cabo es evaluada y reorientada desde muy distintas posibilidades.

No es un nuevo concepto si lo miramos bien. Al ser humano, siempre le ha maravillado la maquinaria celeste, la armonía, el orden sideral y todo el sistema de leyes que hacen que el universo no caiga en una barrena de caos y se disuelva. Siempre, en todas las religiones, ha existido la idea de la presencia de una Mente que todo lo veía y que velaba por el funcionamiento de la maquinaria cósmica.

Los Rayos Vigilantes- Ejecutores, procuran por la evolución correcta del cosmos y sin su ayuda, no sería posible que se llevase a término la misión de llevar a las criaturas evolucionantes y a las criaturas evolucionantes pre-cósmicas hacia la casa del Padre.

Pero en la medida en que un ser humano evoluciona y asciende, sus acciones son cada vez más correctas y la intervención de los Señores del Karma es menos necesaria. De hecho, es el mismo ser humano quien se convierte en su propio Señor del Karma pues ya sabe que acciones son correctas y cuáles no. Cuáles son las que puede hacer porque están siguiendo el camino evolutivo y cuales no debe realizar porque le apartan del camino ascendente.

ASENTAMIENTO DEL KARMA. SU LUGAR DE TRABAJO

Como decíamos antes, toda la trama del Karma se encuentra en la 2ª D- 3ª D.

El Karma más material, más estructural y profundo también, se encontrará en la 2ª D, que es donde están el 2º y el 6º Rayo con sus respectivos Vigilantes - Ejecutores. En todo esto juego, quizá sea el 2º Rayo uno de los que tiene un papel más importante. Las ideas, las formas puras. los conceptos primarios, se encuentran en la 6ª D. Cada idea, arquetipo y geometría pura de un elemento, de un átomo, de una molécula, se encuentra allí. Si las ideas están alteradas y no son armónicas, se producirán alteraciones en el nivel atómico y molecular, produciendo formas irregulares e inarmónicas o con un crecimiento anómalo.

El karma se manifiesta en el reino mineral en las cristalizaciones. Cada elemento, se distingue de los demás por su masa y su disposición electrónica que le hace cristalizar en un sistema u otro. Si al Karma se puede condensar o se le puede “atrapar” con la geometría o con la materia, podemos pensar que se puede actuar sobre el Karma a través de la geometría o la materia.

También sabemos que se puede incidir sobre el Karma a través de las radiaciones, ya que ellas mismas son el mismo Karma. Es por eso que, en ciertos tratamientos, se utiliza la combinación de quimioterapia y radioterapia. No hablo tan solo del tratamiento del cáncer, sino de otros muchos tratamientos que necesitan aparte del aporte molecular, una acción energética (helioterapia, cromoterapia, sonoterapia…)

Sin marchar de la 2ª D, sabemos que además de este nivel mineral de los elementos, tenemos una estructura muy interesante. Estamos hablando del ADN. Esta molécula está dominada por la geometría. A cualquier persona que ve un gráfico bidimensional o tridimensional de esta estructura, le choca su peculiar forma. Se trata de dos estructuras helicoidales unidas por unos enlaces de hidrógeno. Cada hélice por separado tiene esta forma de bucle, que recuerda mucho al trayecto helicoidal que siguen las cargas eléctricas en movimiento.

Recordamos que los Rayos Cósmicos se sienten atraídos por los campos magnéticos y que el ADN es una molécula muy magnética, capaz de atraer rayos cósmicos y además, también sensible   a campos magnéticos (como los generados por las radiaciones EMG).

Este chip instalado en cada una de las células manipula directa o indirectamente a cada uno de los elementos primarios y moléculas que se encuentran en el organismo, diciendo id para aquí, para allá, formad esta molécula o lo otra. Controla los cambios que se producen a diario y almacena las conductas que son útiles para la vida.

Visto de una manera puramente mecanicista, el ADN parece una máquina de hacer moléculas, pero realmente es mucho más que eso, ya que es el registro de nuestra historia, y de nuestra evolución. El código del ADN guarda información de cómo se ha de tratar a una manzana que acabamos de comer para separar nutrientes y aprovechar los que hagan falta, o de cómo sintetizar una molécula para formar una enzima que liberará a un neurotransmisor que provocará un estado mental determinado, pero es que además el código guarda estructuras de pensamiento que nos han sido útiles para poder sobrevivir. Allí están guardadas las conductas más instintivas y de supervivencia, los esquemas de posesión, de dominio, de territorialidad, de protección de la especie, de agresividad y tantas otras cualidades que nos recuerdan nuestro pasado animal y humano primitivo.

¿Es necesario, en esta etapa actual de la evolución, conservar activos todos estos programas de lucha y dominio?

Y si estos programas de pensamiento u otros más innecesarios aún estuvieran activos, ¿Tendrían los Señores del Karma la posibilidad de producir cambios que los frenasen a costa de producir algunos “efectos secundarios” como la aceleración de la replicación celular, o el incremento en la producción de ácido, o la producción excesiva de Hierro?

Tenemos por tanto la certeza de que la historia y el presente del ser humano, se halla escrito en el ADN. Esta estructura, distinta para cada especie, está relacionada con la actividad física y mental, por lo que podremos decir sin error que el ADN es también un código de Rayos, un código de radiación.   Sabemos también que los Rayos se sienten atraídos por la composición del material que está en sintonía, ya que son fuerzas ciegas, y obedecen a leyes de atracción universal. Con todo este panorama, nos preguntamos:

¿Qué pueden hacer los Rayos Ejecutores para variar la captación de un Rayo determinado? ¿Qué mecanismo de acción está a su abasto que pueda impedir que un Rayo determinado deje de absorberse? ¿Cómo frenar la entrada de un Rayo?

Seguro que tienen muchas posibilidades, pero hay una que se relaciona bastante bien con los sistemas biológicos. Veámosla:

Sabemos que estos Rayos Vigilantes son radiaciones electromagnéticas. Las radiaciones EMG son de baja o de alta frecuencia. Las primeras, pueden producir calentamiento y excitación de los átomos, pero las segundas, las llamadas radiaciones ionizantes, pueden provocar cambios, roturas, fusiones de átomos y moléculas, transformando unos átomos en otros. Si una molécula primaria, tenía por su estructura una afinidad con un Rayo cósmico determinado, y esa molécula, por la acción de una radiación, es escindida y transformada en otra molécula, llamémosle secundaria, tendremos   que la aparición de esta nueva molécula hará desaparecer la llegada del anterior Rayo, induciendo la aparición de uno nuevo. La transformación de una molécula en otra hará variar el tipo de radiación de llegada. En este caso, si se pretendía anular el 7º Rayo, ha sido necesario crear una estructura con afinidad para el 3º Rayo.

Otra posibilidad muy conocida es provocar cambios funcionales o estructurales en las bases del ADN. Las posibilidades aquí son casi infinitas. La más conocida son las alteraciones de la cadena. Basta con permutar dos bases para que las proteínas que se fabriquen sean distintas y la posterior captación de Rayo sea diferente. A las energías ionizantes de los Rayos Vigilantes, realmente, les es muy fácil romper unos enlaces químicos y promover otros, promoviendo una construcción diferente de materia. Podríamos extendernos en múltiples hipótesis, pero, en definitiva, todas nos llevarían al resultado de que los Rayos Ejecutores, son capaces de provocar cambios en el funcionamiento del ADN que repercutan en la formación de nuevas moléculas. A partir de la creación de nueva materia, la llegada de nuevos Rayos está asegurada.

Los rayos Regentes activan el ADN y crean moléculas. Los Rayos Vigilantes, pueden hacer retroceder o cambiar el proceso. Ambos actúan en el ADN, pero no están enzarzados en un combate. No se tocan. Entre ellos está la molécula de la vida. Uno hace, el otro deshace. Uno crea y el otro corrige.

TERAPIA GENETICA

Es la nueva vía de la investigación en medicina y se trata de una orientación imparable del conocimiento humano. Subyace en la mente de todos los científicos que trabajan en este tema que la solución a muchas enfermedades se encuentra allí. En teoría, ciertas enfermedades que hoy parecen incurables parecen tener una solución fácil y se podrían arreglar con una sencilla inyección. La terapia genética llena las publicaciones científicas, las revistas divulgativas y las películas de ciencia-ficción. De hecho, sin saber de qué se trata, todo el mundo piensa que es la medicina del futuro, que con ella se podrán curar muchas enfermedades y que se harán cosas que actualmente están fuera del pensamiento y de las posibilidades.

Pero estos conceptos, estas maneras de actuar, aunque ciertas, chocan un poco con ciertas ideas que tenemos asumidas. Cuesta entender que ingenieros genéticos puedan modificar el ADN de una persona, sin saber nada del Karma, sin haber oído hablar nunca de los Señores del Karma.

Sabemos que no se puede modificar ningún Karma sin permiso de los señores del karma y también que se ha de tener un gran respeto y consideración hacia estos Grandes señores, porque ellos, en definitiva, todo lo que hacen es por el bien. Ahora bien, la obligación es aligerar el Karma del que sufre y estos señores solo obedecen y se inclinan con la fuerza purísima del amor de transmutación y de conocimiento. Transmutación de uno mismo, del que sufre, conocimiento de las leyes de justicia para uno mismo y para el otro.

Muy asumido tenemos que el amor y sólo el amor puede tener una acción directa sobre estos Señores, haciéndolos adentrar más en la Ideación Divina, para saber con profundidad la raíz y el motivo del porque una criatura se ha visto sometida a una desviación de su trayectoria hacia el fin supremo, que es la sabiduría y el amor

El concepto del tubo de ensayo y de la mística, actualmente parece que están separados. Pero en algunas ocasiones, no ha sido así y todos recordamos aquellos primeros científicos, alquimistas, inmersos en el trabajo de su laboratorio, donde se daba aquella mezcla entre el “ora” y el “labora”. Entonces, todas las tareas que le llevaban a la consecución de la Magna Obra, la Piedra Filosofal, estaban impregnadas de ciencia y de mística.

Y puede llegar también el momento en que el mismo ser humano, por amor a sus semejantes, desarrolle tecnologías para ayudar de verdad y en profundidad a los hermanos enfermos. Quizá, si llega ese momento, los Señores del karma, otorguen las licencias para que tales terapias puedan ser descubiertas y llevadas a cabo para el bien de toda la especie humana.

LA TERCERA DIMENSION Y EL KARMA

Sabemos que todo el entramado kármico tiene lugar en la 2ª y 3ª Dimensión. Hemos hablado de la segunda dimensión, pero nos queda hablar algo de la tercera.

El Karma de la 2ª D, como hemos visto, afecta a las estructuras más profundas, a los cimientos de la base estructural. En la parte más material y menos compleja de la materia tenemos a los elementos primarios. Cuando estos elementos primarios con una polaridad innata (núcleo positivo, electrón negativo) ya se han diferenciado unos de los otros, se pueden recombinar entre sí por múltiples procesos de atracción polar para formar moléculas, que son átomos unidos unos con otros, que comparten cargas, que dependen entre sí y que se organizan en sistemas físicos más elaborados que el de los átomos.

Es decir que, aunque la polaridad siempre existe, ésta, es diferente según la escala donde nos movemos. Los procesos de atracción y repulsión que se dan en un átomo neutro son más sencillos que los que aparecen en una molécula, en la que un átomo y otro intercambian su polaridad y sus características. En el mundo de la 2ª D, siempre estaremos bajo las fuerzas de una polaridad limitada a un espacio relativamente pequeño, como es el espacio de los átomos y de las moléculas, pero, así y todo, dentro de este nivel de actuación, tenemos varios subniveles con leyes distintas.   El ADN sigue estando en este nivel, sumido en estas leyes de atracción, pero en una subdimensión con unas leyes mucho más complicadas que las simples fuerzas de atracción de una sencilla molécula. A pesar de todo, ya sea hablando de la sal o del ADN, no paramos de movernos en un nivel muy físico, muy químico, muy bioquímico. Si los Rayos ciegos en su afán de crear, comienzan a crear aquí, puede que empiecen a realizar creaciones atómicas y moleculares imperfectas, aberrantes. Y los Señores del Karma, deberán empezar a actuar aquí mismo.

Recordamos que el nivel de los mecanismos de corrección tiene una estructura que está relacionada con la capacidad que tiene para realizar transformaciones. Así, es lógico pensar que una gran parte de esta corrección karmática se de en la estructura con más posibilidad de realizar transformaciones en los seres vivos. Esta molécula se llama ADN y es aquí donde   se pueden producir mayor número de correcciones.

El ADN, por su extraordinaria belleza y simetría, porque es una molécula capaz de recibir cargas magnéticas y de darlas, y porque además es el asentamiento de las Ideas evolutivas de la especie y del individuo, tiene todo el aspecto de representar el aspecto más desarrollado de la 2ª D. Podría ser considerado como la 4ª D de la 2ª D.

Muchas moléculas son bonitas, pero ninguna como esta, despierta tanta admiración y veneración. Es adorada por los científicos y respetada por todo el mundo. Maravilla y sorprende. Es, sin exagerar, la molécula más famosa y sorprendente del mundo atómico. Sus características la llevarían a ocupar uno de los tres puntos clave del Rombo. De hecho, todo el Rombo está lleno de puntos y zonas clave, pero hay tres en especial, que corresponden a las cuartas dimensiones de la 2ª, de la 4ª y de la 6ª.

Hemos hablado muchas veces de ellos al referirnos a los tres grandes centros de equilibrio. Ellos forman la famosa cruz del Rombo.

La cruz del Rombo

Figura. La cruz del Rombo

En cualquier caso, estaríamos hablando del Karma bioquímico, el más estructural de todos, pero no es el único, ya que sabemos que hay un Karma en la 3ª D, que debe actuar en otras estructuras distintas a las atómicas y moleculares. Ese no es su campo de acción.

Bien, recordamos que en la 3ª D está el Universo visible, los reinos de la naturaleza y el psiquismo. Realicemos un pequeño ejercicio: un dedo, como lo vemos al mirar una mano, forma parte de la 3ª D. Podemos imaginar una situación muy concreta: Una persona sufre un traumatismo en un dedo y pierde una falange. A nivel de ADN no ha sucedido nada, o casi nada. Se pondrán en marcha algunos mecanismos de reparación, pero luego, todo volverá a la normalidad. El ADN, seguirá teniendo la misma información. La persona lesionada tendrá hijos con dedos enteros. El código genético estará intacto. Se habrá producido un cambio en la 3ª D, pero no en la 2ª D.

Imaginemos otra situación: Una persona sufre un accidente del que apenas tiene daños físicos, pero a partir de ese día, desarrolla un temor a ser atropellada. Desde ese momento, una parte de su psiquismo quedará lesionada. Puede desarrollar ansiedad y fobias que le pueden complicar mucho la relación con los demás. Bien podría ser que no hubiera habido ninguna afectación secundaria del ADN, pero su vida habría cambiado.

Hemos expuesto el ejemplo de dos traumas, uno físico y otro psíquico, que pueden dejar lesiones en el área física y psíquica, que pueden entorpecer muchísimo el desarrollo de la vida, pero en el dominio del ADN, es posible que no se haya presentado ninguna alteración. En estos dos casos, posiblemente, el Karma ha actuado sólo en la 3º D.

En la tercera dimensión tenemos la manifestación de la forma visible de la naturaleza y el psiquismo. De hecho, cuando vemos a alguien, estamos viendo en escala macroscópica su código genético (tal como se ha plasmado), las modificaciones que la persona ha podido introducir y las cicatrices y experiencias tridimensionales de su paso por la vida. En la forma física general y en el psiquismo, se manifiestan mezclados el Karma de la 2ª D y la 3ª D. Hay personas que han sufrido enfermedades que no pueden ser consideradas problemas de la 2ª D, como una intoxicación, un accidente o que han pasado por desórdenes mentales originados por un conflicto personal, familiar o social. En estos casos, hemos de suponer que estamos frente a problemas que se originaron por desórdenes del 3º o 5º Rayos y que se transcribieron en la 3ª dimensión.

Pongamos otro ejemplo: Salen dos coches iguales de fábrica. Tienen, por así decirlo el mismo código genético, el mismo programa de funcionamiento. Al cabo de 10.000 Km, un conductor decide hinchar las ruedas y el otro no. El aspecto de uno y otro vehículo y la marcha a la que funcionarán será muy distinta. Las ruedas son las mismas, pero les ha faltado un componente tridimensional muy claro.

Diferencias del mismo estilo las encontraríamos entre el conductor que pone gasolina y el que no, el que limpia el coche y el que no, el que acumula en su vehículo todos los residuos de su vida diaria y el que los va eliminado, el que va colisionando a los demás vehículos y el que no, el que conduce despacio y el que lo hace deprisa. En todos estos casos, tenemos una gran diferencia entre un coche y el otro, pero el código genético era el mismo.

La manifestación visible de los dos coches (3ª D) sería muy distinta, porque uno y otro, habrían tenido experiencias vitales muy distintas, pero su programa interior sería el mismo. (2ºD).

Si bien el Karma de la 2ª D quedaba en el ADN, debería existir un anclaje para el Karma de la 3ª D, un sitio donde este, pudiera trabajar. Para entendernos: ¿Existe algún sinónimo del ADN en la tercera dimensión? ¿Existe un código morfopsicológico escrito en otra estructura distinta al ADN?

Tal vez. Vayamos por partes. Una cosa hemos aprendido después de mirar un poco la 2ª D. Vemos que los Señores del Karma actúan seguramente en muchos niveles de esta dimensión. Si es así, por comparación, podemos pensar que, en la tercera, sucederá también lo mismo. Entonces… ¿Qué tenemos en la tercera dimensión? Los reinos de la naturaleza, el psiquismo., la inteligencia y la intelectualidad.

El resultado de todo esto son manifestaciones muy distintas de la creación. Podemos llegar a pensar que el Karma se manifestará en cada especie según su forma y su psiquismo y que los cambios que se hagan a este nivel serán utilizando la componente morfo-psicológica. Estamos diciendo con esto que la manipulación del karma a este nivel se hará modificando la morfología y la psicología de la especie y del individuo.

En un representante de cualquier especie se pueden hacer producir cambios que toquen su esquema corporal y su psique. Las modificaciones del Karma, individual y colectivo pueden hacer que estas dos componentes puedan variar. Un individuo por Karma puede nacer con un cuerpo armonioso o plagado de imperfecciones. Al mismo tiempo puede ser inteligente o con una capacidad mental limitada. A su vez, durante la vida, puede experimentar cambios de este tipo. Es posible que el mismo color, la movilidad, y la geometría del cuerpo y la conciencia, sean pues ese anclaje.

TERAPIA PSICO-MORFICA

Al igual que comentamos que la terapia genética era una de las posibilidades de actuar sobre el Karma de la 2ºD, deberemos pensar que hay terapias destinadas a poder actuar sobre la tercera dimensión. Hemos de incluir en este apartado las técnicas que inducen cambios morfo-psicológicos. Imaginemos una luxación de hombro. El hombro, ha salido de su sitio provocando una forma nueva y dolorosa. La reducción manual de esta anomalía provoca cambios en la 3ºD y soluciona un Karma localizado allí. Una espalda duele por la presencia de una contractura crónica de la musculatura dorsal. Colocar bien una vértebra o realizar un estiramiento muscular para que desaparezca esa forma anómala, induciría también cambios en la 3ª D.

Un hombre se ha roto la nariz, respira con dificultad y se encuentra estéticamente desagradable. Una operación de cirugía realizará cambios tridimensionales, mejorando su estado físico general y su autoestima.

Una persona vive angustiada por un problema con un compañero de trabajo. Una charla con un psicólogo que le ayude a afrontar la situación y a realizar cambios en su estructura mental, le aliviará el conflicto y solucionará un karma que afectaba al área psíquica.

Una mujer se siente deprimida porque, aunque es hermosa, libre y rica busca una libertad que no encuentra. Una nueva visión de la libertad y de cómo conseguirla, la puede liberar de su estadio de ánimo y hacerla feliz, liberando su psique de un karma que le proporcionaba dolor. Con todos estos ejemplos, queremos decir que hay muchas y muy variadas acciones que repercuten en la estructura tridimensional del cuerpo y de la mente, y que, con determinadas acciones tridimensionales, se puede aligerar el Karma y el dolor producidos. Todos estos métodos terapéuticos tienen como decíamos antes, una base común: Inducen cambios tridimensionales y provocan la dulcificación de un karma compensador.

TODAS LAS FUERZAS DEL KARMA

Hace tiempo que observamos la relación entre los Rayos Cósmicos electromagnéticos y los Rayos Cósmicos Vigilantes -Ejecutores. Pero el estudio de la cascada energética que se genera desde la primera Superfuerza Yin-Yang original, nos ha desvelado la relación que existe entre todas las fuerzas, ya que, dentro de una, se esconden todas las demás que se van poniendo en marcha en la medida que las fuerzas se van “enfriando”. Al final, observamos que el electromagnetismo guarda una relación total con la fuerza débil, la fuerza fuerte y la gravedad, o más exactamente con todas las fuerzas del universo. Así que no hay ninguna razón teórica para que, si damos por correcto el hecho de que la radiación electromagnética es capaz de llevar escritas las informaciones del karma, las otras fuerzas de la naturaleza no puedan tener la misma capacidad de llevar escritas en su interior toda la información que transmiten los señores del karma. Es decir que cuando una información karmática ha de pasar de una dimensión a otra, cambia de fuerza transmisora y se asienta en una fuerza que trabaja con menor gasto energético y mayor fluidez en el otro medio material. Es decir que cuando la radiación electromagnética ha de trabajar en estructuras intranucleares, puede reescribir el karma para adaptarlo al lenguaje de la fuerza débil o la fuerza fuerte.

Todas las fuerzas del karma

Figura. Todas las fuerzas del karma

Lo que llamamos Señores del Karma no es más que la ley de causa y efecto. Todo lo que tiene un origen, tiene una consecuencia. Toda fuerza magnética tiene una repercusión en otra fuerza que al mismo tiempo repercutirá de nuevo e irá haciendo el punto del péndulo.

No nos podemos quedar solamente con una parte de las fuerzas para explicar y entender todo el círculo de compensaciones, pues no estaría completo. La ley de causa y efecto también es una ley infinita, porque lo que causa un efecto, genera a su vez otro efecto que luego generará otra causa a raíz de lo que ha generado la primera causa.

La causa que crea un efecto, dentro de ese efecto, se generan impulsos que al mismo tiempo se convierten en causa que luego repercuten en un efecto, y luego vuelve a crearse de ese efecto una causa que vuelve a crear un efecto, y de ese modo se crea la rueda de lo que llamamos Karma. En sí el karma no es más que la ley de causa y efecto, y esa ley es infinita. Todo lo que produce una repercusión, al nivel que sea, hará que otra causa, otro punto se genere en ese lugar, que pueda dar otra vez un efecto, y eso es una rueda de causas-efectos sin fin, por tanto, infinito.

El infinito compensatorio de las fuerzas de la naturaleza

Figura. El infinito compensatorio de las fuerzas de la naturaleza

MANIPULACION DE LOS RAYOS VIGILANTES- EJECUTORES

Dicho así, de esta manera, la expresión suena muy contundente. Parece que sea un atributo de los dioses, algo inalcanzable, pero si lo miramos bien, quizá es algo que realizamos diariamente, sin apenas darnos cuenta.

Tal vez, antes que saber   manipular, con el Karma sería mejor tener una actitud preventiva. Cuando hablábamos de los Rayos Regentes, decíamos que, si tuviéramos integrado en nuestro consciente y subconsciente el modelo del Rombo y sus leyes de actuación, seguramente, obrando de la manera correcta, acumularíamos y generaríamos bastante menos Karma, con lo cual haríamos sin querer, una manipulación preventiva. El siguiente tema, tan complicado o más que el primero es como podríamos realizar una manipulación “a posteriori”, es decir el de un Karma que ya ha llegado. Para manipular el Karma, debemos contemplar el estudio de algunos apartados, de los cuales, ya se ha hablado en alguna ocasión.

1) El trabajo con el amor.

Sea cual fuere el sistema que utilizáramos para actuar sobre un Karma, sabemos que estos Grandes Señores, precisan de la energía sutilísima del amor para buscar dentro de la ID la respuesta y la ayuda necesaria, por lo que, para cualquier técnica empleada, deberíamos contar con la presencia de este material hiper conductor, materia prima por donde circula la energía del Karma y que permite que las correcciones sean más profundas.

2) El conocimiento del guía.

El contacto con el guía puede conducir por el sendero seguro, a hacer introspecciones dentro de la vida y empezar a ver las condiciones karmáticas ligadas a las vivencias actuales. La ayuda del guía es una herramienta clave en el proceso evolutivo y el camino que lleva a estadios de planos superiores, que permiten llegar a un conocimiento superior y a un mejor manejo de las leyes compensatorias.

3) El conocimiento del estado karmático actual.

La comprensión y la aceptación adecuada de las molestias karmáticas que se pueden estar sintiendo en un momento determinado, pueden ayudar a entender con más profundidad la situación actual y a hacerla más llevadera, aligerando el peso de las experiencias dolorosas.

4) Actitud mental.

La vida puede ser considerada como un proceso continuo de transmutación. Hablábamos antes de que, si las acciones son correctas y se desarrollan por el camino central, no hacen falta rectificaciones, pero en la mayoría de las ocasiones, no es así, y para una acción cualquiera, ha de sobreponerse una acción correctora. Con ella, a menudo, solucionamos un problema y experimentamos dolor. Se hace difícil entonces, sabiendo que la mayoría de las acciones son imperfectas, entender la transmutación sin un dolor o malestar asociado.

Por causa de esto, todos estamos obligados a soportar incomodidades karmáticas y esto nos resta a veces alegría y felicidad, pero precisamente en estas molestias está la prueba evidente de la transmutación necesaria de todo proceso evolutivo. Por ello, si se puede, se ha de tener en cuenta, la relatividad de las incomodidades karmáticas, y así que aparezcan, procurar aligerarlas o dejarlas inactivas dentro de los conocimientos y aptitudes de que se dispongan. Tener este sistema mental de análisis y comprensión de la incomodidad, ha de ayudar a la solución del karma propio y ajeno.

5.) Utilización correcta de la SFR

La Sagrada Forma del Rombo, por su presencia, su equilibrio y su radiación, puede aligerar las molestias karmáticas. En el interior de la figura, existen los principios que pueden llevarnos a entender cómo funcionan estas fuerzas correctoras. El Rombo, debe ser abierto y estudiado. De esta manera, cuando se deja leer, es cuando comprendemos lo que está escrito en el aparente lenguaje criptográfico de la geometría y el color y revela en palabras lo que se escribió bajo el lenguaje de formas y colores.

Como sabemos, esta figura puede ser utilizada de infinitas maneras y el límite de sus posibilidades lo marca el nivel de la imaginación y la comprensión del que la observa. Utilizada correctamente, puede transformar o cambiar la percepción de la situación karmática temporal que vive una persona.

6) El caudal de amor                        

Un caudal de agua, si se utiliza bien, puede producir un gran cambio en la tierra. Un terreno inhóspito y sin vida, se puede convertir en un frutal o en un jardín multicolor. Esa agua, se ha de suministrar correctamente, según la especie vegetal y sus necesidades, pero sabemos que para que ocurra toda esa transformación, primero el agua ha de llegar, se ha de recoger de la de la lluvia depositada en los embalses y se ha de poder manipular.

Los Señores del Karma, tienen entre sus innumerables trabajos uno que es básico: reparar. Para ello, necesitan la energía que tiene más capacidad de reparación: el amor, la más sutil de las sustancias, la materia prima del universo. Siempre hemos hablado de este principio físico de múltiple aplicación y que dice así: Lo sutil penetra lo grosero. El amor puede colarse por todos los tamices y llegar a todos los niveles. No hay objeto material que le pueda detener. Esta característica es primordial y la base de su éxito. Los Señores del Karma, necesitan de esta sutil materia para poder actuar. Les hace falta y la han de recoger para poderla utilizar adecuadamente.

Para recogerla, necesitan del hombre, y así   dar paso y canalizar las leyes del amor, del perdón, y de la correspondencia amorosa. Necesitan el amor para trabajar y el ser humano se lo puede proporcionar.

Las obras desinteresadas y tiernas, las plegarias, los sentimientos sinceros, compasivos y amorosos generan este caudal de energía amorosa reparadora, que estos Señores pueden recoger para ser utilizada adecuadamente, con justicia allí donde sea necesario. Ellos sienten el estremecimiento y la compasión del ser humano delante de determinados hechos y su esencia deja ir comprensión y misericordia infinita, que palian la crueldad y el odio generados por la ignorancia del hombre.

Estos Señores, miran por todos nosotros y en su acción pueden aligerar cargas pesadas, postponer incomodidades y hacer posible que ciertas acciones equilibradoras de múltiples orígenes puedan tener lugar, produciendo efectos positivos. Otras veces, en su acción reparadora, pueden provocar sufrimiento, al igual que se experimenta dolor al curar una herida.

Se hace gratificante imaginar un sistema de distribución de riqueza pensado de una manera tan altruista, buscando siempre el bien y el desarrollo de los demás, y dando en cada momento, a cada uno lo necesario y lo justo, solo con la idea de ayudar y facilitar la evolución. El amor, esta especie de cemento aglutinador mantiene cohesionado al Universo, reduce al mínimo el gasto energético del sistema, subsana los errores que se producen y disipa la entropía de la creación.

Los Rayos Ejecutores gestionan la Ideación Divina, ya que de ella beben continuamente, buscando en ese punto la solución a todos los problemas que plantean los seres vivos. Por un lado, Vigilan a la criatura y por el otro Ejecutan las ideas que son necesarias para rectificar la creación imperfecta.   Ellos son los rectificadores y los alineadores del proceso evolutivo. Son los ojos y las manos de Dios. Los Rayos Regentes crean el universo. Los Rayos Ejecutores lo mantienen.

LA AMBIVALENCIA DEL RAYO CÓSMICO

PRIMARIO Y DEL ELECTRÓN

EL ORIGEN DE LOS RAYOS CÓSMICOS

Sabemos que hay rayos cósmicos primarios que según se cree, se originan en el centro de las galaxias que tienen núcleos activos con un agujero negro, otros lo hacen por la acción de las ondas de choque de la explosión de las supernovas, algunos más han sido creados en las estrellas binarias de Rayos X, pero la mayoría de los que nos llega a nosotros (aunque son de baja energía) han salido del mismo sol.

La Física piensa que los grandes acontecimientos astronómicos son la causa de la aparición de los rayos cósmicos, pero bajo la perspectiva del Rombo, estos sucesos son tan sólo los vehículos que canalizan a través de su actividad física, la voluntad creadora del Absoluto. Siempre hay una causa oculta detrás de lo visible y el Absoluto, se vale de los diferentes fenómenos astrofísicos que existen en el cosmos para hacer entrar dentro del universo manifestado el estímulo energético que se precisa para la creación, el mantenimiento y la evolución de la vida en un momento determinado.

Desde esta óptica, los rayos cósmicos primarios que conoce la física no son primarios en realidad, porque con anterioridad a ellos, existe una energía de Rayo pura, inmaterial, emanada directamente del Absoluto, que entra en el mundo manifestado a través de algún fenómeno astrofísico y al hacerlo y chocar con una partícula, se fusiona con ella, le entrega su energía y se transforma en una fuerza que es vehiculizada por una partícula material que es la portadora de la fuerza cósmica.

Cuando estos “rayos cósmicos primarios” (solares, galácticos o extra galácticos) entran en contacto con la atmósfera del planeta, desencadenan una serie de reacciones físicas en cascada que generan partículas y fuerzas que pueden llegar hasta la corteza y modificar el estado energético de todas las formas de vida presentes en el planeta.

LA LEY DE CAUSA Y EFECTO

Tradicionalmente, al hablar de los Rayos Regentes, los hemos relacionado con los Rayos corpusculares y al referirnos a los Rayos Vigilantes, los hemos asociado con las radiaciones electromagnéticas. Hasta aquí todo es correcto, son unos datos que hace tiempo que están asimilados y siempre nos han hecho pensar que la pareja de baile que existe entre los Rayos que crean ciegamente y los que estudian lo creado y lo rectifican, se daba entre estas dos grandes y separadas familias de radiaciones cósmicas. Unas hacen y las otras deshacen si es necesario. Unas fuerzas de Rayo se parecen al hermano pequeño, juguetón, curioso, atrevido que todo lo toca y las otras fuerzas se asemejan al hermano mayor que ha de ir continuamente ordenando la habitación y reparando todos los desperfectos del hermano pequeño.

Además, hemos visto que todas las grandes fuerzas conocidas de la naturaleza son en realidad la misma fuerza Yin-Yang, pero en diferentes estados de manifestación. De esta manera, los Rayos Vigilantes-Ejecutores y su función reparadora que opera con el electromagnetismo, lo puede hacer también con las otras fuerzas de la naturaleza que son sus antecesoras (fuerza débil, fuerza fuerte y gravedad). Todas estas fuerzas gozan también de este poder reparador y pueden realizar esta función en los distintos niveles en que se manifiesta la materia. Y todas estas fuerzas están conectadas ya que todas provienen de la misma fuente y todas se pueden mover en un sentido u otro (ascendente o descendente). Estas fuerzas de la naturaleza, o fuerzas del karma son la ley de causa y efecto. Todo lo que tiene un origen (una causa) tiene una consecuencia (un efecto). Toda fuerza cuyo origen es magnético (por ejemplo) tiene una repercusión sobre otra fuerza, la cual incide a su vez en otra, que desencadena una acción en otra fuerza, realizando una compensación de movimientos de fuerzas que recuerda al movimiento continuo de un péndulo.

Lo que causa una acción genera un efecto que se convierte a su vez en una causa que vuelve a generar un efecto, el cual se convierte en una nueva causa que genera otro efecto posterior. De esta manera causas y efectos se van generando continuamente buscando el equilibrio y creando un movimiento sinfín que va comunicando unas fuerzas con otras y transmitiendo el impulso original de un punto al otro, de una manifestación a la otra.

EL RAYO CÓSMICO CORPUSCULAR

El rayo cósmico primario en términos físicos es una estructura muy sencilla, (un protón, un neutrón, por ejemplo) que está siendo impulsado por una Fuerza generada en algún lugar del cosmos y que lo hace viajar a velocidades cercanas a la luz.

El protón que forma este rayo cósmico es una estructura que a su vez está compuesta por quarks y es sensible a todas las fuerzas de la naturaleza (gravedad, fuerte, débil y electromagnetismo) y reacciona a la acción de estas fuerzas porque dentro de su estructura, existen todas esas fuerzas, en mayor o menor medida.

Con lo que hemos comentado, podríamos pues dividir al rayo cósmico primario en sus dos partes constituyentes: la Fuerza pura e invisible emanada del Absoluto que le acompaña y el vehículo físico (la partícula) que es el portador de esa fuerza. El protón es la partícula que da masa al rayo cósmico, es por tanto la partícula transmisora de la energía impulsora del rayo, y lleva además en su interior agazapadas a las cuatro fuerzas correctoras de la naturaleza.

En estudios previos, hemos podido ver como todas las fuerzas de la naturaleza son las distintas expresiones de los Señores del karma, así que un rayo cósmico corpuscular llevaría por un lado y utilizando la terminología del Rombo una Fuerza creadora pura emanada desde el Absoluto (Rayo Regente) y al mismo tiempo, las distintas fuerzas de la naturaleza capaces de provocar uniones o desuniones atómicas y moleculares (Rayos Vigilantes-Ejecutores).

En el lenguaje del Rombo, decimos que los Rayos Regentes y los Rayos Vigilantes-Ejecutores, (aunque son de naturaleza muy diferente), van juntos, están indisolublemente unidos y forman una curiosa pareja de baile. Unos son una fuerza ciega creadora y los otros repararan y deshacen las creaciones defectuosas.

Desde esta nueva perspectiva ambivalente del rayo cósmico primario, hemos de replantearnos y matizar un poco más el pensamiento original en el que decíamos que los rayos cósmicos corpusculares estaban total y únicamente vinculados con los Rayos Regentes y que los rayos cósmicos electromagnéticos lo estaban con los Vigilantes – Ejecutores. La visión actual, nos induce a pensar que el tema es un poco más complejo de lo que parecía en principio y podemos considerar que, dentro de un rayo cósmico primario corpuscular, encontramos al mismo tiempo la fuerza de los Rayos Regentes y la de los Vigilantes -Ejecutores trabajando de una forma simultánea y acoplada.

Los rayos cósmicos corpusculares, aunque son ciegos por naturaleza y sólo responden a atracciones polares, tienen acoplados dentro de sí mismos todas las fuerzas correctoras de la naturaleza, con lo cual podríamos decir que, dentro de ellos mismos, se encuentra la pareja de baile que crea por atracción polar y la fuerza correctora de las uniones ciegas. Desde un punto de vista de la economía energética es una buena solución porque cada rayo cósmico primario, tendría incorporado dentro de sí mismo el Rayo Regente (la fuerza creadora) y el Rayo Vigilante-Ejecutor (la fuerza reparadora). El mismo rayo cósmico crea el problema y aporta la solución.

EL RAYO CÓSMICO ELECTROMAGNETICO

Los Rayos Vigilantes-Ejecutores tradicionales, o radiación electromagnética, no están asociados a la materia (excepto fotones) y dentro de ellos, sólo encontramos un tipo de fuerza: la radiación electromagnética, que es la única fuerza que se desplaza a la velocidad de la luz, es decir que utilizando los conceptos que nos proporciona la teoría de la relatividad, viaja instantáneamente, en un tiempo cero desde un punto del universo al otro. Desde el punto de vista de la eficacia y la eficiencia es la única fuerza capaz de observar un problema en el instante en que se produce y poderlo resolver en el mismo momento. La radiación electromagnética, al no tener un corpúsculo con carga asociada, no se siente atraída a compensar su polaridad en busca de otras polaridades físicas o químicas. No busca enlaces, fusiones o uniones para crear algo nuevo. Sólo lleva la imantación magnética proporcionada por Ideación Divina, con lo que su propósito sólo es cumplir con las informaciones de amor y evolución que se hallan escritas en ese archivo cósmico. Por ese motivo, las radiaciones electromagnéticas al no tener una atracción física polar no cometen errores de unión polar. Ellas sólo desunen y reparan las uniones erróneas para poder completar su polaridad evolutiva adquirida en Ideación Divina. Su polaridad evolutiva amorosa queda completada una vez que se ha solucionado el problema y la criatura evolutiva ha encontrado de nuevo el equilibrio.

Y si bien cada rayo cósmico corpuscular tiene asociado un mecanismo individual de corrección, podemos pensar que las cascadas de radiación electromagnética son capaces de actuar no tan sólo sobre un rayo en particular, sino sobre un conjunto de rayos o situaciones erróneas que se den en una zona amplia en el mismo tiempo. Es como si al hablar de radiaciones electromagnéticas o Rayos Vigilantes-Ejecutores, estuviéramos hablando de correcciones adicionales superiores, o de envergadura más amplia y general.

LA CASCADA ATMOSFERICA DE UN RAYO EMG

Las cascadas energéticas producidas por los rayos electromagnéticos (o por electrones) son distintas a las producidas por los rayos corpusculares. El diferente proceso de formación de las cascadas hace que su forma y desarrollo en la atmósfera sea distinta. Las cascadas electromagnéticas producen una única traza a lo largo de la dirección del rayo gamma y por lo general empiezan a mucha altura en la atmósfera, mientras que las cascadas corpusculares o hadrónicas tienen un aspecto más ensanchado y formado por varios componentes, ya que la dispersión causada por los impactos con los átomos es mayor que en el caso de las cascadas electromagnéticas.

La cascada producida por un rayo electromagnético o rayo gamma primario que penetra en la atmósfera puede interactuar de tres maneras con las partículas presentes allí:

1) Creación de un par electrón- positrón.

Un rayo gamma crea un par electrón-positrón el cual colisiona de nuevo entre sí creando fotones de rayos gamma. En el caso más común, se crean dos fotones, cada uno con energía igual a la masa en reposo del electrón o el positrón (e− + e+ → γ + γ)

Estos rayos gamma de menor energía repiten el proceso anterior hasta que la energía es demasiado baja para seguir creando pares y en ese momento, se ponen en marcha otros procesos de disipación de la energía de rayo, como el efecto Compton y la absorción fotoeléctrica que detallamos a continuación.

2) El efecto Compton 

El fotón choca con un electrón y pierde parte de su energía. Al hacerlo, aumenta la longitud de onda del fotón y pierde parte de su energía.

3)Absorción fotoeléctrica

Un electrón absorbe energía de un fotón y puede ser expulsado del material.

Si la energía del fotón es demasiado pequeña, el electrón es incapaz de escapar de la superficie del material. Si el fotón es absorbido, parte de la energía se utiliza para liberarlo del átomo y el resto contribuye a dotar de energía cinética a la partícula libre.

Al final de todo este proceso, observamos que el resultado final de la entrega de la energía del rayo cósmico electromagnético en la atmósfera se traduce en un flujo de electrones. La cascada electromagnética finaliza con una lluvia de electrones de distinta energía cinética y distinta intensidad.

LOS ELECTRONES Y LA ELECTRICIDAD

Al final, todo el proceso de llegada de rayos cósmicos corpusculares a la atmósfera supone la entrega a la corteza terrestre de un flujo importante de electrones y también de otras partículas.

Por otro lado, la aportación de los rayos cósmicos electromagnéticos es solamente electrónica, por lo que queda claro que el flujo de electrones de distinta energía cinética forma la parte más importante y con más impacto biológico de todos los productos finales de las dos familias de rayos cósmicos.

Los electrones son la carga negativa del átomo y forman su parte más sutil, más libre, más móvil y menos predecible. Con su movilidad y su colocación en las órbitas de los átomos, dotan a los átomos de cualidades fisicoquímicas particulares, haciendo que éstos tengan determinadas propiedades y que sientan la necesidad de acoplarse o fusionarse con otros elementos.

Los electrones pueden existir confinados en los átomos, pero también pueden existir fuera de los átomos, formando haces libres o trasladándose independientemente por la materia. El electrón se mueve atraído por la polaridad + - y en este sentido, las fuerzas polares que le impulsan a moverse son ciegas, ya que sólo actúan por atracción polar, pero al mismo tiempo, sabemos que el electrón participa en las interacciones fundamentales por lo que, dentro de él, tiene incorporadas las fuerzas correctoras de la naturaleza. Parece observarse una similitud entre el rayo cósmico primario dotado de una fuerza impulsora unida a una polaridad + y que era sensible a todas las fuerzas de la naturaleza y el electrón, dotado también de una energía cinética variable unido a una polaridad – y sensible también a las fuerzas de la naturaleza como el electromagnetismo, la fuerza débil, y la gravedad, pero no a la fuerza fuerte.

Si considerábamos a la polaridad + del rayo cósmico primario (protones) una fuerza ciega que le obligaba a ir a buscar una polaridad de signo – (electrones) para llegar a un equilibrio, tendríamos que hacer lo mismo que con el electrón, pues éste dispone de una fuerza ciega – que le obliga a buscar una polaridad + para equilibrar su polaridad. Y si además pensamos que la Fuerza impulsora del Rayo (su naturaleza) es en cierto modo una fuerza que le obliga a buscar una dimensión que esté en consonancia con su poder, hemos de acordar que la misma situación se da con la energía cinética del electrón, que le obliga a buscar una dimensión resonante con la vibración de su energía cinética.

Con la certeza de estos dos principios, deberíamos pensar que, por un lado, el electrón tendría dentro de sí una energía cinética que le obligaría a situarse en una dimensión o en un estado vibratorio determinado para poder actuar, que tendría además una fuerza polar ciega, que le obligaría a ir a un sitio de una determinada polaridad + y además el electrón debería tener dentro de sí una serie de fuerzas correctoras del impulso de esta doble actividad.

Si sabemos que las fuerzas inteligentes del karma se hallan presentes dentro de la energía eléctrica, y dentro del electrón, hemos de pensar que, dentro del mismo electrón, existe la capacidad inteligente de reparar los efectos causados por su energía cinética y su polaridad. Esa fuerza reparadora procede de la imantación de la electricidad en la fuente pura de la Ideación Divina.

Las fuerzas de la naturaleza, aunque se mueven también por principios de atracción-evitación y que, por tanto, podrían parecer ciegas, son correctoras porque dentro de sí mismas, tienen amor y éste es capaz de incidir sobre la atracción polar, haciendo que ésta sea mayor, menor o nula. De esta manera, un electrón o un flujo de electrones que podía ir por atracción a una órbita de un determinado átomo para dotarlo de ciertas características puede optar por desplazarse a otro átomo y abandonar la estructura del anterior e impedir que el primero adquiera una estructura estable y neutra y que por tanto deje de hacer las funciones que realizaba.

Un flujo de electrones que va normalmente del punto A al punto B, puede por alguna causa, cambiar su polaridad y velocidad de transferencia haciendo que los átomos y las células de una estructura orgánica puedan variar de estructura y función.

No conocemos actualmente los mecanismos por los que los electrones pueden hacer todas estas correcciones y con toda seguridad serán múltiples, pero puestos a teorizar y teniendo en cuenta que la antimateria existe y está aquí, presente en cada momento, solo hace falta hacer que, por amor y a través de un campo electromagnético, aparezca antimateria para que una determinada estructura atómica desaparezca y se convierta en luz que además de corregir esa polaridad, puede ser el inicio de infinitas funciones energéticas. Los electrones son la parte móvil de la vida, de la materia, de todas las estructuras y son capaces de formarlas y transmutarlas. Siguen atracciones polares ciegas y leyes evolutivas que están en su interior, al igual que los rayos cósmicos corpusculares. Tienen dentro de sí la fuerza de los Rayos cósmicos regentes y la inteligencia y la capacidad de transformación amorosa y de ayuda de los Rayos cósmicos Vigilantes-Ejecutores.

Los electrones en movimiento generan electricidad y sabemos que todas las criaturas del universo están facultadas para recibir y transmitir electricidad, y esta electricidad, cada criatura la forma y transforma según su necesidad. El ser humano es una criatura bioeléctrica evolucionante pre-cósmica y sin esta suprema fuerza eléctrica no existiría como tal. El amor es el sagrado vehículo de la vibración más importante del universo que es la electricidad y sólo mediante este vehículo, la electricidad puede dar los frutos de la evolución total de la célula bioeléctrica que es el ser humano. El amor conduce a la electricidad por los circuitos correctos de la evolución y gracias a él, la electricidad puede buscar y hallar las vías de reparación de los errores que se han cometido en el ansia evolutiva.

LOS SEÑORES DE RAYO

Y LOS RAYOS CÓSMICOS

LOS SEÑORES DE RAYO EN LA 3ª DIMENSIÓN

La manera en que en nuestra tercera dimensión vemos y sentimos la Fuerza de los Señores de Rayo emanados del Absoluto es a través de la percepción y el estudio de los rayos cósmicos corpusculares y electromagnéticos. La radiación cósmica es el lenguaje que utilizan los 12 Señores de Rayo en el mundo tridimensional para llevar a cabo los estímulos emanados del Absoluto y hacerlos manejables en el mundo tridimensional.

En el espacio hay materia y energía libre. Cuando los Rayos Regentes emanados desde el Absoluto entran en el universo, lo hacen dotados con una gran energía impulsora. En su trayecto por el universo, chocan con un protón o alguna otra estructura elemental del espacio, absorben la masa y la polaridad de esa partícula y se convierten de este modo en un rayo cósmico corpuscular o rayo primario que, al llegar a la Tierra, interacciona con otros átomos de la atmósfera liberando su energía y creando radiaciones y nuevas partículas. De esta manera, la energía del Señor de Rayo Regente, en el mundo tridimensional se manifiesta físicamente a través de la energía de los rayos cósmicos primarios, que son los que otorgan finalmente los diferentes niveles de energía cinética de los electrones, que son uno de los productos finales más importantes creados en la lluvia de partículas creadas por el rayo.

La lógica parece decir que los electrones que consiguen niveles altos de energía cinética están vinculados con los valores más energéticos de los rayos que habitan en las dimensiones altas y los electrones con niveles bajos de energía cinética, están relacionados con los rayos que viven en las frecuencias bajas de las dimensiones inferiores. Aunque la energía cinética de los electrones es claramente una manifestación mesurable de la energía en la tercera dimensión, es un valor que, por resonancia, actúa en las octavas superiores e inferiores de las otras dimensiones. De esta manera, desde el mundo tridimensional y por resonancia de frecuencias, se pueden provocar oscilaciones y movimientos en todas las otras dimensiones a través de la energía generada por los electrones.

La energía cinética

Figura. La energía cinética de los electrones está relacionada con la energía de los rayos cósmicos primarios y por resonancia actúa en las demás dimensiones.

Por otro lado, sabemos que los Rayos Vigilantes-Ejecutores en su trayecto por el universo, impactan con la energía, con la radiación electromagnética y se fusionan con ella.

La transferencia de la energía

Figura. La transferencia de la energía de un Señor de Rayo Vigilante - Ejecutor a una radiación electromagnética

La radiación electromagnética que se percibe desde la tercera dimensión puede ser clasificada en diferentes frecuencias y ubicada dentro del espectro cromático del Rombo. Como que las radiaciones electromagnéticas dentro del Rombo se asocian a los Señores Vigilantes-Ejecutores, podríamos dividir a las diferentes familias de radiaciones según su energía y la dimensión con la que están relacionadas. La 1ª y la 7ª dimensión no tiene Rayos Vigilantes-Ejecutores y por tanto, no están asociadas a frecuencias electromagnéticas, así que todo el espectro electromagnético podría quedar repartido desde un punto de vista didáctico en 5 grandes familias, que corresponden a la 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, y 6ª dimensión.

Las radiaciones electromagnéticas dentro de las dimensiones

Figura. Las radiaciones electromagnéticas dentro de las dimensiones
(Radiofrecuencias, Microondas, Infrarrojo, Ultravioleta, Rayos X, R. Gamma)

(Radiofrecuencias, Microondas, Infrarrojo, Ultravioleta, Rayos X, R. Gamma)

La radiación electromagnética viaja a la velocidad de la luz, lo que significa que, por la dilatación relativista del tiempo, si se vive dentro de la luz, esa radiación se desplaza por todo el universo en un solo instante. Durante su trayecto, vivido como instantáneo en el interior de la luz, pero percibido como extremadamente largo en el exterior, la luz ha vivido muchas situaciones y ha visto como se presentaban infinidad de situaciones y se solucionaban o reparaban los problemas que surgían en el trayecto. Esta radiación luminosa ha experimentado vivencias y las ha guardado en su memoria interior.

La luz tiene la misma capacidad para ser vista desde cualquier punto del espacio como para ver lo que ocurre en cualquier punto de este. La información de la luz es multidireccional. Esto puede hacernos pensar que un haz de luz lleva dentro de sí misma, su información propia y el reflejo de todas las informaciones de todas las luces del universo. De esta manera, la luz que se propaga por el cosmos tiene conocimiento de todas las posibilidades del universo en cada momento, porque está en todos los rincones al mismo tiempo.

La luz es un conglomerado de distintas frecuencias electromagnéticas que viajan a la misma velocidad, que tienen contacto con todo el universo, saben todo lo que está sucediendo, conocen todas las acciones que se han generado y todas las respuestas que se han producido. La luz es sabiduría y toda esa información vivencial vehiculizada por todas las luces, se guarda en el seno íntimo y profundo de la misma luz.

Los Señores de los Rayos Vigilantes-Ejecutores en su trayecto por el espacio tridimensional, impactan con la luz, se fusionan con el pozo de conocimiento universal que hay en su interior al que llamamos Ideación Divina y adquieren en ese lugar su imantación y su polaridad que irá a buscar a su otro polo, que es la criatura evolutiva que precisa de su ayuda, de su sabiduría y amor para llevar a cabo su proceso evolutivo.

LOS SEÑORES DE RAYO EN LAS DIMENSIONES

En la tercera dimensión, podemos hablar con naturalidad y conocimiento de los Rayos Regentes o rayos corpusculares y de los Rayos Vigilantes-Ejecutores o rayos electromagnéticos. Estamos en la tercera dimensión y conocemos a estas radiaciones físicas que no son más que la traducción de una fuerza superior de Señor de Rayo transformada y manifestada en nuestro mundo tridimensional con la materia y la energía que existe en esta dimensión.

Como ya sabemos en la 3ª dimensión existen al mismo tiempo todas las dimensiones y todos los Rayos, en menor o mayor grado. Siguiendo el mismo pensamiento, hemos de pensar que, en cada una de las otras dimensiones, por holografía están también todas las dimensiones y sus Rayos correspondientes.

Pero la naturaleza y las distintas propiedades físicas y energéticas de cada dimensión nos invita a pensar que estas Fuerzas primordiales creadoras, estos Señores de Rayo, se expresarán de otra manera en las dimensiones donde no existe la materia o la energía manifestada tal como lo está en la tercera dimensión.

Por este motivo, podemos plantearnos la posibilidad de que cada Señor de Rayo traduzca su Fuerza y se exprese en cada dimensión de acuerdo con la naturaleza intrínseca de la misma, con sus características estructurales y con las diferentes manifestaciones de materia y energía que se encuentran disponibles en cada lugar. El Señor de Rayo ha de traducir el lenguaje apolar del Absoluto al lenguaje polar, diferenciado y particular de cada una de las 7 dimensiones.

EL SEÑOR DE 1ºRAYO EN LA 7ª DIMENSIÓN

Si en esta dimensión ya no hay rastro palpable de la materia, no pueden existir los protones ni los rayos cósmicos corpusculares. Como que la aparición de la materia va unida a la de la energía, hemos de pensar que tampoco existe la energía bajo el aspecto conocido de radiación electromagnética. En esta dilatada 7ª dimensión, en la que todo está expandido, en la que conviven el Todo y la Nada, en ese lago sin tiempo, perturbaciones ni movimientos, habita el 1º Rayo. Allí la fuerza y la manifestación del 1º Rayo emanado desde el Absoluto debe ser tan sutil y expandida que este Rayo no puede ser reconocible bajo nuestros parámetros de la tercera dimensión. El Señor de 1º Rayo que se manifiesta y actúa en la 7ª dimensión lo hace con otra naturaleza de la de los rayos cósmicos conocidos. Debe comunicar su Fuerza a la 7ª dimensión con algún vehículo sutil adaptado a las características estructurales de esa dimensión, y que sea capaz de llegar a ese Todo, a esa Nada, a ese lugar sin forma.

EL SEÑOR DE 1º RAYO EN LA 1ª DIMENSIÓN

El 1º Rayo rige la 7ªD, pero gobierna en la primera dimensión (el vacío cuántico) donde actúa como una fuerza impulsora que dota a las proto manifestaciones de partículas y energías   que están allí de fuerza, vibración y vida.

Si recordamos al Big Bang, veremos que en esta 1ª dimensión se reproducen las características creadoras de ese instante: por un lado, tenemos a la energía Yin presente en ese lugar desde donde entra hacia el Rombo y también está allí la llegada de la energía Yang procedente desde el otro extremo del Rombo. Yin-Yang se cruzan en este nivel inferior, justo en el punto donde aparece con fuerza la llegada del 1ºRayo o Rayo Creador.

La trinidad creadora: Yin, Yang y 1º Rayo

Figura. La trinidad creadora: Yin, Yang y 1º Rayo

El resultado de esta triple fusión es la creación de materia. Sabemos que, en nuestro universo, se crea un átomo nuevo cada 24.000 años, pero lo lógico es pensar que esa creación de un nuevo átomo tiene innumerables pasos y necesita con toda seguridad de múltiples creaciones intermedias que han de pasar por varios escalones y que necesitan de la acción constante, del martilleo continuo del 1º Rayo en la 1ª dimensión. Desde este punto de vista, podemos decir que la creación de materia, aunque sea infinitamente lenta, es continua en el tiempo gracias a la acción de este 1º Rayo en la 1ª dimensión.

A esta 1ª dimensión tampoco llega la fuerza del 1º Rayo bajo la forma de rayos cósmicos corpusculares o electromagnéticos tal como los conocemos en nuestro mundo tridimensional porque allí, ese tipo de materia y energía no existe.

La fuerza del Señor del 1º Rayo debe actuar allí vestida con otros ropajes para comunicar su fuerza a la manifestación que está presente en esa dimensión. De alguna manera y utilizando un proceso equivalente al de las cascadas energéticas producidas por los rayos cósmicos, el 1º Rayo empieza a entregar por pasos su energía de vida a las casi-estructuras de la 1ª dimensión haciendo que esta energía de Señor de Rayo se adapte progresivamente al entorno supermasivo y después de algunas reacciones físicas de transmisión de energía, ésta pueda ser utilizada y metabolizada por la vida que palpita en esta dimensión.

EL SEÑOR DE 7º RAYO EN LA 1ª DIMENSIÓN

Lo mismo sucede con el 7º Rayo que también actúa aquí. Su fuerza no es transmisible con los portadores conocidos de la 3ª dimensión. El Señor del 7º Rayo cederá su fuerza ascendente, evolutiva y transmutadora a la materia a través de una cascada o lluvia de partículas transmisoras de fuerza, que traduzcan la energía inicial del Señor del 7º Rayo emanado del Absoluto a un lenguaje comprensible para la materia densa y no diferenciada que se encuentra manifestada en esta primera dimensión. El 1º y el 7º Rayo, si trabajan en esta dimensión superdensa, han de utilizar un mecanismo de traducción similar, pues ambos han de pasar de la energía del Absoluto al lugar más denso de la manifestación dentro del Rombo.

EL SEÑOR DE 2º RAYO EN LA 6ª DIMENSIÓN

En la 6ª dimensión tenemos la manifestación de la luz blanca, de las matemáticas y los números, y allí está el 2º Rayo, que es el Rayo, del color, del movimiento y de la forma pura del arquetipo. Este Rayo trabaja en la 6ª dimensión, provocando cambios en la formulación matemática y en la estructuración geométrica de la 6º dimensión. Cada arquetipo allí presente, tiene su forma concreta, su geometría, su movimiento, su luz y su color.

En esta 6ª dimensión, tampoco hay materia tal como la conocemos en la tercera dimensión, así que allí no habrá rayos cósmicos corpusculares, y la naturaleza del Señor de Rayo que vive allí no se manifestará bajo la apariencia de un rayo cósmico primario. Al entrar en la 6ª dimensión, este Señor de Rayo, deberá ajustar su naturaleza pura a las propiedades físicas y energéticas de esta dimensión, y entregar su fuerza en un lenguaje luminoso, matemático y geométrico comprensible y ajustado vibracionalmente a esta dimensión.

EL SEÑOR DE 2º RAYO EN LA 2ª DIMENSIÓN

El 2º Rayo, rige en la 6ª dimensión, pero gobierna en la 2ª dimensión, donde además de vivificar a átomos y moléculas, da la necesidad imperiosa de buscar formas y psiquismo que transformen al átomo en una criatura evolutiva. El 2º Rayo traslada los arquetipos y la geometría de la 6ª a la 2ª dimensión para que la materia empiece a individualizarse atendiendo a su color, su forma, sus características más íntimas y empiece así a evolucionar en el mundo material.

En esta segunda dimensión, tampoco hay atmósfera, ya que no estamos en una estructura planetaria, sino en un ambiente atómico y molecular.

Cuando los rayos cósmicos primarios al final del proceso de la cascada energética entregan su energía al llegar a la corteza terrestre, lo hacen habiendo cedido su energía a estructuras subatómicas (principalmente electrones) que ya son formas de energía que tienen un lenguaje comprensible para los átomos.

La “atmósfera” del átomo y de las moléculas son los electrones. Es lo más exterior a ellos y la fuerza que provenga de algo exterior, es lo primero que encontrará, por lo que es posible que esta fuerza de Rayo transfiera de alguna manera, sus cualidades a los electrones. Además, el 2º Rayo, si ha de construir una forma atómica determinada, deberá poder acudir al núcleo del átomo, donde encontrará a todas las estructuras y las fuerzas que pueden realizar esta acción creadora.

Si una Fuerza del 2º Señor de Rayo emanada del Absoluto llega a estos lugares subatómicos, para actuar, deberá traducir y ceder de alguna manera su energía a los corpúsculos que encuentre allí (electrones, protones, neutrones) o a las fuerzas de la naturaleza presentes en esas estructuras, pero tampoco utilizará la vía conocida de la cascada energética que se da en la tercera dimensión. Será otro tipo de cascada energética en la cual, va cediendo su fuerza de una manera progresiva hasta hacerla asimilable para las estructuras y fuerzas atómicas o subatómicas.

EL SEÑOR DE 6ºRAYO EN LA 2ª DIMENSIÓN

En esta dimensión tenemos también al 6º Rayo, el Rayo más tranquilo, más expectante, el que espera el movimiento del átomo para darle fuerza e impulso. Este devoto de la vida ama el movimiento de las partículas se siente atraído por ellas y las vitaliza. Este picapedrero martillea a la materia y la ayuda a vitalizar el diseño que el 2º Rayo dibujó en el mundo etéreo de la 6ª dimensión y plasmó en el mundo físico de la 2ª dimensión.

El Señor de 6º Rayo deberá ajustar su nivel energético puro y emanado desde el Absoluto para entregar su carga de fuerza impulsora en este nivel atómico de una forma que se pueda asimilar. Reducirá de alguna manera su energía apolar para hacerla asimilable al lenguaje polar, atómico y molecular de la 2ªdimensión. A través de impulsos eficaces, de ondas de choque o de campos de información, movilizará e impulsará a las formas físicas elementales que aparecen en esta dimensión para dotarlas de movilidad y fuerza. El 2º y el 6º Rayo, emanaciones del Absoluto, trabajan en este nivel mega denso de la materia y han de buscar un sistema común para traducir su energía a un lenguaje atómico comprensible.

EL SEÑOR DE 3º RAYO DE LA 5ª DIMENSIÓN

En la 5ª dimensión está la formación de los colores, los sonidos y los cuerpos celestes. En esta dimensión actúa el 3º Rayo (Gran Arquitecto, Gran Constructor). La energía de la 5ª dimensión, precisa de un soporte algo material, aunque sea muy sutil para poder llevar a cabo sus funciones. Cuando la luz tiene contacto con la materia (como sucede con el aire de la atmósfera) origina los colores. Cuando la vibración del sonido hace oscilar a un sustrato material muy ligero (como el aire) puede ser percibido.

Y al igual que sucede en las otras dimensiones superiores, aquí no hay rayos cósmicos primarios. Para trabajar allí, el 3º Rayo lo ha de hacer a través de la cesión de su energía a través de ondas o cascadas energéticas, proporcionando un lenguaje comprensible para esta 5ª dimensión. La energía pura del 3º Rayo ya transformada y adaptada se transmite a la 5ª dimensión y hace que el sonido y el color se organicen, se junten, creen planos, dibujos y diseños arquitectónicos hechos de color y sonido. El 3º Rayo proporciona al color y al sonido de la 5ª dimensión, capacidades creativas dotadas de gran actividad y dinamismo, pues este Rayo tiene en su naturaleza ganas de ser útil y de crear. Él es el apresurado del grupo y busca plasmar sus coloreados planos en el nivel material de la 3ª dimensión.

EL SEÑOR DE 3º RAYO DE LA 3ª DIMENSIÓN

El 3º Rayo rige la 5ª dimensión, pero se encuentra bien en la tercera. Este Rayo lleva escritos en su lenguaje los planos, el diseño y el color de lo que tendrá que ser visto en la tercera dimensión y que formará el universo visible, los planetas y todos los reinos de la naturaleza. La información etérea emanada de la 5ª dimensión ha de impregnar a la 3ª dimensión y el Rayo ha de entregar esos datos, esos planos y diseños en un lenguaje comprensible para el mundo denso tridimensional. Él escribe las órdenes de construcción y éstas, pueden llegar bajo la forma de ondas de choque o de campos de información sensibles al mundo tridimensional. El resultado de su obra se verá plasmado en la tercera dimensión. Todo lo creado en los reinos de la naturaleza tiene color y sonido. Y este Señor de Rayo de la 5º dimensión, encontrará el lenguaje adecuado para poder entrar en la 3ª dimensión y aportar arquitectura, luz y sonido al mundo visible.

EL SEÑOR DE 5º RAYO EN LA 3ª DIMENSIÓN

El 5º Rayo es el gran Ingeniero, el gran diseñador, el que pone las bases, el que pone la materia. Esto es un punto crucial, de máximo interés, porque el planeta con todos los reinos de la naturaleza es físico, está hecho de materia. El único Rayo al que se le vincula directamente con la materia es éste, así que ha de tener una acción primordial en la formación material del planeta. El 5º Rayo trabaja en este mundo denso y ha de encontrar un lenguaje para transferir su Fuerza a esta tercera dimensión.

Este 5º Rayo emanado del Absoluto, transfiere de algún modo, sus características a la materia tridimensional y hace que ésta aparezca, se manifieste y forme el universo material visible. Todas las partículas materiales que vemos son el resultado de la acción directa del 5º Rayo. El ha creado el universo tridimensional. Y gracias a Él, se han formado materia y energía, protones y radiación electromagnética, o lo que es lo mismo, las bases físicas de toda la vida. Él crea protones para que aparezcan rayos cósmicos primarios, y crea radiación electromagnética para que aparezcan los rayos electromagnéticos. Gracias a esto, con estas herramientas, es capaz de crear el universo visible. El Gran Señor del 5º Rayo crea todo el universo visible y material, los planetas y todas las formas de vida. Da apariencia a todo. Este es su reino y toda la creación material y energética es suya. Es una obra ingente, inmensa. Un Gran Señor de Rayo tiene esta potencialidad, esta Fuerza y esta capacidad ilimitada de creación.

Dado que el 5º Rayo es el predominante en la 3ª dimensión, su presencia y sus efectos se notan más que los demás Rayos y el resultado es la materialización visible del universo tridimensional. Todo el mecanismo de los Rayos cósmicos corpusculares y electromagnéticos está diseñado para poder traducir, convertir y utilizar toda la energía de los 12 Señores de Rayo en la tercera dimensión. El 5º Rayo, que vive en la tercera dimensión, tiene integrada esta idea creadora del Absoluto y organiza todo el sistema de traducción apropiado para esta dimensión.

LA CUARTA DIMENSIÓN

El cerebro humano es tridimensional, pero el psiquismo, la inteligencia, la voluntad, el raciocinio, la capacidad de proyección y el amor son materia fluida que ya pertenecen a la cuarta dimensión. Percibimos y vivimos todas las sensaciones afectivas, mentales y espirituales en esta cuarta dimensión. En esta cuarta dimensión está la vida del ser consciente, es decir de aquel que es capaz de percibir la realidad, y que tiene el conocimiento moral de lo que está bien o mal. En esta cuarta dimensión está la libertad y la vida plena cósmica a la que todo ser está llamado a sentir y experimentar.

Esta cuarta dimensión, aunque está en el centro de la figura del Rombo, tiene una parte situada en la izquierda y otra a la derecha de la línea media imaginaria que parte de Ideación Divina y que divide a la dimensión en dos partes iguales. Quizá eso sea la causa de la manifestación de las dos cualidades tan diferentes que se observan en la cuarta dimensión.

Como que, desde la parte izquierda del Rombo, la materia se vuelve cada vez más libre en la medida que se asciende por las dimensiones, la lógica permite entender que la parte izquierda de la 4ª dimensión sea el origen de estas dos propiedades:

  • Vibración. Descomposición de todos los cuerpos densos.
  • Vibración, descomposición de todos los puntos de los cuerpos densos a través del espacio.

Mientras que la parte derecha de la 4ª dimensión, que está situada en la parte derecha de la figura del Rombo, de vocación más proyectista, sería la responsable de este atributo:

  • Proyección de todas las vibraciones a todos los cuerpos densos

En cualquier caso, en esta cuarta dimensión se encuentra el Señor del 4º Rayo, el Gran juez, el que tiene la capacidad de comprobar las obras de la criatura evolutiva y permitir el acceso a niveles superiores de existencia.

Gracias al primer dibujo de los planos de conciencia, sabemos que la cuarta dimensión junto con el 4º Rayo corre por todo el Rombo siguiendo una línea que transcurre por la diagonal mayor. Con esto entendemos que el mecanismo que utilice el 4º Rayo debe ser válido para poder actuar todas las dimensiones. Hemos de suponer que el mecanismo debería ser variable y acomodado a la dimensión donde actúa. Y este mecanismo de traducción no lo puede hacer a través de los rayos cósmicos primarios, sino a través de un mecanismo de transmisión de fuerzas distinto.

Debería actuar a través de algún mecanismo energético de traducción de fuerzas, que le permitiera por un lado aprovechando todas las habilidades expansivas y centrífugas de la 4ª dimensión, absorber de una manera desmenuzada, pormenorizada y microscópica cada una de las acciones de las criaturas para analizarlas desde todos los ángulos y poder proyectar posteriormente utilizando la habilidad centrípeta de la cuarta dimensión todas las respuestas de las acciones. Observar, juzgar y actuar. Su fuerza es de ida y vuelta, de acción y reacción, y su mecanismo debe tener lugar siguiendo siempre los caminos de la 4ª dimensión, allí donde como ya sabemos, la materia allí presente no tiene la estructura material de la 3ª dimensión

Este Señor de 4º Rayo, al igual que sus compañeros, debe traducir su energía emanada del Absoluto a la composición etérea de la cuarta dimensión y trabajar con la materia y las fuerzas presentes en esa dimensión.

CONCLUSIONES

Cada Señor de Rayo utiliza distintos mecanismos de traducción para que la Fuerza pura proveniente del Absoluto pueda entrar adecuadamente y de forma manejable en las diferentes dimensiones. Utiliza para ello leyes físicas, químicas, fuerzas de la naturaleza, todo tipo de partículas, campos de información, campos de luz, de color, de forma, o cualquier otro tipo de elemento traductor para poder ser aplicado en la dimensión donde trabaja, según la estructura de la dimensión subyacente y de los componentes materiales y energéticos de los que está hecha.

La física actual, ha desarrollado la tecnología necesaria para poder percibir a las formas de radiación que utilizan los Señores de Rayo para manifestarse y actuar en la tercera dimensión bajo la forma de rayos cósmicos corpusculares, pero para poder percibir el proceso de entrega de la energía de Señor de Rayo en las otras dimensiones, la física debería conocer y contemplar la estructura de las otras dimensiones y de los elementos físicos y energéticos que las constituyen. En ese contexto, podría ver que en cada dimensión se encuentran las posibilidades que permiten traducir la Fuerza apolar del Señor de Rayo a un lenguaje polar y comprensible para cada diferente y única manifestación dimensional.

 

LOS RAYOS DE INTENCIONALIDAD

Existe un tercer tipo de Rayos Cósmicos aún no conocidos por la Ciencia y que actúan de un modo distintos a los dos tipos de Rayos cósmicos conocidos. No son corpusculares ni electromagnéticos, no generan cascadas energéticas que puedan ser detectadas como los anteriores y su funcionamiento es más bien parecido al de un Rayo Láser.

Estos Rayos, son una emanación directa del 1º Rayo, Rayo Creador de Rayos, del que hablaremos ampliamente cuando hablemos de los 7 Rayos.

Estos Rayos de Intencionalidad responden a la intención del ser humano, a un deseo, a una necesidad de realizar una acción sobre una persona o un lugar y por este motivo les llamamos Rayos de Intencionalidad.

Pueden bajar como si se tratara de un láser de una manera puntual y focalizada trabajando sobre una persona, o una situación determinada o quedarse estacionados abarcando durante un tiempo un territorio que necesita un determinado estímulo.

Estos Rayos que produce el 1º Rayo, son rayos de intencionalidad, y se emanan para darlos, para enfocarlos en algún punto, en alguna situación exterior o para el interés de uno mismo. Los Rayos de intencionalidad son en cierta manera, hijos del primer Rayo, y son parte de él.

TRATADO SOBRE LOS 7 RAYOS

Al principio del estudio del Rombo, vimos que existían 12 Rayos de Energía Cósmica, un concepto que quedó bastante velado hasta el año 1991 que fue cuando pudimos comprender, aunque de una manera muy esquemática la función de estos 12 Señores. Desde entonces y hasta el presente, y de la forma que hemos podido, hemos intentado desvelar su naturaleza, sus propiedades e irlos comprendiendo poco a poco. Inicialmente, sabíamos muy pocas cosas de ellos, así que, en aquel momento, intentamos buscar todas las referencias que existían en la literatura. Empezamos a encontrar referencias de ellos en la doctrina secreta de Blavatsky, donde se hablaba de 7 Rayos y se les daba unas atribuciones y unas relaciones con el color y con las notas musicales. Pero donde hallamos más información fue   en los libros del tibetano y en particular en su tratado sobre los siete Rayos. Alice Bailey fue la discípula del tibetano, y trabajó junto con su maestro en la elaboración de una obra muy extensa, que incluye entre otras publicaciones, el tratado de los Siete Rayos. Si este amplio tratado se estudia con una mente abierta, y se es capaz de extraer la esencia de lo mucho que allí se dice, se encuentran muchos datos que nos pueden hacer a los Rayos mucho más comprensibles y familiares. La idea al iniciar este   trabajo recopilatorio de los Siete Rayos es la de intentar asimilar y extraer de estos libros, lo que pueden ser verdades asimilables dentro de la Enseñanza del Rombo y ver como algunos de los conocimientos que se encuentran en este antiguo tratado, pueden recibir un nuevo impulso y ser proyectados como puntos de referencia válidos dentro del Rombo. Si nos limitáramos a hacer una copia, estaríamos yendo hacia el pasado y compartiendo totalmente los conceptos que allí aparecen y si rechazáramos totalmente a estos textos porque emplean un lenguaje algo distinto al nuestro, querríamos ir hacia el futuro sin contar con el pasado.

El conocimiento que ha tenido el ser humano de estas verdades universales y que ha ido metabolizando y entendiendo según su grado evolutivo, es un conocimiento que debe ser respetado, entendido y valorado en el momento en que se obtuvo. Es difícil entender que, leyendo a un filósofo griego, veamos coexistiendo al lado de una verdad universal, un pensamiento erróneo, pero el ser humano, en su limitación y en su proceso de aprendizaje, une a veces aciertos y errores. Sacar el grano de la paja, separar la verdad del error no es fácil, pero hay que hacerlo. Con esta mentalidad, se ha hecho este trabajo sintético y recopilatorio de los 7 Rayos. En este escrito, se citarán los nombres por los que se ha conocido a estos Rayos en el pasado, se hará un resumen de sus funciones principales, de su localización y de las características psicológicas que se pueden atribuir a las personas que pertenecen a estos Rayos.

 

EL PRIMER RAYO

LOS NOMBRES DEL PASADO

Normalmente, llamamos a los Rayos por su número, pero a veces, conocer su nombre, o estudiar los diversos nombres por los que han sido llamados en el pasado, proporciona una riqueza muy grande. Nuestro querido y misterioso 1º Rayo, ha sido llamado de las siguientes maneras y de algunas otras:

El Padre.

Es la energía, la fuerza, la polaridad masculina frente a la materia que representa la polaridad femenina.

El Creador.

Esa es su apariencia cuando da la vida.

La Fuerza Neutra.

El que une Yin y Yang.                     

La Fuerza Materializadora.

Es el que crea la materia.

El destructor.

Su apariencia cuando da la muerte.

El que libera la forma.

Libera a la forma de su parte estática y la hace cambiar.

El Elemento Ígneo que trae destrucción.

Es el fuego primordial en su faceta destructora.

El Poder que toca y se retrae.

Su acción como sabemos no es continua, sino que es cíclica, con períodos en los que incide con mucha fuerza y ocasiona la vida y con períodos en los que su actividad da la muerte.

El Señor de la tierra ardiente.

Rige la 7ªD, pero se encuentra bien en la 1ªD, esa matriz primigenia que alberga a los elementos primarios que es donde el Primer Rayo se encuentra a gusto. Allí, el Primer Rayo los fecunda, vivifica, da impulso y energía. Esta masa de elementos primarios energetizados, dispuestos a organizarse y a adoptar formas y estructuras, guarda una muy clara relación visual con el magma de la Tierra, esa tierra que arde porque en su interior palpita el fuego. En esa tierra caótica, donde palpitan las masas de existencia pura aún sin formar y manifestarse como elementos primarios, vive el Rayo Real, el Señor de la tierra ardiente.

La voluntad que irrumpe en el huerto

Este Señor vive en el caótico o en el perfectamente ordenado huerto. Él pone su voluntad allí donde vive, dando vida y muerte.

El aliento que quema.

Es la Palabra Divina que lleva el fuego abrasador.

El relámpago que aniquila.

A menudo se le asocia con el relámpago, porgue es una manifestación poderosa del fuego, una fuerza que viene del cielo, que une cielo y tierra, que va asociado a la tormenta y naturalmente a la lluvia, el elemento vivificador de la tierra.

El altísimo.

Es la fuerza que viene de lo más alto, de lo más elevado, de lo más Divino, de lo Absoluto.

La Voluntad - Poder.

El 1º Rayo, es la expresión de la voluntad creadora de Dios y la manera en cómo ésta, demuestra su infinito Poder Creativo

EL PRIMER RAYO: SUS FUNCIONES

Vamos a recordar las funciones y las características de este Rayo según el Rombo:

“Rayo de gran belleza. De él, emana el fuego primordial. Da la vida cuando crea, da la muerte cuando mata. Su emanación cae con fuerza por todas las dimensiones hasta la 1ª Dimensión, donde vivifica cada átomo y cada partícula que se pone en manifestación. Rige la 7ª Dimensión, y se encuentra bien en la 1ª Dimensión. Produce cambios importantes en todo el universo cuando crea un átomo nuevo cada 24000 años. Entonces es más fuerte.”

Ahora, para seguir hablando de sus funciones, vamos a refrescar y numerar   las conclusiones lógicas a las que habíamos llegado en el estudio de sus nombres del pasado. Esto, nos aportará más claridad en lo referente a las características de sus funciones y podremos ver si sus características clásicas, se acoplan a las conocidas por el Rombo.

  • Es la energía, entendiendo como energía, la fuerza en movimiento.
  • Es la fuerza creadora, mantenedora y destructora de todo lo manifestado.

           En su propósito está pues que nazcan, vivan y mueran todas las formas de todos  

           los reinos de la naturaleza.

  • Es el impulsor del cambio, de la renovación, de la transformación.
  • Es el vivificador de la materia.
  • Es el que hace posible la unión Yin - Yang.
  • Es el origen de la manifestación del Yin-Yang.
  • Es el que después de vivificar, dar vida, impulso y energía, infunde de inmediato la

           necesidad imperiosa de formar formas y psiquismo vivenciales que transformen al  

         átomo en la verdadera criatura evolucionante. Pero esta magnífica acción, la hace

           bajo la máscara o apariencia del 2º Rayo.

  • Es el más sutil de los rayos.
  • Es el activador de los ciclos, pequeños o grandes, de segundos o de miles de años,

           de una partícula atómica o de un universo. Marca los ciclos de activación o

           desactivación. Cuando abre su mano, la vida palpita. Cuando la cierra, se marchita.

           Llegado el momento, otorga la muerte.

  • Es el pionero y conductor de sus hermanos.
  • Es la Voluntad Creadora.

EL PRIMER RAYO Y EL BIG BANG

Intentar explicar como el 1º Rayo hace posible que las dos polaridades presentes en el vacío, se unan y se manifiesten, exige que nos vayamos al inicio de la Creación.

“Todas las energías vibratorias que en todo el Cosmos hacen de enlace y ordenación de todas las estructuras emanadas de la creación, se generan en el punto de fricción del átomo primario al ser energetizado, vivificado por el Primer Rayo, Rayo Creador. En ese momento, que es instantáneo, en la explosión del átomo primario, en el Big Bang, se produjo en el primer átomo que surgió a la manifestación, la ley de todo el universo, con las dos características, de positivo y negativo ya para siempre más en este universo visible.”

Este pellizco de valiosísima información nos habla evidentemente de muchas cosas. Siguiendo el hilo que andábamos buscando, vemos que, aunque el Yin y el Yang son anteriores a toda manifestación, no se manifiestan, no aparecen de una manera real, precisa, hasta que aparece el Primer Rayo y como consecuencia de ello, las dos polaridades se van a buscar y en su unión, aparece un movimiento, una fricción, un calentamiento por rozamiento, una leve condensación primitiva, y un punto de fuego que se va condensando progresivamente.

Parémonos aquí. Estamos aún antes del Tiempo Cero. La manifestación, la creación visible aún no ha tenido lugar. ¿Qué es lo que tenemos hasta ahora?

Tenemos el vacío cósmico con su plenitud energética y pluripotencial, donde existían sin manifestarse Yin-Yang, cuando aparece el Primer Rayo y por su acción, emerge un punto de fuego que se va condensando, comprimiendo y aumentando de masa y temperatura.

¿Esto quiere decir que el 1º Rayo se está condensando y volviendo materia? ¿O que el Primer Rayo, Energía Pura emanada del Absoluto, energía sin materia y sin polaridad, ¿provoca en estas dos energías vibratorias un deseo íntimo de fusión que las impulsa, a crear materia y   fuerzas de la naturaleza?

Si fuera esta última posibilidad, el Primer Rayo sería el dador de vida, de movimiento, el responsable primero de la manifestación de los dos grandes pilares de la creación: Materia y Fuerzas, aunque sus padres “biológicos” serían esas dos vibraciones polares, de naturaleza y polaridad distinta, presentes ya en el vacío, y que, al ser impulsadas por el Rayo, pondrían en marcha el proceso creativo.

Vayamos por partes. Sabemos que esa característica de dar impulso, de crear, de energetizar, de hacer emerger lo que está escondido y ocultar lo que está manifestado, forma parte de la naturaleza de esta misteriosa Fuerza Creadora.

Por otro lado, si analizamos lo que es la materia y las conocidas fuerzas de la naturaleza (gravedad, electromagnetismo, fuerza electrodébil, fuerza débil y fuerza fuerte), vemos que forman una especie de familia, en la que por un lado, están “los materiales groseros” y por el otro “las fuerzas sutiles”, que recuerdan en sobremanera a sus pro generes, las energías Yin-Yang.

Parece verse en los hijos (materia y fuerzas), el recuerdo de sus padres (Yin-Yang), con una cierta similitud ancestral.        

Pero, además, tenemos en la naturaleza otro tipo de energía muy diferente a las ahora comentadas, ya que no es vibracional, no intercambia partículas mensajeras de fuerzas y tiene otras características que hace que se muestre de una manera totalmente diferente a las fuerzas que hemos citado. Se trata de los Rayos Cósmicos corpusculares. Esta radiación cósmica está constituida por una fuerza impulsora de una enorme magnitud y que es transportada por una partícula subatómica, generalmente un protón (núcleo atómico del Hidrógeno), o una estructura nuclear más densa (un núcleo de Hierro, por ejemplo).

Lo curioso y lo lógico a la vez, es que la mayoría de los rayos cósmicos corpusculares, están constituidos por el elemento más sencillo conocido y que parece ser el que se encuentra en más cantidad en el universo, es decir el Hidrógeno (o en su componente nuclear, el protón).

Teniendo en cuenta que en la supuesta génesis de estos rayos cósmicos, intervienen grandes explosiones y diversos fenómenos galácticos que generan mucha energía, la imagen que se hace más comprensible de un rayo cósmico corpuscular, es la de una estructural elemental que se encuentra en medio del camino de una gran onda de choque que avanza por el espacio e interacciona con una partícula que se encuentra en su camino, dotándola de una gran cantidad de energía y velocidad.

Su concepto, sugiere una imagen muy sencilla, que recuerda un poco a la metralla de las detonaciones. En una explosión, la onda de choque portadora de energía impulsa a gran velocidad a cualquier estructura material cercana a la fuente de explosión. En el universo, la materia más cercana y abundante es el núcleo del Hidrógeno, el cual se fusiona con la onda de choque y es impulsado con fuerza. En el espacio, apenas hay rozamiento y una partícula nuclear empujada por una fuerza de gran magnitud, puede recorrer todo el cosmos a una velocidad cercana a la de la luz, sin fricción y sin apenas interacción.

Con esto, queremos decir que al igual que sucedía antes en el ejemplo de los padres y los hijos, se puede observar una gran similitud teórica entre la naturaleza original de la onda de choque inicial (La verdadera Naturaleza del Señor de Rayo) y su hijo, el portador material de esta energía, o rayo cósmico corpuscular.

De esta manera, podríamos imaginar, aunque fuera vagamente, como era la situación del Universo antes de entrar en manifestación, y como se muestran hoy en día, tras todas las etapas del congelamiento de la creación, las dos vibraciones cósmicas polares y el Rayo Creador.

Actualmente, podemos observar en el universo manifestado a estas tres energías primigenias, a esta Trinidad Creadora bajo el aspecto de materia, fuerzas y rayos cósmicos. Es lo mismo, es el mismo fenómeno, pero su representación en el universo manifestado distorsiona y oculta la imagen primigenia que se presentaba en el vacío.

EL PRIMER RAYO Y LA ROTURA DE LA SIMETRÍA

La física sabe que la naturaleza es simétrica, sobre todo en cuestiones que conciernen a energía. De hecho, el Rombo, en cuyo interior está la física, es básicamente simétrico en cuanto a estructuras geométricas, tiene simetría especular funcional en cuestiones dimensionales y asimetría del espacio extra dimensional superior e inferior, que está relacionado con la transmisión de órdenes karmáticas desde Ideación Divina y con la formación de arquetipos y formas.

Vemos entonces que, dentro del Rombo, (a quien creíamos simétrico puro) se encuentran diferentes tipos de simetría y asimetría. Pero por algún concepto heredado de la filosofía ancestral, siempre hemos buscado en él, la inalcanzable simetría original. Es por esto, que hablando de la creación, del Big Bang, nos cuesta sentir un mecanismo en el cual una acción comienza por la derecha (Rayo) y un poco después, quizás instantáneamente después, empieza por la izquierda con la creación de un átomo. Lo sentimos, pero inicialmente, a los que estamos platónicamente enamorados de la simetría, nos cuesta un poco vivir con esta asimetría espacio- temporal.

Con este desfase creativo entre la entrada del Rayo y la aparición de la materia, la simetría funcional, se rompe y esto exige que, si esa rotura existió en el inicio del pre-tiempo, siga presente en el tiempo actual. Parece que hay algo en este concepto asimétrico que aparentemente, no cabe dentro del concepto del esquema romboidal.

Estamos emocional y mentalmente a favor de la perfecta simetría. Es un concepto platónico que emerge del mundo abstracto de las ideas y que proporciona paz y equilibrio. La pena o la realidad es que la perfecta simetría es inmovilista, estática, no lleva consigo ningún movimiento y además, por si fuera poco, parece no existir excepto conceptualmente, en el mundo de las ideas puras. De hecho, todas las investigaciones que se hacen sobre el origen de las fuerzas y de la materia, es decir, dentro de la teoría del Big Bang, precisan que se rompa la supuesta simetría inicial del estado puro para empezar a crear fuerzas y estructuras diferenciadas. Es por eso que, sabiendo que en el mundo de la energía todo ocurre muy deprisa y en el mundo de la materia, todos los cambios, son más lentos por la misma lentitud que proporciona la masa y su inercia, bien pudiera ser que la creación de la materia siguiera en el tiempo a la creación de la energía, con un minúsculo desfase, casi inexistente, imperceptible, casi instantáneamente, pero con una cierta asimetría.

Podría ser que, en la esfera   metafísica de lo Absoluto, que existe por sí misma, que no está sujeta a nada, sin vínculo de dependencia y separada de cualquier cosa, existiera la Energía pura, sin polaridad y sin materia. Pero en el mundo de lo relativo o manifestado, existe la dualidad, la polaridad y el deseo de fusión entre materia y energía ya que ambas son la polarización de lo Absoluto.

Es por eso por lo que, dentro del mundo fenoménico, del mundo relativo y polar, la materia sin energía no puede existir, y la energía sin materia tampoco. La materia es necesaria a la energía y viceversa. Se necesitan la una a la otra. Por eso pensamos que cuando el Primer Rayo, apareció de lo Absoluto (es decir de lo no relativo, de lo no polar), apareció casi al mismo tiempo o instantáneamente después, el esbozo del Primer Átomo no manifestado. La aparición   de ambos fue gradual, ya que el Primer Rayo, que empezó a aparecer (aún no manifestado) y el Primer Átomo que empezó también a aparecer (sin estar tampoco manifestado) pudieron empezar a abrazarse gracias a que Yin y Yang (tampoco manifestados), empezaron a unirse.

El Primer Rayo que emanó, estaba unido por la simetría especular al Átomo que emanó casi al unísono. Aquí se pudo ver por primera vez el primer calor, el primer fuego.

Una llama no calienta sino tiene nada que calentar, y el 1º Rayo empezó a calentar al Primer Átomo. Fue desde luego un calentamiento muy suave, porque suave era aún la emanación del 1º Rayo y la presencia del 1º Átomo que se estaba formando en la medida en que las infinitas radiaciones polares, empezaron a unirse.

Ambas emanaciones (Rayo y Átomo) empezaron a manifestarse progresivamente en una cantidad algo mayor, y también paulatinamente, ese fuego que era la expresión de la fusión de las vibraciones, del nacimiento de la protomateria y   de su posterior energetización por el Rayo, comenzó a hacerse algo más mayor e importante.

La emanación de Rayo y la consecuente aparición de materia, fue en aumento, y la temperatura también, hasta que llegó a un punto en que la enorme presión de ese átomo, lo hizo salir del vacío y perforar la malla de lo in manifestado.

Hemos de entender que, en ese pleno y misterioso mundo del vacío, Yin-Yang van el uno hacia el otro, y crean un movimiento y una velocidad. El movimiento, genera Espacio y consecuentemente Tiempo. Cuando estas dos fuerzas polares se unen, empiezan a condensarse, a formar densidad, y por lo tanto Masa. Entonces tenemos un reino in manifestado en el que da la sensación de que va a empezar a aparecer la fuerza Yin-Yang, la Materia, la Energía, la Energía de Rayo, el Movimiento, el Espacio y el Tiempo.

Toda esta vivificada materia en formación cuya madre parece ser Yin-Yang y cuyo Padre, es el Rayo Creador, va adquiriendo progresivamente masa, espacio, tiempo y energía, va deformando el vacío y provocando una distorsión hasta que llega a un punto crítico de rotura de las constantes del vacío que es capaz de perforar el umbral energético del vacío y emerger al mundo de lo manifestado.

En la entrada en el Reino de lo Manifestado, en esta primera y comprimida gota de vida, aparecieron Materia, Fuerzas y Energía de Rayo. Ese fue el Big Bang, pero al parecer, esa explosión, irrupción o entrada en manifestación, aunque fue muy espectacular, no fue diferente en esencia de lo que ocurre cada 24000 años, cuando un átomo nuevo, vuelve a romper la malla del vacío y entra en manifestación. Cada 24000 años (+- 100 años), nace un átomo nuevo. Según parece, la creación es constante, cíclica, lógica y sobre todo cargada de paciencia. La creación no tiene prisa.

El concepto más aceptado hoy en día es que la llegada de masa tuvo lugar en un solo instante, pero algunos datos astronómicos apuntan a que constantemente van apareciendo galaxias, lo cual es un punto a favor de la creación cíclica, de átomos y consecuentemente de galaxias. Dios no tiene prisa en crear, ni tampoco obstáculos en repetirse, por lo que, con toda seguridad, ha habido muchos Big Bang y el proceso de creación y destrucción de universos, se ha repetido muchas, muchísimas veces.

Esta misteriosa fuerza de Rayo, activadora y creadora del universo sigue un plan establecido por el creador. Esta singular fuerza, sigue a la Idea Creadora y busca la materia en donde se puede asentar y donde puede realizar su plan principal: vivificar.

Ese es su plan y su destino. Cuando algo se ha de crear, se ha de manifestar, esta fuerza aparece, estimula y vivifica esa idea. El 1º Rayo tiene el Divino Poder de estimular, de dar vida, de perforar, de romper mallas y crear, de manifestar asimetrías y también de retirarlas. Es el Creador y también el Destructor.

EL PRIMER RAYO Y EL ABSOLUTO

En su día, fue una gran sorpresa cuando comprendimos que el 1º Rayo, al impulsar el Yin hacia el Yang y viceversa, había originado la materia. La Energía Pura del Rayo, era la creadora última de la Materia y en cierta manera, estaba por encima o cuando menos, antes que ella.

Por los conocimientos actuales de física, sabemos que existe una interdependencia entre Energía y Materia, expresada por la conocida fórmula E = M x C 2, pero dicha fórmula si bien relaciona los dos lados de la ecuación, no sitúa a ninguna como progenitora de la otra. Las mismas teorías del Big Bang hablan de la simultaneidad de la presencia en las primeras fases de la creación, de materia y energía, pero ambas aparecen simultáneamente y de momento, no se contempla la posibilidad de que una fuera anterior a la otra. Pero, en nuestra manera de ver las cosas, la Energía del Primer Rayo fue la causante de que se crearan la materia y la energía al fusionarse los dos polos preexistentes anteriores a la creación. Es decir que la energía de las altas frecuencias (lo que sería la fuerza) y de las bajas frecuencias, (lo que sería la materia) ya estaba ahí, ya estaba creada. Solamente, tenía que manifestarse y salir a la luz. Pero para que se manifestaran estas frecuencias, tuvo que llegar la Energía Pura del Primer Rayo. ¿De qué cualidad y de qué magnitud es esa energía desconocida?

Cuando se intenta saber cuál es la cantidad total de energía del universo, en el presente o en el Big Bang inicial, se recurre a un artificio matemático muy simple, que consiste en aplicar la fórmula de Einstein, que relaciona la materia y la energía. Según esta Ley, para conocer la energía inicial del universo, solo hace falta saber la masa total actual del universo y multiplicarlo por la velocidad de la luz al cuadrado. Con eso, obtenemos una cifra enorme de energía, que es la que teóricamente, había al principio del universo.

Pero, una cosa es la energía que se puede obtener de la materia total del cosmos, y la otra cosa es la Energía del Primer Rayo Creador, que es la que impulsa a toda la pre-materia y pre-fuerza del Absoluto a unirse. ¿Qué valor tiene esa Energía Pura, que no es ni materia ni fuerza? ¿Qué es en sí misma esa Energía pura, sin contaminar y que emerge del Absoluto? ¿Qué valor tiene aquello que crea toda la materia y la energía del universo?

Esa fuerza primigenia del Primer Rayo tuvo que impulsar a todo lo preexistente de tal manera, que llegó a un nivel crítico de energía que precisa el vacío para salir de él mismo. La aparición de este fabuloso y enigmático Primer Rayo nos lleva a un punto del tiempo en que la física actual, está encallada. El límite actual del conocimiento llega hasta el tiempo de Planck y muchos físicos no quieren hablar del instante previo a la creación ya que este dominio, parece pertenecer más a la metafísica que no a la física teórica. Para añadir todavía datos que aporten más intrigas al momento de la creación, según la entendemos, debemos recordar otra ley física, que constituye el primer principio de la termodinámica, que es conocida como la Ley de la conservación de la masa y la energía, escrita por Lavoisier que dice más o menos: “En un sistema cerrado, la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.“ Este axioma, pilar de la física contemporánea, parece chocar con lo que sabemos, ya que partimos de un momento dado en el que no hay universo, no hay forma ni energía y un instante después, ya existe todo. Se ha creado forma y energía de la nada, contraviniendo lo que aparentemente permite la ley.

Además, según el Rombo, cada cierto período de tiempo, cada 24.000 años, se introduce en el universo un átomo nuevo, y con ello, ha de aparecer simultáneamente una gran cantidad de energía para dotarlo de vida y movimiento. Y, por si fuera poco, entendemos que, en un momento determinado, el universo que actualmente, se encuentra en fase expansiva, podría detener su crecimiento, detenerse, empezar a contraerse y desaparecer, y con él, desaparecer toda la masa y la energía. Parece que haya algo que esté mal, que se esté violando repetidamente la ley de conservación de masa y energía de Lavoisier, pero es sólo aparente, porque el Universo, no es un sistema cerrado.

El vacío del Absoluto, ese Todo, esa Nada, ese in manifestado, forma con lo manifestado un circuito abierto e interconectado por el cual, puede circular energía   y pasar del cono de lo in manifestado al cono de lo manifestado y al revés. El universo es un sistema abierto y en constante intercambio con otro sistema también abierto de plenitud energética, que es el vacío. El hecho de que exista el Big Bang, la constante creación de átomos e incluso, la gran contracción cósmica (Big Crounch) no violan esta ley, ya que el universo manifestado no es un sistema cerrado, sino abierto y en continua relación y dependencia con el vacío.

El vacío es el lugar de donde salen las cosas y el sitio al que regresan. La aparición o desaparición repentina de materia o de energía en el Universo manifestado, no viola ninguna ley conocida.

Por otro lado, el hecho de que no se conozca actualmente que pasó antes del instante cero, no permite a la física teórica invalidar la teoría de la Creación que argumenta el Rombo, ya que lo que sucedió en el instante anterior a la creación como en el instante posterior a su desaparición, como explican los físicos, es terreno de la metafísica y no de la física teórica. Ésta aquí, no tiene cabida según su argumentación. Así que, a partir de estos elementales razonamientos, no vemos ninguna objeción clara para esta teoría de la Creación que propone el Rombo, al contrario, nos parece que parte de una buena base y explica situaciones que escapan de momento del marco de la física teórica contemporánea. Sería mejor y más comprensible, desde luego, esta teoría de la Creación, si supiéramos y pudiéramos aproximarnos algo más a lo que es “El Absoluto”, y que, gracias a este acercamiento, pudiéramos comprender como desde allí, la Voluntad Creadora que se presenta bajo el aspecto del Rayo Creador, crea el mundo “Relativo”, pero por el momento, no podemos hacerlo. En cualquier caso, partiendo de un esquema teórico elemental, podemos decir que el Absoluto debería tener una relación íntima con lo Relativo, con puertas de comunicación, con entrada y salida, con circuitos de flujo por donde circularan los Rayos de Energía Creadora, dando vida o muerte a un sistema u otro. La imagen más sugerente es la de un reloj de arena sujetada por una mano. Cuando la arena cae a un lado, se produce lo manifestado y se crea el vacío en el otro y al revés. El 1º Rayo es el que hace que el sistema bascule de un polo al otro. El primer Rayo es cíclico, aparece y desaparece, y da la sensación de marcar el ritmo de rotaciones y giros, y el período en el cual predomina el llenado de materia o el vaciado, lo manifestado o lo in manifestado.

El mismo ejemplo, nos lo daría una hormigonera que hiciera bascular el cemento de un lado hacia el otro, creando vacío o plenitud. La vida bascula cíclicamente de un lado al otro, al ritmo del   Primer Rayo, dando la vida en un lugar y la muerte en el otro, originando el Big Bang o el Big Crounch.                                                          

Si desaparece la materia, desaparece la energía. Ambas son inseparables porque la energía del Rayo es la que las mantiene unidas gracias a la sujeción de la atracción polar que realiza. El Rayo da la fuerza de fusión, pero la vibración es una característica inherente a la situación bipolar inicial del Absoluto. La materia vibra, las fuerzas vibran. El Rayo Creador no vibra, no provoca vibración, lo que da es estímulo, vida y afán evolutivo a las vibraciones. Da la vida y la muerte. Vida aquí, muerte allá.

Cuando el Primer Rayo está presente, se produce la atracción polar y el universo se forma, se cohesiona, se relaciona, organiza y mantiene. Cuando el Primer Rayo desaparece, la polaridad se desvanece y con ella, se deshace la forma, la energía y la manifestación. Su presencia da adherencia y su ausencia incoherencia. Pero esto que acabamos de decir, lejos de ser así, es más bien un efecto óptico de lo que sucede en realidad, pues el 1ºRayo, tiene en su interior estas dos funciones. Tiene por un lado la fuerza de la creación y al mismo tiempo la fuerza de la muerte o lo que es lo mismo la creación de una nueva forma de vida. Cuando aparece un aspecto, el otro descansa, pero el 1ª Rayo se mantiene siempre activo, bajo una forma u otra.

EL PRIMER RAYO: SU LOCALIZACION

Teníamos una definición del 1º Rayo: “Rige la 7ª Dimensión, pero se encuentra bien en la 1ª Dimensión.” Regir es sinónimo de dirigir, gobernar, mandar y guiar, atribuciones todas de la estirpe real, del Rey o de aquel que ostenta el poder. Rige pues aquel que tiene el poder y la autoridad para la acción en una situación determinada.

Pero una cosa es la función o el trabajo que se desarrolle y la otra es donde está el domicilio, de la persona que hace ese trabajo. Y ese gran Señor, gran controlador, gran manipulador de la más pura energía, vive en la más pura materia, en la más sencilla 1ª Dimensión. ¡Oh paradoja!

El Rey de Reyes cubierto de simples harapos. El más rápido, el más veloz, vive en la quietud aparente de la materia. ¡Lo más etéreo vive en lo más terrenal!

Lo que observamos es que parece que el fluir de la energía creadora del 1º Rayo, está supeditado a la presencia de la materia, y parece como si la materia, (aparentemente), controlara desde su seno, la entrada y la recepción de la energía. Puede ser así o tratarse solamente de un fenómeno óptico y de que sea el Rayo específico el que controla la llegada de una materia o de otra.  

En cualquier caso, tenemos la impresión general de que cada forma estructural, permite o condiciona la llegada de un tipo de energía determinada. La materia es, por así decirlo, una especie de soporte por el que la energía siente una atracción inevitable. Cada estructura material, tiene una forma con su densidad y hay un tipo de energía particular que es capaz de actuar como una llave, penetrar en esa forma que le es afín e introducirse dentro para realizar los cambios estructurales que puedan tener lugar.

La materia, considerada con desdén por multitud de filósofos, místicos y religiosos, es ahora, la casa de Dios, su Sagrada Morada, su resplandeciente hogar, su Residencia y su Trono. La fuerza vivificadora de todo el universo habita allí, en el mundo de la densidad y no en un mundo etéreo, sutil, trascendente y mucho más allá de cualquier pensamiento, por elevado, abstracto y complejo que pueda ser. Esta fuerza vivificadora, se origina allá, pero vive aquí.

El 1º Rayo, vive en lo material. Está inmerso en la materia, escondido, dándole ese movimiento continuo, de agitación, de loco frenesí, de bamboleo imperecedero. Pero la materia, recordemos que está estructurada en 144 unidades diferenciales, en 144 átomos. Cada uno de ellos con una forma, una masa, una oscilación propia y con una calidad de 1º Rayo, adecuada a cada caso.   Si en la materia, vive el controlador de la energía, es lógico pensar que la manipulación de la energía se pueda hacer también desde la materia. Este conocimiento, parece haber sido la base que inspiró a los antiguos y modernos alquimistas a buscar a Dios en el seno de la materia. Aseguran ellos que la presencia íntima de la Fuerza del Creador es más patente y fuerte en el mundo mineral que, en el vegetal o el animal, y por tanto, destinan su búsqueda de Dios en el reino de la densidad. Si la materia al ser manipulada cambia, la radiación unida a ella varía. Si la materia es pura, la radiación es pura. Por ello, el trabajo básico del alquimista es primero hallar unas materias purísimas, de las cuales, una se supone unida a la polaridad “calor”, mientras la otra, está unida a la polaridad “frío”. Una tercera materia, que podríamos llamar neutra, hace de fuerza materializadora de esa unión, de esa tendencia que tienen las dos polaridades a unirse, pero que no se concreta espontáneamente.

Esta tercera materia, que lleva en su seno el fuego, y que es llamada Fuego Secreto, está muy relacionada según los alquimistas con el astro solar, y es la materia que posibilita gracias a su íntima radiación, que esa atracción, tenga un resultado físico palpable. De esta manera, esas tres materias, se ven envueltas en un proceso de unión, evolución y transmutación, ya que la materia, durante toda la Obra, experimenta cambios estructurales, acompañados de variaciones de color y olor. La materia viva, evoluciona, se purifica, y se convierte en un asentamiento de calidad para la recepción de energía creadora. Esa materia es conocida como Piedra Filosofal. En palabras de Fulcanelli:

“Lo que nosotros perseguimos es la condensación, la aglomeración de este espíritu en un envoltorio coherente, tenaz y refractario, capaz de arroparlo, de impregnar todas sus partes y de asegurarle una protección eficaz. Este alma, espíritu o fuego, reunido, concentrado y coagulado en la más pura, más resistente y más perfecta e las materias terrestres, es lo que llamamos nuestra piedra.”

Purificar la materia, ha sido siempre un gran objetivo compartido por científicos, filósofos, y místicos. El resultado de purificar la materia es la obtención de unos resultados, de unos efectos que no tienen lugar cuando la materia está embrutecida y contaminada por elementos que distorsionan su actividad potencial.

El Maestro Jesús transmutó su materia, su cuerpo material y lo hizo de una densidad inferior a 1gr/cm3. La densidad promedio en un ser humano es de 1’01 gr/cm3 según Krzywicki j. y Chhinn K. (1967) y con estos datos, hemos de pensar que la poca densidad corporal de Jesús era compensada por la fuerza de empuje del principio de Arquímedes.   Siendo 1 la densidad del agua podía caminar por encima de ella y flotar. Junto a esta transmutación material y atómica, tuvo lugar una transmutación energética y tuvo acceso a otra realidad, a otra consciencia.

Significaría todo esto que si por algún procedimiento químico, pudiéramos aislar   a estos 144 elementos y hacerlos entrar en el organismo en una fórmula magistral adecuada a cada caso, a cada necesidad, podríamos intervenir en el proceso evolutivo de las personas de una manera muy clara y eficaz.

No debemos horrorizarnos ante tal hecho, porque siempre ha sido así, y la búsqueda de la salud, que han preconizado la mayoría de las terapeutas, a lo largo de los siglos, ha sido esta. La materia, introducida dentro del organismo, provoca cambios físicos, emocionales y mentales. Los mismos alquimistas, han tomado su elixir, extraído de la Piedra Filosofal, para procurar una larga y saludable vida.

Esto nos trae a la memoria el pensamiento de Gurdjieff y Ouspenski, en el que se hablaba de los distintos caminos de la evolución y hacen referencia al cuarto camino. El cuarto camino es una doctrina filosófica introducida por estos autores, en la que dicen que este camino, contrariamente al del faquir, al del monje y al del yogui, no tiene una forma definida y no exige que uno se retire del mundo, que abandone todo aquello con lo que ha vivido hasta el momento. Este camino, no tiene una forma definida, ha de ser hallado y cada uno es libre de hallarlo a su manera, por lo que, si uno piensa, por ejemplo, que alguna acción, algún ejercicio, alguna manera peculiar de actuar, una pastilla o algo similar le da bienestar, comprensión o lucidez, lo puede tomar libremente, sin prejuicio y experimentarlo en plenitud.

Esta cuarta vía, en algunos aspectos muy concretos, y puntuales recuerda a la idea de la búsqueda Divina a través de la vía material, de la senda que sigue únicamente los vericuetos de la materia, la vía marcada en el Rombo como la cruz invertida. Una vía válida, pero peligrosa. Un camino andado a un solo pie, y que necesita posiblemente del otro lado, del camino de la energía, del camino de los Rayos. Entre ambos, se ha de hallar el amor, balanza y mecanismo compensatorio que puede unir una parte y otra. Estos tres caminos, el de la materia, el de la energía y el del amor, formarían ese triple equilibrio tan deseado y buscado.

El equilibrio entre la 2ªD, la 6ªD y la 4ªD estructuran la armonía del Rombo y representan la fusión de las tres partes principales de la figura: El equilibrio de la energía, el equilibrio de la materia y el punto medio del Rombo, la 4ª de la 4ª Dimensión, donde se encuentra el equilibrio perfecto entre materia y energía.

LA MATERIA Y SU ORDENACION EN LA TABLA PERIÓDICA

Dicen que la ciencia tiene como finalidad el tratar de poner orden en un aparente desorden. Para los científicos que trabajaron en el intento de ordenar la materia, esa búsqueda se complicó notablemente a partir del siglo XIX, cuando empezaron a encontrarse más y más elementos y las cosas empezaron a ser más complejas. Apareció entonces, la necesidad de hacer una tabla clasificatoria, pero eso era entonces (y ahora también) algo muy complicado.

Si hacemos un poco de historia, recordaremos que, en 1911, se descubrió que, si se proyectaban rayos X sobre un metal, estos se refractaban y tenían un poder de penetración que dependía de la naturaleza del metal. En resumidas cuentas, cada elemento, producía sus rayos X característicos. Si un rayo X atraviesa la fina malla, perfectamente ordenada y geométrica de algún elemento, se producen imágenes de difracción que corresponden a la desviación del rayo debido a la estructura interna del átomo. Se desarrolló con el tiempo un método exacto para calcular la longitud de onda de los característicos rayos X producidos por diversos metales y se hizo el importante descubrimiento de que la longitud de onda disminuía (y aumentaba la frecuencia) al avanzar en la tabla periódica. Esto vendría a decir que lógicamente materia y energía están unidas por una relación de tipo matemático.

Este dato, es vital, crucial, porque gracias a él, sabemos que en la medida que los átomos son más masivos, están unidos a radiaciones de más alta frecuencia. La frecuencia más alta se encuentra en los átomos más materiales. Citamos a Asimov:

“Ello, permitió situar de manera definitiva a los elementos en la tabla. Si dos elementos, supuestamente adyacentes en la tabla, emitían rayos X cuyas longitudes de onda, diferirían de una magnitud el doble de la esperada, debía de existir un vacío entre ellos, perteneciente a un elemento desconocido. Si diferían en una magnitud en tres veces superior a la esperada, debían de existir entre ellos, dos elementos desconocidos. Si por otra parte, las longitudes de onda de los rayos X característicos, diferían en el valor esperado, podía tenerse la seguridad de que no existía ningún elemento nuevo por descubrir entre los dos”

De esta forma, se pudo ordenar a los elementos desde el número 1 (Hidrógeno) hasta el número 92 (Uranio). Deberíamos recordar que a partir del último elemento estable (Bismuto 83), tiene lugar en la tabla periódica, la aparición de un fenómeno singular: La radioactividad. Este nombre dado por el matrimonio Curie, está relacionado con la intensa actividad que encontraron ellos en el Radio 88. Esta gran actividad que existe en el Radio y en todos los elementos activos (desde el Polonio 84 hacia adelante), hace que los átomos sean tremendamente inestables, lo que significa que no están quietos, que varían de estructura y de forma y que tienen una gran actividad intraatómica, que   les hace cambiar continuamente, dejando de ser un átomo para convertirse o transmutarse en otro, que al cabo de un tiempo se transforma, a su vez en otro.

Sabemos que el 1º Rayo y las radiaciones de alta frecuencia, se encuentran en la materia y que los átomos más complejos, más masivos, son los que son capaces de albergar a las radiaciones de más poder. Para no creernos demasiado originales, me gustaría recordar unas palabras que vienen muy al caso y que son del Tibetano:

“El Primer Rayo, es un Rayo de intensidad tan dinámica que se le denomina Rayo del destructor. Su principal potencia se encuentra en el reino mineral y la clave del misterio del 1º Rayo, se encuentra en el elemento Radio”

EL PRIMER RAYO EN EL MICROCOSMOS Y EN EL MACROCOSMOS

Llegados a este punto, deberíamos hacer una aclaración porque a veces, los conceptos suelen mezclarse y producen un poco de confusión. Según sabemos, en este momento, hay dos tipos de radiaciones cósmicas o rayos cósmicos reconocidos por la Ciencia: Por un lado tenemos los rayos cósmicos corpusculares, que son rayos de energía que se desplazan de un lado al otro del universo, que no tienen naturaleza vibratoria y que están vehiculados por una partícula (generalmente un protón), y por otro lado, existen los rayos cósmicos no corpusculares, de naturaleza vibratoria, dentro de los cuales, los más frecuentes y conocidos son los rayos X y los rayos gamma, pero que en un sentido amplio de la palabra, abarcan a todo tipo de radiaciones electromagnéticas de diferentes frecuencias que llegan del espacio cósmico. Ambos tipos de rayos, tanto los corpusculares como los vibratorios, tienen una afinidad muy grande con la materia, y los dos, van a buscarla e interaccionan con ella.

En todo este escrito, cuando hablamos de Rayos, nos referimos a los Rayos Cósmicos corpusculares, pero en el ejemplo que ha citado Asimov, se ha hablado de los rayos cósmicos vibratorios, en concreto los rayos X, que aunque comparten con el 1º Rayo el sitio de emanación y de entrada al Universo manifestado (7ª Dimensión) y su afinidad con la materia, tienen una naturaleza y unas propiedades muy distintas. Aunque los átomos más masivos son los que tienen más cantidad de 1º Rayo, todos los demás, también tienen su correspondencia. Esto, según parece, es muy evidente a partir del elemento Polonio 84, el primer radioactivo de la serie, no del Radio 88 según decía el Tibetano, pero esto es un detalle sin demasiada importancia. Lo que sí parece más relevante es que en la medida que los átomos se hacen más pesados, la mayor actividad del 1º Rayo los hace más inestables. En este punto, estaría bien reflexionar unos instantes acerca de esta acción que parece pasar desapercibida del 1º Rayo. Hemos hablado del Génesis y de cómo al aparecer este Señor, empezó a emerger la materia, a condensarse progresivamente hasta que llegó a un punto en que la misma condensación y densidad, la hizo explotar. Sabemos que en este momento de la narración, todavía estamos en el territorio de lo no manifestado, pero hemos de ver que el 1ºRayo crea densidad, y al hacerlo y crear cada vez más masa, lleva a la materia a un punto crítico en el cual la misma densidad, la convierte en inestable y explota. Este mismo fenómeno macro cósmico, se puede observar en el microcosmos de la materia manifestada. A partir del elemento 84 y hasta el 114, la materia densa se convierte en inestable. El elemento 114, el más masivo de la serie, debería ser el más inestable, pero es un elemento muy especial, que vive en la famosa “isla de la estabilidad” que marca el final de la tabla, y no es tan inestable como le correspondería. Aparte de esta magnífica y esperada excepción, los demás elementos son muy inestables, y por regla general, a grandes trazos, cuanto más masivos, más inestables.

La transmutación de un elemento pesado en uno más ligero, es un fenómeno muy conocido y que se ha observado y estudiado en todos los elementos de gran peso atómico, ya que estos tienen una característica que se llama radioactividad y que permite que su estructura y su composición, vayan variando hasta encontrar otra que sea más estable y de menor peso atómico. Un elemento, se transforma en otro mediante alguno de estos procesos:

Desintegración alfa: El elemento radiactivo emite un núcleo de Helio (dos protones y dos neutrones), el número atómico disminuye en dos unidades y el número másico en cuatro unidades, produciéndose un nuevo elemento.

Desintegración beta: El núcleo del elemento radiactivo emite un electrón, como resultado de que un neutrón se ha convertido en un protón, en consecuencia, su número atómico aumenta en una unidad, pero el número másico no se altera.

Desintegración gamma: El núcleo del elemento radiactivo emite un fotón de alta energía, la masa y el número atómico no cambian, solamente ocurre un reajuste de los niveles de energía ocupados por los nucleones.

Si partimos del Uranio 238, por diferentes procesos de transmutación, pasamos por diferentes elementos hasta el Plomo 206.

El isótopo padre es el Uranio-238; la serie termina en el isótopo estable Plomo-206. En cada emisión alfa, el número atómico se reduce en dos unidades y el número másico en 4. Cada vez que se emite una partícula beta, el número atómico se incrementa en uno y el número másico no varía. Esta característica transmutativa, se asocia solo a los elementos pesados, pero hay muchas razones de peso, y que han sido demostradas en experimentación, que aseguran que la transmutación atómica, se da también, a otra escala, en elementos de bajo peso atómico, haciendo que se vayan formando elementos más simples, más ligeros, y que den la posibilidad de formar estructuras de menor densidad.

La transmutación atómica es la base de la evolución. Pero haría falta preguntarse quién está detrás de la transmutación, que tipo de fuerza dirige a los elementos primarios a buscar estructuras con mejores simetrías, con más grados de libertad y con un menor peso. El Primer Rayo, actúa pues como el primer agente transmutador, el que da el impulso inicial para que luego, la vida creada, sienta la necesidad de evolucionar y crear nuevas formas. El, es el primero de la serie, el que rompe el hielo inerte y el que pone a todo el Universo en movimiento. Este Rayo es el que da el primer impulso de vida, el que moviliza a la materia densa y que rápidamente hace que la estructura elemental indiferenciada que aparece en la 1ªD sienta un impulso de vida, de movimiento, y que gracias a la acción posterior del 2ºR, empiece a transformar unos átomos en otros porque aparece la necesidad de buscar formas y psiquismos que transformen el átomo simple en una criatura evolutiva. Sabemos que las criaturas evolutivas, tienen la tendencia y la necesidad de ir transmutando su estructura corporal de manera que se haga más sutil y permita unos grados de mayor libertad y conciencia. Intentemos recapitular estos conceptos generales del Primer Rayo y veremos su movimiento cíclico de creación y destrucción, tanto en el microcosmos como en el macrocosmos.

Recordemos que al principio del Big Bang, gracias a la progresiva llegada del 1º Rayo, el átomo primigenio se iba haciendo más y más comprimido hasta que la misma compresión, le hizo estallar. Si hacemos memoria de las hipótesis que conocemos que hacen posible la creación en el sol de elementos primarios más densos que el Hierro, veremos que pasan por la captación de Rayos Cósmicos. Esta posibilidad teórica, permitía que se fueran creando elementos cada vez más densos.

Este proceso, permite que se vayan creando átomos cada vez más densos, pero estos átomos pesados de nueva creación están sujetos realmente a fuerzas de tipo compresivo muy grandes, que los hacen estallar y buscar a partir de ese momento, estructuras más sencillas. A este proceso de explosión controlada en el microcosmos le llamamos radioactividad. A medida que vamos subiendo en la escala de densidad atómica, la necesidad de estallar es más y más evidente, de tal manera que los átomos muy pesados apenas viven, ya que tienen un tiempo de vida media pequeñísimo. De hecho, es tal la naturaleza explosiva de estos elementos pesados que los hace estallar literalmente e irse transformando en otros átomos más ligeros.

Si la impresión es correcta, parece observarse al Primer Rayo actuando de la misma manera en el macrocosmos y en el microcosmos. En el Big Bang, este Primer Rayo, crea densidad, crea materia hasta que la misma masa, le hace explotar. En la creación de los elementos primarios masivos, los Rayos cósmicos muy energéticos, podrían ser capaces, en el mismo sol, o porque no en la Tierra, de ir produciendo estructuras atómicas cada vez más y más masivas hasta llevarlas a un punto de máxima densidad, en el que estos átomos, explotan. En ambos laboratorios (El grande y el pequeño), nos parece ver a la misma Fuerza actuando de la misma manera, pero adaptada a cada situación. Al principio, la fuerza del Primer Rayo se muestra cohesiva, contractiva, centrípeta, haciendo que la materia vaya ganando en densidad, hasta que la misma fuerza, hace que la naturaleza empiece a actuar de otra manera, y se instaura un movimiento dispersivo, centrífugo, de pérdida de densidad.

Parece que esta fuerza aprieta primero y afloja después. Es la misma fuerza, pero en la primera fase, hasta llegar la cúspide, se muestra en su faceta de unión, y en la segunda fase, cuando ha sobrepasado la cúspide, enseña su cara de separación. Siguiendo este razonamiento, y para acabar el ciclo, podríamos pensar que después de la fase de separación, se llega a un nivel mínimo de densidad, que pone en marcha el proceso de contracción. Este esquema cíclico, continuo serviría para explicar la radioactividad, la creación de elementos pesados, el Big Bang y el Big Crounch y la vida y la muerte.

Ya que sabemos que la llegada del 1º Rayo sobre Yin-Yang, produjo una fuerza cohesiva y la posterior creación, podemos pensar también (por analogía) que la retirada del 1º Rayo produzca una acción dispersiva sobre Yin-Yang y la muerte. Cuando aparece, da la unión y la vida, cuando desaparece, da la separación y la muerte. Da la vida y da la muerte. Tiene dos caras, dos expresiones y dos energías distintas. El Primer Rayo hace emerger todo del vacío, y en su momento, lo hace retroceder y regresar de donde salió. Es la expresión de la vida que cíclicamente palpita.

EL PRIMER RAYO Y SUS HERMANOS

El primer Rayo, obedece al deseo de crear. El, saca del Absoluto las manifestaciones, las mezcla y las coloca en el mundo de lo visible. Luego, necesita del Segundo Rayo, que da un poco de orden y da los principios generales y filosóficos de su creación y más tarde, precisa del Tercer Rayo, que le proporciona la concreción pormenorizada, los detalles y el movimiento necesarios. A partir de este momento, precisa del Cuarto Rayo que le da la posibilidad de expansión de todo lo creado. Pero para crear y plasmar su obra creadora, precisa de todo el apoyo de sus hermanos que están en el otro lado del Rombo. Tiene necesidad de sus hermanos materiales para ponerlo todo en el mundo manifestado y práctico. Así, necesita del 7º Rayo para absorber la manifestación y darle impulso evolutivo en el mundo material. Allí precisará del 6º Rayo que le dará fuerza e impulso a la idea general del proyecto y del 5º Rayo que creará las estructuras que necesita el 3º Rayo para poder plasmar las ideas. Y como no, necesitará también de la parte receptiva del 4º Rayo para poder asimilar e integrar totalmente ese proyecto y esos principios expansivos que venían de la otra parte del 4º Rayo.

Nuestro Primer Rayo, a pesar de ser una fuerza excepcional, precisa de la ayuda de sus hermanos. No puede trabajar solo. Este Primer Rayo crea. En sus orígenes, crea a partir del Absoluto. En nuestra vida diaria, crea de la nada, de aquellos sitios en los que no hay nada, pero cuando el aparece por un deseo, la creación se pone en marcha. El Primer Rayo, sigue al deseo y crea. Esto hace que la persona que esté muy influenciada por este Rayo actúe de una forma muy determinada. Intentaremos estudiarla para entender como es una persona de Primer Rayo.

CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS

La intención de las siguientes líneas es dar un primer paso respecto a la posible relación entre la pertenencia a un Rayo determinado y las características psicológicas que de ello se derivan. Solo eso. Es un mero trabajo introductorio, y para hacerlo, nos hemos basado básicamente en las características conocidas del 1º Rayo. Al intentar hacer un análisis de una personalidad de Primer Rayo, siempre nos preguntamos: ¿En qué se ha de parecer al 1º Rayo? ¿Qué características comunes ha de tener? ¿Cómo podría ser su psiquismo?

Resulta claro pensar que una persona del Primer Rayo estaría marcada por las mismas características intrínsecas que tiene el 1º Rayo. Podría ser una persona de gran vitalidad, con valor, sin temor, dotada de una energía y de una capacidad creativa sin límites. Sería el dinamismo personificado y seguramente tendría la misma vitalidad y empuje para abrir un negocio o para cerrarlo. Sentiría perfectamente cuando es el momento de empezar algo (una amistad, una relación, una empresa, un estudio) y cuando es el momento de finiquitarlo y darlo por concluido. La persona de Primer Rayo obedece a los ciclos naturales y los sigue. Ignora porque debe hacerlo, pero sabe que se ha de hacer. Ha de tomar decisiones y las toma rápidamente, sean importantes o no. Es una persona atrevida y los que están a su lado, pueden quedar admirados del oportunismo de sus actos, de la aparente sinrazón de algunos de ellos y a veces de la frialdad con que finaliza las cosas. Es la fuerza de la voluntad, el motor que mantiene todo vivo, sea una institución, un club o un partido político. Recordemos que el 1º Rayo, se traslada desde la 7º Dimensión hasta la 1º Dimensión. Desde el mundo etéreo de lo más alto, hasta el mundo de la forma más elemental. ¿Hay acaso algún trayecto más largo? ¿Hay quizás alguien que sea más peregrino? ¿Hay tal vez una voluntad mayor?

La persona de 1º Rayo es sin duda peregrina, de gran movimiento, con una voluntad y unas ganas de manifestarse impresionantes. Es el dirigente nato, el jefe supremo que está al frente de cualquier actividad. Cuando escribe, es enérgico y mordaz, con una gran capacidad para adentrarse en los problemas. Seguramente, le importa más llegar al fondo de la cuestión que andarse por las ramas o utilizar un lenguaje poético y biensonante. Si compone música, hace una música hermosa, con grandes efectos sonoros y corales que llenan totalmente la sala de audición. Al pintar, le agradan los fuertes contrastes, los grandes trazos, la impresión vital de la pintura. Le gusta la pintura rápida y seguramente, no le gusta demasiado la acuarela porque es demasiado sutil, tenue y aburrida. Si ejerce de terapeuta, llama fuertemente a la vida, la extrae de la fuente universal y la derrama con firmeza sobre el paciente. Cuando emprende la Gran Búsqueda, lo hace a través de su voluntad, arrebatando si es preciso el Reino de los Cielos en una acción decidida. Está más cercano a la iluminación súbita que al aumento gradual, progresivo y lento de la conciencia. Si trabaja de maestro, lo hace mediante el poderoso impacto de las ideas nuevas. Estas ideas, irrumpen de una forma totalmente nueva y total en la mente del estudiante. La intensidad, la brillantez de su teoría y de la forma de ver las cosas, va en aumento hasta llegar a un punto de máxima inspiración y lucidez. A partir de aquí, se pueden poner en duda los valores expuestos, y sus teorías irían perdiendo fuerza hasta llegar a un punto en que deberían ser remodeladas para seguir siendo válidas. El estudiante asistiría impávido y desconcertado a las explicaciones de su maestro y a sus fluctuaciones de intensidad. Pero siempre, es un maestro estimulante, emprendedor y valiente capaz de esforzarse sobre un aspecto. Es una fuerza renovadora en su hogar, empresa o nación, que construye sobre lo destruido y en esta reconstrucción, eleva toda la estructura a un nivel más elevado. Pero no todo iba a ser flores para este personaje. Su poderosa energía y su fuerte estructura psíquica pueden producir muchos efectos colaterales.

Si pierde el diapasón, todo va fuera de ritmo y es un auténtico desastre. Esta persona, siente tanto placer empezando como acabando, y eso lo hace cuando cree que ha de hacerlo, sin más, lo cual es una actitud generalmente mal comprendida y mal tolerada por los demás, pero esa falta de aceptación, al poseedor del Primer Rayo, le importa muy poco y ejecuta igualmente la acción.

Si esta persona no está bien y no tiene suficiente fuerza, nada funciona a su alrededor. Su importancia, lo puede llevar al orgullo, a la prepotencia, a la arrogancia, a la ira, a la ambición y al deseo de dominarlo todo. Una persona así es capaz de integrar lo que tiene alrededor y lo puede convertir en un instrumento de su voluntad. La gente que está en su cercanía desearía que fuera más meloso, tierno y comprensivo, pero es que esta persona es la acción pura, es la fuerza dinamizadora, el fuego y el terremoto y eso no siempre es fácil de llevar.

Bueno, hasta aquí ha dado de sí nuestro querido primer Rayo. Si supiéramos más de él, seguiríamos hablando y reflexionando sobre su naturaleza y esencia, pero parece que la cuerda, se ha acabado de momento. Después de él, vendrán sus seis hermanos e irán saliendo uno a uno a la tarima, donde hablarán de sí mismos, de su naturaleza y su función. Aprovechando esa dulce ocasión, hablaremos de ellos, de lo que nos parecen, de sus nombres y atributos, de su ubicación y de todas las ideas y teorías que nos vayan sugiriendo.

Estamos dispuestos a hablar de estos magníficos desconocidos e irlos presentando e integrando poco a poco en nuestro entorno más cercano. Familiarizarse con estas desconocidas fuerzas, no va a ser muy fácil, pero con un poco de empeño, empezarán a resultarnos muy familiares y paso a paso, con cuidado, se irán colocando dentro de nuestro vivir diario.

EL SEGUNDO RAYO

Cuando hablamos de las características del 2º Rayo dijimos:” Es el regente de la 6ªD. Es el rayo del color, del movimiento, de la forma pura del arquetipo. Este rayo vivifica y da fuerza a las estructuras moleculares, atómicas, formas primarias, ADN, por ejemplo. Cae con fuerza y se siente bien en la 2ª D.”

Como que las características de este Rayo están relacionadas con la 6ª D, sería conveniente recordar también sus características: "Luz blanca. Formas geométricas, Matemáticas. Números. Desaparición del concepto Espacio-Tiempo”

Bien, parece ser que hemos de mezclar los conceptos de Rayo y Dimensión para poder dotar de más sentido a las conclusiones a las que llegaremos, así que comencemos con ello. Para empezar, ya que en su día no se le dio un nombre específico a este Rayo, sino sólo unas atribuciones, nos gustaría empezar recordando algunos de los nombres que se le han dado a este Rayo en anteriores épocas, porque eso siempre implica   comprender con más claridad algunos aspectos de un Rayo. El encontrarle un nombre adecuado, fue para nosotros en su día un motivo importante para profundizar en el estudio de sus cualidades, además de un divertido juego de intercambio de ideas, conceptos y definiciones. Vamos con ello.

SUS NOMBRES DEL PASADO

El portador de la Luz.

Comentamos antes la importancia de la utilización simultánea de los
conceptos de Rayo y Dimensión. Bueno, aquí tenemos el primer ejercicio. El 2ºR es el portador de la luz. Sabemos que la luz blanca está en la 6ªD, donde también está el 2ºR. Él es el que está relacionado con la luz blanca. Si en la 7ªD teníamos a la manifestación de los Rayos, aquí en la 6ªD tenemos a la luz blanca, que de hecho es parecido, pero cuando ha sufrido un descenso vibratorio o una ligera materialización. La luz blanca podría ser la primera congelación de los Rayos de energía cósmica y la entrada de esta fuerza en el mundo de lo fenoménico, en el reino del Espacio-Tiempo (E-T).

La luz blanca es la primera manifestación de los Rayos, la primera manifestación de la energía, su primera aparición, la primera realidad energética palpable y mesurable. Debemos entender que la luminosidad, que expresa la radiación de luz por parte de un cuerpo es un fenómeno natural ligado a la presencia de energía lumínica radiante. Todos los cuerpos emiten luz por reflexión, es decir, que absorben luz del exterior y después de recibirla, la devuelven transformada. También los cuerpos emiten luz cuando reciben calor y también lo hacen en algunas reacciones fisicoquímicas, pero siempre emiten luz como resultado de alguna acción, de algún comportamiento. De hecho, todo lo vivo emite alguna forma de luz, ya que luz es sinónimo de vida, de vitalidad y de manifestación.

Siempre se ha asociado la luz a la verdad, al conocimiento, a la sabiduría, a la disipación del caos y a la desaparición de las tinieblas que subyacen en el error y la ignorancia. Todo conocimiento es una forma de luz, ya que aporta claridad en las zonas de percepción de las cuales hemos sido inconscientes hasta ese momento. Toda sabiduría es una forma de luz porque nos revela el mundo de significados que está detrás de la forma externa. La luz es la gran disipadora de la oscuridad. Ella barre la duda y aporta la claridad, sea visual, conceptual o filosófica. La luz es capaz de disipar la oscuridad mediante la iluminación.

Esta luz será capaz de hacer desaparecer la ilusión existente y borrará las antiguas formas mentales, los antiguos conceptos, aportando mayor claridad, mayor luminosidad, y mayor transparencia. Y, si el 2ºR es el que está vinculado a la luz blanca de nuestro Rombo personal, lógico es pensar que, si el 2ºR es poco luminoso, poco lúcido será también nuestro Rombo personal. Y si por el contrario es casi luz pura blanca, nuestro Rombo será de características similares. Como que la irradiación es una de las características de la luz blanca, es comprensible pensar también que la capacidad de irradiar depende también de este 2ºR. La luz que salga de un ser, la capacidad de irradiar o de hacerse visible a lo lejos, depende de esta luz, de este 2ºR. Él es el portador de esa luz.

El dador de Sabiduría.

En alguna ocasión hemos tenido referencias de un triángulo en el que se sustenta la evolución. Este triángulo está formado por el Conocimiento, el Amor y la Sabiduría. El Amor, la cualidad más Divina, está en la dimensión donde con más claridad Dios se manifiesta. La 4ª D, a nuestro entender, es la sede de esta maravillosa sustancia. ¿Pero dónde están el conocimiento y la sabiduría? Ambas características son diferentes y representan un tipo de visión y de interés algo distanciado. La Sabiduría, tal como la entendemos está más relacionada con ideales y pensamientos más abstractos, amplios, elevados, intuitivos, y con poca definición concreta. El Conocimiento, está en cambio, más identificado con cosas concretas, estrechas, razonadas y de mucha definición. Es lógico pues suponer que, en el lenguaje del Rombo, la Sabiduría se encuentre en la gama de los azules y el conocimiento en la gama de los rojos. El Tibetano nos habla así de esta alegoría:

“El estudioso conoce la verdad. Todo le es revelado. Rodeado por sus libros
y protegido por el mundo del pensamiento, orada como un topo y abre su camino en la oscuridad; obtiene el conocimiento del mundo de las cosas naturales. Su ojo está cerrado. Sus ojos están ampliamente abiertos. Mora en su mundo con profunda satisfacción. Detalle tras detalle penetra en el contenido de su mundo mental. Acopia las pepitas del Conocimiento del mundo, así como una ardilla almacena sus nueces. El depósito está colmado. Repentinamente, desciende una azada, porque el pensador cuida el jardín de sus pensamientos y así destruye los pasajes de la mente. Se produce el desastre destruyendo rápidamente el depósito de la mente y la seguridad, la oscuridad y la calidez de la investigación satisfecha. Todo ha sido eliminado. Penetra la luz estival y los rincones oscuros de la mente ven la luz. Nada queda sino la luz y esta no puede ser utilizada. Los ojos están cegados y el único ojo aún no ve.

Lentamente debe ir abriéndose el ojo de la Sabiduría. Paulatinamente el amor por lo verdadero, lo bello y lo bueno debe penetrar los pasajes oscuros del pensamiento mundano. Gradualmente la antorcha de la luz, el fuego de la rectitud debe consumir los tesoros acumulados durante el pasado, aunque demuestren aún su utilidad fundamental. Halla su camino hacia el aula de la Sabiduría, construida sobre una colina, no   profundamente en la tierra.”

Curiosas son las virtudes que se citan en este texto como más relacionadas
con la Sabiduría: Lo verdadero, lo bello y lo bueno. Veracidad, belleza, bondad. Este trío de arquetipos, aparecen en el texto relacionado con la llegada de la luz. Volvemos a ver una relación entre la luz y los arquetipos puros. No nos ha de extrañar nada esta relación ya que como sabemos, el 2ºR (forma pura de los arquetipos), reside en la 6ªD (luz blanca). Arquetipo es una palabra de origen griego, introducida por Anaximandro que fue quien puso en la filosofía griega el concepto de Arché o principio. “Arché o Arque” significa el principio o el primero y "Tipo" el modelo.

Así, el arquetipo es el primer modelo, el modelo original y primario. Sinónimos de esta palabra, utilizada frecuentemente en la psicología de Jung son: prototipo, dechado o ideal.

Todas ellas expresan realmente lo mismo: el primer modelo.

¿Sería licito pensar que la Sabiduría es el área de la conciencia que reúne todos los arquetipos puros? Si fuera así, un sabio, un ser de sabiduría, sabría en cada momento que arquetipo puro habría de movilizar y utilizar para el desarrollo de una acción. En su abasto, estarían todos los inicios puros de todas las cosas. Tendría las ideas primeras y puras a partir de las cuales y mediante un proceso posterior de desarrollo (3ºR) le permitirían llegar a ampliar, a desglosar y pormenorizar cada una de ellas, dando lugar ya no, a una pureza primordial de ideas, sino a una exuberancia sin límites de posibilidades combinatorias.

El Sabio dispone de esta fuente infinita de ideas puras, de arquetipos puros, de moldes primeros que le van a permitir el desarrollo de una idea. Si hay un arquetipo, este puede ser abierto, moldeado, trabajado, desarrollado; pero si no lo hay, evidentemente no es posible. Los Sabios griegos, intentaron comprender la pureza original de estos arquetipos y sabían que representaban virtudes divinas. Elogiaban y ensalzaban el valor, la piedad, la retórica, el bien, la belleza, la templanza, la justicia, la verdad, la prudencia, la amistad, la honradez y la felicidad. Todo esto son arquetipos, como también lo son el optimismo, la alegría, la humildad, la dulzura, la misericordia, la paciencia, la confianza, la pureza, la generosidad, la colaboración, la benevolencia, la fe, el respeto, la esperanza, el servicio, la entrega, la disciplina, la limpieza, la suavidad, la rudeza, la estabilidad, la sencillez, la amistad, la serenidad, la inofensividad, la versatilidad, la rectitud, la destreza, la unión, la paz, la abundancia, la hermandad, la caridad y algunas más. Y sin duda, hay muchos otros arquetipos, pero algunos de ellos no son tan
luminosos, tan amplios, tan expansivos, sino que son algo más duros. Tenemos por ejemplo el deseo personal, el prestigio, la ambición, el egoísmo, la autoafirmación
o la defensa propia. No todos los arquetipos son luminosos y amorosos.

Puede existir la idea de que, en esta 6ª D, o en el 2º R, todo es luz, pureza y que no hay sitio para el error, la incorrección y el mal. Si eso fuera así de bonito, si fuera así de
armónico, no necesitaríamos de la presencia de los señores del Karma trabajando
en este nivel. Ellos ayudan a la evolución corrigiendo errores, equilibrando arquetipos caducos o erróneos y facilitando la evolución. Su presencia allí obedece, no lo olvidemos, (y no hagamos un mito de este 2ºR) a que este Rayo puede no ser armónico. Y una idea puede no estar bien hecha, y puede no ser "luminosa", necesitando de una corrección. Abramos la mente, no nos fijemos en definiciones. Un mundo de luz, un paraíso, pero ¿no fue acaso, dice la mitología judaica, en el paraíso terrenal, en aquella exuberancia de belleza, de armonía y de amor donde apareció la serpiente e introdujo el primer arquetipo distorsionado? ¿No tiene acaso la curiosidad (que es la llave que abre las puertas a la sabiduría) un aspecto, una polaridad que puede llevar al ser humano a sobrepasar ciertos límites? ¿No puede este arquetipo estructurarse mal y ser fuente de contaminación?

Si fuera así y la persona viviera enteramente polarizada por ese arquetipo, toda su vida, todo su ser, su grado de salud y de evolución dependería de un deseo mal formado. ¿A qué estado deplorable puede llevar un 2ºR cuando funciona mal? Pensemos una cosa: Él, al igual que su hermano, el 1ºR, también es ciego y comete errores, muchos de los cuales son   modelos erróneos o   caducos   de   acción o de comportamiento, y tales formas de pensamiento impiden el paso y el brillo de la luz. Es tarea del ser humano saberlos reconocer y transformar, convirtiéndolos en formas armónicas. ¡Que maravillosa acción la de este 2ºR creador de arquetipos puros y buscador constante de arquetipos más puros aún! Hemos de ver en él, una gran movilidad, una gran tendencia de búsqueda de los infinitos prototipos. Pero debemos entender que no siente solo interés en buscar formas mentales o psicológicas, y deberíamos hacer la lista mucho más amplia y que abarcara a otras esferas, ya que también hay arquetipos para las formas minerales vegetales, humanas angélicas y tecnológicas.

¡Qué impresionante esta actividad del 2ºR!, qué diverso, qué puro, qué origen de todo, ¡qué Sabio!

El misterio Cósmico.

Lo desconocido ha sido y será siempre un misterio. Este 2ºR marca la frontera espaciotemporal y abre la puerta a la manifestación individual. Él será un gran misterio, porque reflejándose su actividad en lo manifestado, puede ser objeto de estudio, de duda, de análisis y de experimentación

La radiación de la forma.

Comentábamos antes que toda forma irradia. Toda forma tiene a su alrededor y en su interior una radiación que es el espejo de su actividad interna. Todo átomo y toda molécula, que son estructuras de la 2ªD, tienen asociada una radiación, que se encuentra en la 6ªD. El 2ºR es el responsable de esa radiación (6ªD) y de la forma que estará unida a ella (2ªD). La cualidad que podríamos llamar “interna o radiante” se expresa de una manera tangible mediante la apariencia “externa o material”.

El maestro constructor.

Este segundo Rayo, que proporciona la idea, la geometría para la plasmación de la forma pura desarrolla funciones de maestro constructor. En un fragmento de una parábola, en uno de sus libros, el Tibetano nos lo recuerda así:

"El Bendito Ser construyó un arca. La construyó por etapas y la puso a flote en el seno de las aguas. Se ocultó profundamente y su luz ya no fue vista, únicamente se vio el arca flotando. Se le oyó decir: he construido sólidamente, pero estoy prisionero dentro de mi construcción. Mi luz está oculta."

Vemos que en esta historia se nos habla de la capacidad constructora de este 2ºR, y de cómo es capaz, de esconderse en el seno de la materia. Él es luz, y su luz, su poder, su acción, se pueden poner plenamente de manifiesto cuando la estructura que le sostiene es pura, transparente, sin mácula. Si el arca, que está formada por elementos primarios (2ªD), es adecuada, la luz (6ªD) vehiculizada por el 2ºR brilla y actúa con libertad.

El gran geómetra.

La geometría es la parte de las matemáticas que estudia las propiedades y
las medidas de las figuras. Este nombre, nos hace suponer que el 2ºR es un gran conocedor de esta ciencia, o que más aún, él es la misma ciencia. La geometría está íntimamente ligada a las matemáticas y a los números, que son la expresión   concreta   de un   concepto   abstracto. Geometría, matemáticas y números, son expresiones de la 6ª D, y se hallan muy emparentadas con el 2ºR.

Tanto en la 2ªD (donde tenemos en la cristalización atómica) como en la 6ªD (donde vive la geometría sutil), tenemos el inicio de la manifestación E-T. Cuando la manifestación se empieza a dar, lo hace a través de los principios de la geometría, de las matemáticas y de las interrelaciones cuantificadas, es decir de los números. Las matemáticas y la geometría son la primera manifestación espaciotemporal de la Idea Creadora. Antes de ellas no hay nada manifestado tal como lo entendemos. Quizá más allá de ellas, está la Nada y el Todo. Cuando El Padre se manifiesta, lo hace a través de lo más sencillo: la geometría.

La geometría adimensional.

El punto es lo primero que existe. Desde el punto, aparece y se desarrolla la
geometría. Es el inicio, el arranque de la manifestación geométrica, pero aún no
existe ninguna figura. El punto es la primera manifestación de la creación, de la

geometría, el primer soplo, pero no el primer movimiento real, ya que el punto a
pesar de que tenga un cierto pálpito interno, es inmóvil y no se desplaza. Es la quietud que quiere empezar a ser, pero que aún no es, porque aún ni existe el movimiento, ni el espacio ni el tiempo tal como lo entendemos. El punto no es largo, ni alto, ni ancho, no tiene tres, ni dos, ni una dimensión. Que el punto es el inicio de la creación es una idea que no escapa a ninguna mente analizadora. Él es la base de la geometría, que es la base de la vida, y él fue la base de la creación cuando se formó un punto, un punto ígneo a partir del caos. Ese punto de fuego explotó, salió de dentro de él mismo y creó el universo. Si el punto se desplaza en un sentido, en una dimensión, (a lo largo) obtenemos la línea recta. La línea recta es una sucesión de puntos en una sola dimensión. Una línea recta de hecho no dice demasiado; puede ser muy larga o un poco menos larga, pero poca cosa más. Es muy difícil, por no decir imposible, reconocer a una línea de otra. Si, por ejemplo, tenemos delante de nosotros una línea de 8 cm. y otra de 3 cm., se nos aparecen como muy distintas, pero bastará alejar un poco nuestros ojos la línea mayor y aparecerá igual que la menor. Esta maravillosa trampa, este sencillo e ingenioso efecto óptico producido por la 3ªD que se puede desplazar en un eje totalmente desconocido para la unidimensión lineal, nos hace ver que en realidad todas la líneas son iguales ya que lo único que expresan es el primer desplazamiento de lo que se quiere mover. Igualmente podríamos pensar que una línea se diferencia mucho de otra porque está orientada de distinta manera en el espacio, pero una ligera rotación de una de las dos líneas sobre su punto central de equilibrio nos daría la imagen de la segunda. Ahora bien, en este caso, deberíamos utilizar un truco solo posible para un ser de la 2ªD, que pudiera hacer desplazamientos a lo largo y a lo alto. Estaríamos también frente a otro fenómeno óptico. El mundo de la línea recta es de una sola dimensión. Si nos colocáramos en una línea en crecimiento, no podríamos ver lo que hay a la derecha ni a la izquierda, porque eso es un dominio de la 2ªD, ni mucho menos lo que hay arriba y abajo, porque esa percepción atañe a la 3ª D. Solamente veríamos o nos encontraríamos con lo que está en línea, con el eje de crecimiento.

La línea recta aporta muy poca información (al menos aparentemente) o quizás también podríamos decir que, aunque la línea recta aporte potencialmente la totalidad de la información, está tan sumamente comprimida que apenas puede ser leída. No es que carezca de información, pero es un almacenamiento informativo tan   comprimido que es difícilmente utilizable.

Toda la potencialidad exuberante de la geometría está incluida en la línea recta, pero está manifestada en un mundo que apenas da posibilidad de existencia o movimiento de desarrollo individual, personal. En este mundo geométrico todo tiene la misma forma. No hay diferenciación de ningún aspecto. Cuando el punto, en vez de moverse en una sola dimensión (largo) se mueve en dos (largo-ancho), tenemos una figura bidimensional como el triángulo. La geometría más compleja de esta dimensión aporta ya unas   características propias y personales para cada manifestación.

En la línea estábamos en una especie de caldo rectilíneo donde todo era igual y nada diferenciado, pero aquí (2ª D), la manifestación ya es personal, particular y diferenciada.

Tenemos por primera vez la aparición de la belleza, de la simetría y de sus antónimas. La línea se ha abierto un poco y ha mostrado lo que había en estado latente en su interior. Si realizamos una proyección lineal de un triángulo y de un cuadrado sobre un solo eje y reducimos a estas dos figuras tan diferentes a una sola dimensión, veremos que desde la 1ªD (la línea) es imposible identificarlas y darles características propias como “triángulo” o “cuadrado”, ya que la geometría y los atributos que pueden emanar de ella, como armonía, belleza, complejidad, sencillez, elegancia, majestuosidad o   ligereza, aún   no   existen.  

Estas atribuciones geométricas, que cabalgan entre la forma y   el   psiquismo   y   que diferencian   a   unas manifestaciones de las otras, se presentan por primera vez en la 2ªD, pero no antes. Después de la 2ª D, aparece la 3ª D, donde la geometría interna, se libera enormemente y todas las formas comprimidas de la 2ª D, adquieren nuevos valores y perspectivas haciendo visible lo que era invisible por su propia compresión. La 3ª D es la liberación de las formas, su expansión, su desarrollo, su movilidad en el espacio.

Y todas estas características geométricas dimensionales clásicas de libertad y movilidad de desplazamiento, se han intentado representar en las características dimensionales del Rombo con el contenido que hay dentro de cada una de las dimensiones. Ya hablamos de ello al definir el concepto de dimensión dentro del contexto del Rombo, que no es equivalente al concepto dimensional clásico de la geometría.

Del Rombo comprendemos que, a más grado dimensional, la vida se expresa de una forma más libre y obedece a menos leyes geométricas, físicas o matemáticas. En la primera dimensión, la vida material se manifiesta de una forma homogénea, indiferenciada y sin dualidad. En la segunda dimensión ya tiene consistencia e individualidad. En la tercera dimensión, la vida se desarrolla perfectamente y en la cuarta dimensión se expande, vibra y difunde por todo el universo.

El concepto de dimensión en el Rombo tienes algunos símiles con los conceptos de dimensión geométrica, pero no son exactamente iguales. Como siempre, el Rombo es un símbolo que se utiliza para expresar verdades universales y que se vale de conceptos conocidos para plasmar ideas vinculadas con el crecimiento, la evolución y la libertad. No debemos fusionar completamente las ideas de las dimensiones geométricas del espacio con los conceptos aportados por el Rombo. Tienen una palabra común, pero el contenido y el concepto es muy distinto.

El 2ºR para hacer sus funciones, utiliza los elementos de la dimensión donde está, así que, para escribir las formas puras de los arquetipos, utiliza geometría. Ese es su lenguaje, y con él escribe todo. Las funciones geométricas de este Rayo han sido comprendidas por el Tibetano, que dijo de él:

“Al 2º Rayo le corresponde establecer las primeras formulaciones del plan sobre el cual deben construirse las formas, materializarse la idea y reproducirse los anteproyectos con exactitud matemática, unidad estructural y perfección geométrica. El Gran Geómetra se coloca así a la vanguardia y posibilita el trabajo de los constructores. El templo se construirá sobre la figura, la forma, la correlación de guarismos y abarcará y expresará la gloria del Señor.”

El 2º R escribe con círculos, triángulos, cuadrados, pentágonos y figuras similares. Además, domina la técnica. Él es la geometría y la matemática pura.

Platón, sabio griego, entendió esto de una manera muy clara, de tal manera que en el frontispicio de su Academia estaba grabado este consejo: “Nadie entre aquí sino es geómetra”.

La idea creadora del 2ºR se manifiesta mediante la geometría de los átomos y las moléculas. Cada forma encierra dentro de sí un ideal y un arquetipo. Deberíamos recordar unas palabras de Energía acerca de esto:

“Si miramos a nuestro alrededor, veremos la voluntad creadora actuando por doquier y en los reinos minerales a través de todas las estructuras. Pero sobre todo donde mejor comprobaremos esa voluntad de formas es en las formas cristalizadas. La ordenación perfecta de sus estructuras nos da una idea perfecta del plan de la voluntad creadora.”

Es evidente que el estudio de las formas cristalizadas es tema de la 3ªD, pero también está claro que quien da la idea de esa figura, es el 2ºR, que escribe con átomos y moléculas. La 2ª D al abrirse, origina la 3ªD, la cual es más comprensible para nosotros y mucho más asequible.

El tema relacionado con el estudio de la geometría natural, su significado y su acción sobre el ser humano es muy amplio y complicado, pero puede ayudarnos a profundizar en el tema, todo lo relativo a los sistemas de cristalización, o lo que es lo mismo, a los sistemas de materialización de los arquetipos puros. Una ligera ojeada nos hará ver que hay arquetipos bonitos y sujetos a muchas leyes geométricas, y otros más complejos, bellos y libres, sujetos a pocas leyes de simetría, de planos, y de ejes.

No ha de extrañarnos la fascinación que siente el ser humano por las cristalizaciones y la geometría, ya que ésta se encuentra en lo infinitamente grande y en lo infinitamente pequeño.

La lluvia geométrica.

Es fácil imaginar como desde las dimensiones altas se produce un estímulo sutil, fino, casi invisible que, como suave lluvia, desciende hacia la materia. Este 2ºR, como hemos comentado anteriormente, tiene unas características geométricas que no las tiene su antecesor. Desde esta 6ªD se produce una fina, rica y compleja lluvia de figuras geométricas, que son vehiculizadas por el 2ºR y desplazadas hasta el seno de la emergente materia (2ªD). Esta fina lluvia geométrica habrá de tocar a la materia y comunicarle su información y su geometría energética. La obediente materia reproducirá con toda la exactitud que le permiten los átomos, los etéreos arquetipos que transmite la luz.

El canon divino.

El canon es el conjunto de reglas, preceptos y leyes que se han de seguir. El canon es también el conjunto de reglas de las proporciones. El resultado de seguir el canon es la estética y la belleza. El 2ºR ha sido llamado así, como también el de la belleza de las relaciones. Y es que lo puro, lo divino, lo bello, lleva el sello, la conformidad, de lo canónico. Debemos volver obligatoriamente al tema de las relaciones, de las proporciones, y de los números que expresan belleza, armonía, y relación, como el número Phi. Otra vez las amables matemáticas nos hablan geométricamente de lo divino.

El imán cósmico.

Todos los átomos tienen una geometría y unas líneas de simetría. Si observamos una molécula que tenga una forma triangular, veremos que entre sus átomos se producen unos ángulos. Estos   ángulos   expresan   un   nivel   de   atracción   polar   de   las   cargas electromagnéticas entre los distintos átomos. Estos átomos quedan unidos formando unos ángulos que dependen de la combinación entre las fuerzas atractivas y repulsivas. De hecho, cada átomo es en sí mismo un imán que tiene una carga + y otra - y se comprende entonces que dependiendo de los átomos que se encuentren enfrentados, las fuerzas de atracción-repulsión sean distintas para cada caso. Con ello, tendremos que el ángulo que formarán será único, como también lo será la geometría resultante.

Si la molécula de agua tiene esta forma triangular, es porque existe un
arquetipo, una forma triangular en el mundo de lo etéreo (6ªD) que ha tenido que
ser plasmada gracias a la atracción magnética de este 2ºR. Él ha promovido la combinación, la unión de esos dos átomos. Él ha creado la forma y la geometría. Todo ha sido gracias a ese “poder atractivo” que tiene y que utiliza para poder plasmar ideas puras utilizando materia. Él hace que los átomos se unan para formar estructuras más y más complejas, que van a permitir hacer una base material y efectiva para la evolución. Él tiene ese poder de unión, de atracción, de cohesión, ese poder magnético.

El Señor de Amor – Sabiduría y el Hijo de Dios encarnado.

Tanto en los libros del Tibetano como en los de Triguerinho, se le da a este 2ºR, una característica básica, que es el Amor y Sabiduría. Desde un punto de vista espiritual, sabemos que el Amor y la Sabiduría forman un binomio que es muy distinto al de la Luz.

La Luz puede ser muy radiante, fuerte e inteligente, pero no necesariamente amorosa. En cambio, el Amor y la Sabiduría van juntas. El nombre de “El Hijo de Dios encarnado” sugiere a todos los que han recibido una educación cristiana, el nombre de Jesús. Este era llamado también el Cristo (el ungido) y en su sabia doctrina existió siempre un principio básico, un lema, repetido por él muchas veces: el Amor. Sabemos que además de ser muchas otras cosas que escapan al entendimiento y la comprensión humanas, el amor es una forma pura de arquetipo, y por ello, no erraremos si decimos que se encuentra (además de en otros sitios) dentro de la esfera del 2ºR. Y dentro de los posibles arquetipos, con toda seguridad, éste sea este el más puro. Tenemos mucha tendencia a colocar al amor en la 4ªD, pero como arquetipo puro que es, debería estar también en la 6ª D. Si fuera así, y el amor estuviera dentro de los arquetipos, ocuparía dentro de todos ellos un lugar muy destacado.

GENERALIDADES DEL 2º RAYO

El 2ºR es el Regente de la 6ªD.

Rige, es el Rey, el Amo y Señor de la 6ªD, ese es su palacio, pero sus deseos, sus órdenes se cumplen donde está la plebe. Podemos entender sus órdenes mirando las acciones y los movimientos que en su reino se dan. Su reinado se observa en los movimientos de la materia, donde átomos y moléculas plasman de una manera tangible su deseo y su vocación.

Cae con fuerza y se siente bien en la 2ªD.

No puede caer en otro sitio. El 1ºR, llamado también Rayo Creador, es el primero que aparece. Cuando llega la luz blanca y se introduce en el seno del prisma, todos los rayos, son frenados al interaccionar, al chocar, con la materia. El que tiene mayor frecuencia vibratoria y el que con más facilidad encuentra la materia es el color violeta, por esa razón es frenado y aparece o se manifiesta en primer lugar. El último en aparecer es el rojo ya que, al tener la vibración más baja, interacciona poco con la materia.

Decíamos entonces que el 1ºR, como primero que es, busca la primera manifestación de la materia y la ocupa plenamente. El 2ºR, que es el segundo en salir, se siente atraído hacia la materia, pero ya no es la materia amorfa e indiferenciada de la 1ºD, ya que ésta, ha sido totalmente energetizada por el 1ºR. El 2ºR ha de estimular la materia ya individualizada que aparece en la 2ªD. Y cae con fuerza, pero no con la fuerza que tiene el 1ºR. Hay muchísima más distancia, muchísimo más potencial entre 1ªD y 7ªD que entre 2ªD y 6ªD. La caída, no es tan grande, la fuerza de impacto no es tan impresionante.

Su acción la vemos no ya en el primer impulso de la materia que la lleva a agitarse y vibrar, sino en la creación de las formas geométricas y en la direccionalidad espacial de los átomos y las moléculas. Cuando hablábamos del primer Rayo y meditábamos acerca de donde lo podíamos localizar, la respuesta fue clara: En la materia.

Si ahora nos hacemos la misma pregunta la respuesta podría ser la misma: En la materia. La misma ley rige para los dos Rayos, la ley del desplazamiento; ambos Rayos rigen una, dimensión, pero se encuentran bien en otra, que es su simétrica.

Ambos Rayos rigen en el mundo de la energía, pero se encuentran bien en el mundo de la materia, pero... ¿de qué materia hablamos?

El 1ºR vive en la materia, y de hecho su actividad la encontramos en los elementos primarios puros e indiferenciados, en las masas de existencia pura que aún no se han podido manifestar y son por lo tanto inobservables e innombrables.

Pero si esas casi-formas primarias se van abriendo y dimensionando, llegan a formar una estructura bidimensional reconocible desde un punto de vista físico-químico. Allí es donde observaremos plenamente la presencia del 2º Rayo.

Imaginemos, por ejemplo, un trozo de cobre. En ese trozo de metal, vive por el principio de holografía la 1ªD y consecuentemente el 1ºR, estará también presente, pero más alejado de su domicilio que antes. Queremos decir con ello que el 1ºR que corresponde al Cu (cobre) se halla totalmente presente cuando el Cu aún no se ha manifestado (1ªD), muy presente cuando el Cu empieza a manifestarse (2ªD) y presente cuando encontramos al metal en una mina en el subsuelo (3ªD).

Con el 2ºR tenemos exactamente el mismo caso. Si hablamos ahora del hierro cuando el Hierro (Fe) aún no se ha manifestado (1ªD), el 2ºR está solo algo presente, pero cuando el metal adquiere una estructura atómica definida, (2ªD) se encuentra en su pleno potencial. Cuando el Fe yace en las minas (3ªD), el 2ºR también está allí, pero no está en su máxima expresión. Queremos decir que cuando estamos contemplando un sistema cristalizado (3ªD), con su geometría macroscópica, (que es una evolución de la microscópica) estamos viendo la belleza del 2ºR, pero no la podemos percibir claramente, ya que ese no es su mundo de manifestación, esa no es su dimensión adecuada. Así y todo, si éramos capaces de analizar la presencia del 1ºR en los elementos primarios por su masa, podremos discernir acerca de la presencia de este 2ºR en estos mismos elementos por su forma, por su geometría, y por su sistema de cristalización.

FUNCIONES DEL 2º RAYO                    

Intentaremos hacer una ligera ampliación de los conceptos ya conocidos:

Rayo del movimiento.

El estudio del movimiento se basa en dos parámetros y estos son el espacio y el tiempo, ya que como sabemos, una de las características más importantes del movimiento es la velocidad y esta se obtiene de la fórmula:

Velocidad = Espacio / Tiempo

Sabemos que esto es cierto, pero posiblemente esta fórmula sería más cierta si se considerara que además existe otro tercer factor, que es tan necesario como los otros dos para que tenga lugar el movimiento. Este factor decisivo es la materia. Si no hay materia, no hay espacio, ya que el espacio es un valor que habla de la separación o distancia que existe entre dos cosas, entre dos agrupaciones materiales.

Resulta claro que si no hay materia no hay nada entre ella y por lo tanto no hay espacio y si no hay espacio no hay posibilidad de que sea recorrido en ningún tiempo tal como entendemos tradicionalmente el tiempo. Materia, Espacio y Tiempo van unidos de la mano, son inseparables.

El movimiento depende de la materia y quizá más exactamente de la manifestación de la materia. En la 1ªD y 7ªD no hay materia entendida como tal y por tanto allí no hay espacio ni tiempo tal como lo entendemos. Pero son conceptos muy diferentes. La materia de la 1ª dimensión no es palpable, es apenas una semilla de lo que será y el tiempo como tal es una pulsación, pero no es lo que entendemos como tiempo porque no hay espacio por donde desplazarse. En la 7ªD, la materia está tan expandida que no existe como tal y el tiempo está tan extendido que tampoco es mesurable.

Pero desde la 2ªD hasta la 6ªD hay materia, hay espacio y hay tiempo. En cada dimensión, el Tiempo es distinto, pero existe en cada una de ellas. Debemos ver que la entrada del movimiento tiene lugar en la 2ªD y en la 6ªD. En estas dimensiones debemos reconocer el pálpito del 2ºR, que como sabemos rige la 6ªD, pero se encuentra bien en la 2ªD.

Este 2ºR es la puerta del movimiento, la puerta de la manifestación, de la materia, y de la energía. Aquí empieza la creación a oscilar, a moverse y a ir en los grandes sentidos: arriba o abajo, delante o detrás, izquierda o derecha. Empieza la posibilidad de ir quizás demasiado alto cuando no conviene tanto, o de ir demasiado a la derecha cuando no es necesario que sea así. Empieza a entrar la oscilación, la polaridad y comienza a entrar al mismo tiempo la posibilidad del error y la de la consiguiente corrección evolutiva (Karma). No nos extrañemos del poder de este gran Señor. Él es el movimiento, él lo controla y lo domina.

Rayo del color.

El concepto tradicional del color aparece en el esquema inicial del Rombo en la 5ªD:

"Formación de colores, sonido, cuerpos celestes”.

“Combinación de luz, sonido y dimensión en el espacio".

Vemos que el color se origina aparentemente en la 5ªD, entonces ¿Cómo entender que, si el color se forma en la 5ªD, el 2ºR (6ªD) sea nombrado “Rayo del Color”?

Para resolver este enigma, esta característica del 2ª Rayo, la hemos de entender desde un punto de vista filosófico. El 2º Rayo, es el que da como sabemos la primera forma, la primera identidad e individualidad. El Color, junto con la Forma es lo que define y separa y diferencia un objeto de otro. Este Rayo, es el principio diferenciador, el final de la homogeneidad y el inicio de la separatividad e individualidad. El color es una característica propia de cada situación, de cada objeto y es un reflejo de su naturaleza interna. El color es una información íntima, profunda, que surge de lo más hondo, de lo más recóndito, de lo más puro y es lo que nos habla de la íntima esencia de un ser o de una situación. Cuando vemos a un objeto cualquiera, apreciamos su color particular. Ese color que vemos es el color que refleja de la luz que recibe. Y lo hace porque ya no lo necesita para su evolución, puesto que su esencia, su luz propia ya es de ese color, y por eso no lo recoge y lo entrega de nuevo reflejado al mundo para su utilización. El color define al cuerpo.

Da la forma pura del arquetipo.

Antes lo hablábamos y decíamos que la palabra arquetipo era un sinónimo de primer modelo. La forma más pura, más primigenia de toda existencia se halla aquí, porque sencillamente, más allá del 2ºR no hay nada concreto manifestado aún. El 2ºR es lo primero, lo arcaico, el arqué. Él es la forma pura a partir de la cual se desarrollará con mayor amplitud la idea, pero él es el primero en dar formas.

Luego le tocará el turno de acción al 3ºR, el cual desarrollará y ampliará con energía todos los modelos primarios, produciendo un sinfín de posibilidades más concretas aún.

Vivifica y da fuerza a las estructuras atómicas y moleculares.

¿De qué está hecho el átomo? ¿Qué es lo que lo estructura? Átomo es una palabra griega que viene a significar algo así como incortable o indivisible.

Este concepto ancestral, no significa realmente que el átomo sea la unidad más pequeña de la materia, ya que hoy en día sabemos que está hecho por partículas más pequeñas que son llamadas partículas subatómicas.

Las más conocidas son los electrones junto con los protones y neutrones. Estos últimos, a su vez, está hechos de quarks y seguramente de partículas mucho más sutiles no descubiertas aún por la física. Pero, prosigamos con la segunda parte de la frase, que dice también:

“Da vida y fuerza a las estructuras moleculares”

Bien, quizá hemos de recordar ante todo que es una molécula. Una molécula es una estructura formada por átomos. Ahora bien, esta unión de átomos se puede realizar con átomos iguales o diferentes.

Es decir, dos átomos de hidrógeno se pueden unir y formar una molécula de
hidrógeno (H2). En el caso del hidrógeno, sucede que, al tener un sólo protón, dispone como todos sabemos de un solo electrón en su primera órbita, que está capacitada para albergar a 2 electrones. Sucede con ello, que el Hidrógeno tiene por naturaleza una sensación de falta de plenitud, y ha de cubrir ese déficit de alguna manera. Si se une consigo mismo, nuestro elemento completa su órbita y se estabiliza. Esta unión le da al Hidrógeno una estabilidad y permanencia que no tenía antes. Hay naturalmente, otras posibilidades, que incluyen, por ejemplo, el hecho de no juntarse consigo mismo. Se trata en este caso, de dos átomos distintos, pero que tienen la misma necesidad, la de completar su estructura electrónica para adquirir una cierta estabilidad.

Sabemos que los electrones se disponen en capas y que cada capa o nivel tiene un límite máximo de carga. Esta capacidad máxima viene dada por la fórmula: C= 2·n2

Es decir, que la primera capa, o capa K, tiene una capacidad de: C = 2·12. Es decir, dos electrones. La segunda capa, o capa L, tiene una capacidad de: C = 2·22 es decir de ocho electrones. La tercera capa, o capa M, tiene una capacidad de: C = 2·32 es decir de 18 electrones. Entonces, en el ejemplo que nos puede interesar, el de una molécula heterogénea, por ejemplo, la del Ácido Clorhídrico (CLH), tenemos un átomo de Cloro unido a un átomo de Hidrógeno. Analicemos esa molécula. El Cloro tiene Número Atómico 17. Es decir, tiene 17 protones y también 17 electrones. Sus electrones, están dispuestos de la siguiente forma:

                                                                          Capa K                   Nivel s            2          Total 4

Nivel s            2

Capa L           Nivel p            6          Total 8

Nivel s            2

Capa M          Nivel p            5          Total 5

Nivel d            0

De esto, se observa, que la capa más exterior, (la M) en el nivel p tiene 5 electrones. Este nivel, está preparado para cobijar hasta 6 electrones, así que, si consiguiera tener 6 electrones, el nivel más exterior quedaría completo y el compuesto sería más estable. Este problema quedaría resuelto si apareciese un Hidrógeno por ejemplo y cediese un electrón. El nivel p quedaría con 6 electrones, la capa M con 8 y el cloro estaría completo y en equilibrio.

Bien, resumiendo, ya tenemos otra molécula. Es la molécula de CLH. Este
compuesto, está formado, estructurado por dos átomos distintos, que forman su
estructura molecular.

Este tipo de organizaciones más complejas están también siendo estimuladas con “vida y fuerza” por el 2º Rayo. Estamos aún en los albores de la vida, en las primeras estructuras sencillas.

A partir de aquí, como ya ha venido sucediendo, las uniones y combinaciones entre átomos son cada vez más complejas. Ahora empiezan a aparecer los aminoácidos, que cuando se unan, originarán las proteínas. Sólo nos faltarán algunos hidratos de
carbono, algunas grasas y parece que todo esté preparado para que aparezca lo que entendemos como vida orgánica. Hablamos de átomos, moléculas y parece que todo esto sea ajeno a nosotros, pero es que estas estructuras, están integradas en nuestro cuerpo. Ellas son las unidades estructurales del organismo. Son nuestra base, nuestro sostén. Estas unidades no están muertas, no son inertes. Están vivas, y están hechas de Materia, de Energía y la conciencia les es inherente.

Recuerdo ahora una conversación real que tuvo lugar entre un jefe indio centro americano y un joven de la tribu que había bajado de las montañas y había conocido y vivido en la civilización. El jefe, le preguntaba si conocía la diferencia básica entre el hombre blanco y su pueblo. El joven, no supo que contestar, así que el líder, le aclaró la cuestión:

- El hombre blanco, piensa que todo está muerto.

- Nosotros, pensamos que todo está vivo.

Volviendo a nuestro ejemplo, podríamos considerar erróneamente que los átomos están muertos en cierta manera, ya que siempre están allí y parecen no hacer nada, pero eso no es cierto y todos sabemos que especialmente algunos átomos buscar evolucionar y se transmutan en otros. Tenemos la evidencia experimental de que, en el interior de los seres vivos, plantas y animales, existen transmutaciones biológicas. Los átomos, evidentemente, no están muertos y pueden evolucionar hacia estructuras diferentes. Estos procesos de crecimiento, de unión y transmutación están regidos por el 2ºR, que puede hacer que un átomo evolucione hacia estructuras de mayor complejidad.

Las estructuras más sencillas, con más leyes rígidas y con menos movimiento se encuentran en las dimensiones inferiores y las estructuras más libres, lo están en las dimensiones superiores. El 2ºR es capaz de producir ordenamientos subatómicos para que un determinado átomo o molécula, evolucione por un sendero u otro. Él dirige las formas para que se puedan representar y plasmar a los arquetipos cambiantes de la 6ªD. Y es que no debemos pensar que los arquetipos de la 6ªD son fijos, ya que, aunque están potencialmente todos allí, no están todos presentes en la misma unidad espacio temporal. Así, puede suceder que, en un momento determinado, un arquetipo que ha estado funcionando adecuadamente, deje de ser útil y deba ser reemplazado por otro.

En ese momento, el 2ºR debe cambiar de actividad dentro de la 6ªD y reordenar así a las moléculas existentes en la 2ªD. Él tiene la capacidad necesaria para hacerlo y lo hace.
El dirige las formas, las orienta y les da vida. Él es el que hace buscar las formas más adaptadas a la necesidad de la idea y también y, por si fuera poco, da a la criatura la necesidad de crear psiquismo. ¿Qué impulsa a un átomo a buscar a otro para unirse sino es una mayor estabilidad, una mayor complejidad, una mejor posibilidad de realizar sus funciones, de evolucionar y de crecer hacia la plenipotencialidad?

Ese motor, esa fuerza oculta es el 2º Rayo que hace buscar la forma pura del arquetipo y para ello actúa sobre átomos, moléculas y formas primarias. Ese motor de la evolución tan interesado en la geometría y al que se ha tenido por bien llamar de tantas maneras es el Gran Geómetra. Una forma que puede ser hecha con algún objeto material, responde a una idea, a una imagen que se tiene y que se ha querido plasmar. Antes de hacer un edificio, primero hay que proyectarlo, dibujarlo, y luego hacerlo de verdad, darle forma.

Hemos de partir del hecho de que existe una fuerza que busca crear una
molécula determinada, porque necesita una geometría precisa, una forma exacta.
Esta fuerza es capaz de buscar a su alrededor lo que necesita y hacer posible que
se dé una unión entre dos átomos para que se cree una estructura determinada. Al parecer ser, esta fuerza actúa dando la necesidad de una búsqueda para llegar a
una forma que cubra las necesidades del momento. Sabemos que cada situación
energética tiene necesidad de un soporte, de una estructura y una composición
atómica distinta. Este 2ºR conoce la idea a desarrollar, conoce el arquetipo a plasmar, y lo realiza valiéndose de la 2ªD, donde se encuentran átomos y moléculas, las formas más elementales, más sencillas donde podrá escribir ese mensaje, donde podrá dibujar “en piedra” esa idea primera.

Este 2ºR, conocedor de las ideas, de las necesidades, ha de plasmarlas y sabe cómo hacerlo. El habla a los átomos y a través de su poder de unión, de combinación, los hace ensamblarse para una finalidad precisa. El mantiene la coherencia, la cohesión de una estructura mientras sea preciso. Si en un momento, esa estructura ya no es necesaria, el 2ºR buscará otras formas que cumplan mejor la función. Para ello, deberá deshacer las formas anteriores, haciendo desaparecer las fuerzas físicas de enlace anteriores y poniendo otras, que harán que donde había un átomo A unido a uno B, tengamos un átomo A unido a uno C. Podríamos decir que él produce, mantiene y deshace la unión de las polaridades.

Esta ley de atracción y repulsión, que es hasta cierto punto comprensible para las estructuras minúsculas, debe tener una cierta transpolación para macroestructuras como el ser humano concebido en su totalidad. Así, es posible que en vez de hablar de la unión de los átomos A y B, habláramos de la unión de Antoni y Bernard. Así, en un momento dado, Antoni y Bernard, han de reunirse para formar una molécula grupal, ya que, en ese momento, necesitan de esa unión, de esa atracción para formar una estructura capaz de albergar una fuerza precisa. Pero si una vez ya realizado e integrado el ideal, se necesita otro, es posible que nuestro Antoni sienta una falta de interés atractivo hacia Bernard y decida unirse a Carles, por lo que tenemos con toda seguridad el final de una asociación y el inicio de otra.

Con esto sucede que la geometría íntima de la persona varía y que, por consiguiente, adquiere si se nos permite la licencia poética otra figura geométrica. El individuo A ya no es un cuadrado, sino que es un pentágono, y entonces no entrará en resonancia con un octógono (individuo B), sino que lo hará con un decágono (individuo C). Esta fórmula geométrica de resonancia hace que dos individuos “conecten y resuenen” en una época determinada y no en otra. Hay, en definitiva, una necesidad geométrica en la búsqueda de las relaciones.

Todo arquetipo puro, necesita de una forma y toda forma o todo organismo grupal humano, por su constitución, es capaz de albergar un tipo particular de idea y no otro. Curioso agente este 2ºR, capaz de producir los cambios más profundos, más internos e íntimos en el ser humano. Él es el responsable de la primera manifestación del ser vivo, es decir de su estructura y de la actividad psíquica de la misma. Él es el gran agente transmutador.

Estimula el ADN.

Avancemos un poco más y analicemos otra manifestación: Tenemos en esta 2ªD, además de lo anteriormente expuesto, otras aglomeraciones moleculares muy importantes, como por ejemplo, el ADN. Es una molécula larga, compleja, en la que hay elementos primarios, azúcares, pero mucho más... porque el ADN no es una molécula suelta. Está dentro de las células, convenientemente protegida por proteínas y grasas. Si hablamos de ADN, tenemos que hablar de células, ya que están en un nivel parecido de organización y de complejidad.

Pero es que, si hablamos de células, también estamos hablando de organismos unicelulares o con muy pocas células. El hecho de que esto sea así y de que para una transformación profunda del ser humano se haya de ir al mundo de la 2ªD, hizo que evidentemente, se hablara en su día de la gran fuerza alquímica que tiene un antibiótico. Éste, (bien utilizado) hace una función de limpieza del ADN celular. Libra a las células de importantes agentes contaminantes, como bacilos y bacterias y todo eso es mucho. Reconozcamos el gran valor que han tenido y tendrán estos preparados, que han permitido entre otras cosas elevar la esperanza de vida en bastantes años. Aunque sean tridimensionales, su lugar de acción, como el de todos los fármacos es a nivel de 2ªD. Existen sistemas de almacenamiento de la información mucho más primarios que el ADN, como la geometría misma de los átomos, y eso significa que puede haber estructuras atómicas que pudieran ser consideradas ya como “seres vivos”, capaces de almacenar información y experiencias, con posibilidad de sentir dentro de sí el deseo evolutivo, y de realizarlo correctamente o no.

Tenemos dentro de nosotros, un recuerdo de toda la evolución, de todos los pasos que se han dado para llegar hasta donde estamos y en cierta manera de todos los microorganismos (virus, bacterias, hongos) que han trabajado y lo siguen haciendo para ello.

Recordemos que estos pequeños trabajadores, sintetizan vitaminas, minerales, moléculas complejas e intervienen de una manera tan potente en nuestro estado metabólico interior como posiblemente no nos podamos hacer una idea. Estas primeras formas de vida, en definitiva, hacen la primera manipulación de la materia y la más profunda. Más no quisiéramos perder el hilo, no quisiéramos alejarnos de la fuente primordial. Todos estos microorganismos están siendo activados en sus funciones y también a buscar nuevas formas en su evolución por el 2ºR. Él es, en definitiva, quien controla este crecimiento y este mundo. El ADN, que se encuentra en la 2ª D, registra toda la evolución. En él, está escrita toda la información del ser humano. No tan sólo como se fabrican proteínas, sino, cómo se piensa, cómo se actúa y cómo se ve y siente la vida. El ADN almacena pues, además de información bioquímica, todos los datos de la bioconciencia. Él es el registro evolutivo y en él está también la posibilidad de modificar los distintos estados evolutivos que coexisten inter penetrados en el hombre. Las ideas de la evolución y los pasos correctos que hay que dar se encuentran escritos allí. Sabemos que todos prototipos genéticos se encuentran escritos en la Ideación Divina. Y, además, como que sabemos que la 4ªD es la sede de la I.D, es fácil hacer un silogismo y pensar que quizás el ADN está en la 4ªD de la 2ª D. En el mismo centro de la segunda dimensión. Además, la estructura simétrica de doble hélice de esta molécula, con un eje central de simetría, encuadra también en esta posibilidad simétrica que otorga la 4ªD. Esto significaría que todos los cromosomas se podrían poner en la 4ªD (dentro de la 2ªD). Y si abrimos a la vez la 4ªD (dentro de la 2ªD), deberíamos poder colocar las 23 parejas de cromosomas. ¿Cómo lo haríamos? Siguiendo el esquema habitual, empezaríamos a colocarlos desde los cromosomas más masivos y densos a la izquierda (1ªD) y los más ligeros a la derecha (7ªD). Pero todo esto es una hipótesis y un tema de estudio muy complejo, así que, lo dejaremos para otro momento.

El ADN es una estructura compuesta por átomos y moléculas. En verdad hay que decir que está compuesto por un número relativamente corto de estas estructuras, pero en su caso, no es el número de moléculas lo que le da la importancia, sino la capacidad que tiene de almacenar datos mediante esas moléculas.

El ADN está allí. Sabemos que es algo más que una fábrica de proteínas. En él
está la historia de la humanidad desde un punto de vista metabólico y evolutivo. Es
un almacén de recuerdos y de posibilidades. Tiene ficheros abiertos que funcionan
bien y otros que lo hacen mal. Hay además ficheros que no han sido abiertos todavía
y que podrán ser utilizados más adelante.

Pero todo esto, está escrito en un doble lenguaje. Por un lado, tenemos la disposición de las bases a lo largo de la cadena del ADN dentro de los cromosomas en una secuencia que hoy en día los biólogos intentan descifrar. Es el conocido proyecto Genoma que intenta averiguar detalladamente la secuencia de las bases, para hacer una cartografía cromosómica y poder así saber las funciones de cada trozo de cromosoma.

El proyecto genoma tiene como final secuenciar las bases del ADN cromosómico.
Se trata, en líneas generales, de encontrar la disposición, la secuencia que tienen las bases dentro de la cadena genética. Si se descubren anomalías en este orden y se comparan con enfermedades que presenta el portador de estos cromosomas, se puede hacer un intento de aproximación entre los errores en el código y las enfermedades detectadas. Este ambicioso proyecto de cartografía cromosómica estará finalizado dentro de unos cuantos decenios y abrirá las puertas posiblemente a   una   nueva   medicina. Pero un proyecto así, aunque revelará muchas cosas en cuanto a la localización de la fabricación de proteínas, no dirá por qué un sector aparentemente sano, con una secuencia correcta de bases funciona con más o menos intensidad.

Queremos decir con ello que, si en la primera porción del cromosoma 4 se fabricara la proteína X, si contáramos la producción de ese producto en un grupo de personas, obtendríamos seguramente niveles variables. ¿Por qué?

El código genético (la sucesión de las bases) estaría intacta en todas las
personas, pero unos tendrían esa sección del cromosoma más estimulada que otros.
Quizá ello se debiera a que hay algunos mecanismos que controlan la
actividad de ese segmento. Una hipótesis es que quizá exista un centro controlador
de esa actividad en una zona en la que no hay bases, concretamente en la zona
central, donde están los enlaces de Hidrógeno. Bien... y ¿quién controla a esa
zona?

Control es sinónimo de manipulación, y ésta a la vez, lo es del binomio estimulación - sedación y esa es una función del 2ºR, que estimula (o no) al ADN. Este puente central de hidrógeno está situado en la mitad, en el centro de las bases, en un espacio sutil, donde aparentemente casi ni hay materia. Sólo energía. ¿Podría este centro que es una especie de eje balanceador, al menos desde el punto de vista masivo, convertirse en un controlador de la actividad de las bases que tiene a izquierda y derecha?

Si fuera así, si el centro tuviera la capacidad de controlar la actividad de los extremos, estaríamos ante un centro controlador, y si controla es porque sabe cuál es el rumbo exacto, porque conoce la idea y la puede plasmar activando o desactivando la pareja de bases. Si fuera esto así, tendríamos que este enlace de Hidrógeno actuaría como lo hace   el 4ºR (el   juez).

Da la necesidad de crear formas y psiquismo.

El 2ºR, es un gran estimulador de lo vivo, pero con alguna finalidad más que la solamente estimuladora.

El 2ºR quiere plasmar un ser, una vida y para ser, hay que tener alguna forma, alguna estructura que lo diferencie, que lo personalice y que lo saque del anonimato informe. Él es el inicio de la individualidad y para ello hay que tener una forma que de soporte a una conciencia. Él crea la necesidad de la forma y del psiquismo. Es el motor de la evolución. Es el gran motor de lo manifestado, de lo que ha empezado tímidamente a manifestarse. Él es el estímulo del soporte elemental de la vida. Él es el estímulo inicial de la forma y de la conciencia.

ANÁLISIS DEL 2º RAYO

¿Acaso todas las partes del 2ºR tienen la misma función? ¿Todos los subrayos del 2ºR trabajan en el mismo sitio de la 2ª D?

Si separamos a los 7 subrayos del 2º Rayo y a las 7 subdimensiones de la 6ªD y los relacionamos con sus homónimos del 6º Rayo y la 2ªD, veremos las relaciones que se establecen entre ellos.

Los subrayos del 2º Rayo y las subdimensiones de la 6ªD

Figura. Los subrayos del 2º Rayo y las subdimensiones de la 6ªD

De este esquema se deduce, por ejemplo, que el 7º Subrayo del 2Rº (7SRº-2Rº) estimula las estructuras de la 7ªD dentro de la 2ªD (7ªSD-2ªD). Y, que por seguir con el ejemplo el 1º Subrayo del 2Rº (1SRº-2Rº), estimula las estructuras de la 1ª D dentro de la 2ªD. (1ªSD-2ªD). Tenemos otra vez el mismo principio: lo sutil penetra lo grosero, y los
subrayos sutiles, penetran las subdimensiones más materiales o groseras.

Nuestro 2ºR, dependiendo del nivel desde el que actúe, es capaz de hacer desplazar hacia la parte grosera o la parte sutil a los elementos de la 2ªD. Según la necesidad, los hace condensarse o volatilizarse. Pero, además, si consideramos que el tiempo va unido a la materia, veremos que, si la materia se transmuta, el tiempo también, por lo que este 2Rº, además de todo lo que haga con la materia y el espacio, puede hacer variar la percepción del tiempo. Hemos visto que el lenguaje de la 6ªD es geométrico y que el 2º Rayo que de allí emerge, es capaz de ordenar átomos y moléculas en la 2ªD. Si somos coherentes, veremos que la exposición o la integración de una forma geométrica, tiene efectos en la 2ªD. Las figuras tienen, como 2ºR que son, la capacidad de crear líneas de transmutación atómica en un sentido u otro. Sabemos que los pensamientos están hechos de materia fluida. pero como materia que son, tienen forma geométrica. Y esta forma, es capaz de incidir sobre la materia como lo hace cualquier forma. Eso, mirémoslo bien, hace que los pensamientos, su belleza, perfección, simetría y demás valores, tengan ubicación en el 2ºR y que, por lo tanto, sean capaces según su frecuencia vibratoria, de incidir en las moléculas, provocando transmutaciones en un nivel u otro.

La base de la transmutación está en el nivel de la 2ªD, donde se hallan átomos y moléculas. Este es el nivel más profundo que puede alcanzar y donde lógicamente se pueden dar los cambios más espectaculares. Para observar la transmutación de unos elementos en otros, hemos de observar como los subrayos del 2ª Rayo, van actuando en las distintas subdimensiones de la 2ª dimensión.

El movimiento del 2ºRayo y el ascenso de los elementos primarios

Figura. El movimiento del 2ºRayo y el ascenso de los elementos primarios

El 1º Subrayo del 2ºR llega a la 1ª subdimensión de la 2ª D y produce una estimulación haciendo que la materia varíe y ascienda llegando a la 2ª subdimensión. Por consiguiente, si ha variado la materia, ha variado la energía unida a ella. Cuando el 2ºR, en su sed de materia, vuelva a buscarla, no la encontrará allí donde la dejó, porque ésta se ha desplazado algo en su evolución hacia zonas más sutiles. Será entonces el 2º subrayo quien deberá actuar sobre la 2ªsubdimensión de la 2ªD y en su acción, si ésta es efectiva, se producirá de nuevo un desplazamiento hacia una subdimensión más elevada.

Cuando la materia llegue a la 4ª subdimensión, los elementos primarios recibirán el estímulo del 4ºsubrayo. Posiblemente aquí, haya un punto muy importante porque implica un salto energético considerable. Cuando hablamos del 4ºR siempre hablamos del juez, que considera si las acciones han sido correctas o no. A menudo repetimos esta frase: “Él decide qué es lo que pasa y lo que no.” En sucesivos pasos de ascenso, la materia puede llegar hasta la 5ª subdimensión y en este paso, veremos que para que la materia pueda seguir ascendiendo y sutilizándose, precise del 5º subrayo quien ya encarna la parte grosera del 2º Rayo. A partir de aquí, cada vez, la materia para seguir ascendiendo necesita de la parte más grosera del 2º Rayo.

Estos elementos primarios en su evolución ascendente van a necesitar de la energía de baja frecuencia del 2ºR para seguir adelante. Como decía la frase: “para subir al cielo se necesita de la tierra”.

Una vez la materia ya ha llegado a la 6ª subdimensión, los elementos van a ser activados por el 6ºsubrayo, que paulatinamente los elevará hacia la 7ªsubdimensión, donde son de nuevo estimulados por el 7ºsubrayo, que los llevará hasta la frontera límite que separa toda la 2ªD de la 3ªD, donde ya se encuentra el universo visible y todos los reinos de la naturaleza. Llegando a este punto, la pareja de baile ya no se da primordialmente entre 2ºR y 2ªD, sino entre 3ºR y 3ªD, pero eso es ya otra historia.

La vida es evolución y esta consiste en poder realizar transferencias energéticas de forma continuada de un nivel a otro. El registro de la historia, el momento presente y las posibilidades futuras se hallan escritas en el código genético. El   emerger   a   un   estado   de   funcionamiento   biológico   más   complejo   está íntimamente ligado a la estimulación de informaciones presentes en el ADN y a la inhibición de otras tantas. El movimiento energético de esta molécula receptora de información es la clave de la vida y de la evolución.

2º RAYO. CARACTERISTICAS PSICOLÓGICAS

Hemos hablado frecuentemente durante la exposición de este 2ºR de la Sabiduría. Y esta cualidad la podríamos relacionar con el individuo de 2ºR. Pero deberíamos entender esto como una curiosidad, un interés, un enfoque hacia el saber puro, hacia la filosofía pura, hacia la religión pura, hacia la matemática pura, hacia la verdad absoluta.

Y no debería extrañar la palabra Absoluta, ya que debemos recordar que estamos en la 6ªD, y es en la 7ªD donde tiene lugar la entrada desde el Absoluto de los Rayos
de energía cósmica. Estamos muy cerca del Absoluto, estamos en un sitio donde el Absoluto empieza a manifestarse de una manera palpable, y su manifestación ha de estar revestida aún con el ropaje de lo Infinito, de lo Absoluto. Las ideas, los pensamientos aún no se han diferenciado bastante, aún no están tan desmenuzados, ni son tan ricos, especializados y exuberantes como en la 5ªD (3ºR).

De aquí, de esta situación, podría surgir ese interés, esa necesidad que existe en todo filósofo de buscar la unión de las cosas, la síntesis de lo
manifestado, la sabiduría omniabarcante, la verdad absoluta. Una persona de 2ºR está en contacto con las grandes ideas, con los ideales, los asimila, los vive y los
integra. Tiene además capacidad para reconocer a los acompañantes del sendero, ya que puede entrar muy profundamente en el análisis profundo psicológico de las
personas y reconocer de una manera que podríamos llamar intuitiva sí coinciden en la línea de avance evolutivo. Vive esta persona en contacto con los ideales puros emanados del Absoluto, pero... ¡ah! triste humano es aquel cuya sed del Absoluto es tan grande que en cada suspiro suyo viaja un anhelo de lo Eterno.

El Absoluto es absoluto y el que tiene sed de él, por más que beba, nunca se sacia. En palabras de Machado...

            Ay de aquel sediento

           que llegando a la fuente dice:

           la sed que siento
           no me la quita el beber.

El estudiante que pertenezca a este Rayo estará siempre insatisfecho de sus realizaciones, ya que su mente siempre estará dirigida a lo más alto. Sea del oficio que sea, tendrá una sabiduría innata para ver los problemas con amplitud, con sabiduría, con una visión general de todo el entramado. Podrá hacer ver a otros el verdadero punto de vista.

Si es militar diseñará campañas inteligentes, pero siempre apoyadas con la intuición profunda. Si es artista, se sentirá atraído por la geometría, por lo abstracto, por lo luminoso y por la expresión pictórica de la filosofía y de las verdades profundas. Sus creaciones estarán llenas de símbolos arquetípicos.
Si es escritor será profundo, hábil con el manejo de las grandes verdades, de los hondos conceptos que hará llegar con facilidad y sencillez a los lectores.
Si fuera médico intentaría conocer a fondo el funcionamiento último y absoluto del organismo. Su medicina estaría entroncada con la profunda filosofía y las grandes verdades. Se sentiría atraído a utilizar formas geométricas como átomos o moléculas dentro del proceso terapéutico.

Una persona del 2ºR, se acercaría al sendero a través de un estudio profundo y muy interno de las enseñanzas, hasta que se convirtieran en una especie de regla espiritual y no en un conocimiento meramente intelectual.

Toda esta dedicación al estudio, a la verdad, a la filosofía, puede hacer que esta persona se polarice demasiado en este sentido y se vuelva un ser algo abstraído, meditativo y poco comunicativo.

Su intuición ha de ir acompañada de inteligencia para que su personalidad sea más estable. Debe también comprender que no todo el mundo tiene esa gran capacidad filosófica y sintética; sino lo hace, puede sentirse “superior”.

Curioso y profundo nuestro pensador griego. Idealista, hombre de principios y de grandes verdades universales.

Ven, desciende a la tierra de los hombres y de la manifestación terrenal. Danos tu sabiduría, ilumínanos e infúndenos tu amor por lo verdadero, lo bello y lo real; y así nosotros haremos que lo más material del ser humano y su vida diaria estén impregnados de tu filosofía y de tu sabiduría.

EL TERCER RAYO

El tercero de los Grandes Señores que conocimos fue lógicamente el Tercer Rayo (3ºR). La tercera de estas Fuerzas Creadoras tiene una actividad muy compleja y amplia. Intentaremos en este escrito, y en la medida de lo posible, ampliar el conocimiento de sus múltiples funciones.

Con él, nos sucedió, como en los Rayos precedentes, que acerca sabíamos muy poco de sus características, ya que, en su día, partimos de conceptos muy elementales. Tan sólo teníamos entonces, unos breves conceptos que con el tiempo y el raciocinio se han ido abriendo y permitiendo una mayor comprensión. De él, sabíamos sus nombres: “Gran Arquitecto” “Gran Constructor” y algunas consideraciones generales: “Es el apresurado del grupo, tiene ganas de ser útil. Rige la 5º dimensión, pero se encuentra bien en la tercera dimensión”.

Bien, eso fue todo, no hubo más, y así acabó la historia del 3ºR. Pero vayamos por partes, empecemos analizando sus nombres y más adelante nos adentraremos en el estudio de sus funciones.

SUS NOMBRES

Gran Arquitecto

El arquitecto es aquel que conoce la arquitectura, que es a grandes rasgos, el arte de proyectar y construir edificios. Esta frase incluye tres palabras que debieran ser comprendidas para entender plenamente la definición. Vayamos por pasos: Empecemos por la primera palabra: “El arte...”

Definir el arte, es sin duda complicado, pero se puede entender como la habilidad, maestría y talento que se necesitan para realizar una creación. Podemos decir que el arte tiene como mínimo dos vertientes: por un lado, tenemos el arte de la contemplación, por el cual las cosas son observadas desde el espíritu, y por otro lado el arte de la realización, por el cual las cosas son plasmadas. Para poder concretar una obra de arte, el artista ha de estar provisto en primer lugar de imaginación y luego ha de saber utilizar las formas, los colores y los sonidos para representar aquello que vio. Clásicamente se han conocido muchas artes, pero las más importantes son la música, la pintura, la poesía, la literatura, la escultura, el grabado, el dibujo, la decoración, y la arquitectura.

Este último gran arte engloba o puede englobar a todos los anteriores. Este fenómeno de síntesis artística se puede observar en las grandes construcciones de la humanidad, como en las catedrales. El arquitecto puede devenir un artista que domina todas las artes, que las sintetiza y les da una proporción y armonía. La segunda palabra que debemos analizar es proyectar, que es realizar un conjunto de disposiciones que se toman para la ejecución de una cosa de importancia. En estas disposiciones, están detallados los principales aspectos de una construcción. Sabemos que las obras de arquitectura se ejecutan según proyectos y que estos se hallan compuestos por un conjunto de planos en los que se ha dibujado con todo detalle la localización y pormenores de la obra que se ha de realizar.

La tercera palabra, “construir” hace referencia, obviamente a la construcción, que es un producto de la actividad manual que consiste en plasmar en materia sólida aquello que fue dibujado en el plano. La labor de la construcción está bajo la dirección de los Ingenieros.

Recordemos: la arquitectura es el arte de proyectar y construir edificios. Toda la belleza, toda la funcionalidad de lo creado está bajo la directriz de este Gran Señor, de este Gran Arquitecto. Él ha creado el mayor templo de adoración que existe, cubierto de arte en todos sus minúsculos rincones: la Naturaleza.

Gran Constructor

El Constructor es el que se encarga de la realización material de la obra. Este nombre, no parece demasiado relacionado con el anterior, pero aporta un esclarecimiento adicional a su función, ya que no hemos de ver en este Rayo sólo al arquitecto que dibuja en su despacho, sino que también sabe ponerse el mono de trabajo y reproducir exactamente en la materia lo que fue dibujado en un papel. ¡No olvidemos que dibuja en la 5ªD, pero trabaja en la 3ªD! . El Rayo penetra la materia, la corta, la despedaza, la disuelve, la condensa y aglomera. Él tiene las herramientas justas para manipular, pero no lo hace como los conocidos obreros de la construcción que utilizan básicamente el hierro para perforar y dar la forma justa.

La fuerza es lo que mantiene a la materia y hace que esta tenga una estructura estable y conformada. Todo el ensamblaje de las fuerzas subatómicas, atómicas, moleculares, está en un equilibrio realmente frágil y cualquier acción que incremente alguna de estas fuerzas, es capaz de provocar una reacción en cadena que haga variar la configuración de la energía y consecuentemente de la materia, ya que la energía moldea la materia.

SUS NOMBRES DEL PASADO

Anteriormente se había conocido a este Rayo con otros muchos nombres. Citaremos solo a algunos de ellos con la intención de dar un poco más de riqueza a su significado. Queremos, ante todo recordar que a este 3ºR, lo mencionamos normalmente por los dos nombres anteriormente expuestos, y que el desarrollo que haremos ahora de los nombres antiguos, tiene ante todo una función enriquecedora. Bien, vamos allá...

El gran Arquitecto del universo

O lo que es lo mismo, el arquitecto de todo lo creado, de todo lo que se ve, de lo que está manifestado y tiene forma. Él organiza el material y plasma el propósito evolutivo dando forma a la envoltura de acuerdo con lo que la habita.

El Constructor de los cimientos

Cuando hablamos de “El Gran Constructor”, dijimos que era constructor porque moldeaba la materia sólida y así construía lo planeado. Esta palabra nos orientaba hacia un sentido no tan solo “proyectista o teórico” de este Rayo, sino también hacia una vertiente mucho más “práctica”, mucho más trabajadora, y mucho más relacionada con la materia. De hecho, la palabra cimiento tiene una connotación muy material y es sinónima de raíz, fundamento o base. Esto nos orienta hacia la importancia que tiene este Rayo como sustento o base de todo lo creado, de todo lo construido. Él construye en piedra, lo que fue diseñado en plano. Esta función queda patente en una de las alusiones que hace Alice Bailey. de este Rayo, quien dice: “Que aplique la fuerza que creará la brillante piedra viviente que encaja con toda exactitud en los planos del Templo.”

El triángulo de los tres lados

Para desarrollar un poco este nombre, nos gustaría hacer referencia aquí, a un extracto de A.B. en el que se relaciona la labor de los Rayos 1, 2 y 3:

El 1ºR personifica la idea dinámica de Dios y, con ellas, el Altísimo inicia el trabajo de la creación. Al 2º R le corresponde establecer las primeras formulaciones del plan, sobre las cuales han de construirse las formas, materializarse las ideas y reproducirse los anteproyectos con exactitud matemática, unidad estructural y perfección geométrica.

El 3º R constituye el compendio de fuerzas constructoras en actividad y el Gran Arquitecto, organiza el material, inicia el trabajo de construcción y oportunamente, materializa la idea y el propósito de Dios. Sin embargo, estos tres, son una unidad, como lo es un ser humano, que concibe una idea, emplea su mente para expresarla y utiliza sus manos y fuerzas naturales para perfeccionar el concepto.

Es sorprendente observar los paralelismos que existen entre estos atributos de Rayo y los que tenemos en el Rombo. Por otro lado, resulta curioso ver que fácil es cuando la autora habla del 1ºR, entender a la 7ªD, y cuando lo hace del 2ºR, ver que está comentando aspectos de la 6ªD, y lo propio cuando menta al 3ºR y a la 5ªD. No cabe duda, estamos hablando de lo mismo.

Además de estas notables coincidencias, el texto anterior, nos aproxima a la idea de la no separatividad, ya que a veces puede resultar demasiado fácil separar a los Rayos y demasiado difícil unirlos e interrelacionarlos. Como sabemos, lo sutil penetra lo grosero. Así, el 1ºR penetra al 2ºR, y el 2ºR hace lo propio con el 3ºR. Es por eso, que es lógico y lícito pensar que dentro del 3ºR están también el 2ºR y el 1ºR. No están plenamente separados como podemos pensar. Al contrario, se encuentran amalgamados, interpenetrados en una mezcla muy compleja.

El triple pabilo

Pabilo es sinónimo de mecha o filamento. La mecha lleva en sí el fuego que ha de calentar la cera y dar vida y luz a la vela. El 3ºR es el pabilo de la 3ªD, y esta mecha vital, de esencia "fogosa" es, como apuntábamos antes, de triple naturaleza. Se encuentran en ella de alguna manera, la presencia del 1ºR, el 2ºR y el 3ºR.

El iluminador del loto.

Sobre el agua de lo no manifestado, brilla el Universo en forma de flor de loto que sobrenada la nada inmanifestada. El 3ºR lo ilumina y estimula. Él ilumina todas las esferas de la creación y lo hace con colores. Recordemos que estamos en la 5ªD y que trabajamos en la 3ªD. Unas palabras de A.B. nos vienen a recordar que, en este punto, la creación, toma ya un aspecto plenamente diferenciado y que permite ya, distinguir todo lo manifestado por la diversidad vibracional y cromática que exhibe. En palabras textuales: “Que se confeccionen las vestiduras del Señor y se presente el manto de muchos colores.”

El Rayo de la actividad inteligente

Sabemos que el Rayo es la Fuerza Creadora. La fuerza es la causa inmediata de todos los fenómenos de la naturaleza y hace que, mediante el trabajo, la materia experimente cambios. Para cualquier cambio, para cualquier acción, se necesita trabajo y el trabajo es actividad. Este Rayo es el activo, no lo olvidemos. Si recordamos las características funcionales de este Rayo, nos vendrán a la memoria los siguientes datos: “Tiene ganas de ser útil” “Es el apresurado del grupo”

En él, coinciden pues estas dos características, que lejos de estar separadas, van bien unidas, ya que expresan que, en su esencia, hay una necesidad de provocar cambios útiles y beneficiosos con gran celeridad.

De hecho, la prisa dentro de la actividad se puede considerar como una operación matemática que relacionara el número de cambios y el tiempo en el que éstos se producen.

La prisa relaciona el número de cambios que se dan en una unidad de tiempo.

Pero la actividad por sí sola no es sinónimo de evolución. Ha de ir acompañada de inteligencia, para hacer que esos cambios vayan dirigidos en una línea correcta, que hagan posible la mejora de todas las condiciones y que posibiliten el camino de libertad. De este activo Rayo, se dice que él es el trabajador y el trabajo. Su trabajo, como sabemos, está relacionado con la vitalización de todas las formas de la materia en que ésta se manifiesta.

El Rayo de la adaptabilidad

La adaptabilidad es una característica maravillosa. Ella hace que las cosas sean dúctiles y maleables. La ductilidad, como sabemos, es la propiedad que tienen algunos cuerpos de perder su forma original, para coger cualquier otra que se ha deseado y que cumple mejor con una necesidad determinada. Esta característica la presentan algunos metales y hacen de ellos, materias primas muy buscadas por la industria. Estas sustancias, son capaces de perder moldes viejos y coger otros nuevos, por ello decimos que son amoldables, que son acomodables.

El Rayo de la adaptabilidad es un maestro en esta ciencia. Él sabe qué es lo que hay que hacer para adaptarse a los nuevos requerimientos, a las nuevas necesidades y hace que la materia, que obedece a sus órdenes, cambie su configuración. Esta propiedad es obvia en los elementos primarios, pero algo más difícil de observar en estructuras más complejas como son los seres vivos.

Hace apenas un siglo, Darwin que era naturalista y, como no, un hombre muy observador, constató como dejó claro en su libro: “El origen de las especies por medio de la selección natural”, que había una selección de las diversas formas de los seres vivos en función de su capacidad para sobrellevar la lucha por la existencia. Sucedía (según el autor) que las especies no capacitadas para vivir una situación determinada sucumbían frente a aquellas que presentaban una capacidad de respuesta mayor y superaban las dificultades medioambientales. En esta obra afirmaba que las especies se producían por evolución natural “imponiéndose los más fuertes a los menos capacitados en la lucha por la vida.”

Posiblemente, el trabajo de Darwin fue el primer paso que dio nuestra cultura para buscar una explicación a la aparición y desaparición de las numerosas especies. Pero de esta teoría basada en la lucha por la supervivencia, no se obtiene ningún dato acerca del "origen de las especies".

Más bien, se obtienen informaciones acerca del “mantenimiento” de una especie o de su "desaparición", pero no de su “evolución”.

Las teorías del autor, han quedado actualmente algo desfasadas, y solamente tenemos que poner la T.V. cualquier momento y mirar algún programa de ciencias naturales para ver como hoy en día se acepta además de la teoría anterior, la teoría evolutiva basada en la adaptabilidad, por la cual, cualquier especie está capacitada para cambiar su color, su constitución, su capacidad de movimiento, sus preferencias alimentarias, sus técnicas de apareamiento, y todo en definitiva, para buscar una morfología y una conducta más adecuada al hábitat que le corresponde. Lo hacen las plantas, los insectos, los vertebrados. Todos saben hacerlo y lo hacen, porque si no, entonces sí que actúa la ley del más fuerte. La ley de la adaptabilidad, por la que todas las formas con vida buscan cambiar su estructura morfo-psicológica debido al entorno medioambiental, y de la necesidad evolutiva, es mucho más verídica que la ley de la "selección natural", la cual, solo expresa en cierta manera el fracaso de la anterior ley.

Si las especies no cambian, no evolucionan y no se transforman, entonces desaparecen, víctimas de otras especies o del mismo entorno. Una estructura rígida, incambiante solo puede permanecer en un universo de iguales características; de lo contrario, está abocada a la extinción. Todos los animales han "conocido" este fenómeno y las especies que han podido hacer un cambio eficaz, han permanecido en la tierra bajo otra morfología, parecida a la anterior, pero distinta, ya que obviamente conservan de la precedente etapa todo aquello que les fue y aún les es válido.

Esto ha permitido a los estudiosos conocer cómo eran los antepasados de tal o cual especie y como presumiblemente eran las condiciones de vida entonces. Las especies no son rígidas ni constantes. La verdad es muy distinta ya que el 3ºR, con su adaptabilidad, rompe esa aparente rigidez de las especies y lo hace gracias a su adaptabilidad.

La esencial vida discriminadora

La palabra discriminación, tiene a menudo un significado despectivo y humillante, pero realmente no es así. Discriminar es distinguir y diferenciar una cosa de otra. Cuando observamos un roedor y un insecto volador y les sometemos a un análisis profundo de sus diferencias y los podemos distinguir a uno del otro, estamos realizando un acto de discriminación, sin que por ello ofendamos a nadie. Solamente miramos, comparamos y observamos sus distintas características.

En definitiva, discriminamos. Otra cosa es que después de este análisis, se tome una actitud de loa, mofa, o rechazo de alguna de las partes que han sido estudiadas, pero eso no es discriminación. Eso es una actitud posterior y que contiene muchos elementos emocionales que para nada entran en el análisis discriminatorio.

Este Rayo, tuvo pues este curioso nombre: La esencial vida discriminadora. Mas, vayamos por partes:

Esencial deriva de esencia, que es la parta más pura, más noble, íntima, personal e inmutable de algo.

La vida, algo tan complejo, está muy ligada a este 3ºR, y al el 5ºR, que "Espera que venga su hermano para crear vida"

La discriminación, como hemos hablado antes, es una de las características de este Rayo y permite separar una manifestación de otra.

Miremos de nuevo su nombre y veremos ahora que su esencia es vitalizar y diferenciar las distintas formas de vida. Él es la esencial vida discriminadora.

El divino separador

Queda claro que este nombre guarda una estrecha relación con el anterior, ya que separar es la consecuencia de distinguir y diferenciar. Una vez hemos estudiado dos o tres objetos y los hemos discriminado, decimos tú eres así, y tú eres asá, o tu eres de aquí y tú eres de allá. Sencillamente, los hemos separado, ya que no son la misma cosa.

Este Rayo es el que separa a las distintas criaturas y les da una forma y un psiquismo propios, según la necesidad y posibilidad.

Cuando vemos a un pájaro al lado de otro de una especie distinta, estamos viendo el resultado de la acción del 3 Rayo. Él ha creado las diversas formas, las diferentes manifestaciones, ya que es el divino separador

La mente universal

Si decimos que el psiquismo, la inteligencia y la intelectualidad se encuentran en la tercera dimensión y dependen por tanto del 5ºR, estamos sobreentendiendo   que las capacidades mentales, están esperando también el estímulo del 3ºR y que éste actúa juntamente con el anterior. El 3ºR rige la 5ªD, pero se encuentra bien en la 3ªD. Él ilumina la mente y su capacidad creativa se halla en todo el universo.

SU REINO

Pero vayamos por partes y seguro que podremos hacer que, de nuestros conocimientos, saquemos algunas conclusiones. Este Rayo rige la 5ª D. Repasemos esta dimensión, donde está la “Formación de colores, sonidos, cuerpos celestes” Esa pequeña frase engloba conceptos muy interesantes. Desglosemos algunos:

Formación de colores”: Si la aparición de la luz blanca estaba en la 6ªD, la formación de colores está en la 5ªD. La luz blanca se ha abierto y ha enseñado su constitución, que estaba por llamarlo de alguna manera "comprimida" en la 6ªD; ahora en la 5ªD, parece que todo es más visible, más separado y la luz muestra su naturaleza policromática.

“Formación de sonidos”: Está claro que el sonido no es lo mismo que el color, pero se parece bastante. Se rige por leyes físicas muy parecidas y comparte con la luz todas las características de las radiaciones vibratorias.

Formación de cuerpos celestes”: Veamos, ¿qué es un cuerpo celeste? Primero deberíamos recordar que es un cuerpo: Un cuerpo es por definición, todo cuanto produce impresión en nuestros sentidos, por su color, sonido y forma o dimensiones. El concepto de celeste es sinónimo de cielo, es decir de esta bóveda infinita que se levanta por encima de la Tierra. Y si juntamos las dos definiciones, obtenemos que el 3ºR es el que se encarga de la formación (de dar forma) a todos los cuerpos que se ven en el cielo. Y en la bóveda celeste, se ven ni más ni menos que galaxias, estrellas, planetas y las diversas formas de vida que habitan en los planetas, como minerales, vegetales, animales, seres humanos y otras formas de vida inteligente.

El otro concepto que tenemos presente de la 5ª D es el siguiente: “Combinación luz, sonido y dimensiones en el espacio” Bien, sabemos qué es la luz, que es el sonido... pero ¿qué son las dimensiones?

La dimensión es la extensión de una línea o de una superficie, o del volumen de un cuerpo, que nos ilustra acerca de la medida de su tamaño.

Las figuras en el espacio, o sea, los volúmenes de los objetos tienen tres dimensiones, a diferencia de las superficies que solo tienen dos dimensiones, y de las líneas que solo tienen una dimensión.

Así que la frase anterior "dimensiones en el espacio" nos está hablando de las dimensiones que hay en el espacio; es decir de las tres dimensiones. Volviendo un poco a lo de antes, tenemos entonces que este 3ºR, además de que está implicado en la: “Formación de colores, sonidos, cuerpos celestes”, también lo está en la: "Combinación de luz, sonido y dimensiones en el espacio" Bien, o lo que es lo mismo: “Combinación de luz, sonido y tres dimensiones.”

Así que este 3ºR, no tan solo forma estas tres cosas (luz-sonido-forma) sino que además las combina. De esto, resulta aquello de que toda forma tiene un sonido y un color. Para ello, debemos ver qué tenemos en la 3ªD:

Manifestación de los reinos de la Naturaleza”. El reino mineral, vegetal, animal, humano y angélico son propios de cada naturaleza, de cada planeta. Sabemos que existen como mínimo 7 grandes niveles de desarrollo planetario. Lo que equivale a decir de desarrollo de los reinos de la naturaleza. Así, pensamos que los planetas del primer nivel estén hechos con materia pesada, con gran abundancia de mineral denso y posiblemente habitados por formas primarias dotadas de una ligera actividad mental. Por otro lado, los planetas de 7ªD están hechos de elementos más sutiles y los seres que habitan allí están formados de vibraciones, no tienen cuerpo físico como lo conocemos sino que está hecho de energía y su psiquismo está muy desarrollado.

Psiquismo, inteligencia, intelectualidad”.

Si el 3ºR se encuentra bien en la 3ªD, es evidente que ejerce su acción sobre los reinos de la Naturaleza, pero también sobre la psique. El 3ºR da forma al psiquismo, a la inteligencia y a la intelectualidad. Sabemos que el pensamiento está hecho de materia sutil, pero materia, al fin y al cabo, con unos elementos primarios y con una forma específica. Pues bien, el 3ºR da forma, plasma, pone de manifiesto el pensamiento o crea el pensamiento si así lo queremos decir y la inteligencia es la más bella de las formas.

Los seres humanos tenemos las 7 dimensiones y cada dimensión está animada con sus armónicos o disarmónicos Rayos, y cada dimensión es más o menos perfecta, más o menos bella. Así, nos podemos encontrar con un hombre bello físicamente (y la belleza depende de la forma del hueso y de su cobertura muscular) porque su materia grosera está bien ordenada, pero que, al mismo tiempo, sea disarmónico psíquicamente, ya que su materia sutil no está bien estructurada.

Afortunadamente, todas las combinaciones son posibles, y si a uno le falta algo de aquí, quizá le sobre algo de allá, y cómo no, también es posible que alguien tenga los dos niveles (físico-mental) bastante deteriorados o, por el contrario, estén bien configurados y sean motivo de alegría para la vista y el entendimiento.

Pero si queremos hablar algo de la psique, deberíamos volvernos hacia la mitología, y recordar que Psiquis era una princesa de gran belleza que fue amante de Cupido. Esta palabra (psiquis), pasó a significar mariposa y alma. Para los griegos, la psiquis abandonaba al cuerpo en el momento de la muerte como la mariposa dejaba atrás al capullo. La psiquis era una forma bella, volátil y mental. Al psiquismo se le conoce hoy como el conjunto de las diversas funciones de la psique. Y estas posibilidades van desde el psiquismo primario instintivo a otras actividades mucho más complejas como son la inteligencia y la intelectualidad.

El psiquismo primario instintivo tiene por objeto el mantenimiento de las funciones básicas de la vida como la alimentación, la lucha por supervivencia y la reproducción. La inteligencia es otra función de la psique, pero notoriamente distinta al psiquismo primario. Las facultades de la inteligencia van encaminadas al conocimiento y a la comprensión de las cosas y los hechos. Esta facultad se pone de manifiesto continuamente y en cada momento en que el individuo debe resolver alguno de sus problemas diarios. Es por eso por lo que es más o menos posible determinar el grado de inteligencia de las personas utilizando diversas pruebas.

La intelectualidad es una función de la psique distinta a la inteligencia. Es mucho más amplia, más compleja, dirigida hacia la esfera del conocimiento erudito, puro, último, filosófico, abstracto, espiritual y divino. Y estas 3 fabulosas características psíquicas que hacen que podamos diferenciar a un ser humano del otro por su estructura mental, vienen dadas no lo olvidemos por el 3ºR así, como si nada, él crea y estimula toda la actividad psíquica.

SU DOMICILIO

Así que, como decíamos, este Gran Señor, se encarga de dar forma, sonido y color a todo lo creado. Él toma la Idea y le da forma, le proporciona la envoltura eficaz para su propósito y desarrollo. Da la forma a la vasija y ajusta así el continente al contenido. Proporciona la forma al mineral, al vegetal, al animal, al hombre, al ángel y al planeta.

Pero sabemos que todos los reinos de la naturaleza se encuentran en la 3ºD, y en cambio, este 3ºR se halla en la 5ªD. No hay disparidad en ello, no nos debemos preocupar; el 3ºR rige la 5ªD, pero reina, se encuentra bien en la 3ªD. Ese es su domicilio, allí trabaja y deja su firma, su sello. Nadie que recapacite un segundo en ello, dejará de percatarse acerca de esta inmensa tarea: la de dar forma y adornar todo lo creado: lo pequeño, lo mediano, lo grande y lo casi infinito. Del 3ºR, que, por cierto, se pasa la vida energetizando al universo, se decía de sus características principales: “tiene ganas de ser útil"

Alguien útil es aquel que es eficaz y que es capaz de realizar, de dar forma a una tarea, un proyecto o una idea. Y también un útil es una herramienta de la que se dispone para realizar una idea, para llevarla al mundo de la realidad observable y tangible.

Los atributos que se han buscado para dar un significado comprensible a la actividad de este Rayo están muy bien encontrados. Este 3ºR representa la actividad, la prisa y la utilidad. ¡Qué poder, qué actividad frenética!

La actividad frenética es equivalente a la actividad mental, ya que “phren” es una palabra griega que se traduce como alma o mente.

CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS

La persona que pertenezca a este Rayo ha de tener unas características psicológicas propias de la naturaleza esencial del Rayo.

Nos podemos encontrar con alguien interesado en todas las cuestiones abstractas y que tenga en cada una de ellas un punto de vista amplio y florido.

Le pueden interesar los estudios filosóficos y metafísicos, porque precisamente va algo más allá de la física. Le pueden interesar la matemática, siempre y cuando sea superior, así que posiblemente no se sienta demasiado atraído por las matemáticas de la vida diaria.

Es posible que sea idealista, soñador y teórico, pero no vago. Si le dan posibilidades hará lo que pueda por plasmar su sueño, aunque si tiene un problema por resolver, posiblemente lo haga mejor sobre el papel que en la vida real.

Si fuera artista, sus temas serian coloreados y sonoros, además de bellos, fecundos, quizá algo sobrecargados y a veces difíciles de entender para la mayoría de los humanos. Fuese de la profesión que fuere, su vida posiblemente seria rica en obras, ya que es activo y con mucha capacidad de creación.

Tendría un psiquismo vivo, pero no estaría mal que tuviera alguien al lado que le pusiera los pies en el suelo. Vuela mucho y ha de mirar el suelo, porque debiera escribir en la piedra lo que ve en el aire. Es el arquitecto, pero necesita plasmar sus planos en la piedra.

EL CUARTO RAYO  

Todos los Rayos tienen características muy peculiares y no podemos decir que éste, el Cuarto Rayo, sea el diferente, pero lo cierto es que, en algunos aspectos, su naturaleza es especial y única, (a pesar de ser dual, como sabemos).

Siempre ha sido el que más nos ha llamado la atención, porque entre otras cosas era el Rayo que estaba en la Cuarta Dimensión, y si bien todas las dimensiones eran especiales, de la primera, la segunda y la tercera teníamos referencias muy claras, pero de la cuarta, todo lo que sabíamos era misterioso, iniciático, o metafísico.

De la cuarta dimensión se han hecho películas, series, se han escrito cuentos, libros, tratados, se han dado todo tipo de conferencias y siempre ha ocupado un lugar por encima de las otras dimensiones, incluso por encima de la quinta, la sexta o la séptima que, por lejanas, parecían demasiado inalcanzables. No sucedía lo mismo con la cuarta, que parecía rozarse, que podía sospecharse y de la que se podía tener alguna idea, alguna referencia o suposición.

La cuarta dimensión podía a veces, estar vinculada con el tiempo, otras veces, estaba relacionada con un nuevo eje espacial, más allá de los tres conocidos y otras veces, adoptaba el papel de un lugar regido por unos parámetros totalmente distintos a los nuestros. A menudo, se la recubría de características atemporales y cósmicas, donde todo era probable, incluso el contacto con la Deidad.

Todo era válido en la hipotética cuarta dimensión, por eso, cuando el Cuarto Rayo hizo aparición y con él, redescubrimos la Cuarta Dimensión, empezamos a mirar a este Rayo con un poco más de interés, e intentamos ver en qué manera, su comprensión nos abriría las puertas de la enigmática dimensión.

Pero antes de hablar de dimensiones y de otras cosas, volvamos al inicio, al nombre de este Cuarto Rayo.

SU NOMBRE

Recordemos lo que se sabíamos de él: Gran Juez, comprueba las obras. Como toda presentación, fue corta pero muy descriptiva. Con el paso del tiempo, hemos ido conociendo un poco más de sus actividades, pero al principio, solo dispusimos de esta reducida y minúscula tarjeta de presentación. Para cada uno de los Rayos que íbamos conociendo, aparecía un número, a veces un nombre, y siempre un atributo. Si recordamos los nombres de sus hermanos predecesores, veremos que:

El primero era el Creador,

El segundo el Geómetra,

El tercero el Arquitecto,

El cuarto, el Juez

Todos ellos tenían nombres biensonantes, pero este 4º Rayo, con su severo nombre: “El juez”, aportaba asociaciones complejas y recuerdos de juicios, abogados, denuncias, causas, sumarios, archivos, leyes, y expedientes.

Para aquel que vive en el mundo de la justicia, todo esto, puede provocar un movimiento emocional muy leve, pero para aquel que vive ajeno a todo este mundo, la simple palabra, juez o juicio, tiene un tinte de seriedad, de solemnidad, de peso, de decisión, de irrevocabilidad, de certeza, y de poder.

El Juez está por encima de muchas actividades de la vida humana, de hecho, un juez está siempre por encima de cualquier actividad humana diciendo: Es lícito, se puede hacer, o es ilícito, está prohibido.

Que nos demos cuenta de ello o no, es sin duda otro tema, pero es así. Siempre hay un juez que puede decir (en el contexto de las leyes de nuestra civilización) si nuestra acción es correcta, y tiene cabida dentro del marco legal o si por el contrario se escapa de las normas establecidas.

Y es que la justicia, intenta preservar la vida, facilitando el curso de lo correcto e impidiendo la acción incorrecta, que pudiera ser destructora para uno o para muchos.

La verdad es que algo así de pura, de abstracta y de metafísica es la idea de la Justicia Y bien, el juez ¿Quién es el juez? ¿Qué hace el juez?

Es como sabemos, la persona encargada de administrar justicia. Y la justicia, es la virtud que consiste en dar a cada uno lo que le es debido. El juez, como corresponde a su función, ha de saber si en cada acto, en cada acción, se obró bien o mal, con acierto o con error, con razón o sin ella, con bondad o con maldad.

El Juez, que es la persona encargada de administrar justicia, debería tener siempre un análisis profundo de la situación, completo, imparcial, rebosante de información. porque solo cuando se es capaz de ver un suceso desde todas las facetas, se puede llegar a un enfoque claro del problema, de la situación y a tener desde ese preclaro punto de vista todos los datos que permiten saber si una acción o una vida entera son tributarias de premio o castigo.

Estamos hablando de la justicia, una de las grandes virtudes Aristotélicas (Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza), una de las bases del ser humano, pero estamos tocando un concepto abstracto que debe ser utilizado por seres humanos, y si algo caracteriza al hombre es su dificultad en plasmar la pureza de una virtud. El juez acostumbra a tener delante de si a una persona, y a su derecha e izquierda, dos letrados, cada uno de los cuales, aporta una visión distinta de la situación. El juez escucha a derecha, a izquierda y toma una resolución. El Juez escuchará y analizará el diálogo que mantienen el defensor con el enjuiciado, posteriormente lo mismo con el fiscal y luego, posiblemente, también hará unas preguntas. Al final, emitirá un juicio y dirá: Aquí falta y se debe poner, aquí sobra y se debe quitar, o esto se debe corregir. Esta sencilla imagen de lo que es un Juez, puede ayudarnos a entender algunas de las funciones que realiza este particular Rayo. Debemos comprender que el Juez, se basa en una idea de la relación humana, que está reglada en los textos e impresa en los libros, y en una manera similar, el 4º Rayo se basa en las leyes y en las posibilidades que aparecen en la Ideación Divina. Así, este Rayo, tras cualquier acontecimiento, debe hacerse una pregunta para luego tomar una decisión: ¿Lo que salió de Ideación Divina, se ha plasmado correctamente? Si se ha reproducido en la realidad lo que salió de la Ideación, es posible que desde ID, puede salir una nueva idea con más posibilidades y más compleja. Pero sino ha sido así, habrá que buscar soluciones y se tendrá que intentar que esa idea inicial pueda ser llevada a cabo A grosso modo, y de una manera muy simple, podríamos decir que el gran juez, ha de premiar el acierto y corregir el error. En este supuesto tribunal, el Juez, solicita información de la situación a sus hermanos, los otros Rayos, quienes pormenorizan la situación en cada momento.
Cuando se haya tomado la resolución, serán esas mismas áreas, pero esta vez desde la faceta ejecutora que harán las rectificaciones señaladas. El sistema de Vigilancia-Ejecución de los Rayos Creadores es un sistema de control que existe en todo lo Creado y que, en cierta manera, tiene una función muy distinta, como sabemos a la de los Rayos Creadores.

LOS NOMBRES DEL PASADO

A este Rayo, se le ha conocido en el pasado con muchos otros nombres. Hay en la literatura, referencias ancestrales a este Rayo y su nombre. Consideramos que los nombres antiguos, aportan simbolismos de interés y que, mirados con una óptica amplia, pueden ayudar a hacernos comprender algunos aspectos de sus funciones.

Empecemos pues con estos antiguos nombres y atributos. Pero por favor, démosles solo el valor que tienen: Son referencias del pasado y se encuentran allí a modo de pinceladas algo crípticas. Sino conocemos nada de los Rayos, posiblemente, los nombres antiguos no nos digan nada, pero si sabemos cuales son sus funciones, no podemos por menos que sorprendernos cuando vemos que nos están hablando veladamente de aquello que ya conocemos con otras palabras.

El Divino Intermediario.

El Intermediario es aquel que está en el medio de una situación bipolar. Está en la tregua, en el impase, en el interludio, en la media parte o como lo queramos llamar. Se halla en la mitad de dos partes, pero no es una molestia para ninguna de las dos, sino muy al contrario.

El intermedio en una obra es la transición entre la primera y la segunda parte, es el punto que sirve de descanso, de inflexión entre un tiempo y el otro. El Intermedio se halla en la mitad, y es ese pequeño descanso, lleno de frenética actividad que permite que la obra continúe y que se desarrolle completamente. El cuarto Rayo está en la mitad, entre la parte material y la parte energética del Rombo. Está en la transición, en el Intermedio, y como ya sabemos, su naturaleza es Divina. Es el Divino Intermediario

El que señala la bifurcación en el camino

De la Nada sale un camino central. Es una sencilla línea recta. Un poco hacia adelante, aparece una bifurcación. En un lado   aparece un cartel que dice: hacia la Materia, en el otro lado, hay otro indicador que dice: hacia la Energía. Hasta ese momento, Materia y Energía habían estado ensambladas. Ahora, se encuentran con una gran bifurcación, quizá la más grande e importante de las bifurcaciones. ¿Izquierda o Derecha?

La mano de Dios.

El intelecto humano trabaja a menudo por analogías. Es una manera sencilla, pero eficaz de entender los procesos cuya explicación pura es complicada. La mano del hombre es la herramienta capaz de dar forma, de moldear, de representar y de plasmar una idea que ha sido concebida por la mente. Cualquier parte del ser humano puede hacer esto, pero la mano, en especial, ocupa el primero de los lugares. Si Dios tuviera una mano igual que el hombre, capaz de dar forma, de moldear, de probar, de hacer y deshacer, seguramente escogería el 4º Rayo para realizar esta función. Es su mano.

El Uno oculto.

Ocultarse es estar disfrazado, velado o encubierto. El Uno oculto es el Dios velado, el Dios encubierto, el Dios disfrazado con ropajes que esconden su verdadera Naturaleza. ¿Acaso la Unidad tiene algún disfraz, algún camuflaje que le hace estar presente y oculto? ¿Tal vez ha escogido para este fin alguna ropa especial? A lo mejor sí, y posiblemente, estemos hablando del 4º Rayo.

El morador del lugar sagrado

El 4º Rayo vive en la 4º Dimensión. Esta dimensión, como sabemos es donde está la vida plena cósmica, la vida del ser consciente y la libertad. Esta tríada de elevados atributos proporciona a este lugar el calificativo de sagrado porque es la máxima expresión de la Idea Creadora. El 4º Rayo vive aquí, esta es su sede su casa y su morada. Es el morador del lugar sagrado.

La simiente que es flor

En la línea anterior a la Creación y si lo podemos decir así, fuera del Rombo Manifestado, se halla la Idea de la creación. Esta Idea, cuando se ponga a crecer y a manifestarse, hará un Rombo.

Esto es similar a una semilla, que tiene en su interior la idea comprimida de la planta. Cuando la ponemos en un terreno apropiado y la cuidamos, con el tiempo, dará un una flor y luego un fruto, que a su vez originará una nueva semilla para que el ciclo se perpetúe.

No es de extrañar que, al 4º Rayo, que también transporta (en cierta manera) la Idea de la creación, se le asimile a una semilla, que dará una flor.

La trompeta del Señor.

Mitológicamente, los Dioses, han utilizado la trompeta como el instrumento de elección para despertar a vivos y muertos y llevarlos al Gran Juicio.

Este instrumento, de agradable sonido, es capaz de producir música dulce, profunda, intensa, pero de generar también los compases más pomposos y temibles que anuncian la llegada de un Dios a la Tierra. El Dios de la Bondad, pero también el del Juicio.

La montaña donde muere la forma.

Los lugares sagrados en la Tierra acostumbran a estar en las montañas. Allí, la energía circula veloz, el aire es poco denso y puro, el pensamiento parece elevarse y la vista que proporciona la altura, es (a los ojos de los hombres) lo más parecido a la visión de Dios.

No es raro que astrónomos, filósofos y místicos busquen la elevación de la tierra, para estar lo más cerca del Origen, allí donde la forma desaparece y se disipa. En esta cuarta dimensión, en este punto elevado, en esta montaña, está el punto crucial de manifestación donde la forma se transforma, se desintegra, parece morir y pierde así su nombre para renacer de nuevo.

El corrector de la forma

Cuando hablábamos de los ciclos de creación y retrospección, decíamos que una vez que la Idea ha salido de la Ideación Divina, esta se desarrolla en un Rombo expansivo, de crecimiento, de desarrollo, y que cuando finalmente, ya se ha plasmado, empieza un ciclo de contracción, donde toda la experiencia se comprime y se envía a la Ideación Divina para que pueda ser evaluada y corregida.

El 4º Rayo tiene unas funciones vitales en el transporte de la idea en su camino de descenso y en el camino de ascenso. Gracias a él, las ideas y sus materializaciones, las formas, corren por el camino de la manifestación y son enviadas con posterioridad, en su sendero de regreso al lugar de donde salieron, para que la forma, si es necesario, sea corregida y perfeccionada.

El Señor de la Armonía, Belleza y Arte

Las dos grandes fuerzas del Universo, Yin y Yang representan las dos grandes polaridades. Una es actividad, la otra es reposo. El 4º Rayo, que no está en la izquierda ni en la derecha, o para ser exactos, está en ambos lados, mostrando su maravillosa ambivalencia, sintetiza y armoniza estos dos grandes principios. Armonizar la suavidad con la fuerza, la laxitud con el vigor, la recepción con la proyección. Este rayo crea belleza y esta cualidad es la fuente del Arte.

El Refinador

Él es el que vehiculiza gracias a los constantes ciclos, la perfección de la forma. Afina y refina cada manifestación hasta que se completa la Idea original. Él, con su voluntad de perfección, nos lleva a desarrollar la Idea que originó la creación.

SU LOCALIZACION: SU REINO Y SU DOMICILIO

A diferencia del Creador, del Geómetra y del Arquitecto, que como sabemos, tienen una localización, más o menos precisa, el 4º Rayo, el Gran Juez, ha de estar en todos los lugares, pero de una manera más presencial, más evidente, más tangible, ya que ha de estar informado de todo lo que sucede en cualquier parte. Allí donde un acontecimiento tiene lugar, por pequeño, minúsculo y por más falto de trascendencia y valor que pueda parecer, ha de estar el juez.

Todo acontecimiento ha de ser juzgado, toda obra comprobada. Todo acto es analizado, juzgado y resuelto. Tenemos delante de nosotros otro de los conceptos asimilados por muchas religiones y filosofías. La presencia de un Ser riguroso, justo y misericordioso, que todo lo ve, que todo lo juzga. Esta prototípica figura del Dios Juez, Justicia, o Balanza, es lo que más fácilmente se puede asimilar a lo que conocemos como Cuarto Rayo.  

Si recordamos al Primer, Segundo y Tercer Rayos, veremos que los tres tenían una característica común: Regían y Reinaban en sitios distintos. Este 4º Rayo, si lo queremos llamar así, Rige y Gobierna en el mismo sitio: La 4ª Dimensión.

LA CUARTA DIMENSION

Oír hablar de la cuarta dimensión, es hoy en día, algo extremadamente raro. De hecho, la vida de un ser humano puede transcurrir de una manera totalmente normal sin que haya oído pronunciar nunca esta palabra. Quizá, no obstante, de pequeño, siguió una serie televisiva en blanco y negro, de misterio que se llamaba “dimensión desconocida” o tal vez oyó este concepto en alguna película de ciencia ficción, o en algún programa radiofónico de la madrugada.

Puede que también, un día, fuera a parar a sus manos, un libro de algún grupo metafísico que mentara esta abstracta palabra. Más raro sería que este concepto le hubiese llegado al haberse interesado en las teorías de la física del espacio.

Eso es lo que nos sucedió en 1987, cuando nos cayó en las manos un libro de un matemático, llamado Rudy Rucker, que se titulaba: “La cuarta dimensión” editado por la Biblioteca Científica Salvat. En el prefacio, el autor comentaba que, en 1963, su padre, conociendo el interés de su hijo por estos temas, le había regalado un libro de Edwin Abbot llamado Planilandia. Un libro aparentemente sencillo y desenfadado, que intentaba   dar al lector la posibilidad de razonar por comparación y a partir de aquí, poder entender cómo se ven desde la segunda dimensión los objetos de una dimensión, como se ven desde la tercera los quehaceres de la segunda y como se podrían (por analogía) comprender las cosas de la tercera dimensión desde la cuarta.

Para Rudy Rucker, la clave para comprender la 4ª Dimensión, como decía antes, era razonar por analogía. Del famoso cuento de Abbot (Planilandia), extrajo la idea de lo muy difícil que le sería a un ser bidimensional, el poder imaginar una tercera dimensión. Si, por ejemplo, un ser tridimensional, entrara en la 2ª D, un habitante de Planilandia, sólo podría ver los puntos de contacto de la 2ª D con la 3ª D, allí donde las dimensiones chocan. Percibiría seguramente dos manchas en su mundo que habrían aparecido de la nada, que se moverían y luego desaparecerían. Posiblemente, si le preguntáramos, nos diría que los hombres de la 3ª D son solo manchas que aparecen, hablan y luego se van. La misma dificultad que tiene un ser de la 2ª Dimensión en señalar la dirección donde se encuentra la 3ª Dimensión, la tenemos nosotros en intentar señalar la dirección de la cuarta: Nadie puede señalar la cuarta dimensión, porque está a nuestro alrededor. Siguiendo con el pensamiento analógico, este matemático pensaba que al igual que la 1ªD tiene una ligera anchura 2ªD, y que la 2ªD tiene una ligera altura 3ªD, quizá nuestro universo y nuestros cerebros 3ªD, tengan un pequeño espesor 4ªD.

Aparte de estas consideraciones puramente físicas, Rucker, creía que la cuarta dimensión podría ser no solo un concepto espacial, sino también un tipo de conocimiento, una toma de conciencia de complejidades mayores y unidades superiores.

CARACTERISTICAS DE LA CUARTA DIMENSIÓN

Definiciones:

  • 1) Vida plena cósmica
  • 2) Vida del ser
  • 3) Libertad.
  • 4) Proyección de todas las vibraciones a todos los cuerpos densos.
  • 5) Vibración, descomposición de todos los cuerpos densos.
  • 6) Vibración, descomposición de todos los puntos de los cuerpos densos

         a través del espacio.

Intentaremos desglosar estos distintos apartados:

  • 1) Vida plena cósmica

Vida:

Todos sabemos y sentimos que es la vida, ya que la tenemos y la disfrutamos, pero cuando intentamos describirla, parece que no sabemos lo que es, y que somos incapaces de analizar un fenómeno tan común.

La vida es actividad. Sabemos si un ser tiene vida, por algo tan sencillo como por el análisis de su actividad. Si tiene vida, tiene movimiento, y si no la tiene, no. La vida es esa energía capaz de dotar a las estructuras biológicas de capacidad para habitar un medio, para desarrollarse   y reproducirse. Toda forma biológica, toda especie, tiene una vida específica, que le permite vivir días, años o siglos, y le da la oportunidad de experimentar determinadas posibilidades.

Los minerales nacen en el suelo, experimentan variaciones estructurales por los vecinos elementos químicos y por las situaciones ambientales (calor, presión), pudiendo cambiar notablemente su naturaleza a lo largo de toda su vida.

Los vegetales aprenden a vivir en el sitio donde nacen, saben como extraer átomos del suelo, como modificarlos y como utilizar la energía solar para mantenerse en vida.

Los animales saben como desplazarse, como encontrar aquellas formas biológicas necesarias para su supervivencia y como relacionarse con otros seres.

El ser humano tiene algunas de las facultades anteriormente comentadas, y por supuesto, ha desarrollado algunas otras más, como el habla, el raciocinio, la habilidad manual y la capacidad para desarrollar tecnología.

Otras formas de vida, poco conocidas por nosotros, como los Elementales, los Maestros de Sabiduría, los Guías, y las Jerarquías tienen algunas facultades compartidas con nosotros y otras que su especial estructura y desarrollo, les ha permitido crear. Todos estos distintos grupos de seres aquí mencionados y seguramente muchos otros, tienen vida. La vida, esta esencia que anima, que alimenta y sostiene a estos seres es la misma, pero se expresa específicamente en cada una de ellas.

La vida como tal, la chispa de vida es una herencia divina inmutable, que como sabemos no participa en el drama evolutivo y que mantiene a las distintas manifestaciones biológicas que se han originado. La vida es todo esto y mucho más.

Plena:

Vida plena, vida llena, vida total, vida colmada, vida rebosante, y vida henchida. ¿Hay distintas clases de vida? Creo que sí, eso es evidente, y aunque la vida en sí misma, esa chispa de espíritu divino no tenga características diferenciables en ninguna de sus manifestaciones, la expresión biológica de esa vida dista mucho entre cada una de las especies y entre los individuos de la misma especie. Eso hace que, para cada individuo, la expresión de la vida pueda ser escasa, abundante o plena, según la capacidad de expresar ese heredado destello vital.

Cósmica:

La vida de un individuo puede ser plena, tal como decíamos antes, en el sentido de que su chispa de vida se exprese totalmente, plenamente. Esa expresión vital y plena, puede tener uno o varios campos de orientación. Pero, esa expresión vital, ¿Puede estar orientada a todo el cosmos? Esa vida... ¿Puede tener una orientación, una abertura a todo el Cosmos, a todo el Universo, a todo lo creado?

¿Puede una vida tener una expresión plena y estar en contacto con todo el Cosmos?

Sí, y tal como dice   la primera característica de la cuarta dimensión, eso sí es posible: Vida plena cósmica.

  • 2) Vida del ser consciente

A la conciencia se la define en ocasiones como el conocimiento exacto y reflexivo de las cosas. Ser consciente significa saber, conocer, darse cuenta, estar despierto, estar atento y percibir la realidad. La conciencia es la puerta por la que la vida se puede conocer.

La vida que corresponde a un individuo se expresa a través de la conciencia, y esta puede ser mayor o menor. Si una conciencia es amplia y desarrollada, permitirá que la vida se pueda abrir paso y pueda buscar caminos a través de muchas posibilidades. En ese caso, permitirá que la vida del ser consciente se exprese con la mayor amplitud posible.

  • 3) Libertad

La libertad es la facultad para obrar en un sentido u otro. El deseo de la libertad está presente en todas las criaturas y desde tierna edad. Es en cualquier caso una necesidad constante y primordial, de cada individuo, de cada especie y de cada pueblo. La libertad es el camino que llama a los hombres una posición mejor, más complaciente, más auténtica y feliz. La libertad es un concepto abstracto, muy amplio con miles de facetas, y de compleja lectura.

Socialmente hablando y siempre dentro de algunos parámetros establecidos, podemos tener libertad de reunión, de comercio, de educación, de trabajo, de ocio, de culto, de relación, de afiliación, de acción, de filosofía, de religión, de actuación y de pensamiento. Cuanto más libre se es, menos leyes se deben obedecer, y menos restricciones se han de sufrir. En ese punto de gran libertad, de gran capacidad de decisión, de independencia y de falta de restricción es donde el ser humano, se encuentra bien. Es su aspiración natural. Es la libertad que proporciona la cuarta dimensión.

  • 4) Proyección de todas las vibraciones a todos los cuerpos densos

Podemos entender este hecho si imaginamos a los cuerpos densos como el polo positivo, es decir el polo donde llega toda la energía que sale del polo negativo. Por alguna característica de la 4ª dimensión, todas las vibraciones se proyectan y van a parar a todos los cuerpos densos. ¿Dónde sino irían a parar? Los cuerpos densos son las estructuras capaces de absorber las vibraciones. Los objetos con densidad están preparados para ello, y dependiendo de su estructura molecular, tendrán más facilidad para absorber una determinada frecuencia que otra, pero, en cualquier caso, interaccionarán más o menos con todas las vibraciones que lleguen de cualquier parte. Cada cuerpo tiene una estructura determinada. Eso hace que tenga más facilidad para captar unas frecuencias y rechazar otras, que a la postre, son las que le dan el color que percibimos. Los vegetales, como sabemos, son verdes porque de todas las frecuencias del espectro solar, absorben todas las frecuencias excepto la verde. Esto es porque su propia Naturaleza es verde, y no necesite ya más radiación para crecer y evolucionar. Los vegetales no necesitan ese color, lo dan.

  • 5) Vibración, descomposición de todos los cuerpos densos.

Estamos en un punto distinto al anterior. Partiremos de un ejemplo muy sencillo. Tenemos un recipiente de agua. Lo calentamos, el agua inicia un aumento de su frecuencia vibratoria, pierde su estructura, se descompone y desaparece. Algo ha hecho vibrar al agua y la ha volatilizado.

Podemos imaginar lo mismo con una estructura sencilla, un paralelogramo, por ejemplo. Iniciaría una vibración regular, constante en todos los lados, que haría que aumentara algo de tamaño. La vibración seguiría y podría hacer que el rectángulo entrara en otro estado energético, irradiando hacia todos los lados, pero manteniendo su estructura original.

La cuarta dimensión. Vibración y descomposición

Figura. La cuarta dimensión. Vibración y descomposición.

  • 6) Vibración, descomposición de todos los puntos de los cuerpos densos a través del espacio.

Este apartado parece algo distinto al anterior, pero es quizá el siguiente paso.

Tenemos a nuestra figura que ha entrado en otro estado, en otra vibración, pero mantiene aún su estructura energética. El siguiente paso, mucho más profundo es que todos los puntos de ese objeto sufran la misma descomposición y se pierda la cohesión de la arquitectura. Es la descomposición total. A este paso, solamente le queda uno más, y es que todos estos puntos, esas mínimas partículas descompuestas, viajen a través del espacio.

El resultado sería que habríamos partido de un rectángulo inicial, que se descompuso y que viajó totalmente desintegrado por todo el espacio. La figura sigue existiendo en esencia, pero su construcción se encuentra en un estado de máxima libertad y dispersión.

¿Es posible recuperar la forma original? ¿Por qué no? Aparentemente, solo hay que realizar el camino inverso, al igual que el vapor de agua se vuelve a condensar volviendo de nuevo a su estado primitivo.

OTRAS CARACTERISTICAS QUE SE DESPRENDEN DEL ESTUDIO DEL RAYO

Este 4º Rayo, se encuentra en la 4ª Dimensión, por lo que cuando hablemos de él, para comprenderlo mejor, deberemos observar sus características intrínsecas y el lugar donde trabaja.

Su relación con la Ideación Divina

Si miramos la figura del Rombo, vemos que, en la parte superior, allí donde se juntan los dos lados de la 4ª Dimensión, aparece una pequeña línea vertical, que pasa casi totalmente desapercibida. Esta línea pequeñita, recibe el nombre de Ideación Divina. Es la plasmación del lugar donde nacen las Ideas Divinas. Un esquema extremadamente sencillo y comprimido para una función tan compleja, pero es su representación dentro del Rombo. Esta ID, como vemos está en la cuarta dimensión, que es su sede y su casa. El hecho de que el 4º Rayo esté presente aquí, en este mismo sitio, nos proporciona como mínimo, la idea de que el 4º Rayo, debe conocer perfectamente la ID y si esa idea se está distribuyendo y realizando bien o mal. El sería el Juez y tendría la oportunidad de evaluar si una acción se está realizando de acorde con lo planeado o no.

Relación con los ciclos de creación-retrospección

Deberemos recordar el fenómeno de los ciclos, con sus fases de Creación y Retrospección. Cuando se inicia el ciclo de Creación, el Rombo se inicia desde la cúspide superior de la 4ª Dimensión, y va bajando y abriéndose por los lados, ensanchándose y estirándose hasta que llega a su punto máximo, al vértice obtuso inferior, al punto que hemos llamado entre nosotros de Realización Divina, pero que no es sino otro punto de Ideación Divina de la cara contigua del Rombo, allí donde el proceso expansivo finaliza e inicia entonces su fase contractiva, expulsando todo lo creado, en un camino de regreso hasta la ID. Todo este movimiento de expansión y de contracción, como vemos, está dirigido por los vértices obtusos, puntos centrales de la 4ª Dimensión y sedes del 4º Rayo. Lógico es pensar que este Rayo tenga un papel muy importante en el origen, control y final de los ciclos de Creación-Destrucción.

Relación con los planos de conciencia

Aunque los planos se pueden representar de muchas maneras, en éste momento, conocemos con claridad dos representaciones: Una en la que los planos corren a través de la diagonal mayor y otra que los mismos planos, se encuentran en la diagonal menor.

Si bien el 4º Rayo está en el centro de la figura, separando las dimensiones inferiores de las superiores, también está en el centro de la figura en cuanto a parte alta-parte baja se refiere. El 4º Rayo, a nivel de los planos de conciencia, actúa como un ascensor, permitiendo el ascenso o descenso por los distintos niveles, ya sea en el sentido horizontal o vertical.

El permitirá o no que las informaciones pasen o no pasen. Actuará aquí también como juez, y podrá decir: Esto es correcto, puede pasar, o esto no es correcto, se ha de corregir. Este Rayo es el que permitiría el desplazamiento por todos los planos de conciencia. Este Señor, que viene y va por todo lo Creado, es capaz de insinuarnos la idea del infinito e insuflar en nuestro psiquismo la Idea de estar unidos a la totalidad.

El hallazgo de las características psicológicas de la persona que pertenece al 4º Rayo, se derivarán del estudio de las funciones del 4º Rayo y de la cuarta dimensión, que es donde este Rayo trabaja, por lo que las conclusiones a las que llegaremos, serán las lógicas y previsibles. Para iniciar el estudio psicológico del Rayo, observaremos donde vive, como actúa, de qué manera se mueve, cuales son sus propiedades generales y a partir de aquí, podremos hacer una interpretación y una lectura de todos estos valores en la esfera psicológica.

Todos los Rayos tienen una importancia en la construcción del psiquismo de una persona, pero éste, tiene más relevancia que los otros por un aspecto que resulta obvio, ya que como sabemos, el cuarto Rayo construye el eje que comunica todos los planos de conciencia. Sabemos que en la tercera dimensión, existe actividad mental, pero es en la cuarta dimensión, donde esta actividad mental es mayor, ya que la materia mental tiene una amplitud y una proyección espacial que no existe en la 3ª D. Nosotros seres tridimensionales, no podemos imaginarnos lo que “es” realmente la cuarta dimensión, pero podemos “contactar” con la cuarta dimensión a través del Rombo de estados de conciencia.

En los planos de conciencia tenemos estratificada y diversificada la estructura y la actividad de nuestra mente. Aquí está nuestro psiquismo, con sus niveles de inconsciente, subconsciente, consciente, y supra consciente.

En distintas zonas de los planos de conciencia, tenemos plasmados arquetipos de todo tipo y válidos para la vida, pero también tenemos algunos otros arquetipos deteriorados y obsoletos, que actúan como bloqueos y pueden impedir el movimiento libre por la cuarta dimensión.

Todos los errores mentales, se hallan registrados en el flujo magnético que corre por el eje de los planos de conciencia. Estos bloqueos estrechan el espacio del eje, creando dificultades en el flujo de información. A todos estos bloqueos de nuestro flujo psíquico, que están en medio del trayecto, como sustancia deteriorada y contaminante, les llamamos cariñosamente cadáveres putrefactos y malolientes.

La frase, que es muy descriptiva y siempre nos hizo reír. La utilizábamos a menudo porque era un símil perfectamente comprensible. Sabemos que todos tenemos cadáveres putrefactos en algún rincón de nuestra mente. Con un poco de interés y ganas de observación, se pueden hallar, porque están allí y producen malestar, angustia, temor, reacciones neuróticas y actuaciones fuera de los parámetros regulares de nuestra personalidad. Son actitudes viciosas, obsesiones, anclajes del pasado, torpezas o bucles que no sirven absolutamente para nada interesante. Lo único que hacen es ocupar espacio, crear densidad y producir desviaciones turbulentas del flujo mental que debería correr libre por el eje de la cuarta dimensión.

Si una persona, se libra de estos obstáculos que entorpecen el tránsito a través del eje de planos de conciencia, podrá ver como su pensamiento se vuelve más rápido, libre, claro y amplio. En este movimiento libre por los planos de conciencia, podría ir limpiando los planos y ascendiendo o descendiendo por ellos con más facilidad. Si hiciera eso y lograra pasar por la 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, 6ª y 7ªD (dentro del universo tridimensional), acabaría el ascenso total, y tendría (si el guardián del umbral lo permite), acceso y entrada a la 4ªD.

En ese momento, ya no sería una criatura evolutiva ascendentes pre-cósmica, sino una criatura cósmica. A este estado de auténtica cuarta dimensión, no podemos entrar, ni siquiera en estados de iluminación. De hecho, ni tan sólo, lo podemos imaginar. Esta cuarta dimensión simboliza la vida plena cósmica a la que todo ser está llamado a entrar algún día. Aquí están los seres vivos con psiquismo, raciocinio, voluntad, proyección y amor. El cuarto rayo es la energía que corre por este lugar. Su importancia general, está en este punto.

Relación con la transmutación

Transmutar una materia en otra, sacar o agregar elementos subatómicos a la materia para formar nuevos elementos primarios es la base de la transmutación. Sabemos que la materia grosera, ubicada en la parte izquierda del Rombo es mucho más densa que la parte derecha, que es mucho menos masiva.

Existe la posibilidad de desplazarse en la tabla periódica del Rombo si se tiene la habilidad necesaria para hacer que la materia se vaya agregando o disgregando.

Teniendo en cuenta que el único camino que existe entre estas dos clases de manifestaciones es el 4ª Rayo, es lógico pensar que esta fuerza sea la más importante para realizar todos estos procesos de transmutaciones atómicas.

Relación Izquierda – Derecha:   El Antakarana

Sabemos de las dos polaridades de la creación, la parte de la izquierda, más material, masiva y la de la derecha, más etérea y energética. Son los dos márgenes de lo creado. El puente o Antakarana es la 4ª Dimensión, con su cuarto Rayo.

Sabemos que el 4º Rayo se mueve en el eje de la diagonal menor del Rombo y en el eje de la diagonal mayor, soportando en ambos casos a los 6 planos de conciencia. El 4º R Se desplaza por todo el Rombo, abriendo todos los caminos.

Hemos de pensar que el Antakarana , este puente que permite el ir y venir, ha de estar hecho por una materia fluida capaz de   poderse desplazar a cualquier sitio, siguiendo el principio de que lo sutil penetra lo grosero.

Lo más sutil, la materia más sutil de que está hecha la creación es el elemento primario menos masivo y más sutil que existe. Su masa es notablemente inferior a uno. El nombre del que disponemos actualmente es el elemento conocido como amor. Es la partícula menos masiva de la creación, el polo contrario del elemento más denso de todos, el 144.

En esta 4ª dimensión por la que recorre el puente, están los seres con un cuerpo denso, pero al mismo tiempo con inteligencia, psiquismo y proyección. Es gracias a esta dimensión que percibimos y sentimos las sensaciones afectivas, intelectuales y espirituales.

Solo debemos observar algo las cualidades de la 4ª Dimensión y veremos que es claramente proyectiva. Ella se encarga de enviar todas las vibraciones de los cuerpos densos al espacio y al mismo tiempo, también de hacerlos vibrar y descomponerlos. Básicamente viaja, se traslada y se abre a la totalidad. Ella es el camino.

En cualquier caso, este camino, este puente, se ha de construir progresivamente. Es muy difícil imaginar que una estructura que permita el paso entre energía y materia se construya en un momento, máxime cuando en el caso del hombre, esta materialización depende de que ciertos grupos neuronales se interconecten o se creen. Es posible que algún día exista una máquina capaz de realizar un tránsito así, pero hoy en día es mucho más lógico contemplar la posibilidad de que este puente sea neuronal, un antakarana entre el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo, es decir un cerebro, posiblemente con una perfecta relación interhemisférica. El ser humano ha de recorrer este trayecto, pero antes, ha de comprender una premisa: Para recorrer el sendero, ha de convertirse en el sendero mismo.

Basculación Compensatoria del equilibrio

Imaginemos un sistema bien balanceado, una especie de balanza que tiene una carga en la izquierda igual al peso que está situado en la derecha. El fiel está en el centro y el sistema está en equilibrio. Ahora, podemos imaginar que, en la parte izquierda, se sobrecarga la actividad. El sistema se rompe y por consiguiente, se ha de producir una nueva disposición de cargas para llegar a un nuevo equilibrio.

En esta nueva situación, con esta nueva carga, el peso original situado en la derecha se muestra insuficiente para compensar la situación y se ofrecen tres soluciones para reequilibrar de nuevo el sistema:

  • Se incrementa simétricamente la carga en el extremo derecho hasta equiparla.
  • Se dispone de una carga mucho más pesada en la derecha, pero más centrada, ya que podría suceder que, por algún motivo, la posición original no admitiera ese sobreesfuerzo.

3)   Se desplaza la carga de la izquierda hacia el centro.

Estas posibilidades de nivelación requieren un gasto energético muy elevado, por lo que se podría pensar en la posibilidad de buscar el equilibrio sin aumentar la carga de la derecha, ni en la posición 1 ni en la dos, ni desplazar la nueva carga hacia el centro. Esto (si el sistema lo permite), se conseguiría desplazando el centro de gravedad del sistema. Bastaría con desplazar el centro de gravedad a la izquierda y el peso, se equipararía.

Este sistema implicaría que el 4ª Rayo, el que tiene la capacidad de desplazarse por el Rombo a derecha e izquierda, desplazara el centro de su actividad a la parte izquierda. Sería posiblemente un buen sistema de compensación, aunque el sistema global, se resintiera, sin duda del desplazamiento del centro de equilibrio, ya que el equilibrio anterior del sistema se pierde por completo.

En cualquier caso, debemos contemplar la posibilidad de soluciones mixtas, y evidentemente de otras, como por ejemplo que el punto central se vuelva rígido y amortigüe de esta manera la necesidad de compensación. Pero la rigidez del centro de equilibrio sería sin duda un lastre para un sistema que lo que busca precisamente es tener un centro de equilibrio móvil que permita compensaciones constantes. Lo cierto es que si ha de existir algún sistema de búsqueda del equilibrio perdido dentro del Rombo ha de estar en la 4ª dimensión, sede del 4ª Rayo. Es el origen de las basculaciones compensatorias que se originan dentro del Rombo cuando el sistema busca compensaciones en busca del nuevo equilibrio dinámico.

Control del giro del Rombo

El giro del Rombo en el espacio depende básicamente de las combinaciones de dos giros: El giro del eje vertical y el del giro horizontal. Si las cargas están repartidas y todo el peso del equilibrio tanto horizontal como vertical, están anclados en el punto central del Rombo, el giro es armónico y no se producen “cabezadas”. Si las cargas están mal distribuidas, el giro del Rombo se vuelve irregular. Este punto, esta zona de control y de equilibrio, se llama Hara, un término japonés que hace referencia al vientre y a su capacidad de equilibrio general. A este punto, le dedicaremos unas líneas y veremos que se dice de él

El Hara

Esta zona corresponde a la 4ª de la 4ª dimensión. En el cuerpo humano, está localizada unos dedos por debajo del ombligo. En la Medicina China, recibe el nombre de océano de energía, y en la tradición japonesa, a esta zona vital, se la llama Hara, que significa vientre. Para observar las similitudes del Rombo y de la tradición japonesa, me permito hacer un pequeño resumen de las definiciones y las características básicas de este centro:

Descripción

  • El Hara encierra la fuerza universal y es la expresión de la imaginación creadora.
  • Es el lugar donde la Vida Universal se vuelve vida en cada hombre.
  • Es el nexo entre lo físico y lo metafísico
  • Es la unidad con la dimensión trascendental, en la cual desaparecen y se funden los contrarios, dando sitio a una nueva unidad.
  • Es la fuerza que sostiene en secreto, que ordena y forma, que libera y unifica.
  • El Hara es el eje y el centro en torno al cual todo gira.
  • De él, depende el equilibrio y la movilidad y la unión de los dos polos. Si el centro, el pivote no tiene la tensión justa y es muy rígido, entonces la energía domina siempre en uno de los polos. Si, por otro lado, es un centro que apenas ofrece resistencia, se puede pasar continuamente de un polo al otro, imposibilitando el estímulo necesario de procesos que necesiten un umbral mínimo de energía.
  • El Hara es el camino natural que siguen los procesos de transformación. Estos procesos, implican poder pasar de una frecuencia a otra, en cualquier sentido

Hara y psiquismo

  • Es el centro de gravedad psíquico, que corresponde al centro de gravedad físico.
  • El Hara dota de invención, de creatividad, liberando la rigidez de las formas
  • Cuando se está en el Hara, el juicio es matizado y sereno. Se miden las palabras y se sabe distinguir lo que es importante de lo que no lo es. Esto da una gran flexibilidad, que permite adaptabilidad y equilibrio en cualquier situación.
  • El Hara da calma, sensibilidad, comprensión, así como prontitud en la decisión.
  • Un hombre es sano   cuando tiene libre el curso de su proceso de transformación.
  • Toda contracción en el cuerpo corresponde a una barrera en el camino interior. La esclerosis es el afán de aseguramiento. Cuando hay una inmovilización, se forma una tensión, una barrera que impide progresar en la vía interior. Cualquier crispación se opone al movimiento de transformación.
  • Estar anclado en el Hara, proporciona la tensión justa, evitando el exceso de tensión (esclerosis) o su falta (disolución). Esto proporciona una actitud erguida, recogida y estable.
  • El primer don del Hara es la estabilidad, realización y afirmación. Da la forma verdadera a la persona y da una mayor receptividad a la transparencia.
  • Para vivir la vida en plenitud, el hombre ha de hacerse uno con el centro vital.
  • El Hara abre el paso a la dicha y al provecho del amor cósmico.

Como tantas otras veces, nos sorprendemos por las similitudes, por el hermanamiento que existe entre el Rombo y otros conocimientos tradicionales. Este 4º R tiene la facultad de la síntesis. Esta virtud apreciada por todo el mundo ayuda a extraer a modo de resumen, la fusión de las cualidades y características más importantes de un suceso. Esta síntesis, da origen a un concepto general, muy amplio y que se puede reducir, a veces a una sola palabra. El análisis es un proceso inverso, por medio del cual, se separan y distinguen las partes de un todo para desmenuzarlo y estudiar cada una de las partes que lo conforman.

El concepto de síntesis parece muy relacionado con una característica del 4º R: proyección de todas las vibraciones a los cuerpos densos. Y el concepto de análisis, también parece muy relacionado con otra característica del 4º R: Vibración, descomposición de todos los cuerpos densos. Él, es el analista y el sintetizador.

CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS   DEL 4º RAYO

Amplitud de pensamiento

Aunque no podamos acceder realmente a la cuarta dimensión, podemos pensar que una persona que es del 4º Rayo debe tener una fuerte actividad mental, y su pensamiento ha de ser proyectivo, amplio, claro y libre e impulsado por la fuerza de la cuarta dimensión.

El 4º Rayo y la cuarta dimensión, dan la idea de que somos cósmicos y aparece lógicamente la idea del trabajo universal. Está claro que todos tenemos necesidades individuales, pero en este caso, en una persona del cuarto Rayo, la necesidad personal debe corresponder a una necesidad más amplia, perteneciente a la visión conjunta del todo. El psiquismo de una persona de   4º Rayo espera lograr aquello que es más grande y penetrar en el mundo de las ideas divinas, ocupando una posición intermedia entre el mundo de las ideas y el mundo de las formas. Es por ello, que la persona del 4º Rayo quiere abrir el camino, y vincular al hombre con lo grande, con lo infinito, con Dios.

Capacidad de análisis y síntesis

La cuarta dimensión está relacionada con la vibración, la descomposición y la proyección. Por este motivo este Rayo, tiene una capacidad magnífica de análisis, ya que, gracias a su descomposición, se extiende a todo lo creado, llegando al más pequeño de todos los recovecos de la manifestación.

El, aparece en todos los lugares, hasta en las partes más minúsculas, y recibe de todos estos sitios, la información local. Al final, resulta que la cantidad de datos que ha recibido es inmensa. Por este motivo, y para poder manejar con entereza estos miles de datos, ha de tener una gran capacidad de síntesis que le permita reducir todos los datos que le van llegando a una idea muy concreta para poder ser utilizada. Esta enorme y única capacidad de análisis y de síntesis, que recuerda a la fuerza centrífuga y a la centrípeta, lo hacen único en estas dos facetas: El análisis y la síntesis.

Capacidad de juicio

Sabemos que una franja del 4º Rayo corresponde a la fracción más material del Rombo y que la otra mitad del Rayo, está relacionada con la parte más energética de la sagrada figura. La parte energética busca a la materia, y La zona material espera a la energía. Esto hace suponer que la parte central del 4º R sepa que impulso necesita la materia para ascender. Parece que viva en medio, como un guardián, diciendo tú eres necesario y tú no. O lo que es lo mismo: Tú pasas y tú no pasas. Por este motivo, la persona de 4º Rayo ha de ser y es ambivalente, pero no por cobardía. Es por necesidad y para realizar una función adecuada.

Esta situación, le permite ser un buen juez, que actúa con conocimiento de causa y que lo hace con auténtica misericordia, pero también con rigor, por lo que su acción, aunque pueda parecer dual, aunque no lo es. Es completa.

El 4º Rayo se mueve con la 4ª D y gracias a esto, se desplaza en todas las direcciones, llegando a todos los lugares. Por esta razón, conoce a todos los actores, a todos sus motivos y a todas las circunstancias, ya que es capaz de llegar hasta el último rincón de cada uno de todos los sitios. Su juicio se fundamenta en el conocimiento total de lo que ha de juzgar.

Y al final, ha de juzgar y recorrer el estrecho camino del juicio, porque se encuentra en el centro del campo   de las dualidades y debe caminar por el sendero del filo de la navaja para llegar a la correcta comprensión y al exacto juicio.

Capacidad de iniciar y finalizar

Tengamos presente que, en Ideación Divina, (que está en la cuarta dimensión), están todos los planes, posibilidades y proyectos. El 4º Rayo está totalmente vinculado a la 4ª D y por tanto, a la Ideación Divina. Podemos pensar que este Rayo, conoce las ideas y tiene la potestad de evaluar si el proyecto se ha hecho correctamente o no. Si se ha hecho bien, tiene la capacidad de iniciar otro ciclo de perfeccionamiento, y se ha hecho mal, es capaz de poner en marcha los mecanismos de corrección hasta dar con la solución eficaz. Es por eso que decimos que tiene relación con el principio y con el final de los fenómenos. Tiene capacidad de iniciar y finalizar.

Capacidad transmutativa

Si al rojo le aplicamos verde, obtenemos naranja y con un poco más de verde aún, tenemos un amarillo. Si siguiéramos dando verde, obtendríamos un amarillo-verdoso. Si al violeta le damos verde, se vuelve añil, y con un poco más, se vuelve azul celeste. Todavía con un poco más de verde, el color viraría hacia el azul celeste-verdoso. El color verde desplaza todos los colores hacia él, haciendo que cualquier estímulo de 4º R producido en cualquier zona del Rombo, se dirija a la 4º D. El color verde, lleva a cualquier estímulo a una zona de equilibrio. Este Rayo, permite ir hacía el centro, subiendo o bajando lo cual está unido a la capacidad de transformación, cambio o transmutación.

Ambivalencia

A este Rayo se le ha llamado también el Rayo del aparente conflicto, porque en él, la actividad y la inercia están muy presentes. La inercia está relacionada con las comodidades, los placeres y   la indolencia. La actividad que es fogosa e impaciente impulsa al cambio y a la búsqueda de nuevas posibilidades.

A pesar de todo esto, el 4º R vive en armonía, ya que la vida necesita de las dos polaridades y de las dos características. Este Rayo, como ningún otro, sabe llevar dentro de sí estas dos características tan dispares. Su sendero es el control, adquiriendo el equilibrio entre las dos fuerzas antagónicas de la naturaleza.

EJEMPLOS PRACTICOS

Para hacer más práctica la exposición de las características del Rayo, pondremos unos ejemplos muy reales que nos permitan seguir las peculiaridades del psiquismo de una persona cualquiera que pertenezca al cuarto Rayo.

Si fuera un pensador…

Su pensamiento sería libre y se podría proyectar a muchos ámbitos. Podría ser etiquetado como “un libre pensador” o un “liberal”. Tendría criterios propios, nuevos e incluso demasiado atrevidos. Es posible que algunas de sus frases fueran consideradas como poco adecuadas o políticamente incorrectas, ya que podrían no ajustarse a los cánones establecidos.

Si fuera un matemático…

Podría analizar un hecho de la naturaleza, estudiarlo, desglosarlo, hacerlo añicos y estudiar cada una de sus partes, para luego llegar a la comprensión sintética del fenómeno estudiado y dar una fórmula que explicara de una manera reducida y compacta toda aquella grandiosa vorágine de conceptos.

Si fuera un amigo…

La persona de 4º R podría tener   grandes afectos, simpatía, generosidad, devoción, intelecto sutil y percepción. Tendría también desarrolladas la virtud del altruismo, de la exactitud y del   equilibrio moral. Si el Rayo por algún motivo, no se expresara correctamente, podría tener episodios de fuertes pasiones, seguidas de episodios de indolencia.

Si fuera un orador…

Podría ser un conversador brillante. Generalmente, su conversación sería justa y adecuada, pero en ocasiones, su charla podría ser pletórica, incluso, podría llegar a ser extravagante   o quedar sumida en un ligero silencio melancólico

Si fuera un artista...

Tendría un colorido admirable, a veces perfecto, y en otras ocasiones, exagerado. Tendería   a la armonía y a la belleza. Amaría el color y lo dominaría.

Si fuera un decorador…

Seguramente, buscaría unir la belleza y la funcionalidad de su obra. En algunas ocasiones, podría ser muy detallista y tener una tendencia a incorporar muchos elementos estéticos, o podría ser un decorador conceptual, con muy poca tendencia a la ornamentación.

Si fuera un músico…

Sus composiciones, estarían llenas de melodía, porque ama la melodía y las fluctuaciones entre los graves y los agudos de la música.

Si fuera un juez…

Analizaría un hecho desde todos los lados, sin que se escapara ningún detalle. Llegaría a una conclusión y emitiría un veredicto justo. Sería misericordioso, pero también actuaría con rigor.

Si fuera un escritor…

Su trabajo sería con frecuencia brillante, abundarían las descripciones pictóricas, detalladas o minuciosas o sería capaz de reducir en un párrafo, cientos de imágenes asociadas a la descripción de un personaje.

Si fuera un proyectista…

Si se le encargara algún proyecto, sería capaz de entenderlo bien y captar plenamente la idea. Lo pondría en marcha con la velocidad justa y tendría la capacidad de ir realizando correcciones hasta que se llegara a la plasmación total de la idea, en cuyo momento exacto, finalizaría la obra.

Si fuera un terapeuta…

Curaría con sus manos, utilizando distintas terapias manuales o curando a través del tacto. Si utilizara la psicología, sabría dar a cada uno, con el tacto suficiente, el consejo más eficaz.

Si fuera un amante…

Sería suave o enérgico. Podría combinar perfectamente las dos facetas. Necesitaría de la actividad sexual para su equilibrio personal y el de su relación de pareja.

Si fuera un místico…

Intentaría hacer ejercicios de meditación para acercarse a Dios a través de la identificación con la conciencia universal a través de la pureza de la mente o del amor. Pero también podría sentir a Dios si fuera capaz de identificarse con cualquier parte de la creación, por más pequeña que fuera.

EL 5º RAYO

Fue el quinto de los Señores en hacer acto de aparición. A su llegada, como en la de sus hermanos, recogimos unas ideas básicas que, con el tiempo, hemos ido desgranando e intentando ampliar. En la escueta tarjeta de presentación se decía:

Sus Nombres: “Gran Ingeniero. Gran Diseñador.”

Sus funciones: “Pone las bases. Pone la materia”

Una idea: “Espera que venga su hermano”

Y su función principal: “Para crear vida”

También con él, llegó la primera pregunta que se formuló acerca de los Rayos: ¿Quién es su hermano?   La respuesta fue clara: El 3º Rayo. La pregunta y su respuesta, nos abrió el concepto de la hermandad entre todos los Rayos y particularmente entre algunos de ellos. Por supuesto, los Rayos son hermanos ya que todos nacen en el mismo sitio, son hijos del mismo Padre Absoluto, entran por la 7ª dimensión y además tienen una relación especial de hermandad profunda entre los Rayos que son opuestos, es decir, entre el 1º y el 7º, entre el 2º y el 6º, entre el 3º y el 5º y entre una parte y la otra parte del 4º Rayo.

Con posterioridad al descubrimiento del hermanamiento de los Rayos, empezamos a entender que los Rayos no se relacionan tan solo por pares de opuestos, sino que su relación y su manera conjunta de trabajar va mucho más allá. Cuando entremos en el estudio de cualquier Rayo, no debemos olvidarnos de su opuesto, con el que está aparejado en una especie de danza, que hace que no se puedan entender las cualidades de uno sin recordar las de su opuesto. Esta relación de opuestos forma el circuito de oposición. No es el único de los circuitos cromáticos que existen, pero es muy importante.

La oposición de Rayos, genera un circuito vital

Figura. La oposición de Rayos, genera un circuito vital

SUS NOMBRES

Gran Ingeniero

Si bien en la construcción de edificios, puentes y otras construcciones, la labor del arquitecto es la más lucida, la más reconocida y la más mediática, la tarea del ingeniero es quizá la más real, la más práctica y ciertamente, la más necesaria. El Arquitecto (3º Rayo) es el que hace los planos, aporta las ideas, marca las líneas filosóficas del edificio y el concepto que lo ha de regir, pero es el Ingeniero (5º Rayo) el que intenta trasladar esa idea al mundo de la materia, de los pesos, de la gravedad, y el que en definitiva busca la fusión entre la idea original y la pragmaticidad del soporte físico.

En la construcción de un teatro, el Arquitecto buscará la distribución del espacio, la armonía del lugar, la forma idónea para la representación, y el Ingeniero buscará la realización del concepto, la estructura adecuada para soportar el peso y   el material perfecto para la sonorización del local.

Gran Diseñador

Aunque se trate de dos profesiones bien distintas, ambas comparten muchos puntos comunes. La mayor parte de nosotros, relacionamos al Ingeniero con producciones de tipo industrial, aunque su abanico de trabajo es sin duda, mucho más amplio. El concepto que tenemos para el diseñador es algo diferente. El diseñador, también trabaja sobre ideas, quizá más sencillas, no tan complejas, sin tanta envergadura y a menudo, para ser plasmadas, necesitan de un espacio más reducido. El trabajo del diseñador se puede ver en una camisa, en una silla, en un broche, en un vaso, en un ordenador y en un teléfono. El diseñador, como el ingeniero, también busca la forma que ha de albergar la idea propuesta.           

LOS NOMBRES DEL PASADO

En otro tiempo, se ha conocido a este Rayo por muchos otros nombres. Citaremos a alguno de ellos para que nos ayuden a la comprensión de este singular Señor. Como siempre sucede, una vez que se conoce la naturaleza y la función del Rayo, todos los nombres antiguos con los que se le ha intentado definirlos con anterioridad, nos recuerdan sus facultades conocidas. Seamos benevolentes con estos nombres antiguos, cargados de un simbolismo quizás un poco alejado de nuestra época, pero con gran contenido.

El señor del conocimiento concreto y ciencia

Los ingenieros son diferentes entre sí, pero tienen algo en común: La ciencia.   Su mentalidad es concreta y científica. Todo se ha de pesar, medir y explorar. Toda ciencia, precisa de un soporte, y el ingeniero, el hombre del conocimiento concreto, está siempre dispuesto a darlo. Su conocimiento científico se centra en dar una respuesta material a una idea concreta.

El dispensador de conocimiento.

Otro nombre que relaciona al mismo Rayo con el mismo atributo psíquico. La inteligencia y el conocimiento son propios de este Rayo. El, otorga a quien lo posee, intelecto y conocimiento concreto.

El aventador de la broza

Descansan juntos el trigo y la paja. El 5º Rayo es capaz, gracias al discernimiento inteligente de actuar como el viento que separa lo superfluo de lo veraz, lo cierto de lo falso. El conocimiento separa lo sustancial de lo insustancial, lo válido de lo superfluo, lo veraz de lo falso. Ante cualquier hecho que se intente analizar, se pueden realizar centenares de observaciones y recoger un gran número de datos. Algunos totalmente relacionados con lo que está sucediendo, otros medianamente vinculados y otros que no aportan ningún interés. ¿Cómo extraer lo válido e ignorar lo superfluo?

La inteligencia es la capacidad que va mucho más allá del fanatismo, de la superstición y de la magia y que intenta razonar con lógica lo que se observa. Contempla un fenómeno y de la manera más científica posible, intenta dar soluciones.

El quinto Rayo, no plantea, no proyecta, lo que hace es buscar soluciones reales. El levanta la maraña de los datos extrae conclusiones y busca soluciones. Cada solución, ha de soportar la fuerza del viento que genera la vorágine de su mente. El error se disipa, la verdad permanece. La broza vuela y desaparece.

El revelador de la verdad

Si la verdad puede ser entendida, comprendida, revelada, ha de ser gracias a la utilización de este Rayo, que se mueve en la 3º dimensión, donde está el intelecto y la inteligencia. Él, nos revela y nos hace comprender lo cierto, la realidad de las cosas. Un experimento científico o más correctamente la repetición de un experimento científico, permite predecir lo que sucederá en una próxima ocasión. La verdad, soporta el peso del experimento, pero la mentira, el error, la teoría equivocada, no puede soportar el filtro de la experimentación continuada. El 5º Rayo revela la verdad a través del experimento, de la comprobación. La solución correcta, basada por supuesto en la razón, ha de soportar la teoría. Un ingeniero trabaja con proyectos. Él, no los hace, no los idea, pero los trabaja, les da forma. Pone el sustrato que soporta la idea. Si la idea es posible, el ingeniero dará seguramente una solución, pero si la idea es errónea o peligrosa, la obra del ingeniero también lo puede ser.

Si el arquitecto ha diseñado una obra estéticamente muy bonita, pero difícilmente realizable, el ingeniero, hará todo lo posible para realizar ese proyecto, aunque para ello, deba buscar el apoyo de unos materiales especiales, caros, tan caros que puedan hacer peligrar la totalidad del proyecto.

Al final, no será él mismo quien juzgue si la obra que nació como reflejo de un proyecto fue acertada o no. Él puso las bases, puso la materia para realizar un proyecto, que ya es mucho.

El cristalizador de la forma

Todo cuerpo, toda forma puede cristalizar y buscar una representación material básica. Toda idea amorfa, o con una forma primitiva, puede ser mejorada y llegar a una representación cristalina. A un buen Ingeniero, o un buen diseñador... ¿Se le podría pedir que hiciera una figura geométrica cristalina que explicara el deseo, la manera de pensar, el nivel de complejidad y la situación evolutiva de un mineral, de una persona o de una entidad? ¿Se podría dar forma cristalina a una idea? Si, y de hecho, esa es la labor del 5º Rayo. Él sabe hacerlo porque sabe cristalizar una idea.

La rosa de Dios

La rosa ha representado la más bella de las flores, la creación de la naturaleza que reluce por ella misma en el jardín. Aunque todas las dimensiones son bellas, es en esta tercera dimensión, sede del 5º Rayo, donde la vida florece, donde aparece en todos los reinos de la naturaleza la exuberancia de las formas y la explosión de todas las posibilidades de vida.

Sabemos que, en la segunda dimensión, se encuentra el nivel organizativo de las primeras formas de vida. Allí están los átomos y las moléculas, los sillares donde asienta la parte más profunda de la creación.

Si pudiéramos concebir una primera dimensión como un estado similar a la sopa de letras en disolución total, donde fuera imposible diferenciar en el caldo a los elementos que la constituyen, la segunda dimensión sería el enfriamiento y la evolución de ese estado homogéneo en busca de lo heterogéneo, de lo ya diferenciado y lo que empezará a concretarse y a tener nombre propio en las primeras familias de formas de vida. Recordemos que el ADN (compuesto de átomos ordenados geométricamente) se encuentra aquí, y con él, también observamos las primeras funciones reproductivas, tan típicas de toda especie. El ansia de perpetuación, de vida y de mantenimiento empieza aquí. Una de las primeras cosas que hace el ADN es reproducirse, al igual que los virus, cuya estructura es similar a esta molécula. De hecho, existe una teoría que mantiene que trozos de ADN escindidos de cualquier molécula, hacen lo que siempre realiza esta molécula primera de la vida: Buscar una protección proteica y replicarse. Esta interesante teoría, apuntaría a que los virus, son básicamente esto, fragmentos de ADN humano o de otra especie que se separan por alguna causa (quizá radiaciones ionizantes) de la molécula y hacen lo que el ADN hace siempre: protegerse, buscar un envoltorio eficaz, reproducirse, subsistir y perpetuar la especie. Y el ADN, los virus y quizá algunas formas de vida primitiva como bacterias, podrían estar ubicados en este nivel. Supuestamente, todo este esbozo vital, se desarrollaría hasta un nivel de mucha mayor diferenciación biológica, de muchísima más complejidad, adaptada a los diferentes hábitats de la Tierra. Estas grandes estructuras biológicas, seres ya macroscópicos, con psiquismo e inteligencia, diferenciados a partir de estructuras de la segunda dimensión, vivirían ya en la tercera dimensión, donde estaría esta gran belleza y riqueza de diversas formas de vida, trabajadas, elaboradas y expresando su cualidad interior. No es de extrañar que, en todo el jardín de la creación de las dimensiones, a esta le haya correspondido el nombre de esta hermosa flor de jardín. Es la rosa de Dios.

SU REINO Y SU LOCALIZACION: LA TERCERA DIMENSION

Recordemos que el 1º, 2º y 3º Rayo, eran Regentes de las dimensiones altas, pero vivían en las inferiores. En el 5º Rayo, algo ha cambiado. Ya no existe esa dicotomía entre regencia y domicilio. Aquí, el reino y el domicilio es lo mismo. Nuestro 5º Rayo vive y reina en la 3º Dimensión. Es la tercera dimensión, la más conocida por todos nosotros. Entendemos con alguna dificultad la 1ª Dimensión, más claramente la 2ª Dimensión, y de una manera excelente la 3ª Dimensión. Más allá, todo son dificultades y nos contentamos con una idea un poco más vaga, de lo que puedan ser estas dimensiones. Pero bueno, en la 3ª Dimensión, nos movemos de una forma más elegante y hasta cierto punto, la comprendemos. De hecho, todo lo que vemos, corresponde a esta dimensión. Aquí están los minerales que vemos, las montañas, los ríos, los árboles, las plantas, los insectos, los animales y las personas con su psiquismo. Conocemos todo lo que pasa, y hasta cierto punto, entendemos lo que vemos en esta 3ª Dimensión.

No puedo por menos que recordar una conversación muy interesante que tuve con mi hijo Pau, cuando este tenía 4 años y ambos íbamos en coche por la carretera. En un arrebato de conocimiento, desde el asiento de atrás me tocó en el hombro y me dijo: Yo papá... lo sé todo.

¿Todo, Pau?, - le pregunté - ¿Qué quieres decir con que lo sabes todo?

El, me miró solemnemente y extiendo su diminuta y sabia mano hacia delante, a izquierda y derecha, me señaló el paisaje: Si, todo.... mira... ¿ves?: Volante, coche, carretera, señor, árbol, piedra, cielo, camino, casa, pájaro... lo sé todo. Yo lo sé todo.

La anécdota me pareció muy simpática y ya la he explicado demasiadas veces, pero en cierta manera, reproduce lo que hacemos exactamente nosotros. Todos tenemos una determinada capacidad para ver y entender los acontecimientos. Algunas personas ya son felices con poder nombrar un suceso, otros intentan comprender el funcionamiento de todos los fenómenos y llegar a algún punto de comprensión. Otros quieren ir mucho más allá, y   buscan el origen de las cosas, creando teorías y formulando hipótesis para lograr entender el porqué de todo.

La actividad vital de la tercera dimensión, las posibilidades de la tercera dimensión quizá no son infinitas, pero si inabarcables. Estamos hablando del universo manifestado, de lo visible, de lo real y de todo el psiquismo de los seres vivos. Estamos frente a todo. Es por eso, que hemos de pensar que la tercera dimensión, es algo más que alto, ancho y largo. Es todo lo que vemos, lo que oímos, gustamos, olemos, tocamos, sentimos y pensamos. Todo eso es la tercera dimensión. Así pues, son muchas las cosas que dependen de la actividad de este Rayo.

Nuestro querido 5º Rayo, se encarga de poner las bases, la materia para que todo el mundo tridimensional, se organice y manifieste.

El 3º Rayo, era el apresurado del grupo, el que tenía ganas de ser útil, pero es que el 5º Rayo, ha de seguir sus agitados y frenéticos pasos de baile, y a cada idea, ha de responder creando la correspondiente forma. Es como decíamos antes, el diseñador de todo. Un diseñador, por otro lado, con mucho trabajo. No le paran de llegar encargos, y es incapaz de decir que no. Sus solicitudes le llegan desde todos los ámbitos de la naturaleza, ya que todo mineral, vegetal o animal, necesita un caparazón, una estructura capaz de dar soporte a la idea de vida que ha de albergar. El 5º Rayo, ha de hacer esto. Ha de organizar la materia, ha de estructurar los tejidos y dar forma a la vida   para que aquella idea vital dibujada en la 5º Dimensión por el 3º Rayo pueda ser plasmada, materializada, y construida en la 3º Dimensión.

CARACTERISTICAS PSICOLOGIAS DEL 5º RAYO

Estamos en la 3º dimensión. El 5º Rayo trabaja aquí y la persona que esté regida por este Rayo, se moverá como pez en el agua en esta dimensión. En la tercera dimensión tenemos: Universo visible. Reinos de la naturaleza. Psiquismo, intelecto.

La persona del 5º Rayo puede ser un gran observador de la naturaleza. Tiene una mente aguda y concreta que analiza, que llega a la comprensión práctica pero no al entendimiento profundo y último de los fenómenos. Su método es la investigación y la aceptación de las deducciones extraídas. Su orientación es práctica y no teórica.

Si fuera astrónomo, no estaría cautivado precisamente por la belleza arrobadora del espacio infinito, sino por la comprobación de la desviación de la órbita de Mercurio y por la teorización de la mecánica celeste.

Si fuera ingeniero, haría todas las mediciones necesarias, realizaría todos los cálculos, y comprobaría todos los detalles de un mecanismo.

Podría ser un buen jefe de algún departamento técnico. Pero   sería un poco desagradable para sus subordinados porque es perfeccionista, ordenado, puntual y eficiente. En sus explicaciones laborales, sería pedante y cansino debido a su fijación obsesiva en las menudencias y en el valor trascendental de las mismas.

Si fuera psicólogo, sería un psicólogo práctico, agudo observador de la realidad del paciente y de su problemática elemental.

Si fuese pintor, reproduciría exactamente lo que viera, pero su colorido no sería demasiado imaginativo. Podría ser un excelente pintor o escultor hiperrealista.

Si fuese músico, sus composiciones serían perfectas en su forma, pero con poco adorno o entusiasmo. Sería perfecto en la forma, pero mediocre en el sentimiento.

Si fuera cirujano sería pulcro, detallista, excelente conocedor de la anatomía. Conocería exactamente el trayecto de vasos, nervios y tendones. No se distraería y aplicaría sus conocimientos perfectamente

Si oyera ópera, no le gustaría el “bel canto”, ya que éste, busca la perfecta producción de elementos virtuosísticos como la coloratura, el trino y la brillantez de los agudos. Sin duda, preferiría el “verismo” que es una música más natural, con personajes, situaciones y emociones reales.

Si fuese escritor, sería detallista y claro. Explicaría todo. Se extendería en todo, pero no tendría inspiración ni fuerza. Es posible que se alargase demasiado, y se hiciera pesado con detalles descriptivos. Podría estar describiendo una habitación durante cuatro páginas y lo haría de manera perfecta, pero quizá le faltase entusiasmo o poesía en la descripción de lo que ha visto.

EL SEXTO RAYO

Al 6º Rayo le ha tocado esperar mucho tiempo antes de que se hablara de él. Bueno, la verdad es que, a él, eso no le importa demasiado. Parece ser que esa es su naturaleza. De hecho, cuando nos lo presentaron en sociedad, fue eso lo primeros que supimos. Recordemos:

Sexto rayo: Es el Rayo más tranquilo, más expectante. Espera el movimiento del átomo, espera el movimiento de la célula, le da fuerza e impulso.

Así pues, ya lo sabíamos y quizá por ello, hemos empatizado con su temperamento porque este Rayo sabe esperar. Y sabe hacerlo más que Arán (una preciosa, afable y tranquila perrita) ) que es capaz de esperar horas y horas en la misma posición hasta que aparezcamos dentro de su campo visual y realicemos alguna actividad, para inmediatamente ponerse de pie, seguirnos y desplegar toda su energía.

SUS NOMBRES EN EL PASADO

Por algún motivo, a este Rayo, no se le proporcionó de entrada (a diferencia de a algunos de sus hermanos), ningún nombre oficial relacionado con algún empleo conocido, así que su “bautismo nominal” ha quedado en nuestras manos, a expensas de la libre imaginación. Como que, para este tipo de funciones, conviene disponer de referencias, de datos iniciales, podemos mirar hacia atrás, en el archivo donde constan los viejos nombres que ha tenido este Señor a lo largo del tiempo y rebuscar allí, a ver si encontramos algún calificativo que nos proporciona pistas para poder ser nombrado. Empecemos a repasar en los viejos libros y analicemos sus ancestrales nombres:

El Devoto de la vida

La devoción es una palabra que proviene del latín “devotiones” y se podría traducir como: voto, consagración o dedicación. La devoción es, por tanto, la entrega total a una experiencia, impulsada por una irresistible atracción hacia una idea, una forma, una institución, una persona, o un ser vivo.

Este Rayo se comporta como un devoto, ya que sigue a una idea, a una forma, a algún pensamiento que se ponga en movimiento. Es un devoto del impulso de vida. Lo espera, lo sigue y le entrega toda su fuerza y vitalidad.

El Idealista

El idealismo forma parte de la familia de las teorías filosóficas que afirman la primicia de las ideas sobre las formas, o incluso su existencia independiente. Esta teoría supone que los objetos no pueden tener existencia por si mismos sin que haya una conciencia modeladora que esté detrás de ellos.

Por la ya conocida correlación de los Rayos, sabemos que el 6º Rayo, trabaja juntamente con el 2º Rayo, que es quien origina las formas puras de los arquetipos. El 6º Rayo, vivifica a estas formas atómicas y moleculares. Al vivificarlas, les da vida y movimiento.

El 6º Rayo, sigue a los ideales, a los arquetipos puros, y les da fuerza e impulso. La orientación del 6º Rayo es una centrada militancia en un ideal.

El reconocedor.

El 6º Rayo, es capaz de reconocer la realidad del ideal que reside detrás de la forma. Personifica esa capacidad de reconocimiento. Cuando ve la idea, se aplica en forma fuerte y concentrada para expresar el concepto que se encuentra en el mundo de las ideas y plasmarlo en el mundo de las formas.

El formulador

Una fórmula es una forma sintética de expresar una información de un modo condensado y tangible. Una fórmula es capaz de resumir y concretar en unas mínimas expresiones alfanuméricas una verdad simple o trascendente. Las ideas filosóficas, son muy abstractas y pueden necesitar de muchas palabras, explicaciones, giros y metáforas para dar a entender un concepto físico o metafísico. Una fórmula, en cambio, es capaz de reducir todo un discurso eterno a unos simples caracteres básicos. Es capaz de concretar una idea en una forma elemental.

El 6º Rayo, recibe la idea arquetípica y la plasma, la formula y le da forma y estructura en el mundo material. El 6º Rayo, es el responsable de las formulaciones concretas de las ideas que han hecho avanzar al ser humano.

El visionario de la verdad.

La verdad, el conocimiento puro, se encuentra escrito en un lenguaje abstracto. El mundo platónico de las ideas es sutil, ligero y luminoso. Como sucede en la fábula de la caverna de Platón, los hombres que están dentro de la cueva ven unas imágenes en la pared que creen reales, pero no son más que las sombras de la verdad pura que se encuentra escrita en el mundo de la luz.

El 6º Rayo y el lugar donde realiza su trabajo, la segunda dimensión, es capaz de ver la realidad pura del conocimiento y transformarla, plasmándola en objetos concretos, físicos y capaces de ser medidos y formulados.

El guerrero en marcha.

El guerrero cumple ideales. Pone en marcha órdenes, proyectos y leyes. Puede esperar mucho tiempo sin actuar, pero cuando debe hacerlo, lo hace con vitalidad y energía. Actúa con energía y determinación, cumpliendo ideales y leyes. Es un guerrero devoto y milita por una idea.

El picapedrero

El artista que recibe una idea y que la ha de plasmar en piedra, se asemeja al 6º Rayo, que recibe de la sexta dimensión y del 2º Rayo una idea, un arquetipo puro que ha de saber plasmar en la piedra. A golpe de cincel, debe arrancar del magma amorfo de la materia, una forma geométrica individual y que corresponda a la idea que recibió. El picapedrero, ha de ser capaz de absorber una idea, romper el magma elemental y construir a base de estímulos certeros, la forma deseada. Ha de picar la piedra y crear la forma capaz de sustentar a la idea.

El aborrecedor de la forma

Cada forma material es la representación de una idea. En la evolución funcional de cualquier organismo, sistema o ingenio, las formas del receptáculo se han de ir adaptando y cambiando para poder albergar la nueva funcionalidad. Este Rayo, debe crear las formas originales y luego ha de irlas cambiando por otras más capaces de albergar la nueva idea perfeccionada. El 6º Rayo crea formas y luego, aparentemente, las tiene que deshacer para crear otras nuevas. Crea formas y las destruye. Parece un aborrecedor de las formas.

El Divino ladrón

Es otro de sus curiosos nombres. Si, el 6º Rayo, parece ciertamente un ladrón. Es un ladrón de ideas. Coge las ideas de la sexta dimensión, del mundo de las ideas, del mundo de las formas puras de los arquetipos y las hace aparecer en el mundo de la materia. Las ideas no son suyas, pero aparecen de repente en su mundo para que les pueda dar vida. Es un ladrón, una especie de mago que roba ideas de algún sitio lejano y las hace aparecer transformadas en materia viviente y pulsante en otro lugar.

El regidor implacable

El regidor es el oficial encargado del gobierno de una parcela concreta de una localidad, municipio o ciudad. Con este concepto, podemos decir que el diminuto mundo atómico o molecular, tiene también su regidor. En esta segunda dimensión, trabajan por así decirlo dos regidores como mínimo. Tenemos por un lado el 2º Rayo que, aunque rige en la sexta dimensión, trabaja en la segunda dimensión y el 6º Rayo que es propiamente el regidor de este dominio. Esta segunda dimensión es donde las formas materiales más elementales, se empiezan a diferenciar del magma homogéneo y empiezan a individualizarse y a tomar estructura propia. Estamos en la zona donde empiezan realmente las primeras diferenciaciones de las formas de vida y donde se empiezan a producir los primeros ensayos constructivos, los primeros errores y las primeras aberraciones de las formas atómicas y moleculares. Es una zona donde los fracasos son frecuentísimos porque son las primeras pruebas de las manifestaciones de vida. Aquí, en este micro mundo, el Regidor ha de ser implacable. Trabaja en una zona muy conflictiva y ha de resolver muchos problemas.

El que niega el deseo

Este nombre, parece una continuación del anterior. Sabemos que los deseos equivocados de las criaturas evolutivas se dan frecuentemente en este nivel, y las uniones defectuosas de átomos y moléculas, se han de deshacer en esta zona para evitar errores macroestructurales. De arreglar estos errores, se encarga el 12º Rayo, pero trabaja conjuntamente con el 6º Rayo, por lo que no es de extrañar que, en cierta manera, se vincule al 6º Rayo con la realización o no de un deseo. El 6º Rayo estimula todo lo que le llega allí, sea bueno o malo, pero alguien controla a este 6º Rayo, permitiendo que estimule o no lo haga. No es él quien rectifica, y niega un deseo evolutivo, pero lo parece.

SU REINO Y SU LOCALIZACION: LA SEGUNDA DIMENSION

Sabemos que la segunda dimensión, es el nivel de expresión de las primeras formas evolutivas diferenciadas, el mundo de las primeras materializaciones de las manifestaciones de la vida. Aquí empieza a aparecer claramente el espacio y el tiempo, y con ello, las primeras estructuras geométricas, como los átomos y las moléculas. Vinculadas y formando parte de estas primeras formas de vida, con conciencia y ansia evolutiva, nos encontramos a la geometría y las matemáticas, que, aunque se originan en la sexta dimensión, trabajan y se plasman en la segunda dimensión con toda claridad y fuerza.

Si pudiéramos concebir a la primera dimensión como un estado semi-físico y homogéneo de la materia, en una presentación similar a una semi-disolución, donde fuera imposible diferenciar con claridad a los elementos constituyentes, la segunda dimensión sería la compactación de ese estado homogéneo en busca de la primera heterogeneidad y de la   individualidad diferenciada.

Aunque la vida existe y palpita en todas las dimensiones, lo que podríamos llamar vida individual, vida diferenciada, empieza de una forma clara aquí, en la segunda dimensión, justo en el mismo punto en que con la aparición neta de la materia, empieza también a manifestarse con más claridad el espacio-tiempo.

En este nivel de organización básico, primitivo y primordial es donde vive el 6ºRayo. Este es su reino y su dominio. Este Rayo, tiene una característica básica: se encuentra en la parte izquierda del Rombo, en la parte material, en la zona lenta e inmovilista y es, por tanto, de naturaleza receptiva.

Sabemos que la manifestación emerge del Absoluto y se expresa al mismo tiempo en la 1ª y 7ª Dimensión. En esta fase evolutiva, la materia observable en la primera dimensión, aún se encuentra en un estado de manifestación de muy difícil comprensión para el conocimiento de la física actual. La materia indiferenciada, se mueve, evidentemente, impulsada por la Fuerza Creadora del Primer Rayo, pero el movimiento evolutivo, no es aún direccional. No tiene un sentido, una finalidad, una orientación y una particularidad. La materia, sólo palpita y tiene vida. La orientación, la primera cualidad, llega con la presencia del 2º Rayo, quien le infunde características propias arquetípicas, un movimiento determinado y una orientación espacial específica. Esta energía del 2º Rayo empieza a dibujar sutiles líneas virtuales en el mundo inmaterial, que tendrán su reflejo y plasmación posterior en el mundo de la materia de la segunda dimensión.

Allí, el 6º Rayo, que espera pacientemente este sutil movimiento particular, da fuerza, impulso y posibilita que el diseño energético de la sexta dimensión se concrete en la segunda dimensión en una forma estructural, con la presencia de espacio, tiempo, materia, matemáticas, geometría y fuerzas elementales de la creación.

El Segundo Rayo es el geómetra, pero el 6º Rayo es el impulsor y el constructor de la geometría material y física. Traduce los planos etéreos a la materia. Esculpe y vitaliza en la materia lo que el 2º Rayo dibujó en el mundo abstracto. Es el cristalizador y el impulsor de la forma.

La geometría euclídea que siguen las formas de vida elementales, es un fenómeno que llama muchísimo la atención y sorprende sobremanera a quien se adentra por primera vez en el mundo atómico, pero dentro del esquema del Rombo, vemos que la presencia de la geometría plana en las primeras formas de vida, forma parte de las características de las dimensiones y es el primer lenguaje de la evolución y del karma.

La mayoría de los minerales, pueden formar cristales, aunque necesitan para ello, algunas condiciones favorables. Un cristal es un sólido compuesto de átomos ordenados en un modelo repetitivo. La distancia interatómica en un cristal de cualquier material definido es constante y característica. Debido a que el patrón de los átomos es repetido en todas las direcciones, existen restricciones definidas en el tipo de simetría que el cristal posee.

Mediante el estudio de los cristales, se ha comprobado que familias enteras de minerales, presentan ángulos de 60º, 90º, y 120º. Finalmente, se ha visto que todos los cristales existentes pertenecen sólo a siete grupos diferentes de cristales, denominados sistemas cristalinos.

Para representar un sistema cristalino, se usa un sistema de coordenadas mediante un eje espacial (x, y, z) junto a los ángulos que forman respecto a los ejes. Con todo esto, se ha determinado que existen 7 sistemas cristalinos y que cada uno de los tallados naturales de los diferentes cristales, pertenecen a una de estas 7 grandes familias.

Los siete sistemas cristalinos

Figura. Los siete sistemas cristalinos

Cada sistema cristalino, se caracteriza por el valor de sus lados y por los ángulos que forman los lados de la figura geométrica y esto, hace posible su clasificación en familias.

Una misma molécula, según sean las condiciones exteriores, puede cristalizar de una forma o de otra, ya que la cristalización es sensible a todos los valores externos que rodean a la molécula que va a cristalizar. Influyen en la forma de la cristalización la presión, la temperatura y las distintas vibraciones lumínicas, sonoras o mentales que aportan informaciones y que inciden en la materia que va a cristalizar. El fenómeno de la cristalización sensible, no nos ha de extrañar, ya que, dentro del Rombo, hemos visto que la geometría pura que se da en la 6º dimensión se origina en el mismo lugar donde se hallan las informaciones arquetípicas. Estos arquetipos, que están vinculados con la geometría, al ser transportados al mundo de la materia de la 2º dimensión, generarán las cristalizaciones que estén en resonancia. La disposición y la angulación energética de la sexta dimensión, crea la forma material de la segunda dimensión, o lo que es lo mismo, los arquetipos generan los distintos sistemas de cristalización.

En la sexta dimensión, sucede algo parecido a lo que sucede en la segunda dimensión. En esta dimensión material, hemos comentado que las formas empezaban a diferenciarse unas de otras, pero su origen, era el mismo. Este concepto es más o menos fácil de entender desde un punto de vista de la física y de la creación de partículas. Ahora, para entender lo que sucede en el mundo abstracto de la sexta dimensión, debemos volver al socorrido tema de las analogías, y hemos de comprender que, si bien es cierto que, en la sexta dimensión, están los arquetipos puros, en la séptima dimensión, esos mismos arquetipos, estaban fusionados en uno solo, un paleo arquetipo, que era común y primigenio, donde estaban todos y ninguno. Cuando la frecuencia de la séptima dimensión descendió y apareció la sexta dimensión, los arquetipos aparecieron ya separados, pero debemos pensar que su origen es el mismo y que por ello, aunque ahora se vean diferenciados, aún mantienen un tipo de conexión entre todos ellos. Podemos creer que los arquetipos se han individualizado, pero ello no quiere decir que no estén conectados. Son capaces de conectarse, unirse e interaccionar bilateralmente. El arquetipo puro que, en su cristalización, originaría   la molécula del Agua, está unido a distintos arquetipos físicos (como la presión, la temperatura) a arquetipos sonoros, luminosos y mentales, etc.…haciendo que la cristalización pura y única del agua, no exista, ya que la geometría de la molécula de H2O, está unida a un sinfín de formas geométricas abstractas, que inciden sobre el arquetipo puro y hacen que su cristalización sea distinta para cada situación.

Las distintas formas arquetípicas abstractas, se relacionan y confluyen según leyes físicas de relación y resonancia, haciendo que la creación de una forma esté sujeta a la información que se encuentra escrita en la periforma.

La cristalografía mineral, la podemos estudiar con ayuda de la geometría plana, y nos puede informar del grado evolutivo de los átomos, moléculas y minerales. Este estudio, está vinculado con la observación de los ángulos atómicos y las relaciones matemáticas entre los lados de las figuras.

Esta cristalografía, está basada en la geometría euclidiana, pero hay un paso que da la naturaleza en su búsqueda de perfeccionamiento evolutivo y que precisa para la evolución biológica, de otros tipos de geometría. La geometría euclidiana, nos puede orientar hacia el grado de libertad o simetría de un átomo o molécula, pero para seguir adelante en la evolución de las criaturas, la naturaleza, ha de buscar geometrías más complejas. Estamos hablando de geometrías no euclidianas. Estas geometrías, se refieren a cualquier forma de geometría cuyos postulados y propiedades, difieren en algún punto de los marcados por Euclides en su tratado más conocido: Elementos.

Existen muchos tipos de geometría no euclídea, aunque si se restringe el estudio a espacios homogéneos, en los que la curvatura del espacio es la misma en cada punto, pueden distinguirse dos tipos de geometrías no euclidianas: La elíptica y la hiperbólica.

La geometría euclídea es un caso límite e intermedio entre la geometría elíptica y la geometría hiperbólica. Es una geometría de curvatura nula. La geometría hiperbólica satisface sólo los cuatro primeros postulados de Euclides y tiene curvatura negativa. La geometría elíptica satisface sólo los cuatro primeros postulados de Euclides y tiene curvatura positiva.

Todos estos modelos de geometría son casos particulares en los que la curvatura es constante. Por otro lado, parece ser que la realidad del espacio infinitesimalmente pequeño o infinitamente grande apunta a que las geometrías no son homogéneas, sino que el espacio, puede pasar de un tipo de geometría a otro. Para el estudio de estas diferentes geometrías, se ha introducido el formalismo del tensor de curvatura, que ha demostrado que la geometría euclídea, la hiperbólica y la elíptica, tienen valores constantes del tensor de curvatura. Pero podría ser que, en una geometría general y real, el tensor de curvatura tuviera valores variables a lo largo de diferentes puntos de dicha geometría. Llegados a esta situación, hemos de pensar en la posibilidad de que la curvatura de la geometría varíe de un punto a otro, como sucede en la teoría de la relatividad, donde la gravedad causa un tipo de curvatura no homogéneo en el espacio-tiempo, siendo mayor la curvatura donde existe mayor presencia de masa.

Einstein abordó en su Teoría de la Relatividad general , el tema de la estructura geométrica del Universo. En ella, mostró cómo la geometría del espacio-tiempo,  tenía curvatura, que es precisamente lo que se observa como  lo que llamamos campo gravitatorio, y cómo, bajo la acción de la gravedad, los cuerpos seguían las líneas más rectas posibles dentro de dicha geometría. Esta geometría espacial heterogénea, no abarca tan sólo al espacio macro cósmico, sino que también se encuentra en el microcosmos, en el espacio atómico y molecular, que puede presentar, una topografía altamente irregular y heterogénea, ya que la misma gravedad, por la distribución no uniforme de la masa, no es constante. Si es así, en algún momento del mundo subatómico, podríamos ver si pudiéramos, como el espacio se expande, se retuerce, se repliega sobre si mismo y parece abandonar el perfeccionismo de la geometría euclidiana para adoptar las formas retorcidas y curvas propias de la biología. Todo esto, este abandono de la geometría euclidiana parece observarse con la aparición de una molécula muy especial, el ADN, la súper molécula de la vida biológica, que marca una línea fronteriza entre el mundo mineral y el mundo biológico. El mundo mineral manifiesta su evolución y su Karma con la geometría euclidiana, y el mundo biológico, aunque mantiene en su profundidad más básica y elemental, esta geometría, debe acceder a otras geometrías más complejas que le permitan nuevas posibilidades evolutivas. Esta molécula que tiene forma de doble hélice y que, por simplicidad, tendemos a imaginarla como un cilindro que sube o baja, empieza a buscar geometrías más complejas y empieza a trenzarse y a crear nudos de una complejidad mayor. Con esto, se empiezan a dibujar geometrías más elaboradas en el plano tridimensional, que posiblemente sean determinantes para ejercer estímulos de activación o frenado de la información genética presente en la cadena. Existe una parte muy importante del ADN a la que no se le atribuían acciones directamente relacionadas con los genes, y que arrastraba el lamentable y erróneamente nombre de ADN basura, pero en los últimos años, se han ido descubriendo datos que indican que este ADN, desempeña las funciones de panel de control con millones de interruptores que regulan la actividad de los genes. La Naturaleza es una gran economizadora y funciona siempre con la ley del mínimo esfuerzo. Nunca utilizaría un esfuerzo inútil en crear algo inactivo y afuncional, que sólo sirviera para ocupar espacio y molestar. No sobra nada en la creación y todo tiene su función. Todo es operativo, altamente funcional, rentabilizado y economizado hasta llegar al gasto universal cero. Tal como parece, en la Naturaleza, no hay lugar lógico para la basura, el desperdicio o la mala gestión de los recursos, porque sencillamente, no es rentable.

Posiblemente, la súper variabilidad geométrica de la cadena del ADN, y el flujo magnético que se desprende de ello, sea la base para la estimulación de este ADN controlador. Estamos diciendo que la disposición tridimensional de la cadena y por tanto su geometría y matemática, con toda la actividad electromagnética que de ello se desprende, está muy relacionada con la función del ADN control. La función del ADN está relacionada con la disposición geométrica y ésta, lo está el dibujo sutil de los arquetipos. No hablamos de nada nuevo cuando relacionamos el 2º Rayo, la 6º dimensión y los cambios evolutivos. A cada escalón dentro de la evolución, le corresponde una geometría asociada. Para pasar a la biología, al ser vivo capaz de reproducirse, perpetuarse y especializarse, le corresponde la llegada de una geometría más elaborada, con más posibilidades, y eso sucede con la aparición de la modificable molécula del ADN, que nos ha acompañado desde la aparición de las primeras formas primarias de vida, hasta la separación y especialización de los grandes troncos evolutivos que han originado hongos, plantas y animales. Todos partimos del mismo ADN elemental, que ha ido variando de estructura y función en la medida que el ansia evolutiva de la criatura, pedía más soluciones y respuestas a sus preguntas. El 6º Rayo da vida a todo lo que está en la segunda dimensión y se mueve. Es ciego, como sus hermanos antecesores. Crea y estimula lo que hay allí, en esa dimensión, sin importarle mucho la calidad de lo que hay. El, sigue al movimiento, le da fuerza, poder, estímulo y energía. Materializa y vitaliza a las ideas que se ponen en movimiento. Estructura a las ideas, sean del tipo que sean. Estimula a los átomos, moléculas y ADN, sean como sean. No importa. Es un estimulador y un impulsor ciego del movimiento de las estructuras elementales.       

EL KARMA EN LA SEGUNDA DIMENSIÓN

Decíamos que, en esta segunda dimensión, era donde se concretaban de una manera clara, todas las formas materiales que habían aparecido como un esbozo en la primera dimensión. Al hacerlo y entrar claramente en el mundo de la manifestación, de la individualidad y de lo relativo, aparecían las primeras creaciones atómicas y moleculares.

Muchas de estas formas primitivas de vida, no siguen patrones armónicos de crecimiento y generan estructuras aberrantes que son eliminadas por los mecanismos del Karma para impedir que todo el mundo tridimensional, se vea inundado de estos errores. Son muy abundantes los fracasos estructurales que se producen a nivel atómico y molecular, con la creación de elementos primarios incompletos, o minerales, vitaminas, aminoácidos y enzimas con estructuras anómalas e ineficaces para una situación determinada. Por ejemplo, si observamos los compuestos levógiros o dextrógiros, veremos que tienen propiedades químicas muy distintas debidas a pequeñas variaciones en la disposición espacial de su estructura. Este pequeño cambio, les hace ser operantes o inoperantes y capaces de proporcionar vida evolutiva o no. El Karma en esta segunda dimensión, puede producir todo tipo de rectificaciones en las estructuras elementales primarias y hacer que las moléculas malformadas, no sean útiles para la vida biológica y tengan tendencia a desaparecer. Cuesta entender que, en la primera manifestación de la creación, ya se produzcan tantos mecanismos de control, pero la economía marca toda biología y es mucho más ventajoso realizar rectificaciones al principio de los errores que cuando estos ya se han desarrollado ampliamente y su corrección es mucho más laboriosa.

Las uniones atómicas, según sabemos, siguen patrones ciegos de “enamoramiento” electromagnético, y sus enlaces, puede que sean capaces o no, de originar una cadena productiva de creaciones posteriores. Hay uniones en las que el enamoramiento, (que depende básicamente de la atracción polar de los átomos), es productivo, tiene descendencia y origina múltiples formas de vida orgánica. En otras ocasiones no es así, y el enamoramiento atómico no toma caminos evolutivos correctos y la unión queda estancada y no es productiva desde un punto de vista evolucionista. El enamoramiento o atracción polar, tiene muchas versiones y posibilidades de manifestación. Se puede entender como la fuerza que une materia y energía o la fuerza que une materia con materia. Se puede entender fácilmente con un ejemplo si estudiamos el caso de una atracción que ha resultado muy fecunda. Sabemos que el elemento más abundante en el universo es el número 1, el amor, pero dentro de los elementos más conocidos hoy en día por la física, con estructura atómica completa, el más extendido es el elemento número 31, el Hidrógeno, que actualmente ocupa el puesto número 1 de la provisional tabla periódica actual. El Hidrógeno tiene un protón y un electrón en su primera capa electrónica. Esta capa electrónica tiene la posibilidad de albergar dos electrones, así que el Hidrógeno, en este estado atómico, tiene un déficit electrónico para acabar de llenar su capa y alcanzar estabilidad.

El oxígeno con 8 protones tiene 8 electrones, que están dispuestos de la siguiente manera: 2 electrones en la primera capa, con lo cual queda completa y en la segunda capa, que tiene una capacidad de 8 electrones, sólo tiene 6. Es decir, presenta un déficit de 2 electrones para adquirir un estado de estabilidad. La solución de ambos átomos, tanto del oxígeno como del Hidrógeno, consiste en llegar a un estado en el cual, se han de realizar dos acciones de naturaleza aparentemente distinta: dar y recibir, amar y ser amado. Los Hidrógenos ceden y comparten sus electrones con el oxígeno y este queda estabilizado con 8 electrones en la capa exterior y los átomos de Hidrógeno, solucionan su déficit compartiendo un electrón tomado del oxígeno y participan de una estructura estable. Esta molécula así creada es muy versátil y presenta unas características que han hecho que sea la más eficaz para la vida: El agua.

Los seres vivos están caracterizados por poseer una organización celular, que está formada por determinadas moléculas. Al estudiar estas moléculas biológicas, observamos que las mismas, están constituidas en un 98% por elementos primarios muy ligeros, como H, C, O, N, P y S. El 2 % restante, está constituido por elementos primarios algo más masivos como el Fe, Ca, Na, K, Cu, Cl. etc.) La combinación de los seis primeros elementos primordiales puede dar lugar a la formación de millones de moléculas distintas, sin embargo, la mayoría de los seres vivos está formado por un número bajo de distintos compuestos. El resto de las posibilidades de creación, son rechazadas por la naturaleza.

El Agua, forma el 70% de los constituyentes de la biología y el 30% restante, son compuestos en cuya composición interviene el carbono en una u otra forma. El caso del Carbono es similar al de los anteriores. Tiene 6 protones y 6 electrones, distribuidos así: 2 en la primera capa, que queda totalmente llena y 4 electrones en la segunda capa, que tiene capacidad para 8, con lo que tiene 4 espacios para rellenar. El Hidrógeno, haciendo gala de su capacidad de dar, los cede y crea distintas moléculas estables. Utilizando este sistema, el Carbono participa en la construcción de un número inmenso de moléculas que sustentan la vida. El Carbono, uniéndose tan solo con un número pequeño de otros átomos, es capaz de originar distintas formas moleculares que forman el soporte de la vida. El producto final es muy distinto, pero el número de elementos primarios que participan a gran escala es muy reducido.

Otro elemento vital para la vida es el Nitrógeno. Tiene 7 protones y 7 electrones: 2 en la primera capa que queda completa y 5 electrones en la segunda capa, con lo que tiene una necesidad muy grande de “enamorarse” y rellenar ese vacío electrónico con 3 electrones. Esto lo hace fácilmente combinable con el Oxígeno, el Hidrógeno y el Carbono. De hecho, la gran parte de la química orgánica da vueltas alrededor de las uniones y enamoramientos entre C, H, N, O.

Cuando dos átomos cualesquiera en los que existe una atracción polar se encuentran, se atraen y se “enamoran”, forman una molécula distinta a los dos progenitores, con unas características y necesidades evolutivas muy distintas, por lo que en ese mismo momento, vuelve a aparecer otro “enamoramiento”, pero ahora entre la nueva materia creada y los Rayos de Energía Cósmica, que acuden ciegos para alimentar las nuevas exigencias y deseos del recién nacido.

El cloro es el elemento 17, situado en el grupo de los halógenos. En condiciones normales y en estado puro es un gas tóxico amarillo-verdoso formado por moléculas de olor desagradable. El sodio es el elemento 11. Es un metal alcalino, untuoso. Es muy reactivo, se oxida en presencia de oxígeno y reacciona violentamente con el agua.

Cuando se unen, forman Cloruro Sódico (sal común) que es una molécula presente en grandes cantidades en el mar, causante de la salinidad y de proporcionar algunos elementos básicos para la vida primitiva. Todos los organismos del planeta tienen sal en su composición como recuerdo de su origen ancestral. En nuestro mundo, la sal, ha sido una de las materias primas de toda la creación biológica. Las características del Cloruro Sódico, sus necesidades y su facilidad para formar vida, son muy distintas a las de sus progenitores. Esta nueva criatura, tiene otros deseos que los que tenían sus padres y cuando esta recién formada sal, trabaje con algunas otras moléculas, empezará a formar parte importante de la vida elemental, de la que derivará toda la vida de la Tierra. Todas estas uniones presuntamente azarosas que se dan entre elementos corresponden a una ley universal de atracción y de polaridad, que hace que el “enamoramiento”, esta atracción entre materia y energía sea imprescindible para formar átomos, moléculas, células, organismos, planetas y el mismo universo.

Todas las estructuras atómicas y moleculares, de origen azaroso o no, están unidas entre si por fuerzas eléctricas, magnéticas y nucleares, que hacen que una materia se una a la otra por una fuerte atracción. Esto nos lleva a pensar que cualquier fuerza de la naturaleza que pueda actuar en este nivel, es capaz de incidir en la unión o desunión de las estructuras primordiales ya que estas estructuras, son sensibles a las acciones de la fuerza fuerte, la débil, la electromagnética y la gravitacional, por lo que cualquier acción de estas fuerzas, es capaz de crear, romper y reemplazar algunas estructuras atómicas por otras.

Lo hemos comentado en diferentes momentos, pero quizá está bien recordarlo: Los Sagrados Rayos del Karma, pueden utilizar cualquier expresión de estas diferentes fuerzas de la naturaleza para producir reajustes en la creación en su manifestación más elemental. Aquí, en esta dimensión tan material, actúan los señores del Karma, uniendo y desuniendo las creaciones elementales que las criaturas atómicas, en su ansia evolutiva y enamoramiento, han creado. La acción rectificadora de los señores del Karma, que hace y deshace uniones, no atañe sólo a este nivel de átomos o moléculas elementales, sino también a un nivel algo más elaborado. Estamos hablando del nivel en que los átomos, se unen para formar las bases del ADN, que soportan la información genética. En el nivel de la cadena completa del ADN, los señores del Karma pueden producir transmutaciones, translocaciones, errores de transcripción, activación o desactivación de zonas concretas, o bien, alteraciones en el mismo número de los cromosomas. Las posibilidades de acción que se dan en este nivel de actuación son infinitas porque ese es el número de posibles rectificaciones que se pueden producir aquí. El Karma actúa ampliamente en esta segunda dimensión. Lo hace a través de las fuerzas de la naturaleza, interaccionando con átomos, moléculas y ADN, provocando cambios en la estructura o en la función.

La acción de las fuerzas rectificadoras y evolutivas en el mundo de lo diminuto es una acción muy poderosa. El error, se ha de rectificar aquí, ya que, de otra manera, el sexto Rayo, daría un fuerte impulso a la forma errónea de creación.

Sabemos que le gusta dar impulso a todo lo que se mueve, sea de la naturaleza que sea. Este 6º Rayo, como todos sus hermanos, es ciego. Estimula todo lo creado, todo lo que aparece en escena y se mueve. Estimula al átomo perfecto, a la molécula imperfecta y al ADN defectuoso.

De alguna manera, se ha de controlar su ciega acción. Su pareja de baile es el 12º Rayo. Este Señor, sí que sabe lo que hay que hacer. El, le controla y le da luz verde o roja.

EL AZAR EN LA SEGUNDA DIMENSION

Hemos citado antes sin querer la palabra azar y quizás el significado de una palabra de este calado, necesite de   una pequeña aclaración.

En el plan Divino, se contempla la posibilidad de que, en la creación, puedan aparecer criaturas capaces de desarrollar una vida plena y llegar a una conciencia cósmica. No es lógico pensar que la conciencia y su expansión progresiva hasta la consecución de una conciencia expandida, universal y cósmica, sea un tema azaroso. Quizá más bien, se trata de un plan.

La vida evolutiva, como tal, responde a un plan de la Voluntad   Creadora, y para ponerlo en marcha, se necesita de la ayuda de toda una compleja jerarquía de entidades celestiales y planetarias, todas con funciones específicas y definidas,   como el mensajero del espacio, cuya naturaleza está formada de energía vibratoria y que es capaz por si mismo de coger, codificar y transmitir los pensamientos, sentimientos y acciones generados por las criaturas bioeléctricas, para que puedan formar parte también en la consecución del plan.

El trabajo común de las entidades celestiales, planetarias y del mismo ser humano, es conseguir plasmar el plan Divino. Los científicos no admiten la existencia de todas estas entidades o fuerzas colaboradoras y piensan que el funcionamiento y la marcha del planeta y del universo es fruto del azar y que todo el cosmos, se mantiene solo, sin ningún proceso ni plan inteligente que lo sustente.

Pero a pesar de que nosotros pensamos que existe un plan evolutivo general, creemos que no todos los pasos o escalones que se dan en las distintas manifestaciones de la vida forman parte de un premeditado y rígido plan. Hay situaciones concretas que posiblemente no están pensadas ni programadas, y la destacable y palpable presencia del azar, no entra en contradicción alguna con el plan general. El azar puede intervenir de una manera importantísima en la manera en cómo se desarrollan los diversos caminos que pueden conducir a la consecución del plan Creador.

Intentaremos explicarlo: después del Big Bang, los átomos quedaron disueltos en el caldo cósmico, y al enfriarse, se formaron las aglomeraciones de masa, las estrellas y los planetas. La Tierra primitiva era de naturaleza ígnea y gaseosa, con una apariencia muy distinta a la actual. Mas tarde, su aspecto cambió al formarse las moléculas de agua, y de alguna manera, dentro de este líquido, se empezaron a combinar distintas moléculas sólidas en suspensión por pura atracción electromagnética hasta que, por alguna razón, se empezaron a crear moléculas más y más elaboradas, hasta que, quizás por azar combinatorio, apareció una molécula capaz de replicarse a sí misma. Ese fue el inicio del ADN y de la vida tal como la conocemos. Pero si las condiciones del planeta hubieran sido otras y las combinaciones y la concentración inicial de los elementos primarios en el momento crítico, hubieran sido distintas, y la primera molécula capaz de replicarse, hubiera tenido otra estructura, la vida del planeta, y toda su cadena evolutiva, se habría desarrollado de otra manera. Nuestra biología depende del Carbono, aunque quizás, aparentemente, lo más lógico sería pensar que debería estar basada en el Silicio, átomo de características muy parecidas y mucho más frecuente en el planeta. Quizás aquí, intervino el azar, o quizás no, y lo que intervino fue la economía biológica porque el Carbono es mucho más ligero que el Silicio, y la vida en la Tierra, tiene una gran tendencia a estructurarse con elementos ligeros. Pero, tal vez, intervino el azar combinatorio en esta primera molécula hecha de Carbono, y a partir de aquí, todo se empezó a construir sobre esta base estructural.

La palabra azar proviene del árabe az-zahr, que significa dado. El azar es una combinación de circunstancias y causas imprevisibles, que provocan que acontezca un acontecimiento que aparentemente, no está condicionado por la relación de causa y efecto ni por la intervención humana o divina. Hay dos grandes maneras de contemplar el azar. En la primera, al azar se le otorga por ignorancia o desconocimiento, el resultado de un suceso muy complejo, que responde a causas de naturaleza determinista.

Por ejemplo: si al tirar una moneda al aire, se supiera el peso del material, la fuerza con la cual es impulsada, el ángulo de salida, su inclinación, el tiempo de contacto con la superficie, su densidad y elasticidad, se podría calcular la altura del rebote inicial, la distancia entre los rebotes posteriores y saber si saldría cara o cruz con un 100% de posibilidades de acierto. Al desconocer todas estas variables, y al no poder prever el resultado del lanzamiento, a la posición final de cara o cruz, le llamamos azar y el resultado del lanzamiento, parece impredecible.

Pero hay otro tipo de azar. Es un azar en el cual la aleatoriedad, forma parte de la vida. Se considera esta situación cuando existen procesos que son aleatorios, independientemente del conocimiento que tengamos del propio sistema, de forma que no se puede reducir a causas deterministas.

Un ejemplo de todo ello es la extraña composición química de la estructura de los seres vivos. Si analizamos, por ejemplo, la estructura de un vegetal, veremos que está compuesto de bastantes elementos en los que predominan el Carbono, Oxígeno, Hidrógeno y Nitrógeno.

Vemos que tal como decíamos antes, el Carbono, forma una parte muy importante de la estructura de los seres vivos, lo cual es muy curioso, ya que existe otro elemento químico, el Silicio, que es muchísimo más abundante que el Carbono, que está situado en la tabla periódica justo por debajo de él, y que tiene una estructura atómica y unas características que lo harían totalmente eficaz para la vida.

Es una incógnita saber porque la naturaleza, en un momento dado, escogió el Carbono y no el Silicio, cuando “a priori” parece tan eficaz como el otro y es mucho más abundante. Quizá es una solución muy económica y estudiada por la naturaleza ya que existe una tendencia a trabajar con elementos ligeros o quizá, la causa de la predilección del carbono no sea ésta en absoluto. Tal vez, la primera molécula que formó enlaces con Oxígeno, Nitrógeno e Hidrógeno fue la de Carbono, por una pura cuestión de azar, de proximidad, de encuentro fugaz e inesperado, de enamoramiento casual y a partir, todo se estructuró sobre el primer ladrillo.

Según el planteamiento de los campos morfogenéticos, sabemos que la naturaleza funciona sobre patrones establecidos, de tal manera que es mucho más fácil realizar una segunda y una tercera combinación repitiendo un patrón existente que probar un esquema nuevo. Quizá la participación química del Carbono que la primera combinación que se produjo y fue determinante para el futuro. Tal vez, todo se basa en una primera y casual unión azarosa. Siendo valientes y a forma de divertimento, contrariando un poco a Einstein, podríamos decir que Dios no tan sólo juega a los dados, sino que es un jugador que desconoce los resultados que saldrán. Quizá el encuentro inicial entre el Carbono y el Hidrógeno se debió a un enamoramiento casual, por azar, que generó toda la cadena bioquímica posterior. A lo mejor, fue un encuentro casual, imprevisible, como aquel del que hablan   Serrat y Noa en la canción: Es caprichoso el azar

“Fue sin querer, es

caprichoso el azar,

no te busqué,

ni me viniste a buscar.

 

Tú estabas donde no

tenías que estar y yo

pasé… Pasé, sin querer

pasar.

 

Y me viste y te vi, entre                

la gente que iba y venía

con prisa en la tarde que        

anunciaba chaparrón.

 

Tanto tiempo esperándote…

Tanto tiempo esperándote…”

El azar, como dice la canción, es caprichoso, no es lógico y no es previsible. La atracción entre dos polaridades, dos compuestos, dos personas, dos instituciones, parece a veces regida por la falta de premeditación e impulsada por la caótica e imprevisible situación del azar inicial.

La unión polar, puede ser azarosa o no, pero como en el fondo, muchas situaciones se rigen por un plan, el karma, si es conveniente, rectificará las uniones que por azar o por deseo propio, se han producido y que pueden llevar a un acierto o a un error funcional o estructural.

Que extraña y compleja relación la que protagonizan el plan, el azar y el Karma. Parecen sinfonías destinadas a no entenderse jamás, y en cambio, forman parte del juego cósmico, de la danza universal y son el azúcar, la sal, la sorpresa y la esencia de la vida.    

Y lo más sorprendente es que al 6º Rayo, todo esto, le importa bien poco. No le incumbe si lo que se ha producido es fruto del azar, de la atracción planificada o el fruto de una reparación karmática. El, estimulará lo que haya allí, de la naturaleza que sea, independientemente de su origen y de su finalidad. El, ha de estimular y con eso le basta. Ese es su trabajo.

CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS DEL 6º RAYO

En primer lugar, es importante recordar que, con el 6º Rayo, estamos en el terreno de la segunda dimensión. Se trata de un espacio donde aparecen las primeras formas de organización: las estructuras atómicas y moleculares que son las manifestaciones primarias de la vida. Estamos saliendo del mundo de lo homogéneo e indiferenciado para entrar en el mundo de lo heterogéneo e individual.

Las estructuras atómicas elementales, se puedan diferenciar unas de las otras, pero cuesta mucho distinguir un átomo de Sodio de otro átomo también de Sodio. Esta poca diferenciación inicial, se va perdiendo en la medida que la evolución va ganando peldaños. En los organismos más complejos, la diferenciación progresiva y la especialización han hecho un inmenso trayecto a lo largo de millones de años y hemos observado con claridad, la aparición de los tres reinos principales de la biología: plantas, hongos y animales. Y en cada reino, las especies que han aparecido se han dividido en géneros, familias, órdenes, clases y filas. Esto ha hecho que la separación de las especies haya llegado a ser tan importante que cuesta comprender y encontrar el origen común de todas las formas de vida en el planeta.

Hoy en día, todas las criaturas, están todas muy alejadas las unas de las otras, pero al principio de la vida biológica compleja de la Tierra, hace 550 millones de años, los organismos tenían muchísimas características comunes y lógicamente, muy pocas de individuales. Con los cambios que se han producido en la Tierra, con las diferentes extinciones masivas que han hecho presencia, las adaptaciones, la permanencia de la información en los campos morfogenéticos, el resurgimiento de las especies y los distintos caminos evolutivos que han seguido las criaturas, se han ido produciendo grandes variaciones estructurales y concienciales en todos los seres vivos. Y a pesar de todas estas variaciones que parecen distanciar a unas formas de las otras, todas las especies están conectadas desde un punto de vista psico morfológico, de manera que la especie humana comparte mucho material morfológico, genético y psicológico con las especies inferiores, las cuales, le han llevado a ser lo que es ahora.

Si evolutivamente hablando, y dentro de la biología, nos centramos en el aspecto de la conciencia, podemos ver que las criaturas evolutivas, antes de tener un psiquismo individual, gozan de un psiquismo colectivo. Aunque se trate de   muchos individuos aislados, los miembros que pertenecen a una familia se mueven agrupados formando una estructura conciencial común, y en una disposición en la que cada individuo sigue el movimiento del otro. Esto es la base de una de las primeras formas de la conciencia: la conciencia colectiva, en la que el individuo puede estar horas quieto, sin hacer nada, pero cuando surge una idea y algo se pone en marcha, al mismo tiempo, e instantáneamente, el individuo reacciona sumándose con rapidez y energía al movimiento grupal originado en algún lugar, y por algún motivo.      

Si recordamos el dibujo de los planos de conciencia, veremos que, en la segunda dimensión, que es el territorio de nuestro 6º Rayo, coexisten dos planos de conciencia. Vemos que una parte pequeña de la segunda dimensión está relacionada con el primer plano de conciencia, el más elemental de todos, y que la otra parte de esta segunda dimensión, mucho más amplia, está relacionada con el segundo plano de conciencia.

Con este dato, podemos pensar que el individuo del 6º Rayo tendrá dentro de su nivel de conciencia, dos partes diferenciadas, una muy vinculada al mundo de lo homogéneo y otra correspondiente al mundo de lo diferenciado. Tendrá dentro de si mismo y actuando al mismo tiempo, dos niveles de comprensión: Uno grupal y otro individual.

Pensemos que, al hablar del 6º Rayo, estamos hablando de un Rayo cuyo dominio cae en el mundo material, en el mundo poco libre de la segunda dimensión. Sabemos que es en la tercera dimensión donde aparece plenamente el psiquismo, la inteligencia y la intelectualidad, pero no en la segunda dimensión. Habrá entonces una parte del psiquismo de la persona del 6º Rayo que esté más vinculada con lo homogéneo, otra parte con lo ya diferenciado y otra parte que esté tocando a través de los planos de conciencia a la tercera dimensión, lo cual le otorgará más diferenciación individual y psiquismo inteligente.

Al hablar de una persona de 6º Rayo, estamos hablando lógicamente de un ser humano, y todos son inteligentes, tienen esta característica, es obvio, pero queremos decir que, aunque estemos hablando de la segunda dimensión y del 6º Rayo, a través de los planos de conciencia, un individuo del 6º Rayo, tiene contacto con la primera y con la tercera dimensión, por lo que, ni el esquema ni las características de las que hablaremos ahora son rígidas y totalmente ciertas. No existe la pureza prístina de la persona del 6º Rayo, ni la igualdad psíquica de los que son de este Rayo, ya que la libertad que puede tener la persona para moverse por los planos de conciencia puede hacer muy difícil su posición y reconocimiento.

Si repasamos conceptos, recordaremos que el 6º Rayo trabaja conjuntamente con el 2º Rayo, que es donde están los arquetipos puros, la filosofía, las creencias, las verdades abstractas… y, por tanto, el 6º Rayo está unido de una forma “enamoradiza” a todo esto, sin que exista entre una parte y otra, un filtro separador, gobernado por el juicio o la inteligencia, sino que más bien, lo que existe es una fusión gobernada por la simpatía, el   amor, la devoción, la fe, y la empatía.

El 6º Rayo no crea nada nuevo. Sabemos   que está posicionado en la parte izquierda del Rombo, en la parte pasiva, en la zona que espera el movimiento. Aquí, este Rayo, espera el movimiento direccional que alguna fuerza haya podido transmitir a las primeras manifestaciones atómicas. Este particular movimiento, lo ha generado como recordamos, el 2º Rayo (Rayo del color, del movimiento, de la forma pura del arquetipo) y lo que hace nuestro querido 6º Rayo, es dar fuerza e impulso a ese recién creado movimiento. Nada más y nada menos.

El 6º Rayo, espera un movimiento, una orientación particular y se acerca a él, y le proporciona ánimo, calor y empuje. Estamos entrando en el terreno psicológico de lo que podríamos llamar lealtad, devoción, reverencia y compromiso. Desde un punto de vista psicológico, podríamos decir que estamos frente a un devoto, a un adorador, a un seguidor, a un fan, que siente una atracción sentimental y casi mística hacia el objeto que es culto de la veneración, sea de la naturaleza que sea. Este afecto no está racionalizado. Tiene un componente más primario, más profundo, más emocional, menos intelectualizado y equitativo. Esta actitud devota no está movida por el intelecto, el juicio, la capacidad creativa o la abstracción filosófica. Esta manera de ser, de actuar, está impulsada por el afecto, la simpatía, la emotividad, el sentimiento, la devoción y la adoración.

Una persona de este Rayo podrá valorar los acontecimientos por la impresión que le causan, por el gran componente emocional que le despiertan, por lo que le atraen, pero no por lo que son en sí mismos, por lo que representan, por la belleza que subyace bajo ellos o por la perfección de su puesta a punto.

Parece que esta cualidad devocional de la conciencia que proporciona el 6º Rayo está más vinculada al mundo de lo indiferenciado que al de lo diferenciado, y recuerda al comportamiento instintivo-colectivo que ofrecen muchas especies inferiores. Podemos decir que esta actitud, está claramente vinculada al primer plano de conciencia.

No queremos decir con todo esto que la persona que pertenece a este Rayo sea un animal de psiquismo colectivo y solo disponga de conciencia grupal, pero sí que, en esta persona, en su psiquismo, existe un componente emocional que seguramente no encontraremos en otro tipo de individuo.

No obstante, el contacto que mantiene con el segundo plano de conciencia, lo puede liberar un poco de todo esto y le puede dar más criterio y facultad cognitiva para formular pensamientos razonables acerca de su evidente compromiso emocional. Este matiz, y la utilización eficaz del segundo plano de conciencia, es lo que hará que se comporte como un seguidor más que como un fanático a ultranza. Este segundo plano de conciencia, le aporta la capacidad de valorar inteligentemente su devoción.

Antes de seguir adelante en el estudio, paremos un instante y recordemos de nuevo las características básicas de este Rayo:

“Es el Rayo más tranquilo, más expectante. Espera el movimiento del átomo, de la célula, le da fuerza e impulso”.

Quizá para entender esto, hemos de remontarnos a la primera dimensión, que es la que precede a esta segunda dimensión. Si pensamos que, en la primera dimensión, prácticamente no hay espacio-tiempo ni movimiento, sino tan sólo una pulsación, hemos de comprender que es en la segunda dimensión, donde empieza a manifestarse con más claridad el espacio, el tiempo y por consecuencia el movimiento. Aquí, en la segunda dimensión es donde empieza a pasar algo. Antes no. Sino pasa nada, solo hay espera y expectación de que algo suceda para ponerse en acción. Hay tranquilidad, pues no pasa nada, pero hay expectativas de que algo pueda suceder. Sino sucede nada, no habrá movimiento acompañante, pero si sucede algo, la energía del 6º Rayo aparecerá, acompañará al movimiento y todo se pondrá en marcha.

Con todas estas aclaraciones y preámbulos, podemos dejar ir a la imaginación, la fantasía y realizar algunas hipótesis de cómo podría ser el psiquismo de una persona del 6º Rayo. Tomémoslo como un juego libre del pensamiento y la recreación y creemos un personaje prototípico.

La persona de este Rayo, frecuentemente, es de naturaleza tranquila, benévola, y está movida por la devoción. A la hora de realizar algún juicio de valor, lo hace según la atracción intuitiva que siente por aquello. Parece que, en cierta manera, necesita a algo o a alguien a quien adorar, y por ello, puede ser, según sea su naturaleza, un excelente seguidor, un fan, un apóstol, un mártir o un fanático, en caso de que caiga   en la parcialidad y el autoengaño.

Puede motivarse al máximo y ofrecer toda su vida por una causa que tenga gran valor para él, pero puede no hacer nada ante un hecho que (aunque sea de un valor social incuestionable), carezca para él de la mínima atracción.

Puede ser un gran orador, un excelente predicador, al igual que un poeta cargado de emotividad, que se centrará más en la fuerza y el impulso de sus palabras que en el razonamiento y el lenguaje preciso o hermoso de su contenido.

Es posible que, en su camino evolutivo, se haga patente la devoción y siga el sendero de las plegarias y la oración para lograr la unión mística con el objeto deseado.

Amará las grandes verdades, los grandes principios y no le interesarán demasiado los detalles, los pormenores ni el barroquismo asociado a las creencias. Ama lo simple y lo puro.

Esta es su naturaleza: Esperar, estar tranquilo y expectante. Ahora bien, cuando aparece algo que lleva un movimiento, el que sea, lo sigue, le da fuerzas y vida. Es un vitalizador, un impulsor y un seguidor del proyecto y de la idea, pero no es el pensador, el creador del movimiento ni el responsable de su dirección.

El, es el vitalizador. El, da vida, empuje y fuerza a todo aquello que se mueve.

No le importa la dirección, le importa el movimiento y va tras él.

EL SEPTIMO RAYO

El Primer Rayo es el que pone en marcha la creación del Universo, el que une el Yin y el Yang, el   que los dirige el uno hacia el otro para formar el punto ígneo que se condensará y explotará, abriéndose y entregando al universo manifestado todas las vibraciones densas y sutiles que tenía acumuladas en su interior. Este proceso de creación cósmica, con la aparición súbita del Primer Rayo y el inicio del momento compresivo, ígneo y pre-manifestado del universo, forma el sustrato del Big Bang y supuestamente, el origen de la actual fuerza expansiva del Cosmos

Al Primer Rayo, lo situamos por definición en la 7ª Dimensión, que es lugar donde es el Rey, donde rige, pero sabemos que este Rayo se encuentra bien, vive y trabaja en la 1ª Dimensión, en la materia, que es el lugar donde actúa y entrega su fuerza a la incipiente proto materia que se encuentra en esa diminuta y comprimida dimensión.

¿Qué tipo de energías se encuentran allí?

¿Qué es lo que hace esta misteriosa energía a la que llamamos 7º Rayo en ese mundo mínimamente manifestado?

¿Cómo coopera el 7º Rayo con el Primer Rayo?

A todo esto, nos gustaría poder responder con diáfana claridad, pero en este momento, lo que tenemos son ideas y conceptos generales, que ciertamente, nos pueden encaminar a un ligero esclarecimiento de estas dudas, pero no a la disipación de todos los interrogantes actuales.

Hablar de todo esto, no resulta sencillo, pues estamos hablando de temas de una gran complejidad, pero en el transcurso de las siguientes líneas, intentaremos dar algunas pinceladas de lo que pensamos que podría ser, y quizás, llevemos a nuestro pensamiento a algún nuevo lugar de productiva claridad.

INTRODUCCION

Aparte de los escritos que aparecen recogidos en las publicaciones internas del grupo de trabajo del Rombo, y en los trabajos de investigación que se pueden encontrar en la web del Rombo, no existe una bibliografía concreta y precisa que se ajuste plenamente al tipo de   Rayos Cósmicos que son el objeto de nuestro estudio.

Por un lado, tenemos todas las publicaciones científicas que arrancan con el descubrimiento de la radiación cósmica hecha por Hess en 1911, y que fue acuñada definitivamente con el nombre de “rayos cósmicos” por Millikan en 1925. La bibliografía científica que encontramos acerca de la Radiación Cósmica es extensísima y está centrada en el estudio de la génesis de esta radiación, su naturaleza y su detección a través de la tecnología actual.

Por otro lado, encontramos otro tipo totalmente distinto de bibliografía relacionada con los Rayos Cósmicos, y que también empezó a aparecer hace unos 100 años. Estos libros, son de naturaleza esotérica o metafísica y tienen tal vez la referencia más ancestral, en los escritos de Madame Blavatsky (1831-1891), a los que siguieron posteriormente, los de Alice Bailey (1880-1949), mucho más completos, centrados propiamente en el tema de los Rayos y que según decía, escribía sus libros dictados telepáticamente por un maestro tibetano llamado Djwal Khull. Estos escritos se publicaron entre 1919 y 1949 y aparecieron publicados con el nombre de “Tratado sobre los Siete Rayos”

Desde entonces, han ido apareciendo bastantes libros de diversos autores que hablan de los aspectos generales de estos Siete Rayos. Pero lo curioso, es que el grueso más importante de la literatura que se puede encontrar acerca de los Siete Rayos se centra básicamente en uno de los Rayos, concretamente en el 7º Rayo, el que es en este momento, el objeto de nuestro estudio.

Este curioso dato, tiene su explicación. Esto se debe a que han aparecido numerosos libros anónimos que hacen referencias a las enseñanzas de un hombre, conocido con el nombre del Conde de Sant-Germain, autor reconocido de un libro llamado La Santísima Trinosofía y quien, al parecer, transmitió su conocimiento y su pensamiento acerca de las características de esta energía de Rayo.

No creemos que corresponda en este momento, hacer una valoración acerca de las enseñanzas proporcionadas por Blavatsky, Bailey o Saint Germain, acerca del Séptimo Rayo, pero hemos querido dar esta información general porque cualquier persona que busque datos acerca de los Siete Rayos, se encontrará con todos estos libros además de muchos otros cuyo autor o recopilador, ha preferido no dar a conocer su nombre, firmar solo con sus iniciales o quedar en el anonimato.

El contenido bibliográfico global que encontraremos acerca de los Rayos irá desde las informaciones más científicas, antiguas y actuales hasta las disquisiciones más metafísicas de los últimos 100 años. Como siempre, y esto es fundamental en nuestro estudio acerca de los Rayos, la tarea recopilatoria, consiste en extraer lo mejor y lo más asimilable de ambos mundos y ver cómo y de qué manera, todas estas informaciones se pueden sintetizar, pulir, tamizar y dar cabida formal, si es posible, dentro de lo que constituye la enseñanza del Rombo.

Como ha sucedido con los otros Rayos, una parte de lo que sabemos está heredada del pasado y tenemos referencias publicadas y conocidas, pero la mayoría de las informaciones de las que disponemos en la actualidad, forman parte del trabajo de investigación y no es posible hallar referencias escritas de las conclusiones que se presentan aquí. Gran parte del material es inédito y se ha ido recogiendo progresivamente durante años de trabajo y dedicación. Para empezar a hablar del Séptimo Rayo empezaremos como hemos hecho con sus predecesores hablando de los diferentes nombres que ha tenido este 7º Rayo y que se recogen en los tratados tradicionales.

SUS NOMBRES DEL PASADO

A todos los Rayos, los hemos tratado siempre por igual y con todos, hemos querido tener un recuerdo, un cariñoso detalle histórico con sus nombres ancestrales. A cada Rayo, se le ha conocido antiguamente por más de una decena de apodos. Hay algunos nombres antiguos que nos pueden ayudar a facilitar la comprensión de la naturaleza de los Rayos desde un punto de vista más literario o abstracto y hacer posible que sus diversas funciones se puedan resumir escuetamente en una palabra simbólica. A menudo, cada nombre del Rayo habla de algún aspecto peculiar de alguna de sus funciones y una vez que se han visto y oído todos los diferentes nombres, se pueden extraer datos de exquisito valor conceptual. Todo esto, forma parte de un ejercicio que podríamos jeroglífico y siempre ofrece un poco de entretenimiento y elucubración mental. Esta especie de juego de descifrado simbólico, es una manera distinta de hablar de sus funciones, no tan académica ni científica, pero a través de sus apodos, se nos aparecen muchos datos que se hacen comprensibles gracias a las imágenes que nos ofrecen. Empecemos a desglosar sus ancestrales nombres mientras aprovechamos la ocasión para hablar y repasar paralelamente sus funciones más conocidas.

El creador de la forma

El séptimo Rayo, no es el Creador de la materia. Creo que esto, lo tenemos claro. El creador de la materia es el 1º Rayo quien provoca que Yin y Yang se unan y originen al mismo tiempo la materia y las fuerzas conocidas. Pero una cosa es la materia y la otra, muy distinta es la forma de la materia. Podemos imaginar que, de la materia amorfa e indiferenciada, se crearán en un futuro, todas las formas posibles, y todo este proceso, ha de empezar en un punto, muy pequeño, en una zona diminuta, que se irá especializando poco a poco, hasta conseguir que aparezca la forma definitiva. Este 7º Rayo, da a la primera manifestación material el impulso, la orientación y la fuerza necesaria para la creación de la primera diferenciación y de la primera forma. Con su impulso, se crea la primera forma palpable y todas las posteriores formas materiales. Es el impulsor, el expansor y el materializador de los ideales.

El que observa desde el Este

El Este es el lugar geográfico por donde sale el sol. Es el sitio por el que asoma la luz de la vida, la primera manifestación del astro rey, aquel que aporta la vida a todo el planeta. La primera dimensión es el punto por donde emerge del vacío la materia, lo vivo, aquello que con el tiempo y tras diversas transformaciones y transmutaciones, originará todas las formas de la vida. La primera dimensión y su fuerza asociada, la fuerza elevadora del 7º Rayo son las que nos observan desde el sitio donde emerge la luz de la vida. Poéticamente y en sentido figurado, desde el Este. Desde allí, desde ese punto inicial, el 7º Rayo proporciona el fuego a la creación.

El guardián del templo

Si el universo manifestado es el templo donde se venera al Creador, nuestro guardián del Templo se halla en una de las dos puertas de su entrada. Una puerta está en la primera dimensión, y la otra en la séptima dimensión. En el umbral de la primera dimensión, tenemos al 7º Rayo, que es a quien veremos en cuanto entremos en el universo material. El habita en el espacio de la 1º dimensión. Habita y guarda el templo de la primera manifestación.

El que alimenta el Fuego Sagrado

El Fuego Primordial lo trae el 1º Rayo, que regenta la séptima dimensión, pero que vive en la primera dimensión. Hemos de recordar que la parte derecha del Rombo es activa, sutil y se mueve con celeridad hasta la parte izquierda, pasiva, receptiva, lenta e inmovilista.

En la primera dimensión, está el 7º Rayo, que al igual que todos los Rayos y dimensiones que se encuentran a la izquierda del Rombo, trabajan juntamente con las fuerzas activas que llegan desde la derecha para crear y poner a todas las manifestaciones en movimiento.

Nuestra primera dimensión, recibe toda la energía que se manifiesta desde la séptima dimensión. Es decir, absorbe todos los Rayos de Energía Cósmica. A la primera dimensión, desciende toda la energía que entra en el universo.

Entonces, debemos comprender que la primera dimensión, no es un sitio inerte, frío, material y mortecino, sino más bien un caldero que contiene en su interior un material viscoso y energetizado. Unida a este caldero, existe además una fuerza ígnea capaz de dar a la sopa un calor extra que estimula fuertemente a toda la materia elemental que contiene, para hacerla entrar en ebullición y obligarla a moverse, a expandirse, y sutilizarse para pasar desde un estado caliente compresivo y amorfo a otro estado más expansivo y libre.

La primera dimensión aporta todo el material elemental que hará que todos los Rayos de Energía Creadora se vean impelidos a caer hasta el seno de lo más material para entregar su vitalidad a la sopa primitiva para dotarla de vida y movilidad. De la séptima dimensión emerge el fuego sagrado porque el 7º Rayo tiene una parte de fuego. En la primera dimensión vive la materia que recibe el Fuego Sagrado. Cuando nueva materia aparece en esta dimensión, la vitalidad del 1º Rayo vuelve a caer estimulando en su caída todo el Universo. Allí, en la primera dimensión, el 7º Rayo espera a esa manifestación energetizada por el 1ºR para elevarla, vaporizarla y pasarla a otro nivel de manifestación. Esa nueva materia, actuará como si fuera nueva, por lo que precisará y llamará a más Rayos para ser alimentada y vivificada.

El ígneo unificador.

Este Rayo ígneo, vive, disfruta y comparte la naturaleza y las propiedades del fuego. El fuego es símbolo de cambio, purificación, sacrificio y elevación. Como recordamos, hay otro Rayo, en concreto el 1º Rayo a quien también se le otorga una naturaleza ígnea ya que proporciona el fuego primordial.

Otra vez, empiezan a aparecer las analogías entre la primera dimensión y la séptima, y entre el 1º Rayo y el 7º Rayo. Es evidente que las dimensiones y los Rayos citados son muy diferentes, pero presentan una cierta simetría especular. Ambas son las caras de la misma moneda. Este fuego unificador del 7º Rayo, quiere unificar materia y energía. Quiere   sutilizar a la materia para que se funda y se haga uno con la energía.

El custodio del Séptimo Plan.

Este 7º Rayo, habita en la séptima esfera. Cada esfera, cada nivel de manifestación, tiene sus leyes, sus planes y sus objetivos. Esta esfera crea materia. El 7º Rayo, vive en esta séptima esfera, en la más material de todas. Esa es su morada. Él es el custodio, el protector y el guardián del plan que se ha de realizar en este nivel material. El, eleva a la materia.

La esfera giratoria.

Todo gira, todo es cíclico, todo regresa. Eso es la esencia del Tao. El taoísmo nos habla de la existencia de tres fuerzas: Una pasiva (Yin), una activa (Yang) y una tercera fuerza, que es el Tao o fuerza que las contiene. La igualdad de Yin y Yang implica la igualdad de sus manifestaciones, es decir la vida y la muerte, la construcción y la destrucción.

El seguidor del Tao no considera la vida superior a la muerte, ni el placer al sufrimiento, ni   lo positivo a lo negativo, ya que después de uno viene lo otro y ambos son necesarios. Todo se eleva, se vuelve grande, y luego retorna a la raíz. Los ciclos afectan a todo el universo, y al 7º Rayo también. El universo evoluciona cíclicamente y lo hace igual que lo hacen los guías, emanaciones del séptimo Rayo, que tienen la evolución propia de todo el universo manifestado, que en cada período pasa de unas estructuras cósmicas a otras. Todo es cíclico, todo vuelve. El 7º Rayo es como una esfera que gira y retorna.

La expresión de la voluntad.

La Voluntad Creadora según sabemos, es la manifestación más elevada del Absoluto. Esta Voluntad, hace que su misma manifestación, se vaya dando y liberando en la medida en que recorre los diferentes niveles de manifestación. La presencia de esta Voluntad Creadora se observa inicialmente en el reino mineral, luego en el vegetal donde busca ya multiplicarse y posteriormente en reino animal, con la aparición de un psiquismo inicial, para llegar a una conciencia plena, con sentido de evolución, al llegar al estado humano. Pero hemos de recordar que su primera manifestación, se da en la primera dimensión, en el reino anterior al reino atómico, justo donde actúa el 7º Rayo, quien induce a estas formas de vida a buscar manifestaciones cada vez más libres y sutiles, empujándolas a ascender por los planos dimensionales. El 7º Rayo da la salida y el empuje a la Voluntad y permite que se vaya liberando y expresando para poder pasar de plano en plano.

La fuerza orientadora

La expresión de la Voluntad Creadora se ve actuando por doquier, y es en el reino atómico y mineral donde con más claridad se observa esta gran fuerza. Allí, actúa orientando   en determinados ángulos y proporciones, las diversas cristalizaciones, produciendo las diversas formas de las estructuras atómicas y moleculares.

Al mismo tiempo que orienta, esta fuerza del 7º Rayo impulsa a estas estructuras elementales a buscar cada vez formas más libres, puras, armónicas, evolucionadas y bellas. Al hacerlo, crea un sendero de evolución y orienta a las formas hacia las dimensiones en que resuenan armónicamente.

El revelador de la belleza

La belleza yace en el interior de lo creado. Es en el centro del centro donde se encuentra el puro esplendor y la máxima belleza, que agazapada descansa en el seno profundo de la materia. La vida pura que habita en el interior de la materia se ve impulsada progresivamente a salir hacia fuera, cada vez con una manifestación más compleja y libre, capaz de albergar y representar con más eficiencia la energía pura. El 7º Rayo impulsa a las manifestaciones progresivas de la materia a ascender, a subir, a liberarse de las formas restrictivas primarias y a buscar formas más eficientes de representación de la Voluntad Creadora.

El invocador de la ira.

Hay conceptos que parecen contradictorios. No parece que exista ninguna relación entre el nombre anterior de este Rayo y el nombre actual. Y en cambio, los dos, simbolizan el mismo aspecto del Rayo. El 7º Rayo, por definición, es ciego. Eso no significa que no sepa lo que tiene que hacer. Conoce perfectamente su función, su propósito y donde debe ir. El 7º Rayo, sigue ciegamente a las manifestaciones materiales y les da fuerza e impulso. Es un motor. Pero no discrimina entre una manifestación armónica y amorosa o una manifestación errónea. Si se encuentra con una manifestación de ira, la estimulará con eficacia, la hará ascender, aparecer   y parecerá su invocador. Despertará a una fuerza que como el fuego hará subir con fuerza o violencia toda manifestación hacia arriba, sea amorosa o no.

El Señor de la muerte

Es un nombre terrible y difícil de entender. Nos sucede lo mismo que cuando hablábamos del 1º Rayo, que daba la vida y la muerte. Ese extraño significado, nos producía cierta inquietud. Ahora, estamos en el otro lado del   Rombo, en la parte izquierda, donde la materia empieza a ascender, a organizarse en formas geométricas, pero este 7º Rayo, hace progresar a todo lo manifestado. Sea bueno o malo. Su fuerza es Magna, porque no tiene ningún Rayo del Karma que le acompañe y le pueda controlar. Cuando se pone en marcha, su acción es imparable, pero hemos de comprender que, si el 7º Rayo hace elevar con fuerza a una manifestación errónea, tarde o temprano, en algún nivel posterior de la manifestación, sea en la dimensión en que sea, esa creación, tendrá que ser rectificada o anulada antes de que el desajuste que produzca se haga extensivo a su entorno y ponga en peligro a las estructuras vecinas. Por ello, el 7º Rayo, puede impulsar a las manifestaciones primarias a la vida o a la muerte, según su cualidad.

El que eleva hacia la vida

Parece curioso que estemos hablando del mismo Rayo, pero como hemos dicho, ésta es también una de sus funciones. Hace emerger a la materia desde lo más hondo, desde donde habitan la inercia y la gravedad   más profundas, hacia la más alta y plena manifestación de la vida. Es un elevador de lo vivo, de lo creado, de la materia bruta. Con su actividad y dinamismo, puede elevar a la materia más profunda, escondida y sumergida en la oscuridad hasta la más alta expresión de la vida, luz y belleza.

Rayo de la adoración ceremonial

Este Rayo invoca, condensa y sustancia a la vida manifestada con la Energía espiritual, para posteriormente irradiarla y dirigirla a la liberación. Por este motivo, a este Rayo, se le ha relacionado con las devotas ceremonias de tipo religioso, místico o evolutivo, en las cuales se invoca a la energía espiritual para ponerla en algún tipo de objeto, pensamiento o proyecto con el fin de ensalzarlo, elevarlo y proyectarlo con fuerza hacia el universo.

Su invocación, se puede hacer a través de la conciencia, con el pensamiento enriquecido con el sentimiento, con algún ritual que incluya la pronunciación de frases y palabras delicadas, con la presencia de un talismán o forma que se ha de energetizar, con la música suave, la presencia de inciensos espirituales y con la presencia de hombres y entidades espirituales que puedan ayudar a transmutar una situación.

El Rayo de la organización y el orden.

Todos los Rayos de la izquierda del Rombo, esperan a que vengan sus hermanos de la derecha para crear vida. El 7º Rayo espera a que descienda la energía del 1º Rayo a la primera dimensión donde da vida a la materia.

Entonces, el 7º Rayo, desde su reino, actúa sobre las manifestaciones materiales, impulsándolas con fuerza, como lo haría el fuego hacia arriba.

La primera dimensión es el receptáculo de la energía de todos los Rayos y en especial del 1º Rayo, el cual es la energía creadora que da la vida y agita a toda la materia. Este 1º Rayo, rige lo superior, pero vive en lo inferior, allí donde también habita el 7º Rayo, su hermano y con el que trabaja conjuntamente. El 7º Rayo, mora en su propio hogar, en el mundo caótico y en ebullición frenética de la primera dimensión. Aquí vive en la más recóndita profundidad de la materia, formada en este nivel por vibrantes semiestructuras repletas de energía y de vida, que palpitan y esperan poder salir plenamente al mundo de la manifestación.

El 7º Rayo, se sumerge profundamente en la densidad como un buceador del reino de lo amorfo, y en ese oscuro valle, busca en la cueva del nacimiento, a las primeras manifestaciones de vida para darles un fuerte impulso para que inicien el camino ascendente de evolución. Con su acción, las elementales manifestaciones primitivas, adquirirán una gran fuerza ascendente que les hará entrar en una nueva dimensión que pronto les otorgará forma, organización y diferenciación. Este Rayo, actúa como si fuera una mano que estando en la tierra, espera recoger algo del cielo y luego lanzarlo con impulso hacia arriba.

El Rayo de la liberación.

La naturaleza del séptimo Rayo es purificar, transmutar y sublimar la materia de la vida. Con su acción, se promueve la elevación del individuo, conduciéndolo   a la liberación de la forma y de la mente.

La clave del misterio

Seguramente es una de las claves más importantes para poder entender los misterios de los mecanismos físicos evolutivos. El aumento de la complejidad estructural y energética que se da en toda la evolución, sería imposible de entender sin esta fuerza, porque ella es la única que aplica la fuerza ascendente. Sin su presencia, nos faltaría la llave para entender los intrincados y complejos mecanismos aparentemente obligatorios que sigue la evolución.

El divino trabajador alquimista

La evolución, tal como la entendemos, está vinculada a un cambio de estado, un despliegue o un desenvolvimiento cuyo resultado final es un nuevo aspecto, una nueva presentación o forma más eficaz del elemento. En este ascenso evolutivo, siempre hablamos de la necesidad de sutilizar la materia para dotarla de más libertad y quitarle la dependencia de les leyes físicas, químicas y biológicas. Parece que el sustrato de la evolución material sea este: sutilizar la materia, elevarla, purificarla, espiritualizarla, transmutarla y dotarla de más libertad.

Esta búsqueda transmutativa, ha sido y es el objeto de la Alquimia, madre ancestral y predecesora de muchas de las ciencias actuales, que buscó la transmutación del propio alquimista, como un factor necesario para poder dotar al material primario del matraz de una fuerza fluidificante, vital y espiritual indispensable para hacerla evolucionar. Las materias primas de la Obra, dentro del matraz y sometidas al efecto inteligente del fuego, han de pasar por diferentes estados evolutivos y llegar al final de la Gran Obra, al régimen del Sol, para obtener la Piedra Filosofal, materia purificada, de la cual se podría obtener el polvo de proyección, capaz de curar a los elementos innobles para transmutarlos en otros más nobles y obtener también una medicina llamada universal y un elixir de larga vida.

La Alquimia tradicional, ha estado estrechamente relacionada con el hermetismo, un sistema filosófico basado en las raíces de Hermes Trimegisto.

Esta ciencia, estaba mucho más relacionada con la química actual que con las otras ciencias, aunque dentro de su enseñanza, estaban naturalmente presentes otras disciplinas, como la física, la metalurgia, la medicina, la astrología, el misticismo y el espiritualismo.

La ciencia actual, utiliza muchas de las bases que empezaron a manejar los antiguos Adeptos y Filósofos del Fuego, porque gracias a ellos, se descubrieron múltiples instrumentos de laboratorio y numerosos metales que se utilizan hoy en día en la física, la química, la biología y en la genética actuales. Además, sentaron las bases químicas y de investigación que permitieron descubrir muchos elementos desconocidos y que llevó a descubrir en la historia reciente, la radioactividad y consecuentemente, todo el estudio posterior relacionado con este fenómeno, como los aceleradores de partículas.

La idea del alquimista era estudiar a la materia, abrirla, ver que existía en su interior y comprender de qué estaban hechas realmente las cosas. De hecho, llegaron a una conclusión que se ha visto refrendada por la filosofía y la ciencia actual. Para ellos, para llegar a realizar la piedra filosofal, había que partir de un principio universal compartido por muchas culturas ancestrales: Existen dos polaridades opuestas (sol y luna) que necesitan para fusionarse de un fuego secreto, de naturaleza espiritual que los ha de unir.

Cuando se realiza esta unión, esta materia prima, para llegar al final de su evolución, ha de pasar por siete etapas, siete fases de perfeccionamiento. Al final, la materia después de pasar por estos siete niveles acaba su espiritualización y consigue llegar a un estado que le permite incidir sobre la materia y transmutarla.

La Alquimia habla de las dos polaridades y su unión, El Taoísmo se basa en las dos polaridades y su fusión, la Cábala cita la existencia de las dos polaridades opuestas y de un pilar central que las une. Y la física moderna, para acabar de fusionarlo todo, también nos habla del polo negativo (electrón) del polo positivo (protón) y de la fusión de los dos polos (neutrón).

Es decir, que todo conocimiento, ancestral y moderno, parte de dos polaridades opuestas que necesitan de una tercera fuerza ígnea para unirse, y formarlo todo. En todas estas disciplinas, se contemplan los mismos principios básicos explicados con el lenguaje y las posibilidades propias de cada época.

La plasmación del conocimiento actual, el de la Era de Acuario, es el Rombo, pero en otras épocas, el conocimiento se ha dado con otras representaciones similares y adaptadas a la época. Todo, como sabemos, son puntos de referencia, y como tal, está bien tener un conocimiento de ello.

Volviendo al tema de la Alquimia, lo que buscaba el verdadero alquimista era la transmutación personal y la ayuda al prójimo a través de sus descubrimientos científicos, aunque no se puede negar que, en algunos alquimistas, existía la presencia del lucro personal a través de la obtención del oro, y eso fue, tradicionalmente, uno de sus peores males. El camino del oro truncaba el verdadero camino del conocimiento, y a menudo, llevaba al alquimista que utilizaba la vía metálica por caminos poco deseados. La historia documentada de la alquimia está llena de casos conocidos en las que el alquimista, no tuvo al final de sus días, el desenlace más anhelado, ya que sufrió a causa del oro.

Hablando de todo esto, nos llega desde la memoria un cuento de Sócrates el que quisiera reproducir en este momento porque se ajusta perfectamente a lo que estamos explicando:

"El Padre ha plantado en medio de su jardín, un árbol frondoso. Este árbol da fruta apaciguadora del hambre y de la sed. Todo el que tenga hambre y sed puede saciar esas necesidades, acercándose con respeto, amor y sabiduría, y con sus manos arrancar del árbol esta Santa fruta. Este árbol, hermanos, es mágico, y a veces los deseos equivocados de las criaturas buscan apaciguar su codicia, su equivocada necesidad de lucros personales y materiales. Este árbol, hermanos, transformará esta fruta sabrosa, purísima y dulcísima en frutos de oro que serán capaces de calmar la sed y el hambre verdadera, única forma de evolucionar hacia estadios superiores. Vosotros sois los guardianes, los vigilantes, para que este árbol no se dañe, porque por cada fruto de oro que se arranque, deja de producirse diez frutos excelsos sanadores del cuerpo y purificadores de vuestra mente y de vuestro intelecto ".

Es por este mismo motivo que algunos Maestros alquimistas, solo enseñaban y enseñan en la actualidad a sus discípulos la vía de la Medicina y no explican los últimos pasos que se han de dar para llegar a la vía metálica. El poder entrar en esta vía, y conocer las últimas operaciones necesarias para realizar la proyección transmutadora, podría ser peligroso, ya que el camino de la riqueza acostumbra a ser turbulento y a menudo, finaliza con el ansia espiritual y de conocimiento del discípulo.

La Alquimia tradicional ha visto nacer, con cierto malestar la aparición de nuevas líneas de trabajo evolutivo que llevan el nombre de Alquimia, pero a las que se les ha añadido un apellido distintivo, para reconocer que representan una nueva tendencia en la búsqueda de la transmutación personal y que está muy alejada de las prácticas clásicas del laboratorio. La mayoría de las nuevas Alquimias tienen nombres muy diversos, como Alquimia psicológica, Alquimia mental, Alquimia emocional, Alquimia sexual, Alquimia Taoísta, Alquimia genética y otros nombres diversos.

Han surgido cientos de escuelas y técnicas distintas que buscan métodos mentales, emocionales, mágicos o energéticos para conseguir un mejor estado del individuo, en el que se supone que se han transmutado tendencias psicológicas, hábitos y costumbres de naturaleza material para adquirir otros de naturaleza superior. La explosión de todas estas escuelas psíquicas transmutadoras en los últimos 100 años es impresionante y sin duda, está hablando de una necesidad del ser humano actual, que busca sistemas vinculados a su filosofía particular para poder evolucionar y entrar en otro estado mental.

Además de todas estas escuelas evolutivas, no podemos descartar en absoluto, todo el avance que se está produciendo gracias a la Medicina, la Bioquímica y a la Genética para poder actuar sobre el ADN, y corregir los errores que se sitúan allí, un lugar donde, como bien sabemos, se graba el Karma de la persona. En este punto, es donde debemos pensar y recordar que el elixir de la vida eterna y del bienestar que el hombre ha buscado siempre, se puede conseguir por una transmutación de su Karma individual y de su Karma colectivo y que esta transformación, con toda seguridad, se puede hacer utilizando muchas vías, adecuadas a todas las posibilidades y peculiaridades personales.

La actitud personal ante la vida, ante la sociedad, ante el trabajo, atrae con gran intensidad la llegada de Rayos Cósmicos de diferente naturaleza. Cada Rayo que llega, como bien sabemos, aporta la energía y el fluido necesario para que se produzca la transmutación de la materia biológica. La energía es la que modifica y   hace evolucionar a la materia. En este punto preciso, y al hablar justamente de evolución y de transmutación, no debemos olvidarnos de la Fuerza impulsora del 7ª Rayo, nuestro objeto de estudio, el impulsador, el elevador, el que eleva y lleva a las estructuras hacia la luz. Por eso, el 7º Rayo es el divino trabajador Alquimista.

SUS NOMBRES ACTUALES                        

El activo. El dinamizador. El ascendente.

Algún Rayo de los siete de los que hemos hablado hasta ahora, tiene para cada uno de nosotros, un área que representa un escollo intelectual que entorpece la comprensión plena de las funciones del Rayo. Para algunos de los estudiantes, el séptimo Rayo ha presentado algunos problemas de comprensión.

Esta complicación empezó hace muchos años, en casa de Rosa y Jaume, en Igualada, en una reunión del grupo del Rombo en la calle Lleida. En la pre-asamblea, los componentes del grupo, debatíamos acerca de los Rayos, de su Naturaleza, de sus funciones y movimientos.

En aquellas fechas, no teníamos el conocimiento científico del que disponemos ahora acerca de los Rayos cósmicos, y éstos, eran más bien una entidad abstracta sin definir que un fenómeno conocido y estudiado de la naturaleza. Además, el conocimiento del mismo Rombo, de su funcionalidad, de las dimensiones, de los elementos primarios, del Yin-Yang, estaba en un estado mucho más incipiente que el actual y la comprensión de muchos aspectos, se hacía más por la fe que por la comprensión.

Éramos y somos un grupo en el que la presencia del “elemento de la fe”, nos daba la certeza de que todo aquello que descubríamos, tenía un gran valor, y tenía que ser estudiado. También como no, teníamos y tenemos bien estructurado “el elemento de la esperanza”, que es el que te permite pensar que un día, aunque sea lejano, se podrá entender todo aquello que se estudia y que no se comprende del todo. Y como no, disponíamos y disponemos de una manera patente de “el elemento de la caridad o amor”, que es el que te permite dar este conocimiento a todo el mundo que lo quiere y precisa para su ayuda evolutiva.

Todo este cóctel, hacía que, aunque no se entendieran totalmente los conceptos empleados, estos, se pudieran manejar, con relativa facilidad y se pudiera hablar de cualquier tema desde un punto de vista amplio, general y un poco abstracto. Pues, un día como cualquier otro, en un encuentro del Rombo, unos minutos después de la reunión, Rosa se sentó y comentó una serie de intuiciones e ideas que había tenido acerca del funcionamiento del 7º Rayo. Se puso cómoda y nos lo empezó a explicar. A los pocos segundos de empezar a hablar, vimos que el tema era algo complicado de entender, así que le dimos papel y lápiz y le dijimos: Dibújalo por favor.

Rosa tomó el papel y dibujó lo que había pensado. Al devolver el folio, empezó a hacer comentarios referentes a las imágenes que había dibujado. En el acto, empezamos a escribir sus comentarios en forma de anotaciones al margen de los dibujos. De esta situación, que duro apenas dos o tres minutos, surgió el dibujo siguiente.

El 7º Rayo

Dibujo. El 7º Rayo

Intentaré descifrar este jeroglífico:

El nombre de Rosa aparece en un círculo en la zona de la primera dimensión. Se lee arriba: El 7º Rayo no absorbe Rayos, absorbe manifestaciones. Y un poco más abajo, se ve un Rombo con otra anotación. Absorbe desde arriba, desde la 7ª Dimensión. Reproducimos el mismo dibujo, pero en la posición original en la que se dibujó. Al intercambiar la hoja y escribir el texto, se puso la hoja al revés y se realizaron las anotaciones. Es un dato anecdótico.

En la primera dimensión se observa esta especie de remolino similar a una bomba de vacío o un tornado que hace ascender a todo lo que se encuentra allí.

Este primer dibujo, nos contrarió algo, porque en él, se decía que el 7º Rayo, realizaba una succión desde arriba, desde la séptima dimensión y que, por esta succión, hacía ascender a todo. Desde cada dimensión, desde el Rombo de Rombos de cada dimensión, el 7º Rayo hacía ascender a todo hacia arriba. En cada uno de los siete niveles del Rombo, ocurría el mismo fenómeno de succión, de bomba de vacío y el 7º Rayo aspiraba todas las manifestaciones de la primera dimensión, para lanzarlas hacia arriba. Todos los comentarios que iban saliendo, iban en esa línea. Los traduzco al castellano y transcribo literalmente del dibujo:

  • “El 7 Rayo, no absorbe Rayos, absorbe manifestaciones”.
  • “Absorbe desde arriba, desde la séptima dimensión”.
  • “Es el más activo”.
  • “Es el más dinámico”.
  • “Tira hacia arriba”.
  • “Hace evolucionar”.
  • “Es ciego”.
  • “Tira hacia arriba todo lo que encuentra”.
  • “Lleva al misticismo o a la locura”.
  • Estas manifestaciones” quieren subir matando a lo que sea”.
  • Es una especie de “instinto patriótico”.
  • “Sin el 7 Rayo, estaría todo estático”.
  • En el ascenso, “se ven unas cosas que cuelgan. Son los guías”.

El dibujo y los comentarios no tenían desperdicio. Parecían decir algo nuevo, o aclarar conceptos así que, en aquel momento, repasamos las definiciones   que teníamos del 7º Rayo para ver si había concordancias o había algún dato nuevo.

Iniciamos los comentarios pertinentes y mientras hablábamos, hubo un segundo dibujo. En él, se aprecia a esta especie de mecanismo de hacer el vacío o bomba, que succiona y hace ascender a todo lo manifestado. Este mecanismo parece ser exterior al Rombo y hay una especie de círculo con una estrella en su interior. Este dibujo intentaba ser la representación de esta bomba succionadora que hacía ascender todas las manifestaciones desde la primera dimensión a la séptima. Parecía verse un circuito de subida y uno de bajada.

Anotaciones

Dibujo. Anotaciones

Vuelvo a intentar aclarar este segundo jeroglífico:

Se pueden leer a la derecha, los comentarios que iban surgiendo de Rosa, que están escritos con rotulador fino, marcados con un guion y que se transcribieron al instante. Hay además algunos otros comentarios que supuestamente pertenecen a otras reuniones ya que, aunque no se observa claramente en la imagen escaneada, están escritos en lápiz fino o rotulador grueso, por lo que deducimos que fueron comentarios y anotaciones que se hicieron en otros momentos de la reunión o en reuniones posteriores y no transcribimos.

  • Recuperador.
  • Dinamizador.
  • Ascendente.
  • Un arquetipo deteriorado también lo hace ascender.
  • Así hemos de entender el dolor de la criatura evolucionante.
  • No es un Rayo amoroso

Después de estos nuevos datos, teníamos dos visiones aparentemente muy distintas del 7º Rayo.

Por un lado, estaba claro y asumido que todos los Rayos partían de la séptima dimensión, descendían hacia abajo, hasta la primera dimensión. Y eso, era claramente un movimiento descendente. Los Rayos van por axioma desde la séptima dimensión hasta la primera, ya que lo sutil va hacia lo grosero.

Pero ahora, las ideas sugerían que el 7ºR tenía un sentido más ascendente y que aspiraba las manifestaciones que había en la primera dimensión y las enviaba hacia arriba. Hemos de entender que en la primera dimensión hay materia, pero no es materia inerte y pasiva, ya que ha sido energetizada por el Primer Rayo, que había descendido desde la séptima dimensión hasta la primera.

Parece evidente que lo único que se puede hacer con la manifestación material que ha aparecido en la 1ªD y que ha absorbido e integrado la energía cósmica, es llevarla hacia arriba, porque más abajo desde un punto de vista de lo manifestado, parece ser que (en principio) no se puede ir. El 7º Rayo, interactúa con la manifestación de la 1ª dimensión, y le da fuerza e impulso para hacerla subir hacia arriba, ya que es la única vía de salida, el único camino evolutivo.

Ahora, con todos los datos aportados por el estudio clásico de los nombres y por la aportación esclarecedora de Rosa, el 7º Rayo, había tomado claramente una dirección ascendente.

En el posible mecanismo de ascenso desde la 1º dimensión, se puede entender que la materia de la primera dimensión que ha sido estimulada por los Rayos Cósmicos está viva y agitada. En ese momento, el 7º Rayo actúa de una manera muy poderosa.

Tal como lo vemos, es posible que, en esta 1ª dimensión, el 7º Rayo actúe como una bomba de agua, que absorbe la materia que hay allí y la lanza para arriba, hacia las dimensiones superiores.

Este 7º Rayo, es como sabemos, una Fuerza Magna, con una cierta similitud con el 1º Rayo, ya que ambos, son fuerzas colosales y que cuando se ponen en movimiento, tienen una acción total e irremediable, sin posibilidad de poder realizar cambios ni ajustes. Tenemos la certeza de que no hay fuerzas compensadoras del Karma que actúen sobre ellos y su acción, por tanto, no se puede detener ni rectificar.

Desde este punto de vista, el 7º Rayo, lo que hace es aspirar de una manera ciega, meramente física, mecánica, y también obligada, a la manifestación que se encuentra en la primera dimensión. Con su acción, proporciona a las manifestaciones materiales allí presentes, ganas de moverse, de buscar nuevos caminos y aventuras. Al observar este rutinario mecanismo impulsor, parece que la función del Rayo, sea solamente mecánica, como la de un motor cósmico, pero si la miramos con más detenimiento, veremos que aunque su función parece humilde, es hermosa y sabia al mismo tiempo, ya que de este 7º Rayo, se desprenden las sutilísimas vibraciones que forman los guías, que son las energías que encaminan sabia y correctamente a todas las criaturas que están en el camino evolutivo, elevándolas   y encaminándolas correctamente gracias a sus consejos y orientaciones hacia formas más elaboradas de manifestación.

Con este tipo de bomba cósmica, desde la primera dimensión, el 7º Rayo, al actuar como una bomba de inmersión, recogía toda la presión de caída originada por el 1º Rayo que hacía girar las turbinas interiores de la bomba y cuando la dimensión ya estaba llena, lanzaba la manifestación hacia arriba, como lo hacen las bombas, en contra de la fuerza de la gravedad.

Bien, todo ese mecanismo de bomba imaginaria, podía funcionar, pero en el segundo dibujo de Rosa, había un esquema que parecía querer ampliar o cambiar la visión del sistema de aspirado.

El circuito

Dibujo. El circuito

En estos trazos, observamos un Rombo en disposición vertical. Vemos una semicircunferencia que abraza una de las polaridades del Rombo, supuestamente la que corresponde a las dimensiones altas y que corresponde al Yin o al Yang. En la parte alta del dibujo, aparece esta estructura circular, con un esquema radial y que está por encima de la séptima dimensión. Creemos recordar que era la representación simbólica de esta especie de bomba succionadora, que aparentemente y por lo que se intuye, se encontraba en cierta manera fuera del Rombo y que, desde allí, realizaba todo el trabajo de succión. En aquel momento, no entendimos demasiado el mecanismo, pero comprendimos que era una forma de representación abstracta de una bomba de succión.

La verdad es que no hace falta ser muy imaginativo para ver la similitud gráfica que existe entre la bomba del dibujo y las bombas que se utilizan para elevar el agua desde las profundidades de la tierra. Es un mecanismo elemental basado en el giro de una rueda que succiona el agua desde arriba, que es desde donde se realiza la tracción, aunque el movimiento de succión se observa naturalmente abajo. La rueda provoca un aspirado que hace ascender el agua hacia arriba. El movimiento de la rueda es un giro cíclico, constante que pone en marcha todo el mecanismo de ascenso.

Vimos con asombro como esa esbozada circunferencia con sus radios, que está en el dibujo por encima de la séptima dimensión, y que era el dibujo elemental, esquemático y rápido de la supuesta bomba, se asemeja muchísimo a una bomba de cuerda, cuyo funcionamiento de succión está basado en el giro. El mecanismo elemental es una rueda, con sus radios que giran y que, al transmitir este movimiento, actúan como una bomba de vacío, elevando desde arriba el agua que está abajo. El mecanismo, se puede sofisticar un poco más y añadir un poco más de tecnología, pero el mecanismo de bombeo siempre está basado en la succión por el giro cíclico desde una posición elevada.

Puestos en esta corriente imaginativa, si pensamos que el dibujo número 2, está relacionado con este posible mecanismo giratorio, podemos imaginar una posible explicación para la aparición cíclica del 1º Rayo, la evolución del universo y de la creación de ciclos de creación y retrospección. Todos estos fenómenos, estarían relacionados con el simple giro.

El giro está en la base de todos los movimientos cíclicos

Dibujo. El giro está en la base de todos los movimientos cíclicos

Mientras la rueda superior o bomba, da medio giro a la derecha, desciende el primer Rayo y nos encontramos en la fase de creación. Luego, la bomba sigue girando y empieza la fase de retrospección en la que se ha producido el ascenso de las manifestaciones. En la primera fase o ciclo de creación, predomina el 1º Rayo. En la segunda fase o ciclo de retrospección, toma papel preponderante el 7º Rayo.

El giro continuo de esta especie de rueda sería la que originaría los ciclos de vida, los ciclos cósmicos, con su inicio y final. Con el inicio del giro, se inicia la liberación del 1º Rayo hacia abajo y la activación del Rombo. En la mitad del ciclo, se acaba la fase de creación y la consecuente liberación del primer Rayo. Empieza entonces, el ascenso, con la succión, el ascenso del 7º Rayo y la fase de retrospección. El giro finaliza hasta llegar a la parte más alta, donde se acaba el giro completo. Se ha contemplado en ese momento un ciclo total y empieza de nuevo la liberación y caída cíclica del Primer Rayo.

Esta hipótesis no parece descabellada. Podría ser que tal vez, el círculo radial del dibujo número 2 y el dibujo del timón, son interpretaciones de un movimiento cósmico muy sencillo, el más simple de todos y el que es capaz de crear los ciclos: El giro y la rotación contemplados desde una perspectiva más Taoísta. El ciclo es el inicio y el final.

CONSIDERACIONES ACERCA DEL 7º RAYO

Hemos desarrollado el significado de los antiguos y de los actuales nombres del 7º Rayo. También hemos reproducido los dibujos de Rosa y los comentarios adyacentes, lanzando a partir de los mismos, hipótesis de los posibles mecanismos que están presentes en la activación cíclica de los Rayos. Ha sido un buen aperitivo. No está mal para comenzar, pero creo que aún debemos seguir hablando de nuestro Rayo y aportar nuevas consideraciones, ideas y teorías.

Siempre que hablamos de la evolución, (y eso dentro del grupo del Rombo, es muy habitual), comentamos que, dentro del proceso evolutivo, la materia grosera y masiva, se ha de sutilizar, pasando de las dimensiones inferiores a las superiores. Sabemos que, dentro de la escala evolutiva planetaria, y siempre dentro de un contexto de la tercera dimensión, se puede ascender desde los planetas que están en un estado primitivo o de primera dimensión a planetas que están en un estado de gran desarrollo evolutivo   o de séptima dimensión. Todo este ascenso evolutivo implica, absorbe y envuelve a todo lo relacionado con el planeta, su estructura física, sus vegetales, animales y seres humanos que lo habitan.

Bien, para subir por estos distintos niveles de densidad decreciente, es preciso generar un movimiento que vaya en el sentido inverso al de la gravedad y la masa. La fuerza de la gravedad observada desde un punto de vista de la física espiritual se nos presenta de una manera muy atractiva, ya que tiene muchas connotaciones evolutivas. Por ejemplo, sabemos que todo el planeta y todas sus criaturas, los conocimientos humanos grabados en los campos morfogenéticos, las formas mentales y sociales, están influenciadas por la acción de la gravedad.

Esta ley clásica y que fue establecida por Newton, dice que los cuerpos se atraen con una fuerza que está en relación directa con sus masas e inversa con la distancia en la que se encuentran.

Como todo lo manifestado, tiene por definición algo de masa, podemos hacer una aplicación espiritual de la ley de la gravedad y analizar la atracción que existe entre la Tierra y la masa de un sencillo pensamiento. La fórmula sería esta:

Si un pensamiento, se sutiliza, pierde masa, y se eleva algo más. Entonces, si observamos la ecuación, el resultado del numerador se hace más pequeño, y al mismo tiempo, el denominador se hace mayor, con lo que la acción de la fuerza de gravedad disminuye. Es decir que cuando un conocimiento es sutil, y se eleva algo más por encima de la corteza terrestre, la fuerza de atracción gravitatoria planetaria se hace menor, o lo que es lo mismo:

“La atracción gravitatoria de los conocimientos está en relación inversa con la importancia de estos”

Es decir que un conocimiento puro, sutil, espiritual, está poco influenciado por la fuerza de la gravedad. Cuando una criatura, transmuta elementos masivos en sutiles (y el más sutil es el amor), más ligera se vuelve su estructura y su composición. Al realizar esta transmutación, sufre una menor atracción gravitatoria   y siente menos deseos gravitacionales hacia la existencia y el retorno al planeta. Tenemos una fórmula que expresa estas verdades con el tipo de belleza ecuacional que tiene la física espiritual: La atracción gravitatoria planetaria tiene una relación inversamente proporcional a la cantidad de amor generado.

El proceso evolutivo, relacionado con la pérdida de masa, y la falta de atracción gravitacional terrestre, puede marcar   el tiempo de los ciclos de creación y de retrospección, los de evolución y retorno y también los ciclos generales de existencia y extinción de la vida general en el planeta, donde parece que la vida se extingue y aparece de nuevo más tarde, como lo hacen las olas en el mar.

La evolución y la libertad están muy vinculadas a la ley de la gravedad, lo cual nos tendría que proporcionar una visión más amplia de lo que es en realidad esta fuerza. Este tipo de visión se produce con el conocimiento de la física de tercer grado o espiritual.

Dado que el sentido de todo lo manifestado es la evolución, está claro que ha de existir un factor, una fuerza de naturaleza muy poderosa que sepa contrarrestar a toda la gran influencia ejercida por la inercia de la masa y la gravedad. Hace falta una fuerza inmensa para poder ascender y superar a la fuerza de atracción de la gravedad. Una fuerza que aparentemente, debiera tener una especie de naturaleza anti gravitatoria. Estamos hablando de una fuerza desconocida, extraña y opuesta a la gravedad. Una fuerza que nos obliga a plantearnos muchas preguntas:

¿Qué fuerza es esa? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Qué fuerza desconocida es la que impulsa y obliga a ascender a las criaturas evolutivas desde las dimensiones más densas hacia las sutiles? ¿Qué tipo de fuerza induce a la materia a elevarse por encima de ella misma?

Desde luego, esta fuerza ascensional, no es la gravedad, ya que ella, hace justamente lo contrario. Lo cierto es que la misteriosa gravedad, es una fuerza peculiar, porque todas las otras fuerzas fundamentales, tienen polaridad y pueden sufrir fenómenos de atracción o de repulsión. La gravedad solo une. Al mirarla de frente, cara a cara y sin timidez, da la sensación de que, a la gravedad, le falta la polaridad repulsiva, la polaridad anti gravitatoria, que debería ser el otro polo de esta misteriosa fuerza.

La gravedad, parece una fuerza incompleta y es la que actualmente plantea más problemas a los físicos teóricos. Por eso, se contempla desde la física teórica la posibilidad de la antigravedad, una fuerza predicha por las leyes de la física de altas energías y que consistiría en la repulsión de todos los cuerpos debido a una fuerza que es igual en magnitud a la gravedad, pero de polaridad repulsiva.

Los experimentos que se han hecho con la aplicación de altas cargas electromagnéticas y con superconductores, han puesto de manifiesto la aparición de efectos aparentemente anti gravitatorios. Estos trabajos, pueden abrir una puerta para la necesaria comprensión de esta nueva fuerza, la posible antigravedad, aunque actualmente, parece moverse mucho mejor en el marco teórico de la física que no en el práctico.

Cuando se observa la acción de la Energía del séptimo Rayo, es fácil pensar que es una energía que parece tener algunas similitudes funcionales con lo que podría ser la teórica fuerza anti gravitatoria ya que, según hemos comentado, obliga a ascender a las manifestaciones densas hacia el mundo sutil. Produce una especie de succión que lanza a todas las manifestaciones existenciales a las dimensiones sutiles, en un efecto aparentemente anti gravitatorio.

Si, parece que pudiera ser algo similar, pero al mismo tiempo, esta Fuerza de Rayo, se muestra un poco diferente, porque su acción, no se limita tan solo a levantar un objeto del suelo, sino a desmaterializarlo, a sutilizarlo y al hacerlo y al “sutilizarlo”, la fuerza de la gravedad no actúa tanto sobre él.

En la tesitura de buscar fuerzas parecidas, parece que el 7º Rayo tiene también una función que nos recuerda algo a la radioactividad, por la cual, un elemento masivo o inestable, pierde masa, se sutiliza y se transforma en otro más ligero, haciéndose al mismo tiempo, menos sensible a la gravedad y escapando de ella.

En principio, los elementos más masivos, son los que sufren más este tipo de desintegraciones o transmutaciones. Hay algunas excepciones, como el Tecnecio 43 que ocupa curiosamente el centro de los 84 elementos regentes, lo cual le da una situación energética peculiar en la tabla de los elementos. Pero hay estudios que sugieren que estos procesos de desintegración se pueden dar también dentro de las estructuras astronómicas o biológicas en reacciones de muy baja energía, y en elementos poco masivos, como demostró experimentalmente Kervran, quien afirmaba que los enzimas además de facilitar las reacciones químicas podían facilitar las transmutaciones de los elementos biológicos.

Quizá este 7º Rayo, hace evolucionar a la materia, la sutiliza y la hace menos sensible a la fuerza de la gravedad, a las fuerzas nucleares y las electromagnéticas. El funcionamiento del 7º Rayo parece muy vinculado a la desmaterialización y quizá a la conversión de la materia en luz. Sabemos que los dos aspectos de la manifestación, que son la materia y la energía, están relacionados por la fórmula E= MC2, por lo que la conversión de una en la otra es posible.

Es curioso observar que las cuestiones relativas a la evolución, están muy desarrolladas en el mundo de la biología, la psicología y la sociología, pero parecen no estar demasiado estudiadas en lo que concierne al mundo de lo subatómico, atómico o molecular. Actualmente, la física no puede aportar demasiados datos acerca de cómo se pueden conseguir los cambios atómicos durante la evolución de los minerales, vegetales, animales o seres humanos. Hablamos siempre de cambios en la forma macroscópica de los seres vivos, de su adaptación al medio, de su capacidad psíquica de interacción, de su sociabilidad, pero nunca de los cambios que se dan en su estructura atómica o molecular y que permiten que se den todos los anteriores cambios mencionados. Es muy fácil observar ópticamente los cambios patentes tridimensionales, pero más difícil es poderlos ver en el mundo de la segunda dimensión y casi imposible entrever lo que sucede en el mundo casi in manifestado de la primera dimensión allí donde actúa el 7º Rayo.

Tal como son de simétricas las leyes de la Naturaleza, es lógico pensar que debe existir una fuerza que contrarreste el sentido descendente y material del 1º Rayo con un sentido ascendente y espiritual. Sino fuera por esta misteriosa fuerza ascendente, la Fuerza del 7º Rayo, la materia, por ella misma, solo se seguiría moviendo y agitando en la primera dimensión, sin demasiada intención ni propósito de escapar a la condensación, a la compresión masiva, ni a la atracción gravitatoria.

¿Qué Magna fuerza impulsa y obliga como un motor de funcionamiento continuo a todas las manifestaciones vitales a seguir un camino ascendente, en contra de la gravedad y a emular lo que hacen algunos peces que nadan a contracorriente para regresar al lugar donde nacieron? ¿Qué inmensa fuerza desconocida dirige y empuja a la vida evolutiva a seguir un camino en ascenso y en contra de la gravedad?

En algunos aspectos, esta desconocida fuerza (aparentemente de cualidad anti gravitatoria), recuerda a la fuerza ascendente que se da en los fenómenos de compresión y elasticidad que se observan en física cuando una pelota golpea el suelo y sufre por rebote, una fuerza ascendente de la misma naturaleza que la descendiente. Como resultado del choque, la pelota vuelve a subir hacia arriba, pero no alcanza nunca el sitio desde donde fue lanzada, por la energía que pierde por disipación en el choque con el suelo y que transmite en forma de calor y por el mismo rozamiento y fricción que sufre con las moléculas de aire que se encuentra al subir de nuevo. Pero si el suelo fuera totalmente elástico, y no se perdiera energía cinética bajo la forma de calor, estuviéramos en el vacío y no hubiera rozamiento con el aire, quizá todo el proceso sería distinto, y la fuerza impulsora que se experimenta hacia arriba, se parecería mucho a la fuerza de la gravedad que va hacia abajo. De hecho, sería su espejo. Es por esto que, desde un punto de vista muy sencillo y primario, fácil de visualizar, la fuerza descompresiva y ascendente del 7º Rayo, recuerda intuitivamente y de una manera especular a la misma fuerza compresiva y descendente del 1º Rayo. Parece que estemos hablando de la tercera ley de Newton o principio de acción y reacción, que dice que:

“Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: quiere decir que las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.”

Esta ley dice que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este realiza una fuerza de igual intensidad, pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la produjo. Si lo decimos de otra manera, las fuerzas, situadas sobre la misma recta, siempre se presentan en pares de igual magnitud y de dirección, pero con sentido opuesto.

Parece que la misma fuerza de la gravedad, que obliga a caer a la gota de agua sobre la densa materia, le proporcionara al mismo tiempo, la fuerza para que la misma gota ascendiera respondiendo a la gravedad que la hizo caer.

Si fuera así, y teniendo en cuenta que las fórmulas matemáticas de la energía en la física teórica, tienen dos sentidos, podríamos pensar que la fuerza del 1º Rayo y la fuerza del 7º Rayo, están unidas por una ecuación.

Tal fórmula, parece correcta dentro de un contexto filosófico, pero muy complicada desde un punto de vista físico. En cualquier caso, cuanto más tiempo se mira a este 7º Rayo, más similitudes y correspondencias se le ven con el 1º Rayo. El mismo fenómeno sucede al comparar la primera y la séptima dimensión. Todo está rodeado de una gran simetría y correspondencia.

Y además de esta equivalencia energética de la que nos referíamos al hablar del 1º y 7º Rayos, es más que posible que utilicen el mismo trayecto en su línea de descenso a la materia o de ascenso a la energía. El camino más sencillo, el más económico, es el recto, el que pasa por los planos de conciencia y la cuarta dimensión. Este canal, está preparado para que tanto la energía como la materia circulen por su interior de la manera más fluida posible.

Hay muchas formas de creación y otras tantas de evolución. Infinitos son los caminos posibles para ir de un punto a otro, pero siempre hay unos que son más eficientes. Son los que implican menos interacciones y reacciones con las diferentes leyes de la física. Son los más económicos y rápidos.

Si la experiencia circula por el canal central, tanto en el ascenso como en el descenso, no se producen fenómenos de refracción ni de reflexión, por lo que el trayecto de la experiencia es el más corto posible y en el que se produce un menor gasto energético. Estas dos cualidades, la de la rapidez y el ahorro, son muy apreciadas por la naturaleza, que siempre opta por la ley del mínimo esfuerzo, con el mínimo gasto y la máxima eficiencia.

En este artículo, estamos hablando básicamente del 7º Rayo, aunque nos apoyemos a veces en el 1º Rayo para poder razonar utilizando funciones más conocidas. Y este es uno de los puntos clave del artículo. Es muy interesante preguntarse porque siempre hemos dado tanta importancia al 1º Rayo y tan poca al 7º Rayo cuando sabemos que los dos, son Fuerzas Magnas, con una acción total e irremediable, incapaces de ser corregidas por ningún otro Rayo.

Hemos dedicado horas y más horas a hablar del 1º Rayo en cursos, reuniones y charlas y apenas algunos minutos a hablar del 7º Rayo. En cambio, si buscamos en la bibliografía mundial referencias de los Rayos, veremos que se da el fenómeno contrario. Hay decenas de libros que hablan del 7º Rayo y del 1º Rayo, apenas se recogen citas generales al hablar de los otros. Hay algo extraño en todo ello. O nosotros no le hemos dado importancia, o los demás le han dado demasiada. Creo que la respuesta correcta abarca a las dos posibilidades. En primer lugar, nuestro grupo ha hablado mucho del 1º Rayo porque hemos dedicado mucho tiempo a hablar del Big Bang y del inicio de todo. Desde luego, el momento de la creación es un momento estelar y se merece toda nuestra atención y la de la física, que lleva desde 1949 hablando continuamente del Big Bang y buscando todo tipo de datos de ese momento crítico. Nosotros, desde nuestra modestia, hemos hablado mucho de este Rayo Creador, un auténtico desconocido para la física teórica actual y una de las piezas clave que   aún no forma parte de la teoría del Big Bang. Y hemos comentado todo lo que se nos ha ocurrido acerca de su naturaleza. Pero, si bien hemos hablado mucho de la Creación, creo que no hemos hablado tanto de los mecanismos de la evolución del Cosmos.

Con esto queremos decir que la creación del universo fue muy importante, pero sin la evolución, ese momento, no tendría el significado que tiene ahora, ya que no habría nadie para hablar de todo ello. El 1º Rayo es el artífice de la creación, pero el 7º Rayo, es el responsable de la evolución. Y este, es un tema que, por algún motivo, no se ha estudiado tanto como el anterior. Tal vez sí que se ha dedicado mucho tiempo a estudiar a la evolución, ya que hemos prestado mucho interés en estudiar la formación de las galaxias, de las estrellas, de los planetas y las distintas formas de vida que hay en ellos, pero hemos estudiado el resultado de la evolución. No el porqué de la evolución, ni quien es el responsable de la evolución, ni que fuerzas son las que dirigen la evolución de lo creado. Nos hemos olvidado del motor, del que pone en marcha a la materia, del que le da el impulso para que se eleve de la indiferenciación y busque el camino de la realización.

El 7º Rayo impulsa a las manifestaciones desde la primera dimensión a la séptima dimensión. Él es en definitiva el que impele a la criatura evolutiva desde sus niveles más elementales de existencia y manifestación a los más elevados y sutiles. Él es el motor de la evolución.

El 1º Rayo es la Fuerza Creadora y el 7º Rayo es la Fuerza Evolutiva, que se puede ver actuando en todos los reinos de la naturaleza o enfocada en algún aspecto de la vida humana, como el social, el educativo, el religioso, el político, el artístico, o el científico. Ambos Rayos Magnos, son vitales, básicos, como también lo son los otros cinco regentes y como no, los cinco vigilantes, Rayos amorosos y sabios que acompañan a sus ciegas parejas y corrigen todos los desperfectos y errores que ciegamente   cometen en el ascenso.

Todos ellos, son una gran familia y todos importantes, pero debemos dar a los dos magnos progenitores el valor real que tienen dentro del equipo.

Lo cierto es que, tal como decíamos al inicio del artículo, gran parte de lo referente a este 7º Rayo son hipótesis, conjeturas. Todo él, es un gran misterio aún por desvelar y al que le tendremos que dedicar sin duda, mucha más atención. Hemos repasado sus funciones, teorizado acerca de muchos de sus aspectos, y le hemos dedicado un buen tiempo. Hemos sacado dibujos y notas originales de la ancestral carpeta de los recuerdos y las hemos puesto para deleite visual de todos los estudiosos del Rombo. Creo que hemos actualizado, compendiado y refrescado un poco al 7º Rayo. Se trataba de eso.

Estamos acabando el tema, y como siempre y para no faltar a la tradición, lo haremos tratando la relación de este Rayo con la psicología. Os dejamos con el último apartado en el que intentaremos relacionar a este Rayo con las características psicológicas que tienen las personas que son de este Rayo.                    

CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS DEL 7 RAYO

Para hablar de este delicado tema, intentaremos ser lógicos. De esta manera, no cometeremos demasiados errores y lo haremos todo bastante más comprensible. Para intentar definir las características psicológicas de una persona que pertenece al 7º Rayo, tenemos que repasar las funciones generales del Rayo y transferirlas a la esfera psíquica.

Al comentar las atribuciones de este Rayo, siempre hemos dicho que trabajaba en la primera dimensión, en la zona más densa y material del Rombo, pero que su trabajo estaba básicamente relacionado en estimular las manifestaciones que había allí para impulsarlas hacia arriba. Para subir algún objeto y superar a la ley de la gravedad, hace falta aplicar una fuerza con determinación e intensidad, por lo que seguramente, ésta será una de las características de la persona que tenga a este Rayo como regente. Será una persona activa, vital, dinámica, emprendedora, con ganas de hacer cosas, de ponerlas en movimiento y lanzarlas hacia arriba con atrevimiento, con fuerza. El ímpetu de la acción puede incluso asustar a los que están alrededor, porque su acción puede ir con una fuerza exagerada, incluso a veces, con algo de vehemencia. Y puede ser que, además, la acción esté carente de dulzura o de refinado tacto.

La persona de 7º Rayo absorbe manifestaciones para lanzarlas arriba y seguramente, será selectiva con sus objetos de interés. Es difícil que, a una persona, le guste todo y se sienta motivada por cualquier tipo de manifestación. Por lo general, las personas se mueven interesadas en dos o tres líneas concretas, pero no en todas, por lo que una persona del 7º Rayo, en principio, no tiene por qué tener la imagen de una persona hiperactiva, y con un despliegue brutal de actividad, pero no tendrá en absoluto la apariencia   de una persona pasiva, que está instalada en la pereza y en el inmovilismo de “la dificultad inicial”. Será fuertemente activa en aquellas cosas por las que se sienta motivada y será capaz de desarrollar una importante tarea impulsora, pero no en todos los campos de la vida. Puede ser la primera fuerza, el primer impulso de un movimiento o una tarea y su acción quizá sea muy notoria.

Esta misma energía de Rayo, fuerte e impulsora, seguramente, la tendrá para crear palabras y hablar. Lo más normal es que le sea bastante fácil arrancar a hablar o escribir, y tal vez, lo haga con bastante fluidez.

Como que le gusta potenciar lo que aparece de nuevo, puede apoyar a los movimientos intelectuales, sociales o políticos destinados a crear un nuevo hombre o una nueva civilización. Puede establecer reformas y reorganizar asuntos mundiales. No tiene demasiados problemas para quebrantar el antiguo orden para construir uno nuevo. Por ello, pueden aparecer claramente durante su vida, períodos críticos de creación y destrucción. Todo esto, está unido a su capacidad más destacada, que es la de de transmutar, cambiar, acelerar y dar impulso. Si de la nada, surgen movilizaciones de masas, y les tiene cierta simpatía, puede sentirse motivado a seguir y a vigorizar los movimientos colectivos, como manifestaciones, procesiones, desfiles, o espectáculos. Al estimular lo que surge del vacío, puede sentir interés por aquellas facetas de la vida psíquica o conciencial que parecen surgir de la nada, como la interpretación de los sueños, las prácticas ocultistas o espiritistas. Al mostrar interés por lo nuevo y por querer saber de donde procede, puede mostrar apetencia por ciertas cuestiones históricas o por el mismo conocimiento de su   árbol genealógico familiar.

Como una de las funciones del Rayo es sacar a las manifestaciones del magma amorfo y orientar, le puede gustar el orden, el ritmo y los bellos rituales dentro de su vida. Si su 7º Rayo es armónico, puede producir creación y belleza en el terreno de las relaciones sociales, y las creaciones artísticas, como la escultura, la pintura o la escritura.

Una persona de este Rayo no necesariamente discrimina lo que ha de estimular y a veces, puede ayudar a potenciar situaciones u obras que no son del todo correctas, por lo que sus acciones, pueden llevar a ensalzar construcciones físicas o mentales armónicas o inarmónicas. Puede llevar por ejemplo de igual manera al misticismo o a la locura, a la construcción de un proyecto eficaz o a la puesta en marcha de una idea totalmente errónea. Es ciego, como sus hermanos. Impulsa lo que ve, sin importarle su naturaleza. Es un motor dinámico, para lo bueno o lo malo.

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