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Planos de conciencia

INTRODUCCIÓN

Podríamos definir a la conciencia como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo, de su existencia, de sus necesidades, de sus actos y de su entorno. La conciencia es también la facultad que permite la   interacción con todos los estímulos provenientes del mundo exterior e interior, algo a lo que llamamos a falta de un nombre mejor… realidad.

La conciencia humana requiere del uso de los cinco sentidos que son las puertas que comunican al ser humano con el mundo exterior y que son el medio de conexión entre los estímulos externos y las asociaciones internas. Todas las informaciones que nos llegan del exterior circulan por los circuitos neuronales vinculados a los sentidos, hasta llegar al cerebro, el lugar donde esos estímulos bioeléctricos, son decodificados, interpretados y dotados de significado útil en distintas zonas cerebrales. La conciencia es el receptáculo energético, donde procesamos la información sensorial o extrasensorial y sobre esta información, construimos una realidad personal y una visión singular del mundo.

El cerebro es un órgano con una estructura extraordinaria y es, como sabemos, el asiento de la conciencia. Su complejidad organizativa, no permite localizar a la conciencia en una sola parte ni incluso en las diferentes zonas cerebrales, ya que la actividad de la conciencia deja huellas muy erráticas y variables en todas las estructuras del cerebro. Parece imposible localizar a la conciencia dentro del mapa macroscópico cerebral, porque todo él, participa en la organización de la conciencia, pero quizá a nivel microscópico, podemos hacer una aproximación mejor y dar un primer paso.

Para ello, hemos de mencionar, aunque sea muy por encima la estructura histolológica del sistema nervioso central ya que la conciencia parece ser que está más vinculada a las estructuras celulares cerebrales microscópicas, que a la localización o especialización de las distintas áreas macroscópicas del cerebro.

Para empezar de desentrañar el tema, empezaremos hablando de lo microscópico: En el órgano cerebral, encontramos tres tipos de células: las neuronas, las células gliales y las células ependimarias, aunque en este artículo, nos centraremos básicamente en las células gliales y en las neuronas y dejaremos fuera del estudio al tercer grupo de células. Hablemos durante unas líneas de estos dos grupos más importantes de células.

LAS CÉLULAS GLIALES

Las células gliales, son mucho más abundantes y menos conocidas que las neuronas. Son las células de sostén y se agrupan bajo el nombre de neuroglia. Son el sustrato físico para la migración de las neuronas y tienen una importante función trófica y metabólica, conformando las vainas de mielina y desempeñando funciones reparadoras. Además, ayudan a la transmisión sináptica y hacen posible la integración de las redes neuronales. Se dividen en dos tipos: Las grandes (Macroglía) que forman tres familias: Astrocitos, Oligodendrocitos y células de Schwann) y las pequeñas (Microglía).

LAS NEURONAS

Son las células cerebrales más conocidas. Las neuronas son células nerviosas especializadas en la conducción de estímulos eléctricos y aunque poseen una estructura común, se han reconocido hasta 50 tipos diferentes de neuronas, según su especialización y evolución.

Tienen un núcleo compuesto de numerosas estructuras (cuerpos de Nissl, Retículo endoplásmico liso, complejo de Golgi, Mitocondrias, centríolo) un axón (con filamentos y túbulos por donde corre el flujo de sustancias) y las dendritas que son unas extensiones de la membrana.

Las neuronas se comunican las unas con las otras a través de un espacio libre que se llama sinapsis y que hace de unión virtual entre ellas. La comunicación entre las neuronas se inicia con una descarga química en un extremo que origina una corriente eléctrica en la célula presináptica que corre por el axón. Una vez que el estímulo alcanza el extremo del axón, la neurona segrega unos compuestos que van a parar al espacio sináptico. Desde allí, estas sustancias, originan un nuevo impulso en la siguiente neurona, la neurona postsináptica, y el ciclo continúa. Es decir, que unos compuestos químicos (neurotransmisores) originan una corriente bioeléctrica en la neurona, que se desplaza hasta llegar al final de esta, donde se vuelven a lanzar neurotransmisores al espacio ínter neuronal. Vemos pues que las neuronas, utilizan un lenguaje electroquímico para comunicarse, pero el mensaje en sí mismo, la información más importante de todas se halla en el espacio sináptico, que es donde pensamos que está localizada la conciencia.

De hecho, sabemos que los antidepresivos, trabajan en este espacio sináptico, inhibiendo la recaptación de serotonina por las neuronas, lo que produce que la serotonina, permanezca más tiempo en este espacio, y produzca mayor sensación de bienestar. De hecho, la mayoría de las drogas psicoactivas, ejercen su efecto en esta zona, variando la composición química de la materia que se halla en este espacio, es decir la conciencia. Un análisis elemental de este hecho, revela que el estado de ánimo de la conciencia, depende del cóctel de los elementos que se encuentren en este espacio sináptico, por lo que es fácil establecer una hipótesis primaria, que permita relacionar directamente   la calidad y cantidad de los elementos primarios distribuidos en este espacio y el estado de la conciencia.

Este espacio ínter sináptico, se halla distribuido en toda la masa de la estructura nerviosa cerebral y es la localización de la conciencia. Las informaciones y las necesidades de la conciencia corren a través de los circuitos neuronales buscando informaciones allí donde se encuentren, en zonas cerebrales cercanas o lejanas, creando circuitos asociativos, engramas de información que, con el paso del tiempo y la reiteración de la necesidad, forman nuevos circuitos a través de neurogénesis y la plasticidad.

La conciencia se halla pues, en esta especie de sopa elemental ínter neuronal, repleta de partículas, pero no se halla en las neuronas o en las células gliales del cerebro.

La conciencia de cualquier ser evolutivo desea y para satisfacer su deseo, busca respuestas gracias a la red que se halla distribuida por todo el cerebro. La conciencia busca e indaga en cualquier parte del cerebro donde se pueda hallar la respuesta. El deseo de saber, de satisfacer necesidades vitales, es el motor más potente en la evolución y gracias a la necesidad de satisfacer el deseo, la conciencia busca caminos de respuesta, de la misma manera que un roedor rastrea en todas las direcciones en un desierto algo con lo que poder satisfacer su deseo de agua y alimento.

Y de la misma manera que un roedor puede suponer o intuir donde puede hallar su alimento, la conciencia sabe o intuye donde es posible encontrar la respuesta a su pregunta, que puede hallarse en una o varias áreas cerebrales determinadas, ya que la información del cerebro está distribuida de una manera compartimentada.

Hasta hace poco tiempo, se conocían unas 90 localizaciones correspondientes a 90 zonas cerebrales con informaciones y funciones definidas, pero las investigaciones de los neurocientíficos que trabajan en el proyecto Human Connectone (HCP), han creado un mapa cerebral más complejo y han localizado hasta 180 áreas específicas de la corteza cerebral.

La conciencia busca información mandando el mensaje o la pregunta a través de las neuronas, y lo recibe también a través de ellas. Pero las neuronas, sólo son los circuitos por donde corre la pregunta y regresa la respuesta. No son la conciencia en sí misma. La conciencia, situada en el espacio ínter sináptico, debe analizar la respuesta y actuar posteriormente utilizando circuitos neuronales ejecutores.

Las neuronas tejen una red de comunicación por todo el cerebro, relacionando unas zonas con otras, produciendo asociaciones y buscando informaciones en cualquier localización. Este circuito eléctrico neuronal es propio para cada persona y en la génesis de esta forma única y personal de circuitos entrelazados, están influyendo por una parte el código genético y, por otro lado, todas las experiencias y las necesidades que se presentan en la vida, que modifican y crean nuevos tipos de conexiones.

Esta red de comunicación es móvil, y se va creando continuamente, ya que al contrario de lo que se pensaba hasta hace unas décadas, diversos trabajos han demostrado que las neuronas se crean sin descanso desde la infancia e incluso durante la edad adulta, a través de la neoformación neuronal, que se ha observado por el momento en zona subventricular, adyacente a la pared del ventrículo lateral y   en la zona subgranular del hipocampo. Además, es más que probable que la neoformación neuronal, tenga lugar en muchos otros sitios, y tal vez, en muchos más de los que se sospecha, pero de momento, se ha observado aquí, y ha desbancado una idea errónea que aún hoy en día, parece aferrada como un falso mito en el pensamiento científico.

Otra característica sorprendente del cerebro es la plasticidad, lo que significa que las conexiones entre las neuronas no son rígidas, sino que pueden cambiar y según la necesidad, las neuronas, pueden buscar nuevas comunicaciones con otros grupos de neuronas,

Es decir que el cerebro utiliza antiguas vías existentes y crea también unas de nuevas si es necesario. Incluso, como bien sabemos, este afán creativo y cuyo motor principal es la satisfacción del deseo, ha sido capaz de crear no tan solo vías de información sino centros cerebrales específicos como, por ejemplo, el centro motor del habla, el centro de la escritura o el centro de la comprensión del lenguaje.

Y además de estos centros cerebrales conocidos, sabemos desde hace ya muchos años, que el ser humano, está creando un nuevo centro cerebral, destinado a posibilitar la aparición de un nuevo estado de conciencia. Nos estamos refiriendo al centro cerebral de espiritualidad cósmica, que ha de posibilitar que el ser humano, de un paso más en su escala evolutiva, igual que sucedió cuando se crearon los centros cerebrales superiores citados anteriormente y que supusieron un salto cualitativo en la evolución humana.

Este nuevo centro cerebral, localizado en la zona parietal, servirá para acelerar el desarrollo del ser humano de la Tierra, creará una nueva inteligencia, impulsará la evolución, dará la capacidad de penetrar más profundamente en el psiquismo de las personas y ayudará a conocer la naturaleza íntima de las cosas. También abrirá el canal del amor y permitirá conocer en profundidad las necesidades del ser humano y encontrar la solución a sus problemas. Proporcionará también una idea rápida acerca de cómo restablecer el equilibrio en cualquier situación y nos pondrá en contacto con todo tipo de energías sutiles.

Al mismo tiempo, incrementará la habilidad creativa, y posiblemente tenga algún efecto estimulador sobre la destreza manual y desarrollará el sistema de asociación sensorial. También desarrollará el mecanismo de percepción del sistema de la herencia magnética, permitiendo acceder al conocimiento mental superior y espiritual grabado en las distintas capas magnéticas del planeta. La creación de este nuevo centro cerebral, que ira apareciendo en la especie humana, al igual que lo han hecho los otros centros cerebrales, será progresiva y su desarrollo en el ser humano, permitirá dar un paso más en su evolución, de la misma manera que lo han hecho todos los otros centros cerebrales ya conocidos de naturaleza intelectual superior.

No debe sorprendernos todo esto, ya que la historia del cerebro, con la creación progresiva de centros cerebrales con funciones nuevas, específicas e inéditas, ha sido el común denominador de su historia. El cerebro humano guarda estructuras muy antiguas, comunes en muchísimas especies, estructuras más recientes, que comparte solo con algunas especies y algunas más recientes, que forman parte solo del cerebro humano y que son el testimonio de su continua evolución. La historia de la evolución se puede seguir con la creación y especialización de centros cerebrales que aportan nuevas posibilidades de desarrollo. La evolución de la especie, no para, y para ello, necesita la creación de nuevos centros cerebrales.

LA CONCIENCIA

Hemos repasado muy por encima la estructura histológica del   cerebro, que es donde reside y está anclada la conciencia, pero seguimos teniendo delante de nosotros la misma pregunta de siempre: ¿Que es la conciencia?

Y eso es una pregunta mucho muy complicada de contestar. Básicamente, porque la respuesta incluye a muchas áreas del conocimiento humano desde donde puede ser abordada, y es una pregunta con una respuesta parcial que se puede dar a través de la neurobiología, la física, la psicología o la religión, y en todos estos casos desde la perspectiva más materialista a la más metafísica.

Hay respuestas para todos los gustos y tendencias, y cuando esto sucede, es una señal clara de que, sea cual fuere la respuesta que se dé, será siempre una respuesta incompleta, sesgada y relacionada con el tipo particular de formación que tenga la persona que vaya a formular la teoría. No tenemos en este momento la capacidad de dar una respuesta amplia a esta pregunta y que abarque de una manera amplia a todas las facetas del pensamiento humano.

Los físicos se mueven en el mundo de lo pequeño (mecánica cuántica) o en el mundo de lo grande (astrofísica), pero muchos de ellos, se muestran interesados e inquietos frente a la pregunta que aparece en la mente de todos ellos y que hasta hace poco no se habían atrevido a plantear por quedar dentro del terreno de la metafísica, una disciplina muy alejada de la suya. Pero es obvio que, si no fuera por la conciencia, la ciencia no tendría la oportunidad de abordar todas las cuestiones que son el objeto de estudio de la mente humana. Parece lógico pensar que, si no fuese por la conciencia, no existiría evolución, ni descubrimientos ni avances de cualquier tipo en la civilización, así que es lógico detenerse un tiempo en analizar este tema, que es el que sustenta a todas las ciencias.

Al final, Los físicos también se preguntan lo mismo que todos nosotros. ¿Qué es la conciencia? ¿Cómo se puede abordar este tema desde un planteamiento físico? ¿Cómo es posible que la conciencia se estudie y se revele a sí misma? ¿De qué está formada la conciencia? ¿Por qué tienen conciencia las cosas? ¿Tienen conciencia los átomos? ¿Tienen conciencia las galaxias? ¿Tiene conciencia el universo? ¿Es posible la conciencia cósmica?

Es evidente que, aunque nos gustaría, ahora mismo, no vamos a poder responder a todas estas cuestiones, pero, como mínimo, vamos a hacer un primer paso para adentrarnos y familiarizarnos con el objeto de nuestro estudio.

LOS PLANOS DE CONCIENCIA

El dibujo que aparece a continuación es para nosotros “el clásico” de los planos de conciencia. En este dibujo vemos como hay seis planos de conciencia que cabalgan entre las siete dimensiones. Ello permite que un mismo plano de conciencia, abarque a dos dimensiones, es decir que se solape entre dos dimensiones contiguas, lo que posibilita que los planos de conciencia sean como una escalera que permite subir o bajar por las dimensiones contiguas.

Al lado de este dibujo de la izquierda, tenemos también otro clásico: Es el llamado Rombo de Rombos, en el que se ve como dentro de cada dimensión, existen por efecto holográfico las mismas siete dimensiones, de tal manera que, dentro de la primera dimensión, encontramos a las mismas siete dimensiones, y este fenómeno holográfico, se repite en cada una de ellas.

Los planos de conciencia cabalgan entre las dimensiones

Dibujo. Los planos de conciencia cabalgan entre las dimensiones

Estos dos dibujos que parecen irreconciliables están totalmente relacionados, ya que los planos de conciencia son 6, y en cambio, las dimensiones, son 7, lo que hace que un plano de conciencia abarque una dimensión y un trocito de la dimensión contigua. Es decir que el primer plano de conciencia va desde la 1ª de la primera dimensión, hasta la 2ª de la segunda dimensión. El segundo plano de conciencia va desde la 2ª de la segunda dimensión, hasta la 3ª de la tercera dimensión. El tercer plano va desde la 3ª de la tercera dimensión, hasta la 4ª de la cuarta dimensión. El cuarto plano de conciencia va desde la 4ª de la cuarta dimensión hasta la 5ª de la quinta dimensión. El quinto plano de conciencia va desde la 5ª de la quinta dimensión hasta la 6ª de la sexta dimensión. Y el séptimo plano de conciencia, va desde la 6ª de la sexta dimensión hasta la 7ª de la séptima dimensión.

En la representación del esquema inferior, quizá lo podamos entender mejor. Vemos que, en el dibujo, tenemos representadas a las siete dimensiones   como si fueran una escalera ascendente de siete peldaños y más abajo, en horizontal, tenemos representados a los seis planos de conciencia.

Vemos como el primer plano de conciencia abarca los siete subdimensiones de la primera dimensión y llega hasta la 2ª subdimensión de la segunda dimensión. El segundo plano abarca desde la 2ª subdimensión de la segunda dimensión hasta la 3ª subdimensión de la tercera dimensión. Si hacemos el seguimiento de cada uno de los planos, veremos lo que se ha comentado anteriormente.

Los seis planos, permiten cabalgar por las siete dimensiones

Dibujo. Los seis planos, permiten cabalgar por las siete dimensiones

Esta asimetría entre planos y dimensiones permite que la conciencia, gracias a su   desplazamiento por el eje de los planos de conciencia, se pueda trasladar de una dimensión determinada a una dimensión inferior o superior. Hablamos de la conciencia y del desplazamiento interno de la misma conciencia a través de las dimensiones, y no de un desplazamiento externo a través de las dimensiones realizado por el cuerpo físico tridimensional. Esto no se puede dar. El desplazamiento por las diferentes dimensiones es solo conciencial y no físico.

Aunque no seamos capaces de describir plenamente a la conciencia, hemos de entender que la conciencia es un fenómeno inherente a la materia, tal como lo son el peso y el volumen. La conciencia proporciona a cualquier manifestación de la vida, desde lo más pequeño a lo más grande, la facultad de auto reconocerse, de realizar una interacción inteligente con el medio, de aprender y de expresar el deseo evolutivo que está presente en toda manifestación de vida, por elemental que parezca.

La conciencia es inseparable de cualquier forma de vida, por más material o energética que pueda ser. Tienen conciencia los átomos, las criaturas de la naturaleza y la luz, y éste es un concepto que cuesta asimilar, porque tenemos tendencia a imaginar que la conciencia solo se encuentra en los seres humanos, y de una forma mínima y residual en algunos animales.

Está claro que cuesta entender este concepto de omniconciencia pluridimensional y que va más allá del concepto de conciencia de vigilia que podemos intuir que se da en ciertas criaturas, pero con un poco de reflexión y ausencia de prejuicios, podemos ver que la conciencia existe y trabaja dentro de cualquier forma de manifestación de la vida, por más densa o sutil que sea.

LA NATURALEZA DE LA CONCIENCIA

Dentro del Rombo existen algunos axiomas que siempre se han de recordar a la hora de realizar algún planteamiento. Hay un principio que todos tenemos presente: Lo sutil penetra a lo denso. Aparentemente, no es difícil de entender, pero a veces, un ejemplo muy sencillo, nos puede ayudar a ver y comprender este hecho con más claridad. Vamos, por ejemplo, a describir un caso muy conocido. Imaginemos una serie de tamices dispuestos unos encima de los otros, de tal manera que el tamiz de la trama más gruesa sea el de arriba y el tamiz de la trama más fina, sea el último, el de más debajo de la serie.

Si vertemos sobre el grupo de tamices una cantidad de tierra, veremos cómo los aglomerados mayores de tierra quedarán atrapados en el primer tamiz, los de tamaño medio, lo harán en los de la cuadrícula mediana y sólo las partículas finas de polvo de tierra, serán capaces de atravesar todas las capas y podrán depositarse en el último tamiz, el de la trama más fina. La sutilísima capa de polvo habrá atravesado todas las tramas gruesas y groseras y se habrá deslizado hasta el último recipiente, allí sólo donde pueden entrar las partículas de finísima densidad. Con este mismo razonamiento podemos hacer una analogía que relacione a las dimensiones y la conciencia.

Hemos visto que los planos de conciencia se distribuyen por las dimensiones, y si en un experimento hipotético, vertiéramos desde la primera dimensión, (desde el punto por donde entra la materia), todos los constituyentes materiales de los planos de conciencia, al igual que sucede con el caso de los tamices, veríamos como los distintos grados de densidad de los constituyentes de la conciencia , se irían repartiendo por las diferentes dimensiones, de tal manera que la materia más sutil que forma la conciencia, atravesaría todas las dimensiones y quedaría situada en las dimensiones más etéreas y la materia más grosera de la que está compuesta la conciencia, quedaría retenida en las primera dimensiones.

De esta manera se establecería una correlación entre la densidad dimensional y la densidad conciencial. Las dimensiones groseras, se relacionarían con los planos más densos y las dimensiones sutiles, lo harían con los planos más etéreos. Bien, hasta aquí, todo muy claro, pero este hecho, plantea otra pregunta, ya que, si los planos de conciencia son capaces de penetrar en la materia de las dimensiones e incluso en la materia sutil de la séptima dimensión, hemos de pensar que la naturaleza de la conciencia es extremadamente sutil, mucho más que la que constituye el material de todas las dimensiones. Y si bien, las dimensiones groseras, están hechas como sabemos de materia, de elementos primarios, y las dimensiones sutiles, están hechas básicamente de energía, se nos plantea un problema, porque estamos hablando de que la conciencia, en algunos de sus planos, ha de ser más sutil que la energía conocida. Y eso parece ser un problema, porque entonces aparece la pregunta obvia: ¿De qué está hecha la conciencia? ¿Cuál es su estructura? ¿Tiene la conciencia un soporte extremadamente sutil, quizás mucho más sutil que cualquier energía conocida?

Aparentemente, debería de ser así, ya que, si no, no podría penetrar todas las dimensiones y poder desplazarse por ellas.   Además de la misma manera que el cuerpo físico, tiene una contraparte sutil, al que llamamos cuerpo semidenso o cuerpo astral, y que aparece claramente en el momento del traspaso, la conciencia, cuya manifestación física más grosera es el conglomerado de neurotransmisores y elementos primarios que se hallan en la sinapsis neuronal, tendría que estar vinculada a una conciencia sutil o astral, capaz de vivir fuera del cuerpo físico, y hecha también de una naturaleza mucho más sutil. Como también sabemos, en el momento previo a la encarnación, el cuerpo astral, debe desaparecer y quedar reducido a lo que llamamos peri-espíritu, una energía sutilísima en la que vive la estructura energética del individuo. En el peri-espíritu, ha de estar grabada en cada persona, su historia personal, su forma de ser, de pensar y su misma conciencia. Esta estructura sutil del peri-espíritu, es la que envuelve a una energía pura inmaterial, una chispa Divina que cada ser humano posee, y a la que llamamos espíritu.

Desconocemos cual es la naturaleza real de la conciencia la de su estructura y la de su fragmentación en seis planos, pero sin duda, la conciencia, ha de estar hecha de una materia inteligente, viva, capaz de evolucionar, de organizarse y penetrar en los mundos más recónditos de las dimensiones sutiles con la finalidad de abarcar todo el universo y conseguir el fin que auto persigue: La evolución, la percepción y la integración de todo el cosmos. Tal como lo vemos, la conciencia es una emanación de la Divinidad, y hablar de la conciencia, es algo que, como dicen los físicos, está dentro del terreno de la metafísica, porque va más allá del entendimiento y la razón, pero que no representa en ningún caso un motivo para que deje de ser un objeto de estudio, de fascinación o de contemplación para la misma conciencia humana.

CICLOS POLARES DE LA CONCIENCIA

La conciencia y su estructuración asimétrica respecto a las dimensiones, es lo que permite el desplazamiento de la conciencia entre las diferentes dimensiones. El desplazamiento conciencial, se hace a través del eje de la cuarta dimensión, que como sabemos es el eje que marca el equilibrio del Rombo y que también dibuja la frontera entre la materia y la energía del universo. Este eje de la conciencia transcurre por el camino central del Rombo, por el canal verde, siguiendo el camino de la diagonal mayor. Este canal une a la primera con la séptima dimensión y facilita el tránsito de la conciencia a través de todo el Rombo, uniendo a los dos extremos polares de la creación.

Pero los planos de conciencia, a su vez, no son fijos, no son estáticos como la observación primera del dibujo bidimensional de los planos, nos podría dar a entender, sino que están dotados de un movimiento combinado que genera, por un lado, los fenómenos de alternancia polar, así como los ciclos de creación y retrospección de cada plano.

Cuando estudiamos los ciclos de alternancia polar en el Rombo, contemplamos la posibilidad de que un Rombo generara a otro Rombo de polaridad inversa gracias al movimiento de rotación circular que realiza el eje de la diagonal mayor, al pivotar sobre el punto central de este eje, el punto Hara. En los Rombos de los planos de conciencia, como no podía ser de otra manera, se da también este mismo fenómeno, ya que los planos, lejos de ser una foto estática, giran y producen también alternancias polares en los planos.

La alternancia polar

Dibujo. La alternancia polar

Pero existe además de este primer giro, otro giro del que no hemos hablado demasiado y es el giro que se produce cuando el eje horizontal está fijo y el Rombo gira hacia adelante sujeto firmemente por este eje horizontal y produce esta especie de cabeceo circular hacia adelante, en el que, en un momento, el punto de ideación Divina, primero está arriba, luego se desplaza hacia delante y está en la mitad, luego, sigue descendiendo y llega abajo, para seguir dando la vuelta por detrás y volver a emerger nuevamente por detrás también y aparecer por arriba, generando otro punto de Ideación Divina. Este giro es el que está vinculado con los ciclos de creación y retrospección y es el que impulsa a que la experiencia baje y al final una vez ha descendido completamente, ascienda de nuevo, siempre impulsada por el efecto rotatorio.

Resumiendo: El Rombo de los planos de conciencia, experimenta como mínimo, dos giros básicos: El primero, es el que crea los ciclos de alternancia polar cuando el eje horizontal gira formando círculos y pivotando sobre el punto medio de la diagonal mayor, y el segundo giro , que es el que crea los ciclos de creación y retrospección, se produce cuando la diagonal mayor está fija, y es el triángulo de Ideación Divina, formado por las tres diagonales menores el que dibuja círculos sobre este eje.

Ambos giros, se dan al mismo tiempo ya que la diagonal mayor gira describiendo círculos horizontales y la diagonal menor, también gira describiendo círculos verticales alrededor del eje de la diagonal mayor. Estos dos movimientos combinados, le dan al Rombo una movilidad mucho mayor de la esperada, y crean al mismo tiempo, en un movimiento combinado, que produce al mismo tiempo los ciclos combinados de creación y de alternancia polar.

El ciclo de retrospección hace aparecer las tres caras del Rombo

Dibujo. El ciclo de retrospección hace aparecer las tres caras del Rombo

Pero, el Rombo, seguramente presenta un tercer giro, porque pensamos que es muy posible que la diagonal mayor, no sea un eje que se mantenga estático sobre un plano horizontal, sino que el eje de la diagonal mayor, puede presentar oscilaciones arriba y abajo siguiendo un movimiento armónico simple, presentando rotaciones circulares más o menos amplias alrededor de un punto central imaginario, lo que permite al Rombo inclinarse horizontalmente primero sobre la izquierda y luego sobre la derecha. Este movimiento de bamboleo, de búsqueda de equilibrio, de vaivén y rotación, se transmite al mismo tiempo a los tres puntos de Ideación Divina, haciendo que esta misma zona, describa también los mismos círculos rotatorios que se observan en el eje de la diagonal mayor.

Los

Dibujo. Los giros de la diagonal mayor se transmiten a ID y viceversa

Estos tres movimientos que se producen en los planos de conciencia son los mismos movimientos que experimenta el Gran Rombo, pero en este caso, la complejidad del movimiento es mucho mayor, ya que son seis Rombos los que giran. Los tres movimientos del Rombo pueden ser estudiados como movimientos circulares uniformes o movimientos armónicos simples, y todos describen la misma función que comentamos cuando en su día, hablamos del movimiento armónico simple. Esta función sinusoidal, se encuentra presente en cualquiera de los tres movimientos del Rombo.

El M.A.S. aparece en los tres movimientos circulares uniformes del Rombo

Dibujo. El M.A.S. aparece en los tres movimientos circulares uniformes del Rombo

Estos tres movimientos del Rombo se dan al mismo tiempo y cada uno de ellos, le da a cada plano de conciencia unas características determinadas. Aquí aparece una cuestión importante, porque podemos plantearnos la posibilidad que cada plano de conciencia puede tener una cierta independencia respecto al otro, su propia idiosincrasia, y se podría dar el caso de que cada plano de conciencia tuviera sus ciclos de rotación independientes, lo que daría a cada plano, un valor único. ¿Sería posible ese modelo? ¿Entraríamos en algún conflicto holográfico?

¿O más bien, deberíamos centrarnos en un modelo en que los seis planos de conciencia giraran con la misma inclinación y ritmo cíclico, produciendo una imagen mucho más rítmica y armónica?

La verdad es que, si optamos por el modelo individual y libre, la presencia de estos tres movimientos conjugados da a cada plano de conciencia una personalidad determinada y única, con unos ciclos de alternancia polar, de creación y retrospección y de giro compensatorio, propios para cada plano.

El hecho de la desviación central del eje de la ID de un plano respecto al otro, puede hacer que los puntos de ID de dos planos adyacentes, no coincidan el uno con el otro perfectamente a causa del movimiento basculante, y las transferencias de información de un plano sobre el otro, no se den correctamente. El resultado es que un plano que ha perdido el equilibrio, y busca su compensación, puede quedar aislado parcialmente respecto a los contiguos, por falta de un contacto y una transferencia clara, tanto en el que está por encima como el que está por debajo.

Cuando un Rombo, no se halla en equilibrio, lo busca basculando de un lado a otro, realizando un movimiento circular visible en los extremos de la diagonal mayor y que se observa también en ID. El resultado es que la pérdida de equilibrio de un plano de conciencia no permite que la comunicación con los otros planos sea óptima, ya que los puntos de ID no contactan perfectamente, sino cuando solamente, la trayectoria circular les hace coincidir y en esta situación de no coincidencia completa, el trayecto fluido por el canal central del eje, puede perder eficacia.

La desviación compensatoria de ID, hace que el contacto entre un plano y el otro, sea menor y que la facilidad de la conciencia para moverse por los planos, pueda variar notablemente, ya que la transferencia de información de un plano a otro, no se da tan bien si los planos entran solamente en un contacto parcial o tangencial en vez de total.

Es decir que si por causa de una desviación del centro de equilibrio general, un plano realiza basculaciones compensatorias, se producen enlentecimientos en el desplazamiento de la conciencia por el eje central, produciendo bloqueos en las transiciones por los planos y por tanto en las dimensiones, o lo que es lo mismos, bloqueos en el funcionamiento de la conciencia. El camino evolutivo pasa por conseguir el equilibrio y la armonía en cada uno de los planos por los que se va pasando. De esta manera, la transición entre planos es mejor y la conciencia fluye más libremente.

DIFERENTES CICLOS EN LOS PLANOS

Cuando estudiamos la figura original, vimos que existían cuatro zonas de contacto entre el Rombo y el espacio que hay más allá de él. Pero estando la zona de los vértices obtusos en el centro de las dos polaridades, en una zona de equilibrio polar, vimos claramente que las zonas por donde entraban las energías polares yin-yang, estaban relacionadas con los vértices agudos, correspondientes a la primera y a la séptima dimensión.

Desde allí, la energía entra por un lado y va a buscar por un efecto de atracción polar, el polo opuesto, justo en el otro límite de la Diagonal Mayor. El movimiento de atracción es doble y tal como sabemos, el Yin va hacia el Yang y viceversa.

El Rombo envuelto de las dos polaridades

Dibujo. El Rombo envuelto de las dos polaridades

Y cuando esta energía entra por un vértice y se dirige hacia el otro, puede realizar en su camino infinitos trayectos, dependiendo de la distribución de materia y cargas eléctricas, pudiendo realizar circuitos muy simples, algunos otros de complejidad mayor, o incluso puede crear bucles donde la energía queda encerrada en si misma en un proceso continuo. En todos estos posibles trayectos, tienen lugar los infinitos procesos de unión y desunión polar, donde se hacen y deshacen las estructuras de todo tipo que constituyen la vida.

Es por eso que los caminos de creación dentro del Rombo son infinitos y están relacionados con la subyacente microarquitectura interior del Rombo, que posibilita que se creen millones de circuitos posibles por donde pueden circular Yin y Yang. Los caminos por los que puede circular la vida son innumerables, pero todos están contenidos dentro de las posibilidades geométricas que ofrece la manifestación de las leyes físicas dentro del entramado del Rombo. Nos resulta imposible poder describir todos esos infinitos caminos, pero cuando hicimos el primer estudio geométrico del Rombo, observamos que, en su interior, se dibujaban infinidad de circuitos y conexiones, que relacionaban unas dimensiones con otras, por lo que vimos con sorpresa, como de la nada, y sin previo aviso, aparecían de repente múltiples caminos dentro del Rombo que relacionaban sus diferentes zonas y dimensiones. El agradable hecho de empezar a descubrir su arquitectura interior nos abrió la puerta a imaginarnos el sinfín de caminos y conexiones por los que podía circular la energía de una parte a la otra para generar todo tipo de formas de vida.

Pero dentro de todos los caminos que se podían trazar, y que aparecieron en estos dibujos y en muchos otros, observamos que el trayecto que parecía llevar más tráfico era el camino central que se daba entre los dos extremos del Rombo. Parecía que la zona central de la figura era la vía por donde circulaba más información, ya que cada línea que aparecía en esta zona marcada en verde en el dibujo que se observa abajo, viene de otro lugar y en su trayecto, aporta datos del lugar de origen, del camino que ha recorrido y de las interacciones que ha realizado en su trayecto.

El camino central

Dibujo. El camino central

Y este dato geométrico inesperado, vino a fusionarse con otro muy interesante que apareció cuando tuvimos el dibujo de los planos de conciencia, por el que vimos que el camino central o camino verde, es el que une de forma más rápida las distintas dimensiones del Rombo. Este eje central de los planos de la conciencia es el camino más eficiente que existe para moverse por todas las dimensiones.

El eje central de los planos de conciencia

Dibujo. El eje central de los planos de conciencia

Si observamos el dibujo, vemos que la energía Yin-Yang fluye también por los planos de conciencia. Pero si analizamos cada plano en particular, observamos que, aunque el plano está en posición vertical, el esquema es el mismo y la energía fluye también verticalmente y en sentido bidireccional desde la primera hasta la séptima dimensión de cada subplano, lo que hace que cada plano en sí mismo, sea un micro universo, con su primera y séptima dimensión y con un flujo incesante perpendicular de energía Yin-Yang.

Así, el esquema que encontramos en el dibujo general de todos los planos de conciencia lo podemos aplicar a cada uno de los planos, y a su vez por holografía, a cada uno de los subplanos, formando un patrón estructural y funcional que se repite constantemente hasta el infinito.

Planos y subplanos de conciencia

Dibujo. Planos y subplanos de conciencia

Cada plano de conciencia puede presentar peculiaridades o anomalías en el flujo perpendicular de energía ya que los arquetipos caducos, los conceptos obsoletos, o las actitudes mentales erróneas, pueden provocar compresiones en el flujo de energía, bloqueos energéticos y circuitos de compensación en cualquier lugar, haciendo que el plano en sí mismo, se comporte de un modo anómalo y que comprima y dificulte el tránsito de información por el camino central. Es por eso que pensamos en la posibilidad de que cada plano, tenga ciclos de rotaciones propios, donde es posible que la velocidad de su giro horizontal, perpendicular y compensatorio pueda variar dependiendo de la vitalidad propia del plano, de su armonía funcional y de la actividad armónica o no de los Rayos que confluyen en el plano en particular.

Recordemos que los Rayos acuden por la demanda del deseo y cada plano, puede generar unos deseos determinados y atraer a Rayos específicos en menor o mayor cantidad. Si tenemos en cuenta que cada persona tiene un Rayo dominante y unos Rayos que utiliza más que los otros, es más que probable que un plano de conciencia determinado, esté más energetizado y disponga de una energía cinética mayor que los otros, y ese fenómeno, le proporcione una velocidad angular mayor. Si así fuera, cada plano, en caso de que existiera un hipotético e inicial ritmo común de rotación de todos los planos, cualquier plano, podría perder el ritmo basal grupal y presentar una velocidad distinta que lo podría diferenciar respecto al giro coordinado de los otros planos.

Tenemos entonces dos posibilidades teóricas: La primera, la más platónica, estética y bonita es que todos los planos girasen   con la misma velocidad y siguieran un ritmo acompasado y centrado, como si de un vals se tratara, y la segunda, es que exista fisiológicamente la posibilidad de que cada plano, tenga la posibilidad de tener un momento angular o momento cinético individual, que dependerá del Rayo o Rayos que trabajen y que puedan presentar un tercer movimiento compensatorio de valores también variables, dependiendo de lo armónico o disarmónico que sea cada plano. Teóricamente, ambas posibilidades, son viables.

Si el giro fuera autónomo, cada plano de conciencia produciría su vibración particular, con su frecuencia y música propia, que podría producir acordes armónicos o no con el resto de los planos. Por esta razón, cada plano, podría presentar una coloración agradable o podría presentar colores embrutecidos debido a los numerosos procesos de compensación que se podrían presentar. Estos bloqueos y compensaciones naturalmente influirían en el giro espacial del plano, produciendo alteraciones en los ciclos de polaridad, en los ciclos de creación y retrospección y en la producción de ciclos compensatorios.

La idea de que cada plano de conciencia sea autónomo y libre, parece que viole el principio holográfico que rige el Rombo, pero de la misma manera que podemos observar que en las siete dimensiones, se dan fenómenos de funcionalidad única para cada una de ellas, podemos pensar que, en los planos, (que naturalmente, están relacionados con la actividad las dimensiones), se presenten también características individualizadas sin contradecir por ello ningún principio físico.

Lo que sucedería entonces es que, en cada plano, observaríamos también como los 6 subplanos presentes, serían diferentes entre sí, y de ese modo, se mantendría el principio holográfico que preside a todo el Rombo. La heterogeneidad de los distintos planos y dimensiones no supone la rotura de ningún principio romboidal, ya que los planos y las dimensiones son diferentes en cuanto a actividad en cada manifestación de vida.

Desde el punto de vista permisivo con la heterogeneidad de los planos, la frecuencia de giro propia de los diferentes planos dentro del Rombo podría producir una sinfonía afinada o no. Un acorde es el sonido producido por la vibración unísona de diferentes cuerdas. Cada cuerda de guitarra, al igual que cada plano de conciencia tiene una naturaleza, una densidad y una frecuencia de vibración distinta. En una guitarra, la presión sobre una cuerda hace que varíe su vibración, y si el músico es capaz de manipular las cuerdas con distintas presiones, se produce una nota musical agradable o desagradable.

De la misma manera, la fusión sonora de la actividad de unos planos con los otros puede producir una música armónica o no, un acorde general agradable o un acorde malsonante

UNA MACLA EN LA CONCIENCIA

El dibujo “clásico” de los planos de conciencia, presenta en su diseño, algunas peculiaridades que   obliga a plantearnos muchas preguntas.

Los planos de conciencia

Dibujo. Los planos de conciencia

Si miramos el dibujo de los planos, vemos que el primer plano de conciencia y el sexto, (al igual que los demás) se encuentran en disposición vertical, pero estos dos planos en concreto sobresalen un poco por arriba y por debajo de los límites de la figura del Rombo, dando la sensación de que, al sobresalir de la estructura, en la figura tridimensional, producirían un fenómeno que se conoce como macla en el terreno de la cristalografía. Esto es lo que sucede cuando una estructura cristalina, emerge del interior de una forma que tiene el mismo sistema de cristalización, pero que presenta un ángulo de partida diferente. En el caso del Rombo, tendríamos un trozo de Rombo de planos de conciencia, emergiendo del Rombo mayor y produciendo una macla.

Es decir que los vértices rojos y violetas del primer y sexto plano, estarían por así decirlo, fuera del Rombo físico, en contacto con la energía que hubiera allí.

En la figura clásica, deberíamos entender que estos cuatro vértices de los planos de conciencia salen del Rombo físico y se adentran en la zona de creación Yin-Yang, en esta zona de aspecto sinusoidal que rodea como si fuera una especie de campo magnético al Rombo y por donde discurre la energía polar. Da la sensación de que estos dos planos de conciencia son capaces de salir de alguna forma, fuera del Rombo y contactar con algo que está más allá del Rombo. El dibujo, da la impresión de que estos dos planos contactan con el flujo de corriente polar y son quizás por ello otros puntos de entrada de la energía Yin- Yang dentro del Rombo. Podría ser, pero…entonces surge la pregunta de siempre… ¿Es posible que algo esté fuera del Rombo? ¿Es posible que haya dos planos de conciencia, que el Rombo no pueda contener en su totalidad?

La verdad es que aparentemente, todo está dentro el Rombo, pero ya dentro del esquema básico deducimos que como mínimo existen dos cosas que parece que estén fuera. Por un lado, la energía Yin-Yang que lo envuelve y por otro lado, la línea vertical de Ideación Divina.

El esquema elemental del Rombo

Dibujo. El esquema elemental del Rombo

Y si se abre la posibilidad de que algo esté fuera del Rombo físico, podríamos plantearnos la pregunta: ¿Podría ser que también pudieran estar por fuera del Rombo estos dos trozos de los planos de conciencia primero y sexto?

Entonces, desde los vértices agudos de la primera y séptima dimensión del primer y sexto planos de conciencia, podría entrar la energía Yin-Yang, pero con una diferencia notoria: los puntos de entrada de energía se hallan fuera de la frontera del Rombo.

¿Qué es lo que hay allí? ¿Qué se encuentra más allá del Rombo? Aparentemente Yin y Yang no manifestado, es decir que no ha entrado aún a formar parte del universo físico. Y entonces surge la pregunta: ¿Supondría algo para el Rombo que aparte de tener las dos entradas principales colocadas en el vértice agudo de la primera y séptima dimensión, tuviera cuatro nuevos puntos accesorios de entrada de energía vinculados a los planos de conciencia?

Esta pregunta, nos lleva a otra observación, y que quizá nos obligue a repasar la simplicidad de nuestros conceptos elementales. Todos tenemos tendencia a simplificar al máximo las cosas, pero muchas veces, los fenómenos físicos, son más complejos de lo que parecen aparentemente.

Por definición sabemos que los puntos de entrada de energía Yin-Yang son los correspondientes a 1ª-7ª dimensión, pero si a través del dibujo de Rombo de Rombos o de los subplanos de conciencia, somos capaces de entender que por la cualidad holográfica de la figura, cualquier punto de cualquier dimensión o cualquier punto de los planos de conciencia, presenta a su vez sus pequeñas zonas microscópicas de 1ª-7ª dimensión, hemos de entender que Yin Yang entran por todo el Rombo, en cualquier zona que estudiemos.

Con esta visión, hemos pasado de tener dos zonas conocidas de entrada a tener infinitas zonas dentro de las dimensiones o de los planos por los que la energía polar, puede entrar dentro de la figura. Siempre es el mismo esquema, no nos hemos alejado de él, pero lo hemos ampliado y hemos visto que este fenómeno, se da al mismo tiempo en muchos lugares.

Las infinitas entradas de Yin – Yang dentro del Rombo de Rombos

Dibujo. Las infinitas entradas de Yin – Yang dentro del Rombo de Rombos

Este esquema, como siempre, en su aparente simplicidad, se puede desarrollar hasta el límite de la imaginación humana. Seguimos teniendo los mismos principios, pero los podemos observar desde una perspectiva más amplia. La misma idea de que Yin-Yang entran por 1ª-7ª dimensión de los Rombos holográficos que se encuentran en cada dimensión, la podemos aplicar al dibujo de los planos, con lo que las puertas de entrada serían mucho más numerosas.

Tendríamos entonces las grandes puertas de la 1ª-7ª dimensión, las pequeñas puertas de las subdimensiones, y también las pequeñas puertas de los planos de conciencia. .

La entrada de Yin-Yang por los planos de conciencia

Dibujo. La entrada de Yin-Yang por los planos de conciencia

Estamos hablando del mismo fenómeno energético. No hay nada nuevo. Sólo estamos frente a una expansión de la idea original, que permite que la complejidad del Rombo sea mayor.

La inocente y posible presencia de las maclas, ha proporcionado unas observaciones que quizá no existían hasta hace un rato, pero ahora ya están aquí. Sabemos además que, aunque no los tengamos trabajados, existen otros modelos de representación de los planos de conciencia que pueden aportar una visión distinta del mismo hecho.

En otro momento, podremos hablar de ellos y tal vez eso, nos lleve a otras conclusiones y preguntas. El Rombo, siempre nos ha enseñado que todo lo relativo a sus formas, ángulos y espacios, está relacionado con algún fenómeno de la naturaleza que se presenta como si nada, sin llamar apenas la atención, actuando de una manera inocente, pero que esconde conclusiones muy interesantes.

CICLOS VITALES Y PLANOS DE CONCIENCIA

La conciencia es una sola en su conjunto, pero parece estar fragmentada en seis diferentes planos de conciencia. Los planos de conciencia son las estructuras primordiales y profundas de la conciencia y los seis planos, están presentes ya desde el principio, formando un aglomerado estructural dotado de mucha movilidad. La actividad en los distintos planos no es la misma, ya que al igual que sucede con las dimensiones, cada uno de los planos, tiene una actividad particular. Pero todos los planos, están presentes desde el principio en el individuo, de un modo funcional o en potencia y van entrando en actividad en la medida que van siendo necesitados y utilizados.

Si imaginamos que la conciencia es una entidad evolutiva, hemos de pensar que ha de pasar de estadios primarios o elementales a niveles superiores y de mayor complejidad. Es por eso, que podemos utilizar para la comprensión de este fenómeno global, el desarrollo evolutivo que se da en el niño, que pasa de tener una conciencia elemental y básica en los primeros meses de vida, a una mucho más elaborada cuando tiene ya 7-8 años. Y del mismo modo, podemos utilizar un ejemplo más amplio, y estudiar los distintos planos de conciencia por los que pasa un ser humano desde el primer año de su vida hasta que ha finalizado el primer ciclo de 49 años.

El Rombo inferior de la izquierda corresponde a los 7 primeros años, y el de la derecha a los 7x7=49 primeros años. Como vemos, el esquema es el mismo, pero en el primer dibujo cada dimensión representa un período de un año, y en el segundo, cada dimensión abarca un período de 7 años.

Los planos de 1 a 7 años - Los planos de 1 a 49 años

Dibujo. Los planos de 1 a 7 años - Los planos de 1 a 49 años

En ambos casos, con una escala u otra, observamos como el ser humano, va pasando en la medida que su estructura física avanza en el tiempo, por distintos planos de conciencia, que le permiten tener una comprensión determinada adecuada a su edad, así como poder realizar una u otra acción y ver el mundo de una manera o de otra muy diferente.

Algunos psicólogos, sostienen que el niño, en la medida que avanza con la edad, registra cambios en su conciencia y que, a los 7 años, ha cumplido una primera etapa, en la que ya ha emergido un ego coherente, y que es capaz de diferenciarse del cuerpo, trascendiendo de alguna manera a la biología. A los 14 años, y alcanzando la pubertad, emerge otra mentalidad, con un pensamiento operacional concreto, y de los 14 a los 21 puede empezar a trascender sus egos, a iniciar su vida interna. Los cambios biológicos que se producen en la mitad del ciclo de los 49 años, es decir a los 24’5 años, definen otro momento histórico, en el que la persona abandona sus estructuras mentales antiguas e inicia una nueva etapa de abertura al mundo, de búsqueda de libertad y de nuevos horizontes, que le hace empezar a romper con su pensamiento antiguo para llegar a los 28 con un nuevo nacimiento intelectual, que culmina con un nuevo despertar consciente en una etapa que va desde los 35 a los 42 años. A esta fase, le sigue otra de madurez mental o espiritual, que culmina en los 49 años, donde finaliza el primer ciclo de vida, que es de predominio físico y que se concreta con todos los cambios físicos, bioenergéticos o mentales que se producen entre los 49 y los 50 años, que acostumbran a marcar un antes y un después de la vida de la persona. Al final de este ciclo, se dan importantes cambios en la relación humana y social de las personas, en la manera de ver el mundo y la vida, lo cual lleva a menudo al desconcierto y al final de algunos modelos establecidos, sean emocionales, mentales o sociales. Podríamos decir que, a partir de los 49 años, se inicia el segundo ciclo vital, ya no tan centrado en las percepciones y los cambios físicos, sino más bien en los mentales. Es la llegada de la madurez y el inicio de otro ciclo en la vida y en la conciencia de los humanos.

Esta idea del cambio de planos de conciencia ligado al cambio de edad es un fenómeno muy estudiado por numerosos psicólogos. No obstante, las conclusiones a las que llegan en sus estudios, aunque a veces, son algo dispares, aportan datos que van en la misma dirección, ya que en una cosa sí que están de acuerdo, y es que, a cada cierto grupo de años, se produce un cambio de psiquismo y un cambio de conciencia que conlleva una distinta manera de observar y vivir en el mundo.

Si esta cifra de 49 años la estudiáramos con la perspectiva del Rombo de planos de conciencia, posiblemente, llegaríamos a otras conclusiones relativas a las franjas de edad relacionadas con el cambio psicológico, y veríamos que siguiendo el esquema temporal de los planos, los cambios se producirían más exactamente cada 8’1666666… años   o lo que es lo mismo, más o menos cada 8 años y 2 meses. Tendríamos entonces un primer plano de conciencia que iría desde el nacimiento hasta los 8 años y 2 meses, un segundo plano que finalizaría a los 16 años y 4 meses, un tercero que acabaría a los 24 años y 6 meses, un cuarto plano que llegaría hasta a los 32 años y 8 meses, un quinto ciclo que se cerraría a los 40 años y 10 meses y un sexto ciclo que concluiría a los 48 años y 12 meses (49 años).

La edad en los planos de conciencia

Dibujo. La edad en los planos de conciencia

Tanto en el esquema del Rombo que contempla los posibles ciclos de 8 años y 2 meses como el estudio que plantean algunos autores sobre los ciclos de 7 años, se puede observar que existe una cierta relación entre la edad y el grado de conciencia, pero en la que no existe una concordancia numérica total. Nosotros, conocedores de los ciclos del Rombo, podemos estudiar este tema desde una perspectiva más amplia y ver que existen al mismo tiempo, dos ciclos distintos que pueden modificar la actividad de los planos de conciencia. Podemos ver los ciclos marcados por las dimensiones y los ciclos marcados por los planos de conciencia, ya que como sabemos, la línea de la Diagonal Mayor del Rombo por la que podemos pensar que discurre el tiempo, se puede separar en distintas fracciones temporales, dependiendo si nos centramos para su estudio, en la observación de las dimensiones o en la de los planos de conciencia.

Podría ser, siguiendo un pensamiento lógico, que los ciclos de 7 años, que como sabemos, están más relacionados con las dimensiones, estuvieran más vinculados con los cambios en la estructura física de la persona y los ciclos de 8 años y 2 meses, lo estuvieran con los cambios en los planos de conciencia.

Ambos ciclos, pueden interactuar, ya que los ciclos de 7 años producen cambios físicos, y han de producir necesariamente variaciones en la conciencia, y los ciclos de los planos de conciencia, pueden provocar cambios en la estructura física ya que su naturaleza sutil, les otorga esa posibilidad.

Entonces, estamos hablando de la fusión de dos ritmos cíclicos, el de las dimensiones y el de los planos que pueden interactuar y auto influenciarse. Tenemos frente a un ciclo general de 49 años, la aparición de 7 ciclos de 7 años para el referente físico y la presencia de 6 ciclos de 8 años y dos meses para el nivel de los planos de conciencia. Es decir, que tenemos coexistiendo al mismo tiempo, la presencia de dos ciclos distintos.

La fusión de dos ciclos

Dibujo. La fusión de dos ciclos

Estamos frente a la creación de un ciclo complejo que es la suma de dos ciclos de frecuencias distintas, que manifiesta la relación que existe entre las estructuras físicas y los planos de conciencia. Todos sabemos que no existe una regla exacta y real para este fenómeno de correlación, porque, aunque haya una relación biológica entre una edad y un plano de conciencia, es posible que ese plano, por algún motivo, no se pueda rellenar del contenido psicológico que podría sustentar de acuerdo con la edad biológica y por otro lado, la dimensión física por la que se transita, puede sufrir alguna alteración estructural que puede variar las características de su onda.

En cualquier caso, y con alguna variación en a lo que edades se refiere, se puede observar que la conciencia pasa por distintas fases o períodos temporales, de una duración variable y que al final, obligan a la persona a cambiar y reorientar sus objetivos y deseos.

Detrás de todo ello, se esconde una actividad cíclica en la que juegan la biología y la conciencia, y que pueden ocasionar ciclos concienciales muy evidentes o no, dependiendo de la naturaleza de cada persona y del entorno en el que desarrolla su vida, pero que nos lleva a considerar un hecho que parece cierto: En la medida que el individuo, con el paso de los años, va contactando con el mundo y va experimentando con él, van apareciendo cambios evolutivos en su conducta, en su capacidad motora y en su conciencia.

Parece ser que el mero hecho de vivir lleva consigo un proceso parejo de crecimiento interior y de evolución, lo cual es lógico, pero que no deja de ser sorprendente. El hecho de vivir está vinculado al proceso de evolucionar.

VISION PSICOLOGICA DE LOS PLANOS DE CONCIENCIA

Cuando en1990 nos cayó en las manos el libro de Ken Wilber titulado el proyecto Atman, vimos que existía un psicólogo que entendía la psicología desde un punto de vista que se acercaba bastante a las enseñanzas del Rombo. Nos gustó su trabajo, y en estas páginas, aparecerán reflejadas bastantes ideas suyas porque algunos de sus datos, se pueden acoplar perfectamente a la enseñanza del Rombo y pueden ayudar a esclarecer el tema de los planos de conciencia. Entremos en materia.

Sabemos que la conciencia tiene una analogía con el cosmos, ya que es de naturaleza pluridimensional, pero a diferencia de éste, que está formado por siete estratos diferenciados, la conciencia, está constituida por seis niveles distintos de complejidad, seis estructuras profundas llamadas planos de conciencia, que están dispuestos según un orden de densidad.

El sorprendente hecho de que no haya una simetría estructural entre las dimensiones del cosmos y la conciencia es lo que posibilita de hecho, la evolución, ya que como veremos más adelante, un plano de conciencia siempre cabalga entre dos dimensiones, y es lo que permite pasar de una dimensión a otra y poder evolucionar. Si existiera el mismo número de planos que de dimensiones, cada dimensión se ajustaría solamente a un plano y no existiría la posibilidad de cambiar de dimensión y de poder seguir la vía evolutiva. Entonces, hemos de ver que, aunque la evolución como tal, consiste en poder desplazarse de unas dimensiones inferiores a otras superiores, este paso, se da gracias a la capacidad que tiene el individuo de transitar por los planos de conciencia.

El desarrollo psicológico de una persona se da cuando su psique, se ve obligada a moverse en el plano de conciencia en el que estaba asentada inicialmente para buscar la manera de actuar con más eficacia. Para ello, recorre todos los subplanos de su plano conciencial, buscando y hallando las respuestas adecuadas, pero con el tiempo, y después de haber utilizado múltiples soluciones para sus problemas, llega un momento en que agota los recursos máximos del plano y se ve obligada a dar un salto de conciencia y cambiar de plano para hallar respuestas más adecuadas y trabajar con más eficiencia.

Cuando lo hace, el individuo, entra en un nuevo plano más complejo que el anterior, y al entrar en este nuevo estado de conciencia, observa que este nuevo plano, que se sobrepone al anterior es parecido, pero le ofrece más recursos para poderse mover con más libertad.

Parece ser que el camino que recorre la evolución es en un primer momento la producción de unidades concienciales cada vez más elaboradas, complejas y libres, a la que sucede en una segunda fase, el posterior asentamiento de la primitiva conciencia en estas nuevas unidades más eficientes.

Para entender la evolución psicológica a través del estudio de los planos de conciencia, hemos de pensar que, en la conciencia, desde su inicio, están presentes todos los planos, aunque sea desde un punto de vista potencial. Esto quiere decir que para que un plano pueda ser rellenado por la conciencia, ha de existir ya virtualmente de una manera previa y ha de tener la posibilidad de que ese plano, tenga la capacidad de albergar el contenido de la conciencia. Es decir, ha de existir en el presente, la estructura virtual del plano capaz de acoger a la conciencia cuando aquella llegue allí, en el momento que sea.

Cada nuevo peldaño al que se accede en la evolución supone un ascenso por el eje de los planos de conciencia y el descubrimiento de un nuevo plano de conciencia. El plano superior, considerado evolutivamente, viene después del inferior, y se separa de él, pero el plano superior no procede del inferior, no se crea después de él, sino que ya estaba presente y manifestado de una manera virtual o muy poco eficaz.

Los planos superiores de conciencia pueden emerger en un momento dado si se tiene necesidad de ellos, ya que están presentes desde el principio, virtualmente presentes en los inferiores, pero bajo la forma de un potencial, lo que permite que, en un momento determinado, cuando la evolución lo requiere, el plano superior, pueda emerger, cristalizarse, manifestarse y diferenciarse del inferior.

En la representación romboidal clásica de los planos de conciencia, situamos a los planos superiores, lejos de los inferiores, pero esto, es sólo un método de ilustración que permite entender el fenómeno con más claridad, pero creo que hay muchas maneras de poder representar este mismo concepto. Para ello, hemos de tener presente que siguiendo la ley que dice que lo sutil penetra lo grosero, los planos superiores y sutiles, de alguna manera, en la medida que seamos capaces de imaginarlo, penetran también dentro de los planos groseros. Esto quiere decir que (imaginativamente hablando), dentro de los planos groseros, se encuentran virtualmente los planos sutiles, aunque estén sin utilizar. Los planos sutiles superiores y poco operativos, se encuentran en un estado virtual, formando un espacio semivacío dentro del mismo plano de conciencia y pendientes de ser rellenados por la conciencia.

Sabemos que las dimensiones están unas dentro de las otras, que los Rayos viajan desde las dimensiones sutiles a las groseras, y el mismo fenómeno, aunque no lo tengamos interiorizado, se da también con los planos de conciencia. Los planos sutiles se encuentran en potencia dentro de los groseros, aunque a la hora de representarlos, podamos imaginarlos como si estuvieran fuera de ellos. De hecho, hacemos lo mismo con las dimensiones. Sabemos que las dimensiones, están ínter penetradas, dispuestas unas dentro de las otras, pero a la hora de representarlas, las abrimos como si fueran un acordeón, y las alejamos entre sí para que el intelecto, pueda ver y asimilar mejor este concepto.

La representación apaisada de las dimensiones, la hemos aceptado bajo la idea ficticia y didáctica del desplegamiento dimensional, pero sabemos que, de hecho, las dimensiones están plegadas las unas sobre las otras. Y aunque sea la misma situación, este mismo concepto, no lo tenemos interiorizado en el mundo del plegamiento de los planos de conciencia. Los planos de conciencia, no se hallan desplegados por el espacio, sino que están plegados los unos sobre los otros, aunque la representación abierta sea de una mayor utilidad en la enseñanza, ya que es mucho más comprensible.

Aunque en nuestro modelo tradicional de representación gráfica, podamos abrir y desplegar a todos los planos y extenderlos por todo el universo y por todo el Rombo, podemos imaginar también como los planos, existen todos unos dentro de los otros, y el que está en la parte más exterior y hecho de materia más gruesa, es el primero y a partir de aquí, la secuencia entra en una repetición en la que cada estructura de conciencia, llena o no, presenta un dibujo similar. Sólo cambia su contenido, ya que tiene un grado de sutilidad y libertad distinta, dependiendo de las dimensiones en las que se encuentra cada plano. Los planos se van interiorizando en la medida que se van sutilizando y entrando en dimensiones más sutiles. Se trata ni más ni menos que de otro tipo de representación, pero es el mismo hecho. Podemos ver a los planos de conciencia unos detrás de los otros, colocados en una forma apaisada y simulando una especie de tren con sus vagones unidos, pero también los podemos ver como una estructura inter penetrada, en la que las unidades están unas dentro de las otras, como si fueran una muñeca rusa y ordenadas por nivel de sutilidad, lo que nos da una imagen de profundidad, y una visión más tridimensional del concepto de planos de conciencia.

En este modelo de representación, podríamos visualizar a los planos de conciencia uno dentro del otro, e imaginarnos que nuestra vista fuera capaz de verlos capa por capa, plano por plano, desde la parte más densa a la parte más etérea. Visto de esta manera, si consideramos que los planos están unos dentro de los otros, la evolución sería el descubrimiento progresivo de los planos superiores y sutiles   presentes ya de forma rudimentaria en los inferiores o más materiales. Esto no representa ninguna contradicción con el modelo convencional, solamente aporta un grado distinto de observación. Es otra manera de ver lo mismo, pero enriquece el concepto. Sencillamente, es otra representación que viene a enriquecer el concepto clásico.

Es posible que, en las primeras etapas evolutivas de un ser humano, aunque tenga la potencialidad funcional de todos los planos de conciencia, casi solo exista actividad real en un plano inferior y los demás tengan una mínima actividad residual. Eso es algo comprensible para todos. Pensamos que, en edades muy tempranas, los planos inferiores de conciencia pueden estar muy activos y los superiores, pueden presentar muy poca actividad real. De la misma manera, todos entendemos que, con la maduración, se van activando poco a poco los distintos planos y aparecen progresivamente algunas funciones, como el descubrimiento del yo, el razonamiento inteligente, la creatividad, la capacidad de construcción musical, y el pensamiento abstracto. Es, por tanto, posible que, a partir de cierta edad, los seis planos estén más o menos activos, en diferente manera, con mayor o menor actividad, con mejor o peor rendimiento, pero que se encuentren todos presentes y en funcionamiento.

Cada plano de conciencia, es una de las seis estructuras profundas de la personalidad, y una de las maneras en que podemos entender la evolución es que ésta, consiste en poder realizar una serie de cambios en la estructura profunda del plano que lo liberen de los obstáculos internos y faciliten la circulación de la energía en su interior, de tal manera que la persona se pueda mover con facilidad dentro de las subplanos de su plano de conciencia. Al mismo tiempo, cuando el plano de conciencia profundo ya está ordenado y en su máximo rendimiento, la evolución ha de buscar la salida a través de la exploración de otro plano superior, que conlleva a su vez, el acceso a otro nivel evolutivo dimensional.

Cada plano, tiene un potencial y a su vez, una limitación, en base a la cual, se realizan todas las operaciones posibles para ese nivel. Cada plano o estructura profunda, tiene múltiples posibilidades de combinación, lo que origina una infinidad de representaciones o estructuras superficiales. Existe un nivel de máximo rendimiento de cada estructura superficial, que puede satisfacer o no las necesidades de la persona. Esto puede originar distintos cambios en la estructura superficial, pero tal vez, en un momento, pueden ser considerados insuficientes por la persona. En ese punto, la alternativa evolutiva ya no contempla realizar más cambios en las estructuras superficiales de cada plano, sino que lo que se necesita es cambiar de plano y dejar atrás el plano anterior.

El movimiento de las estructuras superficiales de cada plano sería algo similar a cambiar de sitio los muebles de la casa para buscar una mayor satisfacción de las necesidades. Pero cuando todo esto, resulta ineficaz, y a pesar de haber probado muchos cambios, no se satisfacen las necesidades básicas, se debe cambiar de piso y amueblar la nueva estancia con muebles nuevos. Es cierto que los espacios vacíos estarán prediseñados por el registro histórico y virtual de la composición del plano o planos inferiores, ya que el efecto holográfico también deja su impronta aquí, pero estos modelos virtuales que existen pueden rehacerse nuevamente ya que se ha demostrado que el modelo anterior no era eficaz y la conciencia buscará mejores soluciones, y se construirá algo nuevo sobre lo ya construido.

La conciencia, si entiende que no tiene ningún futuro en sus actuales circunstancias, puede abandonar su identificación exclusiva del plano inferior, entonces muere con respecto a ese plano y lo trasciende. Traslada entonces su identidad   al nuevo plano emergente, y con el cambio de piso, estado o nivel, las posibilidades del cambio son mucho mayores. Es un nuevo piso, es un nuevo plano y posibilita buscar recursos nuevos, más eficientes que las soluciones encontradas en el piso antiguo.

El ser humano, siempre parte de algo, nunca comienza de cero, y todo lo que haya conseguido en un plano, todas las soluciones correctas, pueden quedar almacenadas por si alguna parte puede ser útil para ser empleada en este nuevo plano. Si lo descubierto hasta ese punto, deja de ser productivo, ese esquema, sólo servirá para sobre escribir uno mejor, basado en los datos útiles aprovechables.

La necesidad constante de evolucionar, de tener nuevas perspectivas de la realidad que se presenta, empuja a cambiar constantemente de plano. El yo de un plano inferior se transfiere al plano superior y se convierte en la base sobre lo que se edificará el nuevo plano superior. La construcción energética que se ha creado en el plano inferior se sutiliza y sirve como primer soporte para crear el nuevo plano. Cada nuevo plano de conciencia se construye como el sustituto parcial y simbólico de la unidad, que es interpretada de distinta manera en cada plano, según el nivel de la conciencia que existe en cada nivel.

En ese nuevo plano, de orden superior, aparece una estructura virtual más compleja, con más posibilidades y de más alcance. En esa nueva estructura, se introduce la conciencia y la persona, acaba identificándose con ella. Entonces, se desvincula de su identificación exclusiva con el plano anterior y abarca los dos planos, pero trabaja con las leyes y los instrumentos propios de la nueva estructura emergente, la cual no procede de la anterior, pero es su trascendencia.

Cuando la conciencia se traslada a este nuevo plano superior, el yo empieza a identificarse con el nuevo plano y a des identificarse del plano del cual procede, hasta que la transformación se haya completado. El yo se desvincula de su identificación exclusiva del plano inferior y empieza a vincularse progresivamente con el nuevo plano emergente, donde empezará de nuevo a realizar modificaciones de la estructura superficial, una detrás de la otra, en la búsqueda de una armonía entre el plano de conciencia y las dimensiones que ocupe. Cada plano que emerge de nuevo no queda aislado de los demás, sino que ha de ser integrado y consolidado con los planos predecesores, los cuales no desaparecen porque ya han formado parte de la persona.

Cada nuevo plano por el que la conciencia pasa tiene cuatro fases: El primer paso es la emergencia del plano superior, el segundo es la identificación en ese plano, el tercero es la desidentificación del plano inferior y el cuarto paso es la posterior trascendencia del plano para buscar el siguiente plano superior.

Todos los cambios que haya realizado en este nuevo plano más sutil se reflejarán en todos los otros planos inferiores, ya que como sabemos, los planos sutiles penetran a los groseros y realizan cambios allí. De esta manera, una misma conciencia puede trabajar en todos los planos, ya que todos están dibujados con el mismo patrón. Sino fuera así, la conciencia no podría descender de planos, ya que existirían conflictos energéticos si la estructura de cada plano fuera diferente. Al final, para que una estructura superior, se deslice hasta una inferior, en el recorrido, ha de encontrar el mismo dibujo energético, que es lo que le permitirá desplazarse sin que haya un conflicto estructural.

Por lo general, todas las transformaciones que se realizan en un plano superior son transmitidas por efecto holográfico a todas las inferiores, permitiendo que la conciencia pueda ascender o descender solo variando la frecuencia del plano en el que va a trabajar. Tendremos el mismo esquema energético de la conciencia expresándose en cada plano profundo. Al instalarse en un plano superior, la conciencia pasa a operar en los planos inferiores con los instrumentos adquiridos en el plano superior, que son mucho más eficientes.

LA EVOLUCION POR LOS PLANOS

Sabemos que la conciencia en su parte más profunda intuye el Absoluto, e intenta plasmarlo en cada plano, con las condiciones y limitaciones propias de cada nivel. Así, cada plano, da la posibilidad de representar una idea parcial y local de la totalidad, marcada por las condiciones limitantes del plano, que le permiten tener una idea parcial de lo que podría ser el Absoluto.

La evolución es la realización a través de la trascendencia de los planos. En cada plano nuevo que aparece, la conciencia se amplía más, e integra cada vez más planos inferiores, hasta que consigue integrarlos todos y hacerse una idea más completa de la unidad. Cuando la totalidad de los planos han emergido y se han integrado, la conciencia abarca ya todo el espacio posible y la conciencia es total, y se convierte en una nueva conciencia, ya que abarca todos los aspectos de la manifestación.

La trascendencia de cada plano implica la desaparición del yo anclado en ese plano, y la aparición del yo en un plano superior. Mantener al yo aislado y reducido a un solo plano, solo supone una ilusión y una contracción perpetua de las posibilidades de la conciencia. La persona, en su deseado avance evolutivo, solo puede alcanzar el Todo deshaciéndose progresivamente de cada yo anclado en cada plano. Por eso, la evolución implica que los yos primarios, han de ir desapareciendo, y dando lugar a nuevos yos, cada vez más amplios que, a su vez, también deben ser trascendidos con el tiempo hasta llegar a un yo muy amplio y que contenga a todos los planos de conciencia.

En este esquema general, la evolución consistiría en ir pasando por los seis planos de conciencia, integrando las características de cada uno de los planos y por tanto de todas las dimensiones, para poder moverse con libertad, ajustando el nivel de trabajo de la conciencia a la realidad dimensional que se presenta en cada momento.

Este proceso evolutivo, puede presentar muchos obstáculos, ya que la conciencia, puede tener muchas dificultades para trascender cada uno de los planos. Un primer obstáculo es la racionalización, es decir, pensar que la trascendencia es imposible o patológica. Otra posibilidad es el terror al cambio o a la muerte del yo, ya que, en cada cambio, en cierta manera, una parte del yo ha de desaparecer para dar cabida a otro yo. También es posible que la persona prefiera sustituir un plano inferior, en el que se siente cómoda y segura por un plano aparentemente superior, pero que presenta muchos interrogantes. De la misma manera, hay una posibilidad más que está relacionada con esta última y es la fijación del yo en un aspecto de un plano inferior que no le permite realizar completamente la transmutación al plano superior, ya que hay algunos aspectos que no pueden desengancharse del plano anterior y por ello, la transformación, no es completa, ya que hay aspectos de la nueva personalidad que no se pueden incorporar por estar fijados en planos inferiores. Si una fijación tiene lugar en un plano inferior, los deseos primitivos permanecen vivos en el plano superior, distorsionando los ideales de la persona en el plano superior.

Con todo este esquema, podemos entender que la evolución consiste en ir utilizando adecuadamente, armónicamente y con eficacia cada plano de conciencia por el que la mente va pasando hasta que el Yo, siente la necesidad de trascender un plano y pasar a otro plano, donde debe realizar los cambios necesarios para adquirir de nuevo , por así decirlo , la maestría en el manejo del plano, tras lo cual, debe ascender de nuevo de plano, y así sucesivamente, hasta llegar a abarcar a los seis planos de conciencia, momento en el cual, su conciencia da un salto cualitativo, un híper salto trascendente, ya que es capaz de albergar todas las posibilidades que ofrecen los seis planos de conciencia. En ese momento su realización es completa.

Cada persona puede recorrer en su trayecto evolutivo un número determinado de planos, o vivir instalada perpetuamente en un plano en concreto, que le es cómodo y al que no prefiere trascender. Puede vivir instalada en un plano inferior porque lo maneja bien, con seguridad y teme dar un paso en falso.

Habrá, no obstante, otro tipo de personas que necesitan ir integrando los respectivos planos que van apareciendo y una vez asimilados, precisan llegar a un plano superior. Así y todo, es más que probable que personas que viven en planos altos, tengan fijaciones de planos inferiores, y por otro lado, personas de planos inferiores que hayan desarrollado algún aspecto concreto vinculado con un plano superior, es decir que solamente hayan transmutado alguna función precisa de su plano, pero que les permita tener accesos puntuales a planos superiores. Con todo esto, puede resultar muy difícil saber situar a una persona en un plano determinado, ya que como se ha dicho, se pueden producir fijaciones de planos inferiores o raptos de planos superiores. Quizá por estas irregularidades, el afán clasificatorio y ordenador, que es la herramienta del científico, se puede mover con dificultad en este terreno de la psicología evolutiva, pero eso no impide que, conociendo las características de cada plano, se pueda hacer una aproximación para intentar conocer en que plano o planos se mueve una persona. Pero primero, en cualquier caso, se han de conocer las características básicas de cada plano de conciencia, y eso, no es tan fácil.

LOS TRES CIRCUITOS DE UN PLANO DE CONCIENCIA

Para adentrarnos en los complejos movimientos del Rombo tridimensional que se dan en un plano de conciencia, quizá, deberíamos detenernos unos instantes y recordar cómo tiene lugar en el Rombo un ciclo de creación y retrospección: El ciclo empieza con una experiencia vital, que sale desde el vértice obtuso superior y cuando se ha desarrollado por completo y ha llegado al vértice obtuso inferior, asciende y regresa al inicio hasta llegar al punto Ideación Divina, donde la experiencia es evaluada y corregida para iniciar de nuevo otro nuevo ciclo de creación.

Esquema de un ciclo de creación y de retrospección

Dibujo. Esquema de un ciclo de creación y de retrospección

Este esquema elemental, es en realidad, un poco más complicado, porque el Rombo de planos de conciencia, no es bidimensional, sino tridimensional, y sus tres lados están en una comunicación constante. Hemos de pensar que cada plano de conciencia está compuesto por tres lados, y en cada uno de ellos, existe el circuito de creación retrospección de doble sentido.

Los movimientos de los tres circuitos de un plano de conciencia

Dibujo. Los movimientos de los tres circuitos de un plano de conciencia

Con estos datos, vemos que, en cada faceta del plano de conciencia, tenemos un movimiento de creación y retrospección. Pero, además, hemos de entender que las tres caras están totalmente relacionadas por los tres puntos de Ideación Divina y por todos los movimientos de doble sentido en que se relacionan las tres caras. Aún en la aparente quietud estructural, la movilidad energética que se da entre todas las caras de los planos de conciencia es espectacular y nos enseña hasta qué punto todas las partes de un plano de conciencia, están intercomunicadas.

LA MOVILIDAD EN LOS PLANOS DE CONCIENCIA

La libertad es quizá la mayor de las facultades de las que podemos disponer. No es obligatorio tenerla, es un tema optativo y de libre elección. Es una opción que puede o no, ser integrada. No estamos obligados a ser libres, sencillamente, podemos serlo si lo queremos. Y este principio tan básico, esa verdad tan elemental, se puede ver con claridad dentro del Rombo en el esquema de los planos de conciencia. Es cierto que hay que saberlo encontrar, y que no se observa fácilmente en la primera inspección ocular, pero el dato se vislumbra allí, agazapado (como no podía ser de otra manera) y pendiente tan solo de que unos ojos bien abiertos, y que sepan mirar, lo puedan percibir.

LA PRIMERA HIPÓTESIS

Durante tiempo, no hemos debatido entre dos hipótesis que parecían (aparentemente) ser muy contrapuestas. La primera, resultado de la aplicación de la lógica más elemental y realista, decía que, ya que nosotros, somos seres tridimensionales, nuestro plano de conciencia, tenía que ser el tercero, y en este plano, nos tendríamos que mover forzosamente. Según esta premisa, la libertad del ser humano residía en moverse con más o menos ligereza y fluidez dentro de los subplanos de conciencia constituyentes de este tercer plano, pero siempre, dentro del plano conciencial vinculado a nuestro nivel dimensional, es decir el tercer plano. Era, por decirlo de alguna manera, un estado de conciencia de libertad restringida.

Libertad de movimientos dentro del tercer plano de conciencia

Dibujo. Libertad de movimientos dentro del tercer plano de conciencia

Dentro de la posibilidad de los movimientos de la conciencia centrados en el tercer plano, era factible ser más o menos libre, ya que los diferentes caminos existentes entre los subplanos podían estar más o menos despejados y libres, haciendo que el camino entre los subplanos fuera muy fácil   o al contrario, los senderos que los unían, podían estar llenos de obstáculos y bloqueos que impedían el transito normal de la conciencia.

Estos senderos, puentes o autopistas de la conciencia y que discurren (por decirlo de alguna manera), por encima o por dentro de la materia, pueden presentar como hemos dicho, distintos obstáculos que entorpezcan el flujo normal del tránsito. Vamos a poner un ejemplo:

Imaginemos que un coche circula por la autopista de planos de conciencia que comunica un subplano con otro. Va cargado de información conciencial que ha de llevar de un subplano a otro, y en vez de ir en línea recta, por su carril correspondiente, empieza a hacer ondulaciones compensatorias derecha - izquierda. Los vehículos que van detrás y que también llevan paquetes de información conciencial, han de reducir su velocidad para no chocar. El resultado evidente de esta situación es que se va a producir un atasco de tránsito entre los subplanos de conciencia de un plano determinado.

Este problema, que dificulta el tránsito de información dentro de los subplanos, puede ocurrir dentro de cualquier subplano y en un número indeterminado de veces. Es decir que, dentro de un mismo plano de conciencia, podemos encontrar 1,2,3…bloqueos en los subplanos que entorpezcan el flujo total de información de la conciencia. Como es lógico suponer, a una menor presencia de bloqueos, la conciencia presenta una mayor facilidad para el flujo continuo de información, y una mayor rapidez, libertad y capacidad de decisión frente a todas las situaciones que se le presenten en la vida diaria. Pensamos por pura lógica, que el bienestar, la felicidad, y la paz interior, están relacionados con la ausencia de obstáculos que se presenten en los subplanos a causa de compensaciones emocionales o mentales. Una autopista de planos de conciencia sin bloqueos es eficiente y es sinónimo de fluidez y paz.

En este ejemplo tan simple y en las conclusiones elementales que de él se derivan, coincidíamos todos. Pero, como decíamos antes, había una cuestión primordial respecto a los planos de conciencia en la que había divergencias y era lo que constituía la segunda hipótesis.

LA SEGUNDA HIPÓTESIS

La segunda opción que manejábamos para comprender los planos de conciencia decía que el ser humano (aunque físicamente es tridimensional), tenía la capacidad conciencial (no física) de moverse con total libertad por los seis planos de conciencia y desplazarse dentro del Gran Rombo con la libertad que le permitiera su grado de evolución interna, su libertad de pensamiento y el conjunto de creencias internas. De esta manera, en esta segunda hipótesis, las personas, si lo querían, sentían, pensaban, y creían, podían moverse por todos los planos de conciencia que forman lo que llamamos Gran Rombo. Esta segunda hipótesis era muy distinta a la primera e implicaba una movilidad total de la conciencia.

LA TERCERA HIPÓTESIS.

Hemos visto que la segunda opción, no era tan limitante como la primera, y era claramente, mucho más libre. Era un concepto totalmente distinto, porque ponía a los seis planos de conciencia y a las siete dimensiones bajo el pleno abasto de la conciencia. Es decir que, fusionando las dos hipótesis aparentemente opuestas, llegaríamos a la conclusión de que sería posible que un ser tridimensional, se pudiera mover con más o menos libertad sólo dentro del tercer plano o incluso, en un plano inferior, o que se pudiera mover con total libertad, en los seis planos de conciencia del Gran Rombo.

Esta visión global y amplia, mejoraba mucho la comprensión de la movilidad de la conciencia a través de los diferentes planos. Se podía entender perfectamente que un ser humano, (si su estado interior no le daba opciones), se moviera básicamente en un sólo plano o que lo hiciera por todos ellos si su libertad personal de pensamiento se lo permitía. No había contradicción. Era el principio de la movilidad por un solo plano, pero en este caso, extensivo a los seis grandes planos.

Este nuevo planteamiento sugiere que si alguien, no desea o no puede moverse más allá del tercer plano, no lo hará, y si en cambio, cree o piensa que su naturaleza es infinita e ilimitada, se podrá mover por los seis planos y las siete dimensiones. Esta tercera hipótesis que, de hecho, no es más que la fusión racional de las otras dos, es la que aceptamos en la actualidad. Es la más esclarecedora y la que satisface más a los dos puntos de vista, aparentemente contrapuestos al principio.

Libertad de movimientos dentro de todos los planos del Gran Rombo

Dibujo. Libertad de movimientos dentro de todos los planos del Gran Rombo

La posibilidad real de transitar de un plano de conciencia a otro, es un factor que le da al Rombo de planos, muchísima movilidad y que ofrece unas perspectivas mucho más amplias que el primer y el segundo modelo teórico, así que lo hemos aceptado como bueno y lo utilizamos en la investigación y en el desarrollo del estudio de los planos de conciencia del Rombo.

Caminando por los planos

Dibujo. Caminando por los planos

LOS CAMBIOS DE POLARIDAD EN LOS PLANOS DE CONCIENCIA

Con todas estas consideraciones, podemos plantearnos algunos fenómenos. Por un lado, tenemos, en el siguiente Rombo, la representación de un ciclo Yin-Yang de una hora de duración. En esta hora, el Yin entra por la izquierda y el Yang por la derecha. Lo representamos con dos flechas de color distinto. Podemos imaginar esta posibilidad en un escenario hipotético en el que además y por motivos de representación, el Yin va por arriba y el Yang por abajo. En este caso durante una hora los Rombos de planos, van dando vueltas y van cambiando de polaridad. El primer plano, tiene a la 7D en el Yin y a la 1D en el Yang, pero al dar media vuelta, su polaridad se habrá invertido y se encontrará en la situación energética en la que se halla el segundo plano.

Las rotaciones autónomas de los seis planos

Dibujo. Las rotaciones autónomas de los seis planos

En este dibujo, aunque no se pueda representar bien, nos podríamos encontrar a cada plano en un momento distinto de su rotación. Entendemos que existe la posibilidad de que cada plano, según su actividad, tenga ciclos de alternancia polar, de creación y de compensación particulares. Cada plano es un mundo con sus peculiaridades y esto se ha de reflejar en todos los aspectos tridimensionales de su movilidad. Hasta ahora, los planos de conciencia eran bidimensionales y estáticos. Ahora, son tridimensionales, tienen tres rotaciones con ciclos individualizados y se han vuelto autónomos.

Si existiera este doble flujo Yin-Yang y que, por motivos de representación, nos lo imagináramos como está en el dibujo, veríamos como los planos, al girar, pasan por ciclos alternos Yin Yang aunque la entrada principal de estas dos Súper energías en este ciclo de una hora es la misma: El Yin entra por la 1ª Dimensión y el Yang entra por la 7ª Dimensión.

En la siguiente hora, cambiaría totalmente el escenario y el mundo estaría al revés.

El siguiente ciclo

Figura. El siguiente ciclo

El Yang entraría por la 1ª D y el Yin por la 7ª D, y los rombos se encontrarían rotando en este estado durante una hora. A partir de aquí, todo volvería al inicio y nos situaríamos de nuevo en el primer Rombo. La polaridad es cíclica.

LA UNIDAD DE LA CONCIENCIA

Sabemos que la conciencia es una unidad, un bloque. La conciencia no es como las dimensiones, que son diferentes estados en que se presenta la materia y la energía y que están muy diferenciados entre sí. Las dimensiones son muy distintas entre ellas, pero la conciencia es solo una. Es homogénea, y forma una unidad estructural, y de la misma manera que una tarta es una unidad, la conciencia, sigue siendo una, aunque tenga distintos niveles o pisos.

Tanto la tarta como la conciencia forman una unidad estructural, aunque puedan contener distintos planos bien diferenciados, pero, todos ellos forman una unidad. Como en la tarta, los pisos inferiores pesan más, son más materiales, y las moléculas están sujetas a mayor presión gravitatoria. Por otro lado, como que el aire frío se encuentra abajo y el caliente está arriba, sabemos que los pisos altos de la tarta se encuentran a mayor temperatura que los bajos, pero todo sigue siendo la tarta. Además, los pisos altos, son más susceptibles al viento y a las oscilaciones del suelo, con lo que el grado de agitación es mayor. Y también es posible que, si la iluminación es cenital, los pisos altos, estén más iluminados que los bajos, pero todo, siempre, y por más que varíen las condiciones del entorno, de gravedad, presión, temperatura o luminosidad, la tarta, sigue siendo una tarta. Con la conciencia, sucede lo mismo. La conciencia, que es una, se mueve en espacios diferentes, algunos con más densidad, otros con mayor luminosidad y frecuencia vibratoria, pero la conciencia sigue siendo una.

La conciencia, está dividida en distintos planos que forman un todo, una unidad. Cada plano, puede ser considerado como un peldaño de una escalera y representa un nivel evolutivo distinto. Sabemos que, dentro de la conciencia, hay distintos planos o estados, en los cuales, el individuo, dependiendo de las circunstancias en las que vive, se puede ver envuelto o inmerso. Estos estados de conciencia no son bloques fijos, ya que son muy transitables y podemos pasar de un estado a otro, dependiendo de cómo estamos interiormente, de lo que estamos haciendo, de lo que sentimos y de lo que pensamos en ese momento, en esa situación concreta.

El hecho de que, en la vida diaria, se nos presenten continuamente situaciones tan distintas, que vibran en frecuencias tan diferentes, hace que nuestra conciencia, se deba desplazar continuamente por todos los planos buscando la información que le es necesaria para vivir ese momento. En medio del caos de la vida, nuestra conciencia, puede viajar y moverse continuamente entre todos los planos varias veces en un minuto, atendiendo a las necesidades que se encuentran en cada situación. Oscilar entre los distintos escalones de los planos, entre esos distintos estados en los que nos podemos ver envueltos, forma parte de la vida, del movimiento, y de la interacción con el caos que se presenta fuera de nosotros en cada momento. Nuestra conciencia se desplaza según como estamos, dependiendo de lo que estamos haciendo y atendiendo a las necesidades que se están presentando. Si, por ejemplo, estamos trabajando con cuestiones relacionadas con la música, es probable que se desplace al cuarto plano, y si hacemos un cálculo matemático, se puede desplazar al quinto plano, o si estamos razonando intelectualmente una situación, se podría desplazar al tercer plano en busca de la solución.

Cada plano, a su vez, por el hecho de estar colocado dentro del Rombo en unas dimensiones u otras, tiene unas cualidades individuales que le son propias y que se encuentran en su interior. Y si pensamos (por ejemplo) que el mundo de las matemáticas se encuentra entre el quinto y sexto plano, allí se encontraría potencialmente todo el conocimiento universal acerca de este tema, y dependiendo de nuestro grado evolutivo, de nuestro interés y curiosidad, podríamos acceder a un grado de información variable en este plano, que podría ir desde el conocimiento matemático más elemental, a la matemática pura más elevada que existe en el universo. El hecho pues, de acceder temporalmente a un plano, no significa que se va a poder abarcar todo el conocimiento grabado en ese plano, pero sí al conocimiento al que nos sea posible acceder por nuestra estructura, frecuencia y evolución.

Pero no todo en la vida es agitación y caos. Dependiendo de nuestra vida y entorno, podemos estar en un espacio tranquilo, en el que no sucede gran cosa y donde no interactuamos apenas con el mundo. En ese lugar es cuando estamos en contacto con nosotros mismos. Es en ese momento de tranquilidad y de reposo, cuando nuestra conciencia no se ve obligada a bascular, sino que puede reposar en un plano, en el que está más cómoda y se siente mejor. Y ese es su plano de conciencia de reposo, de descanso, donde se vive en resonancia con uno mismo.

El concepto parece recordar al del Rayo dominante individual, pero no es así exactamente. De hecho, es muy difícil comparar Rayos y planos de conciencia, porque son cosas diferentes, pero sí que podríamos decir que, en ambas situaciones, hay una estructura que parece dominar. Podemos tener el caso en que dos personas puedan tener el mismo Rayo, y eso se da muy a menudo, pero, aunque su Rayos dominantes coincidan, sus planos de conciencia de reposo, donde la persona descansa, pueden ser muy diferentes.

El nuevo concepto de plano de conciencia en el que el ser humano descansa es interesantísimo, y obliga a cualquier estudiante del Rombo a hacerse una pregunta: ¿Cuál es el plano de conciencia en que mi conciencia está en estado de reposo?

LA INTERACCION DE LOS CAMPOS DE LOS PLANOS

Pensamos que, a través de la conciencia, nos podemos desplazar por todas las infinitas dimensiones y abrazar mentalmente a todo lo manifestado. Pero como sabemos, este tipo de movimiento no es corporal, sino que es un movimiento interno de la conciencia. La posibilidad de que, con la conciencia, se pueda transitar de un plano de conciencia a otro, plantea un problema teórico parecido al que se observa cuando estudiamos los desplazamientos de la conciencia por los subplanos dentro de un plano determinado. Es un movimiento similar, pero en este segundo caso, el desplazamiento tiene otra magnitud. El movimiento por los subplanos es a pequeña escala, y el movimiento entre los planos, se realiza a una escala mayor. Es posible pasar de un subplano a otro (dentro del mismo plano) sin demasiada dificultad, pero los saltos de un plano de conciencia a otro, implican siempre un salto mayor y están sujetos a mecanismos de control algo diferentes.

Hemos de recordar que los planos de conciencia son tridimensionales   y que están sujetos como mínimo a tres movimientos, uno de los cuales, el de oscilación, representa un sistema por el que el Rombo, oscila buscando el equilibrio del sistema. Por este mecanismo de oscilación compensatoria que describe pequeños círculos, se hace patente que el contacto entre dos Rombos de planos de conciencia contiguos no es constante. Además, este contacto o esta transferencia de información entre planos, está sujeto a las diferentes rotaciones y oscilaciones de los planos contiguos que entran en interacción.

Si un Rombo de planos de conciencia, se encuentra en una situación de desequilibrio, realizará grandes basculaciones compensatorias, describiendo una circunferencia con un radio más o menos ancho. Como que este Rombo, se ha de comunicar con el que se encuentra por encima o por debajo para permitir que la conciencia se desplace de un nivel a otro, el grado de basculación, se relacionará directamente con la capacidad de transferencia de información de los dos planos. Cuando un plano de conciencia está equilibrado y las basculaciones son mínimas, se comunicará con mayor facilidad con los planos superiores e inferiores.

Esto se puede comprender con claridad si miramos el dibujo de los planos de conciencia, donde veremos que la comunicación entre un plano y el otro, es muy estrecha, puntual, casi virtual y muy susceptible a las pequeñas desviaciones que se puedan producir entre planos.

La interacción de campos de información entre los planos

Dibujo. La interacción de campos de información entre los planos

Por otro lado, también sabemos que los planos giran en sentido anteroposterior y derecha-izquierda, por lo que el contacto entre los planos adyacentes no es físicamente constante. Los Rombos de los planos, por las rotaciones y oscilaciones, pueden estar alejados los unos de los otros y no entrar en contacto físico, aunque se pueden relacionar a través de sus respectivos campos de información. En cualquier caso, la proximidad física entre los planos facilita la calidad de la transmisión del flujo de información de la conciencia, lo cual equivale a decir que, si un plano se encuentra en estado de equilibrio, la comunicación con los demás planos es de mayor fluidez. O lo que es lo mismo, si todos los planos se encuentran equilibrados, el flujo de la conciencia entre todos los planos es mucho más libre y eficiente.

A través del campo electromagnético que genera cada Rombo de planos de conciencia, se produce una interacción con el campo del Rombo superior o inferior, pero la interacción de los campos está relacionada con la distancia entre las dos estructuras, y todos sabemos que, a mayor distancia entre ambas, menor es la interacción de los campos. Es por eso, que cuanto menor sea la basculación de un plano, mayor es la comunicación con los planos contiguos y con más facilidad la conciencia se desplaza entre los planos.

Quizá tenemos que revisar por unos instantes la figura del Rombo Tridimensional para recordar que existen tres puntos de Ideación Divina y que un poco por debajo de esta zona, y en contacto con ella, tenemos al 4º Rayo y al 10º Rayo, quienes determinan y evalúan el estado de cada lado del plano y si la experiencia puede ascender, pasar otro plano, o no, y de qué manera se debe hacer.

Campo de información de Ideación

Dibujo. Campo de información de Ideación

Esta zona de contacto virtual entre planos, que es Ideación Divina, es una zona de una cualidad y de una magnitud incomprensible para nuestro intelecto. Pensemos que todas las leyes del universo están hechas para dar curso a la necesidad evolutiva por la que ha de pasar todo ser para responder a los planes de Ideación Divina. Es decir que Ideación Divina marca los planes evolutivos.

Y las leyes del universo (que han sido creadas para este fin), se limitan a poder facilitar la plasmación de la idea presente en Ideación Divina. En este inimaginable centro, es donde los Señores del Karma, que son los Vigilantes-Ejecutores de todo el proceso evolutivo, pueden conocer con profundidad la raíz y el motivo del porque un ser, se ha visto sometido a un desvío de su trayectoria evolutiva y donde también, pueden encontrar los medios necesarios para repararlo. Ideación Divina es el sitio donde se comprueban y comparan todas las acciones reparadoras que se han tenido que realizar para compensar una desviación determinada. Es un inimaginable lugar de análisis, control y rectificación evolutiva.

Sabemos que la fuerza del amor es la única fuerza a la que siguen los Señores del Karma, y si pensamos que dentro de cada plano de conciencia hay amor, los señores del Karma, pueden disponer de un elemento valiosísimo para facilitar el contacto entre los planos contiguos, y que ha de posibilitar la libre circulación de la conciencia y la evolución. El amor que existe en los planos, y que llena por completo este espacio de Ideación Divina, es sabiamente utilizado por los Señores del Karma, quienes lo utilizan a modo de aceite lubricante y reparador que permite que todo el engranaje giratorio de los planos funcione con normalidad y que la comunicación entre los distintos planos sea la correcta y la posible.

En Ideación Divina y a disposición de los Señores del Karma, está pues toda la información necesaria que permitirá que la comunicación entre los diferentes planos se dé correctamente, parcialmente o que no tenga lugar. Es y permitid la expresión, una especie de aduana amorosa, que permite acceder o no a los otros planos.

El vértice obtuso superior o inferior del Rombo, que están en contacto con Ideación Divina, es un punto de paso, de entrada, o de salida, y el tránsito por esta zona de conexión con las estructuras de planos contiguas, está supervisado y precisa de autorización cósmica. Transitar conciencialmente de un plano a otro, equivale a pasar de una dimensión a otra, y para ello, ha de ser posible cumplir con las leyes físicas y evolutivas que lo permitan.

Y aquí, en este punto de Ideación Divina, es donde la experiencia vivida, puede ser observada, estudiada y valorada. Del resultado de este estudio y después de haber observado todos los movimientos que la experiencia haya podido tener en los circuitos de los planos de conciencia, vemos que la experiencia puede tomar dos caminos: O volver íntegramente al mismo plano y/o trasladarse al plano contiguo para entrar a formar parte del nuevo plano de conciencia, e integrarse y trasladarse en él.

La información puede pasar de un plano a otro

Dibujo. La información puede pasar de un plano a otro

Es decir, una experiencia vivida, tendría dos posibilidades, tan reales y positivas la una como la otra. En el primer supuesto, la acción realizada, necesitaría ser revisada en el mismo plano y entraría a formar un bucle en el mismo plano de conciencia, sin salir de él. Y en la segunda opción, se entiende que la experiencia, ha cumplido eficazmente su ciclo en este plano y se envía (parcial o totalmente) al siguiente plano, superior, inferior o ambos, para ser vivida allí.

Son dos posibilidades y no son excluyentes. Y entre el 0 y el 100 %, hay como sabemos infinitos números, así que es posible que una parte del porcentaje de la experiencia se quede en el mismo plano y la otra parte, de un salto y se desplace al Rombo superior o inferior, para quedarse allí, o a su vez, ser transferida también a otros planos.

Recordemos que todas las leyes del universo, dentro de las cuales se incluyen a la reflexión y la refracción de la información de los planos, están puestas para seguir los planes que Ideación Divina marca para dirigir correctamente el proceso evolutivo de las criaturas. Y todos los giros, cambios de polaridad, transferencias de información y demás movimientos que observamos en los planos, no están dirigidos por el simple azar, sino que, siguen el plan formulado por este centro rector de toda la evolución. Él es el director de orquesta y el que afina todos los sonidos que producen los planos para que al final, suene una bella melodía.

LA LLEGADA DE LOS PLANOS

Teníamos desde 1987 el cuerpo humano relacionado con las siete dimensiones y en 1992 añadíamos al dibujo original estas tres ondulaciones, que dividían al cuerpo humano en otras seis zonas, tres situadas en la parte superior del Rombo y otras tres, en la parte inferior.

El cuerpo humano y las tres ondulaciones Yin Yang

Dibujo. El cuerpo humano y las tres ondulaciones Yin Yang

En el medio del circuito, en la zona central estaba una zona importantísima y que, en Oriente, es conocida como punto Hara, o punto central del equilibrio, que marca en el Rombo, el punto de equilibrio y paso entre la materia y la energía, o el punto de transición entre los planos de conciencia superiores e inferiores.

Para entender bien el controvertido dibujo final de las tres ondulaciones, pusimos el Rombo apaisado y entonces, la visualización de las tres ondulaciones, (con su fase de ascenso y descenso) se volvió un poco más clara. Al final, con paciencia, solucionamos el problema técnico y el dibujo final fue el que presentamos a continuación.

Las tres ondulaciones energéticas del Rombo

Dibujo. Las tres ondulaciones energéticas del Rombo

En el año 2000, pudimos vincular a los 6 espacios que quedaban dentro de las ondulaciones con los seis planos de conciencia y vimos también que, aunque este primer esquema de los planos era correctísimo, no era sino una de las distintas posibilidades en la que podían ser representados los seis planos de conciencia.

Habíamos tardado 13 años en llegar hasta aquí, pero al fin, lo habíamos hecho. Al final, teníamos colocada a la conciencia y a sus distintos planos en el esquema del Rombo. Había sido un gran paso, pero el dibujo de los planos planteaba desde el punto de vista de la geometría, una cierta anomalía, porque el primer y el sexto planos, sobresalían de la estructura del Rombo, y parecía que no estaban contenidos en él.

Una macla en la figura del Rombo fue el origen del problema

Dibujo. Una macla en la figura del Rombo fue el origen del problema

Esta duda, nos persiguió durante bastantes años (2000-2017) y no fuimos capaces de solucionar esta cuestión hasta que descubrimos la existencia del séptimo plano de conciencia. El séptimo plano de conciencia, es un plano que normalmente no se conoce porque es muy difícil de alcanzar ya que es la realización plena, es el plano que marca el despertar y donde uno se funde en el Ser. En ese punto, la conciencia se mueve en un plano tan elevado que los otros planos quedan totalmente contenidos en él.

Con esto, comprendimos que cada plano de conciencia, aunque representase un estado evolutivo distinto, formaba parte de un gran plano unido que era el séptimo plano que contenía a los otros seis. Con este nuevo concepto, pudimos ver que todos los planos eran solo uno, pero en diferentes estados de manifestación. El séptimo plano, por decirlo así, contenía a los demás y cada uno de ellos era como una de las hojas que forma la margarita. Cada pétalo o cada plano, contiene unas características, una información, unos chips determinados, pero cada uno de ellos formaba parte de este gran plano general.

Con este nuevo concepto, el primer y el sexto planos, que ocupan los extremos de la conciencia, y que tienen unas características geométricas distintas a los demás, se convierten en muy especiales pues son el principio y el final de la experiencia conciencial que corre de izquierda a derecha por los diferentes planos. Estos dos planos extremos, se pueden entender como la rueda sin fin del infinito. El primer plano, puede ser el primero en una experiencia de la conciencia y el sexto el último, pero el sexto, también puede ser el primero de una experiencia que acaba de nacer, y entonces el primer plano, resulta ser entonces el último. Ambos son principio y final del recorrido. Con esta perspectiva, todos los demás planos, son sólo peldaños de la escalera que une a estos dos planos tan peculiares que serían a su vez los dos puntos de lanzadera de este séptimo plano que contendría a los otros seis.

Con el descubrimiento del séptimo plano de conciencia, era evidente que el dibujo tradicional de los planos tenía que cambiar para poder representar este fenómeno, porque en su dibujo, este séptimo plano, no estaba representado. El hecho de que estos dos planos extremos, sirvieran de “lanzadera del séptimo plano”, aportaba unas pistas, que se debían trasladar a la nueva representación de los planos. Un nuevo concepto de planos precisaba de una nueva geometría para ser representado e integrado. De hecho, fue el concepto de “lanzadera” el que abrió la puerta a la posibilidad de poder representar el séptimo plano dentro del Rombo. Para ello, aparentemente, no se tuvo que hacer nada nuevo, sólo recurrir a un dibujo que se había hecho hacía dos años, en el 2015 y al que no se le había encontrado entonces ninguna explicación ni utilidad.

En el dibujo, aparecía un cálculo matemático acerca de la relación entre las diagonales en el Rombo. Esta relación definía la relación entre la diagonal menor y la Diagonal mayor del Rombo. Y esta misma razón matemática, se encontraba también entre las diagonales de los Rombos circunscritos, y definía entonces un factor de expansión o de contracción entre los Rombos que aparecían en los diferentes hexágonos circunscritos, ya fueran exteriores (más grandes) o interiores (más pequeños).

Cálculos de las relaciones de las diagonales en los Rombos circunscritos

Dibujo. Cálculos de las relaciones de las diagonales en los Rombos circunscritos

Las relaciones de las diagonales en los Rombos circunscritos

Dibujo. Las relaciones de las diagonales en los Rombos circunscritos

En el dibujo, observamos que, si prolongaban los lados del primer y sexto planos de conciencia, se creaba un nuevo Rombo, girado 90º respecto al anterior y que creaba un hexágono mayor donde se podía construir el nuevo Rombo.

Este estudio, estaba basado en un dibujo previo en el que se veía como dentro de todos los Rombos que existían dentro de los hexágonos crecientes o decrecientes, se producía un fenómeno de alternancia de diagonales mayores y menores que estaba sujeto al mismo factor de expansión o contracción detallados en las fórmulas.

La alternancia de las diagonales

Dibujo. La alternancia de las diagonales

En este dibujo se observaba como la diagonal menor del Rombo mayor, se convertía en la Diagonal mayor del Rombo menor, de manera que, en los Rombos crecientes o decrecientes, la Diagonal mayor se transmutaba en la menor y viceversa.

El dibujo del séptimo plano ya estaba pues hecho y de repente, había aparecido una explicación. El primer y el sexto planos, se utilizaban para crear el séptimo plano y, de hecho, eran una lanzadera de este. Con la proyección de las líneas limítrofes de estos dos planos, se creaba el séptimo plano que contenía a todos los demás.

El séptimo plano de conciencia

Dibujo. El séptimo plano de conciencia

Entonces, estudiando de nuevo el dibujo de los planos, podíamos ver que aunque el primer y sexto planos sobresalieran un poco de la estructura del Rombo primigenio, seguían estando contenidos en el Rombo y además eran los que creaban el Gran Plano de Conciencia que abarcaba a todos los demás.

Habían pasado de ser una anomalía que nos había perseguido durante 17 años a ser una explicación de un fenómeno superior, un nuevo descubrimiento que iba dando solidez a todos los datos con los que el Rombo se iba rellenando. De hecho, no es la primera vez que ocurre que la solución de una aparente anomalía se convierte en un descubrimiento de un fenómeno de índole superior. Recordamos por ejemplo que el descubrimiento del espacio extra dimensional se debió al hallazgo de una anomalía entre el tamaño del arco iris y de las medidas del Rombo…

El séptimo plano de conciencia dibujado en blanco

Dibujo. El séptimo plano de conciencia dibujado en blanco

Habíamos descubierto el séptimo plano y ahora queríamos empezar a estudiarlo. Quizá lo primero que teníamos que hacer, era dotarlo de movilidad, porque hasta ahora, parecía ser muy estático. Y quizá lo fuera, porque el Absoluto, aunque tenga mucha movilidad interior puede dar la impresión de ser totalmente estático, sin principio ni final. De todas maneras, en su día, intentamos hacer un ejercicio para ver si éramos capaces de encontrar algún tipo de aparente movilidad asociado a este aparentemente séptimo plano.

CIRCUITO DE IDA

Esta nueva representación de los planos, con la inclusión del séptimo plano, permite un juego muy interesante: como el séptimo plano contiene a todos los demás, es lógico suponer que cualquier movimiento que se de en uno de los seis planos, puede dejar una estela de información en el registro del séptimo plano. Así, en el séptimo plano, quedaría siempre una señal de la actividad que se diera constantemente en cada uno de los planos. Con esta idea, la actividad real de cada uno de los planos, dejaría constantemente una réplica virtual en el séptimo plano que permitiría seguir el movimiento de la conciencia en los planos inferiores.

Como se ve en el siguiente dibujo, en la medida que vamos avanzando por los planos, la huella que queda en el Gran Plano es más extensa, hasta llegar al sexto plano, que ocupa la totalidad del séptimo plano.

La huella de los planos en el séptimo plano

Dibujo. La huella de los planos en el séptimo plano

Como vemos, cuando la experiencia pasa de planos inferiores a planos superiores, en la medida que asciende, el registro que se puede leer en el séptimo plano es mayor, ya que abarca diferentes planos y mayor espacio.

CIRCUITO DE REGRESO

En el circuito de regreso, si la experiencia se iniciase en el sexto plano, sería pequeña al principio, y al pasar al 5º plano sería mayor. Cuando la conciencia llegara al segundo plano, la experiencia ocuparía un espacio muy grande, y al llegar al primer plano, ocuparía de nuevo toda la extensión del séptimo plano. Como vemos, ambos planos (el 1º y el 6º) son los planos que actúan de lanzadera de este séptimo plano, y son por ello, unos planos muy especiales.

El registro de la actividad de los planos en el séptimo plano

Dibujo. El registro de la actividad de los planos en el séptimo plano

En este caso, el desplazamiento tiene lugar, como vemos, en el otro sentido que, en el anterior, pero el efecto es el mismo.

EL ABRAZO DEL ABSOLUTO

Teníamos el dibujo del séptimo plano en el que veíamos unos espacios que representaban el registro de la movilidad de los diferentes planos en el séptimo plano. Y en este punto de la representación, empezaban ya a aparecer algunas consecuencias lógicas de todos estos dibujos.

En primer lugar, veíamos el Rombo original negro, y por fuera de él, en el hexágono exterior, y en color rojo, el Rombo que nos marca el séptimo plano, (que representa la conciencia del Absoluto).

Por dentro del Rombo negro, en el hexágono interior, aparece otro Rombo (en color verde) con la misma disposición vertical que el Rombo del séptimo plano y que nos indica que estamos frente a otra representación en escala menor del Absoluto.

Los Rombos y sus hexágonos

Dibujo. Los Rombos y sus hexágonos

Es decir, que tenemos en el centro a nuestro conocido Rombo negro con sus seis planos dibujados en rojo. Por encima de él, tenemos la representación del séptimo plano o Absoluto y por debajo de él, observamos otro séptimo plano, otra representación del Absoluto, pero más pequeña.

Es decir que, del dibujo, podemos deducir que el Absoluto abraza al Rombo de planos por encima y por debajo. Lo envuelve y lo contiene por fuera y por dentro, como no podía ser de otra manera.

El séptimo plano o conciencia del Absoluto envuelve al Rombo de planos de conciencia por arriba y por abajo, de la misma manera que el pan envuelve al queso en un bocadillo. Este esquema, se puede repetir sin fin, hasta el infinito, en lo mayor y en lo menor, y siempre veremos como la Conciencia del Absoluto rodea a todas las manifestaciones de la vida, las más grandes y las más pequeñas. El Absoluto está en todos los sitios y lo impregna todo

LA NUEVA REPRESENTACIÓN DE LOS PLANOS DE CONCIENCIA

Como decíamos antes, después de un paso, viene otro. Para la siguiente observación hemos de partir del dibujo conocido de la izquierda y darle un giro de 90º.

Un sencillo giro de 90º

Dibujo. Un sencillo giro de 90º

Hemos visto en dibujos anteriores como se van alternado continuamente la diagonal menor y la mayor en los Rombos circunscritos, de tal manera que es imposible diferenciar la diagonal menor de la mayor. Son la misma cosa y se transmutan la una en la otra. Además, cuando hablamos de los planos de conciencia y que éstos corren por el ascensor verde de la cuarta dimensión presente en la diagonal mayor, estamos diciendo con toda la lógica, que precisamos de la cuarta dimensión para poder dibujar en ella los planos de conciencia, y si en algún lugar sabemos que se encuentra representada la cuarta dimensión, es precisamente en el canal verde central que, en la figura convencional del Rombo, se muestra dispuesta verticalmente.

Entonces, podríamos concretar y definir un poco más los dibujos y pasar a plasmar un poco mejor la representación de los planos de conciencia en la cuarta dimensión. Lo único que tenemos que hacer, es proyectar el dibujo de la derecha sobre la imagen típica del Rombo a la izquierda y observar que es lo que se proyecta en la cuarta dimensión.

La proyección de un dibujo sobre el Rombo

Dibujo. La proyección de un dibujo sobre el Rombo

Con lo que, como resultado final, tendríamos la nueva representación de los planos de conciencia en el Rombo. El dibujo final, sería éste, en el que observamos la posibilidad de representar los planos de conciencia en la diagonal menor.

Los planos en la cuarta dimensión

Dibujo. Los planos en la cuarta dimensión

No es un concepto que resulte demasiado extraño, pues siempre hemos vinculado el hecho de movernos por los planos utilizando el canal verde de la cuarta dimensión, (el canal del amor) que como sabemos, corre por la Diagonal mayor. En el dibujo clásico de los planos, ascender por los planos equivale a poder moverse conciencialmente por todas las dimensiones del universo manifestado. En esta nueva figura, tenemos otra representación de la misma idea: el desplazamiento por los planos está vinculado a la permanencia en la cuarta dimensión. Si ésta se encuentra libre, el movimiento es mayor, y si la cuarta dimensión presenta obstáculos, el movimiento está más limitado.

Y de la observación de esta nueva figura, aparecen algunas ideas más: Por ejemplo, sabemos que la observación de los ciclos de creación y retrospección se pueden observar como un movimiento que desciende y asciende por la cuarta dimensión. Es un movimiento que abarca a todo el Rombo, pero sabemos que los puntos impulsores de este movimiento están situados en los vértices obtusos superior e inferior.

Y como que hemos realizado un dibujo nuevo de los planos, podemos ser atrevidos dentro de la más pura lógica y colocar aquí correctamente a los planos de conciencia. Y aunque es igual empezar a colocarnos desde arriba o desde abajo, utilizaremos la primera posibilidad, con lo que la colocación de los planos en esta nueva representación quedaría así:

Colocación de los planos de conciencia en el nuevo dibujo

Dibujo. Colocación de los planos de conciencia en el nuevo dibujo

Entonces, en este dibujo, se nos plantea la posibilidad de que el eje principal de la creación y retrospección se mueva por la cuarta dimensión, siguiendo el camino de los planos de conciencia. Si éstos, están bien alineados, comunicados y si en su interior no existen bloqueos, la creación será fluida y hermosa y el ciclo de retrospección será igualmente rápido y eficaz, y no precisará de demasiadas correcciones en Ideación Divina.

Si bien el primer dibujo de los planos nos relacionaba el desplazamiento por las dimensiones gracias a los planos, este segundo dibujo nos habla de la importancia de los planos en los ciclos de creación y retrospección. Cada dibujo nos habla de algo diferente. Cada uno de ellos, es necesario.

CARACTERISTICAS DE LOS PLANOS DE CONCIENCIA

La conciencia es una, pero está estructurada en seis planos. Cada plano, tiene la capacidad de contener y manejar determinados aspectos de la conciencia, ya que ésta, aun siendo única, es capaz de especializarse y emerger dentro de una determinada realidad para poder operar en el medio que le es más afín.

El plano de conciencia que es capaz de moverse en el aspecto social, de interrelación humana, no es el apropiado para moverse dentro de la elucubración de una ecuación matemática, de la misma manera que un plano espiritual no es el idóneo para intentar reparar un vehículo averiado. Tampoco un plano de conciencia anclado en el razonamiento más cartesiano es el más adecuado para moverse en las meditaciones metafísicas del ser humano.

Cada actividad mental, precisa de un plano de conciencia adaptado a las necesidades en el que la conciencia pueda moverse con comodidad. La conciencia tiene la capacidad de especializarse, de desplazarse, adaptarse y emerger en el medio en el que puede trabajar con un mayor encaje. Sigue siendo una, pero es capaz de manifestarse en un lugar o en otro con mayor o menor intensidad y al hacerlo, parece distinta, pero es la misma.

Imaginemos un estanque de agua (o de conciencia) que tuviera la posibilidad de que el agua, pudiera emerger de una manera indiscriminada por los diferentes surtidores que estuvieran alineados en su superficie.

La conciencia y los seis planos en los que se expresa

Dibujo. La conciencia y los seis planos en los que se expresa

Podemos imaginar que cada uno de estos surtidores, tuviera un mecanismo de control que hiciera que, según la necesidad, la válvula de salida del aspersor pudiera disminuir o ensanchar su diámetro, haciendo que la cantidad de agua que pasara por él, pudiera variar según la necesidad del momento.

Tendríamos entonces la posibilidad de que el agua (que está siempre inmutable en la base, abarcando todos los surtidores), se pudiera manifestar en cualquiera de los diferentes surtidores en mayor o menor cantidad, dependiendo del efecto que se quisiera conseguir.

Existe un mecanismo que controla el flujo de agua en cada surtidor

Dibujo. Existe un mecanismo que controla el flujo de agua en cada surtidor.

De esta manera, la conciencia que está siempre en la base puede aparecer en cualquier momento en cualquier surtidor o en varios de ellos a la vez sin que ello suponga ningún problema. Es solo una cuestión de especialización.

Si en un momento determinado, se precisa para una actividad determinada de la conciencia que se ponga en marcha el surtidor 2, entonces, el flujo de agua se dirige hacia esa zona. Y si en el momento o minutos siguientes, la conciencia entra en otro tipo de actividad, el foco de a conciencia, puede volver a desplazarse de nuevo y aparecer en otra zona.

Basándonos en este principio, podemos imaginar que la conciencia que emerge por un surtidor provee de agua a toda su zona de influencia. Y como sabemos, cada plano de conciencia tiene una zona sobre la que influye y que está vinculada a las distintas dimensiones y sub- dimensiones subyacentes.

Cada plano de conciencia con su zona de influencia

Dibujo. Cada plano de conciencia con su zona de influencia

Con esta idea, podemos realizar un juego mental en el que vinculemos a cada uno de los planos de conciencia con las zonas de las dimensiones con las que están relacionados y con las características que se encuentran allí.

Si hacemos este juego intelectual, empezaremos a ver algunas posibles características de los planos de conciencia. Esta actividad, la podemos realizar indistintamente utilizando la mente concreta o la mente superior.

Si utilizamos la mente concreta, haremos un ejercicio lógico, en el que cuadraremos de una manera cartesiana los planos y las dimensiones que están relacionadas con ellos, pero si hacemos este ejercicio con la mente superior, el juego será distinto, ya que los datos que nos lleguen no estarán matizados por el intelecto, sino que vendrán de un conocimiento superior.

El texto que vamos a presentar ahora es solo el resultado de un juego mental, de un ejercicio que ha durado algunos días y en el que se han combinado la razón y la intuición; un juego en el que han participado los dos tipos de mentes, la inferior o vinculada al razonamiento deductivo y la superior, relacionada con aquello que podríamos llamar intuición. Ambos métodos de trabajo nos han ayudado a llegar a algunas conclusiones que se han de saber agrupar para dar a todo un sentido coherente.

PRIMER PLANO: INSTINTIVO- GRUPAL

El primer plano, abarca toda la 1ª D y llega hasta la segunda de la 2ª D. En este plano, predomina básicamente la actividad de la primera dimensión, donde está la manifestación de los elementos primarios y de las primeras estructuras materiales aún sin diferenciar.

Las formas materiales empiezan a individualizarse en la segunda dimensión, así que, en el primer plano de conciencia, que toca parcialmente la segunda dimensión, empieza a haber ya un esbozo de la diferenciación material.

Pero lo que se crea en este plano es básicamente informe y homogéneo, ya que apenas contiene las primeras formas rudimentarias de individualización material.

El primer plano

Dibujo. El primer plano

Es un plano muy material: la actividad psíquica es global, uniforme, de especie, apenas diferenciada y centrada en aspectos muy primarios, instintivos y materiales.

La conciencia instintiva, que es una especie de conciencia cósmica grupal primaria, es la que predomina en este plano.

Aquí tenemos los valores psicológicos del grupo, de la colectividad, de la amistad y de la fidelidad. Su fuerza y su incorruptibilidad nos dan la energía para caminar como grupo y luchar para la supervivencia.

Aquí está la conciencia de masas, en la que la conciencia grupal, predomina sobre la individual. En este plano, el ser humano, privado de inteligencia individual, actúa grupalmente, como si perteneciera a una manada y podría desencadenar para su supervivencia, todo tipo de guerras o conflictos entre las distintas tribus o razas. El fanatismo privado de razón tiene en este plano su máxima expresión. Aquí está la representación del instinto, de la bestialidad, de la lucha y la dependencia de la tribu para poder avanzar, crecer y expandirse.

En esta conciencia primaria y marcada por el instinto de supervivencia, tenemos los arquetipos de la cueva, la tribu, el fuego, la comida y la lucha.

En este nivel magmático de la vida primitiva, es donde está la primera forma de conciencia, todo es indiferenciado y homogéneo y se escucha un ruido de fondo homogéneo ya que hay una unidad, un inicio fusionado, sin separatividad, donde prevalece un principio básico y estático.

La conciencia está centrada en la tierra, en la materia, en lo más elemental, básico y primitivo.

En este primer nivel de conciencia, estamos en la dificultad inicial, donde se ha de hacer algo, se ha de salir del magma, del caos de la incertidumbre, y la conciencia reclama por primera vez la aventura y la vida propia.

Aquí tenemos lo más básico del psiquismo. La dependencia de la tribu, de la madre, del padre, y también el miedo a perderlos, el deseo evolutivo de salir de su influencia e iniciar el camino a la libertad.

Aquí subyace también el miedo a la oscuridad, a lo desconocido, a lo que tiene que venir, a las cosas aún sin forma y sin plasmación.

En este plano están todas las formas y fuerzas elementales de la vida, en las que se observan las rudimentarias manifestaciones del psiquismo animal. Aquí está la densidad de los pensamientos materiales y básicos. También encontramos a todos los mecanismos automáticos que no requieren ningún tipo de control. Tenemos aquí a la conciencia de la materia, de los átomos y la fusión, unión, reproducción, crecimiento, protección, y solidez de estructuras básicas.

El Rayo que predomina es el séptimo, por lo que la conciencia global tiene tendencia a impulsarse hacia arriba, a diferenciarse del magma homogéneo y a individualizarse.

SEGUNDO PLANO: EMOCIONAL- SEXUAL

Va desde la segunda de la 2ª D. hasta la tercera de la 3ª D. En este plano, predomina la actividad de la segunda dimensión, que es donde tiene lugar la primera diferenciación e individualización y que es donde la conciencia empieza a tomar un aspecto concreto e individual. Los átomos y las moléculas se unen por afinidad química y los seres por afinidad sexual, química y emotiva. Es un plano de conciencia donde predomina la actividad diferenciada y de predominancia emotiva (ira, alegría, tristeza, sorpresa, rechazo, miedo). En este plano, predomina la inteligencia emotiva. Allí está el 6º Rayo que espera el movimiento de conciencia que se produce allí y le da fuerza e impulso. Y su expresión conciencial es de una naturaleza muy viva y con mucha fuerza, como son todas las emociones. Es un plano vitalista y que da forma y fuerza a la nueva creación.

El segundo plano

Dibujo. El segundo plano

Aquí tenemos a toda la carga emotiva que nos aporta el ADN, como recuerdos emocionales de otras vidas, recuerdos de especie y toda la carga subconsciente no razonada.

Vemos la presencia de las emociones básicas, del intelecto básico, del conocimiento y del raciocinio elemental y animal.

Conducta grupal.

Aquí observamos la conducta grupal, como la que se da en el vuelo conjuntado de los pájaros, en   el compañerismo, en la masificación, como en los ejércitos con sus banderas, los clubs deportivos, el circo romano, los gritos, del pueblo y la victoria. Esta misma conducta grupal se observa en el primer plano, pero aquí, está más razonada. Existe el principio de organizarse, estructurarse, diferenciarse, reunirse, consolidarse para formar una identidad, social o una tribu.

Movimiento.

Se han liberado cosas, se han manifestado situaciones por primera vez, no sabemos qué hacer con ellas y nos equivocamos o acertamos, todo está por decidir. Ya veremos los frutos. La vida está viéndose, multiplicándose, liberándose en un frenesí. Aparecen ya las restricciones, la interacción, el movimiento, la agitación y la búsqueda de libertad,

En la naturaleza, la liberación de estas fuerzas, se pueden observar como un huracán o un terremoto, pero en el psiquismo de las personas, se pueden plasmar como tsunamis emocionales.

Empiezan las relaciones.

Se dan los primeros pasos de la emancipación de la conciencia colectiva, y aparecen las primeras formas de psiquismo emocional, hay fusión, intercambio, movilidad, y energía.

Aparecen las dudas del grupo, y con ello, el nacimiento de la individualidad, de la persona y del ego. Aparece el tú y el yo, los afectos, las simpatías y las antipatías, las ayudas y las emociones.

Aparece la observación: yo te miro. También la comprensión: yo te comprendo, se lo que quieres. Está la comprensión de los deseos, de las necesidades básicas como el lloro, la ira, la rabia.

El intelecto se pone en marcha, y permite relacionar cosas, personas, comprende la diferencia entre yo y los demás, entre tú y los otros.

Hay emociones primarias, pero un poco más elaboradas y razonadas. Se sabe porque se tienen emociones, lo que significan, lo que las produce y se pueden describir.

Se empieza a conocer el mundo, a conocer las cosas separadamente. Es el inicio de la individualización, de la interrelación con los individuos.

Aparece la identificación con el yo, el yo personal. Tanto de animales como de personas. Yo soy, yo hago, yo pienso, yo como.

Tenemos la atracción de las personas, su unión en un espíritu colectivo, con presencia de emociones globales.

Está el inicio del pensamiento, el inicio de la conciencia individual, con lo que aparece el yo soy, ya que yo antes…. no existía.

Es la conciencia de las estructuras individualizadas y una buena parte incluye instintos, pero también aquí el ser busca, desea, mejorar crecer, perpetuarse, dar continuidad a la vida.

TERCER PLANO: MENTAL- SOCIAL

Va desde la tercera de la 3ª D. hasta la cuarta de la 4ª D. Es un plano donde aparece el psiquismo, la inteligencia y las capacidades intelectuales unidas a la cuarta dimensión. Es un plano que estudia el proyecto, lo detalla, lo llena de significado, lo comparte, lo socializa y lo hace llegar a los demás. Está regido por el 5º Rayo que le proporciona la capacidad analítica y por el 4º Rayo que le da la posibilidad de descomponer la idea en miles de facetas y hacerla llegar hasta los lugares más alejados.

El tercer plano

Dibujo. El tercer plano

Es el plano de la capacidad psíquica, el análisis, el razonamiento, la deducción y la interpretación racional de los acontecimientos.

Es el plano que nos permite relacionarnos y comunicarnos verbalmente con el mundo, con las diferentes criaturas y los seres humanos.

Es el plano de la lógica, de la lucidez, de los analogismos, de las deducciones, de las inducciones, de la proyección mental y de la claridad mental

Es el plano de la humanidad, de las personas, de la individualización, de los hombres y las mujeres, de la naturaleza, de la biología, del bosque, del sol, la lluvia, y del tiempo. Aquí están las relaciones con el mundo, con los humanos, con los seres vivos, con los animales, con las plantas, con los minerales y el contacto con los espíritus, las galaxias y el cosmos.

Aquí está la creación, la conciencia plena de lo creado, la intuición, la interrelación la comunicación, el mundo real, el mundo práctico, la luz, la luminosidad, la paz

Es el plano del intelecto, del psiquismo, de la inteligencia de la imaginación, con la capacidad de proyección, de recepción de ideas. Es el plano de los pensamientos, del juicio, de los razonamientos, de la pormenorización intelectual, del razonamiento detallado, de la iluminación intelectual y de los libros.

Aquí está el cálculo, el pensamiento maquiavélico, la lógica aplicada a cualquier objetivo, el análisis de las cuestiones prácticas, la estrategia, los ejércitos y la guerra.

Tenemos al raciocinio profundo: Razono, pienso. Está también la voluntad, las ansias de superación, las proyecciones mentales, y la posibilidad de abarcar o comprender el infinito.

Podemos experimentar la paz, la expansión y la gloria, la proyección cósmica, el gozo espiritual, la amplitud, el altruismo, la libertad y la creatividad intelectual.

Existe la capacidad de dar y tomar conocimientos. También la capacidad de hacer volar la imaginación.

Podemos ser conscientes del presente y tener la comprensión dolorosa del presente ahora y aquí. Pero también está la posibilidad de proyectarse en el futuro y de recordar el pasado.

Desarrollo de las ciencias. Aquí vemos a todas las cuestiones fundamentales de la física, de la astronomía de la evolución, de la biología, de la ingeniería y de todas las ciencias. Aquí están todos los inventos.

Aquí se es consciente de la vida, de la sociedad, de lo que pasa en la sociedad, de lo que pasa fuera, de la presencia de las galaxias, del universo y del micro mundo.

Plano de la conciencia humana, que da al hombre el saber donde esta, que hace, hacia donde va, y le da la capacidad de proyectarse en el futuro, de percibir el cosmos, de utilizar el intelecto, el raciocinio y el pensamiento. Es el plano de la conciencia individual, de la conciencia personal, de la sociedad, la humanidad, los conflictos, las pérdidas, las ganancias, y la estructuración y elaboración del pensamiento libre, de las ideas, de las finalidades y de la búsqueda. Aquí se dan las facultades psíquicas superiores, la lógica, las construcciones, las civilizaciones, la comprensión del más allá, del futuro de la evolución, y también la comprensión de los planos inferiores.

CUARTO PLANO: ARTÍSTICO – CREATIVO

El cuarto plano va desde la cuarta de la 4ª D hasta la quinta de la 5ª D. Tenemos por un lado todas las atribuciones de la cuarta dimensión como la proyección de todas las vibraciones a los cuerpos densos y por otro lado las características de la 5ª D, como los colores, los sonidos y la combinación de colores y sonidos.

El cuarto plano

Dibujo. El cuarto plano

En este plano tenemos la componente artística, coloreada y sonora de la creación. El color, la belleza, la armonía y el sonido de cualquier proyecto, sea físico o mental, se encuentra aquí. La conciencia se puede expresar a través de la música, la pintura y las diferentes artes. Es una conciencia que no utiliza palabras, sino colores, formas y sonidos. Es un plano vibratorio sutil, como lo son el 5º plano y el 6º plano, situación que los diferencia de los demás planos concienciales de naturaleza más material. Aunque participa parcialmente de la naturaleza del 4º Rayo, este plano, está regido por el 3º Rayo, el Arquitecto, el Constructor. Aquí están los planos coloreados, sonoros y bellos de cualquier proyecto o situación. Es el plano de la intuición global de la idea concreta. Da una visión global del mundo, de cualquier situación que permita ser razonada.

Es una conciencia rápida, detallista observadora, que llega a todos los rincones, impregnada de alegría música y color.

Es energía, ya no hay materia, y observamos ondas, música, notas musicales, pintura, ideas, proyectos y planos globales o detallados de cosas que se han de hacer.

Libertad. Es el plano de traspaso de las fronteras, del inicio de los mundos etéricos, del mundo de la energía, donde están todo tipo de vibraciones comprensibles por la conciencia. Están presentes la belleza, la inspiración, la felicidad, la alegría, y el vivir.

Música. Tenemos a los sonidos, a las notas musicales, las canciones, los principios matemáticos de la música, la elaboración musical con sus partituras, e instrumentos, como las flautas, las arpas… Están presentes en este plano la danza, el movimiento, las melodías, las sinfonías, y los sonidos que envuelven a todo el universo.

Arte. Es el plano de la inspiración artística, la poesía, y la belleza.

Color. Es el plano de conciencia donde se trabaja con colores, formas sutiles, luz, y pintura. Aquí está el revestimiento coloreado de las formas, los principios matemáticos del color y la armonía y fusión de los colores y el sonido.

Formas. Con esta conciencia, podemos ver a las formas sutiles, a las formas pensadas, las formas ideadas y la misma alegría de las formas.

Movimiento: Con esta conciencia, podemos sentir y disfrutar lo que se desprende del movimiento: la velocidad, los giros, el baile, el vals, la danza, las vueltas, y también la simpatía, la   risa el ritmo y la percusión.

QUINTO PLANO. FILÓSOFO – ABSTRACTO

Va desde la quinta de la 5ª D. hasta la sexta de la 6ª D. Es un plano que cabalga entre dos dimensiones, pero predomina la 6ª D y el 2 Rayo, por lo que sobresalen las características de ellos.

Tenemos la manifestación de la luz blanca y de la luz coloreada, las matemáticas y los números y al mismo tiempo, el inicio del movimiento y el origen de la forma pura de los arquetipos.

Quinto plano

Dibujo. Quinto plano

Es un plano de luz, de colores sutiles y de formas geométricas, donde predominan las   formas sutiles, los conceptos abstractos y primigenios, y el plano de los arquetipos puros.

Aquí está el pensamiento abstracto, global y profundo, el que busca el origen de todas las causas y formas. Es un plano de filosofía, que es el amor por la sabiduría, es decir el estudio de las cuestiones fundamentales, como la existencia, la moral o la verdad. Y también tenemos en este plano a la abstracción, que es la operación mental destinada para aislar una función concreta de un objeto, sin importar las cualidades del mismo objeto. La abstracción busca el significado primordial, el concepto puro y elemental, de aquello que es tan profundo que apenas puede ser explicado con ideas generales.

Es un plano muy puro, vibracional, de claridad, de iluminación, de claridad de las ideas generales, de claridad de los conceptos abstractos profundos y últimos. Parece que más allá ya no hay nada.

Pensamiento abstracto. Es el plano más profundo el Plano de luz, del conocimiento general y abstracto de todo. Aquí están las bases del pensamiento, las bases abstractas de la materia, los fundamentos de lo material.

Aquí vemos los conceptos generales, abstractos y puros, los primeros principios filosóficos y morales, los arquetipos básicos.

Se puede hallar aquí la comprensión de los planos generales de las empresas, de los países y de las situaciones.

Trabajar en este plano, es trabajar a grandes trazos, con grandes líneas maestras, sin desarrollar todavía. Aquí viven las ideas luminosas, el quid de la cuestión, el pensamiento puro.

Matemáticas. Aquí nace el cálculo, la comprensión de las matemáticas sencillas, la aritmética, la lógica pura, la formulación pura, la transcripción de los principios filosóficos a las formas geométricas.

Aquí se generan las ondas de forma. Podemos ver la representación geométrica de las ideas, los esquemas teóricos de las ideas, los diagramas, los dibujos que representan ideas y conceptos.

Encontramos el pensamiento desarrollado en forma de dibujos, en forma de esquemas, sin que haya palabras.

Aquí están las formas, con su significado intrínseco. También está el análisis de las formas, y las matemáticas escritas en símbolos.

Es el plano de la matemática pura.

Música elevada. Es también el plano de música, pero de la música pura, genuina.

Luz. Es el plano de la luminosidad, de la luz pura, de los colores del prisma, de las luces de colores iridiscentes.

Es el plano donde están las leyes de la luz, de la geometría, de la libertad, de la claridad y la paz.

Color. Es el plano donde está la comprensión de las leyes del color. También están los colores elevados de los vitrales, las iglesias, las velas, el perfume.

SEXTO PLANO: MÍSTICO- CÓSMICO

Abarca desde la sexta de la 6ª D. hasta la séptima de la 7ª D, por lo que está, sobre todo bajo la acción de la 7 dimensión y del primer Rayo.

Aquí tenemos la manifestación de la Energía Cósmica y la fuerza del primer Rayo. Es un plano primigenio, de creación de las fuerzas que podrán poner en marcha cualquier proyecto. Es un plano elevado, cósmico, de unión con el Absoluto y donde apenas hay realidades manifestadas. Es un plano místico y de comunicación con el cosmos. También en este plano, podemos encontrar los conceptos filosóficos y abstractos más puros del Absoluto.

Sexto plano

Dibujo. Sexto plano

Aunque es muy diferente al primer plano, tiene una cierta semejanza conceptual con el primero, ya que en el primer plano teníamos una fusión material con lo que le rodea y también poca diferenciación individual. En el primer caso, la conciencia parecía ser global, relacionada con la materia y con la conciencia grupal. En este plano, la conciencia también es global y poco diferenciada, pero está fusionada con el cosmos y con la energía del cosmos

El tiempo se detiene por la conexión total con el cosmos. Nada sucede aquí, al igual que en el primer plano. No hay movimiento. Es una quietud cósmica.

Matemáticas. Es el plano de la matemática y la geometría más pura. Aquí están las Integrales, derivadas y todas las matemáticas que expresan los más grandes y elevados principios filosóficos. En este plano, tenemos la posibilidad de expresar a Dios a través de símbolos.

Contemplación. Es el plano de la tranquilidad, la meditación y el entendimiento. Aquí podemos entender a místicos como   San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús. Es un plano de comunicación con espíritus, ángeles o lo que podamos entender como Dios.

Es el estado máximo, por encima de la montaña, donde está el bienestar, la comprensión y donde se da el contacto cósmico, la meditación, la totalidad, el amor, el Absoluto, y el contacto con los místicos y los hermanos místicos. Es el plano de la felicidad, y entendimiento máximo.

Es el estado de la Totalidad, del Absoluto, de la conciencia pura. Es el grado más elevado de conciencia., donde están los pensamientos más sutiles, tan abstractos que no son ya ni pensamientos.

Es donde están las sensaciones tan sutiles que no hay palabras para describirlas. Son sensaciones de felicidad y Paz, que no necesitan palabras.

Es una sensación de estar arriba, de haber llegado a la cima, de no poder ir más allá. De haber tocado el techo.

Es el plano del Amor del altruismo, del misticismo, de la unión con todo, de la conciencia pura y Absoluta, del vacío absoluto, de la nada, de la paz, de la no manifestación y del no movimiento.

Inicio o final de la conciencia. Es el paso al Absoluto. El paso hacia el infinito y a la globalidad. Es la madre de todo. Es la felicidad cósmica. Es la comprensión total, la Bienaventuranza, y el mundo del pensamiento compacto. Es el plano de la Conciencia que pone todo en movimiento, que libera todo de la quietud. Es el Principio y final, final y principio.

Es el plano de Paso hacia el séptimo plano, a la entrada de la joya divina.

Es el acceso o portal hacia la joya divina del séptimo plano, plano máximo.

Aquí viven las funciones psíquicas más elevadas las primeras ideas, los primeros movimientos que irán a parar a la materia. Es el Plano de la conexión con Dios y el Cosmos.

Es el contacto con el Absoluto, el pensar, sentir e imaginar lo Absoluto.

Mas allá de la luz, de las palabras, de la geometría de las matemáticas, esta aquello que es el inicio de todo, de donde surgió todo.

Es el plano de la comprensión de la energía cósmica que mueve al mundo y a todo. Es el Plano más elevado, donde se está con la Energía pura, con los Rayos, con los señores del Karma, y con la unión con Dios.

Cosmos. Es el Plano de la Vida plena cósmica, el plano de Dios, de la energía, de la iluminación, del Absoluto.

Es el contacto con el infinito, con la fuerza y la inspiración divinas.

Es el Contacto místico con el universo

Energía. Es el plano donde se vive en la energía. Con la Energía pura. La Energía de movimiento, la Energía compacta.

Es el plano donde se puede comprender a la Energía cósmica, donde se puede comprender de donde salen los Rayos, donde se puede comprender e intuir que es el Absoluto, donde se da el contacto con el Absoluto, donde se puede viajar con los Rayos cósmicos, viajar con ellos, sentirlos.

Es el plano de la Energía creadora, de la luz de la Energía pura, sede del Motor del universo.

Es donde se puede sentir las fuerzas del universo, donde se pueden comprender las leyes del universo y el Inicio de todo.

Aquí encontramos el conocimiento y la comprensión de la energía, del cosmos, de los Rayos y del Yin – Yang, de las fuerzas de la naturaleza y del espacio - tiempo.

Es el plano donde dar y ofrecer energía gratuitamente para que todo viva. Es el Plano que da vida, que da el estímulo para que todo viva.

SEPTIMO PLANO

Este séptimo plano es un plano superior que contiene a todos los demás. Toda actividad de cada uno de los planos tiene un reflejo en este plano superior ya que toda la conciencia descansa en este plano superior que lo contiene todo.

Cuando la persona es capaz de abrir y vivir íntegramente en cada uno de los seis planos, se pone en marcha este plano superior que muestra como la conciencia es capaz de correr libremente y sin obstáculos en este plano de libertad, que no conoce límites, ya que va del principio al final, de una parte de la manifestación a la otra.

CADA ROMBO ES UNICO

Como vimos al hablar del Rombo tridimensional, cada una de las tres caras del Rombo tridimensional, está interrelacionada con sus caras contiguas e interactúa con los circuitos adyacentes.

Además de la relación de contigüidad existe la relación de oposición

Dibujo. Además de la relación de contigüidad existe la relación de oposición

Esta relación no tiene por qué ser simétrica, es decir, que podría suceder que la transferencia entre el corazón y el cerebro fuera muy buena en un sentido, pero no tan correcta en el sentido inverso. Este fenómeno asimétrico de transferencia de información no tiene por qué estar circunscrito a un solo circuito, sino que puede tener lugar entre todas las relaciones posibles de las caras adyacentes.

Pensemos que el flujo de información que se da en circuito de creación-retrospección entre los dos puntos de ID de cada una las caras, es particular, y además, hemos de recordar que aparte de esta relación de contigüidad, existe la relación de oposición, por la que el punto de ID que no es adyacente entre dos caras, ejerce una acción sobre el punto Hara de la cara opuesta, ayudando a mantener el equilibrio de una cara. Al final, observamos que, en cada cara, existen tres puntos de control: El del inicio de un ciclo (ID), el de la mitad del ciclo (el punto Hara que es la proyección del punto de ID opuesto) y el del final del ciclo (ID). Cada acción y retrospección, pasa pues como mínimo por tres lugares de control: Al inicio, a la mitad y al final.

Vemos que el número de posibilidades de flujo de transferencias que se da en cada una de las tres caras del Rombo es infinita, y esto origina todos los diferentes modelos de flujo de información y de la consecuente y posterior rotación del Rombo Tridimensional. Este mecanismo hace que cada Rombo, pueda comportarse de una manera totalmente individual y presentar unas características rotatorias únicas.

Este fenómeno que tiene lugar en un Rombo modelo se puede aplicar por analogía a todos los Rombos de los planos de conciencia y entonces, por lógica, podemos pensar que cada Rombo de planos de conciencia, tiene sus diferentes e individuales ciclos de rotación. Esto permite valorar la posibilidad de que los planos no giren al unísono, como si estuvieran bailando un acompasado vals, con sus giros sincronizados, sino que cada uno de ellos, podría tener sus ciclos de cambio de polaridad, de creación y de compensación, poniendo de manifiesto que cada plano, en cada momento, tiene una actividad energética distinta y que ésta, puede variar según que el plano se esté activando en ese instante o permanezca con poca actividad.

Respecto a este punto, debemos recordar, aunque sea por un   instante los tres diferentes movimientos del Rombo y observar con que fenómenos mentales podrían estar asociados. El primer ciclo del que hablamos fue el ciclo de alternancia polar, que está vinculado a la rotación de la Diagonal mayor sobre un punto central. Este ciclo rotatorio horizontal, puede estar definido   por un periodo de tiempo natural, como años, días, minutos o segundos, pero también puede estar marcado por el ritmo de la actividad cerebral general. Una persona con una actividad mental muy rápida, ansiosa, puede hacer que los ciclos polares sean muy rápidos y de muy corta duración y en cambio, una persona relajada, puede bajar el ritmo de la frecuencia cerebral y el ritmo de la generación de ciclos polares.

Y puestos a teorizar un poco más, y a adentrarnos en algunos detalles, podemos pensar que la generación de los ciclos Yin-Yang no sea tan perfecta como la que describe un movimiento circular uniforme. Hasta el momento presente, hemos pensado que el Rombo, al describir un movimiento rotatorio que se puede estudiar como un movimiento circular uniforme, generaba una gráfica compatible con el movimiento armónico simple.

Pero, para decir esto, nos estamos basando en una suposición que quizá no sea del todo cierta, ya que es posible que el movimiento rotatorio horizontal del Rombo no sea uniforme, ya que existe un fenómeno conocido que podría hacer que cambiara nuestra perspectiva sobre la idea de la rotación constante. Sabemos que la Diagonal mayor del Rombo, puede medir 22, pero que esta medida, en caso de que exista una situación de odio, hambre, guerra…podría hacer que el   Rombo, se dilatara desde 22 hasta 22,22 que sería una situación límite, crítica y que llevaría a la destrucción y a la muerte.

Teniendo presente este sistema de dilatación del eje de la Diagonal mayor, podemos contemplar la posibilidad de que, al expandirse, el Rombo, entrara en un terreno donde los valores del Yin –Yang fueran distintos de los valores iniciales. Esto significaría que el Rombo inicial se movería en un espacio exterior de una densidad determinada, y el segundo Rombo, lo haría en un espacio con unas características exteriores Yin-Yang algo distintas.

Al pasar de un medio a otro, de una diferencia de polaridad a otra, el Rombo friccionaría de diferente manera con el exterior y se aceleraría o ralentizaría.

Es decir, que cuando el Rombo se mueve en 22 fijo, puede llevar una velocidad constante, pero si pasa a 22,05… su velocidad de rotación puede variar, ya que el sistema sobre el que gira ha cambiado y las fuerzas de rotación son distintas. En ese caso, dependiendo de las oscilaciones horizontales, la velocidad de rotación del Rombo pasaría a ser de uniforme a variada, con lo que, los períodos de los ciclos dejarían de ser fijos, y pasarían a ser variables.

Independientemente del ritmo de generación de los ciclos polares, sabemos que en el Rombo, tiene lugar otro proceso cíclico de naturaleza muy distinta. Estamos hablando de los ciclos de creación y retrospección: Es decir, una persona puede estar muy nerviosa con una actividad mental muy rápida, pero en cambio, puede que no cree nada, que sus ciclos creativos estén en parálisis. La persona puede estar nerviosa, agitada, con una actividad cíclica polar Yin-Yang muy intensa, pero en cambio, es posible que, en su mente, no tenga lugar ningún pensamiento creativo. Imaginemos una persona presa de una situación de pánico. Se encuentra agitada, nerviosa, pero el mismo pánico paraliza cualquier acción creadora capaz de sacarla de esa situación. Este mismo fenómeno de disociación de ciclos, puede tener lugar en una mente muy sosegada, con un ritmo Yin-Yang muy lento, pero en cambio, con un proceso creativo muy acusado. Sería el caso de una creatividad inmensa que surge de la calma, del silencio y de la quietud de la mente, pero que, en cambio, origina continuas sensaciones creativas en la mente o en el corazón.

En esta situación, hemos de considerar otro fenómeno, ya que como sabemos, la diagonal menor, oscila continuamente desde 18 a 19,99999… con lo que la fuerza impulsora del giro, la hará girar con una velocidad u otra dependiendo del tamaño de la diagonal menor. Es lo que sucede con los patinadores que giran a una velocidad y al replegar sus brazos sobre el cuerpo, aumentan la velocidad de giro.

Podemos pensar que un mecanismo similar puede tener lugar cuando con una velocidad de rotación inicial, el Rombo se repliega (18) y se hace menor. En ese momento, la velocidad de rotación aumenta. Si en cambio, el Rombo se hace mayor y llega a 19.8, se enlentece su rotación.

Es decir que, como la actividad del Rombo, puede oscilar entre 18-19.99, la velocidad de giro en los ciclos de creación variará en función de la actividad interna. Este mismo fenómeno de cambio de velocidad al rotar con un tamaño u otro, puede afectar también a la Diagonal mayor. Ambas diagonales están sujetas a este fenómeno físico. Estamos hablando de diferentes hipótesis, pero en ambas, es muy posible que el Rombo en su expansión o contracción, experimente cambios de velocidad en sus ciclos rotatorios, lo que haría que su movimiento circular no fuera uniforme.

Aparte de estos dos movimientos, rotatorios hemos de recordar, el tercer movimiento rotatorio, o de giro compensatorio. Este giro compensará las desviaciones que saquen al Rombo de su centro de equilibrio y hará que bascule de una posición a otra buscando el equilibrio. Este giro, puede variar en cualquier momento, ya que la vida presenta continuamente situaciones que obligan a realizar movimientos compensatorios, con lo que, en este tercer movimiento, también se pueden apreciar irregularidades periódicas en su ciclo de rotación.

Además de estas tres rotaciones conocidas, con sus ciclos variables, hemos de valorar si la diferente actividad de las tres caras del Rombo podría ocasionar alguna irregularidad extra en el giro. Si por ejemplo una parte de las tres caras tiene mucha actividad, producirá un gran impulso de giro, pero si la otra cara o las otras dos no tienen demasiada actividad, el giro no sería sincrónico, sino que sería oscilante y con velocidad variable. En este caso, la asincronía de las tres caras provocaría un cuarto movimiento en forma de cabeceo. Con todo esto, hemos de pensar que cada plano de conciencia estará sujeto a diferentes movimientos internos que le llevarán a mostrar toda una serie infinita de posibilidades de giro. Cada plano, según sea su actividad, girará de una manera particular. Cada plano es único en su contenido, en su estructura y en su rotación.

REPRESENTACION DE LOS PLANOS DE CONCIENCIA

Modelo frecuencial fijo con luminosidad variable.

Hay muchas maneras de representar a los seis planos de conciencia. En esta primera representación, tomaremos una frecuencia cromática fija para cada subplano (por ejemplo, el valor central de cada color) y aumentaremos progresivamente su luminosidad y transparencia, características que han de estar presentes en los planos superiores. En la izquierda tenemos el modelo original y en la derecha tomamos la misma frecuencia de color, pero le vamos aumentando progresivamente luminosidad

Realizando el degradado luminoso de los planos

Dibujo. Realizando el degradado luminoso de los planos.

De esta manera, obtenemos un modelo de representación de los planos con un valor frecuencial fijo, pero con luminosidad variable. En este dibujo, vemos que la sutilidad de cada uno de los planos en la medida que vamos ascendiendo, es mayor.

Modelo frecuencial fijo con luminosidad variable

Dibujo. Modelo frecuencial fijo con luminosidad variable

Modelo frecuencial variable con luminosidad fija.

Otra posibilidad para poder representar los planos, seria dividir todo el espectro frecuencial de cada color en seis partes, y cada una de las partes, iría a un plano. En esta segunda representación, la luminosidad sería la misma para cada plano, pero los colores de cada plano ascendente tendrían más frecuencia, de tal manera que cualquier color ganaría frecuencia vibratoria en la medida que vamos subiendo de planos inferiores a superiores.

Modelo frecuencial variable con luminosidad fija

Dibujo. Modelo frecuencial variable con luminosidad fija

Modelo frecuencial variable con luminosidad variable.

Y tenemos aún la posibilidad de realizar otra representación de los planos, en la que combinaríamos los dos modelos anteriores. Sería la tercera representación o modelo mixto. En esta tercera representación, partiríamos del modelo frecuencial en el que a medida que vamos subiendo de plano, vamos subiendo de frecuencia cromática y vamos aumentando al mismo tiempo también de luminosidad.  

Por un lado, la frecuencia de cada color es mayor en la medida que subimos de plano, y por otro lado, la luminosidad de cada color, va aumentando también en la medida que subimos de plano. El resultado final es que, en este sistema de representación, cada plano de conciencia es de frecuencia más elevada y también más luminoso y transparente que el anterior.  

Modelo frecuencial variable con luminosidad variable

Dibujo. Modelo frecuencial variable con luminosidad variable.

Ahora, para que puedan ser vistos con más detalle, exponemos juntos los tres modelos de representación de los planos de conciencia. De esta manera, podrán ser comparados y analizados en sus diferencias.

Los tres modelos de representación de los planos

Dibujo. Los tres modelos de representación de los planos.

Como que, en la realidad, cada plano puede estar más o menos evolucionado, tener una frecuencia más o menos alta, y ser más luminoso o no, este degradado cromático - luminoso perfecto que se observa en los planos teóricos dibujados, no tiene por qué ajustarse a la situación real de los planos. Es posible que una persona tenga por ejemplo un tercer plano de conciencia más sutil que un cuarto, porque el cuarto plano, puede estar opacificado por distintos motivos. O también es posible que la frecuencia vibratoria de la segunda dimensión del segundo plano sea mayor que el de la segunda dimensión del tercer plano, porque en el tercer plano, por algún motivo, la frecuencia vibratoria, no haya evolucionado y se haya hecho muy material.

Al final, tenemos varios modelos teóricos de degradado cromático y luminoso, pero en realidad, sucede que cada plano, puede presentar variaciones individuales y propias en la frecuencia cromática y en la luminosidad.

Ello hace que el dibujo de los planos de conciencia de cada persona sea distinto, único y ofrezca la posibilidad que su contenido pueda presentar todas las variaciones posibles.

Pero, además, hemos de recordar que cada plano de conciencia, aparte de todo el aspecto cromático que presenta, está dotado de una movilidad única que le viene dada por la conjugación de sus tres movimientos: El de alternancia polar, el de creación-retrospección y el de basculación.

Al final, lejos de ver a los planos de conciencia como un bloque rígido, clonado, unitario e inmóvil donde lo que predomina es la igualdad, hemos de ver que cada plano es único en cuanto a su cromatismo, luminosidad y movilidad. Cada uno de estos aspectos, nos habla de una característica particular de cada plano.

Los planos de conciencia no utilizan palabras para describir lo que hay dentro. Expresan su contenido bajo los componentes de la forma (ya que su estructura tridimensional es cambiante), del color y de la movilidad.

Para entenderlos, hay que aprender a transcribir a lenguaje humano, el simbolismo con el que nos habla la naturaleza, en la que todo está hecho de geometría, color y movilidad.

EL PRINCIPIO HOLOGRÁFICO

Si tenemos integrado el principio holográfico, podemos pensar que lo que se ve en uno de los Rombos de planos de conciencia, se podría observar en todos los demás, y por tanto, podríamos pensar que todos los planos, deberían tener las mismas características: girar al mismo tiempo y contener la misma información. Pero, es más que posible que esto no ocurra así.

El principio holográfico dice que cualquier parte de un holograma, por pequeña que sea, tiene la información del todo. Este principio, nos permite decir que una figura como la del Rombo, (que es una representación del universo), permite pensar que, en cada una de sus partes, está la información del todo. Y como que este principio, se da en cada una de la zona que estudiemos, podemos centrarnos en un plano de conciencia, y entonces podemos pensar que un plano determinado, contiene también la información de todos los demás planos de conciencia.

Esto es un dato muy relevante. Aparentemente, según este principio, la información de un plano de conciencia no puede limitarse, o aislarse dentro de un solo plano. La maravillosa cualidad de la cuarta dimensión parece permitir ese principio holográfico, y hace que toda esa información, pueda ser llevada a cualquier lugar, donde también puede ser leída.

Pero que la información del primer plano se pueda leer en el segundo plano, no significa que la información intrínseca del segundo plano sea la misma que la del primer plano. Cada plano, tiene la información propia que está generada en el mismo plano y que es proyectada hacia los demás (gracias a la expresión expansiva de la cuarta dimensión) y tiene además toda la información extrínseca, que es la generada por todos los otros planos y que se muestra en un plano (gracias al efecto proyectivo de la cuarta dimensión). Al final, cada plano tiene en su interior, una información doble: La suya propia y un reflejo de las informaciones de todos los otros planos.

Ambas informaciones la intrínseca y la extrínseca, seguramente deberán interactuar de alguna manera, influyendo la una hacia la otra, ya que los campos de información interactúan, haciendo posible que un suceso exterior tenga una repercusión en una situación interna y que, al mismo tiempo, un estado interno se pueda transmitir con facilidad a un espacio exterior.

Como que cada plano, tiene una información conciencial propia y como que cada movimiento energético de flujo de información genera movimientos de las estructuras que lo sostienen, cada plano tiene sus ciclos, giros y basculaciones propias. Esto proporciona a cada plano un nivel determinado de autonomía respecto a los demás, y por el efecto holográfico, en los otros planos, existirá también un registro no tan solo de la información, sino también de la movilidad de las estructuras de los otros planos.

La holografía puede ser entendida como una función que ofrece la naturaleza de repetir en mayor o menor escala, un sistema energético y trasladarlo a cualquier lugar de observación, permitiendo que, en cada micro universo, la información del todo se mantenga presente, pero sin ocupar ni ocultar la información del micro universo estudiado.

La holografía

Dibujo. La holografía

Estaríamos hablando de que, dentro de la información de cualquier punto del espacio, existen dos informaciones: Las propias, que corresponden a los datos de la estructura que se está viendo y las virtuales, que son el reflejo holográfico de todas las otras estructuras. Este principio holográfico es una consecuencia de las capacidades de la cuarta dimensión, que otorga la capacidad de exportar e importar la información de cualquier objeto a todos los rincones del universo, por más alejados que estén.

Teniendo en cuenta que el origen del principio holográfico podría ser una consecuencia de la cuarta dimensión y que ésta tiene como fin primordial la evolución de todo lo creado, parece extraño que la cuarta dimensión, sea capaz de exportar a todo universo los errores cometidos por cualquier criatura evolutiva.

Si fuera así, cualquier error humano, llenaría todo el cosmos poniéndolo en peligro, lo que haría que un principio cósmico creado para la evolución pudiera tener un resultado catastrófico. Entonces y para que esto no suceda, podemos imaginarnos la posibilidad que este principio holográfico sea capaz solo de exportar al exterior aquello que funciona y que supone una ayuda para la evolución. Estamos planteando la hipótesis de que existan algunos mecanismos de control del efecto holográfico que se pongan en marcha en caso de error y que imposibiliten que el defecto de origen se propague parcial o totalmente a todo el cosmos. Con este sistema de control, el error podría quedar enquistado y retenido en la zona de inicio o en las zonas próximas, sin perjudicar a la totalidad de la zona exterior.

Parece que estemos hablando de una dimensión que tiene unas propiedades determinadas (expansión y proyección) y de la posibilidad de que exista una fuerza de control que limite y encauce las acciones de esta dimensión. Este principio holográfico inteligente, nos recuerda algo al mecanismo que utilizan el cuarto y el décimo Rayo. Este hipotético y fascinante efecto holográfico inteligente, ofrecería la posibilidad de que una experiencia positiva que es vivida por la conciencia en un plano tuviera la posibilidad de que pudiera ser percibida o experimentada con más o menos claridad, en los otros planos de conciencia resonantes, tanto superiores como inferiores. Si la experiencia no fuera positiva y no ayudara a la evolución, podría quedar limitada y enquistada parcial o totalmente en el plano donde se originó, impidiendo su reproducción y su copia infinita. Es una cuestión interesante, pero de momento, su respuesta está en el aire. ¿Existe un principio regulador de la holografía? ¿Existe la holografía inteligente?

Si dejamos por un momento de lado esta hipótesis y tomamos de nuevo el hilo del pensamiento clásico otorgado por la holografía tradicional, podríamos pensar que es posible que las acciones o las experiencias reparadoras generadas en un plano, se pudieran trasladar y leer en los demás planos. O lo que es lo mismo, es posible pensar que el Karma se podría trasladar o reflejar desde un plano a otro en todos los sentidos, y ello permitiría que la solución a un problema karmático que afecta a un plano o a todos los planos, se pudiera dar indistintamente en un plano o en otro.

La movilidad de la experiencia por los planos de conciencia

Dibujo. La movilidad de la experiencia por los planos de conciencia.

En este caso, una vez hallada la solución correcta, ésta recorrería todos los planos, resolviendo el mismo problema en cada plano en que estuviera presente (ya fuera en todos en solo en algunos de ellos), resonando con mucha más intensidad en el plano donde existiera el conflicto real, y teniendo una acción menor en los demás.

Pero también, es posible que existiera en este punto la acción de la holografía inteligente, que generara algún mecanismo de control que no permitiera la transferencia de la solución a todos los planos, y en ese caso, la solución podría quedar limitada a solo un plano de conciencia o a varios, pero no a la totalidad de los mismos.

Estamos abriendo nuevos caminos y nuevas formas de ver a los planos de conciencia. Este nuevo esquema, ofrece muchas posibilidades y abre una nueva vía de comprensión del funcionamiento de los planos, que son algo mucho más complejo y dinámico de lo que parecían hasta ahora.

LOS PLANOS DE CONCIENCIA Y EL KARMA

Veremos a continuación los dos dibujos de los seis planos de conciencia del Rombo en sus dos representaciones, la horizontal y la vertical.

Las dos representaciones de los planos de conciencia

Dibujo. Las dos representaciones de los planos de conciencia

En ambas representaciones, observamos como los planos están conectados los unos con los otros, y si lo comparamos con el dibujo de los ciclos de creación y retrospección, veremos que no hay ninguna diferencia observable entre ambos dibujos. Desde un punto de vista del diseño, es imposible diferenciarlos y vemos con gran sorpresa que tenemos el mismo esquema para representar dos fenómenos aparentemente muy distintos: La sucesión de los planos de conciencia y la génesis de los ciclos de creación y retrospección.

En el dibujo de los ciclos de creación, veíamos que después de que un ciclo se iniciara, se expandiera y llegara al máximo de su creación, desde el vértice obtuso inferior, se iniciaba un movimiento ascendente y de replegamiento que finalizaba cuando toda la información era enviada de regreso al punto de Ideación Divina, desde donde había salido previamente, para ser evaluada y originar un nuevo ciclo. El siguiente ciclo se diferenciaba del anterior, en que las polaridades habían cambiado, y si el Yin entraba por la primera dimensión, en el siguiente ciclo, el Yin lo hacía por la séptima dimensión.

Todo este movimiento, lo explicamos al hablar de los ciclos con el siguiente dibujo en el que vemos como la primera dimensión (raya roja) y la séptima dimensión (raya azul), van dando vueltas alrededor de un centro y van pasando alternativamente por la zona Yang o la zona Yin hasta formar un ciclo completo

Un ciclo es una serie de pasos por las que pasa un fenómeno y que se suceden en el mismo orden hasta llegar a un punto a partir del cual, todo vuelve a repetirse. Con este concepto, podemos ver que un ciclo completo en el Rombo, se podría representar por un giro completo de 360º.

El ciclo completo de alternancia polar

Dibujo. El ciclo completo de alternancia polar.

Un ciclo completo del Rombo tiene dos periodos muy diferenciados: En la primera fase, la 1ª Dimensión (en rojo), parte de un valor mínimo (a los cero grados) y empieza a adentrarse en el Yin hasta llegar a un valor máximo (90º) y empieza luego a decaer hasta llegar de nuevo a un punto de valor mínimo , o punto inferior (180º), desde donde la 1ª Dimensión inicia la segunda fase en la que entra en la parte Yang, partiendo también de un valor mínimo, y empieza a ascender hasta llegar al punto máximo (270º), valor a partir del cual, el valor de la primera dimensión empieza a decaer hasta llegar al punto de partida habiendo completado los 360º.

Cuando La 1ª Dimensión parte de cero y llega a la máxima expansión de la fase creativa, se ha recorrido la mitad del período Yin, y entonces empieza el decaimiento, la fase retrospectiva, en la que la experiencia es enviada progresivamente a Ideación Divina, desde donde la creación es revisada y emerge de nuevo para iniciar un nuevo ciclo, pero con la polaridad cambiada. En ese momento, la 1ª Dimensión aparecerá en la polaridad Yang y su fase creativa llevará dentro de si todas las correcciones que hayan tenido lugar al pasar previamente por I.D.

Las distintas fases de un ciclo

Figura. Las distintas fases de un ciclo

En esta fase creativa, la 1ª Dimensión, irá creando hasta llegar al punto máximo (270º) y a partir de aquí se iniciará la fase retrospectiva o de análisis, hasta culminar con la llegada de toda la información hasta el nuevo punto de Ideación Divina. Aquí, acabará el ciclo completo y empezará otro de nuevo, en el que la 1ª Dimensión volverá a entrar en la fase creativa pero después de haber pasado por las correcciones que han tenido en Ideación Divina.

Es decir que la fase creativa de la 1ª Dimensión en el Yang llevará la corrección de la fase retrospectiva del Yin y viceversa: La fase creativa de la 1ª Dimensión en el Yin, llevará la corrección de la fase retrospectiva de la 1ª Dimensión en el Yang.

De esto deducimos que la oportunidad que se presenta en la vida en cada instante lleva consigo la corrección del período anterior, de lo que aconteció en la polaridad inversa y de cómo se corrigió esa situación. Todo lo que aparece en cualquier momento, es el resultado de una corrección y la posibilidad de reaccionar correctamente.

La acción de cualquier situación que ocurre en el presente está acompañada y superpuesta a la energía correctora que viene del ciclo anterior, es decir del pasado. Presente y pasado se unen en cada acción y en cada momento. Cada situación nueva que se pone delante en cada instante es una posibilidad reparadora de las acciones del pasado y una nueva oportunidad que emerge para reparar el Karma acumulado y no generar más. El Karma del pasado se repara con acciones adecuadas del presente.

Cada acción creativa que realizamos está teñida por las acciones correctoras que se generaron al final del período anterior. Cada hecho que realizamos en una polaridad determinada lleva consigo las correcciones de las acciones que se realizaron cuando la experiencia estaba inmersa en la otra polaridad. Los acontecimientos que se presentan delante de nosotros para realizar una acción y las correcciones del ciclo anterior van juntas de la mano en cada momento. El presente nos ofrece en cada momento las posibilidades de reparar acciones del pasado. No es de extrañar pues que la misma vida, en su afán evolutivo, busque situaciones de la vida que (aunque no parezcan deseables), permitan solucionar errores del pasado. Muchas de estas situaciones se presentarán en un mismo plano de conciencia o en planos resonantes, de tal manera que un mismo error del pasado, se puede presentar en distintos planos de conciencia. Todas estas distintas representaciones, son diferentes vías que pueden llevar a la misma solución.

Como dentro de un gran ciclo Yang, hay muchos pequeños ciclos Yin y Yang coexistiendo continuamente, dentro de una misma fase creativa del Yang, se suceden innumerables microciclos creativos Yin-Yang con sus correcciones continuas originadas en la otra polaridad. Acción y corrección (Karma) van continuamente juntos de la mano en todas las acciones, por minúsculas que parezcan

LA GÉNESIS DE LOS PLANOS

Viendo que lo que sucede en un medio ciclo, tiene sus reacciones en el medio ciclo siguiente, podemos pensar por analogía que lo que ocurre en un ciclo completo en un plano, (con sus dos hemiciclos) tiene también sus consecuencias correctoras en la génesis del siguiente plano. Lo que sucede en un plano de conciencia, tiene repercusiones en la génesis del siguiente.

El mismo cambio de polaridad que observamos en un mismo plano, en el transcurso de un ciclo tiene lugar también cuando pasamos de un plano al siguiente, así que lo que ocurre en un plano, se puede transmitir al otro en forma de corrección. Es decir que cada plano tiene mecanismos que le permiten autocorregirse y al mismo tiempo, esa corrección, se puede transmitir a los demás planos, de manera que la experiencia vivida en un plano pueda ser aprovechada en los otros planos.

Un plano genera al otro

Figura. Un plano genera al otro.

Podemos pensar que la creación del segundo plano de conciencia se hace basándose en la retrospección de las experiencias que se han vivido en el plano antecesor, esté colocado antes o después de él, ya que la movilidad de los planos se da en los dos sentidos. De este modo, todos los planos, estarían interconectados y las acciones de un plano, se reflejarían en los otros, tanto en el aspecto positivo como en el negativo. Este hecho, permitiría por ejemplo la posibilidad de que el sexto plano, reflejara las acciones del primero y viceversa.

En este modelo teórico, se comunicarían entre si todos los planos de la conciencia de un individuo y no se podrían parcelar las experiencias en compartimentos estancos. Un plano incide sobre los otros y es modificado a su vez por la actividad de todos los demás.

Sabemos que la conciencia es una y que está fragmentada en planos, pero estos planos, se comunican, interactúan, se relacionan y se corrigen constantemente, reflejando en cada uno de ellos, la actividad de los demás y la actividad propia del conjunto. Los planos de conciencia están interconectados, y no es que uno genere realmente al otro, ya que todos se hallan presentes, actuando al mismo tiempo y desde el primer instante, pero las acciones que se realizan en un plano se manifiestan de alguna manera también en el siguiente que, a su vez, las transmite al contiguo, en un movimiento incesante que va desde el primer plano al sexto y viceversa.

Las acciones del primer plano se pueden corregir en el mismo plano cuando cambia de polaridad, ya que eso implica pasar por un punto de Ideación Divina, (inferior o superior) pero también se pueden rectificar en el segundo plano, cuando se da otro cambio de polaridad al volver a pasar por I.D.

Las acciones del segundo plano lo pueden hacer en el tercero, las del tercero en el cuarto, las del cuarto en el quinto y las del quinto, en el sexto y naturalmente, en el orden inverso.

Según este esquema, cada plano es a la vez creador y corrector de las acciones que han tenido lugar en su plano y en los planos contiguos. Es decir que cada plano genera su propio Karma que puede ser corregido en el mismo plano, en el plano contiguo o en otro más alejado.

Cada plano genera Karma y es corrector de Karma

Figura. Cada plano genera Karma y es corrector de Karma.

Este estudio de los planos, se complica notablemente cuando pensamos en el efecto holográfico por el que el esquema de un plano de conciencia, se halla también presente en el otro plano, produciendo una interacción entre el Rombo real de cada plano y la imagen holográfica que se proyecta desde los otros planos, por lo que debemos entender que en cada plano, además de manifestarse la propia actividad generada y su corrección, se proyectan las actividades de los otros planos con todas sus correcciones karmáticas.

Al final, obtenemos un entramado de acciones y reacciones que corren de izquierda a derecha y de arriba abajo en el que vemos la super conexión de todos los planos.

La conciencia es móvil, se puede desplazar de un lado a otro, y en su estela de paso por todos los planos, las correcciones se pueden dar en cualquier nivel por el que circule la información. Como siempre, en la corrección prevaldrá el concepto de eficacia y de menor gasto energético. De este arduo trabajo, se encargarán los cinco señores del Karma quienes son los que urden la compleja trama de la vida y de la evolución.

SIMETRIA ESPECULAR DE LOS PLANOS

Además, si tenemos en cuenta que los planos, están también relacionados con las dimensiones, podemos pensar que al igual que sucede con éstas, haya planos que estén relacionados con otros planos por una simetría especular.

Sabemos que la 7ª Dimensión y la 1ª Dimensión, están unidas, pero si observamos sus características, veremos que (aparentemente), no se parecen en nada. Pero si las comparamos con un criterio abstracto y amplio, si lo hacemos con atención, veremos que comparten algunas características generales, aunque el contenido de ambas parezca a primera vista totalmente distinto. En ambas, por ejemplo, apenas existe el concepto de Tiempo. Las dos, a su vez, son el origen de las manifestaciones: En la 1ª Dimensión, se manifiesta la Materia y en la 7ª Dimensión se manifiesta la Energía.

Ambas dimensiones, parecen formar parte del mismo mundo, de la misma y primigenia emanación evolutiva, pero las dos dimensiones, albergan fenómenos tan diferentes que parece imposible comprender que están relacionadas.

Interacción de planos

Figura. Interacción de planos

Este hecho de correspondencia simétrica de dimensiones hace pensar que este fenómeno de plegamiento derecha-izquierda, se puede dar también en los planos de conciencia. Así, si miramos las líneas de correspondencia del dibujo,

podemos pensar que el sexto plano, debería tener alguna afinidad con el primer plano, el quinto con el segundo y el cuarto con el tercero. ¿Es posible tal relación? ¿Hay alguna ley conocida en el Rombo que lo impida?

Todos sabemos que aunque el Universo esté plegado sobre sí mismo, y la Materia y la Energía están fusionadas en una unidad compacta, el Rombo nos   muestra un esquema del universo totalmente desplegado; quizá para poder entender mejor este fenómeno y que la mente humana, hecha de pares de opuestos, sea capaz de poder entender y sentir separadamente los dos componentes principales del universo: Materia y Energía.

Pero, en realidad, estos dos aspectos polares del Universo están fusionados, y su representación desplegada en la figura del   Rombo, nos proporciona un juego intelectual, y nos ofrece un esquema didáctico que nos ayuda a entender que, aunque estos dos aspectos, estén aparentemente separados en su representación, están unidos en la realidad por la atracción polar yin-yang que sienten el uno hacia el otro. De la misma manera que hace el Rombo, las alas de una mariposa se pueden unir, pero sólo manifiestan su auténtica belleza en cuanto se abren, se despliegan e inician el rítmico baile de unir y separar las alas.

Para comprender la belleza del Rombo, hay que realizar un juego similar: Abrir sus dos lados, ver que hay en cada uno de ellos y unirlos de nuevo para ver como las dos polaridades se unen y forman una estructura compacta y unida donde derecha e izquierda son uno, donde Materia y Energía se unifican en un todo compacto.

Ahora que teorizamos acerca de la simetría especular de los planos, se presenta delante de nuestros ojos un bello juego, consistente en ver si las dos alas del Rombo (al igual que las de la mariposa) tienen características simétricas y si se fusionan bien las unas con las otras. Para ello, debemos volver la vista atrás y recordar algunos conceptos que aparecieron cuando desarrollamos las características de los planos de conciencia. Decíamos así del sexto plano:

“Aunque es muy diferente del primer plano, tiene una cierta semejanza conceptual con el primero, ya que en el primer plano teníamos una fusión material con lo que le rodea y también poca diferenciación individual. En el primer caso, la conciencia parecía ser global, relacionada con la materia y con la conciencia grupal. En este sexto plano, la conciencia también es global y poco diferenciada, pero está fusionada con el cosmos y con la energía del cosmos. El tiempo se detiene por la conexión total con el cosmos. Nada sucede aquí, al igual que en el primer plano. No hay movimiento. Es una quietud cósmica.”

Habíamos dicho (muy grosso modo) que, en el primer plano, parecían encontrarse los instintos y en el segundo plano se hallaban las emociones. Sabemos que en la sexta Dimensión es donde rige el 2º Rayo, que es el Rayo del color, del movimiento y de la forma pura del arquetipo. Y como sucede que la sexta Dimensión, se encuentra entre el quinto y el sexto plano, todos los arquetipos se encuentran ubicados entre el 5º y el 6º plano y por ende, se pueden reflejar de alguna manera entre el 1º y 2º plano.

El sexto plano, abarca solo una pequeña parte de los arquetipos (seguramente los primigenios o generales) y el 5º plano, contiene el resto de los arquetipos. Si fuera así y si se diera la citada correspondencia entre los planos de conciencia, los arquetipos del 6º plano (los más inespecíficos o primigenios), estarían más relacionados con los instintos del 1º plano, y los arquetipos del 5º plano, (más elaborados y concretos), estarían más vinculados a los instintos y emociones del 2º plano.

Relaciones entre los planos

Figura. Relaciones entre los planos

En ese caso, podríamos pensar que debería haber algún vínculo entre las características del 1º- 2º plano y las características del 5º- 6º plano. Esto no significa que constatemos algo parecido en la primera inspección comparativa entre esos pares de planos opuestos, de la misma manera que no observamos a primera vista las semejanzas que existen entre la 2ª Dimensión: Formación atómica y molecular y la 6ª Dimensión: Formación de luz blanca, formas geométricas, matemáticas, números.

Pero si analizamos con detenimiento las características de los planos inferiores y las de los planos superiores, quizá podamos hallar alguna correlación lógica, por pequeña que parezca al principio. Toca pues adentrarse en el estudio y observar las conclusiones que irán apareciendo.

Instintos y emociones, como sabemos son dos actividades psíquicas aparentemente diferentes y separadas, pero una ligera mirada sobre esta cuestión nos mostrará como de correlacionados están los instintos y las emociones. Empecemos por aclarar conceptos: el instinto es un término utilizado para denominar aquellas conductas que implican una reacción ante determinadas situaciones de mayor o menor premura. Estas conductas son muy características del animal y del ser humano y son las que les permiten la evolución y la adaptación a las diversas situaciones de la vida.

Todos los instintos primitivos, parece ser que están muy relacionados con lo que llamamos emociones: (risa, lloro, sorpresa, miedo, ira y disgusto). Así, por ejemplo, el instinto de supervivencia, puede ser el origen de emociones como el miedo o la ira, y el instinto de procreación puede ser el causante de emociones como la sorpresa, la risa o la agresividad. Las emociones también parecen ser un punto medio entre los instintos y los pensamientos, ya que obedecen y responden a ambos estímulos. Los instintos desencadenan emociones y los pensamientos también. Y es por eso por lo que, en su día, al estudiar a estas cualidades humanas, colocamos a modo de hipótesis a los instintos en el primer plano, a las emociones en el segundo y a los pensamientos en el tercer plano, como si estas tres cualidades de la mente estuvieran comunicadas entre sí o fueran el resultado del proceso evolutivo natural. El esquema es muy general y seguramente algo inexacto, pero, en su momento, parecía un punto de partida hacia posteriores análisis más complejos.

Los planos y sus características psicológicas

Figura. Los planos y sus características psicológicas.

En cambio, los arquetipos, como sabemos, son otra cosa. Un arquetipo es un modelo original, un prototipo, un ejemplo del cual se derivan las ideas que sirven como pauta para modelar pensamientos y actitudes propias de cada individuo. El concepto “Arquetipo” lo propuso Jung para explicar todas aquellas imágenes oníricas y fantásticas que se relacionan con religiones, mitos y leyendas y que forman un ente, un recuerdo ambiental grabado en algún lugar, una información que está presente en todos los seres humanos formando parte de lo que se llama inconsciente colectivo.

Los arquetipos están vinculados con patrones instintivos, emocionales y conductuales que encauzan nuestra manera de procesar sensaciones, imágenes y percepciones. El habla, el comportamiento, las reacciones emocionales y los sueños son elementos mediante los cuales se expresan los arquetipos. Jung citó a un gran número de arquetipos diferentes. De hecho, el número total de arquetipos resulta indefinido. Sin embargo, parece ser que hay algunos más prevalentes e importantes que otros. Los más conocidos son: el padre, la madre, el inocente, el cuidador, el héroe, el huérfano, el explorador, el rebelde, el creador, el loco, el sabio, el mago, el gobernante, el embaucador, el joven eterno, el ánima (el eterno femenino) el ánimus (el eterno masculino), la sombra (los rasgos y actitudes que el yo no reconoce como propios), etc… Además de estos arquetipos básicos, existen eventos arquetípicos como el nacimiento, la muerte, la creación o la venganza.

Mapa de Arquetipos

Figura. Mapa de Arquetipos

En el momento actual y desde nuestro punto de vista de estudiantes del Rombo, instintos, emociones y arquetipos, parecen a primera vista, estar aparentemente muy alejados los unos de los otros, pero Jung pareció ver una cierta relación entre estos dos aspectos del ser humano. En su libro “La dinámica de lo inconsciente”, habla así de los instintos y los arquetipos:

“Los instintos son formas típicas de la acción, y siempre que se trate de formas de reacción que se repitan uniforme y regularmente estamos ante un instinto, independientemente de que éste vaya asociado o no a una motivación consciente.”

“Los arquetipos son formas típicas de la aprehensión, y siempre que se trate de concepciones que se repitan uniforme y regularmente, estamos ante un arquetipo, independientemente de si se reconoce o no su carácter mitológico”.

“El inconsciente colectivo consta de la suma de los instintos y de sus correlatos, los arquetipos. Del mismo modo que el hombre posee instinto, así también posee imágenes primigenias. En mi opinión, es imposible decir qué es lo primero, si la aprehensión o el impulso a actuar. Me da la impresión de que los dos son una misma cosa, una misma actividad vital que, para entenderla mejor nos vemos obligados a pensar por separado.”

También en otro de sus escritos “On the Nature of the Psyche”, Jung comparó la psique con un espectro de color, con los Infrarrojos en un extremo y los ultravioletas en el otro. Es una comparación que a nosotros, estudiantes del Rombo, nos resulta muy familiar y que nos llama poderosamente la atención, tal como le sucedió a Marie-Louise Von Franz, una erudita estudiosa de los trabajos de Jung y que dice que Jung utilizaba este símbolo para explicar la relación que existe entre psique y cuerpo; entre los arquetipos y los instintos.

Dice la autora:

“Nuestra conciencia es como un rayo de luz con un núcleo que representa al ego, una especie de campo de luz que puede desplazarse a lo largo del espectro. El extremo infrarrojo sería el lugar donde las cosas se vuelven psicosomáticas y acaban en reacciones físicas. En el extremo Infrarrojo, la psique está conectada en cierto modo con procesos físicos, de modo que su actividad se pierde o penetra lentamente en cierta clase de procesos físicos; psicosomáticos y luego somáticos. Este sería el extremo que representa el cuerpo, En el otro extremo, el ultravioleta, estarían los arquetipos.”

“Es probable que esos dos polos, estén relacionados en cierto modo, aunque no sabemos cómo. Seguramente son dos aspectos de la de la misma realidad. En un extremo está el cuerpo y en el otro, las ideas y las representaciones que de pronto invaden la mente humana. Nuestra conciencia suele oscilar entre esos dos polos.”

“La diferencia entre instinto y arquetipo es la siguiente: el instinto es representado por la conducta física, similar en todos los seres humanos, mientras que los arquetipos se representan mediante una forma mental de realización, similar en todos los seres humanos. Por tanto, en un extremo estarían los instintos y en el otro, las experiencias internas relacionadas con los arquetipos. Jung no lo afirma con certeza, pero dice que no ha encontrado una constelación arquetípica que no tenga su correspondiente instinto.”

Con todos estos datos, Jung y sus seguidores nos abren una puerta, y nos dan a conocer una información que nos puede resultar relevante. Intuimos ya hace un tiempo que parecía haber una relación entre el sexto plano y el primero porque ambos planteaban una fusión con su entorno. En el primer plano, la conciencia estaba fusionada con el mundo físico (tal como les puede suceder a los recién nacidos) y el tiempo parecía no existir, y en el sexto plano, la conciencia podía estar fusionada con el cosmos y la energía cósmica (como puede suceder en un arrebato místico) y el tiempo se detiene mientras dura el éxtasis.

Pero el trabajo de Jung, sobre la correlación entre arquetipos e instintos (o emociones), puede brindarnos algunas ideas y permitir que demos los primeros pasos dentro de este laberinto conciencial de la correspondencia de planos.

Posible correlación entre planos superiores e inferiores

Figura 308. Posible correlación entre planos superiores e inferiores.

Con este sencillo esquema, planteamos la posibilidad de que el sexto plano     (Místico – Cósmico) que está contenido entre la sexta y la séptima dimensión, y que por tanto tiene arquetipos en su interior, esté relacionado con el primer plano (Instintivo-grupal) donde lo que predominan son los instintos. Entonces, los arquetipos primigenios, estarían relacionados con los instintos primigenios. En este mismo esquema, vemos como el 5º plano de conciencia (Filósofo-Abstracto), está relacionado con el 2º plano de conciencia (Emotivo- sexual). Este 5º plano contiene la mayor parte de los Arquetipos, quizá los secundarios o más elaborados y que se vinculan con algunos instintos y las emociones que, en cierta manera, parecen ser la evolución natural de los instintos.

Sino vamos desencaminados y hemos podido teorizar acerca de la correlación de estos cuatro planos, seguramente, podremos hacerlo acerca de los otros dos restantes. Hemos de ver si somos capaces de encontrar una relación entre el 3º y el 4º plano. Estos planos, tienen una característica común: Son los únicos planos que comparten a la cuarta dimensión. El 3º plano abarca la parte izquierda o material de la 4ª Dimensión y el 4º plano contiene a la parte derecha o etérea de la 4ª Dimensión.

El tercer y cuarto plano

Figura. El tercer y cuarto plano

Recordemos cuales eran las características de esta cuarta Dimensión:

Vida plena cósmica. Vida del ser consciente. Libertad. Proyección de todas las vibraciones a todos los cuerpos densos. Descomposición de todos los cuerpos densos a través del espacio.”

Si estos dos planos comparten a la cuarta Dimensión, es evidente que ambos planos han de gozar de algunas de estas características, total o parcialmente. Y decimos parcialmente porque dentro de las cualidades de la cuarta dimensión, hay algunas que parecen más del lado izquierdo (descomposición de todos los cuerpos densos a través del espacio) y en cambio hay otras que parecen más del lado derecho (proyección de todas las vibraciones a todos los cuerpos densos).

Cuando se unen las dos características (descomposición y proyección), aparece la libertad, ya que existe la posibilidad de moverse en todas las direcciones posibles, hacia fuera y hacia adentro, hacia la expansión y la contracción. Esta libertad de ir hacia lo pequeño y contractivo (átomos) o hacia lo grande y expansivo (universo), proporciona la libertad y la plena conciencia, ya que ésta abarca desde lo más pequeño hasta lo más grande.

Si observamos el dibujo del 3º y el 4º plano, vemos que, por simetría, por construcción, están relacionados entre sí y son capaces en su fusión simétrica de contener a la totalidad de la cuarta dimensión. Vemos además que el 3º plano, contiene bastantes características de la 3ª dimensión, y el 4º plano tiene muchas de las cualidades de la 5ª dimensión. Pero ambos planos, aunque compartan una dimensión, son en esencia diferentes. Eso es obvio, y para diseccionar un poco más el estudio, vamos a comparar las distintas cualidades que no comparten estos dos planos, es decir las características propias de la 3ª y la 5ª Dimensión. Vamos a presentar una tabla en la que veremos una columna que representa a la 3ª Dimensión (parte del 3º plano) y otra columna que corresponde a la 5ª Dimensión (parte del 4º plano). Observemos sus diferencias y similitudes.

TERCERA DIMENSIÓN

QUINTA DIMENSIÓN

   

Ingeniero

Arquitecto

Construye el proyecto

Diseña el proyecto

Razonamiento detallado

Intuición general

Percibe el cosmos

Crea el cosmos

Pensamiento concreto

Imaginación abstracta

Instrumento musical

Combinación de luz y sonido

Plasmación física del arte

Música – pintura

Funcionalidad

Belleza

Palabras

Colores, formas, sonidos

Visión analítica

Visión global

Trabajo

Inspiración

Ritmo

Melodía

Hiperrealismo

Arte abstracto

Pentagrama

Música en el aire

La rima poética

Poesía libre

Las leyes del color

La belleza del color

Las escalas musicales

El sonido

El análisis físico del movimiento

Los giros y la danza

De las características del cuadro se desprende que la 3ª Dimensión y la 5ª Dimensión, son las dos caras de una misma moneda y como que previamente ya habíamos dicho que la parte material de la 4ª Dimensión y la parte etérea de la 4ª Dimensión, estaban totalmente relacionadas, podemos aunar estas dos similitudes y decir que hay una relación muy estrecha entre el 3º y el 4º plano, ya que sus constituyentes son el espejo el uno del otro.

Los dos hemisferios cerebrales (izquierdo y derecho) comparten un estructura medial (básicamente el cuerpo calloso) que es el que hace de puente, de intermediario y de comunicador entre las actividades concienciales de los dos hemisferios.

Si comparamos la actividad de los hemisferios cerebrales y la de los planos de conciencia, podemos observar que hay un paralelismo muy grande entre el 3º plano (Hemisferio cerebral izquierdo más la mitad izquierda del cuerpo calloso) y el 4º plano (Hemisferio cerebral derecho, más la mitad derecha del cuerpo calloso).

El cerebro izquierdo está vinculado funcionalmente al 3º plano y el cerebro derecho lo está con el 4º plano

Figura. El cerebro izquierdo está vinculado funcionalmente al 3º plano y el cerebro derecho lo está con el 4º plano.

Aunque sabemos que la conciencia se halla en todo el espacio intersináptico neuronal del cerebro, podemos pensar que se encuentra distribuida y especializada en distintos sustratos histológicos. Parece ser que en el córtex cerebral de ambos hemisferios es donde reside la conciencia superior, la más elaborada y la más reciente, que en las capas un poco más profundas del cerebro, habita el subconsciente y en las capas aún más inferiores, se encuentra el inconsciente.

Los distintos niveles de la conciencia

Figura. Los distintos niveles de la conciencia

Esta idea surgida del estudio de las posibilidades del Rombo entronca de alguna manera con la del modelo cerebral propuesto por Paul MacLean para explicar la organización del cerebro humano. MacLean sugirió esta idea y la desarrolló en su libro The Triune Brain in Evolution escrito en 1990. Según esta teoría, no existe realmente un solo cerebro, sino tres, que operan conectados y cada uno con su propia inteligencia, su propia percepción espaciotemporal y su propia memoria. Los tres cerebros lo forman el complejo reptiliano, el sistema límbico y el neocórtex. Veamos las características de las tres estructuras:

El cerebro reptiliano, que sería el cerebro más profundo, estaría formado por los ganglios basales, el tronco del encéfalo y el cerebelo. Según esta idea, este cerebro primitivo, controlaría todos los comportamientos instintivos que se centran en las actividades más básicas de la supervivencia. Este cerebro, también controlaría las funciones autonómicas (respiración y latido cardíaco), el equilibrio y el movimiento muscular.

El segundo cerebro lo forma el sistema límbico. Es el cerebro paleo mamífero y es el responsable de las emociones. Este cerebro, estaría formado por la amígdala, el septo, el hipotálamo, la corteza del cíngulo y el hipocampo. Sería el cerebro responsable de las emociones que sentimos en las relaciones humanas y con el exterior.

El tercer cerebro, sería el neocórtex, característico del ser humano y de los primates. Este cerebro, sería el responsable del pensamiento, el raciocinio, la abstracción, el habla, la planificación, la percepción y las funciones cerebrales superiores.

La teoría de los tres niveles del cerebro

Figura 312. La teoría de los tres niveles del cerebro

Con todos estos nuevos datos e hipótesis, podemos empezar a ver una cierta lógica y orden en todo lo concerniente a los planos de conciencia. Podemos empezar a fusionar la enseñanza que nos aporta el Rombo con los datos que provienen de la Psicología Jungiana, de la Psicología transpersonal, de la Fisiología y de la Medicina.

FENOMENOS FISICOS DENTRO DE LOS PLANOS DE CONCIENCIA

Vamos a hablar de tres fenómenos físicos muy conocidos tanto en el mundo de la física del sonido como en el de la música, y que tienen (como es lógico) su correspondencia en la figura del Rombo. Siempre hablamos de que en el Rombo están representadas y tienen lugar todas las leyes físicas. Ahora vamos a poner en marcha este axioma y a comentar tres leyes fundamentales del sonido que tienen su lectura y sus implicaciones lógicas en el mundo de los planos de conciencia.

1) LOS ARMÓNICOS.

Cuando en un piano se pulsa una tecla, (un Do central, por ejemplo) suena una nota musical que no es pura, ya que al vibrar la cuerda que genera la nota, se ponen a vibrar las otras cuerdas que generan los otros “Do” del instrumento. En ese momento, al tocar un Do, oímos la frecuencia fundamental que hemos pulsado más los armónicos de esa nota.

Si pulsamos por ejemplo el cuarto Do del piano, vibrarán y por tanto producirán sonido desde el primero hasta el séptimo Do del piano. Estos sonidos son lo que llamamos armónicos.

Si ahora observamos los planos de conciencia, veremos que existe un Do para cada uno de los planos. Si una actividad mental produce una vibración, un sonido vinculado con el Do en el primer plano de conciencia, esta vibración producirá armónicos en los otros 5 planos. Con esta idea, vemos que la vibración que se genera en un plano de conciencia produce armónicos en todos los demás planos, en sentido ascendente y descendente.

Con la aplicación de este fenómeno físico en el terreno de los planos de conciencia, podemos pensar que cualquier actividad psíquica que se realice en un plano con una frecuencia vibratoria determinada, producirá vibraciones armónicas en todos los demás planos. De todo esto, resulta lógico pensar que la actividad de todos los planos está conectada y cualquier acción que tenga lugar en un plano, producirá armónicos en los otros planos, por muy alejados que estén del plano inicial. Podríamos decir que cualquier acción conciencial que se realiza en un plano, sea correcta o no, produce oscilaciones armónicas   en los demás planos.

Donde se producirá la vibración mayor, será en el plano donde se produce la vibración original, y en la medida en que nos alejemos de esa frecuencia fundamental, la oscilación será cada vez menor, pero siempre existirá en mayor o menor medida. Cualquier pensamiento generado en un plano, genera armónicos de ese pensamiento en todos los planos. Cualquier actitud mental creada en un plano, se traslada en cascada al resto de los planos.

Desde esta concepción de la teoría musical, físicamente, parece imposible parcelar sentimientos, sensaciones o emociones y restringirlas a un solo plano, ya que las leyes físicas de la armonía se encargan de distribuir por todos los planos las réplicas de la vibración originada en un solo plano.

Aunque los planos estén separados por una distancia dimensional, no están aislados los unos de los otros, ya que esta ley sonora, los comunica a todos y hace que una experiencia vivida en un plano haga vibrar por armonía a todos los otros planos, con menor o mayor intensidad.

2) LA RESONANCIA.

La resonancia es el conjunto de fenómenos relacionados con los movimientos periódicos en que se produce reforzamiento de la frecuencia natural de la oscilación de una estructura. Para entender este fenómeno, primero hemos de saber que cada estructura elemental, tiene una frecuencia propia. Si golpeamos ligeramente una copa con un dedo, producirá un sonido que será perfectamente audible (pongamos unos 523 Hz), y que corresponderá por ejemplo a un Do.

Si determinamos con exactitud esa frecuencia y a través de un generador de sonidos, la aplicamos cerca de la copa con una intensidad fuerte, la copa empezará a vibrar, entrará en resonancia con la vibración sonora hasta que al final, si la intensidad sonora es muy grande, la oscilación y la deformación de la copa, superará la fuerza de cohesión molecular y la copa se romperá.

Otra copa de cristal, pero con una forma distinta, tendrá otra frecuencia de resonancia ya que esta frecuencia resonante (entre otras cosas) está relacionada con la forma tridimensional de la estructura.

Las estructuras, aunque parezcan rígidas e inamovibles, no lo son en realidad, ya que su forma puede variar según las condiciones físicas que tengan lugar sobre esa estructura. Un edificio, un puente o estructuras mucho más pequeñas, pueden vibrar por resonancia (y cambiar de forma) si se aplican sobre ellas las frecuencias que le son resonantes.

Además de la forma tridimensional de cualquier estructura, hay una característica que es capaz de incidir sobre la capacidad de resonancia de un objeto: el material con el que está realizado.

En el fondo de cada estructura tridimensional, reside una estructura atómica o molecular que tiene también una forma geométrica determinada y que se observa en los diferentes sistemas de cristalización que se conocen.

Es decir que cada estructura tridimensional, (independientemente de su forma), tiene en su base atómica bidimensional una estructura con una frecuencia resonante. Es decir, cualquier estructura tridimensional, tiene también una resonancia bidimensional.

Pero aparte de la forma atómica, se debe considerar la naturaleza física del átomo o la molécula, ya que es lógico pensar que además de la forma, tiene mucha importancia para la microestructura la naturaleza del mismo material. Así, aunque tengan el mismo sistema de cristalización, es muy posible que una estructura resuene de una manera u otra si está hecha de un material ligero o de uno más pesado, como en el caso de la Pirita o la Halita

Al final, todas las estructuras tridimensionales, resonarán según sus características tridimensionales (la forma y el tamaño) y las características de sus componentes bidimensionales, (como su arquitectura microscópica y su composición atómica).

El factor tamaño puede sorprender de entrada, pero sólo tenemos que observar lo que sucede con diferentes tubos de aluminio que resuenan con una frecuencia sonora según su longitud. En el caso de los tubos de aluminio, comparten la misma estructura bidimensional y la misma forma tridimensional. Lo único que varía es su tamaño.

Al final de todo este conjunto de pequeños datos, tenemos un concepto claro: los objetos tridimensionales resuenan a determinadas frecuencias. Y si lo miramos bien, no resuenan sólo a una determinada frecuencia. Resuenan a muchas, pero especialmente, lo hacen de una manera mucho más visible a una en concreto, que conocemos como frecuencia de resonancia.

Y todo esto, tiene su aplicación en el mundo del Rombo, ya que sabemos que cada plano de conciencia puede variar en tamaño y composición respecto a los otros planos ya que se puede dilatar horizontal o verticalmente y estar hecho de unas materiales concienciales u otros.

Al hacer esto y variar la forma de su estructura y su composición, cada plano   cambia automáticamente su frecuencia resonante. No todos los planos tienen la misma frecuencia resonante. Todos son muy distintos.

Como que cada plano tiene su frecuencia, al final entre todos los planos, se genera una frecuencia final grupal, esta multi- frecuencia total, hará resonar a todas las estructuras que estén sintonizadas con esa frecuencia final o con alguna de las frecuencias que la originan. Y a la inversa, cuando se produce en nuestro exterior cualquier vibración en forma de música, color, olor, pensamiento, concepto o idea, algunos de nuestros planos de conciencia son capaces de vibrar con esa frecuencia por resonancia. Posiblemente, existirán determinadas frecuencias externas que coincidan con alguna de las frecuencias de algún plano de conciencia, y en ese momento, el plano de conciencia, entrará en resonancia con el estímulo exterior, captando todo el interés por aquella vibración y centrando la actividad de la conciencia en aquel estímulo.

Un plano determinado resuena ante una frecuencia exterior

Figura. Un plano determinado resuena ante una frecuencia exterior.

La resonancia es un fenómeno físico muy conocido y que puede ser aplicado y estudiado perfectamente desde la perspectiva romboidal de los planos de conciencia. Sólo hace falta conocer mínimamente el concepto y llevarlo al mundo de la conciencia. Trasladando estos conceptos físicos al Rombo, podemos decir con toda lógica que cada plano de conciencia vibra en resonancia con las frecuencias de las dimensiones con las que está vinculado.

3) EL TIMBRE

El timbre en música, o en la física del sonido, es una cualidad que depende de cómo resuena la frecuencia fundamental y los distintos armónicos en la caja de resonancia. Cada caja de resonancia tiene un timbre especial. Hay cajas de resonancia que no resuenan con determinadas frecuencias, pero otras cajas, están preparadas para que, en ellas, resuenen muchas frecuencias.

Hay cajas que tienen distintas dimensiones (diferentes medidas) en las que pueden vibrar los distintos armónicos de una frecuencia. Según la intensidad en que resuenen los distintos armónicos en cada instrumento, tendremos un timbre u otro. La suma de todos los armónicos junto con la frecuencia fundamental es lo que da el timbre.

El timbre es la cualidad que permite distinguir unos sonidos de otros cuando tienen igual tono e intensidad. El timbre de los instrumentos está determinado por la forma y por el material que lo produce, como la cuerda, la madera, o el metal. En el caso del Rombo, podemos pensar que como generador de frecuencias que es, tiene la posibilidad de generar frecuencias sonoras. Estas frecuencias y sus armónicos generaran en la estructura del Rombo un timbre particular, diferente al de cualquier instrumento conocido, y que podrá variar según la estructura con la que esté hecho el Rombo. Así, cada Rombo tendrá su timbre, al igual que la voz de cada persona, tiene su timbre particular.

Hemos visto ya los armónicos, la resonancia y el timbre, los tres aspectos físicos del sonido que se producen dentro del Rombo. De repente, el Rombo se nos ha aparecido como un instrumento musical, en el que aparecen (como no) todas las leyes del sonido.

LA PIRÁMIDE Y EL ROMBO

Todo lo relativo al estudio los planos de conciencia, lo hemos desarrollado con el dibujo de los planos de conciencia, pero dentro de la enseñanza del Rombo, han aparecido algunas otras figuras geométricas que venían para presentar esquemas y hacerlos de esta manera mucho más comprensibles. Estos dibujos, expresaban conceptos relativos a la estructura del ser humano, a su psiquismo y a otros temas de índole más universal. Para hablar de todas estas materias, se han utilizado circunferencias, elipses, espirales, ondas senoidales, triángulos, pirámides de cuatro lados, de cinco lados y figuras mucho más complejas. Ahora, en este instante, la figura que reclama nuestra atención es la pirámide de base cuadrangular, a la que le dedicaremos en las próximas líneas nuestro siguiente tiempo de estudio.

EL ESQUEMA DE LA PIRÁMIDE

En el esquema que se muestra a continuación y en el que se observa una pirámide vista desde arriba, se puede estudiar lo que son los principales elementos constituyentes del ser humano: inteligencia, voluntad, instinto y automatismo.

Estas cuatro sustancias forman al hombre y se representan con la figura de la pirámide. Cada una de estas cuatro sustancias del hombre está relacionada con una faceta de la pirámide, y al unirse todas en un punto central (que sería la cúspide la pirámide), generan una fuerza cósmica que sale del hombre hacia el cosmos y que al mismo tiempo llega hasta él, haciendo que el ser humano sea el único ser del universo receptor y emisor de estas energías cósmicas.

La pirámide y las cuatro facetas del ser humano

Figura. La pirámide y las cuatro facetas del ser humano

Cada una de estas cuatro piezas fundamentales de la estructura humana, comparte con su vecina dos cualidades que están situadas en las aristas, tal como queda reflejado en el esquema. A continuación, hablaremos de estas cuatro cualidades y las desglosaremos.

LA VOLUNTAD

En la parte de arriba de la figura, tenemos a la voluntad. Esta sustancia le es necesaria al hombre para desarrollar los estudios y los trabajos que necesita para llegar a ser el hombre cósmico que está destinado a ser. La voluntad se sustenta tal como vemos en el dibujo por dos factores: las ansias de superación y el esfuerzo personal.

EL INSTINTO

A la izquierda de la figura tenemos al instinto, que es otra pieza fundamental, y que está enmarcada por el esfuerzo personal y la conservación de la especie. Estos dos factores nos han permitido como humanos sobrevivir a las catástrofes naturales y a las agresiones de las otras especies animales.

El esfuerzo personal es el primero de estos dos componentes y supone la realización de una acción enérgica, perseverante y disciplinada para conseguir un objetivo.

El segundo factor es el instinto de conservación de la especie, que se subdivide a su vez dos actividades instintivas distintas: el instinto de procreación y el instinto de agresividad.

El instinto de procreación es el que permite la perpetuación de la especie y se manifiesta en el ser humano en dos vertientes; la puramente sexual y la creatividad, que es el instinto de crear algo nuevo que sirva para perpetuar la especie y la vida.

La segunda parte del instinto de conservación de la especie es la agresividad y es lo que necesita el ser humano para luchar, combatir y permitir no ser eliminado por las otras especies animales.

Las partes del instinto

Figura. Las partes del instinto

El instinto es pues una pieza fundamental en el ser humano y no ha de ser considerada como algo inferior o primario que pueda ser desechado. Gracias al instinto vivimos como individuo y como especie.

EL AUTOMATISMO

El automatismo es el sistema por el cual el ser humano se mantiene con vida sin que haya una participación directa de los procesos cognitivos. Gracias a todas las funciones que se realizan automáticamente y en las que no interviene la conciencia, el hombre respira, palpita su corazón, funciona su cerebro, y se activan los distintos sistemas y grupos celulares del organismo. Cada uno de sistemas diferenciados, tiene una conciencia grupal propia que es capaz de reclamar en cada momento lo que necesita para llevar a cabo sus procesos vitales.

El automatismo se sostiene a su vez como vemos en el dibujo de la pirámide por dos factores: por un lado, la conservación de la especie y por las ansias de superación, que es lo que le permite mejorar cada vez el funcionamiento de los sistemas automáticos y adaptarse a las necesidades de la especie y del individuo.

LA INTELIGENCIA

La inteligencia es la facultad de la mente que permite aprender, entender, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. La inteligencia se sustenta tal como vemos en el dibujo por las ansias de superación y por el raciocinio, que es la facultad que permite utilizar la razón para cotejar diferentes juicios y formular uno nuevo.

La inteligencia del hombre le permite discernir en cada momento cuál de las cuatro sustancias que lo forman ha de ser potenciada.

Si estos cuatro elementos que forman el ser humano trabajan armónicamente y en equilibrio, el hombre se encontrará bien y esto hará que, de él, pueda surgir el verdadero hombre cósmico.

Para que estas cuatro sustancias trabajen armónicamente, se equilibren y se ayuden, hace falta la presencia del amor que hará que estas cuatro facultades trabajen unidas de la mano y con un mismo fin.

LAS SEMEJANZAS ENTRE LA PIRÁMIDE Y EL ROMBO.

Unos dos años antes de que apareciera el Rombo, hizo irrupción en nuestro estudio la figura de la pirámide, y cuando llegó, todos teníamos muy presente a la otra pirámide, la más conocida, y la que es la construcción arquitectónica más misteriosa, sobresaliente y conocida de Egipto.

Ahora, con la perspectiva que da el tiempo, hemos podido ver casi sin querer, algunas similitudes entre la figura de la pirámide egipcia y el Rombo. Son semejanzas significativas, muy curiosas y vamos a exponer a continuación las que hemos encontrado. Es un capítulo abierto porque sin duda, hay muchas más conexiones entre la Pirámide y el Rombo que las que hemos encontrado en este estudio preliminar, pero empezaremos con las más evidentes y dejaremos que el tiempo nos permita ver las otras coincidencias.

  • SU CONSTRUCCIÓN GEOMÉTRICA.

Ambas estructuras en su análisis exterior están compuestas sólo de triángulos, si bien es cierto que la base de la pirámide es cuadrangular, fenómeno que se observa sólo cuando se la observa desde arriba o desde abajo. Pero en la visión lateral, su composición aparente, es sólo triangular. De hecho, el comentario más común que aportan las personas que ven al Rombo tridimensional por primera vez es: el Rombo está formado por dos pirámides unidas por su base.

Ninguna de estas dos figuras geométricas está dentro de los considerados sólidos platónicos, pero hay una curiosidad en ello: El Rombo es un bitetraedro (el tetraedro si es un sólido platónico) y la pirámide es un hemioctaedro (el octaedro si es un sólido platónico).

  • LA ENERGÍA TERRESTRE Y LA ENERGÍA CELESTE.

La orientación geográfica de la pirámide egipcia está muy estudiada, y es fácil entender que con la orientación magnética Norte-Sur de dos de sus caras, se invita al campo magnético terrestre a ascender por sus paredes y dirigirse hacia el vértice superior. Si una parte del material con el que está construido la pirámide es conductor, el paso del campo magnético genera un flujo eléctrico que se concentra en el extremo apical de la pirámide. Esto se debe al llamado efecto punta, que es un fenómeno eléctrico que se produce por la acumulación de carga en las zonas de un cuerpo que finalizan en forma de punta.

Cuando un material posee carga eléctrica, ésta se distribuye por todo su volumen de manera que, la densidad de la carga eléctrica es mayor en las zonas de menor volumen. Por este efecto, en la pirámide, se produce una acumulación de energía en la zona acabada en punta, donde el volumen es menor y se concentra por tanto mayor cantidad de carga eléctrica.

El efecto punta

Figura. El efecto punta

En esta situación, con las cargas eléctricas en movimiento y generando una acumulación del campo eléctrico y magnético en el centro apical de la pirámide, los rayos cósmicos corpusculares de la zona vecina aprovechan estas líneas de condensación del campo magnético como camino para introducirse dentro de la pirámide, atravesarla, llegar hasta el suelo y estimular con su carga eléctrica el campo magnético terrestre subyacente.

De esto, resulta que la parte del campo magnético que está debajo de la pirámide aumenta de intensidad debido a la agitación magnética producida por la llegada de la energía eléctrica aportada por los Rayos cósmicos.

Los rayos cósmicos y el campo magnético terrestre en la pirámide

Figura. Los rayos cósmicos y el campo magnético terrestre en la pirámide

En el Rombo sucede algo parecido, pues en él, vemos una entrada vinculada con el magnetismo terrestre y otra con la energía cósmica. En el caso del Rombo, la entrada del magnetismo terrestre estaría más relacionada con los pies (1ªD) y la de la radiación cósmica con la cabeza (7ªD).

La entrada del magnetismo terrestre y de la radiación cósmica

Figura. La entrada del magnetismo terrestre y de la radiación cósmica.

El flujo magnético procedente del suelo asciende a través de la 1ª D y llega hasta la 7ªD, donde se encuentra con la llegada de radiación cósmica que desciende hasta el suelo estimulando el campo magnético, el cual vuelve a ascender de nuevo para crear este circuito sin fin. El punto central del Rombo, en su parte media, es el sitio donde confluyen los dos tipos de radiación, haciendo de esta zona un centro vital vinculado con el equilibrio, la fusión y la distribución energética.

  • CENTROS DE ACTIVACIÓN DEL PLANETA.

Con este movimiento energético, alrededor de la pirámide, se crea una zona donde la radiación cosmotelúrica es de mayor intensidad y podría ser utilizada por todas las formas de vida que estuvieran cerca de estas estructuras. Estas zonas donde el campo magnético y la radiación cósmica son más intensas propician la comunicación del cielo y de la tierra y dan a estos lugares unas características muy especiales.

El mismo efecto de estimulación tiene lugar en el Rombo, y en él se produce esta condensación del campo magnético y de la radiación cósmica, haciendo variar todos los valores energéticos que se dan a su alrededor. Este efecto, al igual que sucede en las pirámides, produce una acción transformadora en las personas y en las estructuras biológicas que se encuentran en su campo de influencia.

El Rombo crea un campo electromagnético a su alrededor dependiendo de la conductividad del material con el que está hecho, del degradado cromático y de la cualidad de las frecuencias de los colores que lo componen.

El campo electromagnético que produce, aunque sea muy sutil, puede interactuar gracias al efecto resonante que origina (en octavas superiores e inferiores) con el nivel de radiación cósmica y telúrica que haya en la zona donde esté, así que su forma puede ser utilizada para corregir determinadas frecuencias perturbadoras que se hallen en un lugar.

Para ello, hace falta encontrar el sitio donde debe ser colocado, el ángulo preciso de su elevación cenital y el de su orientación magnética.

El Rombo tridimensional montado sobre una estructura giroscópica

Figura. El Rombo tridimensional montado sobre una estructura giroscópica

  • GRABACIÓN DE LA INFORMACIÓN.

Hemos comentado ya en otras ocasiones que el conocimiento queda grabado en el campo magnético de la Tierra, y que los conocimientos humanos más densos, más instintivos, se hallan allí donde el campo magnético es más denso, que el conocimiento técnico lo hace en la zona intermedia y que el conocimiento espiritual lo hace donde el campo magnético es más sutil. Con este principio es fácil entender que en cada dimensión del Rombo se guardan las informaciones que resuenan con el campo magnético que existe en cada una de ellas. En la medida que vamos ascendiendo de dimensión, el campo magnético se va sutilizando y la frecuencia vibratoria de la dimensión va ascendiendo al estar más en contacto con las altas energías vibratorias de la radiación cósmica. De esta manera, podemos entender que, en el Rombo, se puedan guardar en sus diferentes niveles o dimensiones todas las informaciones que surgen del ser humano: las más instintivas, las intelectuales o técnicas y las más filosóficas o espirituales. Por analogía podemos pensar que, en la pirámide, se podría dar el mismo ordenamiento, es decir que las informaciones más terrenales se podrían hallar en el nivel inferior y las más espirituales, se podrían situar en el nivel superior.

Sistema de grabación de las informaciones

Figura. Sistema de grabación de las informaciones

  • ACUMULACIÓN DE ENERGIA EN LA PARTE CENTRAL.

Otro efecto curioso que tiene lugar en las dos figuras es la acumulación de energía que se da en la zona central, donde confluyen las bisectrices de los tres ángulos internos.

Sabemos que, en el centro de cada uno de los lados del Rombo, se halla un punto Hara y que además si miramos al Rombo tridimensional desde su vértice superior o inferior, veremos que se origina un punto Hara central.

Algo similar sucede en la pirámide, donde en el centro de la figura se produce una confluencia geométrica y energética que se aprovecha para colocar en esta ubicación la cámara del Rey.

El punto Hara de las dos estructuras

Figura. El punto Hara de las dos estructuras

Esta disposición geométrica hace que la energía se concentre en un punto y que desde allí se disperse al resto de la estructura. El punto central se convierte en un receptor y en un difusor de toda la energía que se acumula en su interior.

  • LA RELACIÓN CON EL SOL

A principios del Impero Antiguo de Egipto, Ra era una de las varias deidades solares, pero hacia la época de la construcción de las pirámides (2.400 A.C.) fue elevado a Dios nacional y pasó a ser el Dios oficial de los faraones, que eran considerados como su descendencia y su encarnación. Ra era el Dios del Sol, el símbolo de la luz solar, el Padre, y el creador de la vida.

El sol era la vida para los egipcios, y formaba parte de su filosofía, religión y arquitectura. Sus pirámides eran calendarios que marcaban el paso de las estaciones y eran además observatorios astronómicos que homenajeaban a algunas partes del cielo, como la constelación de Orión, cuyo cinturón guarda una disposición muy parecida a la de las tres pirámides principales y de donde se dice que procedían en aquel tiempo muchos de los antiguos pobladores de Egipto.

Dentro de la enseñanza del Rombo todo gira también alrededor del sol. Desde nuestro astro solar nos ha llegado toda la materia de la que está formada la Tierra, nos llega continuamente la vida, los Rayos de energía cósmica y la constante lluvia de materia y energía que viaja con ellos. Gracias a su acción se han creado y desarrollado en la Tierra todas las formas de vida minerales, vegetales y animales. El sol creador de vida es en sí mismo un reflejo de la Fuente, del Sol Central, y por este motivo, dentro del Rombo, su estudio ocupa una parte muy importante de la enseñanza, que va desde el estudio de los temas más científicos aportados por la astrofísica hasta las cuestiones más metafísicas y espirituales.

Uno de los temas que permite el Rombo es comprender y estudiar la diferente radiación solar que entra en la Tierra dependiendo de la estación en la que se está y el efecto que puede tener esto en el ser humano y en la vida en general. El Rombo, puede funcionar como un calendario solar que aparte de señalar en que época se está, puede indicar que tipo de energía entra en cada momento.

Para poder entender este mecanismo, se ha de conocer la altura que tiene el sol en el horizonte a las 12 horas en los equinoccios. Esto se calcula restando 90º a la latitud local. Así, en nuestra latitud geográfica de 41º, (que curiosamente está comprendida entre los valores 40º- 42º del Rombo), la culminación ecuatorial o altura del sol sobre el horizonte en los equinoccios sería de: 90º- 41º= 49º.

A partir de este punto, el sol subiría por encima de este valor 23º 27’ en verano y descendería 23º 27’ en invierno.

En la medida en que el sol se va moviendo lentamente y durante el año por el cielo, podemos seguir su trayectoria ascendente o descendente en el Rombo y observar que tipo de radiación llega con más intensidad.

Calendario solar. La altura del sol en la culminación ecuatorial en los equinoccios y su ascenso y descenso en los solsticios

Figura. Calendario solar. La altura del sol en la culminación ecuatorial en los equinoccios y su ascenso y descenso en los solsticios.

Se dice coloquialmente que el sol sale por el Este y se pone en el Oeste, pero ese fenómeno, si lo miramos con un poco de precisión, sólo ocurre dos días al año, precisamente en los días correspondientes a los equinoccios. En la medida en que después del equinoccio de primavera, nos dirigimos hacia el verano, el sol empieza a ascender en su carrera hacia el Norte y sale por el Noreste y se pone por el Noroeste. Este fenómeno se va acentuando cada vez más hasta que llega el solsticio de verano, donde el sol sale por el punto más elevado del Noreste que es capaz de alcanzar y se pone en el punto más alto del Suroeste. Desde aquí vuelve a descender yendo hacia el Sur, pasando por el equinoccio de otoño y llegando al solsticio de invierno, donde sale por la posición más baja del Sureste que puede conseguir y se pone en la posición más baja del Suroeste.

Si este fenómeno cíclico de movimiento solar se sigue durante todo el año, se verá que el desplazamiento que se produce a lo largo del horizonte en dirección Norte o Sur, es mucho mayor de lo que se podría suponer y se comprenderá la relación directa que hay entre las estaciones, la posición del sol y la cantidad de irradiación solar que llega al planeta.

El sol marca las estaciones y da ritmo a la vida. Lo sabían los egipcios y lo sabemos nosotros.

  • LA PRESENCIA DE

Otra coincidencia que se observa en estas dos construcciones geométricas es que ambas están diseñadas con el soporte del número Phi. En el caso del Rombo ya lo estudiamos en su día y en la pirámide de Keops se puede observar con facilidad al ver las relaciones que se dan el triángulo “abh” que está formado por la apotema, la mitad del valor de un lado de la base y la altura de la pirámide.

Para verificar toda esta relación áurica dentro de la pirámide, primero debemos hallar el valor de a y luego lo dividimos entre b.

Partimos de valores conocidos; por un lado, la altura = h (146.6) y el valor de un lado del cuadrado (230.4) y por tanto el valor de la mitad del lado (115.2) que es otro lado del triángulo. Hemos de determinar la hipotenusa que será la apotema (a) y ver qué relación hay entre todos los lados. Para ello, empezaremos utilizando el teorema de Pitágoras. Cuando hayamos obtenido todos los valores, buscaremos la relación entre los mismos y observaremos la presencia de Phi.

La presencia de phi en la pirámide

Figura 323. La presencia de phi en la pirámide

Es decir que podemos observar cómo dentro de la pirámide aparece esta relación entre los tres lados:

Phi en la pirámide

Figura. Phi en la pirámide

8). LA PRESENCIA DE ÁNGULOS CONCRETOS.

Todo cuerpo, en un momento concreto, tiene ángulos definidos. Cuando trabajamos con los ángulos del Rombo, vimos que, para 22 interior como exterior, había unos ángulos que permitían la figura. Redondeando un poco las cifras, vimos que, para 22 interior, el Rombo se movía entre 40º- 42º, y que para el chip universal o 22 exterior, las cifras podían ir aproximadamente desde 43º- 47º, dependiendo del tamaño de la diagonal menor. Es decir, la observación nos decía que podían existir distintos Rombos, según lo que estuviéramos observando y en qué momento concreto de la oscilación tuviera lugar la medición.

Quizá por este motivo o por algún otro muy distinto, podemos encontrar distintos tipos de pirámides. Quizá unas expresen un fenómeno y otras manifiesten otro aspecto muy distinto. Lo cierto es que las pirámides no son iguales, están hechas con ángulos de inclinación diferentes, pero el 50-60% de ellas tiene un ángulo que puede oscilar entre 52-53º. Este dato es significativo y se ha de considerar como relevante.

De hecho, dentro de la trigonometría actual, se considera la presencia de algunos triángulos que tienen propiedades particulares y que reciben el nombre de triángulos notables. Este es uno de ellos y se le conoce como triángulo sagrado egipcio. Sus lados mantienen las proporciones 3, 4 y 5 y el valor redondeado de sus ángulos es de 37º y 53º, pero el más preciso se detalla en el dibujo.

El triángulo sagrado egipcio. Lados en progresión aritmética

Figura. El triángulo sagrado egipcio. Lados en progresión aritmética

Para calcularlo y ver si este ángulo se encuentra en la pirámide que queremos estudiar, sólo se precisan los valores de la mitad de la base y de la altura de la pirámide. Con un sencillo transportador de ángulos se puede comprobar este dato y verificar si la pirámide se mueve entre los valores medios. ( 52º-53º)

  • LA RELACIÓN CON EL ARCO IRIS.

Hay otro dato muy curioso que existe y que nos acerca todavía un poco más el Rombo a la pirámide. Comentamos en su momento que el arco iris primario se mueve entre 40º-42º para el violeta y el rojo respectivamente, y el arco iris secundario lo hace entre 50º-54º para el rojo y el violeta. Este dato es extremadamente curioso, pues tal como comentamos, más de la mitad de las pirámides tienen un grado de inclinación que oscila entre 52º-53º, es decir que encajan perfectamente dentro del ángulo permitido del arcoíris secundario. (50º-54º). El dato es extremadamente curioso. En muchas ocasiones, nos habíamos preguntado si existiría alguna forma geométrica que estuviera vinculada con el arco iris secundario y si habría alguna filosofía unida a tal forma, tal como sucede en el arco iris primario.

Arco iris y geometría

Figura. Arco iris y geometría

El arco iris es un fenómeno luminoso que obedece a leyes físicas de reflexión y refracción que se dan entre la luz, el agua y el aire. El arco iris subyace de una manera sutil en el origen y la geometría de ambas figuras. El Rombo está vinculado al arco iris primario y la pirámide con el arco iris secundario. Ambos ángulos (40º- 42º) y (50º- 54º) están presentes en la luz y en la geometría sagrada.

  • EL ESQUEMA DE LA ESTRUCTURA DEL SER HUMANO

La pirámide y el Rombo son capaces de representar desde su diferente geometría los componentes principales del ser humano. La pirámide tridimensional nos muestra un esquema humano en el que se consideran los cuatro aspectos constituyentes del hombre: Inteligencia, voluntad, instinto y automatismo. Y el Rombo tridimensional nos muestra otra representación del ser humano en la que se plasman los tres componentes principales: corazón, cerebro y espíritu.

Son dos representaciones diferentes, plasman diferentes aspectos, y ambas figuras permiten estudiar al ser humano desde una vertiente u otra.

Representaciones humanas en el Rombo y la Pirámide

Figura. Representaciones humanas en el Rombo y la Pirámide

  • EL ROMBO PIRAMIDAL

La figura del Rombo 22 interior, es más alargada que la del 22 exterior, que aparece a la vista con una forma un poco más cuadrada.

Hay una cifra de la que ya se habló cuando comentamos todos los valores posibles de la diagonal mayor para 22 exterior y que siempre ha despertado una curiosidad innegable. Para ver a este Rombo tan especial, a este Rombo cuadrado, hemos de partir de la figura 22 exterior. Sabemos que, en su oscilación, la diagonal menor pasa de 18 a 19.9999. Cuando la diagonal menor es de 18.00, la diagonal mayor es 19.380, y cuando en la respiración la diagonal menor asciende hasta 19.05, la diagonal mayor es de 19.05 también. Es sólo un instante, pero existe y es un momento crucial, porque en ese momento las diagonales forman un cuadrado con ángulos perfectos de 90º (45º+45º). A partir de este momento, la diagonal menor sigue creciendo y la mayor empieza a decrecer. Es un punto en el que se produce un cambio de polaridad. Es sólo un instante, pero ese momento perfecto, permite que, mirado desde arriba, el Rombo produzca el efecto óptico de ser un cuadrado y de adquirir la instantánea apariencia de una pirámide.

La pirámide y el Rombo

Figura. La pirámide y el Rombo

Medidas interiores para 22 fijo exterior

A la izquierda de cada una de las cuatro columnas vemos el valor de la diagonal menor y a la derecha, la cifra asociada correspondiente a la diagonal mayor. En el punto 19.05 observamos una equivalencia de valores, y a partir de esa cifra, la diagonal mayor pasa a tener unos valores inferiores a los de la diagonal menor.

En ese punto en concreto, el Rombo adquiere su cuadratura y visto desde arriba, puede producir el efecto óptico de ser una pirámide.

12.) UNA DENTRO DE LA OTRA

Se ha dicho en ocasiones que la pirámide forma parte del Rombo, y esta frase aparentemente misteriosa, tiene sin lugar a duda, muchas maneras de ser interpretada. Cuando se quieren desvelar estos misterios y ver que tienen de cierto, está bien recurrir a la geometría y ver si ella por si sola, puede aportar algún dato que permita dar claridad y certeza a esta aseveración. Para esto, hemos de partir de una de las dos pirámides triangulares que forman el Rombo.

Sabemos que el Rombo es un bitetraedro y si dibujamos algunas líneas concretas en el   tetraedro superior o en el inferior, nos aparecerá dentro de su estructura una pirámide de base cuadrangular.

La pirámide cuadrangular dentro del tetraedro

Figura. La pirámide cuadrangular dentro del tetraedro

Si desde esta pirámide encontrada, vamos a buscar el punto medio de la arista que queda libre, obtenemos un octaedro, que está formado por dos pirámides de base cuadrada unidos por la misma base. Por encima de él, abarcándolo, y sosteniéndolo, aparecerá el tetraedro, que es la mitad del Rombo.

El octaedro dentro del tetraedro

Figura. El octaedro dentro del tetraedro

En esta figura observamos como la pirámide tiene la posibilidad geométrica de tener una construcción oculta en su base, formando una bipirámide de base cuadrangular (octaedro) y que forma parte de uno de los 5 sólidos platónicos.

CONCLUSIONES

Con la pirámide se plasmaron en su día toda una serie de conocimientos ancestrales riquísimos, basados en la geometría, la matemática, el arte, la ingeniería, la arquitectura, la física, la astronomía, la metafísica, la psicología y las ciencias de la evolución humana.

En esta época, el Rombo ha acudido para continuar con esta enseñanza y dar aún más claridad a los aspectos que la pirámide puso de manifiesto.

La pirámide y el Rombo tienen muchas cosas en común; participan de los mismos principios físicos, geométricos, matemáticos, filosóficos y comparten las mismas verdades universales y su finalidad, que es la de transformar con su radiación a las personas y a los lugares que se hallan en su área de influencia.

No es de extrañar pues que las mismas personas que estuvieron en su día interesadas en las pirámides de Egipto, lo estén ahora en el Rombo, y que las han conocido el Rombo, se interesen en este momento por el conocimiento de las pirámides. El pasado y el futuro se juntan en el presente.

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