Esfera regeneradora de energía
Un día, inmediatamente después de una reunión del grupo del Rombo y hablando del séptimo Rayo, María Rosa realizó algunos comentarios sobre el tema e hizo un dibujo al que no se le pudo dar un significado demasiado concreto en aquel mismo momento, así que al final, ese enigmático boceto pasó desapercibido y no consiguió levantar el interés general.
Ha pasado ya bastante tiempo y desde la perspectiva actual, podemos pensar que tal vez aquel dibujo, fue una imagen demasiado compleja y simbólica para poder ser interpretada correctamente en aquella época. Pero con la integración y la maduración posterior de los conceptos de los Rayos y de otros mecanismos del Rombo, se pudo empezar años más tarde a desvelar el mecanismo cósmico que se ocultaba agazapado tras el simple dibujo.
Figura. El movimiento del 7º Rayo
En ese dibujo, se observaba un curioso fenómeno del que no se conocía nada y que por supuesto, no podía ser interpretado. En aquel momento, se pensó que tal vez se trataba de una representación intuitiva y libre del concepto del movimiento cíclico del 7º Rayo, así que el dibujo se quedó allí, sin ser descifrado y reposando tranquilamente en una página de un bloc de notas, aparentemente inmóvil y mudo. Pero a pesar de su silencio y de su difícil interpretación, el misterioso esquema, siempre quiso desde la distancia y el ostracismo, susurrar una idea de movimiento, de activación, de flujo y reflujo del 7º Rayo.
La imagen en cuestión, como se puede ver, refleja un flujo constante y cíclico de energía del 7º Rayo entre la 1ª y la 7ª dimensión, que son los extremos de la parte material y la parte etérea del Rombo, formando una especie de danza sinfín que comunica a las dos dimensiones límites.
Pero al mismo tiempo en ese dibujo se observa que el circuito interno del Rayo sale del Rombo y llega hasta una esfera radial situada fuera del Rombo, más allá de la 7ª dimensión, y allí, el 7º Rayo, interactúa de alguna manera con una esfera que allí se encuentra para luego volver a entrar de nuevo en el circuito energético que transcurre dentro del Rombo.
El dibujo de esta curiosa estructura externa al Rombo tiene un gran paralelismo con el esquema de una elemental y primitiva bomba de agua en la cual un artilugio que representa una fuerza exterior bombea el agua desde la profundidad de la tierra para llevarla hasta la superficie.
La idea que transmite el dibujo es que, funcionando con la energía del Rombo, pero fuera del mismo, existe un mecanismo que es capaz de succionar la energía de Rayo y sacarla fuera del Rombo para introducirla de nuevo en él, para que pueda seguir realizando dentro un trayecto continuo de descenso y ascenso.
En realidad, este dibujo misterioso, intenta representar muy esquemáticamente la existencia de una estructura universal que crea impulsos de movimiento de creación y de movilización de energía. Es una Esfera universal que es a la vez creadora e impulsora de energía.
Para que podamos entender el mecanismo de su funcionamiento, podemos imaginarnos a una bicicleta. Para que la bicicleta funcione, se mueva y se desplace con velocidad, hace falta que reciba continuamente una fuerza impulsora que intervenga desde el exterior y que transmita su estímulo cinético a través del pedal. Esta fuerza generadora crea un circuito y funciona como una fuente de alimentación que impulsa a la energía a realizar un movimiento cíclico, en la que desciende, adquiere experiencia y regresa ascendiendo al punto de origen después de haber hecho un recorrido multidimensional. En este ejemplo, la cadena de la bicicleta vincula la 7ª y la 1ª a través de los pedales que están por fuera del circuito. Esta esfera actúa como si fuera un mecanismo generador y mantenedor del mismo movimiento. La esfera después de recibir la energía ascendente, la recicla y la vuelve a impulsar hacia abajo en un sentido descendente para crear un circuito de movimiento continuo. Al hacerlo, puede generar distintas modificaciones dependiendo de cómo ha sido el paso de la energía por los planos más bajos. Es decir, que la energía sube con la información que ha recogido en su trayecto y al llegar a la misma esfera, se encuentra con un filtro que actúa como un sistema de depuración del sistema. La energía desciende al plano material, se transforma al entrar en contacto con las manifestaciones, con lo que va experimentando en su paso y cuando llega a la parte más material del circuito, vuelve a subir transformada y al llegar a la parte más alta y encontrarse con la esfera, pasa por un proceso de depuración y filtrado para volver a entrar de nuevo al circuito, pero ahora renovada.
Figura. Sistema de filtrado
A este ingenio universal, le llamamos esfera porque es circular y generadora porque genera energía, la impulsa y la regenera al mismo tiempo.
Figura. La esfera generadora de energía
Este mecanismo universal funciona a distintos niveles con todas las formas conocidas de energía que forman parte del Absoluto. Es decir, que este sistema de funcionamiento no es una singularidad de un tipo de energía, como el de los Rayos, sino que lo es de todas las manifestaciones energéticas. Cada Rayo y cada forma de energía está unido, formado, generado, impulsado y filtrado por esta estructura. Cuando los Rayos bajan y entran en contacto con el mundo más denso de cada dimensión, dan, pero también recogen y trasladan información. Por ello los Rayos necesitan de este mecanismo de depuración, generación e impulsión.
Este motor universal recuerda a una hipotética máquina de movimiento perpetuo, que es un dispositivo que, gracias a algún tipo de ingenio, siempre está en movimiento y es capaz de auto impulsarse y mantenerse en marcha sin necesidad de una aplicación de energía exterior. Lo curioso de este hipotético mecanismo de movimiento perpetuo es que, si realizase un mínimo trabajo o tuviera una mínima fricción, el sistema perdería energía hasta pararse, así que, desde la perspectiva de la física actual, para que este tipo de maquinaria fuera posible, el sistema debería estar completamente aislado, en un perfecto vacío y que no hiciera absolutamente nada. Pero aún en el caso de que la esfera generadora de energía estuviese situada en el vacío, realizaría un esfuerzo físico al transmitir su energía a los Rayos, con lo que gastaría energía. Esto sería un problema técnico si se tratara de una esfera cerrada en sí misma y sin contacto con ninguna Fuente de alimentación. Pero si la esfera es una estructura que se alimenta constantemente de la energía que emana continuamente desde el Absoluto, desaparece el problema ya que el ingenio no constituye un circuito cerrado, sino que es un circuito abierto, en contacto con la energía infinita que fluye constantemente del Absoluto. Desde este punto de vista, este motor universal, respeta el primer principio de la termodinámica o ley de la conservación de la energía , que afirma que la cantidad total de energía en cualquier sistema físico aislado (sin interacción con ningún otro sistema) permanece invariable en el tiempo aunque dicha energía puede transformarse en otra forma de energía.
Hemos de comprender que este motor universal no está dentro de un sistema cerrado, sino que se halla dentro un sistema abierto que está en contacto permanente con la Fuente de Energía universal, quien le suministra constantemente la energía necesaria para poder realizar su trabajo.
Figura. La Fuente alimenta a la esfera generadora.
Todo este sistema de flujo y reflujo recuerda mucho al sistema ya conocido dentro del Rombo y en el que la experiencia vital sale de Ideación Divina, recorre el Rombo manifestado y una vez ha completado el trayecto de su manifestación, regresa para ser evaluada y corregida en Ideación Divina, que es el lugar donde acuden los Rayos del Karma para buscar la solución del problema y poner en marcha los mecanismos correctores necesarios para estabilizar una situación. Allí confluyen además de los Rayos Vigilantes Ejecutores, los Guías y los Maestros de Sabiduría para ayudar a que estas correcciones evolutivas se den de la manera más perfecta.
Pero la esfera generadora no es una creación de origen humano, sino una estructura propiamente Divina. Si la Ideación Divina es una estructura creada por seres humanos en estado divino, es lógico pensar que su funcionamiento, está basado en el mismo mecanismo divino que el de la Esfera.
Las dos estructuras son diferentes, pero utilizan un mecanismo similar: la capacidad de emitir, llegar a todos los rincones de la manifestación, dirigir el regreso de la experiencia al origen del lugar del impulso y una vez llegado a ese punto, tamizar, pulir y limpiar la experiencia para impulsarla de nuevo para la reentrada en el circuito.
Hay pues como vemos una similitud muy grande entre estas dos estructuras, pero a una la situamos en contacto con el Rombo, más allá de la 4ª dimensión y a la otra la situamos en el exterior, pero por encima de la 7ª dimensión.
En cierta manera, esta esfera generadora, funciona como el cerebro en el cuerpo humano. Para que un ser humano pueda comer, oír, oler, ver, tocar y crear, necesita del cerebro. Las informaciones que circulan por el sistema nervioso aferente llegan al cerebro gracias a su actividad nerviosa. Allí, los estímulos son analizados y la respuesta inicia un camino descendiente por las vías eferentes hasta llegar a contactar de nuevo con la materia. Una vez que el estímulo ya ha interactuado con la materia, la información, de regreso de nuevo hacia el cerebro aporta la información de lo que ha contactado y cómo se ha realizado la experiencia. Este circuito de subida y bajada se repite continuamente, de la misma manera que el circuito de descenso y ascenso de la energía a través de la esfera generadora de energía.
La lógica y el pensamiento analógico nos llevan a pensar que no tan solo los Rayos sino todas las fuerzas de la naturaleza (desde el electromagnetismo hasta la gravedad) tienen esta estructura energética en su interior. Todas estas fuerzas están en movimiento y necesitan del movimiento para su acción. Unas actúan en distancias cortas y otras en distancias infinitas, pero todas implican desplazamiento para lo cual se precisa de una fuerza (exterior o interior) a ellas que las impulse.
Para poder comprender este ingenio, tenemos que imaginar que los Rayos y todas las fuerzas de la naturaleza, tienen incorporados dentro de sí mismo esa estructura, esa especie de cerebro que impulsa, mueve y que hace que la energía vaya funcionando.
Como sabemos, los Rayos son fuerzas creadoras y ciegas del universo, pero que responden a fenómenos de atracción. Un Rayo determinado, una radiación eléctrica que llega a la Tierra, puede ser enfocada y dirigida por un fenómeno de atracción de cargas. Cuando un ser humano llama a una energía de Rayo o invoca a un Rayo para que le ayude, o le de unas características que necesita, o le llama para que lleguen los seres que rigen estos Rayos, los Rayos acuden para realizar su cometido.
Cuando el Rayo cumple con su función, en el momento en que esa frecuencia de Rayo se funde con la materia y empieza a irradiar, hay un punto de pulsión, de estímulo y genera una especie de cortocircuito que el Rayo en sí mismo lo puede reestructurar para volver a su pureza instantáneamente.
El Rayo es la misma esfera también, ya que ésta forma parte de su estructura más íntima, de su esencia. Eso es lo que impulsa al Rayo y que permite que el mismo Rayo pueda siempre hacer su función sin que la fuerza del ser humano sobre el que actúa, lo pueda distorsionar o anular.
Figura. La reestructuración de la energía del Rayo gracias a la esfera generadora
Esta esfera a la que hemos relacionado con los Rayos se puede colocar en todo lo que parta de la dimensión más alta. Todo lo que de allí sale, tiene dentro de sí mismo esa esfera que es impulso de vida, impulso de movimiento energético de vida. La energía no puede quedarse estancada. La energía se impulsa a través de un punto de ella misma que le proporciona la fuerza, la vitalidad y el empuje necesarios para que se desplace sin fin y no pierda en ninguna interacción su pureza primordial.